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ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES
Hace parte de la rama ejecutiva del poder público, por lo tanto el presidente de la República es el Comandante en
Jefe de las Fuerzas Militares, y el Jefe Superior de la Policía Nacional.
¿QUÉ ES?
La fuerza pública está conformada por las Fuerzas Armadas y por la Policía Nacional, las cuales ejercen el
monopolio de la fuerza de manera legítima; es decir, actúan dentro de la legalidad.
FUERZAS ARMADAS
Las Fuerzas Armadas están conformadas por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, organismos
encargados de velar por la defensa y el orden de la Nación. Entre sus funciones prioritarias se encuentran las
que demanda la Constitución del año 1991, tales como velar por la defensa del territorio, de la soberanía, de
la independencia, así como velar por el mantenimiento del orden constitucional.
POLICÍA NACIONAL
La Policía Nacional, por su parte, es la encargada de mantener el orden público interno, es un cuerpo armado
al igual que las Fuerzas Armadas, pero es de naturaleza civil. Entre sus funciones principales está la del
mantenimiento del orden y las condiciones necesarias para el libre ejercicio del derecho y las libertades
públicas, el asegurar a los individuos una convivencia pacífica dentro del territorio nacional y guardar el orden
público interno; es decir, perseguir y capturar a los delincuentes.
1. La fuerza pública no es deliberante; es decir, no se puede sindicalizar, no se puede reunir fuera del orden
de la autoridad legítima, sus miembros no pueden sufragar mientras estén activos en el servicio y en ningún
caso pueden intervenir en actividades de partidos políticos.
2. La fuerza pública está obligada a la noción de obediencia debida; es decir, los miembros de grados
inferiores deben siempre obedecer las órdenes de su superior inmediato (sólo en el caso de la fuerza pública,
nunca en el de los civiles); sin embargo, las órdenes que vayan en contra de los derechos humanos pueden
ser alegadas por el subalterno.
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3. La fuerza pública goza del fuero militar; es decir, ésta no responde ante la justicia penal ordinaria, sino que
lo hace ante los tribunales militares.
El fuero militar es utilizado sólo cuando los hechos que se juzgan están relacionados con acciones llevadas a
cabo durante el servicio.
ORIGEN DE LA INSTITUCIÓN MILITAR EN COLOMBIA
Para finales del siglo XIX, el territorio colombiano no estaba aún unificado social y políticamente de forma tal que
constituyera por sí mismo un escenario donde crear vínculos de identidad nacional, a través del cual fuera posible
integrar a todos los individuos en una sociedad coherente y organizada. En esa época, Colombia apenas afloraba
bajo los ideales de un nacionalismo que pretendía poner en funcionamiento una política acorde a las expectativas
de crear una nación, cuyo Estado se proyectara como un ente organizado, fuerte, estable y progresista.
La tarea no era fácil. La sociedad heredera de las guerras civiles del siglo XIX y comienzos del XX era heterogénea
en su estructura física y social. Además, en las primeras décadas del siglo XX, Colombia no contaba aún con una
Fuerza Militar coherentemente unificada; la milicia de los dos primeros decenios del siglo XX “no era otra cosa que
bandas armadas carentes de formación profesional y de conocimientos militares. Estaban compuestas, sin duda
alguna, por hombres valientes y arrojados, pero ajenos a lo que es una formación militar seria, que respondiera a un
propósito nacional. Eran campesinos o jornaleros que de la noche a la mañana devenían soldados por cuenta de los
vaivenes de la política o, más de las veces, por el capricho de sus patrones.”
Sin embargo, durante el siglo XIX se redactaron varios códigos militares que daban cuenta de la existencia de un ejército
dedicado a la defensa del territorio. El código militar escrito en 1838 por el General Francisco de Paula Santander, influenciado
por las ideas norteamericanas de la época, tenía el propósito de “presentar un código militar acomodado a nuestras
circunstancias”, que buscaba sustituir al antiguo código español escrito en 1768, a partir del cual se había basado toda la
organización de la antigua milicia granadina.
El 9 de abril cambió la historia de las Fuerzas Armadas y de la Policía. Colombia venía en un proceso de
profesionalización del Ejército desde 1907, cuando se había creado la primera academia militar. A finales de la
década del 40, a pesar de la polarización política, el Ejército era considerado una de las instituciones más neutrales,
pero no así la Policía, que "era el más politizado de los órganos armados del Estado", dice Eduardo Pizarro en su
artículo 'La profesionalización militar en Colombia', publicado en la revista Análisis Político.
Muchos historiadores han registrado que durante el mismo 'Bogotazo', en algunas estaciones de Policía se les
entregaron armas a grupos enardecidos, y que sectores de esta institución actuaron directamente en la Violencia
como 'pájaros'. "Por el contrario -dice Pizarro- el Ejército había asimilado más hondamente los principios liberales
que asignan a la institución militar un papel subordinado y no deliberante frente al gobierno civil". La llegada del
Frente Nacional redefinió los roles de las Fuerzas Armadas y de Policía.
Por un lado, con el famoso discurso del Teatro Patria, el presidente Alberto Lleras proscribió cualquier posibilidad de
politización de las Fuerzas Militares, y en cambio les entregó el manejo del orden público. Los militares pasaron,
como dice Francisco Leal Buitrago "de una adscripción partidista a una adscripción anticomunista". La Policía, por
su parte, fue reformada para garantizar también su lealtad al Estado pero evitar su filiación partidaria.
No obstante, el conflicto armado que persiste no ha permitido que se cumpla con el ideario de que esta sea una
institución de carácter civil. Hoy, aunque hay coordinación entre militares y Policía, también hay confusión de roles y
ambos actúan tanto en la guerra como en lo criminal.
Te amo Colombia