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88 Primer Ateneo Pericial

DIScURSOS Y REcURSOS JURíDIcOS, SAnITARIOS Y


SOcIALES FREnTE A LA PROBLEmáTIcA DEL USO
InDEBIDO DE DROGAS
Dr. Martín Wenseslao Segovia
Perito Médico

E
n la Justicia y en los Siste- interpela, que exige atención e,
mas de Salud del país se incluso, que se organiza para hacer
constata la presencia de dis- oír su clamor, como recientemente
cursos y recursos tendientes a la lo ejemplifica la conformación de
atención de los comportamientos “las madres del paco”.
drogadictivos atravesados por la
misma “adicción” sobre la que ver- La problemática del Uso Indebido
san, ya se trate en los términos de de Drogas es, además de comple-
adherencia compulsiva o impulsiva ja, conflictiva, motoriza a la ciencia
a un ”saber” o de falta de palabra pero más aún a las ideologías
o verbo que sustente la acción. Se e intereses que subyacen a las
instauran así decisiones judiciales estigmatizaciones o a las cate-
y tratamientos clínico-sociales con- gorizaciones médica, psicológica,
tra las adicciones que en sus mis- social y política. No se trata de una
mas contradicciones entorpecen el problemática “lineal” al modo de
logro de sus cometidos. una enfermedad infecciosa, con
un agente, una patogenia, una sig-
El presente estudio hace anclaje nosintomatología, un tratamiento,
en dos instancias nacionales de una evolución y un pronóstico. Las
las que se espera un papel regu- explicaciones cerradas, “prolijas”,
lador: a- el Cuerpo Médico Forense para el caso de las drogadepen-
(CMF) de la Justicia Nacional y, b- el dencias anuncian su falacia en el
Centro Nacional de Reeducación mismo envoltorio.
Social (CE.NA.RE.SO) del Ministe-
rio de Salud de la Nación. En am- Se está ante un padecimiento que
bas instituciones esos discursos rebalsa las lecturas técnicas de
y recursos adquieren complejidad la ciencia de una disciplina, que
conceptual y operativa. atraviesa lo institucional hasta
impactar geopolíticamente a la
A ambos lados del escritorio, el misma estabilidad institucional de
drogodependiente, peritado o pa- las repúblicas.
ciente, y el profesional, perito o
asistente, se reconocen “atrapa- Su economía mundial clandestina
dos” entre infinidad de preguntas y no es menor al de los otros tráficos
escasas respuestas sustentables que atentan contra la humanidad
en medio de un sinnúmero de con- y su rostro en la persona del de-
jeturas y de vacilaciones. Resulta pendiente muestra a un sujeto
haber una inmensa desproporción atenazado por la química no más
entre la responsabilidad social y que por el rótulo, al modo de un
profesional por dar cuenta de un tatuaje del alma, indeleble, de
pensar y actuar frecuentemente enfermo o criminal, marginal o
atravesado por las contradicciones tribal, “endemoniado”, “tomado”
y colisiones con otras instancias por el tóxico.
intra o extrainstitucionales, y la
presión de una comunidad que Los discursos hacen referencia al
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momento aferente del problema, sectarios o “caprichosos” en los


