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¿Qué significa construir ciudadanía?

Procesos históricos e ideales normativos


por Matías Landau
Investigador de CONICET, con sede en el Instituto de Investigaciones Gino

Germani (IIGG). Docente investigador de la Facultad de Ciencias Sociales.

Universidad de Buenos Aires. Docente investigador de la Facultad de

Humanidades y Ciencias. Universidad Nacional del Litoral.

1.
En los últimos años que han transcurrido, la ciudadanía en construcción es totalmente
diferente desde el punto de vista de cada ciudadano y se sabe muy bien que es por las
diferencias que existen entre las personas, en especial, la forma de pensar. Se
escucha claramente que este tema es tratado desde distintos ámbitos ya que esto
formula un ideal concepto respecto de cómo mejorar el vínculo que nos une como
miembros de una nación o una sociedad, pero ya sabemos que es algo con un poco de
dificultad gracias a las diferencias que existen. Se profundiza en la construcción de la
ciudadanía haciendo un recuento en la historia al pasar de las épocas y como las
diferencias de pensamiento, creencias e incluso la política tuvo algo de interferencia en
ese proceso, pero aun así se puede decir que influyo de manera impactante para el
avance de poder construir ciudadanía, pero no como tal.

2.
Se empieza mencionando los pilares de una construcción como base dando una breve
explicación de cómo se debe empezar una construcción en todos los ámbitos de la
vida. Uno de los puntos que se especifica es tener desde el principio de cualquier
construcción la meta u objetivo que se desea alcanzar al finalizar una obra desde todos
los ámbitos. Esta doble característica nos orientará en cuanto a cómo interpretaremos
las distintas maneras de concebir la “construcción de ciudadanía”. Nos proponemos
describir el ideal que moviliza cada tipo específico de construcción y cómo el mismo se
ha desenvuelto a lo largo de la historia.
Introducimos en el tema principal de la construcción de la ciudadanía, pero con algo de
historia hacia el siglo XVIII mostrando la formación o nacimiento de la ciudadanía
liberal. La ciudadanía liberal fue considerada con relación a esta interpretación de cómo
deben articularse los individuos entre sí. El objetivo de los liberales era darles a ciertos
sectores como el mercado algo de libertad en poder tener decisión de sus asuntos
privados, ya que el estado regulaba de manera exagerada y estricta que privaban a los
ciudadanos de su libertad, provocando muchos altercados con la ley.
Los llamados derechos civiles, que enmarcan el complejo mundo de las actividades
personales, incorporan dos registros bien diferentes: aquel ligado a diversos aspectos
constitutivos de la sociabilidad cultural o religiosa, desde el derecho a la libertad de
expresión o de culto, y aquel asociado a la actividad económica, como el derecho a la
libre empresa o al libre comercio. El objetivo del pensamiento liberal es mantener
siempre a flote e intacto esos dos aspectos, ya que son los pilares de su creación y
como finalización del proyecto mantenerlo siempre en pie. Como consiguiente de este
acto digamos que no todo fue como se esperaba ya que al final aquellos que eran
lideres volvieron el liberalismo más a su favor y no al del pueblo, dando derechos a
cambio de dinero o impuestos y también a cierto grupo de personas por ejemplo los
hombres que ejercían estos derechos y las mujeres los pudieron ejercer apenas en el
siglo XX, creando diferencias una vez más.
En nuestro país la situación fue históricamente distinta, puesto que cuando se accedió
al voto universal, secreto y obligatorio, en 1916, y se materializó la igualdad política
masculina, los sectores populares no creían ya en los ideales liberales y republicanos,
como había ocurrido en Europa, sino que abrazaban las ideas socialistas y anarquistas
provenientes de esa Europa que ya había pasado por el descontento de la segunda
mitad del siglo XIX.
De aquí se puede decir que nació un poco más el concepto de anarquía con las
civilizaciones socialistas ya que permitió observar que no es posible tramitar del mismo
modo los derechos civiles que atañen a dimensiones de la vida social, cultural o
religiosa, y aquellos asociados con la vida económica.
La cuestión social evidencio que no es posible tramitar del mismo modo los derechos
civiles que atañen a dimensiones de la vida social, cultural o religiosa, y aquellos
asociados con la vida económica.
Se especifica claramente las diferencias que han surgido a lo largo de los años por
diferentes motivos y a pesar de que siempre se consigue o se crea algún pensamiento
o movimiento que ayude a resolver las diferencias, siempre nacerá alguna. Es claro
que la subsistencia es y ha sido muy limitada a lo largo de los años y en este punto del
escrito que hizo Matías landau se especifica, las claras interrogantes y preguntas que
empiezan a surgir por lo dicho. Las propias lógicas del pensamiento liberal conducían a
que estos dos tipos bien diferentes de derechos fueran englobados dentro del mismo
prisma interpretativo. Es por ello que, por ejemplo, las relaciones laborales eran
pensadas como parte de un contrato civil del que tomaban parte el dador del trabajo y
el trabajador. Aquí nace el pensamiento comunitario y en que se abarca en si a todos
los ciudadanos, el pensamiento social, que es el cual abarca no solo los problemas de
un individuo sino el de todos los ciudadanos en general. De acuerdo a los salarios en
los trabajos, ciertas decisiones que afectaban al pueblo o a la ciudadanía por
decisiones políticas o movimientos de cierta forma. El pensamiento social no es tomado
como un partido político y mucho menos como un movimiento de alguna entidad, para
ser claros esto es lo que un grupo grande de ciudadanos al darse cuenta de ciertas
decisiones tomadas por los dirigentes del pueblo que los afectaban a ellos y no se
sentían conformes con esas decisiones ya que eso los afectaba. embargo, pese a esta
diferencia sustancial, estos dos enfoques son derivados de una misma matriz de
pensamiento, que asocia la ciudadanía a una relación que une a los individuos entre sí
y con el Estado. Y frente a estos dos enfoques existe un tercero cuya tradición y
actualidad dista bastante de la lógica implicada en los otros dos. Es el de la ciudadanía
republicana, que abreva en una larguísima historia que conduce a los orígenes mismos
de la noción de ciudadanía, en el mundo de las polis griegas.
El pensamiento republicano es muy distinto y tienes conceptos totalmente diferentes al
liberal y al social La primera se basa en una noción eminentemente privada, que busca
garantizar las condiciones para que los individuos puedan ocuparse de sus asuntos
individuales y persigan sus metas e intereses sin intervención externa. Una vida
destinada a velar por los asuntos personales, sin involucrarse en la vida de la
comunidad, está lejos de constituir una ciudadanía, según la concepción republicana.
La mirada social, si bien incorpora aspectos vinculados con la conformación de una
visión que incluye la solidaridad entre los miembros, no resuelve este problema, que
está en los orígenes mismos de la concepción liberal. Más bien lo intensifica al crear
instituciones administrativas, en el marco del desarrollo de la estatalidad, que se
ocupan de resolver los principales aspectos de las vidas de los individuos y contribuyen
a que pierdan el deseo e interés por participar en la elaboración y la discusión por la
cosa pública.
El autor luego de esto nos muestra otro cambio, pero muy diferente basado en ciertos
conceptos que se crean por el paso de las civilizaciones. A medida que se crea un
pensamiento diferente para evitar la desigualdad social, al pasar de los tiempos esta
misma medida crea un aspecto que provoca diferencias entre las personas.
De aquí nace la libertad, igualdad y la participación de diferentes ciudadanías, pero con
los mismos valores sociales Construir ciudadanía: garantizar mayores niveles de
igualdad que permitan a los ciudadanos ser más libres y participativos; promover la
libertad para poder participar activamente en la búsqueda de igualdad; participar para
lograr mayor igualdad y libertad.

