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PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO PÚBLICO CONTEXTO DEL

SIGLO XXI

Mgr Ruben Dario Naranjo Saldarriaga

Resumen. El pensamiento administrativo ha tenido su evolución acorde


a las dinámicas humanas, sociales, empresariales, acorde con la sociedad,
la economía, la política y con el mundo internacional -globalización-, y
hoy aún algunas de ellas se mantienen y siguen vigentes, otras más han
hecho parte integral, como son: la tecnología, los sistemas de gestión de la
calidad, la investigación y el fortalecimiento del recurso humano, con los
cuales podrá mantenerse latente, actualizada, en un ejercicio más activo y
dinámico, teniendo en cuenta sus requerimientos y algunos cambios y
transformaciones, siendo donde allí donde radica su importancia actual y
la validez que tienen al interior de la administración pública.

Introducción. 

El pensamiento administrativo a través de los tiempos ha tenido diversas


corrientes como parte del transcurrir de la humanidad, las cuales de una u
otra forma han llegado y a la vez han hecho parte del ejercicio de la
administración pública; sin desconocer los aportes hechos, las propuestas,
sus teorías, el contexto privado y su origen en pro de una productividad
particular, con beneficios netamente económicos, estos de una u otra
forma han sido adaptados a los procesos administrativos de lo público,
teniendo en cuenta la dinámica conflictiva que a veces presenta por
factores sociales, económicos, ideológicos, organizacionales y
especialmente los políticos, sin dejar de lado la complejidad que demanda
el ejercicio del Estado y las instituciones que la conforman, no solo por su
propia dinámica, sino también por sus recursos que son macros al igual
que sus responsabilidades, las cuales van de la mano con la
reglamentación normativa, la que establece sus compromisos y
obligaciones frente a la sociedad, al ciudadano, a sus procesos políticos y
de igual forma frente al mundo en relación con sus dinámicas, cambios,
avances, el juego económico, los Derechos Humanos, los cuales presentan
una mayor relevancia en el accionar de los gobiernos y sus Estados.

Actividad administrativa pública en la actualidad.

En la actualidad, los procesos administrativos tienen procedimientos más


técnicos, avanzados y con un componente tecnológico muy fuerte, el que
responde también a los avances del mundo actualmente, por ejemplo,
como en el caso de las comunicaciones que cada día hacen parte integral y
esencial de las actuaciones privadas, comerciales, científicas, industriales,
y de igual forma las gubernamentales, con la finalidad de lograr el
establecimiento de una relaciones más diligentes, activas y oportunas con
sus sociedades, por razones de información, trasparencia,  participación
ciudadana, y difusión de los diversos procedimientos que conllevan a la
inclusión de las ciudadanas y ciudadanos en todos este tipo de
actuaciones. Por todo esto el pensamiento administrativo actual, deberá
modernizarse primero: para estar a la vanguardia de los avances y los
cambios de los países y de las sociedades más avanzadas, así lograr ser
competitivo para intercambios de índole comercial, tecnológico,
industrial, de conocimientos, al igual que en la prestación de servicios, y
poder lograr mayores intercambios y posicionamiento positivos en sus
quehaceres y no ser relegados por aspectos de atraso, desconocimiento y
falta de competitividad. Lo segundo, por situaciones de aspectos políticos
de orden negativo, los cuales han llevado a que pierdan credibilidad,
confianza y aceptación ante su ciudadanía, debido a esta serie de
inconvenientes muy propios de la cotidianidad política y la cual hace
parte de un gobernante en el ejercicio del poder. Los Estados en los
umbrales del siglo XXI, son catalogados por sus actuaciones,
procedimientos y sus resultados, esto ha llevado a la catalogación que se
les ha otorgado como: Estados Desarrollistas, aquellos que han tenido un
rol esencial en el desarrollo social y económico; Estados Administradores:
son los que se dedican a la organización de los servicios públicos y
establecen las reglas de juego de la economía; Estados Rentistas: donde
algunas elites vinculadas al poder político, militar y económico, reciben la
rentabilidad que viene de sus recursos naturales y nacionales, y sus
ganancias, algunas veces las distribuyen con sus conciudadanos; Estados
Depredadores: donde su única finalidad es obtener la mayor utilidad
particular en el menor tiempo posible. (Calame 2003). Aquí hay una serie
de procedimientos administrativos en lo referente al manejo de lo público,
del Estado y de sus recursos, independientemente de las actuaciones y
resultados, pero es acá donde deberá pensarse una guisa administrativa
que potencie su actuación y que le de la dirección correcta para llevar a la
sociedad a una mejor calidad de vida, para ello la organización estatal
tendrá que administrar de tal forma que cumpla con los objetivos sociales,
constitucionales y los demás relacionados -económicos, políticos y
culturales-.  No hay que olvidar que la tradición administrativa es un
concepto multidimensional, la cual combina aspectos geográficos,
históricos, sociales y culturales donde se asignan elementos estructurales
y funcionales de la administración pública, y estribado en ellos, deberá
accionar la dirección administrativa para lograr una mayor funcionalidad.

