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Uhalclo Cuesta

PSICOLOGÍA SOCIAL
DE LA COMUNICACIÓN

CATEDRA
Signo e imagen / Manuales
Director de la colección: jcnaro Talens

A mis padres, que llenaron mi infancia de ternura,


Ya mi mujer, Victoria, en torno a la que gira lodo.

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© Ubaklo Cuesta
cultura Libre
«:JEdiciones Cátedra (Grupo Anaya, S. A.), 2000
juan I~nado tuca de Tena, 15. 28027 Madrid
I k'púsito legal: M, 16.H43-2000
I.S.B.N.: H/¡-:~7(l-IHI 'Í-o
I'rlllfet/ 111 .\lml"
Impreso en Lavel. S. A.
Agradecimientos

Es frecuente que se hable de la influencia de los libros sobre sus


lectores, aunque lo es menos que se hable de la que ejerce sobre el
propio autor. Es éste un libro que ha ejercido una gran influencia so-
bre mí, al escribirlo y, sobre todo, al pensarlo. Ha sido escrito, fun-
damentalmente. para nuestros alumnos universitarios y sobre ellos de-
searía que actuase su contenido en forma similar a como actuó sobre
mí al concebirlo pensando en ellos. Puesto que ellos son, en defini-
tiva, el último objetivo de esta obra, a ellos va, en primer lugar, mi
agradecimiento.
La Universidad se constituye por alumnos en primer lugar y por
profesores y personas que ofrecen a ésta sus servicios. A estos últimos,
a todos ellos, pero especialmente a los profesores de mi Departa-
mento, el C.A.P. 11, y a nuestro director, profesor Jesús Gareía [imé-
nez, deseo también mostrar un profundo agradecimiento, porque sin
ellos, sin su apoyo personal y académico, no hubiera podido llevarse
a cabo esta obra.
Al profesor Luis Buceta, autor del prólogo de esta obra, funda·
dar de la Psicología Social de la Comunicación o Psicosociología de
la Información en esta Facultad de Ciencias de la Información de la
Universidad Complutense de Madrid, al que debo la enorme respon-
sabilidad de continuar, con rigor universitario, el desarrollo de esta
disciplina.
Y, por último, a mi maestro, recientemente fallecido, el Profesor
Úbcda Purkiss, fundador de la Psicología en España, maestro de una
importante mayoría de intelectuales actuales en el campo de la Psi-
cología y la Neurología. Con él comencé mi primera andadura uni-
versitaria hace ya casi 20 años.

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Prólogo
LUIS BUCETA

Los nuevos saberes son consecuencia de anteriores ramas del co-


nocimiento de las cuales se van desprendiendo al adquirir entidad pro-
pia por la aparición de nuevas tecnologías o instrumentos que per-
miten ahondar en el conocimiento de algún ámbito hasta entonces
incipiente.
Así, de aquel tronco común que fue la filosofía, se van despren-
diendo, al aplicar nuevos métodos de estudio, la Sociología, desde la
perspectiva del conocimíento de la realidad social y la Psicologia, des-
de la visión de un posible mejor conocimiento del ser humano y su
conducta. Ambas ramas del conocimiento han sido protagonistas des-
tacadas en el siglo XX y, aunque hay enfoques propios y relativamente
independientes, lo cierto es que no se puede estudiar la realidad formal
sin los comportamientos humanos que la componen, pero, aún me-
nos, se puede comprender la conducta sin tener en cuenta el contex-
to formal en el que han de vivir y del que reciben los factores esti-
mulantes motivadores y las situaciones sociales en que han de
responder en cada caso. De ahí surge la Psicología Social que preci-
samente trata de ver CÓ~O estas últimas influyen en la sociedad y su
desarrollo. Así aparece el ser humano como ser influido e influyente
a la vez.
Los psicólogos sociales son los que aportan el estudio de las con-
ductas colectivas o conductas de masas, recogiendo las iniciales preo-
cupaciones acerca de este tipo de comportamientos, puestas de ma-
nifiesto por Le Bon, Freud y, entre nosotros, Ortega. No todos lo
hacen, mas bien pocos, pero otros son conscientes de que no pueden
quedar fuera fenómenos sociales como la moda, la opinión pública,

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la propaganda, los medios de formación de la opinión (Young, 1963) involución del libro hacia el diálogo. Contenido narrativo, en defini-
o la comunicación y persuasión dentro de los manuales generales de tiva, dramático, en el sentido más orteguiano del término. Este dra-
Psicología. Young avanza, dentro de un manual general, un estudio matismo del libro, en cierto sentido similar a aquél con el que se
sobre los medios de comunicación imperantes en su época como el construye la vida psíquica, obliga al autor a dirigir su narración de
periodismo, la radio y el cine. forma sistemática, construyendo unos esquemas o conceptos a partir
Cuando los medios de comunicación han alcanzado la relevancia de otros, los cuales a su vez engendran y desarrollan otros nuevos, y
que todos conocemos, convirtiéndose en un hecho social de profun- así sucesivamente, en un acto constructivo. No es reverberación mo-
das repercusiones, me parece muy acertado que el profesor Ubaldo nótona ni aburrida, ni innecesaria o banal, sino íntima necesidad del
Cuesta, en este libro, considere como área relevante de las Ciencias autor para exponer con rigor, con el rigor de su razón vital el reper-
de la Información, la Psicología Social de la Comunicación. Por mi torio de lo que sabe acerca de esta disciplina. Esto introduce un gran
parte, estimo que las Ciencias de la Información, para alcanzar este valor al libro, puesto que lo hace propio, íntimo, en cierto sentido,
rango, necesitan, obligatoria e imprescindiblemente, apoyarse en la Psi- construido desde las entrañas intelectuales del escritor y, desde luego,
cología Social. No hay en las Ciencias ninguna independiente y ais- si se aplica el esfuerzo necesario, también lo hace mucho más com-
lada, todas se apoyan y aprovechan los saberes de las otras. En las prensible. Ahora bien, es necesario, como hemos dicho, aplicar el es-
Ciencias Humanas esto es aún más claro y la interdisciplinariedad no fuerzo necesario, salvar la tentación inicial de abandonarse a una lec-
es expresión de la falta de formalidad de una rama científica, sino al tura superficial que, entonces sí, hace difíciles ciertos pasajes del libro.
contrario, implica la comunicación creativa y superadora de los co- Un alto contenido epistemológico contribuye también a incre-
nocimientos convergentes. Entre los profesionales de la comunicación mentar la dificultad del libro. El profesor Cuesta no ha podido hacer
son, precisamente, los periodistas los que deben tener mayor capaci- concesiones en ese sentido. Fuertemente inclinado hacia la filosofía
dad para conocer e interpretar los acontecimientos sociales y las con- de la ciencia, se abandona con rigor y, quizá también con compla-
ductas de las personas. Los acontecimientos que transmiten son si- cencia, a la reflexión sobre las bases teóricas o aprioris de la discipli-
tuaciones de personas comportándose. Hay que decir, en honor al na. Esta reflexión es interesante: por la importancia de sentar unas ba-
primer Decano de la Facultad de Ciencias de la Información de la ses sólidas sobre las cuales construir una ciencia emergente como es
Universidad Complutense de Madrid, profesor Adolfo Muñoz Alon- la Psicología Social de la Comunicación, donde se cruzan las ya de
so, que en el primer plan de estudios había una asignatura de Psico- por sí complejas díficultades de la Psicología Socíal, con las no me-
logía Social común para todas las ramas. Me congratula que en el plan nores de las Ciencia de la Comunicación
de estudios actual de nuestra Facultad se haya puesto una asignatura Existe otra razón, y de peso, por la que esta reflexión epistemo-
común a las tres licenciaturas con el nombre de Fundamentos Psicoso- lógica resulta pertinente: la profunda revisión de las bases del cono-
ciales de la Información. Tengo la esperanza de que el peso de estos cimiento que está desarrollándose actualmente en todas las áreas del
«fundamentos de psicología social» aumente con el paso del tiempo, saber, como consecuencia de la revolución de paradigma que ha su-
como consecuencia lógica del alcance real que la Psicología Social puesto en las ciencias fundamentales, especialmente en la mecánica
debe tener en la sistematización y consolidación de estas nuevas, pero cuántica, la introducción de conceptos como (caos», «complejidad»,
en expansión imparable, Ciencias de la Información. Esta obra es la «procesos borrosos", etc. Por eso algunos autores se atreven a decir
expresión manifiesta de cómo la Psicología Social aporta a la comu- que parece maduro el momento para no seguir atribuyendo el mo-
nicación y a la información bases y contenidos imprescindibles para nopolio de lo real a leyes. En palabras de éste y otros autores, si esto
su comprensión y desarrollo. es efectivamente así, el espíritu newtoniano y el aristotélico podrían
La obra del Profesor Ubaldo Cuesta es un libro que no resulta fá- reanudar el diálogo. Una lectura atenta de los pasajes epistemológicos
cil de leer. que propone el profesor Cuesta en este libro descubre cómo este diá-
No debe servir este comentario para engendrar el desánimo del lec- logo no ha sido nunca roto por algunos científicos de la conducta.
tor interesado en la Psicología Social de la Comunicación ni se debe Una tendencia humanista que arranca en Aristóteles y, pasando por
interpretar como crítica malintencionada hacia su autor. Es un libro Spinoza, Leibniz, Bergson, Lipps, Brentano, Husserl, llega hasta no-
de' dificil lectura por varios motivos. El primero y quizá más impor- sotros con Morente, Gaos, Zubiri, Ortega y me alcanza a mí mismo
tante, porque responde y se desarrolla partiendo de algunas exigencias a través de nuestro admirado profesor y maestro Pinillos. Es recon-
que el autor toma de Ortega y Marías: sisternatismo, reverberaciones, fortante observar que la labor de una cátedra, como la que ejerzo des-

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de hace ya tantos años en la facultad de Ciencias de la Información do según la cual la función del prólogo debe ser esclarecedora, ha de
de la Universidad Complutense de Madrid, proporciona frutos de va- desvelar a los inminentes lectores (quizá ya inquietos ante innecesa-
lar como el que ahora prologo, y que esta tendencia «humanista» se rios prolegómenos) la estructura del libro que se avecina. Yo creo que,
perp~túa en los que nos siguen. Si algo tiene de valor una cátedra es, además, se trata de aclarar las aportaciones que el libro y su' autor pro-
precisamente, esto: perpetuar proyectando un saber impregnado de un porcionan a la disciplina y comparten con sus lectores.
talante. de razón vital. Conviene decir, antes que nada, que es éste un manual universi-
Y, por último, la densidad. La densidad de esta obra es otro mo- tario. La misión de la universidad es muy compleja. Émile Durkheirn,
tivo de dificultad. El nivel de conocimientos alcanzado actualmente Ortega y tantos otros autores han coincidido en apuntar tres grandes
en la Psicología Social de la Comunicación es importante en canti- ejes de vertebración en su misión: formar hombres íntegros e inte-
dad, calidad y rigor. Por fortuna, el autor de esta obra se toma en se- lectuales, formar profesionales competentes y formar investigadores al
rio su disciplina. Lo que es muy de agradecer. La consecuencia es que tiempo que se investiga. Es en este sentido, ciertamente ambicioso, en
el autor expone teorías, modelos. hipótesis, experimentos, de forma el que debe entenderse que éste es un manual universitario. Escrito
deos.a, sin hacer concesiones ni a planteamientos especulativos, faltos desde presupuestos universitarios, ya que el profesor Cuesta comenzó
de. ngor o de apoyo empírico ni a presentaciones llamativas o super- a impartir cursos universitarios a la edad de veinte años, como cola-
ficiales. El resultado es un manual serio, bien construido, donde los borador becado con el profesor Yela, catedrático de Psicologia Expe-
~odelos o teorías planteados se apoyan en reflexiones teóricas pro- rimental en la Universidad Complutense de Madrid y con el profesor
pias del proceso de formalización y axiomatización de las ciencias y Ubeda Purkiss, fundador de la Psicología en España y, desde enton-
en experimentos científicos contrastados y avalados por la rigorización ces, ha continuado una trayectoria ininterrumpida en la docencia e
y ~ontrol del método positivo, sin ceder, tampoco, a un experimen- investigación universitaria que dura ya más de veinte años, y conce-
talismo «duro» a ultranza. Así, el autor no hace más que cumplir lo bido con una fuerte vocación universitaria, este manual pretende, en
que ha prometido en otro de sus libros, Fundamentos psicosociales de la efecto, colaborar, en la medida de sus fuerzas, a la formación de in-
publicidad. Algunos modelos cognitivos y neocognitivos (1999): telectuales íntegros, profesionales e investigadores de la Comunicación
Social.
El panorama de los Fundamentos Psicosociales de la Comunica- La obra se compone de una introducción y once capítulos, desa-
ción Persuasiva y especialmente de la Comunicación Publicitaria, no rrollados en tres bloques o partes fundamentales en las que el libro
puede ser más alentador. Después de más de ochenta años de inves- se articula.
tigación empírica se ha alcanzado un cuerpo teórico razonablemente A lo largo de la introducción el autor se concentra en acotar y de-
consistente que permite acoger en su seno diferentes hipótesis de tra- finir en qué debe consistir el fenómeno psicosocial como objeto de
bajo. Este cuerpo teórico está sustentado en datos empíricos, no se tra-
estudio científico cuando nos enfrentamos con el estudio de la Psi-
ta de un conjunto de propuestas elucubrativas. Disfruta de una con-
siderable validez interna, de constructo y externa o de aplicación. La cología Social de la Comunicación. Es, por lo tanto, una reflexión so-
labor que tenemos por delante es ahora más grata que la de nuestros bre el objeto formal de la disciplina. Es un capítulo importante, a pe-
precursores. sar de su brevedad. En él, casi desde las primeras líneas, opta por una
postura, se toma una posición intelectual: se defiende la Psicología So-
El autor desarrolla, en efecto, su labor de construir los Fundamen- cial de la Comunicación como una ciencia no experimentalista dura,
tos Psicosociales de la Comunicación o Psicología Social de la Comu- sino como una ciencia con una «vinculación postulativa con la reali-
nicación sin ceder a propuestas elucubrativas y, probablemente, como dad empírica, de la que emerge y hacia la que retorna», Ahora bien,
él mismo afirma, lo hace enfrentándose a la tarea de forma grata. se trata de un empirismo «abierto», que permita recoger un método
adecuado para el estudio de los fenómenos psicosociales de la comu-
nicación, en la línea de una Psicología Social humanista como la que
ESTRUCTURA y CONTENIDO DE LA OBRA señalamos anteriormente, donde tenga cabida el estudio de los fenó-
menos íntimos, intrínseca y hondamente humanos, psíquicos y so-
Decía Angel Benito, maestro de periodistas y de profesores, al pro- ciales, donde la reflexión teórica en ocasiones filosófica, es altamente
logar rru proplO libro de Fundamentos Psicosociales de la Información que apreciada. El profesor Cuesta es rotundo en este sentido: «El experi-
compartía la opinión de Montaigne, Plauto, Terencio, Lope y Queve- mentalismo más exigente ha desaparecido.»

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En cuanto al objeto formal de estudio, entiende que la Psicología previos, sobre los que se asienta la Psicología Social de la Comunica-
Social se ocupa de la determinación mutua entre mente y sociedad. Así ción: así, la integración del concepto estructura con el de función, cons-
las cosas, la Psicología Social de la Comunicación estudia los aspec- ciente e inconsciente, condición y principio y así sucesivamente.
tos de la conducta comunicativa que intervienen en esta determina- Termina esta primera parte el autor planteando los modelos de la
ción mutua. Ahora bien, para llegar a comprender bien estos aspec- comunicación más importantes que podrían adscribirse a las dos gran-
tos, es necesario conocer los procesos básicos en los que se apoyan. des corrientes epistémicas contemporáneas: las que siguen una orien-
La Psicología Social de la Comunicación se vuelca, en opinión del au- tación empírico-analítica y aquellas más volcadas hacia un plantea-
tor, hacia la triple perspectiva de lo macrosociológíco (así, el estudio de miento funcional-interaccionista.
los prejuicios sociales, estereotipos, efectos sociales de los medios de En la segunda parte del manual, el autor va construyendo su dis-
comunicación), lo microsociológico (formación de pequeños grupos y curso de forma narrativa, vital, y no aborda unos conceptos sin antes
comunicación endogrupal, redes de comunicación intergrupal) y lo haber establecido claramente aquellos otros de los que nacen éstos,
psicológico (así, el estudio del procesamiento de la información o los de los cuales son, por así decir, hijos evidentes y naturales. Por ello
mecanismo perceptivo atencionales). plantea esta segunda parte de la obra como Fundamentos Psicosocia-
La parte primera del manual es clásica o conservadora en su es- loes Básicos de la Comunicación, lo que le va a permitir plantear la
tructura y avanzada en su fondo y planteamientos. Partiendo del Tercera y última parte como Modelos Cognitivos de la Comunicación.
esquema clásico, se centra en analizar el objeto de estudio de la disci- A juicio del autor, los modelos contemporáneos más actuales y de
plina y el método con el que debe abordarse este estudio. El autor pro· mayor interés son aquellos que arrastran la tradición de los derivados
pone que el objeto de la Psicología Social de la Comunicación, corno de las Teorías del Aprendizaje y del Aprendizaje Social para culminar
el de toda ciencia, pero especialmente de las sociales, no consiste en en las recientes teorías neo cognitivas.
una realidad dada. No es algo cerrado y que está ahí, sino que se-va A partir de este planteamiento, el segundo bloque temático se ar-
construyendo con el acontecer de la historia científica. El objeto, en ticula en cinco capítulos. El primero (que constituye el cuarto del ma-
cuanto objeto formal de una ciencia, avanza y evoluciona y se modi- nual) se consagra a explicar los modelos originarios: el planteamiento
fica con el transcurrir de la propia disciplina. Definirlo de forma ce- de la escuela de Hovland, desarrollado entre los años 40 y 50 en la
rrada y definitiva equivaldría a hacerlo rígido e inmovilizarlo. Éste es Universidad de Yale. En esencia, éste representa el modelo Neocon-
el gran riesgo de algunos modelos que no son esencialmente empíricos. ductista que pone en práctica un verdadero programa de investigación
Visto así, como realidad creada esencialmente por el hombre, el ob- que analiza el famoso esquema comprehensivo quién dice qué, a quién,
jeto de la Psicología Social de la Comunicación es una realidad so- por qué canaly con qué efectos. De la mano de estos esquemas el autor
cial, un punto de vista, una forma de articular los resultados dentro de nos conduce hacia los «nuevos modelos» (siempre dentro del esque-
un determinado esquema mental previo, de un paradigma. Natural- ma iniciado en Yale), los llamados de la emotividad intensa: básica·
mente, la definición que se dé de objeto no sólo incide sobre el modo mente, el modelo motivacional y el de las respuestas paralelas.
de articular los resultados de las investigaciones en un determinado Iniciado así el planteamiento, el autor se vuelve rápidamente, casi
cuerpo de vertebración teórico, sino también en aspectos tan rele- sin solución de continuidad hacia 10 que, en el fondo, le es más que-
vantes como el tipo de datos a observar en el mundo fenoménico, rido: el hombre, la persona en sí misma, el sujeto en términos de Psi-
los instrumentos a emplear y el tipo de problemas científicos que nos cología Social de la Comunicación. En realidad, todo el segundo bloque
ocuparnos de resolver. Es evidente, por consiguiente, que objeto y mé- temático está dedicado al sujeto como parte activa y, especialmente,
todo son dos entidades interdependientes, donde la una refluye sobre proactiva del proceso comunicativo. Así, el capítulo quinto analiza las
la otra bases psicológicas del sujeto corno receptor, con especial atención a las
Sin embargo, con todo, la evolución epistemológica contemporá- características del receptor y, muy especialmente, al mecanismo activo
nea avanza hacia la integración de los diferentes modelos y paradig- de éste como individuo, opuesto a algo pasivo que recibe el mensaje
mas, permitiendo aproximaciones hacia los problemas científicos mu- sin mediar intervención o control dinámico sobre él, ya que el autor
cho más ricas, más realistas y mucho menos restrictivas. A esto se repudia los modelos que conciben al individuo como algo inerte, guia-
dedica, precisamente, el profesor Cuesta en los apartados consagrados do como un autómata por presiones ambientales o sociales. A con-
a las dicotomías. El autor propone que una verdadera integración del tinuación se concentra en el sujeto como agente del proceso de la
objeto debe pasar por la integración de los presupuestos intelectuales información (centrándose especialmente en la conducta representati-

