Actividad N°2 Fuentes Alternas de Energía

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PANAMÁ

FACULTAD DE INGENIERÍA MECÁNICA


Fuentes alternas de energía
Actividad n°2: ensayo sobre el protocolo de Kioto y alcances de la última
Cumbre del Clima COP 24 – Katowice, Polonia.
Presentado por:
Cristian Rodríguez 8-900-1417
El calentamiento global de manera simple es el aumento gradual de la temperatura
que se ha venido registrando en la tierra, en especial con el último siglo. Como
consecuencia de esto, ocurre un fenómeno mayor, al que los expertos le prefieren
llamar el cambio climático, ya que las consecuencias a nivel mundial van mas allá
del aumento de la temperatura. Glaciares se están derritiendo, selvas se están
secando afectando la flora y la fauna que en ellas habitan, el nivel de los mares
aumenta; por mencionar algunos fenómenos que se pueden englobar mejor en el
término cambio climático.
En busca de encontrar estrategias que logren mitigar de alguna forma esta
problemática mundial, se han realizado diversas cumbres y protocolos. La semilla
de estas cumbres sobre el cambio climático la sembró el científico estadounidense
Charles Kelling (1928-2005) quien hizo las primeras mediciones de dióxido de
carbono (CO2) en 1958 en Mauna Loa, Hawái. Kelling señalo que la excesiva
emisión de los gases contaminantes a la atmosfera estaba afectando tanto la
vegetación, como los océanos, y que esto iba a seguir sucediendo sino se tomaban
medidas. Sus pronósticos se confirmaron en la siguiente década, los niveles de CO2
estaban en aumento y el mundo empezó a estudiar el tema en diferentes Cumbres
y Conferencias con expertos y científicos.
En 1979 se realizo en Ginebra, Suiza, la Primera Conferencia Mundial sobre el
Clima, fue en esta conferencia donde por primera vez se consideró como una
amenaza real, los efectos del cambio climático para todo el planeta. La conclusión
de esta conferencia fue una exhortación para todos los gobiernos a prever y evitar
los cambios al clima causados por el hombre, sin embargo, no se firmó ningún
protocolo, ni tratado como tal.
En 1992 se da la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo (popularmente conocida como la Cumbre de la Tierra) en Río de Janeiro,
Brasil, siendo esta la primera vez que las naciones unidas logra convocar y reunir a
gran cantidad de sus miembros para discutir sobre este tema. En 1995 los países
iniciaron las negociaciones para fortalecer la respuesta mundial al cambio climático,
en este año sea realiza en Berlín la primera la Conferencia de las Partes (COP), el
grupo de naciones que han firmado la CMNUCC, se ha reunido anualmente. Es la
COP la responsable de mantener el proceso en su conjunto en marcha. En 1997
como parte de lo acordado en la primera COP los países participantes adoptaron el
famoso Protocolo de Kioto. Este obliga jurídicamente a los países desarrollados que
son parte del acuerdo, a cumplir con las metas de reducción de las emisiones. El
primer período de compromiso del Protocolo comenzó en 2008 y finalizó en 2012.
El segundo período de compromiso empezó el 1 de enero de 2013 y terminará en
2020.
Como se ha podido apreciar, se han y se siguen realizando un número importantes
de cumbres, conferencias y demás para tratar de afrontar el problema, sin embargo,
ya 22 años después del protocolo de Kioto, mucho de los puntos allí planteados aún
no se han conseguido. La principal razón sería que solo firmaron 35 países, y entre
los que no firmaron estaban Estados Unidos y Canadá que no solo son 2 de las
principales naciones emisoras de gases del efecto invernadero a la atmosfera, sino
que en el lapso establecido aumentaron estas emisiones considerablemente, tanto
así que, de haberse incluido en el protocolo, habrían resultado en su incumplimiento
en términos globales.
Estas cumbres siguen siendo importantes, ya que cada año más países van
tomando conciencias del rol que deben jugar a nivel global para reducir sus
