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ALBERT EINSTEIN (1879-1955) Científico estadounidense de origen

alemán. Está considerado generalmente como el físico más


importante de nuestro siglo, y por muchos físicos como el mayor
científico de todos los que han existido. En 1905 publicó en Annalen
der Physik tres importantes comunicaciones, entre las cuales estaba
Zur Elektrodinamik bewegter Körper (Sobre la electrodinámica de los
cuerpos en movimiento), donde se formulaban con toda claridad los principios de la llamada Teoría especial de la
relatividad. Los elementos que están en la base de esta teoría son sencillos y se asientan en la experiencia. Según el
primero, en un tren que se moviera suavemente con una velocidad constante a lo largo de una vía recta, todas las leyes
físicas serían iguales que las de una sala inmóvil; según el segundo, la velocidad de la luz, tanto la medida en el tren en
marcha como en la habitación, sería siempre la misma, es decir, de 300000 km/s (con tal que se propagara por el aire),
independientemente del estado de movimiento y del manantial luminoso. A partir de esos dos principios dedujo Einstein
algunos resultados que en 1905 parecían muy extraños, pero que a cualquier físico de nuestros días le resultan
familiares y convincentes. El de mayor importancia es el que se refiere a la ruptura con la física newtoniana, cuya validez
queda restringida por la teoría especial de la relatividad a velocidades mucho más pequeñas que las de la luz. En la
física newtoniana los acontecimientos ocurren en un espacio y un tiempo absolutos, lo mismo en una habitación que en
un tren en marcha. Según la teoría especial no pueden separarse el tiempo y el espacio; aquél fluye en forma diferente
en habitáculos y en trenes en marcha, y esta diferencia podría ser detectable si la velocidad del tren se acercara a la de
la luz.

También demuestra esta Teoría especial que la velocidad de la luz es la mayor que pueden alcanzar los cuerpos
materiales. De hecho, esta predicción fue confirmada experimentalmente, no con el movimiento de trenes, sino con el de
partículas que se movían a velocidades cercanas a las de la luz. Otro resultado muy importante de esa teoría fue la
deducción de la relación existente entre energía y masa en la ahora famosa fórmula: E = mc², en la que E significa la
energía, m, la masa, y c, la velocidad de la luz. La importancia de esta fórmula quedaría demostrada 40 años más tarde
con las explosiones atómicas. La segunda comunicación publicada en el volumen que contenía la teoría especial de la
relatividad explica la teoría del efecto fotoeléctrico, según la cual la luz se convierte en una especie de chubasco de
proyectiles, la energía de los cuales es proporcional a la frecuencia de la onda luminosa.

