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Técnico Superior en

Comunicación y Gestión de Bibliotecas

Nombre del espacio curricular

María de las Mercedes Gobbi

Mgter. En Comunicación y Educación

Prof. y Lic. en Literatura

mercegebe@yahoo.com.ar

Presidente Prof. Oscar Basilio H. SALOMONE

Directora General Prof. Mirtha Elena BALEZTENA

Rectora Prof. Margarita CIRONA

Coordinador de la carrera de Bibl. Prof. Adrián MÉNDEZ


Bibliotecario

Tutora Esp. Enrique RUIZ BLANCO

2018
1º Año
Técnico Superior en Comunicación y Gestión de Bibliotecas
Modalidad a Distancia - Instituto Superior P.T. - 181

Introducción
Para recordar…

Instrucciones generales para la realización de las actividades de la Unidad

a) Lectura individual y atenta de los aspectos teóricos que se desarrollen a través


de diferentes formatos (documento, videos, power point, etc.) antes de resolver las
actividades propuestas.

b) Resolución de actividades (individual o en grupo-base según se indique), a me-


dida que se presentan en el documento de cátedra. Recordar que cada una realiza
una aplicación de los conceptos teóricos expuestos, por lo que se debe reflexionar y
volver sobre ellos para poder interpretar lo solicitado en las consignas.

c) En caso de haber utilizado alguna fuente bibliográfica (en papel o digital), con-
signarla como cita al pie de página, con todos sus elementos: apellido y nombre
del/los autor/es, título de la obra, lugar de edición, editorial, año de publicación, di-
rección de página web y día de consulta (si la fuente se presenta en formato digital).

d) Conservar las actividades realizadas en un Archivo Word porque algunas


formarán parte del Trabajo Práctico de la Unidad y deberán ser enviadas en un
solo archivo, al final de la Unidad bajo el nombre TPU2-LIBRO

En esta Unidad trabajaremos consultando, además del Documento de cátedra,


un apartado denominado Material complementario. Como su título lo expresa,
“complementa” la información que se desarrolla en el documento teórico princi-
pal y allí se reúnen otros documentos, videos, presentación de power point, etc.
Estos materiales deben ser consultados a medida que se completan los
cuadros de la actividad correspondiente. El objetivo de estas inclusiones es
lograr un acercamiento más concreto a ciertos aspectos que ilustran el eje de
nuestra materia: el libro y su contexto.

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Unidad 2
El libro y la humanidad funden sus historias

En esta Unidad tendrás oportunidad de trabajar los siguientes contenidos:

La materialidad de un objeto cultural: historia de la escritura, del libro y de las bi-


bliotecas. El libro por fuera y por dentro en continua evolución. Mantenimiento de
los objetos culturales. Algunos instrumentos de tratamiento de la información y
elaboración de un formato de comunicación en el contexto de biblioteca.

“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro;
todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imagi-
nación y la memoria”.
Jorge Luis Borges
La materialidad de un objeto cultural: Historia de la escritura, del libro
y de las bibliotecas

Todos tenemos una historia. Ella nos acompaña, explica lo que somos y nos
ayuda a conocer lo que seremos.
El personaje principal de este módulo, el libro, también la tiene. A lo largo de
los siglos ha sido muchos libros: el oral, el babilónico, el egipcio, el griego, el
romano, el medieval, el de la imprenta,…. La humanidad que los generó ha he-
cho posible su ayer y su hoy y hará posible su mañana.
Pero, como libro, “necesitará” de la escritura y su evolución, y una vez
corporizado en un objeto cultural, “necesitará” de las bibliotecas. Por eso decimos
que el libro y la humanidad funden sus historias.

Actividad 1: Para realizar Mientras leemos la teoría…

a) Leé atentamente cada uno de los apartados siguientes de la Historia


del libro, la escritura y las bibliotecas y consultá el Material complementa-
rio que se indica en cada caso.
b) A medida que terminás la lectura de cada etapa y con la guía de las pre-
guntas orientadoras, completá el cuadro base correspondiente a cada una
de las etapas. [En el MC0 (Material Complementario 0) encontrarás el cua-
dro base en un archivo de Word para que puedas trabajar cómodamente.]
Si lo considerás imprescindible (no es obligatorio) para desarrollar las
respuestas podés consultar una mínima bibliografía. (En ese caso no olvi-
dés citar la fuente consultada)
c) Si bien la actividad tiene una extensión considerable, al final de ella ha-
brás logrado profundizar la relación central de este espacio: el libro y su
contexto. (Recordá que en el Trabajo Práctico se preguntará por alguna
de las etapas a partir de lo que has realizado en esta tarea).

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Cómo utilizar el cuadro base para cada etapa de la escritura, la histo-


ria del libro y las bibliotecas mientras se lee la teoría de la Unidad 2
1. En la primera fila del siguiente cuadro debés anotar el nombre de la etapa que
estás trabajando.
2. En la primera columna se establecen los aspectos contextuales que se distin-
guen en cada etapa. Para realizar esta tarea, debés contestar las preguntas
orientadoras en forma sintética y sin copiarlas.
3. Si has necesitado consultar alguna fuente bibliográfica, mencionala utilizando una
Nota al pie de página o anotala bajo el título de Bibliografía al final del trabajo.
No olvidés que de cada obra o formato consultado se debe anotar:
 apellido y nombre del/los autor/es
 título de la obra
 lugar de edición
 editorial
 año de publicación
 dirección de página web (si la fuente se presenta en formato digital)
4. En ningún caso “recortés y pegués” la información tal cual la encuentres en el do-
cumento o la bibliografía:
a) elegí aquellos datos que considerés de interés y reformulalos según tu propia
expresión
b) si considerás que conviene citar algún fragmento y ser trasladado de manera
textual, encerralo entre comillas.