La modernización de la administración pública se hace cada más


necesaria, pero especialmente debido a que tenemos sociedades más
exigentes, teniendo en cuenta los nuevos cambios en el mundo actual, por
todo esto, tendrá que enfrentar nuevas transformaciones y nuevas
variaciones, y así, para que la administración pública alcance una mejor
organización estructural y procedimental, además para lograr prestar
mejores servicios, obtener mejores resultados y a la vez mejores
actuaciones, al igual que alcanzar una mejor calidad en los servicios que
presta, para esto se requiere de procesos administrativos que generen
confianza y aceptación, ya que todo esto demanda en razón de sus costos,
ciertas responsabilidades, obligaciones legales y sociales, aunado a ello
deberá transmitir de forma esencial una credibilidad que tendrá que
llevarla a través de sus resultados y logros en beneficio de la nación.

El resquebrajamiento político por razones de otro tipo de intereses, es lo


que ha afectado tanto a la administración pública, desde llegar a perder
un alto porcentaje de credibilidad en la sociedad. (Cabrero 1997).

La administración pública actual ha incluido en sus procedimientos


nuevos procesos, los cuales han tenido origen en la administración
privada, tales como los sistemas de gestión de la calidad, el gobierno en
linea, el mejoramiento en la atención al cliente, el manejo de los medios
electrónicos como parte de sus actuaciones frente a la sociedad para
mantenerla informada y comunicada. Todo esto convoca un nuevo
pensamiento administrativo en lo referente a lo público, lo cual busca
fortalecer su legitimidad o en su defecto recobrarla; mientras haya
mejores servicios y con mayor calidad, se podrá confiar en los procesos
administrativos, ya que estos deberán ser modernizados y actualizados, y
por ende más competentes y acordes con las exigencias y requerimientos
de la sociedad.

La actividad administrativa requerirá cada vez de un mayor progreso, y


para esto tendrá que contar con un crecimiento técnico; el fortalecimiento
de algunas áreas que a la vez serán más especializadas, para ello
necesitará estribarse en la complejidad de la dinámica social, para que
desde allí, no solo dirija sus actuaciones de forma acertada, con un
manejo apropiado de sus diversos recursos, sino que también los pueda
diseminar entre todas sus acciones logrando con ello la satisfacción de las
ciudadanas y ciudadanos, así como en los casos de la planeación, la
organización, la ejecución, el control y la gestión de los recursos, el logro
de avances significativos, de impacto y que se vean reflejados en la
valoración de la sociedad, y de igual manera en los contextos tanto
nacionales como internacionales.

Todo esto sin olvidar que en cuanto a tecnología se refiere, lo único que a
veces se moderniza son los equipos, y esto requiere de tecnologías mas
avanzadas y mejor empleadas, que den respuesta a las necesidades de la
entidad o institución, para esto se necesitan programas, mecanismos y
demás que fortalezcan la actividad administrativa pública. En la
comunicación electrónica, deberá trascender no solo las páginas web y
redes sociales, deberán ser espacios que no solo informen sino que
también permitan interactuar con la administración, por ello, estos
medios electrónicos tendrán que estar a la vanguardia y en un
funcionamiento constante, oportuno e inmediato, para lograr ese objetivo
con toda la ciudadanía.

Dentro del proceso de la administración pública, más allá de su


modernización y su actuación tecnificada, deberá articularla con procesos
de investigación que permitan de manera científica conocer más a fondo
sus problemáticas, detectarlas, priorizarlas y poder resolverlas acorde a
sus normas, necesidades, recursos y demás procedimientos que a bien
tenga para ello. La ciencia será siempre un componente vital del ejercicio
administrativo, además porque siempre será una herramienta clave para
poder lograr una administración más objetiva, empero hay que tener en
cuenta que el empleo de la investigación en la administración proviene de
la escuela de la administración científica, la que fue planteada en los
inicios de siglo XX por el ingeniero mecánico americano Frederick W.
Taylor, el cual realizó observaciones y estudios sobre la industria del
trabajo, y los cuales aún siguen vigentes, es el caso de algunos de los
componentes que requiere la administración (Mayers 2001). La ciencia
siempre será un apoyo fundamental para la organización, el
fortalecimiento y el desarrollo de la administración pública. La
experiencia regulariza la acción natural, así como solo el estudio y
observación de la naturaleza política pueden formar una ciencia para el
arte de gobernar a los seres humanos. (Guerrero 2004).