3.
Como pensamiento propio primero analizo el texto del autor Matías landau,
entendiendo por el texto que el busca explicar la evolución de cómo construir
ciudadanía en el aspecto del cual, al pasar de los tiempos, las personas buscan
solucionar las diferencias sociales que tienen entre ellos mismos, pero a medida que
nacen nuevos pensamientos para evitar la desigualdad social nace otra diferencia entre
los ciudadanos, ya sea de pensamiento, sustento o calidad de vida entre otros factores.
Finalizando el escrito el autor toca un tema importante y es las diferentes ciudadanías y
pienso que él hace referencia a las diferentes formas de pensar, diferencias
económicas y de calidad de vida de las personas y lo que se puede hacer para
solucionar ciertos problemas que afectan a los ciudadanos. No refuto lo redactado por
el autor, pero pienso de cierta forma y si hacemos énfasis en lo dicho, respetar las
diferencias que se tienen en la ciudadanía es muy poco productivo la verdad porque al
día de hoy en pleno siglo XXI, la construcción de ciudadanías desde el punto de vista
tratado es muy complicado, porque aquellos que tienen las medidas para lograr acabar
o almenos reducir la larga brecha de desigualdad social que existe hoy en día son
obsoletos y su trabajo respecto a este tema es casi nulo.
La corrupción por parte de los dirigentes de nuestro país, por ejemplo, se suben el
sueldo entre ellos, y a aquellos que trabajan por el salario mínimo llegan a tener
demasiadas dificultades en la vida cotidiana, y eso solo amplia más la brecha de
desigualdad social donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres, pero a decir
verdad el pueblo elige a sus dirigentes cosa que también es algo ilógico porque la
ciudadanía no sabe elegir. Hago otro punto a parte y es el estudio, es claro que la
desigualdad que hay en este tema es muy grande porque hay demasiados recursos del
gobierno destinado a ciertos sectores no tan necesarios y ya es obvio que para el
estudio es limitado.
Para construir ciudadanía hay que poner de ambas partes, porque está claro, si
hablamos de la construcción de nuestra ciudadanía, apenas estamos forjando los
pilares, y si queremos lograr la primera base de la construcción debe ser por parte de la
población más vulnerable y me refiero a elegir de manera más critica a aquellas
personas que nos van a ayudar a terminar toda la construcción y hago referencia a los
dirigentes.

4.
conclusión
Como conclusión tengo claro que la ciudadanía y su construcción será más prospera y
eficiente si se va eliminando la desigualdad social en todos los ámbitos, y es claro que
se debe trabajar muy duro para lograr este objetivo, ser más participativos y también
dar la oportunidad de expresar a los demás sobre todo a los más vulnerables y darle
prioridad a aquellos que se les dificulta más mejorar como ciudadanos y así poder
avanzar de manera concreta.

5.
interrogantes
¿Qué debemos hacer para solucionar la desigualdad social que existe en los
ciudadanos para así poder avanzar a una construcción eficaz de esta?
6.
Bibliografía
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de la ciudadanía desde una perspectiva histórica”. Revista Socio-histórica
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Ciudadanía: justicia social, identidad y participación. Madrid: Siglo XXI.

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