al registro del dato diagnóstico, efectores de la “función pública”,
los recursos aluden al momento suelen remitir a la decisión de quién
eferente propio de la intervención detenta el “poder”.
sobre la problemática. Tanto el
dato diagnóstico como la inter- Se trata de quién, circunstancial-
vención podrán estar revestidas mente, tiene el instrumento para
de diverso grado de integralidad, determinar qué hacer con ese
rigurosidad, relevancia, interdisci- sujeto considerado consumidor de
plina y coherencia. drogas con cierto nivel de riesgo
o peligrosidad que lo introduce en
A su vez se trata de discursos y una situación de urgencia o emer-
recursos que alertan y actúan en gencia. Ese funcionario público o
función de la peligrosidad jurídica efector privado, termina decidien-
con formas emparentadas bajo la do, al modo del último eslabón de
modalidad de la urgencia o emer- una cadena de desacuerdos o de
gencia clínica. criterios consensuados, mientras
el adicto recepta el cuidado y
Riesgo o peligrosidad, urgencia o la atención o es depositario del
emergencia, designan a la peren- monto de malestar y conflicto que
toriedad con que esos discursos y lo precede.
recursos deben, o se les reclama
que deben, salir al cruce de una Son dimensiones del presente
problemática drogadictiva en el estudio:
escenario de la Justicia o de la 1- Los niveles análisis geopolíti-
Salud. co, institucional, profesional y
representacional.
En este contexto se hallan distin- 2- La atención diagnóstica (afe-
tos grados de consenso o disenso, rente) y jurídica, clínica, tuto-
de convergencia o divergencia, de rial (eferente).
transducción o traslado, de acuer- 3- La institución judicial (CMF) y
do o puja, entre los estamentos sanitaria (CE.NA.RE.SO).
intra e institucionales o entre las 4- El criterio integral, riguroso,
diversas instituciones y poderes relevante, interdisciplinario,
del Estado abocados a las drogade- coherente.
pendencias. 5- La potencialidad de daño:
riesgo-peligrosidad.
De allí se derivará un fortalecimien- 6- El registro subjetivo u objetivo
to o menoscabo de la atención del daño: urgencia-emergen-
primaria o de la prevención prima- cia.
ria, secundaria o terciaria, de la 7- Los dispositivos de atención:
eficiencia, efectividad y eficacia de jurídico-clínico-tutorial.
las políticas, planes y programas 8- Lo Intra y extrainstitucional:
destinados a la problemática dro- divergente (traslado)- conver-
gadependencial. gente (transmisión).
9- Los nivel de prevención: prima-
Los recursos para “zanjar” las di- ria-secundaria-terciaria;
ferencias frente al desconcierto en 10- El correlato con otros registros
que introduce el desacuerdo y la de organismos o instituciones
confrontación, en el mejor de los ca- de otras geografías o áreas
sos científica, pero frecuentemente nacionales, provinciales o del
ideológica o ligada a protagonismos GCBA.
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En medio de las graves diferencias sistemas judiciales que determi-


conceptuales y, sobre todo, opera- nan peligrosidad e internaciones
tivas queda el sujeto dependiente a inmediatas, “en el día”, y la
la espera de una atención, circuns- consignada de los sistemas mé-
tancia que lo instala en la encruci- dicos frente a la emergencia por
jada del “doble mensaje”, “doble un lado, y la “parsimonia” con
vínculo” o “mensaje esquizofre- que las ofertas de atención de
nógeno” entre el desacuerdo o el adictos a drogas suelen operar
desatino intra e interinstitucional al punto de considerar que la
al que, por otro lado, suele estar inmediatez casi por definición
penosamente habituado desde la colisiona con los criterios de
misma psico y sociogénesis de su internación de sujetos adictos
conducta adictiva. a drogas.