La investigación en la administración pública es otro componente


fundamental, ya que ésta es un proceso esencial en el conocimiento
profundo, determinado y acertado de la misma, seguidamente la práctica
administrativa pública tiene extensos alcances, debido a sus dinámicas
articuladas con otras ciencias, casos como la jurídica, económica, social,
política, cultural, etc, esto hace de la administración pública una ciencia
más compleja, amplia, y muy diversa, ahora esto también la conduce a un
enfrentamiento en una crisis de identidad, sin embargo, lo que identifica
plenamente la ciencia administrativa, es el establecimiento de las
relaciones entre los administradores, la sociedad y el gobierno; la
conservación de los medios para el sostenimiento y fortalecimiento de
esas relaciones, por el accionar de las autoridades públicas en lo referente
con el orden social, teniendo en cuenta también la importancia del interés
público y el general.

La administración pública en razón de su ejercicio, produce una acervo de


documentos donde queda plasmada toda una serie de evidencias sobre los
diferentes procedimientos, objetivos, metas, resultados, indicadores, y
otros actuaciones propias. Esta documentación reviste una gran
importancia para el ejercicio investigativo, y que a la vez es una fuente
invaluable para este proceso. La administración pública se concibe como
una disciplina científica con todos los aspectos que implica esa categoría; 
ya que permite la identificación de su objeto de estudio, aunado a ello el
instrumental científico empleado para describir, reescribir, explicar y
analizar sus procedimientos, los anteriores elementos son una prueba de
su carácter científico, los cuales deben ir de la mano con los diferentes
procesos administrativos de lo público. Todo lo anterior sin dejar por
fuera algunas posiciones de autores como Dahl, Gulik, Simón, Gomez,
Diaz de Leon entre otros, en lo referente a esta ciencia, sí es una ciencia
aplicada, o básica o finalmente requiere de ambos conceptos, esta
discusión es para otro espacio y otro momento, lo que si es clave y debe
tenerse en cuenta es la importancia de la investigación y el rol que juega
en el pensamiento administrativo público, lo que servirá para discernir
problemas, tomar decisiones, realizar procesos de planeación,
construcción de políticas públicas, procesos de reestructuración y
organización, elementos gerenciales, factores operativos, funciones
instrumentales y todo los demás que estén al servicio de la administración
pública y otras tantas actuaciones propias de la misma.

Un actor relevante en el pensamiento administrativo público, es el ser


humano, el que tiene la responsabilidad de la acciones por medio de sus
actuaciones y el que desempeña un rol crucial, debido a sus relaciones, a
su ser como persona, propiamente encargado de las relaciones humanas;
la teoría presentada por Elton Mayo, en el transcurso de la evolución del
pensamiento administrativo, y otras teorías que a través de las diversas
escuelas como: la clásica; la de las relaciones humanas; la teoría
neoclásica; el enfoque de sistemas; y la teoría de las contingencias entre
otras, pero la que hoy ha seguido teniendo gran importancia en el proceso
administrativo, es la referida al ser humano, y más en la actualidad
cuando estamos hablando de estados sociales de derecho, esencialmente
en lo relacionado con los derechos humanos, los cuales ya son inherentes
a la actividad de la administración pública, por las implicaciones que esto
requiere y demanda, ya que todo el accionar administrativo de lo público
gira alrededor del ser humano, tanto el que presta el servicio como el que
lo recibe, y ahí hay una serie de relaciones implícitas que son las que
establecen la dirección del ejercicio público, especialmente porque
demandan de una cierta sensibilidad humana; un determinado perfil para
cada proceso; una preparación acorde y referida con la responsabilidad
que se debe encarnar, con la tarea a ejecutar, ya que para esto se
requieren de algunos talentos (Bonnin 1809). Además, hay unos valores
relacionados con su conducta y su moralidad, buscando con ello
garantizar el ejercicio, el desempeño en el cargo, y la objetividad de sus
actuaciones. Complementariamente, los procesos administrativos
actuales requieren de personal más capacitado, preparado, perfilado y
especializado para la realización de su trabajo, actualmente las nuevas
tecnologías, la comunicación, la economía y la globalización, requieren
personal no solo con conocimientos propios del cargo, sino con otros
complementarios como un segundo idioma, conocimientos sobre los
avances del servicio y la calidad que ello implica, y las reglamentaciones
tanto nacionales como internacionales. La preparación para ejercicio
profesional en la administración, se ha sustentando por lo general en la
gestión y la política, y no en el derecho propiamente (Colino 2013).

En la temática relacionada con los funcionarios, es cada vez más compleja


por el juego político, donde a veces no se acierta ni mucho menos se tiene
una responsabilidad en la selección del perfil de las personas a
desempeñar los cargos, sino que obedece a otros intereses, los cuales van
en detrimento del proceso administrativo,  con un agravante, que en
ocasiones estos funcionarios parece que los entrenaran para pensar que
tan solo ellos son los que tienen la capacidad y el derecho de establecer lo
que constituye el interés público.