Finalmente, la tercera comunicación contenía una teoría matemática sobre el movimiento browniano, es decir, el de
pequeñas partículas suspendidas en un fluido y moviéndose de un modo aparentemente irregular por bajo del influjo de
las partículas del fluido más pequeñas aún. Tuvieron que transcurrir tres años para que la teoría especial fuera
reconocida en el mundo de los físicos. En 1911 pasó a ser Einstein profesor de la Universidad alemana de Praga
(entonces perteneciente a Austria), y allí comenzó su trabajo sobre la Teoría general de la relatividad. Todavía le exigió
otros cinco años de intenso trabajo hasta que esta teoría fuera finalmente formulada en 1916. En el intervalo aceptó
Einstein una invitación del profesor Max Planck para ir a Alemania, y en 1913 se convertía en miembro de la Academia
Prusiana de Ciencias de Berlín.
La Teoría general de la relatividad era la primera desde los tiempos de Newton que se enfrentaba al problema de la
gravitación. En un vacío absoluto, sin materia, la teoría especial era válida; pero, según la teoría general, las masas y
sus velocidades conforman nuestro espacio-tiempo, que no posee la estructura sencilla que se le atribuía en la teoría
especial. Nuestro espacio-tiempo deja de ser euclidiano. Desde algún tiempo los matemáticos sabían que la geometría
euclidiana es sólo un caso especial de las geometrías más generales, como las rienmannianas. Einstein dio por sentado
que nuestro mundo sería euclidiano sólo si estuviera vacío de materia, y rienmanniano si estaba lleno de planetas,
estrellas y nebulosas. En este caso posee un campo métrico del mismo modo que las partículas cargadas producen un
campo electromagnético.
A primera vista la teoría general de la relatividad parece especulativa y deducida fundamentalmente del hecho conocido
de que todos los cuerpos caen en la Tierra con la misma aceleración, sea cual sea su masa. Pero de esta teoría se
sacaron nuevas conclusiones que pasaron con éxito la prueba experimental. La primera y quizá la más importante de las
conclusiones para ser verificada fue la de las diferencias predictivas entre las nuevas teorías gravitatorias y la de
Newton. La más espectacular de estas diferencias se refiere a que los rayos luminosos emitidos por una estrella distante
en dirección de la Tierra se curvan al pasar bordeando el Sol. Este fenómeno puede comprobarse al fotografiar dos
veces la misma región celeste: la primera vez de noche y la segunda cerca del Sol eclipsado. Estas dos fotografías
deberán ser ligeramente diferentes precisamente a causa de esa ligera curvatura de los rayos luminosos.
En 1919 los ingleses enviaron dos expediciones, una de ellas a América del Sur, la otra a África, para fotografiar un
sector del cielo durante un eclipse solar, y los resultados confirmaron la predicción de la teoría general de la relatividad.
Este hecho causó un gran impacto en las concepciones de muchos en todo el mundo e hizo surgir la gran fama de la
teoría general y la de su creador. En 1921 Einstein era galardonado con el premio Nobel de Física por su descubrimiento
de la ley de la fotoelectricidad.
Cuando Hitler ascendió al poder en Alemania, Einstein emigró a Estados Unidos, donde a partir de 1933 fue profesor en
el Instituto para Investigaciones Avanzadas de Princeton (N.J.). El problema en el que trabajó en sus últimos años fue el
de la teoría del campo unificado que, a través de una serie de ecuaciones, había de abarcar tanto los fenómenos
gravitatorios como los electromagnéticos.
En 1953 (poco antes de su muerte, que le sorprendió en Princeton), salió a la luz la cuarta edición de su famosa obra
The Meaning of Relativity (El significado de la relatividad), aparecida por primera vez en Calcutta (1920). En ella Einstein
publicó en forma detallada su antes citada teoría del campo unificado a la que había llegado, hasta cierto punto, en 1949.
1
Entre otros trabajos científicos suyos pueden citarse: Relativity; the Special and General Theory (Nueva York, 1920);
Investigations on Theory of Brownian Movement (1926). Mein Weltbild (1934), My Philosophy (1934) y Out of my Later
Years (1950).

ISAAC NEWTON: coincidió con Leibniz en el descubrimiento del cálculo integral, que contribuiría a una profunda
renovación de las Matemáticas; también formuló el teorema del binomio (binomio de Newton). Pero sus aportaciones
esenciales se produjeron en el terreno de la Física.
Sus primeras investigaciones giraron en torno a la óptica: explicando la composición de la luz blanca como mezcla de los
colores del arco iris, Isaac Newton formuló una teoría sobre la naturaleza corpuscular de la luz y diseñó en 1668 el
primer telescopio de reflector, del tipo de los que se usan actualmente en la mayoría de los observatorios astronómicos;
más tarde recogió su visión de esta materia en la obra Óptica (1703).
También trabajó en otras áreas, como la termodinámica y la acústica; pero su lugar en la historia de la ciencia se lo debe
sobre todo a su refundación de la mecánica. En su obra más importante, Principios matemáticos de la filosofía natural
(1687), formuló rigurosamente las tres leyes fundamentales del movimiento: la primera ley de Newton o ley de la inercia,
según la cual todo cuerpo permanece en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme si no actúa sobre él ninguna fuerza;
la segunda o principio fundamental de la dinámica, según el cual la aceleración que experimenta un cuerpo es igual a la
fuerza ejercida sobre él dividida por su masa; y la tercera, que explica que por cada fuerza o acción ejercida sobre un
cuerpo existe una reacción igual de sentido contrario.
De estas tres leyes dedujo una cuarta, que es la más conocida: la ley de la gravedad, que según la leyenda le fue
sugerida por la observación de la caída de una manzana del árbol. Descubrió que la fuerza de atracción entre la Tierra y
la Luna era directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia
que las separa, calculándose dicha fuerza mediante el producto de ese cociente por una constante G; al extender ese
principio general a todos los cuerpos del Universo lo convirtió en la ley de gravitación universal.
La mayor parte de estas ideas circulaban ya en el ambiente científico de la época; pero Newton les dio el carácter
sistemático de una teoría general, capaz de sustentar la concepción científica del Universo durante varios siglos. Hasta
que terminó su trabajo científico propiamente dicho (hacia 1693), Newton se dedicó a aplicar sus principios generales a
la resolución de problemas concretos, como la predicción de la posición exacta de los cuerpos celestes, convirtiéndose
en el mayor astrónomo del siglo. Sobre todos estos temas mantuvo agrios debates con otros científicos (como Halley,
Hooker, Leibniz o Flamsteed), en los que encajó mal las críticas y se mostró extremadamente celoso de sus posiciones.
 