Estos discursos y estas respues- Efectivamente, la emergencia


tas emergen de cada disciplina e se asocia más con sistemas
institución: afines con un perfil psiquiátrico
o médico, en ese sentido afín a
El CE.NA.RE.SO. responde al la valoración de los indicadores
problema procesando, a tra- de riesgo o de peligrosidad que
vés de criterios institucionales también manejan los jueces
médicos, judiciales, sociales, civiles o penales, que al que se
psicopatológicos, psiquiátricos, implementa en los centros de
familiares, un diagnóstico y una internación de toxicómanos.
terapéutica acorde. Prevalecer
un criterio que, al “estilo” de Por otra par te, en el CE.NA.
las Comunidades Terapéuticas, RE.SO. (Centro nacional de
otorga al peso de la demanda “reeducación social”), en Casa
terapéutica una entidad decisiva Puer to en la jurisdicción del
para indicar la internación. GCBA, o en Isla Silvia en el
S.E.N.A.F, también opera una
También la SE.DRO.NAR. res- categorización del dependiente
pecto a sus becas en Comunida- emparentada con lo psicosocial
des Terapéuticas (C.T) “se toma antes que con la eventualidad
su tiempo” en expedirse sobre médica-psicopatológica conque
lo atinado de la prestación, se interviene ante una emergen-
circunstancia que motivara la cia clínica y judicial del orden
airadas críticas de funcionarios de las aquí reconocidas bajo
y magistrados de la Justicia en las categorías de riesgo y peli-
Jornadas efectuadas en 2007 grosidad.
por la Secretaría de Estado. Esto
es solidario con un modelo pro- Llamativamente, más allá de
picio a mediatizar la demanda a las críticas no desdeñables al
través de una sucesión de recau- sistema médico-sanitario y ético-
dos de admisión ajeno al criterio jurídico, ambos dispositivos no
médico en el que la emergencia tienen, al presente, respuestas
conforma toda una razón harto a sus casos revestidos de riesgo
suficiente para admitir a un pa- y peligrosidad. Ambos registros
ciente en forma inmediata. se topan con el “no” de las ins-
tituciones psiquiátricas públicas
Parece haber una desvinculación que no admiten drogodependen-
entre la perentoriedad de los cias, con el “no” de los orga-
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nismos públicos que se abocan El consumo recreativo es cada


a las adicciones a drogas pero vez más infrecuente aumentando
que operan en base a que son el que se explica por complejas
problemáticas que no revistan problemáticas que oscilan entre
riesgo ni peligrosidad y con el lo médico, lo psicopatológico y
“no” de las clínicas psiquiátricas lo socio-familiar.
privadas que admiten indiferen-
ciadamente a pacientes psiquiá- Justamente, en tanto el uso de
tricos y toxicómanos, siempre y drogas responde a variables psi-
cuando habiliten cobertura. copatológicas y sociales violen-
tas o anómicas su adicción se
Otro andarivel de este fluir de reviste de riesgo y peligrosidad.
contradicciones discursivas y Ese diagnóstico no será hecho
recursiva es el que hace a la en la medida en que se siga
compulsiva internación de pa- reconociendo el consumo de psi-
cientes judicializados, quienes cotrópicos con la “ingenuidad”
con similar precipitación de su de un “mal comportamiento”, de
ingreso efectivizan su egreso un desvío o de una disconducta
a costa de instalar una odiosa a corregir o reeducar.
diferencia entre pacientes (juidi-
cializados y no judicializados). Desde lo ético-jurídico es viable
que la Justicia en su fuero Ci-
Las derivaciones judiciales según vil o Penal en el marco de las
las previsiones del art. 482 del normas jurídicas nombradas
C.C., la ley de internación psi- procure preservar al individuo y
quiátrica 22.914 o las medidas a la sociedad de la peligrosidad
de seguridad de los juzgados cierta e inminente para sí o ter-
criminales y correccionales son ceros instando a implementar
cada vez más ajenas a los crite- recursos de atención de los
rios alienistas de internación psi- sujetos enfermos-imputados.
quiátrica y más afines a proble- No obstante en el CMF también
máticas psicosociales vinculadas es testigo de las importantes
al consumo de sustancias. diferencias no solo respecto a
los modos de conceptualizar el
Aún cuando se hallan en revisión problema desde lo jurídico y lo
los modelos médico-sanitario y clínico, sino también aún dentro
ético-jurídico, parece que las ins- del ámbito judicial.
tituciones ni siguiera alcanzaron
a capitalizar sus recursos como Además, en el ámbito jurídico-
para desde allí proyectarse a mo- pericial se ilustra un conflicto
delos superadores. Aún rige en con lo extrajudicial, en particular
las instituciones un “discurso” con respecto al CE.NA.RE.SO.,
que gira en torno a la puja de po- a la SE.DRO.NAR. y prestadores
der institucional prevaleciendo como Casa Puerto, en función
una dicotomía entre el paciente de la demanda de lugares “cerra-
psiquiátrico y el toxicómano en dos” de modo de evitar la fuga
flagrante desconocimiento de del sujeto “peligroso contra sí o
que lo habitual es la dualidad, terceros”, circunstancia inviable
simplemente, porque las per- dada la inexistencia de tales dis-
sonas es usual que consuman positivos en el ámbito público.
drogas y padezcan enfermeda-
des mentales. Opera entre el saber jurídico y el
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clínico público un hiato que da Esto se traduce en que esa res-