El accionar público es más complejo y por lo tanto requiere de una mayor


capacidad de respuesta por parte del servidor, también necesita de unos
conocimientos apropiados de las diferentes normas, las cuales establecen
todo el procedimiento administrativo, como complemento especialmente,
tener la capacidad de asimilar su función como ser humano y la relación
con otros seres humanos, que allende del simple desempeño de una labor,
tiene la necesidad de poder interactuar con cualquier tipo de ciudadana o
ciudadano, sin sin importar su vinculación política, religiosa, su posición
económica, étnica, de género, posición social o estrato, y todo esto se
relaciona en lo referido al servicio que debe prestar el Estado, y por lo
tanto, teniendo en cuenta la responsabilidad social de un gobernante,
deberá brindar el mejor servicio, en las mejores condiciones, con la mayor
responsabilidad y compromiso, teniendo como referente que los
funcionarios públicos están allí es para servir a la comunidad, en
cualquier tipo de condición o situación, para ello se ha venido
implementando sistemas de gestión de calidad, para así, cada vez que se
requiera, ser mejor en esto de la actividad administrativa pública. Pero
todo lo anterior se puede ver desvirtuado si en las administraciones
públicas los recursos humanos se hayan sometidos a fuertes presiones
tanto internas como externas, debido a las crisis económicas, las cuales
siempre se traducen en la reducción del gasto público, y este se ve
reflejado siempre en el recorte de personal, en otras ocasiones en el
recorte de sus ingresos laborales o algunas veces en el deterioro de sus
sistemas pensionales. Teniendo en cuenta la responsabilidad de los
funcionarios públicos, esto no es un buen síntoma, ya que ello se verá
reflejado en el cumplimiento de sus funciones, en sus rendimientos, su
desempeño, en las relaciones tanto internas como externas con la
ciudadanía, y en lo referente al sentido de pertenencia con la
institucionalidad, lo cual arrojará resultados catastróficos.

Otro aspecto más que se suma a lo anterior es la permanencia


fragmentada en los cargos, y más que todo actualmente donde el trabajo
en la administración pública se realiza por medio de contratos de
prestación de servicios y por temporalidades definidas, lo que no
contribuye a la continuidad de ciertas políticas, planes, programas y
proyectos de la institucionalidad pública, por lo tanto, es el recurso
humano dentro del pensamiento administrativo público el axial que
permite, faculta y garantiza el accionar administrativo, entonces por ello
deberá considerarse todos los procedimientos que garanticen su
estabilidad y permanencia logrando darle una mayor continuidad en la
actividad administrativa pública.

Conclusión

El pensamiento administrativo público actual debe asumir y enfrentar


cambios constantes y frecuentes que fortalezcan la actividad pública
desde la relación activa y política; incluir de forma más técnica y
profesional los retos de la TIC’S; establecer una normatividad
administrativa que vaya en procura y bienestar del recurso humano que
administra lo público en pro de la sociedad. Competir en materia
administrativa frente a los retos que que impone el mercado y la
globalización sin perder el sentido de lo humano, y tener muy en cuenta
que los procesos históricos, administrativos siguen vigentes y presentes,
solo que mejorados, actualizados e inmersos en la dinámicas de la
globalización. También para lograr impactar más en los procesos
administrativos de lo público, y considerando que la administración
pública como ciencia, requiere de actividades investigativas con el
objetivo de mejorar, ampliar y plantear nuevas teorías que vayan en favor
de su crecimiento para alcanzar una mejor gestión. Pensar más en la
formación  y preparación de la función pública para enfrentar los nuevos
retos, exigencias y demandas que tiene la administración pública tiene
frente a las sociedades del sigloXXI, teniendo como referente las
relaciones humanas, las que debe establecer entre la sociedad, el gobierno
y el Estado, en procura de una mejor calidad de vida de sus ciudadanas y
ciudadanos, y para lograrlo de una manera más efectiva, ejercer la
actividad administrativa con una gestión de calidad acorde con las
exigencias de los procesos y procedimientos que tiene que asumir para
tales fines.

Referencias

Calame (2003) Hacia una revolución de la gobernanza. París: Editions


Descartes &Cie

Cabrero (1997) Cambio en la administración pública: Buenos Aires.


Editorial Siglo XXI.

Guerrero (2004) Principios de administración pública. Mexico: Fondo de


cultura económica.

Bonnin (1809) Principes d’administration publique. París: Imprimeur –


libraire.

Colino (2013) Gobiernos y administraciones publicas en perspectiva


comparada. Valencia Tirant lo blanco.

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