Está en la página 1de 7

Catedral de Siena

Contexto histórico-político

En los últimos años del S.XII, especialmente en la década de los noventa, se extendía

por Italia una situación de descontrol político, en la que el dominio del Sacro Imperio

Romano Germánico parecía resquebrajarse ante las constantes revueltas de campesinos

y gremios. Los mercaderes llamados popolo luchaban, aliados en conjunto, para

intentar dominar el sistema político. Alrededor de 1198 consiguieron finalmente

constituir la parte más fuerte de la sociedad, y de esta manera hacerse con el control de

las ciudades.

Inmediatamente, se empezaron a modificar leyes, reformar el sistema y llevar a cabo

una seria de cambios que

hicieron necesaria la existencia

de un espacio público donde

tomar estas decisiones. Así,

comenzó a construirse un tipo de

piazza (o campo) de carácter

divulgativo, cuyo objetivo venía

a ser que todos estos

procedimientos administrativos,

gubernativos, etc, fueran desarrollados junto con el pueblo. Este tipo de piazza se

desarrollaba frente a los ayuntamientos, y seguían un prototipo común: un gran

espacio de reunión en la parte más alta, rodeado de enormes ventanas y balcones que

daban a él, desde donde se podían realizar las proclamaciones; y otro espacio situado,

digamos, en la “planta baja” de la piazza, habitualmente destinado a los artesanos,

mercaderes, trabajadores del oro y la plata y demás, podían dedicarse a sus labores

bajo la supervisión y dirección de la ciudad.


Entre los primeros núcleos cívicos que comenzaron a construir estos espacios, en el

S.XII, se encontraban Verona, Brescia, Pavia o Bergamo. En el S.XIII se les unieron otras

como Ferrara, Volterra, Todi o Siena.

Este nuevo elemento, que configuró el espacio adyacente a los ayuntamientos, fue poco

a poco combinándose con el levantamiento de diversas catedrales: Siena lo hizo en

1196.

Entre estas circunstancias, debemos estudiar la llegada del Arte Gótico a Italia; gracias

a los monjes cistercienses. Es conocido allí bajo sus formas más simples, especialmente

en la plenitud monumental de la decoración. La proliferación de catedrales góticas en

Italia es, pues, más bien escasa frente al florecimiento de otros estilos artísticos

anteriores. Esta tendencia esquiva a la construcción puede encontrar su explicación en

el hecho de que la mayoría de las ciudades europeas ya contaban con una importante

catedral, pues los inicios del arte cristiano, así como el bizantino y el románico, se

habían encargado de ello. Aún así, son muchas las que se levantan durante esta época,

con motivo de algún acontecimiento religioso importante o de un notorio crecimiento

de la ciudad. Es el caso de las catedrales de Orvieto (que se realizó debido al milagro

del Sagrado Corporal), de Florencia o de

Siena. La zona septentrional es la que mejor

atestigua el desarrollo de este arte, además de

Nápoles.

Sin embargo, la llegada del estilo gótico en

Italia no se recibe con gran entusiasmo. Los

avances técnicos y las innovaciones estéticas procedentes del resto de Europa no se

extienden aquí de la misma manera. Así, la arquitectura tiende a una cierta

horizontalidad, bastante marcada en el caso de esta catedral.

La catedral

Il Dumo di Siena fue edificado y reconstruido entre el año 1250 y el 1400. Un período

de tiempo tan largo permite apreciar en el resultado el efecto de los altibajos políticos,

religiosos o sociales que experimentó la ciudad.


Está situado en el Campo que era nombrado

antes, construido aproximadamente en el

centro mismo, en un terreno sin apisonar que

desembocaba en un abrupto barranco. Una

plataforma había sido creada, formando así

el campo. Al otro lado del barranco, y unido

por la base en piedra, se encontraba el

ayuntamiento (el Palazzo Pubblico), con cuatro plantas cuidadosamente

proporcionadas que daban al Campo y elegantes habitaciones destinadas al

alojamiento de los concejales, a menudo decoradas con frescos que recordaban eventos

de la historia de la ciudad. La curva que constituía las lindes de la plaza estaba

configurada por una fila continua de fachadas palaciegas, la mayoría de ellas

adjuntadas durante el siglo siguiente. Justo en oposición al ayuntamiento, se halla la

Loggia della Mercanzia y, como es habitual en Italia, el área del ayuntamiento estaba

organizada en torno a ciertas iglesias mendicantes (en este caso, San Domenico,

Sant’Agostino y San Francesco).