ETAPA ………………………………………………………………………
ASPECTOS PREGUNTAS ORIENTADORAS
Contexto histórico – ¿Cuándo y dónde apareció este libro? ¿En qué civilización?
cultural–geográfico- ¿Cuáles eran las bases económicas que la regían? ¿Y los
económico modos de vida? Citar dos o tres rasgos característicos, rela-
cionados con el libro de esa etapa.
Contexto social y la ¿Para qué se lo utilizaba en esa sociedad? ¿Quiénes tenían
función social acceso a él? ¿Qué significado se le otorgaba?
Contexto científico/ ¿Qué lenguajes, códigos, signos, símbolos, herramientas y
tecnológico: materiales, utensilios para los diferentes soportes se utilizaban?
herramientas y soportes
Contexto científico/ ¿Qué procesos tecnológicos tuvo que dominar la sociedad
tecnológico: procedi- para permitir su aparición? ¿Quiénes eran los responsables?
mientos tecnológicos
Contexto cultural referi- ¿Cómo se presentan los procesos básicos de la cadena pro-
do especialmente a la ductiva e (intelectual, material, distribución-comercialización)?
industria cultural: la
cadena productiva
Contexto cultural referi- ¿Hay quienes asumen estos roles? ¿Están perfectamente
do especialmente a la delimitados? ¿Cuál es su estimación social?
industria editorial: au-
tor-editor-lector

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El libro por fuera y por dentro en continua evolución

La prehistoria del libro: el libro oral


El libro oral de la prehistoria es el hombre mismo quien es el encargado de
transmitir en forma oral la información y el conocimiento acuñado por su comuni-
dad. Aún hay idiomas en diversas zonas del mundo sin tradición escrita: esas co-
munidades ágrafas siguen utilizando hoy el libro oral.
Por esta razón se puede comprender también que un mismo sistema de es-
critura sea utilizado por lenguas diferentes o que una lengua pase de un sistema a
otro, bien en aras de una mayor facilidad y comodidad, bien por razones de presti-
gio o de cualquier otra índole. Puede, incluso, que mantenga a la vez más de un
sistema.

La historia del libro: desde las protoescrituras


La Historia comienza con la invención de la escritura. Los primeros sistemas
de escritura se sitúan en el inicio de la Edad de Bronce, en la última mitad del IV
milenio a.C. en Sumeria (Sistema de escritura mesopotámica - ca.3500 a. C.-).
Estos sistemas se denominan protoescrituras y se basan en la utilización de sím-
bolos ideográficos que, efectivamente, transmitían información pero que no tenían
una relación lingüística directa. Esto se entiende fácilmente si atendemos a algu-
nos de los soportes como, por ejemplo, las pinturas rupestres. Estos sistemas
tempranos tienden a situarse antes del VII milenio a.C.

Material complementario 1: VELAZQUEZ, Isabel: Breve historia de la escri-


tura.
Disponible en: http://www.ucm.es/info/archiepi/aevh/guia/escritura_tecnicas.html

El libro mesopotámico

La arcilla es el material sobre el que se conserva la escritura


más antigua, lo cual había facilitado la previa aparición de la alfa-
rería. Así pues, las placas de arcilla solían ser muy finas, general-
mente cuadradas y de esquinas redondeadas. El proceso por el
cual se grababa la escritura sobre estas era inscribiendo con una
cuña de metal, marfil o madera cuando aún estaban húmedas y
blandas, lo cual le dio el nombre de escritura cuneiforme (del latín
cuneus, cuña).
Los sumerios se asentaron en el entorno de los ríos Tigris y Éufrates, cerca
de su desembocadura en el Golfo Pérsico. A esta región se la conoce como Su-

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meria o Sumer. Se tiene conocimiento de su existencia en torno al año 3500 a.C.


aunque no está en absoluto claro su origen. No se conoce con certeza si los su-
merios eran población autóctona de Mesopotamia o bien se desplazaron desde
alguna zona cercana. Sin embargo, y a pesar de que este material era pesado, de
difícil transporte y muy frágil, también se utilizó como instrumento de expresión
literaria: En Nínive (Mesopotamia) fueron encontradas cerca de 25.000 tablillas
que datan del siglo VII a.C., y que consistían principalmente en literatura épica e
interpretaciones de augurios.
En esa región se escribía principalmente en tablas de arcilla, generalmente
rectangulares, que se dejaban secar al sol o se cocían después de haber escrito
en ellas. Las tablillas se identificaban por el colofón, en el que figuraban las pala-
bras con las que comenzaba la obra. A veces se añadía el nombre del propietario
de la tablilla, y el del escriba. Estas tablas se guardaban lejos del suelo, en cajas
de madera o cestos de mimbre a lo largo de las paredes en las habitaciones cen-
trales dentro de los palacios. Las tablas se ordenaban por diferentes materias, por
su importancia. En el dintel de la puerta de acceso se grababan los comienzos de
las obras que estaban en esa habitación. Las bibliotecas más famosas fueron la
de Nippur, la de Ebla y la de Asurbanipal, último gran rey de Asiria (668 a.C. y 627
a.C.)

Un libro oriental con influencia en Occidente

En la antigua China la variedad de soportes que conten-


drían escritura fue mucho más variada: podemos encontrar
desde plastrones de tortuga a huesos de diferentes anima-
les grabados con cuchillos. Sin embargo, los primeros libros
de China reconocibles propiamente como tales consistían
en unas tiras o tablillas de bambú o de madera sobre las
que se escribía con pinceles y tinta y se ataban con un cor-
del para mantener el orden.
Estos libros primitivos reciben el nombre de jiance y fueron empleados en el
siglo VI a.C. Los jiance precederían a los libros de seda, llamados boshu, aunque
otras fuentes apuntan a que la utilización de la seda como material escriturario es
igual de antiguo que el uso del bambú.
Sea como fuere, la gran revolución China será la invención del papel ya en
el siglo primero d.C.

