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Miro la gente en la calle que pasa caminando de un lado para el otro, y veo historias, generalmente

historias tristes que desean olvidar, historias que los hace ser lo que hoy son, el pasado los marco y
les condicionó la vida. Y sin quererlo, sacan hacia afuera ese dolor interno, que en el exterior
impacta a los demás con el nombre de violencia, odio, rencor, etc.

Despojados de todo esto, "Como cambiarían sus vidas!!!". Si conocieran el Amor que no busca lo
suyo.
A muchas personas les he preguntado si son felices en sus vidas, y las respuestas han rondado
siempre los mismos conceptos.
Había siempre un impedimento para la felicidad plena (en el mejor de los casos). O también la
felicidad serían solo momentos, o sea que algunos son felices de a ratos.

Que enigma ¿no?, ¿existirá el estado de felicidad constante?

En nuestra vida, seamos cocientes que vivimos “una vida”, con un principio y un final. Porque si
nuestra vida transcurriera en solo un día nada mas, y fuéramos conscientes de eso, ¿que haríamos?,
¿intentaríamos aprovecharlo al máximo?, ¿Podríamos experimentar la felicidad sabiendo que se nos
acaba la vida en pocas horas nomas?. Porque la realidad es que la vida es una medida de tiempo y
nada mas. Yo prefiero no saber.
También nos obligaría a tener esperanzas en lo que sucedería después del final de la vida terrenal.

Verdaderamente la vida esta llena de tristezas y alegrías, pero considero que la felicidad es una
decisión de vida para el hombre libre.

“Y conocerán la verdad y esta los hará libres”

Ahora la pregunta sería si estamos en esa posición como para poder elegir permanecer en ese estado
de felicidad constante.

Quizás el estado de felicidad, es demostrar que tan agradecidos estamos a Dios por la vida que nos
forja a cada momento y por todo lo que ya nos dio. Es un estado de agradecimiento a Dios.

¿Que tan agradecido estas a Dios?


La Lluvia es un milagro maravilloso, para los ojos que la miran en el calor de su hogar desde la
ventana, inclusive se presta a disfrutarla de muchas maneras mas.

Ahora, deja de ser un milagro maravilloso, si estas viviendo en la calle tapado por cartones.
Pero me imagino que hay quien se pregunta: ¿Como es que éste piensa esto?.

La realidad es que no lo viví, no padecí la vida en la calle. Pero ¿es necesario experimentar las
cosas para entenderlas?.

A pesar de la gente que padece la vida en la calle, la lluvia no deja de ser un milagro maravilloso.

A ver razonemos algo:

Si llueve un día frió, y estamos en la calle viviendo, podríamos llegar a mojarnos, sentiríamos
mucho frío y si sumamos el hambre, esa seria una sensación muy fea.

Hasta ahí llegaría un razonamiento medianamente lógico; pero, la realidad es mas profunda, la
tristeza de la soledad, la angustia de sentirse un marginado, de sentirse morir, de desearlo. De vivir
con esa angustia constante. De no encontrar salida. De esa gran resignación que te abraza y te
contiene en sus brazos vacíos y amargos.

Pero nuestros razonamientos no reparan en estas cosas, porque estas cosas son cosas que se deben
sentir, que escapan a cualquier razonamiento posible, porque a parte de nuestro cuerpo, existe el
alma, que es la capacidad de sentir que tenemos, de experimentar sensaciones.

Dios es una prueba empírica, no un análisis teológico.

La biblia dice que cada día trae su propio afán. Para que preocuparse por mañana si con el día de
hoy ya tenemos suficiente.
Todos tenemos historias tristes que contar, historias que quizás, estén ocultas y olvidadas
(voluntariamente), en lo más profundo de nuestro ser bien.
Imaginate no tener pasado que te duela, imaginate tener nuevos tus sentimientos y tus pensamientos
puros, sintiendo la inocencia de la infancia. IMAGINATE UN DIOS QUE TE AME

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