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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
ALDEA UNIVERSITARIA HEROES DE CANAIMA 4 F
PFG ESTUDIOS JURÍDICOS
NAGUANAGUA - CARABOBO

Aspectos Coercitivos de la Norma Jurídica Penal

PROFESOR:
Abg. Fernando Silva
BACHILLERES:
Juber Foster
C.I: v-13.103.736
Susmeli Castellano
C.I: v-16.112.230
Lenin Morales
C.I. V- 15861787

Naguanagua, Noviembre 2020


CONTENIDO

INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................3
Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia como fundamento del Ius puniendi..............4
1. PRINCIPIO DE LEGALIDAD...........................................................................................................9
2. PRINCIPIO DE LA NACIONALIDAD O PERSONALIDAD................................................................10
3. EL PRINCIPIO DEL BIEN JURÍDICO.............................................................................................10
4. PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD.........................................................................................11
5. PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCESO.............................................................................................12
6. PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD...........................................................................................14
7. PRINCIPIO DE HUMANIDAD......................................................................................................14
8. PRINCIPIO DE RESOCIALIZACION..............................................................................................15
CONCLUSIÓN....................................................................................................................................17
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS........................................................................................................18
INTRODUCCIÓN
La constitución venezolana de 1999 establece en sus disposiciones importantes logros en
relación a la democratización de la justicia, e inclusive, consagrándola en un entorno social
y con referencia a instancias eminentemente axiológicas, como la Justicia. El propósito de
este trabajo es precisar esas dos nuevas variantes, contenidas en el artículo 2 de la
Constitución, que deberán tomar en consideración el operador del sistema penal: la
declaratoria de que “Venezuela se constituye en un Estado democrático y social”;
orientándolo hacia una concepción que se aparta de la democracia puramente formal; y en
segundo lugar, que dicho Estado venezolano descansa en un sistema de "Derecho y de
Justicia", precisando con esto que debe realizarse la normativa legal, pero en búsqueda de
valores que trascienden el positivismo, para alcanzar instancias axiológicas.

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Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia como
fundamento del Ius puniendi
Para poder comprender el significado de Estado Democrático y Social de Derecho y de
Justicia primero debemos analizar cada uno de estos conceptos por separado.

Estado Democrático

Según las clásicas clasificaciones de gobiernos encontramos que los filósofos de la


antigua Grecia (Platón primero y Aristóteles después) definían a la Monarquía como el
gobierno de uno; Aristocracia como el gobierno de pocos; y por ultimo a la Democracia
como el gobierno de la multitud (Platón) o "de los más" (Aristóteles).

Etimológicamente encontramos que la terminología proviene de la antigua Grecia. La


palabra democracia (δημοκρατία) fue aparece en Atenas en el siglo V a. C. a partir de
vocablos δημος («demos», que se traduce como “pueblo”) y κρατία (“cracia”, que puede
traducirse como “poder” o “gobierno”).

Encontramos en el diccionario de la real academia que la democracia es una “doctrina


política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno. Predominio del pueblo en el
gobierno político de un Estado.”

El Estado Democrático está definido como “el gobierno de las mayorías, el gobierno del
pueblo y para el pueblo”. Este sistema permite la participación del pueblo en la esfera de
gobierno, generalmente por medio del sufragio y del control sobre la toma de decisiones de
sus representantes.

El estado democrático está fundamentado por toda la organización política de la nación


en conjunto, y a su vez identifica como recurso indispensable para el constitucionalismo a
la representación del pueblo por dirigentes políticos, mejor conocido como democracia
indirecta o representativa, y por elementos de organización popular mejor conocidos como
democracia directa o participativa.

Encontramos que la democracia participativa es superior a la representativa, debido a


que en la democracia representativa es el pueblo quien acompaña a su represéntate elegido,

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lo supervisa, lo apoya y lo sanciona para que este cumpla los propósitos de su
representación, sin menospreciar sus aportes personales.

Todo estado democrático debe respetar el principio de soberanía popular, que contradice
el establecimiento de monarcas o caudillos; y la regla de la mayoría, que establece al
sufragio como el método más efectivo para resolver controversias.