El libro egipcio

El siguiente paso en la historia del soporte escriturario


que nos llevará al desarrollo del libro en occidente ocurre en el
Antiguo Egipto. Egipto monopolizó la producción y guardó celo-
samente el secreto de la fabricación del papiro. Este conocido
soporte para la escritura se manufacturaba a partir de los tallos
de una planta que podía encontrarse en la cuenca del Nilo, los
cuales se pelaban y colocaban en una capa; luego, sobre esta,
se colocaba una segunda capa en sentido transversal.

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Esta estructura se prensaba y secaba quedando pegadas las láminas con la savia
liberada. Una vez seca se pulía con conchas o con piedra pómez.

Material complementario 2: Elaboración de papiros


Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=M38zrCosQ1g

Los adelantos que supuso el papiro están claros: se trata de un soporte mu-
cho más ligero y manejable que las tablillas de barro, más resistente a las caídas,
con un ahorro considerable de espacio de almacenamiento y con una superficie
útil para escribir mucho mayor, pues podían pegarse varias láminas de pergamino
para ampliar el tamaño del documento. Los papiros se conservaban enrollados
sobre sí mismos formando rollos o volúmenes de unos 30 cm de alto que podían
alcanzar hasta los 6 metros de longitud, aunque existen ejemplos de rollos incluso
más largos. Los volúmenes se guardaban en estuches de cuero y estos en cajas
de madera y ánforas.
También se facilitaba el procedimiento escriturario ya que se pasaba de ins-
cribir a escribir propiamente dicho, es decir, de grabar con un estilete incisiones
sobre el barro fresco a recorrer suavemente la superficie del pergamino con un
pincel y tintas a base de aceites y otros componentes.
Como desventaja, el papiro tenía una durabilidad
considerablemente inferior si no se conservaba en
unas condiciones ambientales concretas, pues una
variación en la humedad, por ejemplo, podía hacer
que se separaran las planchas. Además, se trata
de un material orgánico, por lo que podía terminar
siendo un gran alimento para diferentes plagas.
Los egipcios llamaron a las bibliotecas “Casas de la Vida” y se situaban en
los templos y palacios reales. Entre las bibliotecas egipcias más notables podrían
nombrar las de Tebas y la de Karnak, aunque investigaciones recientes han dado
a conocer otras bibliotecas que fueron famosas, como la de Tell El-Amarna, una
ciudad egipcia del segundo milenio a. C. Sin embargo, no se ha descubierto nin-
guna de estas “Casas de la Vida” ni los materiales que albergaban debido a su
escasa resistencia a los agentes físicos.

El libro griego y el romano

La siguiente etapa corresponde a las civilizaciones clásicas de Grecia y Ro-


ma.
Egipto exportó papiro a todo el mundo mediterráneo, siendo este el antece-
dente del papel en el mundo occidental con el que se hicieron los primeros libros.
Así, debemos entender que los conocidos clásicos griegos y romanos utilizaron el
papiro: Platón (428 – 347 a.C.), Cicerón (106 – 43 a. C).
Sin embargo, hay que mencionar otros soportes para la escritura de estas
civilizaciones, pues si bien es cierto que estamos centrándonos en la evolución
material del libro, la escritura se desarrollará también en otros medios: las inscrip-
ciones en monumentos y en fachadas y paredes de edificios públicos, en señales
viarias como los mojones, o en lápidas funerarias, más propias todas ellas del es-

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tudio epigráfico. También son destacables las escrituras en discos de cerámica y


en diversos materiales como el cuero o la piel de serpiente que eran utilizados
como “borradores”.

También se han encontrado tablillas de cera (tabla


de madera cubierta con una capa de cera), las cuales
serán utilizadas como soporte portable y reutilizable para
la escritura hasta la Edad Media.

Sin embargo, la única competencia real a


la que tendrá que hacer frente el papiro
será con el pergamino, a partir del siglo I
d.C. Existe una leyenda ampliamente ex-
tendida en la que se cuenta cómo el per-
gamino compitió con el papiro debido a la
rivalidad entre las ciudades de Alejandría y
de Pérgamo. Se dice que desde Alejandría
se dejó de abastecer a esta de papiro, ma-
terial del cual disponía el monopolio, y que
por ello Pérgamo hubo de encontrar un
material con el que sustituirlo, el perga-
mino, el cual recibe su nombre de esta
ciudad.

Lo cierto es que ya se venía utilizando el pergamino en Egipto desde el II mi-


lenio a.C., y que este superó en uso al papiro debido a las ventajas que presenta-
ba. Era un soporte más fácil de conseguir, mucho más duradero y resistente y de
mejor calidad, aunque también era mucho más caro, puesto que para obtener las
pieles necesarias para un solo documento debían sacrificarse un gran número de
animales.