 
GALILEO GALILEI: (Pisa, actual Italia, 1564-Arcetri, id., 1642) Físico y astrónomo italiano. Galileo Galilei escribió un
texto sobre el movimiento, que mantuvo inédito, en el cual criticaba los puntos de vista de Aristóteles acerca de la caída
libre de los graves y el movimiento de los proyectiles; una tradición apócrifa, pero muy divulgada, le atribuye haber
ilustrado sus críticas con una serie de experimentos públicos realizados desde lo alto del Campanile de Pisa.
En julio de 1609 visitó Venecia y tuvo noticia de la fabricación del anteojo, a cuyo perfeccionamiento se dedicó, y con el
cual realizó las primeras observaciones de la Luna; descubrió también cuatro satélites de Júpiter y observó las fases de
Venus, fenómeno que sólo podía explicarse si se aceptaba la hipótesis heliocéntrica de Copérnico. Galileo publicó sus
descubrimientos en un breve texto, El mensajero sideral, que le dio fama en toda Europa y le valió la concesión de una
cátedra honoraria en Pisa.
En 1632 apareció, finalmente, su Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo; la crítica a la distinción aristotélica
entre física terrestre y física celeste, la enunciación del principio de la relatividad del movimiento, así como el argumento
del flujo y el reflujo del mar presentado (erróneamente) como prueba del movimiento de la Tierra, hicieron del texto un
verdadero manifiesto copernicano.
 Consiguió, con todo, acabar la última de sus obras, los Discursos y demostraciones matemáticas en torno a dos nuevas
ciencias, donde, a partir de la discusión sobre la estructura y la resistencia de los materiales, demostró las leyes de caída
de los cuerpos en el vacío y elaboró una teoría completa sobre el movimiento de los proyectiles. El análisis galileano del
movimiento sentó las bases físicas y matemáticas sobre las que los científicos de la siguiente generación edificaron la
mecánica física.

 
NICOLÁS COPERNICO: (Torun, actual Polonia, 1473-Frauenburg, id., 1543) Astrónomo polaco. Hacia 1507, Copérnico
elaboró su primera exposición de un sistema astronómico heliocéntrico en el cual la Tierra orbitaba en torno al Sol, en
oposición con el tradicional sistema tolemaico, en el que los movimientos de todos los cuerpos celestes tenían como
centro nuestro planeta. Una serie limitada de copias manuscritas del esquema circuló entre los estudiosos de la
astronomía, y a raíz de ello Copérnico empezó a ser considerado como un astrónomo notable; con todo, sus
investigaciones se basaron principalmente en el estudio de los textos y de los datos establecidos por sus predecesores,
ya que apenas superan el medio centenar las observaciones de que se tiene constancia que realizó a lo largo de su vida.
Por entonces, él ya había completado la redacción de su gran obra, Sobre las revoluciones de los orbes celestes, un
tratado astronómico que defendía la hipótesis heliocéntrica. El texto se articulaba de acuerdo con el modelo formal del
Almagesto de Tolomeo, del que conservó la idea tradicional de un universo finito y esférico, así como el principio de que
los movimientos circulares eran los únicos adecuados a la naturaleza de los cuerpos celestes; pero contenía una serie
de tesis que entraban en contradicción con la antigua concepción del universo, cuyo centro, para Copérnico, dejaba de
ser coincidente con el de la Tierra, así como tampoco existía, en su sistema, un único centro común a todos los
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movimientos celestes. Consciente de la novedad de sus ideas y temeroso de las críticas que podían suscitar al hacerse
públicas, Copérnico no dio la obra a la imprenta. Su publicación se produjo gracias a la intervención de un astrónomo
protestante, Georg Joachim von Lauchen, conocido como Rheticus, quien visitó a Copérnico de 1539 a 1541 y lo
convenció de la necesidad de imprimir el tratado, de lo cual se ocupó él mismo. La obra apareció pocas semanas antes
del fallecimiento de su autor; iba precedida de un prefacio anónimo, obra del editor Andreas Osiander, donde el sistema
copernicano se presentaba como una hipótesis, como medida precautoria y en contra de lo que fue el convencimiento de
Copérnico.

