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Durante la infancia y la adolescencia

v En la niñez y adolescencia, el ejercicio ayuda a controlar el peso


corporal.

v Contribuye a la salud de los huesos.

v Estimula la confianza en uno mismo.

v Establece patrones de sueño saludables.

De los 20 a los 30

 Al rededor de los 25 años el VO2 máx disminuye hasta un 1%


cada año, y los tiempos de reacción se amplían, el ejercicio
ralentiza este declive.

 Aumenta la masa muscular magra y la densidad ósea.

De los 30 a los 40

Similar al anterior se puede agregar:

Ø Mejora las funciones cardiorrespiratorias y musculares.

Ø Incrementa la salud ósea.

Ø Reduce el riesgo de enfermedades no transmisibles y depresión.

De los 40 a los 50

ü Contrarresta la acumulación de grasa, revirtiendo la pérdida


normal del 3 al 8% de masa muscular que se produce cada
década.

ü Incrementa el peso magro en 1,4 kilos, aumentando la tasa


metabólica en reposo (TMR) en un 7% y disminuyendo el peso
graso en 1,8 kilos.

De los 50 a los 60

o Previene la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

o En las mujeres posmenopaúsicas el riesgo de padecer dolencias


cardíacas.
De los 60 a los 70

 Puede ayudar a prevenir diferentes tumores como el cáncer de


mama o el cáncer de colon.

 Reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como


afecciones cardíacas y la diabetes tipo 2.

De los 70 en adelante

ü Ayuda a prevenir la fragilidad y las caídas, y es beneficioso para


mantener las habilidades cognitivas.

ü Al pasar por una enfermedad en estas edades el ejercicio ayuda a


la pronta mejoraría de la misma.

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