Material complementario 3: Fabricación del pergamino a partir del cuero de


cordero, “pelle di agnello” (en italiano).
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=L1omuIiUwhc

Sea como fuere, ambos ma-


teriales dieron lugar a la que será la
revolución más duradera de la his-
toria del libro: el paso del formato
volumen o rollo, al formato codex o
códice ya en los primeros siglos de
la era cristiana.
El códice está conformado por un conjunto de hojas rectangulares de per-
gamino o de papiro que se doblan formando cuadernillos y que, al unirse a través

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de la costura, forman el códice completo. El formato tenía su antecedente en las


tabillas de cera.
Estas son las ventajas que ofrecía este nuevo formato:

 Su uso era más sencillo ya que no había que ir desenrollándolo por un extremo y
enrollándolo por el otro, incluso para buscar un pasaje específico, a diferencia del
rollo que se tenía que desenvolver por completo.
 El rollo debía sujetarse con las dos manos, mientras que el codex deja una de
ellas libre.
 Facilidad de guardar y apilar los documentos en las bibliotecas; es más compacto
con el consecuente ahorro de espacio.
 Ofrece además la posibilidad de escribir por las dos caras de todas sus páginas.
 Es más resistente y duradero que el rollo, puesto que no corre el riesgo de aplas-
tarse o estropearse por sus extremos llegando a perder, incluso, parte de la infor-
mación contenida.
 Señalar el título y contenidos de los documentos era más fácil.

Los primeros códices se fabricaban, al igual que los rollos, en papiro, más li-
gero y fácil de transportar que los volúmenes de pergamino. Sin embargo, el papi-
ro necesitaba reforzarse por el dorso para evitar que se rompieran por la costura
por lo que finalmente se prescindirá de este material.
Las grandes bibliotecas de Roma fueron concebidas para la selección y con-
servación de la memoria histórica de Roma, así como la de cierta literatura, estan-
do sus colecciones, por lo general, excluidas del préstamo domiciliario. Estas co-
lecciones estaban integradas por volumina (rollos de papiro), guardados en diver-
sos tipos de contenedores -recipientes cerámicos, cestos de cuero, cofres de ma-
dera- y dispuestos en las estanterías de los nidi (nichos) abiertos en las paredes.
Hacia los siglos III-IV d.C. el rollo fue progresivamente sustituido por el codex de
pergamino, generalizándose entonces el uso de los armaria, muebles óptimos pa-
ra guardar ambos soportes librarios.
Estas grandes bibliotecas públicas fueron en teoría creadas para disfrute de
cualquier ciudadano, pero en realidad eran frecuentadas por una restringida co-
munidad de doctos y literatos, deseosos de acceder a obras antiguas o raras, co-
tejar textos o usarlas como un mero espacio de sociabilidad. Por lo demás, los
usuarios habituales de estas bibliotecas públicas poseían sus propias colecciones
privadas.

En Grecia se había producido una enorme difusión del libro y de la lectura


debido, principalmente, a la aparición de la escritura alfabética (que facilitaba la
técnica de escribir) y a la extensión de la enseñanza, que llegó a través de las es-

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cuelas y pedagogos, y también a través de los sofistas y de los centros de estudio


e investigación, como era el caso de la Academia de Platón o el Liceo de Aristóte-
les. Estos eran centros en los que se discutía y se trataba sobre filosofía, ciencia,
religión, etc., y, además, en ellos se acumulaban colecciones de libros de las que,
desgraciadamente, no se conserva nada.
Las bibliotecas dejan en esta época de ser patrimonio de los templos y ya
encontramos bibliotecas en casas particulares, como es el caso de la biblioteca de
Ulano, cerca de Pompeya, situada en la casa de un noble, que se ha conservado
después de enterrarse en ceniza. Esta biblioteca, donde se han encontrado los
textos que se conservan de Epicuro, estaba dividida en dos grandes zonas, una
para libros griegos y otra para libros romanos. Aunque, sin duda, en Grecia debe-
mos destacar dos bibliotecas, la de Alejandría y la de Pérgamo.

El libro medieval

Se define al papel como “un material constituido por una delgada lámina elabo-
rada a partir de pulpa de celulosa, una pasta de fibras vegetales molidas y dilui-
das en agua, generalmente blanqueada, y posteriormente secada y endurecida,
a la que normalmente se le añaden sustancias como polipropileno o polietileno
con el fin de proporcionarle características especiales”.
En China ya se fabricaba papel en el siglo I d.C. a partir de los residuos de la se-
da, la paja de arroz, y el cáñamo, e incluso del algodón. Ellos son los inventores
de este material revolucionario que se propagó fuertemente a partir del siglo II
d.C. aunque todavía tardará cientos de años en reemplazar aún al bambú y la
seda. Cabe señalar, como característica de este primer papel, lo fino que era lo
cual solo permitía escribir por una cara.

La fabricación del papel se extendió primeramente a Japón, por allá por el siglo
VII d.C., Asia Central un siglo más tarde y así llegaría hasta los árabes, quienes
más tarde lo introducirían en Europa a través de España ya en los siglos X – XII.
También en Japón y también en el siglo VII d.C. el papel da lugar a un curioso ti-
po de libro llamado orihon, del japonés “ori” (pliegue) y “hon” (libro), el cual con-
sistía en un formato de libro a medio camino entre el rollo y el codex, en el cual
una larga tira de papel se doblaba varias veces sobre sí misma como en forma
de acordeón.

Sin embargo, el papel no va a eliminar el uso del pergamino en Europa, ni


mucho menos a desplazarlo. De hecho, su uso significativo se retrasará casi hasta
más allá de la invención de la imprenta, otro hito importante que debemos señalar.

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Pero se debe aclarar que el pergamino era el material noble que se imponía
en el mundo occidental ante el resto de soportes para la escritura conocidos y uti-
lizados hasta la época. A ello contribuyeron, sin lugar a dudas, sus propiedades y
ventajas, pero también el contexto de la escritura durante la Edad Media.
Cabe señalar que la cultura, así como el conocimiento de la escritura y la
lectura, residía exclusivamente en los altos estamentos (nobleza y clero) por lo
que tampoco era necesaria una producción excesiva de pergamino que hiciera
inviable la universalidad de este soporte. Además, su elevado costo era perfecta-
mente soportado por las personas de estos estamentos sociales.