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ve-cognoscitiva, como planteamiento inicial para el estudio de los me- de los modelos simbólicos plásticos; por esta vía, hace y deshace la
canismos perceptivo-atencionales, con especial dedicación a los aten- madeja de la construcción de la realidad social como consecuencia de
cionales, de enorme relevancia en comunicación social). los efectos de los medios, pero, y esto es lo más importante, remi-
Termina este segundo bloque temático introduciendo al sujeto tiendo siempre al mecanismo psicológico y social (psicosocial) por el
donde debe estar: en un entorno o contexto. Esto es importante, por- que discurren estos fenómenos, explicando, dibujando, analizando, ta-
que la vida de las personas es situacional o contextual, circunstancial les mecanismos. De este modo es cómo el autor contribuye a la cons-
en suma. Aquí el profesor Cuesta ha optado por concentrarse en el trucción de una disciplina científica de la Comunicación, rigurosa, de
contexto al que antes denominábamos micro sociológico, al analizar contenido serio, sólido, coherente en su validez interna o de cons-
los canales o redes de comunicación, con especial de dedicación ha- tructo.
cia los grupales. Es una opción la que ha tomado aquí el autor. Con- Todo ello conduce al último capítulo de modo casi natural, des-
siderando el enorme bagaje intelectual que existe actualmente sobre embocando en las teorías más recientes sobre el sujeto como proce-
las redes de comunicación o canales de comunicación, el autor hu- sador activo de la información: las teorías sobre el procesamiento cen-
biera podido extender mucho más la longitud de esta parte, pero ha tral/periférico propuestas por algunos autores como Chaiken y
escogido presentar estos datos y no otros. Cuando un autor escribe 'un desarrrolladas por otros como Petty y Cacciopo en modelos como el
libro debe, como en su vida real, escoger constantemente entre dife- llamado «de la probabilidad de elaboración (ELM)>>, en las cuales se
rentes trayectorias. Precisamente, ésta es la esencia del libre albedrío plantea las diferentes formas de procesar la información audiovisual
y de la vida misma: la forma en la que las personas nos hacemos car- en función del estado psicológico, especialmente atencional, del re-
go de lo que nos acontece, escogiendo, en cada momento aquello que ceptor y las consecuencias que esto conlleva sobre los efectos finales
creemos es nuestro deber. de la comunicación.
La última parte de la obra está consagrada a los modelos cogniti- En el Epilogo el profesor Cuesta plantea algunas cuestiones de in-
vos contemporáneos de la comunicación. Se abordan aquí las teorías terés, volcándose hacia el futuro y presentando los «Escenarios y Ten-
más recientes que, desde la óptica de la relación mutua mente-socie- dencias de la Psicología Social de la Comunicación». Como era de es-
dad, es decir, desde lo psicosocial, explican el acto comunicativo. El perar, el primer planteamiento es epistemológico. Así el autor cierra
autor escoge la perspectiva cognitiva, la cual constituye hoy día el pa- el ciclo: comienza la obra con un fino análisis epistemológico en don-
radigma más importante y fructífero desde el punto de vista de la in- de plantea la unión de las dicotomías clásicas epistémicas en ciencias
vestigación académica, básica y aplicada, pero es necesario decir que sociales y termina dando un paso más allá, indagando hacia dónde
no es el único punto de vista existente en este campo. Así, no se debe pueden avanzar los nuevos planteamientos epistemológicos una vez
olvidar la existencia de planteamientos psicohistóricos o evolutivos, sentadas estas bases integradoras. En línea con autores como Bhaskar,
del interaccionismo simbólico psicolíngüístico, etc. propone superar el voluntarismo e individualismo ya que la realidad
El Procesamiento de la Información es el título del primer capí- social no es producida por el individuo, así como el determinismo es-
tulo de esta tercera y última parte del manual. Consiste en un análi- tructural, puesto que el individuo puede innovar las propias estructu-
sis y descripción de las bases cognitivas del procesamiento de la in- ras. Estos planteamientos han sido también llevados, muy reciente-
formación, tal y como son descritas por las teorías clásicas de la mente, al ámbito de la comunicación social por Bandura, aunque el
psicología cognitiva. Sirve este capítulo, en realidad, para sentar las autor no lo cite aquí expresamente.
bases de los siguientes, donde se encuentra la verdadera aportación de Sin embargo el profesor Cuesta no deja estos planteamientos epis-
la Psicología Social a la Teoría de la Comunicación. Sin embargo, es temológicos suspendidos en el aire, sin una aplicación concreta y útil
de lectura inexcusable, porque sin él se hace difícilmente comprensi- que los vivifique. Antes al contrario, propone, a continuación, lo que
ble lo siguiente: las Teorías de la Cognición Social (y comunicación él denomina áreas prioritarias de investigación, desarrollándolas en cin-
y percepción) y las Teorías que tratan del Sujeto como Procesador Ac- co apartados: 1) Del conocimiento a la actitud, es decir, la conexión
tivo de la Información. Son éstos dos de los capítulos más interesan- entre el procesamiento y representación de la información y la con-
tes de la obra, tanto por el contenido como por el método o modo ducta, a través de las actitudes, 2) De la actitud al conocimiento, es
de plantearlo: el autor comienza por tirar del hilo de las Teorías del decir, la conexión entre las actitudes y los modos de procesamiento
aprendizaje vicario desarrolladas especialmente por Bandura y Wal- y representación de la realidad social, 3) Los modos de procesamien-
ters para explicar los efectos de la comunicación audiovisual a través to de la información, 4) El análisis de los factores ligados a la persa-

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na, tales como las variables de personalidad, y 5) La influencia social
incosnciente, donde se remite a la tradición especialmente francesa
(Moscovici) del estudio de las minorías, mayorías y procesos de con-
versión.
Un libro apasionante, si se lee con rigor y, especialmente. con vo-
cación universitaria. Un manual universitario que no sólo ayudará a
los alumnos de las Facultades de Ciencias de la Información a pro-
fundizar en los conocimientos psicológicos de su disciplina, sino que,
en cierta medida, contribuirá a re-crear esta disciplina,' porque, como
dice el propio autor en su último párrafo:

En realidad, da la impresión que estamos asistiendo a la construc·


ción de un nuevo modelo de Psicología Social de la Comunicación
tanto en lo que se refiere a los contenidos como a la metodología. Introducción
A la construcción de un nuevo escenario en este campo.

EL FENÓMENO PSICOSOCIAL y EL ESTUDIO CIENTÍFICO


DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN

A través de estas páginas trazaremos un esbozo de lo que consi-


deramos el «corpus» central de un área de las Ciencias de la Infor-
mación tan relevante como es la Psicología Social de la Comunica-
ción. Esbozo sucinto, breve, necesariamente incompleto, pero que ha
pretendido presentar el carácter de «germen», en el sentido de algo
que lleva dentro de sí la potencia para llegar a germinar en una dis-
ciplina rica en contenido y plena de matices, como exige una rama
del saber que trata con lo social y humano, con lo puco-social.
La comunicación es un hecho social. No sólo un hecho social (en
el sentido que describiremos a continuación de «lo social», lo que nos
viene dado y con lo que nos encontramos al nacer), sino un hecho
de profundas repercusiones sociales, de gran significación en la socie-
dad contemporánea, origen, en parte, y fundamento de determinados
comportamientos humanos, sociales y nacionales. Ésta es una de las
razones, . nada desdeñable, de por qué la aproximación psicológica y
psicosocial constituye uno de los puntos de vista más valioso para
analizar el significado de la comunicación en nuestra sociedad, tanto
desde una perspectiva social como individual. La psicología -y espe-
cialmente la psicología social- con sus áreas de conocimiento y sus
métodos que le son propios, constituye una valiosa aportación a la
sistematización y consolidación de las Ciencias de la Información, las
cuales se encuentran en uno de los nudos más complejos de la acti-
vidad social.
Hemos citado, hace unos instantes, el término «sus métodos»,
Como podrá' observarse a lo largo de las páginas de este libro, el pro-

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blema de! método en la Psicología Social de la Comunicación es un de efectos acumulativos producidos a muy largo plazo, en series tem-
concepto que rezuma constantemente, que fluye sin cesar abonando porales y multi-causados. En el mismo sentido encontramos los aná-
con fertilidad los conceptos teóricos y las investigaciones empíricas lisis que se están realizando recientemente sobre el procesamiento de la
que se desarrollan en este campo. La cuestión del método que le es información, la discusión sobre procesamiento periférico o heurístico y
propio a esta disciplina va íntimamente unido al problema, más am- sistemático o central, en base a los deseos, intenciones, motivaciones o
plio y hondo, de la filosofía de la ciencia o epistemología. relevancia concedida por el sujeto a la situación comunicativa. Todos
A nivel epistémico sugerimos una postura neopositivista que po- ellos presentan avances epistemológicos importantes respecto a las in-
dríamos denominar «abierta»: proponemos un concepto de la ciencia vestigaciones clásicas de escuelas como la neoconductista de Hovland
de lo humano que se apoye en los modelos epistemológicos clásicos en la Universidad de Yale sobre los efectos de la comunicación.
que nacen con Galileo en el dominio de las ciencias hoy llamadas Una consecuencia de mayor alcance de estos nuevos puntos de vis-
«duras') (como la física) pero despojado .de sus, digamos. accidentes his- ta puede consistir en la superación del estado actual del corpus teóri-
tóricos, empleando la expresión acuñada por e! profesor Pinillos (1966). co de la Psicología Social de la Comunicación. Actualmente la situa-
Un concepto epistémico de la ciencia que no cree en la certeza, como ción es poco sólida conceptualmente. Se caracteriza por un estado
certeramente vieron Popper o Kuhn, pero que se apoya, en todo mo- propio de las áreas del saber pre-paradigmáticas, en el sentido otor-
mento, en una vinculación postulativa con la realidad empírica, de la gado a aquel conjunto de conocimientos que no han alcanzado to-
que emerge y hacia la que retorna en un proceso circular de reflexión davía la madurez conceptual suficiente como para presentar un cuerpo
teórica-inflexión empírica, propia de un esquema inductivo-hipotética-de- ordenado e inter-relacionado de datos que constituyan un paradigma
ductivo que coloca la esencia de su conocer, la prueba de su validez. científico, con sus correspondientes axiomas, leyes y postulados. Por
en la contrastacián empírica, en la «correlación epistémica con la rea- el contrario, el panorama actual es de cierto atomismo, de disgrega-
lidad fenoménica», empleando el concepto tan querido por Northrop. ción. Nos encontramos con gran cantidad de investigaciones empíri-
Un fundamento epistémico de estas características, mucho más pro- cas y con sus consiguientes datos colocados de forma dispersa, sin dis-
fundamente desarrollado en las páginas que siguen, de corte «abier- frutar de un desarrollo central teórico que los articule y vertebre. En
to», permite acoger en su seno un método mucho más adecuado a los ocasiones, incluso, los datos son de tipo descriptivo, situación propia
objetos de estudio de esta disciplina de lo que lo era e! método "clá- de las ciencias muy nuevas o emergentes que se encuentran a un ni-
sico), de la psicología o psicosociología positivista clásica más reciente. vel taxonómico o clasificatorio previo al verdadero desarrollo de mo-
En este sentido, el experimentalismo más exigente ha desapareci- delos explicativos.
do. En su lugar aparecen diseños más amplios donde, sin perder e! . El avance de los nuevos puntos de vista metodológicos y episté-
rigor metodológico de las ciencias empíricas, caben conceptos esen- micos puede propiciar la creación de modelos teóricos rigurosos y de
cialmente humanos como la propositividad o intención, o el compor- cierta amplitud, similares al de Petty y Cacioppo (1981,1988) que he-
tamiento teleológJco o guiado por el futuro. Bajo estas condiciones pue- mos expuesto ampliamente en este manual, los cuales comiencen a
den contemplarse fenómenos netamente humanos que se salen del vertebrar y a dar «cuerpo» a esta disciplina así como a los datos ac-
esquema causativo mecanicista propio de los fenómenos de la fisica. tualmente dispersos. Sin duda que, de desarrollarse así, como espera-
Así, la causa puede ser posterior al efecto (tal es el comportamiento mos, los acontecimientos, tanto científica como académicamente, su-
teleológico) o una misma causa puede generar diferentes efectos. Con- pondrá un impulso importante al desarrollo de las Ciencias de la
ceptos todos éstos, por otra parte, no exclusivos de las ciencias so- Información en su conjunto.
ciales, puesto que comienzan a estar presentes, incluso, en el mundo Esta afirmación nos conduce al último punto de estas reflexiones
de la flsica, donde los modelos mecanicistas de! tipo causa-efecto han iniciales: La naturaleza de una Psicología de la Comunicación, en
sido ampliados con modelos probabilísticos y, más recientemente, con cuanto integración profunda y rigurosa -que no mera yuxtaposi-
modelos no lineales generadores de caos, o con modelos de incerti- ción- entre una originaria Psicología Social y un campo del saber
dumbre. como es la Información.
En el área de la Psicología Social de la Comunicación las conse- Como muy bien señala Turner (1995), la Psicología Social adopta
cuencias de estos «nuevos- puntos de vista son de importantes reper- el supuesto según el cual existen procesos psicológicos (es decir, proce-
cusiones. Así pensemos en los nuevos modelos sobre los «efectos de sos mentales de percibir, sentir, pensar, recordar, evaluar, etc.) que de-
los medios)" donde se presentan esquemas no mecanidstas con análisis terminan la forma en que funciona la sociedad y la forma en la que

22 23
tiene lugar la interacció~ social. También adopta el supuesto según el mental menos rígida en su validez interna pero más realista, es decir
cual los procesos sociales, a su vez, determinan las características de la con mayor validez externa y de constructo. Por otra parte, el análisis
psicología humana. Es esta determinación mutua de mente y sociedad de las fuentes se desarrolla ahora a partir de la interacción entre la pro-
lo que estudia la Psicología Social. En algunas áreas de investigación pia fuente y el significado que le atribuye el sujeto o la audiencia: en
se pone el énfasis en las bases psicológicas de la conducta social (por las páginas que siguen veremos cómo el receptor procesaría la infor-
eJer:nplo, el pal?el de cierto tip~ de estructura autoritaria de la perso- mación en base a características «superficiales') de la fuente (extrínse-
nalidad en el tipo de procesamiento, central o periférico, de la infor- cas al mensaje) tales corno el atractivo, o se centraría en aspectos in-
ma~ió.n .transmitida por los medios de comunicación social); en otras, trínsecos del discurso, según sus propias necesidades o intereses. Los
el énfasis se pone en cómo la interacción social modifica el funciona- modelos o Teorías de los Usos y Gratificaciones avanzan en una aproxi-
miento psicológico (por ejemplo, el efecto de la comunicación social mación similar, desde el momento en que la fuente no es algo «dado»
sobre los cambios en las actitudes y creencias privadas de las persa- de forma pasiva al sujeto, sino que ésta es tratada y, de alguna ma-
na.s). ,L?s co.nc:ptos, principi?s, explicaciones y teorías son siempre nera, definida por el propio receptor o audiencia, por el grupo social en
psicolágicos, SI bien en un sentido especial, suponiendo y dando siem- el caso de la comunicación social.
pre por sentado que existe una interacción con la actividad social y El análisis de los mensajes también debe evolucionar de forma sus-
con los procesos y productos sociales. tancial. Su estudio a través de la ciencia de la Psicología Social no ha
D.esde esta naturaleza, sin forzar ni salirse de este espíritu, es de- sido especialmente brillante. Su planteamiento ha escorado entre dos
cir, siempre desde el análisis de los procesos psíquicos en relación e in- polos: la negación más absoluta o un enfoque experimentalista puro.
teracción con los fenómenos sociales, la Psicología Social de la Comuni- La negación ha partido de autores o escuelas que entendían que
cación se ocupa de estudiar la conducta de la comunicación. Haciendo el mensaje no constituye parte del objeto de la psicología, sino de
nuevos esquemas clásicos, puede definirse esta «conducta de la co- otras disciplinas puesto que, según ellos, lo propio de la Psicología
municación» desde el esquema famoso de Laswell inspirado en la teo- Social es exclusivamente el comportamiento. Así, Zajonc (1980) uno de
ría de la información: los psicólogos sociales más brillantes y de mayor prestigio en el mun-
do académico, se expresaba en los siguientes términos:
quién (el emisor o fuente) Es cómodo analizar la comunicación distinguiendo en ella, de for-
dice qué (el mensaje) ma abstracta, los tres elementos siguientes: comportamiento del emi-
por qué canal (el contexto) sor, comportamiento del receptor y tipos de mensajes intercambiados
a quién (el receptor o audiencia) entre ellos. El análisis de los mensajes no es del interés directo de la
con qué efecto (los efectos) psicología, así que no lo examinaremos aquí.
Una opinión que resulta, ciertamente, sorprendente, pues la esen-
Esquema reinterpretado a la luz de las nuevas aportaciones de la cia del acto comunicativo la constituye, precisamente, la información
Psicología Social de la Comunicación. contenida en el discurso:
Así, respecto al análisis de la fuente, frecuentemente se ha analiza-
do una fuente ficticia. Se ha dado la paradoja de estudiar los efectos La información constituye la esencia del proceso de la comunica-
de las características de una fuente ausente y presente a la vez, que es ción y la persuasión. Toda tentativa persuasiva se hace en la confian-
za de que el sujeto será influido por la información contenida en el
descrita por el investigador, pero que no se llega a ver nunca. Esta
mensaje. La eficacia del mensaje depende. en gran medida, de la na-
fuente está constituida por elementos artificiales, tales corno una foto turaleza de esa información. Es por lo tanto un poco desconcertante
de apoyo, una voz, o una imagen animada por ordenador o en 3D. ver que el contenido del mensaje no ha sido prácticamente atendido
La mayor parte de las veces no es más que una descripción hecha (Fishbein y Ajzen, 1981).
de ella. En realidad, no ha sido tanto la fuente en sí misma lo que así
se ha estudiado cuanto la imagen de esa fuente que los sujetos se cons- Cuando se ha analizado el mensaje desde la Psicología Social clá-
truían a partir de los escenarios definidos por los experimentadores. sica escorándose hacia el enfoque más experimentalista, se ha hecho
El análisis psicosocial que proponernos desde el nuevo enfoque investigando las características del mensaje en cuanto estímulo.
metodológico, conceptual y epistémico lleva a estudiar, en un primer En efecto, desde una aproximación mecanicista, fundamentalmen-
lugar una fuente real, como permite ahora una metodología experi- te neoconductista, o cognitivista de corte experimentalista y reduccio-

24 25
nista, el mensaje constituye un mero estímulo capaz de desencadenar un sentido muy similar se encuentran los recientes enfoques sobre las
cadenas asociativas o un mero estímulo que busca la preganancia -es influencias selectivas de los medios de comunicación social, en base a
decir, en términos de las teorías cognitivas clásicas como la de Fes- rasgos depersonalidad o estructuras caractereológicas o sociales. Los nue-
tinger o la de Osgood, de equilibrio o consonancia cognitiva. vos análisis sobre la construcción de la realidad social, enfocados a tra-
El modo de abordar e! análisis de! mensaje desde el punto de vista vés de la sociología del conocimiento tal y como la proponen Berger
de la Psicología de la Comunicación que aquí sostenemos plantea en- y Luckmann o de la construcción de la memoria semántica, como han
focar el problema desde el sujeto y sus procesos mentales activos o, desarrollado autores como Delclaux y Seoane, constituyen también fo-
por ser todavía más preciso y más exigente con el método, pro-activos cos de enorme interés en la construcción de la Psicología Social de la
(en contraposición a un esquema que plantea unos mecanismos re-ac- Comunicación.
tivos). Un ejemplo de lo que planteamos se encontrará en el modelo Por último, e! sujeto, la persona. Entendida como objeto formal de
de Rossiter y Percy expuesto en el capítulo dedicado a modelos neo- estudio de esta disciplina, no como sujeto que meramente actúa, pues-
cognitivos del procesamiento de la información, donde se analizan los to que así concebida se constituye en objeto de la psicología general.
procesos psicológicos a los que se somete el contenido de la informa- El objeto formal, en cuanto objeto construido por una disciplina con-
ción que llega al sujeto. creta, en cuanto una forma de entender una realidad fenoménica y,
Dos son los aspectos últimos a desarrollar dentro del esquema pro- también de estudiarla con unos métodos, dependientes en parte del
puesto de la Psicologia Social de la Comunicación: la cuestión del su- objeto, que le son propios. Pues bien, así entendido, el sujeto, como
jeto receptor y de los efectos sobre él generados por el acto comunicativo. objeto de estudio en la Psicología Social de la Comunicación debe
Respecto al amplisimo tema de los efectos, probablemente el campo ser escrutado desde ángulos muy diversos y ricos. Hemos propuesto
más estudiado desde la Psicología en los últimos cincuenta años, son en el presente libro únicamente «los vectores», en este sentido, más
muchos los avances que se han producido y que se deben producir relevantes.
desde el nuevo enfoque que venimos preconizando. El enfoque del Nos encontramos aquí, por ejemplo, con las recientes teorías so-
problema era, una vez más, mecanicista, claramente identificado en bre la percepción, especialmente la percepción de la realidad social e
propuestas como la de la Bala Mágica o el modelo de la AgUja Hipo- interpersonal. Los modelos de la Psicología Social basados en las Teo-
dérmica: los medios envían un mensaje que llega, como una bala má- rías de la Atribución, junto con los modernos desarrollos de la Psicolo-
gica y rotunda o como un suero inyectado, al tejido social; éste -el gía Cognitiva, especialmente de la cognición social y la emoción, aportan
tejido social- se ve impactado por el estímulo que constituye el men- a este campo de estudio una nueva forma de abordar gran parte de
saje emitido por los medios y sufre el correspondiente efecto, clara- los mecanismos mentales que se activan como consecuencia de la in-
mente mesurable (habitualmente, en aras de simplificar todavía más teracción entre los fenómenos sociales propios del hecho comunica-
el problema, la medición se realiza en términos de cambio de actitud). tivo y la mente del individuo social.
El panorama contemporáneo debe llegar a ser notablemente más Finalmente conviene subrayar las recientes tendencias en el análi-
sutil y complejo: el análisis de los efectos a largo plazo en series tem- sis de los fenómenos mentales propios del sujeto en su relación con
porales complejas (probabilísticas o caóticas en ocasiones, como ocu- los medios, tales como las derivadas de las hipótesis del equilibrio y la
rre con los grandes efectos climatológicos); los problemas de depen- disonancia cognoscitiva, de la reactancia y el juicio social, la inferencia so-
dencia o interdependencia con otros factores a la hora de determinar cial o los modelos combinatorios del cambio de actitudes.
los efectos; la influencia e inter-relación de los media y la política; los Todos ellos procesos netamente psicológicos y sociales, psicosocia-
efectos llamados de conversión o efectos sutiles de la sociedad sobre sí /es en realidad, surgidos de la interacción entre la actividad social y la
misma (lo que autores cama Moscovici han denominado «la influen- actividad mental. Procesos que no sólo se encuentran a la base de
cia social inconsciente). No digamos nada sobre el nuevo (y apasio- la comunicación social y humana, sino que realmente la definen y
nante) enfoque de «las minorías y los procesos de conversión» que han configuran.
llevado a plantear que las minorías tienden a producir cambios pro- Desde este punto de vista, la psicología, una ciencia cada vez más
fundos y perdurables en las actitudes y las percepciones, cambios que rigurosa y precisa en sus métodos, sus contenidos y su técnica, se debe
en algunos casos pueden incluso escapar a la conciencia del blanco de consolidar como uno de los instrumentos esenciales a la hora de de-
influencia, mientras que, por el contrario, las mayorías suelen produ- finir e interpretar los procesos, estructuras y mecanismos básicos que
cir una sumisión o conversión superficial y temporal (Maass, 1991). En conforman el entramado de la comunicación social, colaborando con