JOHANNES KEPLER (Würtemburg, actual Alemania, 1571-Ratisbona, id., 1630) Astrónomo, matemático y físico
alemán. La primera etapa en la obra de Kepler, desarrollada durante sus años en Graz, se centró en los problemas
relacionados con las órbitas planetarias, así como en las velocidades variables con que los planetas las recorren, para lo
que partió de la concepción pitagórica según la cual el mundo se rige en base a una armonía preestablecida. Tras
intentar una solución aritmética de la cuestión, creyó encontrar una respuesta geométrica relacionando los intervalos
entre las órbitas de los seis planetas entonces conocidos con los cinco sólidos regulares. Juzgó haber resuelto así un
«misterio cosmográfico» que expuso en su primera obra, Mysterium cosmographicum (El misterio cosmográfico, 1596),
de la que envió un ejemplar a Brahe y otro a Galileo, con el cual mantuvo una esporádica relación epistolar y a quien se
unió en la defensa de la causa copernicana.
Durante el tiempo que permaneció en Praga, Kepler realizó una notable labor en el campo de la óptica: enunció una
primera aproximación satisfactoria de la ley de la refracción, distinguió por vez primera claramente entre los problemas
físicos de la visión y sus aspectos fisiológicos, y analizó el aspecto geométrico de diversos sistemas ópticos.
Pero el trabajo más importante de Kepler fue la revisión de los esquemas cosmológicos conocidos a partir de la gran
cantidad de observaciones acumuladas por Brahe (en especial, las relativas a Marte), labor que desembocó en la
publicación, en 1609, de la Astronomia nova (Nueva astronomía), la obra que contenía las dos primeras leyes llamadas
de Kepler, relativas a la elipticidad de las órbitas y a la igualdad de las áreas barridas, en tiempos iguales, por los radios
vectores que unen los planetas con el Sol.
Culminó su obra durante su estancia en Linz, en donde enunció la tercera de sus leyes, que relaciona numéricamente los
períodos de revolución de los planetas con sus distancias medias al Sol; la publicó en 1619 en Harmonices mundi (Sobre
la armonía del mundo), como una más de las armonías de la naturaleza, cuyo secreto creyó haber conseguido desvelar
merced a una peculiar síntesis entre la astronomía, la música y la geometría.

TEORÍA HELIOCÉNTRICA: La teoría heliocéntrica sostiene que la Tierra y los demás planetas giran alrededor del Sol
(Estrella del Sistema Solar). El heliocentrismo, fue propuesto en la antigüedad por el griego Aristarco de Samos, quien se
basó en medidas sencillas de la distancia entre la Tierra y el Sol, determinando un tamaño mucho mayor para el Sol que
para la Tierra. Por esta razón, Aristarco propuso que era la tierra la que giraba alrededor del Sol y no a la inversa, como
sostenía la teoría geocéntrica de Ptolomeo e Hiparco, comúnmente aceptada en esa época y en los siglos siguientes,
acorde con la visión antropocéntrica imperante. Más de un milenio más tarde, en el siglo XVI, la teoría volvería a ser
formulada, esta vez por Nicolás Copérnico, uno de los más influyentes astrónomos de la historia, con la publicación en
1543 del libro De Revolutionibus Orbium Coelestium. La diferencia fundamental entre la propuesta de Aristarco en la
antigüedad y la teoría de Copérnico es que este último emplea cálculos matemáticos para sustentar su hipótesis.
Precisamente a causa de esto, sus ideas marcaron el comienzo de lo que se conoce como la revolución científica. No
sólo un cambio importantísimo en la astronomía, sino en las ciencias en general y particularmente en la cosmovisión de
la civilización. A partir de la publicación de su libro y la refutación del sistema geocéntrico defendido por la astronomía
griega, la civilización rompe con la idealización del saber incuestionable de la antigüedad y se lanza con mayor ímpetu
en busca del conocimiento.