Hemos de tener muy presente que el uso mayoritario


que se le va a dar a la escritura es, por un lado, el
administrativo, con la expedición de títulos nobilia-
rios, la redacción de leyes y decretos o el control de
los tributos, y por otro, el religioso, reproduciendo los
textos sagrados y de oraciones. Por ello, no es de
extrañar el gran esmero no solo en la caligrafía de
estos manuscritos, sino también en su decoración y
ornamentación como es el caso del arte del miniado.

El libro comenzará a mover una gran industria asociada a muchas artes y di-
versos oficios, desde el curtidor de la piel hasta el copista, pasando por el ilumina-
dor, miniaturista, encuadernador, etc. pudiendo llegar a tardar incluso años en la
elaboración de un solo libro. Por ello, y por su condición de únicos e irrepeti-
bles, estos libros son considerados obras de arte, tanto en la actualidad como en
la época en que fueron hechos. Industria que se va a ver alterada por varios acon-
tecimientos importantes entre los que cabe destacar la llegada de la Universi-
dad (siglos X – XII) y la invención de la imprenta de Gutenberg (siglo XV).

Una vez superado el terror al fin del mundo que provocó el año 1000 y que
marcó el fin de la Alta Edad Media, se entró en una época de recuperación eco-
nómica y demográfica. Las ciudades empiezan a tomar fuerza y la actividad cultu-
ral pasa del aislamiento del monasterio en zonas rurales al bullicio de los núcleos
urbanos, que responden mejor a las nuevas necesidades. Las instituciones por
excelencia de la Baja Edad Media son la catedral y la universidad, la que nace en
estrecha conexión con la Iglesia.

Material complementario 4: VENIER, Martha Elena.Sumarísima historia


del libro.
Disponible en: http://cuadrivio.net/literatura/sumarisima-historia-del-libro/

El libro de la imprenta

Se estima que la imprenta, al menos en una forma primitiva, en realidad ya


había sido inventada en China, allá por el siglo VIII d.C. Se trataba de tallar los
caracteres de una página en una plancha de madera, de manera que estos sobre-

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saliesen. Después se entintaba la plancha y se aplanaban sobre ella hojas de pa-


pel (xilografía). No sería hasta bien entrado el siglo XI cuando se crearía el primer
sistema de imprenta de tipos móviles a base de complejas piezas de porcelana en
las que se tallaban los caracteres chinos. Sin embargo, la inmensa cantidad de
caracteres que utilizaba la escritura china haría que este sistema no tuviese el
éxito que hubiera sido posible esperar. De cualquier modo, no debemos olvidar
otro factor también importante: la incomunicación existente entre Oriente y Occi-
dente.

Habrá, pues, que esperar a la invención de la máquina de imprenta mo-


derna de Gutenberg a mediados del siglo XV. La imprenta de Gutenberg se basa-
ba en el uso de tipos móviles (es diferente a la xilografía: grabado en madera
sobre una sola plancha). Como las tablillas de madera se desgasta-
ban fácilmente con el uso, confeccionó moldes de cada una de las letras del alfa-
beto y los rellenó con hierro, creando los tipos móviles. La idea era unir una a una
las letras que se sujetaban en un soporte específico, lo cual resultaba mucho más
rápido que tener que grabar página por página en madera y era infinitamente más
resistente al uso.
En realidad, hacía tiempo que se conocían en Europa tanto la prensa (de
uso primordialmente vinícola) como las aleaciones de los metales necesarios para
la fabricación de los tipos móviles. Sin embargo, fue sustancial el genio creativo de
quien supo combinar diferentes ideas para ofrecer un producto nuevo para que el
descubrimiento iniciase su despegue. La imprenta no solo alteró la forma de crear
productos impresos; supuso un cambio de paradigma socio-tecnológico tan
importante como en la actualidad lo están siendo los ordenadores portátiles o la
tinta electrónica.
Hacia 1450 se publica la que sería la primera obra de la imprenta, la llamada
Biblia de las 42 líneas o de Mazarino, por haberse encontrado el primer ejemplar
en la biblioteca de este cardenal. Otras obras suyas fueron el Salterio de Magun-
cia (primera obra con fecha de impresión, nombre de los realizadores y hasta mar-
ca de imprenta: escudos con las iniciales de sus impresores colgando de una ra-
ma de árbol) o la Biblia de las 36 líneas.

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Los primeros libros impresos con el sistema de Gutenberg desde la inven-


ción de la imprenta hasta el 1500, reciben el nombre de incunables (los que apa-
recieron en la cuna de la imprenta). Poseen una serie de características comunes:
 Imitación de los manuscritos.
 Tipografía romana (más legible) y progresiva eliminación de las abreviatu-
ras.
 Ilustraciones xilografiadas: el primer libro con ilustraciones es una colección
de fábulas de Albert Pfister (1461).
 Predomina la temática religiosa (45% de casos) y literaria (30%).
 La lengua mayoritaria es el latín, aunque le siguen el italiano y el alemán.

En la difusión de la imprenta se aliaron dos factores ajenos por completo a


ella: las guerras civiles en Alemania (que forzaron a la diáspora a muchos impre-
sores) y el auge experimentado por las rutas comerciales europeas, verdaderas
vías de intercambio de bienes materiales y culturales. Esto explica la desigual,
aunque progresiva diseminación de la imprenta por toda Europa, como un “virus”
imparable. La expansión del conocimiento y su producción material ya no serán lo
mismo a partir de entonces.
La imprenta fue, de hecho, la primera revolución tecnológica de gran profun-
didad que, al modificar la recepción y relación de los ciudadanos con los textos
escritos, abrió la puerta a todas las revoluciones posteriores (ya fuesen ideológi-
cas, religiosas o políticas).