cuenta de esa carencia de luga- puesta impulsiva o compulsiva que
res que eviten la ida compulsiva remite al poder de quién la impone
de los toxicómanos, obviamente (juez, policía, médico, enfermero,
no por error o ignorancia frente maestro, SAME) precipite un mayor
a los reclamos judiciales o so- grado de enajenación sobre una si-
ciales como el de las “madres tuación ya de por sí desestabilizar-
del paco”. te anímica e institucionalmente.

Se esgrime, no sin sustento, Se registra de este modo una


que la demanda terapéutica del escisión, fractura o confrontación
toxicómano es esencial para su en diversos niveles discursivo-
cura y central en la construcción institucionales:
de un dispositivo terapéutico.
Sin embargo los mejores y más Los puntos a considerar en la
agudos argumentos clínicos presente problematización son los
colisionan con el temor de los siguientes:
jueces y la angustia de la familia 1- La necesidad de acordar o
y de la sociedad porque “anden consensuar criterios e interven-
sueltos”, y “a su suerte”, su- ciones clínico-asistenciales y
jetos al riesgo y peligro de una jurídico-periciales, no solo en la
“alienación” tóxica. interfase externa a cada institu-
ción sino también en lo “domés-
Más bien se asiste a una eyección tico” de cada organismo.
del problema por fuera de la ins- 2- La presencia de un remanente
titución o de la disciplina de que de contradicciones discursivas
se trate de modo de constatar y operativas entre esos criterios
respuestas cuyo tenor impulsivo o e intervenciones y la modalidad
compulsivo constituye la forma de impulsiva-compulsiva con que se
tramitar la angustia que introduce zanjan esas diferencias según
la emergencia o la urgencia del sustentos no razonables sino
mismo modo que amerita ser trami- relativos a la prevalencia del
tada la impulsividad o compulsión actor hegemónico.
de la emergencia que hace falta 3- El atravesamiento y el conflicto,
atender. Se produce un fenómeno si bien se escenifica primor-
de revalsamiento de exigencias dialmente en la “cocina” intra
con las consiguientes respuestas e interinstitucional e intra e
precipitadas producto del fracaso interdisciplinaria, no es menos
del esfuerzo por compartir criterios cierto y relevante que por enci-
y acciones desde diferentes con- ma de ese nivel de análisis se
cepciones y recursos en torno al despliega lo geopolítico cuya
emergente dependencial. trama es necesario conocer por
más que exceda lo asible por el
Es un rebajamiento por el que se investigador, y por debajo lo ima-
“traslada” o “deposita” por fuera ginario-representacional que, si
el problema irresuelto de modo que bien es accesible al estudioso,
se suscita un acto que queda ale- por su certeza “caprichosa” se
jado de los conceptos o recursos torna difícilmente modificable, al
de la disciplina o institución clínica menos a un corto plazo.
o judicial despojando de lógica a la 4- La generación de propuestas de
respuesta. atención primaria, secundaria y
terciaria de la problemática con-
Problemática actual en adicciones: perspectiva pericial 93