En un estado democrático todos los representantes o partidos políticos que participen en


el sufragio, deben someterse al mismo reglamento y respetar el resultado, ya que este
representa la voluntad de las mayorías electorales.

Podemos entender que la democracia no se presenta como una ideología específica, sino
a formas y mecanismos para regular, a través de diferentes normativas, la representación y
el ejercicio del poder político.

No se puede hablar de democracia cuando el sistema no está fundamentado en los


valores de igualdad, libertad y pluralidad.

Estado de Derecho

El Estado de Derecho es un concepto de teoría política, jurídica y moral que sostiene que
toda autoridad gubernamental solo podrá ser ejecutada siguiendo leyes escritas, que deben
haber sido adoptadas mediante un procedimiento establecido.

El Estado de Derecho está sometido al imperio de la ley, lo que implica que este está
sometido a controles judiciales independientes. Es decir, Estado de Derecho es solo aquel
cuyo poder está limitado por el Derecho.

El Estado de Derecho implica la independencia de los poderes públicos que garantizan


los derechos humanos, mediante lo cual se logran buenas leyes equilibradas y establecidas
por un Poder Legislativo autónomo, la administración de justicia ejercida por jueces
imparciales e independientes y la ejecución de las leyes efectuada por un Poder Ejecutivo
eficiente, transparente y moderno.

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En todo estado de derecho se sustenta sobre el Principio de la Legalidad que menciona
que no hay “Pena sin Ley, no hay Pena sin Crimen”. Este limita el ejercicio de la aplicación
de castigos solo a aquellas acciones establecidas como delitos. Este principio tiene como
objetivo disipar los efectos de intimidación, disuasión y prevención respecto a todas las
conductas tipificadas como actos contrarios a la ley.

El principio de legalidad permite que los ciudadanos conozcan las causas que pueden
llevar a su debida detención legal y castigo penal. Por otra parte protege los derechos
individuales de cada ciudadano ya que establece límites al poder disciplinario del estado,
evitando que quienes tengan el poder de administrar justicia, inventen penas y sancionen al
ciudadano por algo que no ha sido establecido con anterioridad en la Constitución o Ley
Jurídica. En pocas palabras son normas que brindan seguridad y protección a los derechos
ciudadanos de los destinatarios del ordenamiento jurídico.

A pesar de este principio muchas acciones punitivas se siguen realizando fuera del
Derecho. Las como torturas, pena de muerte, ley de fuga y desapariciones en actuaciones
ilegales de la policía y cuerpos militares fueron frecuentes en la Latino América del siglo
XX.

Estado Social

Un estado social es todo aquel que cuya prioridad sean sus obligaciones sociales, de
encaminar la justicia social. Deriva del valor fundamental de la igualdad y no
discriminación, y de la declaración del principio de la justicia social como base del sistema
económico.

Es un sistema que se dispone a fortalecer servicios y garantizar derechos esenciales para


mantener el nivel de vida digno para participar como miembro pleno en la sociedad.

El estado se presenta como garante de asistencia sanitaria, salud, educación pública,


trabajo y vivienda digna, indemnización de desocupación, subsidio familiar, acceso a los
recursos culturales, asistencia del inválido y del anciano, defensa ecológica

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El estado debe garantizar los denominados derechos sociales mediante su
reconocimiento en la constitución.

Estado de Justicia

El Estado de Justicia se caracteriza por leyes justas, necesarias, bien escritas, justamente
aplicadas, eficaces, con sanciones proporcionadas al hecho ilícito tipificado y que sean
acatadas por la sociedad en su conjunto. Eso quiere decir, que no sean extremadamente
rigurosas ni débiles, innecesarias, confusas, simbólicas o de imposible cumplimiento. En el
Estado de Justicia prohibida la justicia por mano propia o venganza

Por consiguiente, la necesidad de adaptar las leyes de manera que los estados
garantizaran mejores condiciones de vida a sus ciudadanos y una aplicación legal más justa
llevaron a la creación del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia.