El libro moderno

Se puede decir que el creador del libro moderno


es Aldo Manuzio (el viejo) (1449-1515), impresor
y humanista italiano, quien desde 1495 hasta
1515 no solo diseñó y dio cuerpo al libro tal como
lo conocemos hoy en día, sino que elevó a nive-
les de gran calidad las ediciones críticas de los
clásicos greco-latinos. Ediciones que, en aquel
momento, se encontraban en textos manuscritos,
fragmentados, plagados de errores y erratas y, en
su totalidad, dispersos por bibliotecas privadas de
media Europa.
Otra de sus aportaciones fueron la creación de la letra cursiva o itálica y la
edición de los clásicos ya no en folios sino que empezó a componerlas en octavo.
Así logró reducir los costos de impresión y los humanistas pudieron leer paseando,
práctica que se puso de moda entonces (así como leer en la cama) y, en definitiva,
creó el libro de bolsillo, como lo llamamos ahora.
Si consideramos la evolución que ha manifestado el contexto tecnológico en
lo referido a materiales, soportes y procesos de la industria editorial, estamos en
condiciones de afirmar que el libro actual, el libro de papel, el libro que está fu-
sionado a nuestras vidas, es el legítimo heredero de la imprenta.
Por esta razón, nos detenemos en la distinción de las partes externas e in-
ternas que hoy constituyen su materialidad de objeto cultural:

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Material complementario 5: Partes del libro


Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=YG2tCIcONso

Como así también, ilustramos un proceso de impresión de Offset, procedi-


miento que se utiliza hoy para hacer la mayoría de los libros.

Material complementario 6: La fábrica del libro


Disponible en https://vimeo.com/12911733

El libro electrónico

Formalmente el libro electrónico es cualquier texto almacenado en formato


digital. Como tal, para leerlo es necesario contar con los denominados programas
lectores, que pueden estar integrados en las computadoras (ordenadores), teléfo-
nos móviles, tablets o, lo más reciente, lectores específicos basados en la tinta
electrónica (e-reader)
Gracias al perfeccionamiento de los sistemas informáticos ha sido posible
transitar de la lectura impresa en papel a la lectura en modernos aparatos o dispo-
sitivos especiales para este fin. Actualmente la denominación de los libros admite
la siguiente distinción:

Libro de papel, o sea, el libro de toda la vida, se denomina pbook


(pbook = paper book o libro de papel)

Libro digital, se denomina e-book (electronic book o libro electrónico) El


término e-book también se usa para designar al lector de libros digitales,
aunque corresponde nombrarlo e-reader (electronic reader o lector de
libro electrónico).

Los esfuerzos de siglos anteriores por ofrecer nuevas opciones de comuni-


cación a distancia permitieron que, durante el siglo XX, en la década de los sesen-
ta, apoyadas en la ciencia y la tecnología, nuevas formas de transmisión de infor-
mación y de divulgación del conocimiento vieran la luz. Con la aparición de las
computadoras personales, la escritura y lectura de los textos paulatinamente regis-
tró el avance de la digitalización y con ello, muchas obras literarias y académicas
adoptaron nuevos formatos.
Esta nueva forma de lectura es una de las opciones que ofrece la tecnología
actual, cuya evolución pone a nuestra disposición una enorme variedad de alterna-
tivas, hasta hace muy poco tiempo, impensadas.

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En 1971 se dieron los primeros pasos hacia


el libro digital, con Michael Hart al frente del Pro-
yecto Gutemberg (www.gutenberg.net.) de la
Universidad de Illinois, el cual consiste en una
biblioteca digital gratuita en cuyo acervo se en-
cuentran obras clásicas de autores como Ska-
kespeare, Poe y Dante y otras del dominio públi-
co (no sujetas a derechos de autor), cuya colec-
ción alcanza la suma de 2,000 libros hasta abril
del 2002.

Diez años después, en 1981, salió al mercado el primer libro elec-


trónico con fines comerciales, el Random House's Electronic Dic-
tionary, editado por Random House, pero la verdadera expansión
del libro digital llegó en marzo del 2001 cuando el famoso novelista
Stephen King, apoyado por la editora electrónica Simon&Schuster,
lanzó en exclusiva a través de Internet su novela Riding the Bullet,
que en tan sólo 48 horas vendió 500 mil copias, cada una en 2
dólares y medio.
A partir de entonces comenzaron a surgir editoriales electrónicas, y las tiendas virtuales
incluyeron libros digitales en sus catálogos, algunos ejemplares para la venta y otros
para ofrecer en forma gratuita.
La posibilidad de acceder a una lectura cómoda y poder llevar toda una bi-
blioteca contenida en un pequeño soporte son los beneficios básicos que otorgan
estos libros a los lectores. Sus diferentes aplicaciones permiten realizar múltiples
funciones con poco esfuerzo, por ejemplo:
 Buscar fragmentos de textos en todo el libro
 Sistema de menús para marcar páginas, subrayar líneas y ajustar el tamaño
de la letra o su presentación.
 Agregar notas
 Descargar de Internet libros electrónicos.
 Almacenar una gran cantidad de obras, dependiendo de la capacidad del apa-
rato lector (desde 4.000 hasta 100.000 páginas).
 Borrar los libros que no se quiera conservar
 Desplazarse de una página a otra con tan solo dar un clic o a través de un
localizador de palabras.
 Mantener vigentes solo los libros que se quieran utilizar.
 Recuperar libros que han sido borrados de manera transitoria, descargándolos
de librerías o de Internet mediante una suscripción.
 Acceder a periódicos y revistas gratuitamente o por medio de una suscripción.

