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RESUMEN LA CINEMATOGRÁFICA HISTORIA DE JESÚS

Asumiendo que el cine ha constituido una estrategia metodológica para aludir a dicho

acontecer en forma cualitativa – sin perjuicio de las implicaciones estéticas de las obras

cinematográficas-, también en él se encuentra tal dilema. En efecto, desde muy «jóven», la

tendencia que podríamos llamar hegemónica del cine, descubrió que le era indispensable

construir personajes. Desde luego que en esto último retomó la tradición del teatro clásico y

de la novela, inicialmente en forma mecánica por medio de lo que se denominó el «film

d’art» pero luego empezó a desarrollar dentro de su práctica dramatúrgica lo que el cineasta

ruso Vasilev Pudovkin denominó «los Tipos», en una época que coincidió con los años en

que el sociólogo alemán Max Weber planteaba una teoría en la que hablaba de algo

similar. La idea de que los seres humanos son capaces de orientar mediante sus decisiones

el curso de su vida dio origen, en los albores de la industria fílmica, a diversas tendencias

dramatúrgicas que van desde las que destacan al individuo bien sea exitoso o bien sea al

empobrecido y despistado hasta las que dejan tales decisiones en la colectividad .

La tendencia basada en la creación de personajes también fue bastante evidente en los

orígenes del llamado cine documental, en el que sólo a modo de ilustración se puede citar a

«Nanook del Norte» y demás obras de Robert Flaherty. Por su parte el recién instaurado

régimen soviético, en los años 20 y el documentalismo inglés en los años 30 se encargaron

de promover el documental protagonizado por los grupos y las masas. La tendencia no

hegemónica se resistió a construir personajes, colectividades e inclusive historias y se

expresó a través del surrealismo y del documentalismo poético como el que por aquella

época se hizo en Francia. Así pues, cuando apenas habían transcurrido cuatro años de


haberse dado a conocer públicamente el invento del cinematógrafo, un italiano al servicio

de los hermanos Lumiere hizo en Francia una primera representación de diez minutos

acerca del mesias en la que el mayor atractivo fílmico consistió en verlo caminando sobre

las aguas del río Jordán.

Desde la realización de este primer milagro cinematográfico, que es cuidadosamente

conservado por la cinemateca del vaticano, sin ninguna duda Jesús es el personaje más

representado y más exitoso del cine, lo cual revela no sólo que Jesús es central en la cultura

judeocristiana sino también que el cine es un invento de esa cultura. En efecto, si bien el

cine llegó muy pronto a Persia, India, China, Africa y América, en esos lares la

representación fílmica de la predestinación ha tomado causes que podríamos llamar

antropológicos, representando o recreando antiguas leyendas, mientras que la idolatría se ha

ejercido por otros medios, distintos al cine, o, como en el caso de los musulmanes, no es

aceptada. Nunca veremos a Mahoma personificado en el cine.

2. Desde luego que la predestinación en el cine ha tenido una gran cantera de historias no

sólo en la vida de Jesús sino también en las historias bíblicas en general. En Europa, desde

comienzos del siglo XX se realizaron grandes producciones como ¿Quo Vadis?

«Cabiria», «Sanson y Dalila» pero la primera guerra mundial impidió que la industria

cinematográfica europea continuara en ascenso, oportunidad que aprovechó USA para

consolidar a Hollywood. En la entreguerra, allí mismo, en Europa, especialmente en los

países nórdicos hubo proclividad hacia temas relacionados con la mística o el más

allá, baste citar a la primera versión de«Juana de Arco» o a la sueca «La carreta

fantasma», sin dejar de lado a la primera versión de «Ben Hur», de 1925 , hecha en


Italia. En este mismo periodo y aún después de la guerra, la actitud liberal tuvo en Europa

notables exponentes como los del realismo poético o el neorrealismo, que condujeron

posteriormente al llamado «cine de autor».

Fuera de Europa esa misma vertiente se ha dedicado a explorar e interpretar, la historia y la

cotidianidad a veces con sentimiento anticolonialista, a veces como reivindicación

étnica, otras veces desde la perspectiva de la denuncia o la lucha de clases pero también con

lirismo, melodrama, humor o fantasía. Mas, el individualismo más radical ha tenido entre

sus opciones la realización de series de personajes que van desde el Fantomas de comienzos

del siglo XX en Francia, pasando por las veintiuna historias del inglés James Bond hasta los

seis Rocky, cuatro Terminador y cuatro Rambo creados en USA, entre otros. En cambio la

Historia de Jesús siempre ha sido la misma, lo que ha cambiado son los contextos en los

que se ha representado y las versiones acerca de ella. Así, en 1927, Cecil B de Mille realizó

la primera versión de «El Rey de Reyes», cuando el cine todavía no tenía sonido sincrónico

pero la industria cinematográfica norteamericana estaba en auge.

De Mille ya había realizado cuatro años antes una versión de «Los diez Mandamientos» y

le había ido muy bien. Todavía se vivía la bonanza económica en USA y pocos creían que

tres años después vendría el desplome, así que no se podía desaprovechar la oportunidad de

realizar una obra portentosa, con escenografías monumentales y grandes cantidades de

extras. En la plenitud de los locos años veinte había que invitar a la fe empleando las

herramientas del espectáculo, así que para testimoniar la fe, se utilizaron como intertítulos

explicativos algunos pasajes tomados textualmente de la Biblia. Esta version se refiere solo

a las últimas semanas de la vida de Jesús, como para enfatizar en la traición, el juicio, la


crucifixión y la resurrección , zahiriendo a la época.

En esta obra se inició la costumbre de exigirle contractualmente a los actores que

intervienen en versiones sobre la historia de Jesús, que se abstengan de protagonizar actos

pecaminosos durante el rodaje, no sólo por convicción moral sino para no generar efectos

que puedan ser contraproducentes en términos publicitarios para la película.

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