El bienestar social y la realización de justicia aparecen como funciones prioritarias del


estado, manteniendo el principio de legalidad establecido en el estado de derecho.

Este nuevo sistema está al servicio del hombre, y debe ser garante del bien común,
basado en los principios de justicia social y dignidad humana.

El estado debe crear, conservar y comprometerse a materializar esos derechos para


satisfacer las necesidades de sus habitantes, logrando así un bienestar general. Por ello la
justicia, la educación, la salud, la seguridad social, el desarrollo integral del individuo y de
la sociedad y la protección de sus derechos humanos, se transforman en funciones
prioritarias del Estado, sus habitantes, logrando así un bienestar general. Por ello la justicia,
la educación, la salud, la seguridad social, el desarrollo integral del individuo y de la
sociedad y la protección de sus derechos humanos, se transforman en funciones prioritarias
del Estado.

El estado social de derecho y de justicia persigue la armonía entre las clases, evitando
que la clase dominante abuse o subyugue a otra clase de grupos sociales, impidiéndoles el
desarrollo y sometiéndolas a la pobreza y a la ignorancia; a la categoría de explotados y sin
posibilidad de avance

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En un Estado de Derecho la aplicación de la ley es imperante, en un Social de Derecho
y de Justicia el estado está obligado a ayudar a aquellos ciudadanos que se encuentren en
minusvalía jurídica. El Estado Social de Derecho y de Justicia protege a los asalariados
ajenos al poder económico, tutela la salud, la vivienda, la educación y las relaciones
económicas.

El estado es garante de satisfacer las necesidades vitales de todos los ciudadanos, tales
como la salud, la vivienda, la educación, etc.

En el caso del estado venezolano este estimula a sus conciudadanos a fomentar el


espíritu de solidaridad, responsabilidad y ponderación en sus acciones ante los demás
organismos que no se inscriben en la función social.

El estado se propone a obtener la procura existencial a través de la “administración


prestacional”, su principal ruta es lo social y sus objetivos buscan el bien común y la
participación justa en la riqueza social.

En este caso el intervencionismo es positivo. Independientemente de su relación con la


economía, es imprescindible salvaguardar el rol del estado como última opción de garantía
de la ejecución del a procura existencial, gracias a la protección y el fomento de los
derechos sociales y económicos.

El fortalecimiento del Estado Social de Derecho y de Justicia es fundamental para la


inserción de los países a la comunidad de naciones del mundo, como para lograr la paz,
proteger a la población, reforzar la legitimidad de los estados, alcanzar un desarrollo
humano sostenible y asegurar la eficacia de las políticas públicas y desarrollo del
pensamiento en pro a los derechos humanos. En la actualidad, programas alternativos mejor
conocidos como Misiones, son un intento de solventar de forma masiva el problema de
muchos excluidos y que ahora son incorporados.

El Estado Social de Derecho y de Justicia se soporta en los principios de:

 Equidad: constituye un componente del desarrollo humano donde la igualdad en


los bienes o servicios necesarios permite gozar de una adecuada calidad de vida.

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 Solidaridad: Implica el reparto orgánico de la riqueza de un país, con la intención
de crear riqueza común en materia de infraestructura de bienes de servicios
considerados para el buen funcionamiento y desarrollo de la solidaridad, pudiendo
ser desde un punto de vista altruista o mutualista.
 Bien común: obedece al conjunto de principios, reglas, instituciones y media q
permiten promover y garantizar la existencia de todos los miembros de luna
comunidad humana en el plano inmaterial. Es decir, el reconocimiento, el respeto y
la tolerancia en las relaciones con el otro. Por otra parte, en el plano material, el
bien común representa la materialización de los bienes y servicios como:
Alimentación, vivienda digna, energía, educación, salud, transporte, información,
democracia y expresión artística.
 Responsabilidad social: Se refiere generalmente al daño causado a la sociedad por
acciones de otro individuo o grupo. Es el compromiso de cada persona con su
sociedad.
 Convivencia Social: desde un punto de vista abstracto son todos esos aspectos
formales como la ética, moral, sinergia y respeto al otro. En cambio, desde un punto
de vista concreto se refiere a la no discriminación, la aceptación de la diversidad
cultural, social e ideológica, es decir el respeto a los derechos y a las diferencias de
todos los valores que comprenden vivir en sociedad.
 Justicia Social: Se refiere a las nociones fundamentales de igualdad y derechos
humanos, a la inclusión social de manera que todos los ciudadanos tengan las
mismas oportunidades de un buen desarrollo integral, desarrollo humano y la paz
integral, y q a su vez pueda cumplir con sus deberes. No puede considerarse justicia
social si alguno de estos atributos es excluido.

1. PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Fundamento básico de derecho constitucional que exige que determinadas materias de
importancia sólo pueden ser reguladas por ley como garantía de que pasará por las
discusiones plurales que hay en cualquier poder legislativo. No debe ser entendido como
una mera formalidad, sino como una vía para que asuntos especialmente importantes sean
debidamente discutidos por los representantes de la soberanía popular. En Venezuela, este

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principio fundamental, en cuanto al fondo, puede ser obviado a partir del momento en que
se puede otorgar una ley habilitante al Presidente para que dicte leyes en cualquier materia,
lo cual ha ocurrido y ha generado leyes que fueron publicadas sin ningún tipo de discusión
pública. Ejemplo: “Un ejemplo del principio de legalidad es el que los delitos sólo puede
ser establecidos mediante una ley”.

Artículo 38 de la CRBV. “La ley dictará, de conformidad con las disposiciones


anteriores, las normas sustantivas y procesales relacionadas con la adquisición, opción,
renuncia y recuperación de la nacionalidad venezolana, así como con la revocación y
nulidad de la naturalización”.

2. PRINCIPIO DE LA NACIONALIDAD O PERSONALIDAD:

Según este principio, por un hecho punible cometido en un determinado lugar se deberá
aplicar a su autor la ley de su propio Estado. La ley de su Estado perseguirá al individuo
dondequiera que se encuentre, en forma de un estatuto personal.

Expresa Creus Carlos, que en este principio es decisiva la nacionalidad de los sujetos
que intervienen en la relación jurídica originada por el delito. Considera que la ley del
Estado sigue al nacional donde quiera que él se encuentre, es decir, los individuos son
portadores de su propio estatuto personal. Agrega Fontán Balestra que, según este
principio, la ley del país a que el individuo pertenece es la que debe aplicarse, fundándose
esta tesis en el sentido de dependencia persona de cada individuo respecto del estado en el
cual es nacional. Distingue este doctrinario que el principio de personalidad será, activa
cuando se trata del autor del delito, o personalidad, pasiva al referirse a la víctima.

3. EL PRINCIPIO DEL BIEN JURÍDICO


El principio del bien jurídico como exclusiva protección del derecho penal. La precisión
del bien jurídico a proteger debe conducir al estudio del hombre en cuanto a ente social y a
su actuación dentro de una realidad social determinada, a la constante interacción del
hombre y su medio y a la determinación de las estructuras sociales (Bustos, 1982:72). La
pre cisión de los bienes jurídicos implica una consideración en la cual se incluya los sujetos

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de derecho, la estructura social y la relación entre ambos, por lo que su protección va más
allá de los bienes individuales.

Por otra parte como lo afirma Bustos Ramírez, el núcleo esencial del bien jurídico a
precisar es el injusto: lo que se protege no surge del mismo bien jurídico sino de las
relaciones sociales; el actuar contra éstas hace surgir el injusto que a su vez se recoge a
través del bien jurídico en cuestión.

En un Estado social de derecho lo injusto tiene presupuestos diferentes a los tomados en


consideración por un simple Estado formal de derecho

.No sólo el sistema y su formalidad librado del estudio social del asunto es la misión del
derecho penal, sino que viene a ser de mucha importancia para resolver el conflicto, el
examen de la situación social del individuo y su interacción con el sistema u organización
de esa sociedad, todo con vista en la precisión del injusto producto de esa conducta, pero
desde la perspectiva eminentemente social.