26 27
la construcción del saber científico que conforman las Ciencias de la La Psicologia Social europea, especialmente a partir de la obra de
Información. Gurvitch (1963), distingue diferentes planos horizontales de observa-
Y, en este sentido, la psicología se ocupa de la parte «humana" de ción a la hora de enfrentarse al estudio científico de esta realidad so-
la comunicación. Pero, apuntábamos al principio, aquí debemos tra- cial, llamados frecuentemente (géneros de tipos sociales». Por un lado
tar con «lo social» y «lo humano», (con lo humano que se desarrolla se encuentra el plano macrosociológico, referido al análisis del grupo hu-
en el marco de lo social, en realidad), con lo psicosocial. mano en cuanto estructura lo suficientemente organizada, compleja y
Porque el ser humano es profunda y radicalmente social. Ortega especializada como para satisfacer básicamente las necesidades de una
expresó esto con claridad cuando apuntó que la naturaleza del ser amplia mayoría de sus miembros. Por otro lado se encuentra el plano
humano es no tenerla, ya que su realidad es su propio yo y sus cir- de las agrupaciones parciales, en cuanto las unidades de análisis que cons-
cunstancias. tituyen la base sobre la que se componen las sociedades globales a las
Es en este contexto en el que el hombre ha sido definido como in- que nos referíamos anteriormente, tales como los grupos de perte-
definidamente «menesteroso»: desde su nacimiento hasta su muerte, en nencia, la clase social, los grupos de referencia, las relaciones que for-
10 que constituye su vida biográfica, indefinida porque siempre está pro- man grupos de parentesco, los grupos de trabajo, de presión social...
yectándose; está continua e incesantemente necesitando y buscando. y un largo etcétera. Finalmente sobreviene el plano de las llamadas
Es éste un elemento esencial de la naturaleza humana que nos lle- formas de sociabilidad. es decir, el nivel de análisis referido a los dife-
vará, más adelante, a comprender mecanismos muy relevantes de su rentes modos de interacción social entre las unidades de análisis más
comportamiento, trascendentes en áreas tales como la motivación bá- pequeñas del «hecho social»: el individuo. Se incluye aquí el estudio
sica, la búsqueda de interacción social y otros especialmente relacio- de los diferentes tipos de interacción de los individuos entre sí, las di-
nados con los fundamentos psicosociales de la comunicación huma- ferentes formas de interacción del individuo con la sociedad y de la
na. En el contexto que ahora desarrollamos, este punto de partida a sociedad con el individuo.
cerca de la naturaleza del hombre se presenta en su máxima plenitud: De esta manera nos enfrentamos con el hecho irrenunciable de una
el hombre, al nacer y durante un periodo muy prolongado de su exis- doble aproximación al estudio de la realidad social: lo que podríamos
tencia (el más prolongado de todos los mamíferos superiores), se en- denominar el enfoque microsociologico frente al enfoque macrosociológi-
cuentra en condiciones de total menesterosidad, de total dependen- co, por utilizar una terminología de corte esencialmente europea. Apro-
cia. Su desarrollo, no sólo físico, sino cognitivo y emocional, depende ximación doble e irrenunciable, como apuntábamos anteriormente, por-
de las personas que se ocupan de él; primariamente los padres o las que resulta imprescindible, al abordar el estudio de los fenómenos que
figuras que los substituyan y casi inmediatamente, pero con una re- se producen en el universo de lo social, referirse constantemente a fe-
levancia mucho menor en cuanto a la profundización en su estruc- nómenos provenientes de ambas esferas de la micro y la macro psi-
tura psicológica, las personas encargadas de su «cuidado», los llama- cología social, de tal manera que el científico de las ciencias sociales
dos agentes de socialización, precisamente porque se encargarán de realiza su análisis en un constante «ir y venir>' de un plano de análisis
construir algunos de los parámetros más relevantes sobre los que irá a otro. En palabras del propio Gurvitch (1963, vol. 1, pág. 119):
edificando su realidad social.
Es evidente que este proceso se ha repetido, de forma idéntica en Imposible estudiar una agrupación concreta cualquiera sin integrarla
cuanto a su mecanismo, aunque probablemente diferente en cuanto en una sociedad global particular, por una parte, y, por otra, sin des-
a su contenido, con estas personas, las cuales, a su vez, han sido so- cribir la constelación singular del microcosmos de vinculaciones so-
cializadas por otros agentes sometidos al mismo proceso. De súbito, ciales que la caracteriza. Cabe pues la siguiente observación metodo-
lógica: tan imposible es hacer microsociología sin tener en cuenta la
nos encontramos, pues, con que este proceso trasciende la esfera de
tipología diferencial de las agrupaciones y la tipología de las socieda-
lo individual y nos presenta un fenómeno radicalmente distinto, una des globales, como hacer macrosociología sin tomar en consideración
realidad cualitativamente diferente: lo social. la microsociologia. Estos tres aspectos «horizontales» de la sociología
Lo social se constituye así como algo heredado, recibido a través se fundan y sostienen recíprocamente, por cuanto están indisoluble-
de otros, los cuales, a su vez, han sido también herederos. Lo social, mente vinculados en la realidad de las cosas.
por tanto, es algo «dado», puesto ahí, con lo que nos encontramos
querárnoslo o no, constituido, primariamente, por «usos') que, a fuer- Sin embargo para ofrecer una aproximación lo más precisa posible
za de ser de todos y estar fraguados por todos, son impersonales. de los fenómenos y procesos que se desarrollan en este complejo mun-

28 29
do de 10 social, es necesario introducir un plano de análisis adicional:
el de los procesos psicológicos individuales en cuanto actuantes en
y a consecuencia de lo social; procesos tales como la formación, de-
sarrollo y cambio de las actitudes, los procesos de cognición social,
la formación de esquemas mentales, la percepción de la realidad so-
cial, etc.
Por consiguiente, el estudio de lo social debe enmarcarse en una
triple perspectiva: lo macrosociológico, lo microsociológico y lo psi-
cológico. Este es el enfoque con el que se ha concebido este manual,
el cual, por otra parte, es lo suficientemente explícito, en este senti-
do, en su propia denominación cuando dice «Psicología Social de la
Comunicación»,
PRIMERA PARTE

Fundamentos epistemológicos de la Psicología


Social de la Comunicación

30
CAPÍTULO PRIMERO

El objeto de la Psicología Social de la Comunicación

1.1. EL OBJETO CIENTÍFICO

En un pequeño ensayo sobre «Psicología de la Comunicación»


(1991) reflexionábamos, a comienzos de esta década, sobre algunas
de las cuestiones de mayor relevancia en tomo al método y al objeto de
los Fundamentos Psicosociales de la Información. Decíamos entonces
que el método del saber científico es único y común para todas las
disciplinas o ramas de la ciencia, en cuanto ciencia positiva: el mé-
todo científico. Ciertamente que el planteamiento y desarrollo de di-
cho método varía notablemente de unas áreas de conocimiento a otras
e, incluso, de unas escuelas o tendencias intelectuales y académicas a
otras. Lo cual, por otra parte, y como tendremos ocasión de ver más
adelante detenidamente, resulta especialmente cierto en áreas tan com-
plejas como las que se ocupan de los fenómenos sociales. De esta ma-
nera, la «aplicación» concreta del método puede inclinarse con mayor
o menor intensidad hacia el empleo del razonamiento abstracto, la ló-
gica simbólica, la matematización o la axiomatización, el empleo de
una observación sensista-fisicalista, el uso de técnicas experimentales
o casi experimentales, etc. Todo ello es cierto y sus consecuencias de
cara a la adecuada conceptualización del saber sobre el que se des-
pliegue el método son innegables pero, en definitiva, el método en sí
es uno, único y común a los diferentes saberes positivos. Su único re-
quisito ineludible, al que deben plegarse finalmente todos los rnode-
los, consiste en la posibilidad de contrastar el presupuesto intelectual
con la realidad sensible. Ciertamente, esta contrastación puede ser lle-

33
vada a cabo desde diferentes estrategias: puede ser correlacional, pro- En este contexto, el objeto de una ciencia no es algo cerrado y de-
babilística, epidemiológica, refutativa, etc. Pero, sea como fuere, lo finitivo, sino algo que la propia disciplina va creando, una «forma de
que de forma esencial define al método es este contraste con la res- ver la realidad». Citando al Prof. Pinillos:
puesta positiva o realidad fenoménica.
El objeto es un resultado de la ciencia, y no al~o q,ue está ahí es-
De esta manera la posibilidad de realizar una aproximación con-
perando a que se levante el opaco telón q~,e nos impide verlo ta,l y
ceptual rigurosa, precisa y, sobre todo, especifica de la Psicología So- corno es. El objeto es, pues, una construcción, no un mero dato I?I-
cial de la Comunicación o de los Fundamentos Psicosociales de la In- cial de la ciencia' es literalmente un artefacto intelectual que trabajo-
formación nos obliga a detenernos, especialmente, en su objeto. samente va elaborándose en el curso de la historicidad científica (Pi-
Ciertamente que, insistimos una vez más, las diferentes formas de nillos, 1966, pág. 185).
plantear el método, el posicionamiento intelectual frente al contraste
empírico e incluso las diferentes técnicas e instrumentos propios de Se introduce así el concepto de historicidad cientifica en la ~onfigu­
la disciplina colaborarán a «perfilar» la conceptualización teórica de ración del objeto científico, un concepto de enorme relevancia e~ el
nuestra disciplina. Pero lo que primaria y esencialmente define a una campo que nos ocupa del Fundamento PsiCl?social de la !nfo~maCIón,
disciplina es el análisis de sn objeto. pero también se desliza la ide~ de que el objeto de u~a CIenCIa es un~
«construcción», un artefacto intelectual, lo que, precisamente, la p~I­
cología denomina un «constructo psi~ológico" ,creado por, la propia
dinámica social. Desde este punto de Vista, el objeto de la ciencra con-
1.2. EL OBJETO COMO REALIDAD SOCIAL
siste en una forma de entender, estudiar e interpretar una parcela de
la realidad, previamente seleccionada, y en una forma d~ articular este
Hasta tal punto se entreteje lo social con la realidad del ser hu- conocimiento en un conjunto de datos, llamado paradigma o mode-
mano y sus obras que no puede abordarse ningún fenómeno huma- lo, según sea el nivel de desarrollo alcanzado. .
no, ni siquiera uno tan aparentemente aséptico como el objeto cien- Este planteamiento nos condnce de pleno al concepto q~e da ti-
tífico, sin apelar previamente a sus presupuestos psicosociales. tulo al apartado que se desarrolla: el objeto de la psicosociologia o PSI-
La ciencia previa al empleo del método empírico, (previa a la pro- cología social (en realidad, en gran medida, el de. todas las ciencias
puesta de Galileo y al enfoque novedoso que supuso la «Nueva Scien- empíricas, pero de forma muy particular ~ determl1:ant~ ~n el de la
za- del Renacimiento) actuaba. básicamente, según una dialéctica de- psicología social) se construye en el devenir de la historicidad de esa
ductiva: a partir de un saber apodíctico y necesario, axiomático, en el ciencia y, por consiguiente, es una realidad ~reada SOCialmente, una
que se encuentra todo el saber sintetizado, se van desarrollando los realidad social. Como hemos apuntado antenorrnente, en el caso de
diferentes conocimientos que se extraen, por pura reflexión, de estos las ciencias de lo psica social la construcción social del objeto cientí-
axiomas en los que potencialmente se encuentra todo. Desde tales pre- fico involucra la propia construcción de la realidad toda, puesto que
supuestos, cobraba sentido el intento de definir, de una manera ce- esta ciencia trata del conocimiento del hombre. De esta forma de-
rrada y definitiva, el objeto de estudio de la disciplina, puesto que sembocamos en una especie de «sociología del conocimiento", tal
lo que se acote en dicha definición servirá como punto de partida como fue concebida por primera vez por el filósofo alemán Max
para desarrollar todo el conocimiento subsiguiente. Scheler en 1924 en su ensayo «Probleme einer Soziologie des Wis-
Por el contrario, en el contexto de las ciencias positivas, el saber se seos" brillantemente desarrollada posteriormente por Berger y Luck-
obtiene, fundamentalmente, por la vía de un proceso inductivo: a par- rnann en 1968 en una obra cuyo título es más radical: «La construc-
tir de la observación de un fenómeno dado se plantea un problema ción Social de la Realidad». En palabras de estos autores:
de solución posible en términos empíricos; para resolver, entender e
interpretar dicho problema (de relevancia social, intelectual o ambas) Sostenernos, por lo__tanto, que la sociología del conocimiento d~­
el científico desarrolla, por la vía de la índucción, una serie de HIPÓTE' berá ocuparse de todo lo que una sociedad con~idera corno ,«C~:mOC1­
SIS. Estas hipótesis generarán, vía deducción, unos postulados, cuya miento» sin detenerse en la validez o no de dicho «conocimiento»
contrastación empírica con la realidad nos proporcionará la verifica- (sean cuales fueren los criterios aplicados). Y cualquiera que sea el al-
ción O refutación de estas propuestas teóricas. De esta manera, se van cance con que todo «conocimiento» humano se desarrolle, se trans-
mita y subsista en las situaciones sociales, la sociología del conoci-
incorporando nuevos postulados al entramado del conocimiento.

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~iento deberá tratar de captar los procesos por los cuales ello se rea-
liza de una manera tal, que Una «realidad» ya establecida se cristaliza texto o unos patrones conductuales, una situación interactiva o contex-
para e,l hombre d~ l~ calle. En otras palabras, sostenemos que la so- to especialmente sociocultural y un significado que le permite abrirse
c~ologla del conocimiento se ocupa del análisis de la construcción so- a la trascendencia de sí mismo.
cial de la realidad. Resulta, pues, evidente que la conducta se encuentra a la base misma
del objeto formal de los Fundamentos Psicosociales de la Comunica-
. Dos ,aspect?s, esenciales para acotar con precisión el objeto de la ción. No toda la conducta, obviamente, sino únicamente una parce-
Psicología SocIal, de la Comunicación, se derivan de este hecho fun- la específica y concreta del repertorio conductual humano, conside-
damental. En pnmer lugar, que .e~ objeto de esta ciencia no es algo rada, además, desde el punto de vista del proceso psicológico de la
cerrado, a~otado .de forma definitiva. Más bien, consiste en un con- comunicación. Todo ello nos conducirá a consideraciones tales como
cep~o flexible, abierto y cambiante, que irá evolucionando en base a que el objeto más propio de esta disciplina es no tanto la conducta-
param.etro.s, tales cama el desarrollo de las técnicas e instrumentos de en-sí, como la parcela significativa de la conducta, la cual representa el
tnvesttgacrón, las demandas sociales y políticas, el avance o abando- factor estimulante que desencadena todo el proceso comunicativo e
no de, determinados modelos, etc. En segundo lugar, se nos aparece informativo.
e~ ,feno,m~~o del sur~lmlento de diferentes «objetos» en esa construc- Es este punto de vista el que nos obliga a desarrollar una aproxi-
cion hIs~onca del objeto. Recordemos, en este sentido, que Heidbre- mación rigurosa y previa del estudio de la conducta desde el enfoque
der, en epo,ca tan temprana c<?~o los primeros inicios de la psicología de la psicología social y que nos conduce al fenómeno de la multi-
c.ontemporanea, ~n 1923 escribía una obra de título muy representa- plicidad y unidad del objeto, puesto que el estudio de la conducta, por
trvo en este sentido: Seven Psychologies. Y, en efecto, podía hablarse parte de las ciencias sociales, ha sido sometido (y continúa siéndolo)
en ~quellos .momentos, si no de siete psicologías sí, cuando menos: a este fenómeno.
de siete «~bJetos» claramel?te definidos y diferenciados de psicología.
, ~ partir de e,stos ?OS Im~o.rtantes fenómenos se presenta, en el
ámbito del estudio epistemológico del objeto de las ciencias de lo so- 1.4. LAS DICOTOMÍAS QUE CONFORMAN EPISTEMOLOGICAMENTE
cial, ~.lI~_? de los ~lementos ~ás relevantes a la hora de configurar la LA MULTIPLICIDAD DEL OBJETO EN LA PSICOLOGÍA SOCIAL
definición del objeto de estudio de esta disciplina: la multiplicidad fren- DE LA COMUNICACION
te a la unidad del objeto de la ciencia de lo psicosocial.
Como hemos apuntado, el objeto científico de la psicología, des-
de el punto de vista del objeto formal, se ha caracterizado por una
1.3. MULTIPLICIDAD «FRENTE A" UNIDAD DEL OBJETO enorme «dispersión)', por una multiplicidad de formas de entenderlo
e interpretarlo. Estas diferentes «formas » de entender el objeto han lle-
vado al desarrollo de díferentes modelos o paradígmas, la mayor par-
En 1~79 Mayor afirmaba en su obra Hacia una Psicología de la Co- te de los cuales, con mayor o menor entidad e influencia científica y
muntcaaon Humana que texto, situación y significado son las coordena- académica, subsisten en la actualidad.
das sobre ~as ~ue se articulan los procesos de conducta y los proce- Ahora bien, estas diferentes interpretaciones del objeto formal no
sos comUnICatIVOS.
se producen de forma arbitraria, sino que obedecen a un plantea-
És~os sería~ los tres .grandes elementos, los grandes ejes que ver- miento epistémico y, por consiguiente, previo, a la concepción del ob-
tebrana~ el objeto propIO de los Fundamentos Psicosociales de la In- jeto. El conocimiento, análisis y discusión profunda y crítica de estas
formación, .en cuanto objeto formal. Esta afirmación debe ser inter-
premisas epistemológicas constituye uno de los pilares más importan-
pr~tada ,baJO .la premisa, siempre presente en la disciplina de la tes a la hora de abordar un enfoque riguroso de las bases psicosoeia-
psicología social, de que el objeto propio de los Fundamentos Psico-
les de la comunicación, puesto que de ellas, de estas premisas y de la
~oC1ales de la Información es la conducta; conducta comunicativa e opción intelectual que se realice entorno a esta, cuestión, depende no
I-?mersa ~n un p~oceso, informati.v0' obv~~mente. 0, aplicando mayor sólo el tipo de modelo o paradigma teórico que se desarrollará, sino
fI,g<?r, la mflu.encla re~lproca, la interaccion, entre los procesos psico- todo el conjunto de elementos que es preciso poner en funciona-
lógicos y los informativos y, sobre t<?do;, ~a integración que como pro- miento para llegar a configurar tales modelos (nos referimos a ele-
ductor y constructor lleva a cabo el individuo o grupo social entre un mentos como el proceso de mate matización, la formalización del dis-