siderada se podría corresponder de personas “sanas” que recu-


con el rol central de la educación rren a apuntalamientos psico-
en la protección y promoción sociales. Es un dispositivo con
del bienestar psico-social, con una grave responsabilidad ante
la centralidad de la detección la construcción, el mantenimien-
y tratamiento precoz de parte to y la promoción del territorio
del dispositivo clínico y con la cultural en el que el desarrollo
trascendencia de la justicia en de la personalidad individual
la reeducacion, rehabilitación y resulte un emergente natural,
reinserción. enriquecedor del cuerpo social.
5- La convergencia de apreciacio- Su fracaso incide en la pérdida
nes puede lograrse a través de la cohesión de los vínculos
de una metodología científica sociales y en el riesgo de ser
sustentada en una investigación violentados por un malestar
aplicada e investigación acción o conflicto inadecuadamente
que permita que el objeto de es- tramitado por medio del acto y
tudio pueda ser abordado desde la anomia.
discursos y recursos disciplina- - El dispositivo clínico-terapéutico
rios e institucionales diversos se inicia en la atención primaria
despojados de posicionamien- pero se continúa en el segundo
tos rígidos y apriorísticos de y en el tercer nivel de prevención
modo de suscitar la prevalencia de modo de atender precoz o
discursiva-operativa por encima secuelarmente, respectivamen-
de las apropiaciones del saber te, la problemática anómica,
y del saber hacer de parte de adictiva y violenta. Ha de ofrecer
sectores. prestaciones ante el sufrimiento
humano que subyace bajo el
Partiendo de tres indicadores de ropaje adictivo, ante el atenaza-
malestar (adicción, violencia y miento subjetivo de la libertad
anomia) se apela a instituciones que, sofocada, constriñe las
nacionales primariamente res- posibilidades y las potencialida-
ponsables de responder a cada des del sujeto, frustrando alter-
uno de esos tres indicadores a nativas que una vez obstruidas
través de dispositivos educativo- devienen en tensión anímica y
tutoriales, clínico-psiquiátricos y en actos compulsivos e impul-
ético-jurídicos. sivos. Es un sistema que opera
a la manera de una “cadena
- El dispositivo educativo-tutorial ganglionar”, es una barrera de
incide en lo prepatogénico de la contención de infiltraciones de
prevención primaria en la medi- malestar no satisfactoriamente
da en que la institución educati- tramitado que en algún punto del
va debería ser un blanco dilecto sistema social impartan hacien-
en los subprogramas del Depto. do síntoma o signo por lo que
Prevención del CE.NA.RE.SO. es esperable que los recursos
ante la adicción, la violencia y de intervención temprana sean
la anomia que circula a través eficientes.
de la cotidianeidad ciudadana. - El dispositivo ético-jurídico incide
Le cabe alcanzar a amplias en el nivel secundario y terciario
poblaciones valiéndose de la de prevención en torno producir
infraestructura que socialmente una acción judicial restitutiva de
la educación formal y no formal la norma, de los vínculos libres
tiene prevista para la atención ante las personas y los objetos
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y de relaciones armónicas y com- A la desculturalización, a la pérdida


prometidas con los sujetos y sus o desintegración de la identidad
elecciones personales. Debe dar social, a la orfandad de pertenen-
respuestas a la destitución del cia grupal le corresponde riesgo
necesario encuadre normativo, y peligrosidad acreedores de res-
al creciente número de inhabili- puestas.
tados, dementes en sentido jurí-
dico, imputados o inimputables, El sistema educativo-tutorial tiene
criminales o delincuentes que, una función de cuidado de ese
a edades cada vez más tempra- espacio mental y comunitario en
nas, pierden su condición ciuda- el que fluye el conocimiento y el
dana en relación directamente aprendizaje en el manejo de las
proporcional a su inscripción en coyunturas humanas cotidianas.
términos de una “peligrosidad”
clínico-social que los conduce a El “acto peligroso” se asocia a
la rotulación civil o penal que los conductas adictivas, a la violencia
designa “diferentes”. física, psíquica y sexual, a la ano-
mia, a la entronización del indivi-
En algún sentido el dispositivo duo masificado sobre el colectivo,
ético-jurídico es una herramienta impone la reconstitución de la
que alude al fracaso de los dos legalidad interna y externa.
dispositivos previos, a un margen
poblacional que queda por fuera de La restitución judicial clínicamente
la inclusión educativo-tutorial y que debería lograr tramitar el arduo
aún excede el anclaje que ofrece proceso ascendente inverso al de
lo clínico-sanitario. Es un último la cascada del desamparo, del
recurso que va a la búsqueda de acto patológico y de la destitución
lo ya desplegado en la trama social anómica en orden a la adecuación
al punto de impregnarse de un de estos grupos a los encuadres
malestar que se traduce en miedo, propios de la “normalidad” clínica,
inseguridad y zozobra. social y jurídica tanto como a la
saludable transgresión respecto a
Desamparo o exclusión subjetiva lo establecido.
y social, adicción, craving o acto
clínico impulsivo-compulsivo, y Problematizar e instalar científica
destitución o anomia ético-jurídica y culturalmente una discusión en
son tres formas de designar me- torno a estas temática responde a
noscabos subjetivos e intersubje- la demanda social implícita y explí-
tivos inscriptos en áreas nodales cita de responder a incoherencias
afectadas por la desintegración y contradicciones de las instancias
y la denigración devenida en una decisorias. Desde la preeminencia
cascada de marginalidad y de vul- de acto adictivo, violento y anómi-
nerabilidad. co en cuyo contexto el consumo
de drogas es un dato tan solo
La protección de la integridad de configurativo, a la estigmatización
los lazos interpersonales, comen- de la punición, inimputabilidad,
zando por los grupos primarios y fa- protección, inhabilitación o inca-
miliares y alcanzando a los grupos pacidad, se introducen “saberes”
secundarios e institucionales, es el atendibles o no.
basamento para que experiencias
de modelaje y de introyección se Se suman elementos con alta
repliquen y se recreen. trascendencia geopolítica como la
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sentencia de la Constitución de la internación cerrada de parte del