Esto hace concluir que no basta que una conducta se ajuste abstracta o formalmente al
tipo penal, sino que también es necesario una lesión importante al bien jurídico protegido.
Este principio de lesividad, componente del principio en estudio, se desprende de la
necesaria legitimidad de la actuación penal en el sentido de requerirse para proteger bienes
jurídicos valiosos. En consecuencia, la intervención del Estado que no tiene por objeto la
protección de estos bienes, no es necesaria en una sociedad democrática. La antijurídica
que da pie para la actuación penal no debe ser entonces puramente formal, sino que debe
existir una antijuricidad material que consiste precisamente en la afectación real del bien
jurídico (Mera, 1996:431).

4. PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD.
No solo es preciso que pueda “culparse” al autor de aquello que motiva la pena, sino
también que la gravedad de ésta resulte proporcionado a la del hecho cometido criterio éste
que sirve de base a la graduación de las penalidades en nuestro Derecho. Se trata de una
exigencia que no nació, sin embargo, para las penas, sino para las medidas de seguridad.

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Al no encontrar éstas el límite del principio de culpabilidad , se hizo evidente la
necesidad de acudir a la idea de proporcionalidad para evitar que las medidas pudiesen
resultar preventiva así, cuando para evitar que el pequeño ratero siguiera delinquiendo
fuese necesario encerrarle durante toda su vida.

La doctrina suele emplear el principio de proporcionalidad en este sentido de límite de


las medidas de seguridad y como contrapartida del principio de culpabilidad de limita las
penas. Sin embargo, la idea de proporcionalidad no solo es necesaria para limitar las
medidas, sino también para graduar las penas, por lo que ha de erigirse en principio general
de todo el Derecho penal. Aquel principio solo exige que pueda “culparse” al sujeto de la
lesión por la que se le castiga, lo cual requiere solo ciertas condiciones que permitan
imputarle la lesión (como suya, como dolosa o imprudente, y como producto de una
motivación normal). Nada dice esto de la gravedad de la lesión ni, por tanto, de que deba
ajustarse a ésta la cuantía de la pena.

Dos aspectos o exigencias hay que distinguir en el principio de proporcionalidad de las


penas. Por una parte, la necesidad misma de que la pena sea proporcionada al delito. Por
otra parte la exigencia de que la medida de la proporcionalidad se establezca en base a la
importancia social del hecho (a su “nocividad social”). La necesidad misma de la
proporción se funda ya en la conveniencia de una prevención general no solo intimidatoria,
sino capaz de afirmar positivamente la vigencia de las normas en la conciencia
colectiva/prevención general positiva).

También las valoraciones sociales deben orientar la proporcionalidad de las medidas de


seguridad. Hay que añadir que éstas deben guardar proporción no solo con los beneficios
sociales que pueden aportar, sino más en concreto, con el grado de la peligrosidad criminal
del sujeto y con la gravedad del hecho cometido y de los que sea probable que pueda
cometer.

5. PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCESO


El debido proceso es un principio jurídico procesal o sustantivo, según el cual toda
persona tiene derecho a ciertas garantías mínimas, tendientes a asegurar un resultado justo y
equitativo dentro del proceso, y a permitirle tener oportunidad de ser oído y hacer valer sus
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pretensiones frente al juez. El término procede del derecho anglosajón, en el cual se usa la
expresión “debido proceso legal”.

La noción del “Debido Proceso” como ha sido asumida en la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela comporta el categorizar a dicho Derecho como uno de
los Derechos Humanos, vinculado éste a todo proceso jurisdiccional o administrativo y con
miras a posibilitar tanto el requerimiento como el reconocimiento judicial a un “juicio
justo”.

Este importante principio y derecho tiene su fundamento en el artículo 49 de la Carta


Fundamental venezolana, que dispone:

Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y


administrativas; en consecuencia:

1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado


de la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los
cargos por los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del
tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas
obtenidas mediante violación del debido proceso. Toda persona declarada culpable
tiene derecho a recurrir del fallo, con las excepciones establecidas en esta
Constitución y la ley.
2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.
3. Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas
garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente, por un tribunal
competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad. Quien no hable
castellano o no pueda comunicarse de manera verbal, tiene derecho a un intérprete.
4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta
Constitución y en la ley. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la
identidad de quien la juzga, ni podrá ser procesada por tribunales de excepción o
por comisiones creadas para tal efecto.