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curso científico, la axiomatización, el tipo de metodología cientí- leológicas, propositivas etc.). La postura adoptada frente a es-
fica, etc.). tos planteamientos conducirá a la dicotomía DETERMINANTES EX-
Como se ha apuntado anteriormente, estas premisas epistemológi- TERNOS «frente a- PROPOSITIVIDAD.
cas reflejan, y a la vez se apoyan, en una forma de entender e inter-
pretar la realidad, entre la cual se encuentra la del propio ser huma-
1.4.1. ¿Procesos psíquicos o patrones conductuales?
no. Constituyen, por consiguiente, una verdadera «psicosociología del
conocimiento». Cuando Copérnico (1473·1543) presentó Y discutió su teoría he-
Entre estas premisas destacan las siguientes: liocéntrica, Kepler (1571-1630) planteó un modelo empírico acerca de
las órbitas elípticas de los planetas, y Galileo (1564-1642) descubrió al-
Una concepción sensista «del mundo>', de la realidad fenoménica, gunos de los principios fundamentales de la di~ámica de los cuerpos
que enlaza y deriva de un planteamiento materialista de la rea- en movimiento, probablemente no eran conscientes de que estaban
lidad en su sentido más radical. Este punto de partida impli- sentando las bases de una nueva forma de hacer ciencia que «arras-
cará, a nivel metodológico, una determinada manera de com- traría» a saberes tradicionalmente reservados a la filosofía, como la psi-
prender el método científico en aspectos tan relevantes como cología. Probablemente tampoco eran conscientes de que, poco des-
la observación empírico-científica (qué es, cómo desarrollarla y, pués, bajo la fuerte influencia del empirismo inglés, cristalizada en el
sobre todo, qué se debe y puede observar). Este planteamien· pensamiento de autores como Berkeley (1685-1753), Hume (1711-1776)
to derivará, según se tome una u otra postura, hacia una de las o Hartley (1705-1757) se constituiría una forma de entender la eren-
dicotomías de mayor relevancia en el estudio de la conducta cia de lo humano dominada por el férreo control del «empmsmo'',
humana: PROCESOS PSÍQUICOS «frente a» PATRONES CONDUC- de una especie de análisis sensista de lo humano que toma como pun-
TUALES. to de partida la negación de los fenómenos psíquicos, internos, com<;>
Una concepción «atomista» de la naturaleza del ser humano. Es cualitativamente diferente de los externos. De esta manera se postulo
decir, un planteamiento (situado a nivel de postulado ontoló- que el objeto de las ciencias del hombre debe~ ser los fenó~enos «pú-
gico) según el cual, el conocimiento exhaustivo de las partes blicamente observables). Es esta postura radicalmente sensista, en la
elementales que configuran el psiquismo humano es suficiente más pura tradición del empirismo inglés a la que nos hemos referido.
para conocer y comprender «el todo». Una concepción ato-
mística de este tipo deriva, obviamente, de un postulado pre-
vio reduccionista, según el cual, lo más complejo es reducible a) Patrones conductuales
a lo más simple (en el planteamiento más radical de esta pos-
tura todo, hasta el fenómeno más complejo, que es, precisa- De esta forma «la conducta» y, poco después, «los patrones con-
mente, el de los fenómenos psicosociales, serían reducibles a ductuales» complejos, se constituyen en el único y verdadero objeto
las leyes de la física). Estos postulados, de corte apriorístico, de la psicología. A partir de este postulado epistemológico se constru-
conducen a la dicotomía ESTRUCTURA «frente a» FUNCIÓN (plan- yen diferentes modelos, todos ellos respetando escrupulosamente este
teamiento estructural o funcional de la mente humana y de los principio. Entre ellos destaca la Escuela Soviética iniciada con Sechenov
fenómenos psicosociales). (1829-1905) y brillantemente desarrollada por Bechterev (1857-19207) y
Finalmente, encontramos una aproximación mecanicista del especialmente por Pavlov (1849-1936) y representada en la psicología
acontecer de los fenómenos psicosociales. Este punto de vista actual por Luria, el cual, desde este modelo, ha realizado importantes
supone una concepción fisicalista de las relaciones entre los contribuciones a la comprensión de los mecanismos psiconeurológi-
acontecimientos que se producen en la realidad, sea esta fisica cos del lenguaje y la comunicación con obras como El desarrollo dellen-
o psicosocia1. De este modo, las relaciones entre los aconteci- guaje y la formación de 105 procesos mentales (1959), Desórdenes cerebrales y
mientos son interpretados dentro de un modelo lineal de «cau- análisis de/lenguaje (1958) o Cerebro y lenguaje (1970). Esta comente de
sa-efecto», circunscribiendo el término «causa» a la contingen- pensamiento, retomando algunos de los principios del funcionalismo
cia inmediatamente anterior, previa, al efecto (es decir, la causa americano y de la etología centroeuropea, generará el llam~do para-
eficiente) prescindiendo de análisis más internos que llevarían digma de la Psicología Objetiva, cuyo modelo más representativo se en-
a la consideración de otro tipo de «causas» (causas finales o te- cuentra en el conductismo y neoconductismo.

38 39
En esta corriente destacan autores de especial brillo intelectual, cipios internos o cualidades ocultas. Como claramente afirmaba Ne.w-
como Skinner, representantes de un esquema fuertemente sensista y ton en su Prefacio a los Principios de Filosofia Naturr:l, se debe presCI~·
mecanicista, donde todo el comportamiento humano, por complejo dir -apuntaba el autor- de las formas substanciales y de las cuali-
que sea, puede interpretarse a partir de la consideración única y ex- dades ocultas y evitar todas las preguntas acerca de la «naturaleza» del
clusiva de los procesos públicamente observables (concepción sensista y movimiento para dedicarse al estudio de los fenómenos móviles y de
fisicalista en su más pura acepción) es decir, de las respuestas emiti- sus relaciones. Sin duda que el concepto «relación» es clave para com-
das por el organismo (respuestas fundamentalmente conductuales, aun- prender esta nueva forma de interpretar los fenómenos a la luz de. la
que no sólo, puesto que se admite cualquier otro tipo de conducta nueva ciencia. Galileo afirmaba en su obra Diálogos acerca de dos Cien-
públicamente observable, tal como la psicofisiológica o la sub-verbal). cias nuevas que a ••• el momento no parece oportuno para investigar la
De este planteamiento surge, el conocido esquema R = f(E), según el causa de la aceleración del movimiento natural, acerca de la cual va-
cual, las respuestas (R) surgen determinadas contingentemente como rias opiniones han sido expuestas por varios filósofos [...) Nuestro pro-
una función determinada de su relación con la situación estimular (E). pósito es exclusivamente investigar y demo~trar alg~na.s de las yrt?-
Este tipo de aproximaciones no han sido muy utilizadas en el con- piedades del movimiento acelerado". Es decir, prescindir del a1!~hsls
texto del análisis psicosocial de la comunicación. Sin embargo, sus de las «causas» en cuanto causas últimas o internas o prepositivas.
puntos de vista pueden resultar útiles a la hora de comprender de- Prescindir de la idea de Principio y de Entelequia aristotélico. Substi-
terminados procesos psíquicos en su interacción con el entorno en el tuir el concepto aristotélico de «naturaleza" por el físico de «relacio-
contexto de la comunicación (véase, por ejemplo, los trabajos de Skin- nes entre fenómenos».
ner sobre El Percibir, El Controlcognoscitivo de los estímulos, El comporta- Este planteamiento, enormemente fructífero y epistémicamente
miento verbal o El conocimiento como posesión de información, Skinner, aceptable para el mundo de los fenómenos fisicos, supone e:lO~mes
1974). dificultades y limitaciones en el mundo de los fenómenos :PSlqUICOS,
Derivados de un esquema sensista fisicalista se encuentran otras teo- puesto que supone renunciar a las variables internas del sujeto, a la
rías pertenecientes a una especie de neoconductismo social (en ocasiones propositividad en suma.
conocido, aunque en otro contexto, corno Teorías del aprendizaje so- Algunos modelos cuyas aportaciones han sido relev~nte~, a la hora
cial, como el representado por Bandura y Walters). Dentro de estas de entender los mecanismos psicosociales de la cornurucacion se han
tendencias han destacado importantes aportaciones al estudio de la in- apoyado sobre los presupuestos epistemológicos que suponen la acep-
formación desde un enfoque psicosocial, algunas de ellas vigentes tación de estas variables internas. Por ejemplo, las teorías de la Ces-
en la actualidad. Tal es el caso de la llamada Escuela de Yate (Hov- talt, del Psicoanálisis Social, la Psicología Topológica, la Psicología
land, 1957; Sherify Hovland, 1961; véase también, para una revisión Comprensiva y Humanística o la Psicología Fenomenológica. Todos
crítica de estos modelos, Fishbein y Ajzen, 1975). ellos modelos o escuelas que, desde diferentes ópticas, pero comp~r­
tiendo el punto común del análisis de pro~esos internos, pr?porc~o~
nan importantes apoyos científicos al estudio de las bases PSlCosoCla-
b) Procesos psíquicos les de la comunicación.
Las bases epistemológicas que soportan estas posiciones parten del
En el «polo opuesto» de esta dicotomía que venimos analizando se hecho incontrovertible de la existencia en el ser humano de estructu-
encuentran los procesos psíquicos. Es decir, aquellos autores, escuelas o ras fenoménicas cerradas, que manifiestan una actividad interna propia
tendencias que, a nivel epistemológico, parten de una consideración e independiente del medio, porque, precisamente, el obj~tivo de e~ta
contrapuesta a lo anterior: la aceptación de variables internas, interio- actividad es controlar dinámica e instrumentalmente a dicho medio.
res al propio objeto de estudio (en este caso al sujeto, puesto que nues- Éste es el concepto de «sistema», el cual ha sido sistematizado por Ber-
tro objeto formal de estndio es el sujeto mismo). tanlanffy en su famosa T.G-S. (Teoría General de Sistemas, 1950) y de-
La base lógico-filosófica que sostiene un planteamiento de este tipo sarrollada en España inicialmente por autores como Ubeda (1954), aun-
ha sido muy discutida, puesto que los modelos derivados de estos que donde realmente surge es en el concepto psicofisiológico, de
planteamientos pueden caer con facilidad en razonamientos especula- «horneostasis» propuesto por Claude Bernard y desarrollado, en el am-
tivos similares a los empleados en la lógica de la ciencia pre-positiva, bita de las bases biológicas de la conducta, por Cannon (1932).
derivando hacia explicaciones circulares, viciosas o que apelan a prin- Ahora bien, la aceptación de estas premisas o presupuestos lógi-

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cos, que, como hemos dicho, permiten la adopción de modelos como sultados. Esto, que es evidente en los sistemas científicos de predic-
el de la Gestalt o el de la Psicología Comprensiva, suponen impor- ción -prospectiva, radar, programación lineal, traducción automática
tantísimas consecuencias. Seguramente la mayor de todas ellas con- de lenguas etc.-, no es menos verdadero respecto de la ciencia en
cuanto tal e incluso en cuanto al lenguaje ordinario, donde la comu-
siste en el abandono del concepto de «causalidad mecánica), según el nicación va delimitándose progresivamente, auto-regulándose y auto-
cual, a toda causa le sigue, de forma mecánica un efecto. Por el con- corrigiéndose de acuerdo con las respuestas del receptor y el grado de
trario, en un escenario como el propuesto a partir de la Teoría de los comprensión que manifieste del mensaje transmitido.
Sistemas, se acepta que la causa mecánica, exterior al organismo, es,
o puede ser, meramente un causa eficiente o concausa, existiendo de De hecho, sobre este concepto de predicción probabilistica se ba-
forma simultánea una causa última, la cual puede encontrarse en el sará toda la llamada Teoria Matemática de la Información (Shannon
futuro y, por consiguiente, ser posterior a su efecto. De este modo, y Warren Weaver, 1949).
nos encontramos con el comportamiento llamado teleológico, el cual
es propositivo, multipotencial, reversible y futurible.
Todo lo cual es de enorme interés en el campo de la Psicología 1.4.2. ¿Estructura o función?
Social de la conducta comunicativa, puesto que si algún comporta-
miento es primaria y esencialmente futurible este es, precisamente, el Wundt pone en marcha el primer laboratorio de psicología empí-
comunicativo. Y esta afirmación resulta especialmente oportuna en un rica en la ciudad de Leipzig, hace ya más de cien años -en 1879-
apartado en el que nos estamos refiriendo a la epistemología de la influido por las teorías del asociacionismo (de autores como Ebbing-
ciencia, es decir, a un tipo de lenguaje especial y específico: el len- haus), por los modelos sensistas y fisiologicistas desarrollados por fi-
guaje de la ciencia. Y ello porque, como bien apuntaba Comte, el len- siólogos como Weber y Fechner, por la fisica y, muy especialmente,
guaje de la ciencia debe ser especialmente predictivo y anticipiuorio: por la química del momento, claramente «atomista», puesto que par-
«Savoir pour prévoir: prévoir pour savoir- -decía Comte-; obvia- tía, como postulado esencial, de la idea de que «el todo» puede ser
mente, puesto que a la ciencia le interesa conocer la explicación del descompuesto «en partes) y, además, el conocimiento exhaustivo de
comportamiento de los fenómenos para, conociendo sus causas o con- «las partes», nos dará el pleno conocimiento «del todo). Así, Wundt
tingencias, poderlos predecir y controlar en una suerte de control (pro- fundó el modelo más importante, riguroso y de mayores repercusro-
babilístico, eso sí) del futuro; el hecho de si ese conocimiento es o nes en el análisis de los procesos psíquicos y sociales. Este modelo
no y en qué medida certero o falsable o indemostrable, es otra cues- era de corte estructuralista, especialmente en la forma en que fue pos-
tión que no invalida, en absoluto, el carácter futurizo y teleológico teriormente desarrollado por discípulos como Titchener. Sin duda que
del lenguaje científico (puede verse un desarrollo de estas cuestiones el camino escogido por Wundt fue el adecuado (teniendo en consi-
en la obra de Stove Poppery Después traducida en Temas, 1995). deración el momento histórico en el que se encontraba la incipiente
Pero, volviendo al lenguaje común, que es el que verdaderamente y jovencísima nueva ciencia) al comenzar explorando las e5truc~ura5
constituye el eje de unos fundamentos psicosociales de la comunica- que subyacen al funcionamiento de los procesos mentales y SOCiales
ción, aquí también aparece este componente proyectivo, puesto que (o de los pueblos, en terminología de Wundt). La química, menos jo-
como muy bien vio Aranguren en 1965 ven que la psicología, se encontraba en una fase similar) si bien más
avanzada: estaba descubriendo y analizando los «elementos» que cons-
la concepción del «signo» (de todo signo) como una cifra ininteligible tituyen la naturaleza para, conociendo las leyes que los «asocian» (le-
en sí misma, porque está codificada conforme a una clave que es me- yes de la química orgánica), conocer la estructura de los compuestos
nester descibrir -o intentarlo al menos, a riesgo de equivocarse-, químicos. El planteamiento, en este sentido, «enciclopédico», de la
pone el acento, como hemos visto, en lo que tiene de información re- psicologia de Wundt es el que habitualmente se produce en la evo-
ferida siempre al futuro (aunque a veces por la mediación del pasado)
lución de las ciencias. Tras una primera aproximación enciclopédica,
y, por consiguiente, predictiva. El signo es dotado de un valor antici-
patorio, que permite adelantarse a la consumación de los aconteci- taxonómica y, parcialmente, estructuralista, se desembocará en plan-
mientos y evitarlos o modificarlos. Toda información es, pues, siem- teamientos de corte más explicativos y dinámicos.
pre proyectiva, predeterminativa o normativa; naturalmente, no con De este modo, la evolución más lógica viene de la mano de un
un carácter apodíctico, sino probabilístico, definido, según veremos, planteamiento, como decimos, que subraye el dinamismo del psiquis-
por el número de alternativas necesarias para controlar los posibles re- mo, frente a la óptica estática del estructuralismo.

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En este sentido, en Europa se estaba desarrollando, de manera me- ta y de su conciencia, siempre en función de su adaptación al medio.
nos intensa pero clara, un movimiento intelectual que pretendía es- Este carácter fundamentalmente funcional de la conciencia y la con-
tudiar los comportamientos psíquicos y sociales a partir de, digamos, ducta sería desarrollado posteriormente por autores como Dewey, J.
la idea de «actividad», especialmente, en el sentido de actividad del (1859-1957) Y Angell, J- R_ (1869-1949) pertenecientes a la llamada Es-
sujeto actuante con un determinado fin. No sorprende que el aban- cuela Funcionalista de Chicago, Así, Angell, en el discurso que pro-
derado de este movimiento fuera Brentano (1838-1917), un antiguo nunció en 1906 a raíz de su propuesta como presidente de la muy in-
sacerdote católico de fuerte tradición aristotélica; parece, en efecto, fluyente Sociedad Americana de Psicología titulado The providence of
más evidente esta conceptualización dinámica de lo psíquico en un functional psychology afirmaba que: o:••• la mente es concebida como un
esquema aristotélico donde el sujeto actuante, el sujeto agente, tiene instrumento primariamente encaminado a mediar entre el ambiente y
un gran valor, que a partir de unos modelos psicológicos mecanicis- las necesidades del organismo». De este modo, la conciencia adquie-
tas como los derivados del empirismo inglés, donde lo relevante se- re un carácter rígido y mecanicista propio de una concepción fisica-
rán las condiciones externas al sujeto, las cuales controlarán y deter- lista o sensista del mundo, donde su papel sería el de un «instru-
minarán su comportamiento. Tampoco un punto de partida kantiano, mento» más o menos inerme, encargado de actuar como intermediario
como era el de Wundt, ayudaría a este planteamiento dinámico, pues- entre el entorno y el organismo en la búsqueda de la mejor adapta-
to que, como es sabido, la preocupación de Kant se concentra, espe- ción.
cialmente, en la conciencia en sí o en el sujeto en general, como su- La dicotomía éestructura o función? parece ser una de las que me-
jeto cognoscente. jor han sido superadas y gran parte de los modelos contemporáneos
De esta manera, Brentano, en su obra Psicología desde elpunto de vis- plantean un enfoque que contempla un análisis de la función tal y
ta empírico, sentaba las bases de lo que se llamaría la psicología del como es desarrollada dentro de una estructura. Este punto de vista
acto, y planteaba que el introspeceionismo (que tanto utilizaría implica la consideración del organismo (sea éste un individuo o un
Wundt) debía ser empleado no tanto para estudiar los contenidos de grupo social) como una estructura cerrada pero provista, a su vez, de
conciencia como para estudiar la actividad de esta conciencia (la ac- un sistema interno de estructuras dinámicas encargadas de desarrollar
tividad mental), subrayando así el carácter dinámico de la intencio- unas funciones específicas. Estas funciones dependerán de cómo sea
nalidad psíquica. esta estructura (su articulación, subsistemas, grado de desarrollo, etc.)
Este punto de partida dará lugar a toda una serie de modelos, teo- y, muy especialmente, de cuáles sean sus relaciones con el exterior.
rías o formas de encarar el análisis de la actividad psíquica tales como En este contexto, modelos como el llamado funcionalismo estructu-
el desarrollado por Binet (1857-1911) en Francia, el cual daría lugar a ral ha tenido una fuerte repercusión en el análisis de los procesos de
todo el desarrollo de la -psicometria» en cuanto técnica de medir los comunicación, especialmente desde el área más próxima a lo socioló-
contenidos de la conciencia, que sentará las bases de las modernas gico que a lo psicológico. Desde esta óptica se analizan las relaciones
técnicas, tan importantes en el campo de la Psicología Social de la entre los procesos de la información y su contribución a la estabili-
Comunicación, de la medición de actitudes, cambio de actitudes, gra- dad de las estructuras sociales (o inestabilidad, según el momento y
do de persuasión, etc. el enfoque), En definitiva el punto de partida es claramente funcio-
Casi simultáneamente, se desarrolla en Norteamérica otro movi- nalista desde el momento en que se plantea el estudio de estos pro-
miento funcionalista, pero de corte mucho más pragmático y con un cesos comunicativos sobre el tejido social desde el punto de vista de
contenido filosófico mucho menor (como, por otra parte, suele ocu- la «función» que éstos cumplen en aquélla. Este esquema, a nivel fi-
rrir con las tendencias gestadas en Norteamérica). El enfoque nortea- losófico, pre-científico, parte ya nada menos que de Platón, el cual,
mericano, muy influido por la biología de la época y, especialmente, en La República, sugiere la analogía entre la sociedad y un organismo,
.por las teorías de la evolución, cargaría el acento en el aspecto fun- en el sentido de un sistema de partes inter-relacionadas dentro de un
cional de la conducta desde el punto de vista de su capacidad para re- equilibrio dinámico que culminaría con la paz o armonía social.
solver las necesidades del organismo que la emite y, en consecuencia, Muchos de los autores considerados «clásicos» en el área de la so-
con la finalidad de adaptarse a su entorno. ciología y de la psicología social, corno Comte (The Positive Philosophy,
En efecto, el funcionalismo americano, especialmente a través de 1915), Spencer (Tbe Principies of Sociology, 1898), Malinowski (Antropo-
su representante más conocido e influyente, William James (1843- logy, 1926), Radcliffe-Brown (Structure and Function in Primitiue Society,
1910), subrayó el carácter instrumental del organismo, de su conduc- 1956) asumen, de forma más o menos explícita, estos postulados. Mer-