LEYES DE KEPLER: fueron enunciadas por Johannes Kepler para describir matemáticamente el movimiento de los
planetas en sus órbitas alrededor del Sol. Aunque él no las enunció en el mismo orden, en la actualidad las leyes se
numeran como sigue:
Primera Ley (1609): Todos los planetas se desplazan alrededor del Sol describiendo órbitas elípticas, estando el Sol
situado en uno de los focos.
Segunda Ley (1609): El radio vector que une un planeta y el Sol barre áreas iguales en tiempos iguales.
ley de las áreas es equivalente a la constancia del momento angular, es decir, cuando el planeta está más alejado del
Sol (afelio) su velocidad es menor que cuando está más cercano al Sol (perihelio). En el afelio y en el perihelio, el
momento angular L es el producto de la masa del planeta, su velocidad y su distancia al centro del Sol.

Tercera Ley (1618): Para cualquier planeta, el cuadrado de su período orbital es directamente proporcional al cubo de la
longitud del semieje mayor a de su órbita elíptica.

Donde, T  es el periodo orbital (tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del Sol), (L)  la distancia media del planeta
con el Sol y K  la constante de proporcionalidad.
Estas leyes se aplican a otros cuerpos astronómicos que se encuentran en mutua influencia gravitatoria, como el sistema
formado por la Tierra y la Luna.
Formulación de Newton de la tercera ley de Kepler
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Kepler dedujo sus leyes a partir de observaciones astronómicas precisas obtenidas por Tycho Brahe y, aunque sabía
que explicaban el movimiento planetario observado, no entendía las razones de este comportamiento. La presentación
de Kepler incorporaba una gran cantidad de detalles e incluso especulaciones metafísicamatematica. Fue Isaac Newton
quien extrajo de los escritos de Kepler la formulación matemática precisa de las leyes. Newton fue capaz de relacionar
estas leyes con sus propios descubrimientos, dando un sentido físico concreto a leyes empíricas. El estudio de Newton
de las leyes de Kepler condujo a su formulación de la ley de la gravitación universal.
La formulación matemática de Newton de la tercera ley de Kepler es:

Donde, T  es el periodo orbital, r  el semieje mayor de la órbita, M es la masa del cuerpo central y G  una constante
denominada Constante de gravitación universal cuyo valor marca la intensidad de la interacción gravitatoria y el sistema
de unidades a utilizar para las otras variables de esta expresión.
Cabe destacar que las Leyes de Kepler no son leyes, como tal, ya que son deducibles a partir de la Gravitación Universal
de Newton, sin embargo, conservan ese nombre (Leyes) en honor a Kepler.

GRAVEDAD: La gravedad, en física, es una de las cuatro interacciones fundamentales. Origina la aceleración que
experimenta un objeto en las cercanías de un objeto astronómico. Por efecto de la gravedad tenemos la sensación de
peso. Si estamos en un planeta y no estamos bajo el efecto de otras fuerzas, experimentaremos una aceleración dirigida
aproximadamente hacia el centro del planeta. En la superficie de la Tierra, la aceleración de la gravedad es
aproximadamente: 9,81 m/s2

También se denomina fuerza gravitatoria, fuerza de gravedad, interacción gravitatoria o gravitación. Einstein demostró
que es una magnitud tensorial: «Dicha fuerza es una ilusión, un efecto de la geometría. La Tierra deforma el espacio-
tiempo de nuestro entorno, de manera que el propio espacio nos empuja hacia el suelo».[1]

MECÁNICA CLÁSICA: LEY DE LA GRAVITACIÓN UNIVERSAL DE NEWTON: La Ley de la Gravitación Universal de


Newton establece que la fuerza que ejerce una partícula puntual con masa m1 sobre otra con masa m2 es directamente
proporcional al producto de las masas, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa:

donde es el vector unitario que dirigido de la partícula 1 a la 2, esto es, en la dirección del vector ,
y es la constante de gravitación universal, siendo su valor aproximadamente 6,674 × 10−11 N·m2/kg2.
Por ejemplo, usando la ley de la Gravitación Universal, podemos calcular la fuerza de atracción entre la Tierra y un
cuerpo de 50 kg. La masa de la Tierra es 5,974 × 1024 kg y la distancia entre el centro de gravedad de la Tierra (centro
de la tierra) y el centro de gravedad del cuerpo es 6378,14 km (igual a 6378140 m, y suponiendo que el cuerpo se
encuentre sobre la línea del Ecuador). Entonces, la fuerza es:

La fuerza con que se atraen la Tierra y el cuerpo de 50 kg es 490,062 N (Newtons,Sistema Internacional de Unidades), lo
que representa 50 kgf (kilogramo-fuerza,Sistema Técnico), como cabía esperar, por lo que decimos simplemente que el
cuerpo pesa 50 kg.
Dentro de esta ley empírica, tenemos estas importantes conclusiones:
Las fuerzas gravitatorias son siempre atractivas. El hecho de que los planetas describan una órbita cerrada alrededor del
Sol indica este hecho. Una fuerza atractiva puede producir también órbitas abiertas pero una fuerza repulsiva nunca
podrá producir órbitas cerradas.Tienen alcance infinito. Dos cuerpos, por muy alejados que se encuentren, experimentan
esta fuerza. La fuerza asociada con la interacción gravitatoria es central. A pesar de los siglos, hoy sigue utilizándose
cotidianamente esta ley en el ámbito del movimiento de cuerpos incluso a la escala del Sistema Solar, aunque esté
desfasada teóricamente. Para estudiar el fenómeno en su completitud hay que recurrir a la teoria de la Relatividad
General.

CAMPO GRAVITATORIO TERRESTRE


La intensidad del campo gravitatorio creado por un cuerpo (un planeta, por ejemplo) se define como la fuerza gravitatoria
específica que actúa sobre otro cuerpo situado en el campo gravitatorio del primero, es decir, como la fuerza gravitatoria
que actúa por unidad de masa del cuerpo que la experimenta. Se la representa como y sus unidades son las de una
fuerza específica, esto es, newtons/kilogramo (N/kg) en el S.I. de unidades. Esta intensidad de campo gravitatorio en
general dependerá de:
la distancia hasta el centro del planeta o satélite, es decir, su altura;
de su latitud, ya que la intensidad y la dirección de la aceleración centrífuga varía entre el ecuador y los polos: es
máxima en el ecuador y nula en los polos;
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y de la homogeneidad del planeta o satélite.
La intensidad de campo gravitatorio se mide en m/s2. En la Tierra, el valor de "g" al nivel del mar varía entre 9,789 m/s2
en el ecuador y 9,832 m/s2 en los polos. Se toma como valor promedio, denominada gravedad estándar, al valor
g=9,80665 m/s2.
La gravedad tiene relación con la fuerza que se conoce como peso. El peso es la fuerza con que es atraído cualquier
objeto debido a la aceleración de la gravedad, que actúa sobre la masa del objeto. De acuerdo a la segunda ley de
Newton, tenemos que:

En otros planetas o satélites, el peso de los objetos varía si la masa de los planetas o satélites es diferente (mayor o
menor) a la masa de la Tierra.
A veces se interpreta la intensidad del campo gravitatorio como la aceleración que experimenta un cuerpo tan solo
sometido a la fuerza gravitatoria ejercida sobre él por otro cuerpo. Sin embargo, esta interpretación, que parece ser la
más intuitiva y accesible en los cursos introductorios de Física, no es correcta, a menos que consideremos un campo
gravitatorio en abstracto o que el cuerpo tenga una masa despreciable en relación con la masa del que lo atrae, para
poder despreciar la aceleración que adquiere este segundo cuerpo.
Para la superficie de la Tierra, la aceleración de la gravedad es de aproximadamente 9,81 m/s2, dependiendo su valor
exacto de la latitud y altitud, principalmente, del lugar de la Tierra donde se mida.[2] [3]
En muchas ocasiones, el valor de g es considerado como el de referencia para expresar grandes aceleraciones. Así, se
habla de naves o vehículos que aceleran a varios g.
En virtud del principio de equivalencia, un cuerpo que se mueva con una aceleración dada experimenta los mismos
efectos que si estuviese sometido a un campo gravitatorio cuya aceleración gravitatoria tuviese ese mismo valor.
Antes de Galileo Galilei se creía que un cuerpo pesado caía más deprisa que otro de menor peso. Según cuenta una
leyenda, Galileo subió a la torre inclinada de Pisa y arrojó dos objetos de masa diferente para demostrar que el tiempo
de caída libre era, virtualmente, el mismo para ambos.

