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SOLUCION DE CONFLICTO

CAUSAS: Los conflictos son situaciones difíciles entre dos o más personas con
una postura contrapuesto, las causas pueden ser diversas tales como:
Individualismo, Visión que tiene cada persona basada sobre su propia
perspectiva, Agresión física, Agresión verbal.
CONSECUENCIA: Debemos tener en cuenta que toda acción genera una
reacción, Causas y efectos, en este caso conlleva a tener ambientes de
tensión, divisiones, malos entendidos, indisciplina, caos y desarmonía.
LA ACTITUD DEL DOCENTE: Brindar alternativas de solución, costo tiempo…
planes de acción, seguimiento. Los conflictos hacen parte de nuestra vida
cotidiana no podemos pensar que no existirán o evitar totalmente; generar los
conflictos en oportunidades de aprendizaje.
ESTRATEGIAS PARA SOLUCIONAR EL CONFLICTO: Escucha activa, mirar
ambas partes, pactos de aula, juego de roles, manejo y capacitar, empatía,
comunicación efectiva
Soluciones incorrectas: Reacciones no adecuadas en situaciones de conflicto
son tomar posturas Pasiva o activa, perder ganar, pasiva no haces nada, activa
Hostil, agresivo y burlesco.
Solución asertiva: Desarrollas confianza solución ganar-ganar, ver la Situación
real, como te sientes, lo que necesites o lo que te gustaría, escucha activa de
ambas partes, encontrar consenso, Ambos están en la misma situación.
Elegir las palabras, empezar con yo, evitar tu siempre o tu nunca.
Escuchar, que es lo que quiere la otra persona y porque lo que quiere así.
El Docente como mediador ante las conductas violentas
Niños y adolescentes siguen sin aprender a resolver sus conflictos
pacíficamente, porque el modelo social, inherente a la familia y la escuela, no
promueve la convivencia armónica, sino que suscita agresividad.
Al agredido, en lugar de enseñarle a poner límites, a defenderse diciendo «no»
con firmeza y a pedir ayuda si no le escuchan, le defienden compadeciéndole,
educándole para ser víctima, o se le anima a agredir diciéndole «¡Defiéndete!»,
refiriéndose a que devuelva la agresión.
Al agresor, en lugar de enseñarle a controlarse apartándose del grupo, a hablar
para decir lo que quiere en lugar de agredir, le reprenden con gritos,
descalificaciones, culpabilizándole, castigándole… Le etiquetan de «agresivo»,
«insociable» o «egoísta», transmitiéndole la idea de que es así, de que no
puede cambiar, contribuyendo de esta manera a perpetuar su comportamiento
ofensivo.
Para contrarrestar la ausencia de modelo social no agresivo, es imprescindible
que la escuela programe la enseñanza de la resolución de conflictos por la vía
pacífica, potenciando el papel del mediador, asumido por todos y cada uno de
los alumnos.
10 CONSEJOS Y TÉCNICAS DE RESOLICIÓN DE CONFLICTOS
El método se basa en la negociación y el diálogo, trabajando en equipo:
1.- La base de la convivencia es el diálogo y los acuerdos. Para resolver
conflictos en el aula es necesario saber dialogar y ponerse de acuerdo. Por otra
parte, trabajar en equipo permite a los alumnos practicar los valores, convivir
en armonía regulando sus reacciones emocionales, adquirir habilidades para
resolver sus conflictos y ser ciudadanos responsables y solidarios.
2.- El diálogo consiste en expresar claramente el propio punto de vista y
escuchar con empatía el punto de vista de los demás.
3.- Para enseñarles a dialogar, primero los debemos escuchar: ¿Qué piensan,
creen, opinan, sienten…? Después expresaremos nuestro punto de vista.
4.- Los acuerdos consisten en establecer las normas y límites de convivencia
que se necesitan, así como las consecuencias que ayudan a cumplir las
normas que les cuestan.
5.- En el centro escolar se debe establecer un tiempo para enseñar a los niños
a resolver sus conflictos mediante el diálogo y el acuerdo. Se les dice que les
vamos a enseñar a convivir en paz. Y se resuelve un conflicto diferente en cada
sesión.
6.- Los niños necesitan que les enseñemos a resolverlos, en lugar de hacerlo
nosotros. No debemos pedirles que los solucionen sin haberles enseñado
cómo hacerlo.
7.- Les enseñaremos cuando ellos y nosotros estemos tranquilos. En el
momento del conflicto los separamos y después hablamos… sin gritos, sin
quejas, sin recriminaciones, sin culpabilizar.
8.- Al agredido no debemos defenderle ni animarle a agredir. Le enseñamos a
decir «no» con firmeza. Si no le hacen caso, tiene que pedir ayuda.
9.- Al agresor le enseñamos, sin agredirle, a decir lo que quiere y a controlarse,
a tranquilizarse, alejándose del niño con quien tiene el conflicto.
10.- Establecemos las normas y límites de convivencia: lo que pueden y lo que
no deben hacer.

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