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ton sintetizó los puntos básicos de este modelo en su obra Social Tbeo- ma más natural y positiva sin la interferencia de leyes externas que
ry and Social Structure (1949) tal y como describen DeFleur y Ball-Ro- distorsionarían la evolución del sistema. De esta forma la sociedad se
keach (1982): define como un conjunto de elementos que se interrelacionan entre
sí, generando acciones (al modo planteado por los modelos estructu-
1. ~na socie,dad puede ser concebida como un sistema de partes ralistas funcionalistas) repetitivas y coherentes con el sistema. A tra-
inter-relacionadas; es una organización de actividades inter-co- vés del cambio social evolutivo se generan super-estructuras o formas
nectadas, repetitivas y acordes en un esquema.
2. Tal sociedad tiende naturalmente a alcanzar un estado de equi-
sociales cada vez más y más especializadas, más eficaces a la hora de
librio dinámico; si se produce una falta de armonía, aparecerán satisfacer las necesidades de sus miembros.
fuerzas tendentes a restaurar la estabilidad del sistema. Dentro de estos postulados han sido muchos los modelos psico-
3. Todas las actividades repetitivas dentro de una sociedad realizan sociales que se han planteado en el estudio de los procesos de la co-
una contribución a un estado de equilibrio; en otras palabras, municación. Ciñéndonos a los aspectos más relevantes de cara al con-
todas las formas persistentes de una acción, acorde a una pau- texto que nos ocupa, podemos citar los modelos del conflicto social,
ta, desempeñan un papel en mantener la estabilidad del sistema. del interaccionismo simbólico y del evolucionismo social, todos ellos
4. Cuando menos algunas de las acciones repetitivas y acordes a preocupados por el análisis de las funciones que cumple la informa-
una pauta, dentro de una sociedad, son indispensables para su ción dentro de la compleja estructura social a la que pertenencen.
e~istencia continuada; es decir, existen requisitos previos y fiin-
cionales que llenan necesidades críticas del sistema, el cual no
perduraría sin aquéllas.
1.4.3. ¿Determinantes externos o propositividad?
. En este sentido, es evidente que los procesos de comunicación so-
cial son «acciones repetitivas y acordes a una pauta». Considerando La última de las dicotomías epistemológicas con la que nos en-
que, en este marco, el término «estructura- hace referencia a la forma frentamos hace referencia a la idea de considerar el comportamiento
en la cual estas ~ctividades repetitivas son articuladas y organizadas determinado por los acontecimientos externos y, por consiguiente, de
dentro de la SOCIedad, resulta obvio que el análisis de las redes (en forma mecánica (en el sentido que la filosofía ha atribuido tradicio-
cuant:> la organización compleja y dinámica de los medios) y, muy nalmente al término «mecanicismo») o bien considerar que el com-
especialmente, del uso y función que los individuos del grupo social portamiento puede estar, al menos en parte. controlado por procesos
o de la SOCIedad le atribuyen, constituye un elemento fundamental de internos, propositivos.
análisis de estos modelos. Nos encontramos ante un planteamiento inseparable del que fue
De este ~priorismo epistémico del que nos ocupamos (al que he- propuesto al estudiar el problema de los PROCESOS PSíQUICOS «frente a»
mos denominado PROCESOS PSÍQUICOS «frente a., PATRONES CONDUC- los PATRONES CONDUCTUALES. Decíamos entonces que a raíz de las
TUALES) emerge también, inclinándose hacia el polo conductual, el propuestas de Galileo, Newton, Kepler, las influencias del empirismo
modelo llamado euolucionista. inglés, Berkeley, Hume, Bacon, etc., se había prescindido de la idea
Como es sabido, Spencer (1898) es uno de los fundadores de este de sustancia aristotélica como mecanismo explicativo de los fenóme-
modelo. en su aplic.ación al contexto psicosocial, constituyendo lo que, nos, siendo substituida por la idea de «relaciones» entre los fenóme-
en ocasiones, ha sido denominado «darwinismo social» actualmente nos. Otra enorme consecuencia de este planteamiento consistió en
más citado como Neo-Evolucionismo (Peel, 1969; Penis~ff, 1974). Es- abandonar la idea de principio interno como variable impulsora del
tos paradIgmas plantean una especie de «metáfora del organismo », a comportamiento, para ser cambiada por la idea de determinantes exter-
Perttr de la cual las estructuras psicosociales son contempladas COmo nos. Los principios fueron substituidos por las condiciones.
semejantes (que no idénticas) a un organismo vivo. Este modelo de- Los autores que se han decantado hacia las condiciones han de-
semboca, en un contexto similar, aunque no idéntico, en la llamada sarrollado paradigmas como los analizados en el apartado al que nos
Teoría General de Sistemas. La conocida sentencia de Spencer sinte- referimos, tales como el modelo de la reflexología soviética, el con-
tiza bien el espíritu de este modelo: «Laisser faire laisser passer, le ductismo y neoconductismo, las teorías del. aprendizaje social, etc.
mon~e marche lui méme» (dejemos hacer, dejemos pasar, el mundo Sin embargo, ha habido autores que han reaccionado contra este
funciona solo). Desde este planteamiento se propugna la no-interven- presupuesto, y han subrayado el carácter fundamentalmente proposi-
ción sobre la estructura o tejido social, el cual evolucionaría de for- tivo de la conducta humana. De esta manera se han desarrollado co-

46 47
rrientes como la iniciada por Windelband (véase su célebre discurso
rectoral Historiay Ciencia Natural) y Dilthey (el cual publicaba en las
Actas de la Real Academia de las Ciencias de Prusia sus principios a cer-
ca de una Psicología Descriptiva y Analítica). Estas corrientes inician lo
que, de forma global se llamará la Psicología Comprensiva, desde el
momento que plantea «comprender» los fenómenos psicosociales. De
esta manera se presenta la posibilidad de desarrollar modelos científi-
cos de lo social desde una óptica epistemológica completamente di-
ferente a la empleada en el desarrollo de los modelos de lo físico; es
decir, se plantea la diferenciación entre el método nomotético frente al
ideográfico. Así, por ejemplo, las teorías de la comunicación interper-
sonal y de la percepción desarrolladas por autores como Merleau-
Ponty, o las teoría contemporáneas de G. W. Allport sobre la trans-
CAPÍTULO II
vivencia empática como mecanismo para comprender la comunicación
interpersonal, avanzan dentro de un paradigma ideográfico. Por otro
lado, aunque con unos orígenes filosóficos diferentes, dentro de estas El método de la Psicología Social de la Comunicación
premisas epistemológicas (es decir, subrayando la sustantividad del su-
jeto y su papel activo, su propositividad), se encuentran las modernas
teorías de la cognición social. Estas teorías pretenden buscar un pun-
to de equilibrio entre la influencia de lo exterior, las condiciones, y A través de los conceptos que hemos venido desarrollando, hemos
la relevancia de lo interior, los principios, el sujeto. puesto en evidencia la gran importancia que los presupuestos episte-
En este sentido, se ha dicho que este planteamiento supone una mológicos tienen sobre el desarrollo de teorías, modelos, hipótesis de
especie de individualismo metodológico, puesto que parece basar las trabajo, técnicas de análisis, etc. Sin duda que los presupuestos pre-
interpretaciones de los acontecimientos psicosociales en el individuo vios a una ciencia, siempre latentes (se sea o no totalmente consciente
y en sus fines o intenciones. Así, se sugiere que este tipo de modelos de ello) la condicionan de forma determinante. Este punto de vista
poseen características de subjetivismo y teleologicismo; por el contra- es todavía más contundente cuando ha de ser aplicado sobre una dis-
rio, a los modelos que se apoyan en lo que, en ocasiones, ha sido de- ciplina joven, emergente. Tal fue el caso de la psicología positiva en
nominado el holismo metodológico (puesto que basan la interpretación el siglo pasado. Tal es ahora el caso de esta "Psicología Social de la
del hecho social en datos y fenómenos objetivos) se les atribuyen ca- Comunicación» que comienza a emerger como una nueva disciplina.
racterísticas objetivistas y mecanicistas (Sierra Bravo, 1984). Dentro de estas coordenadas, nada debe sorprender el intentar desa-
Este individualismo metodológico derivado a planteamientos que rrollar unos pilares sólidos, unos cimientos epistemológicos rigurosos
c:istalizan en paradigmas del tipo cognición psicosocial constituye, pre- sobre los que edificar esta rama del saber.
cisamente, uno de los pilares (a nivel epistemológico y su reflejo en Como se ha visto, el objeto formal en una ciencia se alza como uno
un paradigma) sobre los que se apoya el desarrollo de la disciplina de los puntos de mayor relieve a la hora de definir y consolidar esa
que aquí presentamos. ciencia. También se ha visto como el objeto camina inseparablemen-
te unido al método, puesto que, en muchos sentidos, la elección del
método nos lleva a un determinado objeto, «fuerza» la óptica desde
la cual se contempla y desde la cual se recogen y posteriormente se
articulan los datos obtenidos.
La cuestión del método en la Psicología Social y, en especial, en
la Psicología Social de la Comunicación, es tan complejo y de reper-
cusiones tan importantes sobre el futuro desarrollo de la disciplina,
que se hace necesario un primer planteamiento evolutivo que enmar-
que, en su problemática actual, la situación.

48 49
2.1. EVOLUCION EPISTEMOLOGICA DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL los individuos socialmente perfilados son factores importantes del pro-
DE LA COMUNICACION ceso de comunicación, habremos completado, si bien de una forma
muy general, el marco en el que se realiza la investigación comunica-
~l método empleado en psicología social desde sus orígenes, y es- tiva de base empírico-analítica.
pecialmente en la parcela de la psicología social enfocada a los pro·
cesas de la comunicación, se ha guiado por modelos apoyados en la El autor mencionado sigue recordando que las investigaciones rea-
ló?ica positivi~ta y neopositivista. Este punto de vista central y do- lizadas en este marco de referencia se llevan a cabo dentro de lo que
rmnante en psicologír social ha sido definido por Secord (1989) corno comúnmente se denomina, en este área, Psicología Social de la Co-
«el punto de vista estándar de la ciencia». Por otro lado, cabe decir, municación primaria y Psicología Social de la Comunicación secun-
que este «punto de vista estándar» ha sido el dominante no sólo en daria.
el área de esta disciplina, sino también en el de la psicología general Saperas (1992) realiza una propuesta conceptualmente próxima a
y en otras ramas de las ciencias de lo social. la que aquí presentamos cuando afirma que existen dos grandes mo-
La Psicología Social de la Comunicación ha presentado, desde sus delos de investigación sociológica de la comunicación: el que nace de
orígenes, dos grandes tendencias a nivel epistémico-metodológico: de un las teorías llamadas «Teorías del Rango Medio" (Merton, 1968) y el
lado los modelos de orientación empírico-analítica, los cuales operan con que nace arraigando en la tradición de esquemas como el presentado
explicaciones puramente causales en sistemas rígidos muy similares a los por Parsons (1937) en su obra Tbe Structure 01 Social Aaion. Los pri-
de la fisica; por otro lado los modelos de tipo teórico-sistemáticos o teóri- meros modelos enlazarían con la tradición empírico-analítica y los se-
c?-interaccionistas, cuyos principales objetivos son los análisis de tipo fun- gundos con el enfoque estructuralfuncionalista. Las Teorías del Rango
cional. Estas dos grandes tendencias remiten y se apoyan en los presu- Medio obedecen a un
puestos epistémicos a los cuales hemos hecho referencia anteriormente.
Sin embargo, a pesar de su diferente orientación, el substrato fi- tipo de teoría sociológica -afirma Saperas- adecuada al análisis em-
losófico subyacente, la forma de entender la lógica del conocimiento pírico de los hechos observables que permite una validación inmediata
y ?e las relaciones causales en la esfera de lo fenoménico, es muy si- y a partir de los cuales, en un proceso de acumulación de proposi-
milar. ciones deducidas y validadas, se puede estar en disposición de gene-
ralizar teorías sociológicas de rango general. Este modelo de carácter
Los puntos centrales de los modelos psicosociales de la comunica-
empírico-analítico, parte, pues, del análisis de elementos parciales del
ción de orientación empírico-analítica son, en síntesis, los siguientes: proceso de comunicación a partir de un procedimiento estadístico-in-
ductivo. El modelo de rango medio, sin embargo, no nos debe hacer
«Un determinado tipo de comunicación sobre un determinado olvidar el modelo estructura/funciona/ista desarrollado por Talcott Par-
problema referido a un determinado grupo de individuos con sons... (Saperas, 1992, pág. 32).
características determinadas tiene una determinada efectividad»
(Berelson, 1952). Remitirnos al lector a la obra de Saperas para un análisis de al-
«No obstante la heterogeneidad de la sociedad moderna, indio gunas de las causas y consecuencias de ambas aproximaciones en re-
viduos con características semejantes muestran reacciones de co- lación, especialmente, con la estructura de la Mass Communication
municación semejantes» (DeFleur, 1966). Researcb.
«De entre la gran variedad de ofertas de comunicación, un in- Nuestro discurso pretende ahora avanzar por reflexiones nuevas y
dividuo perteneciente a un público elige aquello que concuer- diferentes, más próximas a la problemática epistémico-metodológica, aun-
da con sus intereses, está en armonía con sus actitudes, se co- que siempre sin perder de vista sus repercusiones sobre los modelos
rresponde con sus creencias religiosas y afianza sus máximas de contemporáneos de lo que constituirá los actuales Fundamentos de
conducta" (DeFleur, 1966). Psicología Social de la Comunicación.

Corno señala Holzer (1978, pág. 73):


2.2. EL ORIGEN DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA COMUNICACION

Si se añade a estas tesis la argumentación de que las relaciones in- Puesto que los estudios sobre comunicación, sea en el área de lo
ter-individuales en grupos reducidos e instituciones y los contactos con interpersonal o de lo social, emergen en el área de la psicología so-

50 51
cial, comparten, como es lógico, parámetros muy similares en cuanto El origen de la futura disciplina que será la psicosociología de la
a sus evoluciones epistémico-metodológicas. comunicación, se encuentra en la tradición más norteamericana que en-
De este modo, el origen de la Psicología Social de la Comunica- laza con una sociología más pragmática, más empírica y, como no, bus-
ción se encuentra en la raíz misma de la evolución epistemológica de cando resultados traducibles en «herramientas de control» (control de
las ciencias de lo social y, por consiguiente, del punto de partida que la planificación mediática, de los discursos persuasivos, de las audien-
constituiría el inicio de una larga y fructífera evolución científica que cias, etc.). Son los Estados Unídos y Europa los continentes que hasta
culminaría en la situación actual. ahora han contribuido más eficazmente al desarrollo de las Ciencias de
Benito (1982, pág. 131) expone una cita de Silberman que subra- la Información. La aportación de los Estados Unidos, de un marcado
ya el origen radicalmente psicosocial de los albores de la ciencia de carácter sociológico, ha sido hasta hoy la de mayor cantidad de bi-
la comunicación: bliografia científica, volcada también al estudio de los factores econó-
micos y políticos del proceso informativo». (Benito, 1982, pág. 115).
Si interrogamos al receptor, estamos en contacto con el individuo; si Tal y como hemos apuntado unos párrafos atrás, la investigación
nos acercamos a la problemática por el lado del comunicante, enton- desarrollada por la psicología social en los Estados Unidos en sus orí-
ces es la ~asa a la que dedicamos nuestra atención... Por ello, es muy genes, dentro del ámbito que nos ocupa de la comunicación social,
comprensible que en este aspecto la doctrina de los medios de masas puede delimitarse en dos grandes tendencias: las de orientación empí-
se inclinara en un principio por aquellos teóricos que habían consa- rico-analítica que operan, fundamentalmente, con interpretaciones cau-
grado sus estudios al conocimiento de la masa y de su comporta- sales, y las de orientación teórico-sistemáticas e interacaonistas, de voca-
miento, mucho antes de que los medios de masas alcanzaran la me- ción funcionalista. Curiosamente, tal y como ha apuntado DeFleur
dida que hoy poseen. (1966), el autor pionero en las investigaciones de psicología social so-
bre la comunicación humana (quizá al que, con mayor justicia, po-
Ahora bien, y como adecuadamente señala el mismo autor en su dría considerarse el padre de la Psicología Social de la Comunicación
búsqueda de la vertebración de la Ciencia de la Información o «con- contemporánea), Laswell, representa un planteamiento que lleva im-
cepto unificador» de Nixon (1963): plícitos los puntos de intersección de estas dos corrientes.
En efecto, Laswell plantea en 1927 en su obra "Propaganda Techi-
Puede decirse que hasta el primer cuarto de nuestro siglo xx ~con­ que in the World War» los pilares de lo que, en el futuro, se consti-
cretamente hasta 1930- la información fue estudiada científicamente tuirá en la moderna Psicología Social de la Comunicación, los cuales,
desde el ámbito de los saberes humanísticos. Desde la Historia, la Fi- además, son parcialmente desarrollados por él mismo en su obra The
losofía, la Literatura, la Política y el Derecho, especialmente (Berlo, Structure and Function of Communication in Society (1948). Su formula-
.1960). A partir de los años 30 y con algunos precedentes importantes, ción pragmática «¿Quién dice qué con qué medios a quién con qué
incluso en el siglo anterior, se empieza a estudiar el fenómeno con los efecto?» define todo un programa de investigación a desarrollar por la
métodos empíricos y cuantitativos propios de la Sociología. psicología y la psicol?gía social en el ámbito de la comunicación:

Lo cierto es que la primera etapa emerge fundamentalmente en Eu- «Quién» hace referencia a las investigaciones sobre el emisor,
ropa, especialmente en Alemania, y poseen una fuerte carga filosófi- o
comunicador fuente.
ca y cultural propia de la historia y la tradición intelectual de nues- «Dice qué') remite al análisis del enunciado, el contenido o el
tro continente. En este sentido, las aportaciones de la psicología, la mensaje en sí mismo.
~sicología s~)Cial o la sociología constituyen propuestas de interés, pero «Con qué medios» pone el acento en el estudio sobre las re-
SIn la suficiente fuerza como para crear modelos que se consoliden des mediáticas, su componente como estructura, su interacción
como las futuras bases de lo que actualmente pretendemos constituir sobre el tejido social y sobre el individuo y el propio mensaje.
como Psicología Social de la Comunicación. Tal es el caso de los tra- «A quién» sugiere la investigación de los públicos y audiencias,
bajos pioneros de Tarde (Tbe Lates of Imitation, 1908), de G. Le Bon características del receptor como individuo y como grupo, tan-
(La Psicología de las masas, 1895) brillantemente continuados por Freud to en sus aspectos procesuales como dinámicos.
(Psicología de las masas y análisis del yo, 1920), o de nuestro admirable «Con qué efecto», finalmente, apela a la investigación sobre las
Ortega (La rebelión de las masas, 1937; España invertebrada, 1934). consecuencias del hecho social de la comunicación.