Nación Argentina, promulgada en hospital público psiquiátrico en
1994, en su artículo 42, que de- general y del CE.NA.RE.SO. en par-
signa al otrora ciudadano con los ticular propicia que toda situación
significativos y novedosos términos clínico-judicial designada riesgosa
de “consumidor”. o peligrosa sea remitida a esos
efectores privados que parecen
Los bienes materiales, la aptitud tener el patrimonio sobre el control
civil y el acceso al conocimiento de esta situación dañosa potencial
se hallan atravesados por la puja o inminente.
mercantilista que relega a sectores
progresivamente más numerosos En la esfera de intervención del
de la sociedad a la exclusión eco- CMF, el Servicio Penitenciario Fe-
nómica y cultural. deral (SPF) apela a sus Unidades
Psiquiátricas tras cuya internación
El progresivo debilitamiento del no es infrecuente que se determine
rol de Estado Nacional en la su alojamiento en el citado sector
administración de salud, acción privado de internación con control
social, educación y justicia se de ingresos y egresos atentos a
correspondió con el protagonismo que una vez por fuera del SPF la
en aumento del sector privado en continuidad de los tratamientos
su prestación. de los inimputables es dable que
deba efectuarse en instituciones
Por supuesto la administración de que garanticen la permanencia del
justicia, como el gobierno, siguen paciente aún contra su voluntad.
siendo patrimonio indelegable del
Estado pero con la salvedad de Por fuera y previamente a esos ám-
que en caso de resultar necesario bitos clínicos privados o estatales
un dispositivo que opere la imple- penitenciarios, ambos privativos
mentación de recursos extremos de la libertad, se asiste a la dis-
frente al sujeto psíquicamente en función o patología psicosocial que
emergencia una opción próxima resulta o se profundiza a partir de
es la privación “legítima” de su actitudes, conductas o comporta-
libertad a través de la internación mientos de carácter depresivo o
psiquiátrica. conflictivo que recursan en nuevos
y más graves padecimientos.
No existe un espacio que propicie
la convergencia interinstitucional, Se trata de graves trastornos acor-
interdisciplinaria y rigurosa cientí- des con una clínica del quebranto
ficamente en orden a una visualiza- por la que se inclina la sociedad
ción coherente de su complejidad bajo el peso de un sufrimiento al
tanto conceptual como operativa. que responde escotomizada, des-
De existir ese espacio la aludida agregada e ineficazmente, desde
compulsión interinstitucional, con estrategias deshilvanadas.
sus afluentes más imaginarios o
ideológicos que científicos, tendría La envergadura de la disfunción,
un cierto reaseguro de preeminen- la incoordinación de las acciones
cia de lo objetivamente saludable para resolverla y la contradicción y
sobre los avatares de las pujas de entorpecimiento entre lo operado
poder entre sectores. por unas y otras instancias institu-
cionales conllevan a un desgaste de
La resistencia a toda forma de recursos humanos y materiales.
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Deviene perentorio efectuar un prometen gravemente la identidad