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5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí
misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad. La confesión solamente será válida si fuere
hecha sin coacción de ninguna naturaleza.
6. Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren
previstos como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.
7. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los
cuales hubiese sido juzgada anteriormente.
8. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de la
situación jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión injustificados.
Queda a salvo el derecho del o de la particular de exigir la responsabilidad personal
del magistrado o de la magistrada, del juez o de la jueza; y el derecho del Estado de
actuar contra éstos o éstas.

6. PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD
Nuestro ordenamiento jurídico se rige por el principio general de irretroactividad, es
decir, por la imposibilidad de extender los efectos derivados de una ley a las relaciones
jurídicas existentes antes de su entrada en vigor. Frente a este tenemos al principio de
retroactividad, que determina la vigencia de la ley nueva sobre las relaciones nacidas al
amparo de la anterior regulación. En cualquier caso, ambos principios tienen excepciones.

En este sentido, el principio de irretroactividad, supone el mantenimiento del orden


jurídico vigente antes de la entrada en vigor de la nueva normativa; frente al principio de
retroactividad, que determina la vigencia de la ley nueva sobre las relaciones nacidas al
amparo de la anterior regulación.

La irretroactividad de las normas es la regla general de nuestro ordenamiento jurídico,


aunque en el propio Código Civil pueden encontrarse expresas previsiones que matizan tal
principio.

La jurisprudencia admite expresamente que las partes que estén pendientes de un


proceso podrán optar por continuar acogiéndose a la tramitación anterior o bien a la nueva.

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7. PRINCIPIO DE HUMANIDAD
En una sociedad democrática, centrada por tanto en el valor de la persona, también ha de
ser respetuoso del principio de humanidad, un principio menos estudiado, pero, sin lugar a
dudas, “no menos importante” que aquéllos.

Tal vez sea éste el principio que en mayor medida caracteriza el origen y la evolución
del contenido del sistema penal contemporáneo. Nació éste de la mano de la reivindicación
de una humanización del rigor de las penas previstas en el Derecho del Antiguo Régimen.

En nuestros días se aprecia una importante y progresiva sustitución de las penas


privativas de libertad por otras penas lesivas como la multa o el trabajo en beneficio de la
comunidad y hasta por otras medidas consistentes simplemente en la suspensión del
cumplimiento de la pena o de su propia imposición, o incluso en la renuncia a toda pena.

Este principio busca reducir esa secular violencia producida por la pena en el hombre y
que lo afecta en sus derechos más importantes e imprescindibles como la vida (pena de
muerte); libertad (pena privativa de la libertad); y su patrimonio (pena de multa). La
principal misión de este principio es reducir la violencia estatal, aplicando las penas bajo
criterios razonables y adecuando las penas a la Humanidad del Hombre. Sirve como un
criterio rector y de orientación a la política criminal del Estado y al control penal en su
conjunto.

Ahora bien, en un Estado social y democrático de Derecho, el “axioma de humanidad”,


además de reclamar el tratamiento en todo caso del ser humano para los infractores, a la
“ayuda y asistencia comunitaria”, y reparar a las víctimas. Es la dignidad del individuo
como límite material primero a respetar por un Estado democrático, lo que va fijando topes
a la dureza de las penas y agudizando la sensibilidad por el daño que causan en quienes las
sufren. Aunque al Estado y hasta a la colectividad en general pudieran convenir penas
crueles para defenderles, a ello de oponer el respeto de la dignidad de todo hombre también
del delincuente, que debe asegurarse en un Estado para todos.

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8. PRINCIPIO DE RESOCIALIZACION
Debe entenderse el principio de resocialización en un Estado democrático, no como
sustitución coactiva de los valores del sujeto, ni como manipulación de su personalidad,
sino como un intento de ampliar las posibilidades de la participación en la vida social, una
oferta de alternativas al comportamiento criminal. Ello ha de suponer la libre aceptación
por parte del recluso, que no ha de ser tratado como el mero objeto de la acción
resocializadora de un Estado intervencionista sino como un sujeto no privado de su
dignidad con el cual se dialoga.