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En general, muchos e-readers ofrecen las condiciones que a


continuación se destacan:
 Leer en una pantalla táctil de Cristal Líquido (LCD), con
sistema de iluminación para lugares obscuros.
 Recibir información a través de la PC y/o teléfono analó-
gico.
 Aunque no pueden imprimir, pueden exportar a otro pro-
grama la información contenida en su memoria.
 Pluma incorporada para realizar notas y accesar al menú.
 Todos cuentan con batería recargable.
.
Material complementario 7: ¿Qué es y cómo se hace un libro digital?

Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=21MyjWvG0ZE

+-
En cualquiera de sus formatos, la influencia de un
buen libro es enriquecedora y aparece como ili-
mitada siempre que cumpla con las mínimas con-
diciones de ampliar el conocimiento, desarrollar
la imaginación y profundizar la sensibilidad de
los lectores.

Para saber algo más sobre libros…

Un libro es fácil de reconocer cuando nos ofrece una novela, una obra
teatral, un poemario. Pero, a veces, hay contenidos que pueden presentarnos
dificultades para identificarlos como tales.

Actividad 2: ¿Qué clase de libro es?

a) Leé atentamente cada definición del cuadro que está a continuación.


b) Seleccioná algunas de las expresiones siguientes para completar la colum-
na con el nombre de la clase:
Agenda. Álbum. Almanaque. Antología. Anuario. Atlas. Autobiografía. Biografía.
Cancionero. Catálogo. Códice. Cómic. Compendio. Crónica. Diccionario. Enci-
clopedia. Glosario. Guía. Guion. Incunable. Libro amarillo, azul, rojo, etc. Libro
blanco. Libro de bolsillo. Libro de cabecera. Libro de cocina. Libro de consulta.
Libro de ejercicios. Libro de familia. Libro de lectura. Libro de oro. Libro de texto.
Libro de viajes. Manual. Manuscrito. Monografía. Prontuario. Refranero. Tebeo.
Vocabulario.
c) Para corregirlo, recurrí a la Autocorrección comparando tus respuestas
con el Solucionario que aparece en el Material Complementario (MC8).

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DEFINICIÓN CLASE
Libro manuscrito, antiguo y de importancia histórica o literaria, especialmente el ante-
rior a 1455.
Libro o texto escrito a mano, especialmente el que tiene algún valor histórico o literario.
Catálogo de palabras técnicas o desusadas con definición o explicación de cada una
de ellas.
Colección o conjunto de refranes.
Estudio o tratado que se ocupa de un único tema
Colección de fragmentos representativos de una obra, o bien obras o fragmentos de
obras de diversos autores de acuerdo con un tema o con una época.
Relación ordenada en la que se describen de forma individual objetos o personas que
tienen algún punto común.
Texto que contiene los diálogos, las indicaciones técnicas y los detalles necesarios
para la realización de una película o de un programa de radio o de televisión.
Historia en que se observa el orden de los tiempos.
El que recoge recetas.
Revista infantil de historietas cuyo asunto se desarrolla en series de dibujos.
Lista impresa de datos o noticias referentes a una determinada materia.
Exposición breve en la que se recopila y se sintetiza lo esencial de algo.
El que recoge recomendaciones útiles sobre determinada región o país.
Libro que enfoca los elementos esenciales sobre una materia
Se utiliza oficialmente para la enseñanza de cualquier materia y en cualquier grado
escolar.
Texto impreso, que está hecho en el período que va desde la invención de la imprenta
hasta principios del siglo XVI.
El que tiene anotados los nacimientos, los cambios de estado y las defunciones de los
miembros de una familia.
Proyecto o propuesta elaborados sobre un tema concreto para su posterior discusión.
Libro o lista en que se contiene el conjunto de palabras explicadas de una forma más o
menos breve.
Libro en blanco que sirve para coleccionar diversos objetos, tales como dibujos, foto-
grafías, sellos etc.
Libro que se publica cada año con toda la información referente a una determinada
materia, y que sirve como guía a las personas que trabajan en ese campo.
Compendio de reglas de una ciencia o un arte; resumen o breve anotación de varias
cosas a fin de tenerlas presentes cuando se necesiten.
Registro de los días del año con indicaciones sobre las festividades y otras informacio-
nes de tipo astronómico.
Libro con ejercicios especialmente gramaticales. Puede ser de otra temática.
Biografía de una persona escrita por ella misma.
El que tiene las dedicatorias firmadas de las personalidades que visitan un lugar o que
registra un aniversario u ocasión importante.
Libro que contiene sucesión o serie de viñetas con desarrollo narrativo.
El que ayuda resolver distintos problemas.
El que recoge fragmentos de obras literarias y se utiliza en las escuelas.
Edición económica, por lo general de pequeño formato y gran tirada.
El que tiene una significación especial para una persona y suele leerse con cierta
frecuencia.
Obra que se propone tratar de manera general el conjunto de los conocimientos hu-
manos, o bien el de los concernientes a una materia determinada, ya sea por orden
alfabético o temático.
Publicaciones oficiales de un estado que contienen documentos diplomáticos o políti-
cos, para información de los órganos legislativos o de la opinión pública.
Contiene, en orden alfabético, definiciones de las palabras de uno o más idiomas o la
terminología de una materia determinada (abreviado, de antónimos, básico, bilingüe,
de bolsillo, de consulta, de dudas, enciclopédico, escolar, especializado, fraseológico,
idiomático, ilustrado, manual, de modismos, multilingüe, portátil, de la R.A.E., de sinó-
nimos, técnico, de términos literarios, de uso, etc.)
Libro o cuaderno en el que se anota lo que se tiene que hacer para no olvidarlo.
Relato o historia sobre la vida de una persona
Colección de canciones o de poemas, generalmente de diferentes autores y con una
característica común.
Libro formado por una colección de mapas.