52 53
Este autor presenta, pues, prácticamente las líneas programáticas final, última o teleológica, reservada para las interpretaciones de tipo
maest.ras de lo que será el futuro de la investigación de las bases psi- funcionalista que veremos más adelante; Este tipo de aproximaciones
c.osoCIales de la información y, corno hemos señalado, desde una óp- metodológicas implica un fuerte control experimental metodológico,
tica en la que se encuentran implícitos los puntos de intersección de lo que se traduce en una elevada validez interna; la contrapartida, ob-
las dos ~orrientes más importantes a nivel metodológico. Dos aspec- viamente, es una disminución de la validez externa, 10 que implica una
tos nos l~teresa desarrollar ahora siquiera sea brevemente: el origen, fuerte limitación de la posibilidad de generalización de los resultados
planteamiento y desarrollo de este paradigma emergente propuesto por hacia los contextos más «reales»; es decir, una menor posibilidad de
Laswell, puesto que ahí reside el origen de la incipiente disciplina, de aplicación a las situaciones que se producen en entornos con textual-
una parte, y el desarrollo y planteamiento de las citadas corrientes. Y mente más complejos, más reales. Se ha denominado este fenómeno
todo ello, no se olvide, con especial hincapié (aunque sin olvidar otros «merma en las posibilidades» ecológicas. Por otra parte, un análisis en
puntos de vista) en la estructura epistémico-metodológica. términos mecanicistas limita las posibilidades de planteamientos tele-
ológicos y propositivos, los cuales han demostrado poseer una evi-
dente potencia en la generación de modelos teóricos de fuerte valor
2-3_ EL DESARROLLO DE LAS CORRIENTES EMPÍRICO-ANALÍTICA predictivo. En este sentido, puede decirse que una interpretación de
Y FUNCIONAL-INTERA.CCIONISTA orientación empírico analítica de este tipo, con una praxis de corte
experimental corno la que se llevó (y, en ciertas escuelas, continúa lle-
-Dos Psicologías? Tradicionalmente la Psicología viene desarrollándo- vándose), puede generar también dificultades de validez de construc-
s~ según. dos líneas de pensamiento y de trabajo: materialista-espiritua- to, desde el momento en que nos lleve a plantear modelos cuya cons-
lista, fisiologista-mentalista, na turalista-culruralista, causalista -finalista trucción intelectual no contemple todas las variables intervinientes ni
aton:ística-guestálti~a, experimentalista-clínica, explicativa-comprensiva: todos los procesos mediadores involucrados.
cu~ltficadora-cuant1ficadora, constitucionalista-ambientalista, nomotéti-
Los aspectos positivos de estas aproximaciones teórico-metodoló-
ca-Ideográfica... ¿Dos tipos de psicólogos? é Se debe esta dicotomía a la
existe~cia de dos tipos de mentalidad humana? A saber, e! riguroso, gicas no son, en absoluto, desdeñables y, especialmente en el contexto
metódlC? y exacto, :~. espontáneo, intuitivo y creador; e! «espíritu de histórico, o psicohistórico como apunta Pinillos (1988), en el que se
geometn~» y e! «espmtu d~ fineza», que decía Pascal; e! psicólogo de desarrollaron. En el sentido psicohistórico al que nos referirnos, cabe
la.boratono, .o~eran~? con instrumentos de bronce y números y e! psi- destacar como aportación .positiva de estos enfoques el hecho en base
cologo de diván valiéndose de la comprensión y e! «insight» como ins- al cual estos modelos se rigorizan, transmitiendo un control, una for-
t~mentos, o un psicólogo único, integrador de! rigor metodológico del ma de hacer ciencia, que despeja del camino posibles aproximaciones
CIentífico y de .la agudeza y penetración del clínico. demasiado teóricas, elucubrativas, faltas, en definitiva, del rigor cien-
tífico que exigía una incipiente ciencia como la que ahora analizamos.
Presentación a La Unidad de la Psicología, de Daniel Lagache (Pai- En este mismo sentido,' no se debe despreciar la «respetabilidad cien-
dós, 1985)_ tífica», que el empleo de estas metodologías proporciona al modelo
Los postulados centrales de la corriente empírico-analítica los he- científico en cuestión dentro de las áreas de influencia más académi-
mos sintetizado en páginas anteriores. Ahora ampliarnos aquellos pos- cas, lo cual, si bien es una variable metacientífica, supone fuertes im-
tulados subrayando dos aspectos básicos de esta orientación: en primer plicaciones de cara al desarrollo de la ciencia.
lugar,. destaca el empleo de una metodología de corte experimental o La mayor aportación que supo he esta metodología consiste en el
«cuasl~>. e~penmental, preferentemente con un desarrollo (a nivel de valor añadido que transmite a la llamada «validez interna». Obvia-
procedimiento) de «laboratorio ». Esto implica análisis muy cerrados, mente, puesto que la aparición de la secuencia fenoménica está, como
en sltua~lOnes muy definidas y rigorizadas, donde la aparición de las decíamos, fuertemente controlada, dificultando así la intromisión de
secuenCIas. fenoménicas necesarias para la obtención de «la prueba» variables o procesos ajenos al fenómeno analizado, lo cual se traduce
(en el sentido de la contrastación empírica) se encuentran bajo un fé- en una gran seguridad en el análisis de la «contingencia.. en cuestión.
rreo contr~1 (el llamado «control de las variables corrtaminadoras»] y Como ha señalado Larsen (1964), los principales resultados obte-
donde se sigue un esquema mecanicista puro de contingencia causa- nidos inicialmente por este tipo de aproximaciones pueden sintetizarse
efecto, desde un modelo fisicalista donde por causa se entiende cau- a partir de dos grandes elementos:
sa primaria o causa eficiente (en ocasiones con causa), pero nunca causa

54 55
1. Los individuos y los grupos se inclinan preferentemente hacia ger (1957), el cual no sólo propuso un «corpus'> teórico que diera cuer-
aquellas. ofer~a~ de los medios de masas que corresponden a po a toda la ingente maraña de datos empíricos deslavazados que una
las. predisposiciones de su situación social y de su estado psí- experimentación rica pero endeble teóricamente había generado, sino
quico. que aplicó tal modelo o paradigma al área de la comunicación social
2. Las ofertas de los medios de masas obtienen la máxima efec- y mediática (Festinger, 1964). Como es sabido, estas teorías son co-
tividad tendenciosa, entendiéndose ésta como una estabiliza- nocidas como los modelos del equilibrio cognitivo, de la congruen-
ción O modificación de actitudes y formas de conducta moti- cia cognitiva y de la disonancia cognitiva. La concepción fundamen-
vada por dicha oferta, cuando corresponden a las predisposiciones tal que subyace a todas estas escuelas consiste en afirmar que existe
de los destinatarios» (Holzer, 1978, pág. 74). una estructura cognitiva similar a un campo como el descrito por la
teoría topológica. dentro del cual se producen fuerzas contrapuestas
Los modelos que nacen de esta planteamiento surgen a la luz de tendentes a mantener el equilibrio. Este «equilibrio>" en parte here-
las t,eoría cognitivas inci.~ientes, que emergen de los postulados de las dero del concepto «pregnancia» de las teorías de la Gestalt, es inesta-
teonas de la configuración y de la forma (las cuales darían también ble, y sufre diferentes tipos de presiones, entre las que cabe destacar,
lugar, en otro contexto, a la llamada Teoría de la Gestalt). En 1820 especialmente en el contexto que ahora nos ocupa, las opiniones pro-
~hon:as Brown planteaba la idea de que ciertos contenidos de con- venientes de los medios sociales. Cuando esta presión genera dese-
Cle~cla poseen características que no se hallan en sus elementos. Es quilibrio en la estructura se produce disonancia cognitiva. En palabras
decir, planteaba la idea según la cual puede existir un «todo» (un con- de Malewski: «La concepción fundamental de estas teorías puede ser
tenido de conciencia) con cualidades mayores a las que se encuentran expresada diciendo que una disonancia cognitiva actúa como castigo,
e?, la suma de sus partes. Es~a es, precisamente, la idea de configura- su incremento actúa también como castigo, pero la reducción o eli-
c~on o «gestalt»: el todo es diferente a la suma de las partes. Algo, por minación de tal disonancia actúa como recompensa» (Malewski, 1967.
CIerto: a lo que ya había apelado Wundt cuando hablaba de! concepto pág. 73).
de «sintesis creadora» para explicar la aparición de nuevos elementos De esta manera -afirma Festinger- nos encontrarnos con dos
en la forma final, los cuales no se encontraban en los elementos o grandes postulados: a) la percepción de una disonancia en la estruc-
partes iniciales de los que se partia. Poco después, en 1890, Ehrenfe!s tura cognitiva o emotiva de un individuo por parte del propio suje-
pubhcaba su obra Ueber Gestaltqualitdten (Cualidad de Forma), en la to, o de una disonancia en la autoconciencia de un grupo por parte
cual se sentaban las bases de la moderna Teoría de la Gestalt bri- de ese grupo, conduce al intento de reducir la disonancia o de com-
llantemente desarrollada por autores como Wertheimer (1945), Kof!' pensarla y establecer de esta forma una consonancia real o aparente,
ka (1935) o Koehler (1947). en todo caso experimentada como consonancia; b) la percepción de
Apoyándose en la idea de «campo», derivada de la tesis del iso- una disonancia en la estructura cognitiva o emotiva de un individuo
mo:fismo de los ~ampos cerebr~les de la Teoría de la Gestalt y, es- por parte del sujeto. o de una disonancia en la autoconciencia de un
pecialmenre, apoyandose en la Idea de «equilibrio de fuerzas dentro grupo por parte de ese grupo, conduce al intento de evitar aquellas
del carnpo», surgen dos grandes escuelas o tendencias: Por un lado la situaciones o interpretaciones de situaciones que refuerzan aquella di-
llamada Teoría de Campo o Teoría Topológica, iniciada por Kurt Le- sonancia y buscar aquellas otras que reduzcan dicha disonancia (Fes-
wm (1890-1946), cuyas aplicaciones serían posteriormente esenciales tinger, 1957, pág. 3).
para comprender las dinámicas de grupos (especialmente en Cuanto De este postulado pueden derivarse los dos grandes ejes en torno
mmer~?s en un «campo» donde. se producen fuerzas de atracción y a los cuales ha girado, en esencia, la investigación sociológica y psi-
repulsión que llevan a un determinado equilibrio) y que retomaremos, cosocial de orientación empírico-analítico de las últimas décadas en el
en otro contexto, para analizar los fenómenos de comunicación inter- ámbito de la comunicación social.
g.rupal~s. Por otro lado, emerge la teoría del «equilibrio", en un sen-
tido, Ciertamente, similar: no sólo existen «campos» contextuales-con- 1. Las ofertas producidas por los medios de comunicación social
ductuales (Teoría Topológica) y cerebrales-perceptuales (Teoría de la -c-afirma Bauer- reciben un juicio positivo cuando su uso ge-
Gestalt), sino también mentales o cognitivos. nera una reducción o compensación de la disonancia cogniti-
Éste fue el punto de partida de autores como Heider (1946, 1958), va o emotiva, en un individuo o en un grupo; son juzgadas,
Osgood y Tannenbaum (1955) y, e! autor más representativo, Festin- por el contrario, negativamente. o ignoradas cuando no afec-

56 57
tan o incluso potencian los procesos de disonancia existentes La teoría es un conjunto de proposiciones conectadas lógica y or-
o generados por el propio medio (Bauer, 1967, pág. 159). denadamente que intenta explicar una zona de la realidad mediante la
formulación de las leyes que la rigen. Los modelos serían teorías pre-
2. En consecuencia, puede afirmarse que las ofertas generadas por
paradas para la verificación empírica (Sierra Bravo, 1985, pág. 38-39).
los medios de comunicación social generan los llamados «efec-
tos» consistentes, en esencia, en estabilizar o modificar los mo-
Un aspecto muy relevante de los modelos (al menos de los teoré-
delos de acción, el comportamiento, los modelos de opinión
ticos) consiste en su capacidad para representar simplificaciones o. ca-
y de interpretación del sujeto o del grupo social, cuando re-
minos intermedios entre las teorías y los datos, los cuales permiten
ducen o compensan disonancias cognitivas o emotivas las cua-
realizar especificaciones sobre un área de estudio específico:
les se relacionan con los modelos a estabilizar o modificar; no
tienen esa oportunidad, o la tienen en medida muy escasa, una serie de suposiciones acerca de algún objeto o sistema, atribu-
cuando no afectan al equilibrio de dichas disonancias. yéndole lo que puede denominarse su estructura innata,' comp?sición
o mecanismo, y con referencia a la cual se intentan explicar vanas 'p'ro-
piedades expuestas por dicho objeto o sistema. U~ mo~elo teorenco
2.3.1. Modelos contemporáneos de orientación empírico-analítica es tratado como una simplificación aproximada, útil a CIertos efectos>
pudiendo ser valorado, por tanto, desde la medi?a en que sirve al Pr'>
pósito para el cual fue utilizado, y la «completitud» de la representa-
Cuando un rama del saber alcanza un determinado nivel de ma- ción que propone (Anguera, 1989, pág. 566).
durez, entonces comienza a desarrollar y aplicar esquemas abstractos
denominados modelos. En ocasiones esta estrategia se utiliza cuando Tal y como se desprende desde el inicio de este libro, la Psicolo-
el nivel de madurez alcanzado no es, en ese momento concreto, lo gía Social de la Comunicaci~m s.e ha visto s~metld~ a p~eslOnes epIS-
suficiente, bajo la premisa de utilizar el esquema como ayuda para temológicas propias de las ciencias de .10 SOCIal y ~Imultanea~ente, a
conseguir tal madurez. presiones epist~micas específi~as, propIas y exclu~lvas del obJ;to for-
El caso de las Ciencias de la Información y, especialmente, de la mal que constituye la cornumcacion. Se ha analizado, también, des-
Psicología Social de la Comunicación, parece ajustarse a esta premisa. de la perspectiva del objeto formal y material, algunas de estas pre-
Así, puede afirmarse que el empleo de «modelos» en este área del co- siones y su evolución hacia posturas de mayor complejidad, nqueza
nocimiento se encuentra ciertamente extendido. y equilibrio. En este mismo sentido, la aparición de los modelos, es-
El uso de estos modelos resulta de gran utilidad como elemento pecialmente de los llamados «modelos eS,tructura,le~», representa una
clarificador de complejas relaciones de contingencia (en ocasiones son clara aplicación de estas nuevas bases epistemológicas, donde lo ex-
interpretadas como relaciones de causa-efecto) y, muy especialmente, perimental o empírico-analítico se funde con lo teórico-inte;activo o fu.n-
como instrumentos con una gran bondad a la hora de proporcionar cional, donde estructura «frente a» función deja paso a interpretacro-
el camino más adecuado para validar las predicciones empíricas de nes en términos de estructuras funcionales, donde condiciones «frente
una teoría o postulado. En este contexto, parece útil revisar, en un a» principios deja paso a interpretaci01!e.s socio-p~opositivas y don~e
análisis previo a la exposición concreta de determinados modelos, las el concepto causa mecánica, o mecamcismo, es interpretado en te;-
posibilidades y limitaciones de esta metodologia, así como algunos de minos de contingencias causales o concausas en las que cabe el ana-
sus presupuestos meta-científicos. lisis de la causa final. Como afirman Apodaba y Páez (1992): «En mu-
Sierra Bravo (1985) afirma que los modelos son: chas ocasiones no trabajamos con un diseño de este tipo, y el
investigador se ve obligado a analizar las relaciones e~tre variables sin
construcciones teóricas, hipotéticas, con las que se pretende represen- posibilidad de intervenir para asignar valores a los sujetos en. al.gunas
tar un sector de la realidad a efectos de estudio de ésta y verificación de las variables.» Acudimos entonces a los llamados procedimientos
de la teoría. El modelo, como la teoría, está formado por un conjun- no experimentales. En estos casos no hay garantías sufici~ntes para
to de enunciados. Ahora bien> estos enunciados expresan relaciones afirmar que la relación estadística encontrada entre dos vanables obe-
entre variables. Por tanto, desde este punto de vista, los modelos se
concretan en conjuntos ordenados de relaciones entre variables. Estas dezca a una relación causa-efecto entre ambas.
relaciones se pueden representar y analizar matemáticamente median- Pero, tal y como señalan Mateo y Rodríguez (1984), un diseño es-
te un sistema de ecuaciones. trictamente experimental no resulta adecuado en muchas ocasiones.

58 59
Si bien ganamos en control, y por lo tanto, en validez interna, desde cibe en función del uso que realiza del medio. (Un análisis más de-
el punto de vista de la validez externa la artificialidad de la situación tallado puede verse en Monzón, 1987, o en Brown, 1976, 1984.)
experimental puede hacer difícilmente generalizables los resultados. Quizá una de las interpretaciones más claras de este enfoque ha
Dwyer (1983), en esta línea, señala dos tipos de razones que pueden sido la proporcionada por Katz y cols. en 1974. Estos autores inter-
hacer necesarios los métodos no experimentales en ciencias sociales: pretan que las audiencias son activas porque, en esencia, buscan el
equilibrio, como se deriva del postulado básico de la pregnancia, pero
a) La manipulación aleatoria de una variable es, a menudo, im- corno causa, o concausa, de esta actividad encuentran que los medios
practicable, contraria a la ética, o ambas cosas. no se comportan de forma independiente con relación a las inten-
b) El requerimiento de manipulación aleatoria es inapropiado en ciones del receptor, sino que forman un «programa de interacción»
ciertos contextos o áreas de investigación donde la manipula- con éstas, una urdimbre que actúa en doble sentido; así mismo -afir-
ción de «una sola variable» puede ser absurda en el contexto man los autores- la exposición a los medios es voluntaria (al menos
de un sistema social en el que todas sus partes son indepen- parcialmente) y depende de las motivaciones personales, las cuales pro-
dientes. porcionan al sujeto, si son satisfechas por el proceso comunicativo,
una satisfacción o gratificación; simultáneamente, los públicos utili-
El análisis «path» (el autor se refiere aquí a un tipo concreto de mo- zan este mismo proceso como un sistema de retroalimentación, me-
delo estructural que responde a un análisis estadístico multivariado que diante el cual no sólo obtienen gratificación, sino también nueva in-
analiza los «paths» o caminos de correlación entre las diferentes varia- formación que les permite construir «esquemas» de elección útiles para
bles del modelo) y, más recientemente, los modelos asociados a es· futuras emisiones de conducta de selección del medio. Los autores
tructuras de covarianza son algunas de las técnicas estadísticas más uti-
continúan describiendo el mecanismo mediacional por el que discu-
lizadas para abordar los datos no experimentales. Sustituyen el control
experimental por el control estadístico posterior a la recogida de datos rre el proceso del uso como medio de obtener gratificación afirman-
(Viladrich, 1985; Apodaba y Páez, 1992 pág. 270·271). do que: «Están interesadas en (1) los orígenes sociales y psicosociales
de (2) las necesidades, las cuales generan (3) expectativas de (4) los
Muchos modelos sobre los efectos psicosociales de la información medios de difusión u otras fuentes, que llevan a (5) pautas diferen-
han sido propuestos, con mejor o peor fortuna y cumpliendo las exi- ciadas de exposición a los medios (o una dedicación a otras activida-
gencias metodológicas inherentes a un planteamiento de este tipo. Al- des), dando lugar a (6) la gratificación de la necesidad y (7) otras con-
gunos de ellos han sido analizados en páginas anteriores en diferen- secuencias, la mayor parte de ellas no pretendidas».
tes contextos. McQuail y Windahl (1984) en su obra Communication
Models for the Study ofMaJJ Communications presentan una exhaustiva
revisión de los modelos de mayor relevancia propuestos hasta la fe- 2.3.1.2. Modelo de la espiral del silencio
cha en este área.
El modelo de Noelle-Neuman (1974) se ha popularizado rápida-
mente entre la comunidad científica, probablemente debido a su cla-
ridad y aplicación práctica. El origen, como venimos analizando, se
2.3.1.1. Modelo de usos y gratificaciones encuentra en un concepto de pregnancia o equilibrio cognitivo.
En efecto, como recuerdan McQ!¡ail y Windhal (1984), el meca-
Este modelo es, probablemente, el que mejor refleja tanto la orien- nismo que subyace a este fenómeno hace referencia a la tendencia de
tación metodológica empírico-analítica como el paradigma de la di- los individuos a evitar el aislamiento de sus contenidos cognitivos res-
sonancia o el equilibrio/balance cognoscitivo. El modelo propone que pecto a sus grupos de pertenencia o referencia. En definitiva, este ais-
los receptores son sujetos activos, con capacidad para utilizar los me- lamiento representaría un desacuerdo con el grupo, y, por consi-
dios según «sus intereses» (refuerzos o castigos obtenidos, fácilmente guiente, una especie de falta de equilibrio que genera tensión. De este
reinterpretables en términos de reestructuración del equilibrio cogni- modo, los sujetos tienden a establecer un mecanismo perceptual de
tivo). En consecuencia, lo relevante no son las características del emi- «supervisión» de las opiniones mayoritarias de su grupo, analizando
sor O del medio, sino del receptor en términos de sus necesidades, cuáles son las opiniones preponderantes y cuáles las minoritarias. La
motivaciones e intereses, es decir, de las gratificaciones (o no) que re- tendencia, entre sujetos de características normativas, es a ajustar sus

60 61
opimones a las percibidas como mayoritarias y a evitar las minorita- ceso previo necesario para generar el acto de la ermsion del mensaje
rias. Esto último suele conllevar un cambio de opinión o de actitud; y el acto de la comunicación (o incomunicación si desemboca en una
en otras ocasiones, según la situación, el contexto y, especialmente el no-emisión de la conducta comunicativa, como ocurre en la espiral
tipo de actitud, creencia u opinión que se vea comprometida, 10 ge- del silencio; en cuyo caso, no se olvide, el «efecto» producido por la
nerado no es un cambio (es decir, una persuasión), sino una «oculta- no-comunicación, es decir, por la «elección" del proceso informativo
ción», provocada por el rechazo a sentirse minoritario, es decir, bus- a seguir, es tan relevante como si se hubiera producido de hecho la
cando la homeostasis, equilibrio o pregnancia con la mayoría. Este emisión de la conducta). Este punto de partida aparece reflejado en
proceso psicológico, o psicosociológico es el que subyace al fenóme- la siguiente cita de Cohen (1961): «la prensa, en la mayoría de las oca-
no, recientemente tan extendido, de los errores en las encuestas de in- siones, no tiene éxito diciendo a la gente que ha de pensar, pero con-
tención de voto, denominado «voto oculto». tinuamente tiene éxito diciendo a sus lectores sobre qué han de pen-
Es importante destacar, que la predicción de este modelo se reali- sar» (pág. 120).
za sobre aquella información que aparece como la mayoritaria, lo sea Se trata, en definitiva, de «sesgar» el flujo estimular que llega a los
o no realmente en el grupo al que se refiere el sujeto en cuestión. receptores a través de los medios de comunicación. Este sesgo se
Considerando que un porcentaje muy elevado de la estimulación que realiza a través de la «elección» que elaboran los responsables de los
el sujeto maneja para elaborar su proceso perceptual proviene de los medios, es decir, de su «agenda de preferencias», Como proceso pre-
medios de comunicación social, esto nos lleva a la conclusión firme vio al establecimiento de esta agenda se encuentra el mecanismo de
de que la presencia o ausencia de la opinión en los medios será de- toma de decisiones, previo siempre a la emisión de cualquier conducta
finitiva para generar el «estado de opinión» que desencadenará el pro- (o decisión de negación de la conducta). A este proceso cognitivo de
ceso al que nos venimos refiriendo. De esta forma, el silencio gene- toma de decisión, en este contexto, se le ha denominado «función
rado por los medios de comunicación sobre determinada opinión de gatekeeper»,
pone en marcha este proceso cuya característica consiste, precisamen- Este concepto fue desarrollado, dentro de este marco, por Lewin
te, en potenciar más silencio sobre tal opinión, iniciándose así una en 1951 (aunque se encuentran antecedentes, en este mismo autor, en
«espiral del silencio», Es importante destacar que este fenómeno se su obra Channels of Group Life, publicada en 1947). Como hemos ex-
produce únicamente sobre aquellas cuestiones susceptibles de verse puesto en otro capítulo, Kurt Lewin fundó la escuela conocida como
afectadas por el deseo del sujeto de someterse a la mayoría represen- «Topológica», partiendo de conceptos tornados de la Teoría de la Ces-
tada por los medios de comunicación, es decir, por las mayorías so- talt y de las obras de Brentano expuestas en su psicología del acto.
ciales. Ciertamente este tipo de cuestiones abarcan una amplísima pa- Su interés se centró en problemas psicosociales de dinámicas de gru-
noplia. Existen otras, no obstante, más conectadas a la esfera de 10 po, liderazgo, redes de comunicación intragrupos y otros mecanismos
íntimo, lo familiar, lo comunitario, ete., menos sujetas a esta presión propios de la psicodinámica del pequeño grupo, pero nunca amplió
proveniente de la esfera de la información social. su campo de interés de forma explícita hacia los medios de comuni-
En su obra sobre La Opinión Pública, Monzón (1987) resume este cación social. Fue White quién en 1950 aplicó el concepto de «gate-
modelo de una forma clara y concisa al afirmar -como recoge Bu- keeper», acuñado por Lewin, al campo de la información. Actual-
ceta (1992)- que «la manifestación pública de las opiniones perso~ mente) este modelo se encuentra actualizado en las obras de autores
nales, reforzadas con el apoyo que les presta el entorno y, sobre todo, recientes como De George (1981) o Watson, J. (1985).
los medios de comunicación (opinión' casi pública) frente al silencio De este modo puede decirse que actúa un doble proceso en este
de otras muchas opiniones que no encuentran el apoyo público ne- fenómeno de «agenda setting»: de un lado un proceso social o gru-
cesario para su expresión y además creen que es así (espiral del silen- pal, el cual generalmente responde a causas o motivos de tipo socio-
cio)» (pág. 221). político o empresariales; de otro lado un proceso personal, individual
o, cuando menos, fuertemente mediatizado por opiniones personales
(es decir, el propio proceso del «gatekeeper») donde los motivos son
2.3.1.3. Modelo de la agenda de tipo mas psicosocia1. Así es; al final, de un modo u otro, el indi-
viduo selecciona los «inputs» en base a los cuales se desarrollará el
En realidad el modelo de la determinación de la agenda, en oca- proceso de toma de decisiones que culminará con la emisión o eli-
siones conocido como «Agenda-setting function», no es sino el pro- minación del mensaje por parte del medio:

62 63
La función creadora de agenda -dice Monzón-, por lo tanto, se- en terminología anglosajona y ha sido ampliamente desarrollado por
lecciona de entre muchos algunos temas, silencia o evita otros, deter- autores como Genova y Greenberg (1981).
mina la importancia o el orden de prioridades y, a través de la pre-
sencia selectiva, repetida, constante y pública, orienta la atención y la
opinión pública. El público, sometido en cierto modo a un proceso
2.3.2. Modelos contemporáneos de orientación [uncional-interaaionista
de aprendizaje, responde a los estímulos (mensajes) que le presentan
los medios y se entretiene, dialoga o discute sobre los diferentes te-
mas informativos (Monzón, 1987, pág. 131).
Frente a los modelos de comunicación social concebidos en la tra-
dición metodológica de orientación empírico-analítica, se encuentran
los modelos apoyados en un enfoque epistémico-metodológico de COr-
te funcionalisla.
2.3.1.4. Modelo de la hiperespecialización y el distanciamiento Centrando estas aproximaciones directamente al estudio de la co-
municación social, destaca la propuesta de Shannon (1949) como una
Aunque frecuentemente se cita a Tichenor y cols. (1980) como los
de las clásicas (en el sentido otorgado a este término de «pionero»),
impulsores de este modelo, lo cierto es que, si bien a ellos cabe el
Desde el punto de vista metodológico, ya se apuntó anteriormen-
mérito de su aplicación al campo de la información social, el con-
te la diferencia esencial entre una aproximación experimentalista, la
cepto aparece plasmado ya en Comte (1830, ed. 1915):
cual arrastra una fuerte validez interna en detrimento de la validez ex-
Algunos economistas han puntualizado, aunque en forma muy ina- terna o de generalización, y una aproximación funcionalista, de corte
decuada, los males de una exagerada división del trabajo material, y yo más ecológico, contextualizada de forma más próxima a la realidad y,
he indicado, con respecto al campo más importante del trabajo cien- por consiguiente, más débil a nivel interno pero de mayor capacidad
tífico, las perniciosas consecuencias intelectuales del espíritu de espe- de generalización.
cialización que prevalece en el presente. Es necesario estimar directa- Este enfoque recoge las ideas de la psicología propositiva iniciada
mente el principio de tal influencia, a fin de comprender el objeto del por autores como Tolman, dentro de un modelo materialista y me-
sistema espontáneo de requisitos para la continua conservación de la canicista, o por autores como Brentano, en un modelo filosófico-hu-
sociedad. Al descomponer, siempre dispersamos, y la distribución de manístico, sin olvidar las escuelas holísticas de honda tradición cul-
los trabajos humanos habrá de ocasionar divergencias individuales, tan- tural, histórica y filosófico-humanística, que arrancan con Windelband
to intelectuales como morales, que exigen una permanente disciplina
para mantenerlas bajo control. Si la separación de las funciones socia- y Dilthey.
les desarrolla por un lado un útil espíritu para el detalle, por otro lado Uno de los modelos precursores de esta óptica fue presentado por
tiende a extinguir o restringir lo que llamamos espíritu agregado gene- Reiman (1968).
ral (Cornte, 1830, 1915, pág. 2·289). Las diferencias respecto al modelo inicial funcionalista de Shan-
non de 1949 son importantes. Recordemos, en este sentido, que el
En efecto, Tichenor y coIs. aplican este concepto a los efectos de modelo de Shannon proponía un esquema lineal relativamente sim-
los medios siguiendo un esquema que nace también del concepto ges- ple que incluía cuatro grandes elementos como esencialmente consti-
táltico de pregnancia. Los autores proponen que, puesto que los su- tutivos del proceso y un quinto elemento presente en éste pero no
jetos se ven sometidos (por causas ajenas a ellos o propias, de auto- constitutivo de él, sino como distorsionador.
elección) a campos topográficos (en el sentido de Kurt Lewin) de La diferenciación de un esquema como el de Reimann se pone de
información diferentes, la información procesada, almacenada y rete- manifiesto, especialmente, en la distinción de «cuatro dimensiones del
nida es diferente en un proceso acumulativo> el cual va haciendo que proceso comunicativo», así como en la inclusión de distintivos y ac-
la diferencia sea cada vez mayor (en una especie de «espiral de dis- tividades características de emisor o remitente y destinatario, y en la
tanciamiento-). De este modo, se produce un distanciamiento de co- admisión de elementos de biofeedback o retroalimentación dentro del
nocimientos e informaciones entre los distintos grupos sociales. Re- proceso informativo.
sulta evidente. que una de las variables de mayor relevancia en el Sin embargo, estas aproximaciones, con ser adecuadas y plantear
«filtro» implícito hacia la información a recibir, hace referencia a el ni- elementos funcionalistas que se encontraban ausentes en otras apro-
vel socioeconómico y cultural. ximaciones, no contemplan algunas cuestiones relevantes que debe-
A este modelo se le denomina con frecuencia -Knowledge Gap» rían ser propias de un enfoque funcionalista. Holzer (1978) se plan-

64 65
tea, después de revisar estos modelos que «un análisis de la comuni- Modelo circular de Osgood y Schramm (Schramm, 1957) el cual se
cación de masas como e! realizado, por ejemplo, por Martha y John centra fundamentalmente en los «sujetos>', en tanto actores de la co-
Riley, se agota en una respuesta formalista a preguntas tales como: municación.
écómo se inserta el proceso de comunicación de masas en procesos _ El modelo de Dance (1967) conocido como Modelo de la espi-
sociales más amplios? y ¿quéfunción desempeña la comunicación de ral, el cual puede ser considerado como un desarrollo de los mode-
mas~s en e! marco de la sociedad global?» (op. cit., pág. 83). los de Osgood y Schramm. El valor principal de este modelo reside
Estas son algunas de las cuestiones de mayor relevancia que de- en su capacidad para recordar que la comunicación es un proceso no
ben emerger de un modelo de corte funciona lista, puesto que, en circular, sino en espiral, dinámico, es decir, que contiene elementos,
definitiva, no debemos olvidar que funcionalismo significa que sirve contenidos, procesos y estructuras en continuo dinamismo (incluso el
a un fin, a una función, la cual responde a una proposición o acto contexto evoluciona).
propositivo, iniciado por un organismo, sea éste individuo o grupo. - El modelo de Gerbner (1956), posteriormente ampliado y mo-
El fin al que debe servir la conducta emitida por el organismo como dificado por él mismo (Gerbner, 1964) o Modelo General de la Comu-
consecuencia de tal acto propositivo debe siempre, obviamente, re- nicación. Este modelo puede sintetizarse a partir de una fórmula SI-
vertir sobre el organismo, directamente o a través de su entorno, ge- milar a la propuesta por Laswell:
nerando unas consecuencias positivas para éste. El funcionalismo obe-
1. alguien
dece a un esquema clara y profundamente darwiniano en este
2. percibe un acontecimiento
sentido.
3. y reacciona
Planteando la situación en estos términos, podemos decir que un
4. en una situación
modelo funcionalista construirá su estructura teórica articulándola en
S. a través de unos medios
torno al concepto «consecuencias'> de la conducta. En el contexto de 6. con el fin de hacer disponibles algunos materiales
la Psicología Social de la Información a esta parcela se le ha deno-
7. con una cierta forma
minado, con frecuencia, Modelos de los efectos.
8. y en un contexto
No debemos olvidar que el concepto de «los efectos" de la infor-
9. transmitiendo un contenido
mación subyace, de forma latente, como una especie de «bajo conti-
10. con ciertas consecuencias
nuo" al origen, desarrollo y consolidación contemporánea de los mo-
delos psicosociales de la información. Este planteamiento se ha
desarrollado siempre así, de una manera o de otra, cargando más o
menos el acento en la aplicabilidad inmediata de los resultados (el as- 2.3.2.2. Modelos del equilibrio cognitivo
pecto técnico de la ciencia), o escorándose más O menos hacia lo em-
pírico-analítico o 10 funcional, deteniéndose más en la construcción de El concepto de equilibrio cognitivo, ampliamente discutido por
10 social por 10 informativo o en los puntuales efectos de éstos, si- nosotros en páginas anteriores en relación al concepto gestáltico de
guiendo una corriente más europea o más norteamericana (Europcan pregnancia, ha sido utilizado profusamente en el ámbito de la gene-
Species o American Species, en terminología de Merton, 1968). ración de modelos funcionalistas.
Aquí se pueden señalar los primeros modelos de Heider (1946), se-
guidos por las propuestas de Newcomb (1953), Osgood y Tannen-
2.3.2.1. Modelos básicos baum (1955), Festinger (1957) y Klapper (1960)_ Recientemente ha sur-
gido, en el ámbito de la Psicología Social de la Comunicación, un
En ocasiones se agrupa un conjunto de modelos de orientación renovado interés por este tipo de planteamientos, de la mano de au-
funcionalista, bajo el apartado de «modelos básicos». tores como McLeod y Chaffee (1973). A este nuevo planteamiento se
- Modelos derivados de la formulación de Lasswell (1948) (la fa- le denomina, frecuentemente, Teorías de ca-orientación e intentan en-
mosa «Fórmula Lasswell» expuesta ya por nosotros páginas atrás: quién garzar los postulados de! equilibrio cognitivo de Newcomb y Heider
dice qué a quién por qué canal con qué efecto; los modelos de Shan- con los puntos de vista del interaccionisrno simbólico. Por otra par-
non y Weaver (1949), conocido como modelo matemático de la Teo- te, el planteamiento de Newcomb ha dado lugar a otro tipo de en-
ría de la Información, ampliado y reelaborado por DeFleur (J 966); el foques o modelos. Así, por ejemplo, podemos citar la reformulación

66 67
realizada por Westley y MacLean (1957), que ha generado una im- 2.3.2.4. Modelo de Maletzke
portante cantidad de aplicaciones e investigaciones, como el trabajo
de Blumler de 1970 sobre las relaciones entre los políticos, el electo- Este modelo (Maletzke, 1963), también fuertemente psicosocial,
rado británico y los profesionales de la televisión. En todo caso, este puede decirse, que viene caracteriz.a,do por d~s eleme.~tos característi-
modelo ha recibido fuertes críticas, como las de Tracey (1977). cos: la «amplitud» y la preocupacion por la mteraccion entre el ~e­
dio (sus características psicosociales) y el receptor (sus características
psicosociales). El primer punto hace referencia al nivel de detalle al
2.3.2.3. Modelos sociológicos que desdende el modelo, ofreciendo una revisión muy completa de
la mayor parte de los factores que intervienen en el proceso, des~e el
Especial atención merecen los llamados Modelos sociológicos, punto de vista psicosociológico. El segundo eleme?to parte, pn~a­
como los planteados por Riley y Riley en 1959. Estos autores propo- riamente, del concepto de McLuhan (1964) «el medio es el mensaje», .
nen lo que ellos denominan un «modelo operativo», consistente en pero ampliándolo en dos sentidos: en primer lugar no se trata del me-
considerar el proceso de la comunicación social como lo que real- dio en sí, sino de la percepción psicológica que el receptor, o ~as au-
mente es y que, sin embargo y sorprendentemente, había sido rele- diencias, tengan de ese medio y, en segundo lugar, de las propias ca-
gado hasta ese momento: una estructura social inmersa dentro de otra racterísticas psicosociales de la propia audiencia, las cuales ser~~
estructura social más compleja; es decir, «contcxtualizaron. el proce- determinantes para el establecimiento del punto pnmero. En definiti-
so de la comunicación dentro del entorno social en el que se produ- va, se subraya la influencia de la interacción entre «tipo d,e ~~dio>} y
ce, El título de su trabajo más representativo es muy claro en este sen- «tipo de receptor» sobre el propio proce,s? de la .co.mU?~CaCl~n, .En
tido: Mass Communication and the Social System. El trabajo de Riley y este sentido, Maletzke habla de la ({preslOn» o «limitación» ejercida
Riley constituye una aproximación enormemente fructífera, y se alza por el medio y la imagen que del medio tiene el receptor.
como un ejemplo paradigmático de lo que constituye la Psicología So- El modelo de este autor, en el que nos extenderemos algo más de-
cial de la Comunicación, puesto que articula dentro de un modelo el bido a su interés psicosocial, apunta un conjunto de variables y es-
fenómeno de la comunicación enlazándolo con aspectos psicológicos tructuras que pueden articularse en torno a tres ejes:
y SOCIales: los sujetos, sean éstos audiencias (receptores) o medios (emi-
sores) están sujetos no sólo a mecanismos psicológicos, tipo motiva- a) Las características psicosociales del medio:
ci.o.nes e intereses (modelos de usos y gratificaciones) o equilibrio cog-
mtrvo (modelos de la pregnancia cognitiva), mecanismos perceptuales El típo de percepción que exige del receptor.
y atencionales, etc., sino que también, y de forma muy importante, - La medida en que el receptor, espacial y temporalmente,
están so~etidos a procesos psicosociales; así, por ejemplo, sus proce- está ligado al medio.
sos atentivo-perceptuales responsables de captar o no el mensaje, pro- Los contextos sociales en los que los miembros de la au-
cesarlo y almacenarlo, dependen, en gran medida, de los parámetros diencia reciben el contenido de los medios.
marcados por sus grupos de influencia, fundamentalmente grupos pri- El tiempo transcurrido entre el acontecimiento y la recep-
manos (tales como la familia) y grupos de referencia (como sus do- ción del mensaje acerca del acontecimiento, esto es, el gra-
centes), los cuales pueden ser determinantes a la hora de definir sus do de simultaneidad.
actitudes, valores, opiniones, etc. Son, en definitiva, indicadores, en
gran medida, de los llamados marcos de referencia, esenciales en los pro. b) Las características psicosociales del receptor:
cesas de recepción, codificación y almacenamiento de la información. La autoimagen del receptor, es decir, la percepción que el
A su vez, estos grupos primarios y de referencia se encuentran in- sujeto tiene de sí mismo, el autoconcepto como construc-
mersos ,en estructuras grupales o sociológicas más complejas que, de to psicológico que hace referencia al conocimiento, eva-
nuevo, ,Influyen sobre los marcos de referencia; grupos tales como Or- luación y valoración de sus propias posibilidades, act~tude~,
ganizaciones políticas, religiosas o empresariales constituyen, en defi- normas, roles, valores, etc. muy influyentes en la disposi-
nitiva, los llamados «grupos secundarios». ción a seleccionar, percibir y procesar la información.
La estructura de la personalidad del receptor en tanto en
cuanto diferentes «rasgos» de personalidad actúan como «fil-

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tras» muy poderosos de la percepción y procesamiento de percibir el mensaje, en cuanto a los procesos psicológicos que
la información. compromete por parte del receptor, son diferentes de unos me-
El concepto social del receptor, en una línea similar a la dios a otros.
apuntada anteriormente al comentar el modelo de Riley y El -autoconcepto» del emisor. Especialmente en lo referido al
Riley. «rol» asignado como comunicador. Es decir, el papel jugado, o
El receptor como miembro de un público determinado, representado, como comunicador.
partiendo de la hipótesis según la cual la situación de re- La estructura de personalidad del emisor. En un sentido muy
cepción es diferente en función de las variables de contex- similar al del receptor, la personalidad del emisor juega un pa-
tualización; así, por ejemplo, la situación de público anó- pel muy importante en el proceso. Tal es así, que los progra-
nimo de una arenga política en un estadio genera una mas líderes de audiencia frecuentemente lo son como una con-
contextualización de público masivo, desorganizado, anó- secuencia de la personalidad del presentador principal.
nimo, unidireccional, muy diferente a la comunicación in- Las presiones psicosociológicas. En un sentido muy simi~ar al
terpersonal. propuesto por Riley y Riley, el comunicador se ve sometido a
un conjunto de presiones de su grupo primario (el equipo de
redacción en el que trabaja, por ejemplo), de sus grupos de re-
e) Selección y elaboración de los mensajes
ferencia (colegas a los que admire, antiguos maestros, etc.) y de
Al decidir qué mensajes seleccionar (proceso del gatekeeper) y cómo grupos secundarios (el grupo de comunicación al que perte-
presentarlos y elaborarlos, el emisor se encuentra sometido a un con- nezca, sus jefes, etc.).
junto de presiones de tipo psicosocial que pueden sintetizarsc en las El carácter público del mensaje y su entorno social. El hecho,
siguientes: en efecto, de que el mensaje emitido por el comunicador vaya
a ser públicamente recibido, analizado y valorado (criticado en
La presión del mensaje. El mensaje, por sí rrusrno, tiene un va- ocasiones muy frecuentes) por el público, el cual constituye,
lor propio que le obliga a un tipo de tratamiento. Esto es así en general, el propio entorno social del emisor, actúa com?
como consecuencia de las llamadas vigencias sociales. Es decir, el una variable de fuerte presión psicosocial sobre éste (MacQpail
«uso» del grupo social, o de la sociedad, ha dotado a los acon- y Windahl, 1982, pág. 83-89).
tecimientos de unos determinados valores en cuanto a la forma
en que deben ser tratados: una noticia de funerala catástrofe Existe otro gran bloque de modelos, el cual aglutina todas aque-
ecológica requiere un tratamiento diferente al de la inauguración llas propuestas que, de una u otra manera, afectan al receptor de for-
de una autopista (bien es verdad que aquí cabria decir que el ma inmediata. Hace referencia, pues, a EFECTOS SOBRE LOS SUJETOS.
lenguaje propio de algunos medios, como el televisivo, caracte- Cinco tendencias o modelos son aquí presentados: los derivados de
rizado por un discurso banalizante, tiende a, paulatinamente, ha- la más pura tradición neoconductista «E-O-R>~ (estímulo-organismo-
cer desaparecer este valor de «tratamiento propio» según el acon- respuesta) y sus desarrollos posteriores; el modelo psicológico de
tecimiento, homogeneizando todos los acontecimientos hacia el Comstock centrado en el medio televisión y sus efectos sobre el su-
mismo tratamiento, hacia el mismo tipo de discurso). Así mis- jeto; la fórmula famosa de Katz y Lazarsfeld sobre el Two-Step Flow;
mo, el mensaje individual debe ser contemplado como parte del la propuesta de Rogers y Shoemaker sobre la difusión de innovacio-
todo, lo que puede llevar a que un determinado elemento nes y, finalmente, el modelo de la curva en]. de Greenberg (1964).
del todo global (del discurso completo) sea tratado de un modo De todos ellos el grupo más relevante es el de los modelos deriva-
especial, con el objeto de que encaje con ese todo (así, por ejem- dos de las teorías del aprendizaje y sus desarrollos posteriores.
plo, una noticia puede ser tratada de una determinada manera Estos modelos han constituido uno de los pilares más sólidos en
para que encaje con el programa informativo en su conjunto). la construcción de la Psicología Social de la Comunicación. De he-
La presión del medio. Es evidente que cada medio impone cho, constituyen, en gran medida, los Fundamentos Psicosociales Básic~s
unas exigencias a la forma de tratar la información, las cuales de la Comunicación. Por este motivo se consagra enteramente el SI-
modulan de un modo determinante el mensaje en su forma y, guiente capítulo a su exposición y estudio, abriendo así la segunda
en ocasiones, en su fondo o contenido. Más aún, la forma de parte de este manuaL