A pesar de las similitudes que presenta con la arquitectura toscana contemporánea a su

fundación (se sabe que se trabajó en su construcción entre 1226 y 1247), es posible que,

sobre el vértice de los arcos formeros actuales, existiese

una bóveda de cañón cubriendo la nave, bastante

cercana a la de Notre Dame la Grande.

Un momento de progreso se evidencia cuando se

estudia el crucero hexagonal: su diámetro es

prácticamente igual a la anchura principal de la iglesia.

A medida que se acerca a los muros de la catedral, se

abren unas perspectivas hacia los transeptos. Si

seguimos su desarrollo hacia arriba, el hexágono acaba

convirtiéndose en un dodecágono y, después, en un círculo. Según las fuentes, los

transeptos originales debían medir dos crujías de ancho y una de profundidad. La

longitud del coro, era igual a la anchura del transepto, y estaba cubierto por una

bóveda central, que desembocaba en los espacios secundarios.


A pesar de la proximidad de la catedral de Siena con el monasterio de San Galgano y

los maestros de obras llegados de allí para su construcción, las reminiscencias góticas

son escasas (perceptibles casi únicamente en las ventanas y los arcos del tambor)

siendo el Renacimiento el estilo que realmente configura la catedral. Su influencia llega

a partir de las edificaciones de Bari, Barletta, Ruvo o Poitou, antecedentes directos de la

cornisa que se desarrolla inmediatamente bajo la bóveda.

Esta pervivencia del Románico es bastante habitual en Italia, y

la Toscana es una región especialmente dada a ello,

desarrollando una tradición y arquitectura propias.

En 1316 se funda un baptisterio, que queda inacabado por la

interrupción y el abandono de las obras en el tercer cuarto del

S.XIV. Este episodio es reflejo de la intención de llevar a cabo

una grandiosa ampliación en toda la catedral, proceso en el que

se eleva la nave central y se concluye el coro (que ya había sido

aumentado vertical y horizontalmente), pero las obras no

llegan a terminarse y el edificio no alcanza a tener las grandes dimensiones que se

proyectaban para él.

El Púlpito

Fue Fray Melano, monje del monasterio de San Galgano y

maestro de obras de la Catedral, quien negoció los

términos del contrato para realizar el púlpito con el

escultor Nicola Pisano, quien trabajó en ello con su hijo

Giovanni y su ayudante Arnolfo di Cambio. En este

momento, el concepto de autonomía de las obras no es el

mismo que el que tenemos ahora. Eso explica la cantidad

de partes diferenciadas estilísticamente dentro de la obra,

puesto que se debe a varios artistas que, aunque estaban tallando su independencia

estética y su autonomía, reciben y ofrecen colaboraciones con toda la obra en general,

provocando una mezcolanza que hace difícil determinar quién hizo qué.
Tiene una forma octogonal, y en lugar de haces de columnas hay figuras con forma de

león. El tipo de relieve de los paneles narrativos sólo se había usado anteriormente

para el tema del Juicio Final, que aquí se desarrolla en dos paneles, incluyéndose la

Matanza de los Inocentes. Este nuevo estilo viene heredado de los sarcófagos de la

Antigüedad Clásica, que contaban con la representación de batallas. A juego con su

complejidad se encuentran sobre ellos unas cornisas de estilo clásico. En el centro se

levanta la efigie de la Filosofía, rodeada por las Artes Liberales.

La fachada

Un documento de 1290 nombra a

Giovanni Pisano como supervisor de las

obras de la fachada de la catedral en esa

época. En la remodelación se mantuvo la

alineación de la fachada y la anchura de

las puertas originales. Los dos hastiales

laterales se reformaron hasta el vértice de

los triángulos que contienen a sus respectivos arcos entre el S.XIII y comienzos del XIV.

Durante el resto de este siglo, se incorporó toda la parte central que queda actualmente.