PROBLEMA DE LOS TRES CUERPOS


De acuerdo con la descripción newtoniana, cuando se mueven tres cuerpos bajo la acción de su campo gravitatorio
mutuo, como el sistema Sol-Tierra-Luna, la fuerza sobre cada cuerpo es justamente la suma vectorial de las fuerzas
gravitatorias ejercidas por los otros dos. Así las ecuaciones de movimiento son fáciles de escribir pero difíciles de
resolver ya que no son lineales. De hecho, es bien conocido que la dinámica del problema de los tres cuerpos de la
mecánica clásica es una dinámica caótica.
Desde la época de Newton se ha intentado hallar soluciones matemáticamente exactas del problema de los tres cuerpos,
hasta que a finales del siglo XIX Henri Poincaré demostró en un célebre trabajo que era imposible una solución general
analítica (sin embargo, se mostró también que por medio de series infinitas convergentes se podía solucionar el
problema). Sólo en algunas circunstancias son posibles ciertas soluciones sencillas. Por ejemplo, si la masa de uno de
los tres cuerpos es mucho menor que la de los otros dos (problema conocido como problema restringido de los tres
cuerpos), el sistema puede ser reducido a un problema de dos cuerpos más otro problema de un sólo cuerpo.

MECÁNICA RELATIVISTA: TEORÍA GENERAL DE LA RELATIVIDAD: Representación esquemática bidimensional de


la deformación del espacio-tiempo en el entorno de la Tierra. Albert Einstein revisó la teoría newtoniana en su teoría de
la relatividad general, describiendo la interacción gravitatoria como una deformación de la geometría del espacio-tiempo
por efecto de la masa de los cuerpos; el espacio y el tiempo asumen un papel dinámico. Según Einstein, no existe el
empuje gravitatorio; dicha fuerza es una ilusión, un efecto de la geometría. Así, la Tierra deforma el espacio-tiempo de
nuestro entorno, de manera que el propio espacio nos empuja hacia el suelo. Una hormiga, al caminar sobre un papel
arrugado, tendrá la sensación de que hay fuerzas misteriosas que la empujan hacia diferentes direcciones, pero lo único
que existe son pliegues en el papel, su geometría. La deformación geométrica viene caracterizada por el tensor métrico
que satisface las ecuaciones de campo de Einstein. La "fuerza de la gravedad" newtoniana es sólo un efecto asociado al
hecho de que un observador en reposo respecto a la fuente del campo no es un observador inercial y por tanto al tratar
de aplicar el equivalente relativista de las leyes de Newton mide fuerzas ficticias dadas por los símbolos de Christoffel de
la métrica del espacio tiempo.

CÁLCULO RELATIVISTA DE LA FUERZA APARENTE: En presencia de una masa esférica, el espacio-tiempo no es


plano sino curvo, y el tensor métrico g que sirve para calcular las distancias viene dado en coordenadas usuales
, llamada métrica de Schwarschild:

donde G es la constante de gravitación universal, M es la masa de la estrella, y c es la velocidad de la luz. La ecuación


de las geodésicas dará la ecuación de las trayectorias en el espacio-tiempo curvo, si se considera una partícula en
reposo respecto a la masa gravitatoria que crea el campo se tiene que, esta seguirá una trayectoria dada por las
ecuaciones:

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La primera de estas ecuaciones da el cambio de la coordenada radial, y la segunda da la dilatación del tiempo respecto a
un observador inercial, situado a una distancia muy grande respecto a la masa que crea el campo. Si se particularizan
esas ecuaciones para el instante inicial en que la partícula está en reposo y empieza a moverse desde la posición inicial,
se llega a que la fuerza aparente que mediría un observador en reposo viene dada por:

Esta expresión coincide con la expresión de la teoría newtoniana si se tiene en cuenta que la dilatación del tiempo
gravitatoria para un observador dentro de un campo gravitatorio y en reposo respecto a la fuente del campo viene dado
por:

ONDAS GRAVITATORIAS: Además, la relatividad general predice la propagación de ondas gravitatorias. Estas ondas
sólo podrían ser medibles si las originan fenómenos astrofísicos violentos, como el choque de dos estrellas masivas o
remanentes del Big Bang. Estas ondas han sido detectadas[cita requerida] de forma indirecta en la variación del periodo
de rotación de púlsares dobles. Por otro lado, las teorías cuánticas actuales apuntan a una "unidad de medida de la
gravedad", el gravitón, como partícula que provoca dicha "fuerza", es decir, como partícula asociada al campo
gravitatorio.
EFECTOS GRAVITATORIOS: Con la ayuda de esta nueva teoría, se pueden observar y estudiar una nueva serie de
sucesos antes no explicables o no observados:
Desviación gravitatoria de luz hacia el rojo en presencia de campos con intensa gravedad: la frecuencia de la luz decrece
al pasar por una región de elevada gravedad. Confirmado por el experimento de Pound y Rebka (1959).
Dilatación gravitatoria del tiempo: los relojes situados en condiciones de gravedad elevada marcan el tiempo más
lentamente que relojes situados en un entorno sin gravedad. Demostrado experimentalmente con relojes atómicos
situados sobre la superficie terrestre y los relojes en órbita del Sistema de Posicionamiento Global ( GPS por sus siglas
en inglés). También, aunque se trata de intervalos de tiempo muy pequeños, las diferentes pruebas realizadas con
sondas planetarias han dado valores muy cercanos a los predichos por la relatividad general.
Efecto Shapiro (dilatación gravitatoria de desfases temporales): diferentes señales atravesando un campo gravitatorio
intenso necesitan mayor tiempo para hacerlo.
Decaimiento orbital debido a la emisión de radiación gravitatoria. Observado en púlsares binarios.
Precesión geodésica: debido a la curvatura del espacio-tiempo, la orientación de un giroscopio en rotación cambiará con
el tiempo. Esto está siendo puesto a prueba por el satélite Gravity Probe B.

MECÁNICA CUÁNTICA: Gravedad cuántica: Aún no se dispone de una auténtica descripción cuántica de la gravedad.
Todos los intentos por construir una teoría física que satisfaga simultáneamente los principios cuánticos y a grandes
escalas coincida con la teoría de Einstein de la gravitación, han encontrado grandes dificultades. En la actualidad existen
algunos enfoques prometedores como la Gravedad cuántica de bucles, la teoría de supercuerdas o la teoría de twistores,
pero ninguno de ellos es un modelo completo que pueda suministrar predicciones suficientemente precisas. Además se
han ensayado un buen número de aproximaciones semiclásicas que han sugerido nuevos efectos que debería predecir
una teoría cuántica de la gravedad. Por ejemplo, Stephen Hawking usando uno de estos últimos enfoques sugirió que un
agujero negro debería emitir cierta cantidad de radiación, efecto que se llamó radiación de Hawking y que aún no ha sido
verificado empíricamente. Las razones de las dificultades de una teoría unificada son varias. La mayor de ellas es que en
el resto de teorías cuánticas de campos la estructura del espacio-tiempo es fija totalmente independiente de la materia,
pero en cambio, en una teoría cuántica de la gravedad el propio espacio-tiempo debe estar sujeto a principios
probabilistas, pero no sabemos como describir un espacio de Hilbert para los diversos estados cuánticos del propio
espacio-tiempo. Así La unificación de la fuerza gravitatoria con las otras fuerzas fundamentales sigue resistiéndose a los
físicos. La aparición en el Universo de materia oscura o una aceleración de la expansión del Universo hace pensar que
todavía falta una teoría satisfactoria de las interacciones gravitatorias completas de las partículas con masa. Otro punto
difícil, es que de acuerdo con los principios cuánticos, el campo gravitatorio debería manifestarse en "cuantos" o
partículas bosónicas transmisoras de la influencia gravitatoria. Dadas las características del campo gravitatorio, la
supuesta partícula que transmitiría la interacción gravitatoria, llamada provisionalmente gravitón, debería ser una
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partícula sin masa (o con una masa extremadamente pequeña) y un espín de . Sin embargo, los experimentos de
detección de ondas gravitatorias todavía no han encontrado evidencia de la existencia del gravitón, por lo que de
momento no es más que una conjetura física que podría no corresponderse con la realidad.
LA INTERACCIÓN GRAVITATORIA COMO FUERZA FUNDAMENTAL: Es una de las cuatro fuerzas fundamentales de
la Naturaleza, junto al electromagnetismo, la interacción nuclear fuerte y la interacción nuclear débil. A diferencia de las
fuerzas nucleares y a semejanza del electromagnetismo, actúa a grandes distancias. Sin embargo, al contrario que el
electromagnetismo, la gravedad es una fuerza de tipo atractiva aunque existen casos particulares en que las geodésicas
temporales pueden expandirse en ciertas regiones del espacio-tiempo, lo cual hace aparecer a la gravedad como una
fuerza repulsiva, por ejemplo la energía oscura. Éste es el motivo de que la gravedad sea la fuerza más importante a la
hora de explicar los movimientos celestes.

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