emisiones, el problema radica en que muchas veces no se hace énfasis en el como
se va a lograr, y queda entonces a decisión de cada país fijarse las estrategias que
deben tomar, y sabemos que esto ha resultado ser ineficiente. Un ejemplo de esto
es lo ocurrido en la COP del 2009 en Copenhague, Dinamarca, donde más de 40
mil personas aplicaron para una acreditación en la misma. En esta conferencia se
firmó el acuerdo de Copenhague, en el cual se logró fijar la meta de que el límite
máximo para el incremento de la temperatura media global sea 2ºC. Sin embargo,
no se mencionó como se alcanzaría esta meta en términos prácticos.
La más reciente cumbre sobre el cambio climático COP 24 se realizó en Polonia en
diciembre del 2018. El principal tema tocado en esta última COP fue el de tratar de
empezar a hacer cumplir el acuerdo de Paris de 2015. En la capital francesa, hace
tres años y medio, 195 países y la Unión Europea se comprometieron a limitar por
debajo de 1.5°C el aumento de la temperatura media de finales de siglo.
Según un estudio realizado por Expertos sobre el Cambio Climático, mantener el
calentamiento global por debajo de los 1.5°C sobre los niveles preindustriales,
ayudará a prevenir que haya daños devastadores para el planeta y sus habitantes,
incluyendo la pérdida irreversible del hábitat de los animales del Ártico y la Antártida;
las olas de calor extremo mucho más frecuentes; la escasez de agua para millones
de personas; la desaparición de los arrecifes de coral que son esenciales para la
vida marina; el aumento del nivel del mar que amenaza a los pequeños estados
insulares y muchos otros problemas en regiones o subregiones por todo el planeta.
La ONU estima que, si conseguimos que el aumento de la temperatura se quede en
1,5°C en lugar de 2 °C aproximadamente 420 millones de personas menos sufrirían
los efectos de este fenómeno. Lamentablemente todavía estamos muy lejos de
conseguir un futuro sin emisiones, pero la urgencia de avanzar es mayor que nunca.
Los datos nos dicen que aún es posible limitar el calentamiento a 1,5°C, pero se
acaba el tiempo y se requieren cambios sin precedentes en toda la sociedad. La
COP del año pasado en Polonia tomaba mucha importancia ya que 2018 fue el año
acordado por los signatarios del Acuerdo de París para crear un programa de trabajo
con el que lograr los compromisos. Esto requiere algo esencial: que los países
confíen unos en otros. Entre los asuntos que quedan por negociarse está la
financiación de las medidas climáticas. El reloj sigue avanzando y el mundo no
puede permitirse perder más tiempo: tenemos que acordar un plan de acción
valiente, decisivo y ambicioso.

En referencia a lo que es el tema de finanzas, el proceso global de cambio climático


ha enviado una señal a los mercados. Ese cambio es inevitable, alentando así los
avances en las finanzas y tecnología, particularmente en el campo de las energías
renovables. La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) por sus
siglas en inglés, sin embargo, dice que todavía hay un gran potencial para que los
países incrementen de manera rentable sus contribuciones en energías renovables.

Basado en datos de IEA de Renewables 2017 © OECD / IEA 2017, www.iea.org.

En la gráfica vemos como la capacidad en GW de fuentes de energía renovable ha


venido en un importante ascenso de manera lineal desde mediados de lo 90s, y
como se prevé que esta siga aumentando linealmente hasta el 2022.
Finalmente podemos agregar que a pesar de que aun en el 2019, ninguna de las
cumbres por el cambio climático ha arrojado resultados sumamente efectivos de
manera práctica, se pueden destacar acciones positivas, como la creciente
participación de países en estas reuniones, la gran determinación que ha mostrado
la ONU en hacer ver a todos la necesidad de tomar medidas y claro el crecimiento
de las energías renovables en los mercados energéticos a nivel mundial.

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