Los pórticos se aproximan tanto unos a

otros que acaban pegados,

constituyendo el cuerpo central como

una sola e imponente masa. Pero las

columnas que flanquean la puerta

central quedan cortadas por la cornisa

que hay sobre ésta, sin coincidir con

las del ojo de buey que se halla justo encima. Lo que habrían sido los arquitrabes del

edificio, son aquí dos torres sin solución de simetría pero que, por sus rasgos y

cuerpos, mantienen la uniformidad. El efecto de fuerzas que causaban las columnas

cortadas por la cornisa lo heredan aquí las formas escultóricas que bordean los vanos

en forma de nicho, siendo el doble de anchas las del nivel superior que las del inferior.
Camposanto de Pisa
Por ser el contexto muy similar al de Siena en un período de tiempo coincidente, no lo

explicaremos de nuevo aquí,

limitándonos a exponer la historia del

cementerio de esta ciudad.

La Piazza dei Miracoli se erigió en

Pizza a mediados del S.XI, en

circunstancias cercanas a las del resto

de ciudades italianas del momento. Las lindes del lugar las configuran las murallas

septentrionales de la ciudad. Consta de varias construcciones; la Catedral, su torre (la

que hoy es icono de la ciudad gracias a su acechante inclinación), el baptisterio y el

Camposanto.

Éste se encuentra al norte de la plaza, y ha sido reconstruido en varias ocasiones

debido a los ataques de la Segunda Guerra

Mundial. El recinto está rodeado por una

serie de arquerías ciegas, interrumpidas por

numerosas puertas. El edificio estaba

destinado a ser la Iglesa de la Santissima

Trinità, pero el proyecto de Giovanni di

Simone cambió; el muro occidental, que iban

a ser los cimientos del templo, fue unido

posteriormente al muro oriental, creando un cerramiento cerrado que dio como

resultado un claustro gótico.

El objetivo de la construcción del cementerio, comenzada en el 1277 por Gibanni di

Simoni, consistía en separar las tumbas de la catedral y reagruparlas de nuevo en torno

a ella, en el espacio que hasta entonces había sido denominado el campo. Puede que por

esto, además de por la leyenda que dice que la tierra empleada para enterrar los

cuerpos procedía de Jerusalén (la Tierra Santa), haya dado en llamarse camposanto.

El conjunto tiene tres capillas, la primera de las cuales lleva el nombre del profesor

Ligo Ammannati de la Universidad de Pisa, por albergar su tumba. La Capilla de Dal


Pozzo fue levantada por el arzobispo Carlo Dal Pozzo enm 1594, y cuenta con una

pequeña cúpula. La Capilla Aulla fue realizada en el 1518 por Giovanni della Robbia.

La curiosa forma del camposanto también ha sido identificada estructuralmente con

una catedral descubierta de tres naves, en la que la central correspondería al tramo a

cielo abierto rodeado del claustro gótico. Sus fachadas marmóreas dan a la Piazza dei

Miracoli

Escultura

Durante la segunda mitad del S.XII, Nicola Pisano trabaja para la región septentrional

de Italia, especialmente Siena y Pisa. Es gracias a él y a los trabajos que realizó con su

hijo y con su ayudante que el estilo gótico se

introdujo en la decoración escultórica

italiana.

A pesar de ser conocido sobre todo por sus

trabajos en el púlpito hexagonal del

baptisterio de Pisa, fue también autor de

multitud de obras en esta zona, entre ellas, el

sarcófago de Hipólito, en el Camposanto de Pisa. Sus fuentes son, en gran parte,

clásicas; adapta las figuras para enmarcarlas en el emplazamiento adecuado,

aumentando así además su repertorio. Originalmente, dicho sarcófago estaba insertado

en el muro lateral de la catedral (al igual que un gran número de los sarcófagos que

actualmente descansan en al camposanto) y, más tarde, se destinan al camposanto. La

figura de Fedra estaba a la izquierda, acompañada de la nodriza que la atiende.

Posteriormente, pasan a identificarse como la Virgen, Santa Isabel y Santa Ana en la

presentación en el templo. El caballo que hay al fondo se usa como modelo para la

segunda montura de los Reyes Magos.

También podría gustarte