La palabras “reinserción” representa un proceso de introducción del individuo en la


sociedad , es favorecer directamente el contacto activo recluso- comunidad, lo que significa
que los operadores penitenciarios deben iniciar con la condena un proceso de rehabilitación
de los contactos sociales del recluso y procurar atenuar los efectos negativos de la pena ,
permitiendo que la interacción del interno en el establecimiento penal se asemeje lo más
posible a la vida en libertad y , en la medida de la ubicación del penado dentro del régimen
y tratamiento penitenciario, promover y estimular las actividades compatibles con dicha
finalidad.

Es dable mencionar que el “ideal resocializador” se vincula con la finalidad de la


ejecución de las penas privativas de la libertad, ya que con la ejecución de las medidas de
seguridad se persiguen otros objetivos vinculados con la rehabilitación, mientras que en las
penas de multa e inhabilitación prevalecen aspectos retributivos.

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CONCLUSIÓN
El derecho penal tiene funciones aparentemente contradictorias: por una parte protege bienes
jurídicos valiosos, pero a su vez cumple su misión allanando uno de los bienes más preciados: la
libertad. Sin embargo, esta aparente contradicción se ve explicada a través del principio de la
legalidad y consecuentemente, el debido proceso: solo podrá aplicarse el sistema penal a aquel que
atente contra esos valiosos bienes jurídicos, siguiéndose un proceso previamente establecido y a
través de pruebas aportadas por las vías jurídicas. Por una parte se protegen esos bienes y por la otra
igualmente se protege al imputado a través de las garantías procesales. Dependiendo de las formas
que adopte el Estado de derecho, nos con seguiremos con diferentes bienes jurídicos valiosos a
defender y por tanto distintas formas de precisar el derecho penal, pues un Estado social de derecho,
al consagrar un cúmulo de garantías que se extienden más allá del límite del Estado formal de
derecho, será una organización de mayor protección a los derechos humanos y más limitante del
control penal de la ciudadanía.

Enfrentamos a dos formas de Estado que no se excluyen sino que se complementan: aquel que se
caracteriza por su formalismo basado en las garantías liberales negativas (obligación de no hacer a
fin de respetar los derechos de libertad); y el otro que se distingue por su visión real de la sociedad y
que supone las garantías sociales positivas (obligación de hacer con el propósito de realizar los
derechos sociales, económicos y culturales). Un proyecto de democracia social consiste en la
expansión de los derechos de los ciudadanos y por tanto de los deberes del Estado que se traduce
"en la maximización de las libertades y expectativas y en la minimización de los poderes"
( Ferrajoli, 1995 : 866). Esto significa un mínimo Estado formal de derecho en lo que atañe al
control estatal y a la restricción de las libertades, y un máximo Estados social de derecho referido a
la satisfacción de las expectativas despertadas dirigidas a la satisfacción de los derechos sociales,
económicos y culturales. Todo ello nos lleva a concebir el derecho penal en la versión de su mínima
intervención. Mínima represión y máxima realización de los derechos humanos es lo que ordena el

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artículo 2 de la Constitución al precisar que Venezuela se conforme "como un Estado democrático y
social de Derecho y de Justicia".

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

 Código Penal de Venezuela.

 Código de Procedimiento Penal de Venezuela.

 BETANCUR, N.A. Grandes Corrientes del Derecho Penal. Escuela Clásica.


Editorial Linoyipia Bolivia. Santa Fe de Bogotá (Colombia), 1996.

 CABANELLAS, G. Diccionario de Derecho Usual. Editorial Heliasta


S.R.L. Buenos Aires (Argentina), 1979.

 FERRAJOLI, L. Derechos y garantías la ley del más débil. Editorial Trotta. Madrid,
1999.

 PÉREZ PERDOMO, R. El Formalismo Jurídico y sus funciones. Monte Ávila


Editores. Caracas, 1978.

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