monitoreo permanente del curso subjetiva, la armonía y la vitalidad
y resultado de las acciones en moral de la comunidad.
los distintos ámbitos donde se
atiende esta clínica del comporta- Aún las poblaciones que podrían
miento adictivo, violento y anómico darse por preser vadas de esta
(a.v.a.). amenaza también lo sufren en la
medida del impacto demoledor de
Las instancias institucionales sus efectos de modo que queda
consignadas protagonizan, en este comprometida la totalidad de
sentido, una respuesta educativo- los sectores sociales, con o sin
tutorial con particular incidencia una deleznable complicidad de la
ante el desamparo social, una conducción política. Se hace difícil
alternativa clínico-terapéutica de reconocer el curso de los intereses
alto protagonismo en la patología que circulan entre quienes tienen
del acto y una intervención ético- la decisión política en el dictado de
jurídica cuya presencia se impone normas legales y en la implementa-
ante la destitución normativa. Sin ción de acciones ajenas a la mar-
embargo unos y otros dispositivos cación de los grupos considerados
atraviesan unas y otras instancias una amenaza para la paz social o
clínico-juridicas siendo su estudio para la seguridad publica.
central tanto en un organismo na-
cional y descentralizado como el En los medios de difusión masiva
CE.NA.RE.SO., como en una institu- se levantan construcciones expli-
ción también nacional y autónoma cativas que redundan en la insta-
pero con un discurso y operatoria lación de “fetiches” que designan
diametralmente opuesta como es culpables. La cultura postmoderna
el CMF de la Justicia Nacional. del consumo y de la imagen abona
a un vaciamiento de la identidad
Una arista del problema designa tanto cultural como individual
a la patología o a la vulnerabilidad conformando en emergencia con-
del individuo o de su grupo pri- ductual a la adicción, la violencia
mario o familiar y a los recursos y el desamparo.
clínicos y socio-educacionales, de
contención y cuidado judicial en Corresponde discriminar en este
sus fueros civil o penal. punto la problematización de cau-
sas, motivaciones, mecanismos y
Otra dimensión, supraunitaria o efectos o consecuencias de una
global, se conforma por la trama lectura ético-jurídica ajena a la
comunitaria, geográfica, econó- ciencia aunque tan íntima al sufri-
mica y cultural cuyas variables miento humano.
atienden emergentes de desam-
paro, adicción, violencia, anomia Una conducta violenta podrá ser
o delincuencia desde el punto de “justificada” judicial y médico le-
vista histórico, antropológico, so- galmente por haber mediado una
ciológico, político, y religioso. intoxicación, un episodio comicial
o una psicosis, no obstante ese
Desde una u otra dimensión se manto de sustentable compren-
está ante padecimientos, disfun- sión y desimplicación subjetiva
ciones y disarmonías conductua- respecto a la incomprensión del
les-compor tamentales que han acto criminal y/o a la dirección de
adquirido magnitudes que com- sus acciones no atenúa el justo
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dolor de los damnificados para El desplazamiento del sujeto y de la