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Mantenimiento de los objetos culturales

La misma materialidad que les permite existir a los libros como objetos cultu-
rales se transforma en el campo propicio donde algunos enemigos pueden in-
fringirle daños y favorecer el deterioro.

¿Estos enemigos podrán presentarse en las bibliotecas que gestionarás en


el futuro? Como bibliotecario una de tus responsabilidades será convertirte en un
guerrero frente a estos enemigos. Por eso es importante pensar qué estrategias
se podrían utilizar para atacarlos.

Para comenzar a visualizar una de esas estrategias te propongo:


a) Que leas las siguientes citas de escritores y los dos fragmentos trans-
criptos.

Los libros tienen los mismos


Todo libro que ha sido echado a la enemigos que el hombre.
hoguera ilumina al mundo. El fuego, la humedad, los animales,
el tiempo y su propio contenido.
Ralph Waldo Emerson Paul Valéry

La palabra escrita ha perdurado y prevalecido sobre los incendios


que tramaron su destrucción, desde el emperador Shih huang-ti, pa-
sando por la biblioteca que los Ptolomeos habían creado en Alejan-
dría tres siglos antes de la era cristiana, alimentando la hoguera de
los nazis, en 1933, de la plaza de un regimiento de Córdoba, a co-
mienzos de 1977, y cobrando sus más cercanas y lamentables vícti-
mas en Bagdad, el 14 de abril de 2003,…
Tomás Eloy Martínez

Aunque las condiciones ambientales [de la Facultad de Filolo-


gía], en lo referente a humedad y temperatura se encontraban
dentro de lo razonable, los mayores inconvenientes del local
eran:
• Seguridad ante intrusismo muy deficiente, tanto por las carac-
terísticas de la puerta de acceso, como por la ubicación de
este acceso, en una zona concurrida.
• Falta de ventilación.
• Posibles problemas de contaminación por ozono, dado que, contiguo al local, se situaba
el servicio de reprografía de la facultad, con varias máquinas fotocopiadoras con bastante
actividad.
• Deficiencias en la iluminación –fluorescente sin filtrado- con ejemplares de los estantes
altos muy próximos a los tubos.
• Instalación eléctrica deficiente así como la seguridad contra incendios.

Pasado, presente y futuro de la conservación de las colecciones de Fondo Antiguo de la Universidad


Complutense de Madrid. Disponible en: http://www.ucm.es/BUCM/foa/pecia/num2/articulo02-
03.htm

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La conservación del primer documento elaborado


en el Perú requirió un importante proceso de diagnóstico
de su actual forma. Se analizaron sus componentes
físicos, el tipo de papel utilizado para su elaboración y el
estado de conservación del documento; tomando en
cuenta la presencia de hongos, las quemaduras produci-
das por la utilización de la tinta y el deterioro causado
por microorganismos biológicos. También se analizaron
el tipo de costura, y el problema de la encuadernación
(inadecuada y no original, basada en cuero y tapas de
madera).

Luego, se pasó a discutir el tipo de restauración que más convenía ser empleada. La
investigación estuvo a cargo del Taller de Restauración del Archivo General de la Nación,
con un equipo formado en el exterior (pasantías en España) para tal efecto. Dentro de una
segunda etapa se procedió al desmontaje de la encuadernación, el tratamiento de los cua-
dernillos. Luego de hacer un estudio sobre el tipo de tinta, se procedió con el trabajo en
agua para después pasar a un proceso de reintegración con el propósito de la restauración
de sus hojas. Se trabajó con materiales libres de ácido y que estabilizaron el material (pa-
pel y tinta).
Libro Becerro disponible en http://agn.perucultural.org.pe/lb.htm

b) Que, a partir de lo leído, reflexiones sobre estas cuestiones:

¿Qué enemigos pueden atacar a los objetos culturales en las


bibliotecas?

¿Aparecerán en todas las bibliotecas o solamente en algunas?

¿Cuáles de ellos son los más frecuentes?

¿Es posible defenderse de ellos?

¿Qué acciones lo harían posible?

¿Cuáles serían las motivaciones más efectivas para impulsar el


cuidado de los libros en la comunidad lectora de una bibliote-
ca?

¿Qué consejos habría que difundir para concientizar de esta


problemática?

c) Que todo esto te sirva como aporte para resolver la Activi-


dad 3.

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Actividad 3: Texto como respuesta

Como cierre de la Unidad y aprovechando todo lo trabajado, vamos a ela-


borar un folleto como respuesta a la simulación de una situación que
puede ocurrir en tu futuro ámbito de trabajo.
Situación
Sos el bibliotecario de una escuela y has observado el progresivo de-
terioro del material de préstamo. Decidís comunicarte con tus usua-
rios adolescentes a través de un folleto para promocionar el cuidado
de los materiales de lectura.
Indicaciones
Para hacerlo seguí los siguientes pasos:
Paso 1 Elaborá un texto, de por lo menos tres párrafos, que pueda
formar parte de ese folleto, donde:
 integrés ideas de tus respuestas a las preguntas formuladas en
el apartado Mantenimiento de los objetos culturales
 incluyás otros contenidos desarrollados en la unidad
 relacionés con alguna de estas imágenes

Paso 2 Para finalizar, inventale un título sugerente y atractivo.

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