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Genética,

cultura y género
Para comenzar podríamos basarnos en la teoría de la evolución
donde a pesar que el humano empezó a migrar a diferentes
continentes hace 100000 años todos pertenecemos a esa misma
tribu africana que fue evolucionando para adaptarse a diferentes
ambientes, y que a pesar de las diferentes costumbres, colores o
género nos parecemos más de lo que creemos entre sí.

Biología y género:
Sexo y género en psicología son enunciados completamente diferentes; sexo, se refiere a
hombres y mujeres como dos categorías biológicas basadas en cromosomas, genitales y
características sexuales secundarias.

Género, se refiere a las características que las personas asocian con hombres y mujeres y
que pueden tener sus raíces en lo biológico, en la cultura, o en ambos, como usar vestidos,
gustar de los deportes, tener el pelo largo, querer más parejas sexuales, ser más agresivos
físicamente y tener agrado por las compras.

Género y hormonas:
La psicología evolutiva podrá explicar las razones por las que las diferencias sexuales se
encuentran arraigadas en los procesos biológicos, pero no nos explica cómo. Una manera
en que lo biológico influye en las diferencias sexuales es a través de las hormonas,
químicos en nuestros cuerpos que pueden afectar nuestro comportamiento y estado de
ánimo.

La testosterona que es la hormona prominente en hombres, esta ligada a la dominación y


agresividad. Cuando hay cambio o desniveles hormonales estos pueden influir en la
personalidad de una persona.

Cultura y comportamiento
Es importante comprender que la biología y la cultura no son influencias por
completo separadas. Las más de las veces, interactúan para producir la diversidad
de comportamientos que puede observar a su alrededor.

Pero para entender mejor como la cultura puede influenciarnos, entendamos que es
primero, cultura, son conductas ideas, actitudes y tradiciones perdurables que
comparte un amplio grupo de personas y que se transmiten de una generación a la
siguiente

Aunque algunas normas son universales, cada cultura tiene sus propias normas: reglas que
determinan lo que es el comportamiento social aceptado y esperado.

La variedad de roles de género en distintas culturas y a lo largo del tiempo demuestra que es
indudable que la cultura ayuda a construir dichos roles. Los roles conforme al género han variado
conforme a los países y el tiempo, en una cultura occidental, como es Pakistán, Arabia Saudita o
países más tradicionales, algunas mujeres todavía no tienen derecho a opinar, manejar o vestir de
cualquier forma que ellas deseen, es como si voláramos en el tiempo y calláramos en un país menos
tradicional en los años 40 donde todavía muchas mujeres se les esperaba que actuasen de cierta
forma.

La perspectiva cultural destaca la diversidad humana: las conductas e ideas que definen a un grupo
y que se transmiten de generación en generación. Las diferencias en las actitudes y
comportamientos de una cultura a otra indican el grado al que somos el producto de las normas y
roles culturales.

A pesar de nuestras diferencias, tenemos reglas universales que hacen que nos parezcamos mucho
como sociedad, por ejemplo el incesto, asesinato o canibalismo son 3 actos maléficos que no se
aceptan en ninguna sociedad.
¿EN QUÉ SE PARECEN VARONES Y MUJERES Y EN QUÉ DIFIEREN?
Somos similares en muchos rasgos físicos y en las etapas del desarrollo durante la primera infancia,
como la edad en que se sientan por sí solos, en que salen los dientes y en que caminan. También
son muy parecidos en cuanto a una diversidad de rasgos psicológicos, como vocabulario total,
creatividad, inteligencia, extraversión y felicidad. Las mujeres y los hombres experimentan las
mismas emociones y añoranzas, ambos adoran a sus hijos y tienen cerebros de apariencia seme-
jante.

Nuestras diferencias se van dando desde que nos asignan un género y nos enseñan como debemos
comportarnos dependiendo del mismo, aunque podría decir que estas son más marcadas en la
pubertad cuando nuestra masa muscular, grasa y altura empiezan a diferir, también nuestras
hormonas entrarán al juego y empezaran a modificar nuestra personalidad, aunque no es todo
regla algunas ocasiones un hombre puede tener una personalidad más femenina o viceversa o
tener gustos por las compras o una mujer pueda tener gusto por los autos y la aventura.

Agresión y sexualidad
Los hombres a diferencia de las mujeres suelen ser más agresivos, existen encuestas en
donde los varones admiten ser más agresivos, sin embargo esto no significa que las
mujeres no cometan actos agresivos, ellas tienen más probabilidades de cometer actos
agresivos indirectos, pero en todo el planeta es mucho más frecuentes que varones
lastimen a otros a través de la agresión física.

En comparación los hombres tienen más probabilidades de iniciar antes su vida sexual que las
mujeres, tienden a fantasear más sexualmente, a tener más parejas, a masturbarse con más
frecuencia, tienen más interés por la pornografía.

Aunque no todo es diferencia entre hombres y mujeres, al final nos podemos dejar llevar por
impulsos y estímulos, una mujer puede ser tan agresiva como un hombre aunque es un porcentaje
muy bajo y las mujeres también pueden sentirse estimuladas por diferentes situaciones en el
ámbito sexual.

No debemos de pensar en la evolución y en la cultura como si estuviesen en competencia. Las


normas culturales afectan nuestras actitudes y comportamientos de maneras sutiles, pero
poderosas. Pero no lo hacen independientemente de lo biológico. Al final de cuentas, todo lo
social y lo psicológico es biológico. Si las expectativas de los demás influyen sobre nosotros es
por nuestra programación biológica.

Las diferencias sexuales podrán iniciarse en las exigencias biológicas de ser hombres o mujeres,
pero no terminan allí. La cultura toma las diferencias sexuales biológicas y las moldea en roles y
expectativas de género culturalmente universales y culturalmente diferentes. Incluso en una era
de mayor equidad de género y de una mayor atención a la movilidad de género, este, al igual que
lo biológico y la cultura, continúa influyendo sobre nosotros.

Las explicaciones biológicas y culturales no tienen que ser contradictorias. De hecho, interactúan.
Los factores biológicos operan dentro de un contexto cultural y la cultura se desarrolla a partir de
las bases biológicas. Algunas investigaciones emergentes en el campo de la epigenética
muestran que los genes se expresan en algunos ambientes, pero no en otros.

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