quienes poco importa el desarrollo expresión simbólica del malestar y
científico de los causales de inim- la introducción del vacío semiótico
putabilidad del autor del crimen. generan un individuo desimplicado
y violento, funcional a una trama de
A su vez este mismo relevamien- comportamientos tan propiciados
to permite recabar información desde el anonimato del doble men-
respecto a la desorientación o saje institucional y cultural como
al cercenamiento de los actores particularmente sancionados por la
institucionales responsables de necesidad de dar con responsables
la construcción de una propuesta individuales a quienes culpar.
conjunta y compleja a tenor de lo
se que se intenta resolver. El final de esta cascada de males-
tar y sanción es, previsiblemente,
La sociedad espera que los niveles la materialización del enojo sobre
intermedios entre la decisión políti- quién, adicto, delincuente o violen-
ca gubernamental y el padecimien- to, deposita el malestar.
to a.v.a. de las poblaciones casti-
gadas por este problema generen El médico, el trabajador social, el
y promuevan la implementación educador o el juez, lejanos a los
de investigación, capacitación y responsables velados que operan
acción, que se innove, que se cree muy por encima o por fuera de
y se ingenien estrategias eficaces, la traducción sanitaria, social o
efectivas y eficientes. jurídica del problema, luchan en la
trinchera del problema.
El acto clínico que hace de signo
de ese malestar cultural es, por lo El desvanecimiento de la tensión
mismo, frecuentemente asintomá- que motoriza al sujeto y a su his-
tico, su tenor subclínico podrá ser toria introduce vínculos endogrupa-
detectado por educadores, su clíni- les primarios emparentados con el
ca es probable que no se traduzca miedo, el odio o la desimplicación,
en malestar subjetivo sino en acto tres experiencias anímicas que
disruptivo, su transgresión a la han venido a regular el tiempo y el
norma jurídica seguramente de- sentido de la vida social.
vendrá en una respuesta policial,
penitenciaria y judicial ajena a una Emergen así grupos cuyos códigos
implicación en el acto cometido o no incluyen necesariamente la
permitido. En uno u otro caso, pre- circulación o el uso de estupefa-
valece la acción sobre la angustia, cientes en la medida en que la
una emisión despojada de valor droga no es el problema, como
simbólico, anómica, eyectada por tampoco lo son las armas respec-
fuera del registro humano, portado- to a la violencia ni lo es la crisis
ra de un desamparo que no transita socio-económica en cuanto al des-
por lo socio-económico sino por la amparo social.
alienación subjetiva que lo enmar-
ca. Dentro del espectro del acto Los discursos judiciales no logran
la psiquiatría forense hace una centrar su función y su cometido
traducción en forma de entidades ante la problemática de las adiccio-
que atraviesan lo psicopatológico, nes al punto de ni siquiera lograr
lo social y lo jurídico, conformando inscribirse claramente si se está
una realidad que excede la suma frente entidades de incumbencia
de sus partes. civil o penal.
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El problema es asumido de modo Esto implica una ciencia de la


diferente según opere un juzgado salud en permanente circulación,
de uno u otro fuero y según el retroalimentación o feed-back con
informe médico forense responda la realidad global sobre la que la
sustrayendo o introduciendo al justicia ha de juzgar de forma que
causante en las previsiones de la emerjan coherencia, rigurosidad,
imputabilidad o de la incapacidad. relevancia, integralidad e interdis-
En el caso del uso de estupefa- ciplina científica.
cientes, el mismo causante que
puede ser objeto de una acción De la intersección entre el saber
civil en los términos de la protec- clínico, el educativo, el social y el
ción de persona del art. 482 del jurídico se podrá fundar la com-
CC, también puede serlo de una plejidad del objeto de estudio, su
acción penal en el contexto de la sustento teórico y las respuestas
ley 23.737. De por sí los exper- institucionales adecuadas.
tos en el aspecto jurídico de las
drogadependencias no terminan Una construcción teórica en térmi-
de acordar si corresponde o no nos hipotético-deductivos retorna
la penalización de la tenencia de en nueva teoría una vez que halla
estupefacientes para uso personal incursionado en el criterio inductivo
o si le corresponde solo al fuero que abreva en lo contingente y co-
civil atender el problema. tidiano de modo de alcanzar inter-
venciones progresivamente crea-
Las consignaciones psiquiátricas, tivas y eficaces. De la prevalencia
hospitalarias o judiciales, ilustran compulsiva o del transvasamiento,
tanto desde el punto de vista consenso o transgeneración resul-
inductivo en torno a la singulari- tará la sustancial diferencia entre
dad psicojurídica del caso como tratamientos sustentados en la
hipotético-deductivamente respec- represión y aquellos restitutivos
to a los resortes socioculturales y y atentos.
geopolíticos.

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