70 71
SEGUNDA PARTE

Fundamentos Psicosociales Básicos


de la Comunicación
CAPÍTULO III

Modelos psicosociales derivados de las teorías


del aprendizaje

3.1. Los ORÍGENES: EL PARADIGMA DE HOVLAND

Estos modelos han constituido uno de los pilares más sólidos en


la construcción de la Psicología Social de la Comunicación.
Corno bien apunta Pastor (1988), el enfoque neoconductista (o de
las modernas teorías del aprendizaje) sobre los efectos de la comuni-
cación se centró, no única pero sí muy especialmente, en el cambio
hacia la persuasión, especialmente por la vía del cambio de actitudes.
El cambio de actitud, en efecto, parece poder explicarse de forma bas-
tante clara, al menos en determinados contextos, por las leyes del
aprendizaje, tales como el condicionamiento clásico e instrumental, el apren-
dizaje vicario o el modelamiento: una actitud que deje de ser reforzada,
presentará una tasa creciente de tendencia a la extinción, y la fuerza
del hábito de respuesta (sHr en terminología de Hull) tenderá a ser re-
emplazada por otra que en ese momento se encuentre sometida a con-
tingencias de refuerzo eficaces. En el mismo sentido actúa el meca-
nismo del gradiente de generalización del estímulo: un aprendizaje por
condicionamiento puede llegar a adquirir la capacidad de modificar no
sólo la actitud central que ha sido sometida al condicionamiento. sino
también el conjunto de actitudes que se encuentren interrelacionadas
o próximas a ella, en un mecanismo típico de generalización, instau-
rándose así actitudes similares a la nueva. Desde este esquema, resulta
evidente que el interés se centre en las características del estímulo (en
cuanto a su intensidad, calidad, valor de incentivo, latencia de apari-

75
ción, etc.), de la fuente emisora (en cuanto a valor de refuerzo o cas- municación: deferencia, respeto, rectitud, afectuosidad, riqueza, bie-
tigo), las contingencias de refuerzo (especialmente los reflejos verbales nestar, pericia y cultura. Todos estos factores fueron reducidos a dos
de la comunicación que suponen recompensas o castigos, tales como por la escuela de Hovland: pericia y honradez.
frases de. cumplido.. de afecto? aceptación, de autorrefuerzo, etc.) y,
en cambio, se. dedique escaso Interés al sujeto receptor, el cual sufre a) Pericia percibida. Ésta es uno de los postulados más firmemen-
las consecuencias del aprendizaje o cambio; en este sentido, el interés te establecidos dentro de este paradigma: a mayor pericia percibida en
por el sujeto vendrá únicamente de la mano del estudio de su histo- el emisor, mayor será la persuasión o cambio de actitud. Este postu-
ria pasada de contingencias de refuerzo y castigo, es decir, se trata de lado ha sido verificado empíricamente en repetidas ocasiones, aunque
c.onocer las principales características de los' estímulos con que ante- suelen citarse los trabajos de Aronson, Turner y Carlsmith (1963)
normenre fue reforzado o castigado con el objetivo de utilizar esta in- como pioneros. La hipótesis inicial plantea que la pericia debe ser per-
formación en los futuros condicionamientos. cibida como relacionada con el contexto sobre el que se pretende per-
Sin duda alguna el gran modelo que emerge como representante suadir (un médico podrá persuadir sobre medicamentos, pero no so-
fundamental del paradigma neoconductista viene representado por los bre coches, por ejemplo). Aparentemente, es dificil conseguir un efecto
trabajos de la llamada Escuela de Yale, dirigidos por Hovland. A pe- de «transferencia» de un campo a otro, que podría venir originado por
sar de que estas propuestas han sido reformuladas y ampliadas, como el gradiente de generalización. Sin embargo, se ha encontrado que, en
tendremos ocasión de ver (por ejemplo, por el modelo psicodinámi- este sentido, el influjo de un emisor percibido como con prestigio o
co de DeFleur de 1966; DeFleur y cols., 1993), e incluso abiertamente pericia no se encuentra limitado a un área concreta. Probablemente,
criticadas (Fishbein y Ajzen, 1975), su planteamiento continúa siendo como apunta McGuire (1969) esto se deba a un efecto producido so-
no sólo válido, sino uno de los pilares fundamentales de los funda- bre la atención, como proceso previo a la percepción, incrementando
mentos psicosociales de la información. la eficacia del aprendizaje por esta vía. Como hemos apuntado ante-
El trabajo de la Escuela de Yale dio lugar a la publicación de cua- riormente, estos trabajos han sido con posterioridad ampliados y de-
tro grandes manuales, consagrados a cuatro áreas de estudio: el prime- sarrollados. Así, por ejemplo, Fisbein y Ajzen en 1975 encontraron
ro, acerca de la credibilidad de los comunicantes (Hovland, Janis y Ke- que la comunicación persuasiva, cuando se apoya en la pericia de la
lley, 1953); el Siguiente, sobre el orden de presentación de los estímulos fuente, no genera un verdadero aprendizaje (cambio de actitud), sino
o mensajes persuasivos (Hovland, 1957); el siguiente manual hace refe- que parece incidir esencialmente sobre el componente cognitivo de
r~nc~a a l~ consistencia. cognoscitiva en relación a las teorías del apren- ésta, dejando prácticamente intactos los restantes elementos de la ac-
dizaje SOCIal y el cambio de actitud en cuanto proceso estabilizador o titud (el emocional y el conativo); con lo que realmente no se habría
desestabilizador de éstas (Hovland y Rosenberg, 1960) y, por último un producido un verdadero aprendizaje, puesto que éste debe ir siempre
análisis sobre el influjo social de asimilación y contraste ejercido por acompañado de un incremento del potencial neto de ejecución, es de-
las comunicaciones para cambiar la actitud (Sherif y Hovland, 1961). cir, de nuevas conexiones E-R que, forzosamente, deben desembocar
. D~ esta manera -apunta Pastor- la comunicación ejerce su acción, en conducta (R). En este sentido, se habría podido producir más un
pnncIpalmen~e, a través de la intervención de las variables siguientes: cambio de opinión que de actitud. Esto explicaría el famoso efecto
a) ti? comumc~nte o fuente d~ quien parte el mensaje persuasivo, b) «dormición« generado por variables como «prestigio del emisor».
un t~po dete~~I?ado de mensaje, e) un canal transmisor, d) la persona b) Honradez. Los sujetos receptores del mensaje disponen de cla-
a qUIen va dirigida la comunicación y e) la situación y circunstancia en ves (generalmente no verbales) que les permiten realizar inferencias so-
que se realiza la comunicación persuasiva (op. cit., pág. 426). bre los motivos, deseos, intereses, etc. del emisor. Pues bien, el mo-
Veamos algunas de las aportaciones más relevantes aportadas por delo de Yale propone ésta corno otra de las variables «de la fuente)
estos autores al campo de la Psicología de la Comunicación. (o «ernisor») más relevantes a la hora de determinar la influencia de
la comunicación y sus efectos. Aunque no se ha contrastado empíri-
3.2. LA FUENTE EMISORA camente con la suficiente solidez, probablemente la explicación más
coherente a este fenómeno, en términos de una teoría del aprendiza-
Lasswell y Kaplan (1950) habían estudiado anteriormente la in- je, hace referencia a la historia pasada de recompensas y castigos del
fluencia de la fuente sobre el mensaje, y habían encontrado ocho gran. sujeto por parte de emisores percibidos sinceros (ehonrados» O no (la
des variables como principales mediadoras de los efectos de la co- mayor tasa de recompensas habría venido de sujetos honestos en la

76 77
emisión de sus mensajes). De forma general, puede decirse que se ha aprendizaje, transmitidas al sujeto por las, llamadas «respu,estas ~nti.ci­
encontrado que un emisor es percibido como honrado cuando de- patorias de meta'), las cuales nos proporcIOnan una especie de lr,tdIce
fiende una posición opuesta a su propio interés (Eagly y cols., 1978) anticipatorio del grado de satisfacción (refuerzo) que nos producirá el
y cuando busca un consenso con las opiniones expresadas anterior- aprendizaje una vez emitida la conducta, En el c~:mtexto de la comu-
mente por la audiencia (Mills y Jellison, 1967). nicación social, esta variable suele hacer referencia al valor de «atrac-
e) Autoridad percibida (eu el emisor o fuente). Uno de los datos tivo del comunicante». Así, como han demostrado diferentes trabajos
más sólidamente consolidados dentro del enfoque neoconductista de experimentales (Snyder y Rothbart, 1971), todos los factores que in-
la comu.nicación social hace referencia al valor de la percepción crementan el atractivo interpersonal, tienden a potenciar los efectos
de autondad de la fuente como una de las variables más relevantes a de la comunicación social, tanto los factores de «atractivo físico» (be-
la hora de generar aprendizaje y cambio. Cuanto mayor es el status lleza, elegancia, etc.) como los factores de «atractivo psíquico» (simi-
percibido, (sea éste real o no, compartido o no por otros sujetos, aun- litud entre actitudes, valores compartidos, etc.).
que, habitualmente lo es), mayor es la efectividad del mensaje y su
capacidad de generar cambio. Se habla, en este contexto, del poder de 3,2.1. Investigaciones contemporáneas sobre el emisor o fuente
influjo de la posición de autoridad. Es importante destacar que, de la
misma manera que se habla de autoridad «percibida'), para que ésta Las investigaciones que hemos analizado tienden a conceptualizar
sea eficaz, la autoridad debe ser aceptada como tal, es decir, recono- las características de la fuente en base a atributos «objetivos» de los
cida. En caso contrario no se produciría un verdadero aprendizaje en sujetos. Sin embargo, los trabajos más recientes parecen apoyarse en
el sentido de comunicación persuasiva por la vía del cambio de la ac- conceptos subjetivos, tales como los derivados de la Teoría de la Atri-
titud, sino que se produciría, en el mejor de los casos, un cambio me- bución de Kelley (Kelley, 1967; Kelley y Michela, 1980). Estos traba-
ramente conductual, aparente, ante el temor a las consecuencias ne- jos demuestran que, además de las variables aportadas por lo~ estu-
gativas de la desobediencia. Por el contrario, si la fuente es percibida dios clásicos, existen otras muy relevantes a la hora de determmar la
con una autoridad reconocida, entonces el mecanismo de cambio re- influencia de la fuente. El interés se centra, en esta línea, en demos-
mite a un proceso real de aprendizaje (a veces se habla de «conver- trar que la influencia de la fuente viene muy determinada por las in-
sión») apoyado en un aprendizaje positivo o de refuerzo (satisfacción ferecias subjetivas complejas (e inconscientes la mayor parte de las ve-
de «obedecer» al líder), frente al mecanismo en el que se apoya un ces) que realizan los receptores respecto al emisor y, especialmente,
proceso de autoridad impuesta (no reconocida) el cual consiste en acerca de los motivos e intereses por los cuales la fuente emite tal
un aprendizaje (o pseudoaprendizaje) de tipo aversivo o punitivo. En conducta y no otra.
este sentido algunas investigaciones (Newcomb, 1958) han demostra- Estos modelos enlazan postulados neoconductistas con postulados
do que el efecto de posición de autoridad se transfiere a los grupos, cognitivistas. Pertenecen, por consiguiente, a la más moderna tradición
~e tal manera que aquéllos cargados de mayor autoridad para los su- epistemológica a la que nos hemos venido refiriendo y que iremos d~­
Je~os (grupos d~ referencia en muchas ocasiones), son los más pro- sarrollando tanto a nivel teórico como (tal es ahora el caso) con la apli-
clives a producir fuertes efectos sobre los sujetos. En este sentido, se cación de modelos o paradigmas concretos cultivados en ella.
produ~en con J.TIucha frecuencia evoluciones psicosociales de gran re- Según la mencionada Teoría de la Atribución, en su aplicación a
levancia, esenciales para comprender el mecanismo de acción de la la moderna teoría de los fundamentos psicosociales de la comunica-
comunicación social (grupal en este caso e, incluso, intergrupal o in- ción, los procesos de atribución sobre el comportamiento del emisor,
terpersonal). Un claro ejemplo de esto es el trasvase que se produce se realizan a través de dos factores: o propios del individuo (internos)
a partir de la adolescencia de la autoridad percibida en los grupos de o situacionales (externos).
pertenencia (como la familia) a los grupos de referencia (como los com- Así, por ejemplo, según el modelo desarrollado por Eagly, Chaiken
pañeros de instituto o universidad), los cuales comienzan a actuar con y Wood (1981) los sujetos se construyen una representación de la si-
mucha mayor eficacia en los procesos de comunicación persuasiva y tuación persuasiva, a partir de la cual se someterán en mayor o meno,r
socialización. grado a la influencia de tal comunicación. Esta representación la ~eah­
el) Valor de incentivo del emisor. Esta variable hace referencia al zan en base a: 1) la información previa que poseen sobre el emisor;
valor K del sistema neoconductista de Hull (1951). ludica lo «apere- 2) las características del emisor (rasgos d~ personalidad, opinion:s, co~­
cible» de los elementos utilizados como contingencias positivas en el petencia, adscripción ideológica o política, etc.), y 3) las presiones 51-

78 79
tuacionales a las que puede verse sometido en el momento de emitir te coherente si se tiene en cuenta que el mensaje constituye uno de
la conducta comunicativa (especialmente aquellas presiones que puedan los principales parámetros del patrón estimular que generará la res-
hacer dudar de la sinceridad del emisor). Se han realizado diferentes in- puesta al final de la cadena condnctual, dentro del esquema conduc
vestigaciones empíricas que parecen avalar este tipo de modelos. Así, tista R = f(E), es decir, la conducta final es nna función (más o me-
por ejemplo, Wood y Eagly (1981) encontraron que las consecnencias nos compleja) del estímulo. En este mismo sentido se comprende que
de la comunicación variaban radicalmente según se confirmasen o no un modelo neoconductista se preocupe especialmente por la forma del
las expectativas derivadas del proceso de atribución realizado sobre mensaje, en detrimento del estudio del fondo, puesto que las teorías
el emisor: a) cuando las expectativas eran confirmadas, la credibilidad del aprendizaje no se preocupan de los procesos internos ocurridos
?el emisor se percibe como sesgada (puesto qne obedece a sus propios dentro del sujeto (en cuanto al procesamiento de la información ne-
intereses) y en consecuencia, la validez del argumento disminuye, con cesario para captar el fondo). En este sentido, las escasas aportacio-
lo que el efecto de la comunicación es menor; b) por el contrario, si nes que el modelo neoconductista aporta hacen referencia al valor de
las expectativas no son confirmadas, entonces se percibe que el emisor «discrepancia» y de «complejidad» del mensaje en relación a su con-
actúa más por objetividad que por compromisos (internos o externos) tenido.
aumentando el valor de incentivo y, consecuentemente, el aprendizaje
(la persuasión o el efecto buscado por la comunicación).
Recientemente también se ha encontrado (Norman, 1976; Brands-
tatter y cols., 1980) que el proceso psicológico por el qne discurre el 3.3.1. Contenido discrepante
e~ecto de la comunicación, especialmente si es de tipo persuasivo, es
diferente según que la influencia proveniente de la fuente o emisor Desde un esquema neoconductista, cuando el contenido del men-
haga referencia al factor '<atractivo de la fuente» o al factor «credibili- saje es discrepante, si la audiencia o el receptor se sienten involucra-
dad de la fuente". El primero de ellos hace que los sujetos receptores dos en el proceso de influencia (porque acepten al emisor o a su gru-
(las audiencias) adopten el punto de vista del emisor sobre la base de po de pertenencia, por presión social, etc.) entonces, se establece un
sentimientos de apoyo o aprobación. La naturaleza y corrección de los condicionamiento de tipo aversivo, donde la discrepancia actúa, precisa-
argumentos empleados (es decir, el valor del mensaje), es secundario mente, como refuerzo negativo, castigo o punición social (es decir, ~c­
al proceso. Por el contrario, cuando el actuante es el factor «credibili- túa como un refuerzo negativo secundario). En este caso, resulta ObVIO
dad», entonces el efecto de la comunicación discurre a través de un que la magnitud de la discrepancia es un índice muy directo de la in-
proceso de «internalización», el cual depende, básicamente, del conte- tensidad del refuerzo negativo o del castigo (de la contingencia, en
nido del mensaje y de la naturaleza de los argumentos empleados. Las suma). La premisa más importante al aplicar este esquema a los pro-
consecuencias sobre los efectos ejercidos por la comunicación de este cesos de persuasión social y comunicación, consiste en afirmar que a
fenómeno son muy importantes: cuando éstos provienen del atractivo mayor contenido discrepante mayor efecto de la comunicación, ma-
?el comunicante (discurren, por t~nto, por la vía emocional), no son yor aprendizaje, es decir, mayor cambio de actitud o persuasión. La
integrados en el sistema de creencias y valores del sujeto, ni permane- escuela de Yale, en efecto, partió de este planteamiento (Hovland y
cen como cambios independientes de la fuente. Por el contrario, cuan- Pritzker, 1957). Sin embargo, estos postulados han sido ampliados
d.o se producen a través de la credibilidad de la fuente (proceso ra- y perfeccionados por la propia escuela. De este modo se ha encon-
cional de internalización), el cambio es asimilado con el resto de los trado (Hovland, Harvey y Sherif, 1957) que existe un gradiente de la-
sistemas de opiniones, valores y creencias, generando un verdadero titud de aceptación en cuanto a la tensión que el sujeto puede aceptar
aprendizaje integrado, el cual, además, se independiza de la fuente, y como castigo (por contenido discrepante) y que resulta eficaz para ge-
adquiere una especie de «valor de autonomía funcional». nerar aprendizaje. De este modo se ha verificado que la relación en-
tre contenido discrepante y comunicación persuasiva es curvilínea: por
3.3. EL MENSAJE encima (y por debajo, obviamente) de un cierto nivel de discrepancia
no se produce cambio. Adicionalmente se ha encontrado que este
Los modelos derivados de las teorías del Aprendizaje han anali- efecto interactúa con otra variable: «el prestigio del comunicante», de
zado con detenimiento las características del mensaje sobre el resul- tal manera que el gradiente de la latitud de aceptación se desplaza ha-
tado final del proceso comunicativo. Esta postura es intelectualmen- cia un lado o hacia otro en función del prestigio del emisor.

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81
3.3.2. Comunicación unilateral o bilateral flor comunicación. A este fenómeno, de enorme importancia
en el campo de la comunicación social, se le denominará pos-
Una de las características más relevantes del proceso de la comu- teriormente Teoría de la Inoculación, la cual constituye el primer
nicación hace referencia al hecho de que el mensaje puede plantear- origen de las teorías de la contra-argumentación.
se de forma completa o incompleta. Por incompleta queremos decir
sesgada o unilateral, es decir, presentando únicamente los argumentos
favorables, los «pros- sin señalar los «contras». Este apartado, como se 3.4. TEORíAS CONTEMPORÁNEAS DEL MENSAJE: EL PROCESO
ve, hace referencia no sólo a la «forma» del mensaje, sino al conte- COGNITIVO DE LA CONTRA-ARGUMENTACIÓN
nido.
. Los trabajos pioneros en este campo aparecen en Hovland, Lums- Las últimas propuestas que hemos analizado en el párrafo anterior
dame y Sheffield (1949), y presentan cuatro conclusiones importantes: ponen de manifiesto la existencia de un mecanismo psicológico de
gran relevancia en el proceso de la comunicación social. Nos referi-
S.i el mensaje se enfrenta con una audiencia predispuesta ini- mos al proceso cognitivo generado por el receptor (por generalización,
cialmenre en contra, entonces el tipo de comunicación más efi- las audiencias) a través del cual analiza críticamente la información re-
caz será la bilateral, es decir, aquella que presente un mensaje cibida, es decir, contra-argumenta.
completo, con los argumentos a favor y en contra. El meca- El mecanismo más claro producido por este fenómeno es el co-
nismo psicológico que subyace a este fenómeno actúa por me- nocido como Teoría de la Inoculación.
diación del fenómeno (anteriormente estudiado) de la «credi- McGuire y Papageorgis (1961), partiendo de un modelo análogo al
bilidad de la fuente»: a través de una presentación de este tipo biológico sobre la inoculación y el posterior efecto de vacunación, plan-
la audiencia percibe al emisor más objetivo y, por tanto, más tearon el esquema siguiente: del mismo modo que se puede vacunar a
creíble. un organismo contra el efecto pernicioso de otros microorganismos in-
Un fenómeno similar se presenta cuando la comunicación se troduciendo en él al microorganismo en cuestión en dosis muy bajas,
realiza sobre una audiencia instruida. En este caso, un mensa- suficientes para habituar al cuerpo a su exposición, pero insuficientes
je unidireccional dispara una percepción bien de ignorancia so- para dañarlo, del mismo modo podremos «vacunar» a la audiencia fren-
bre el tema o bien de intento de manipulación, deteriorándo- te a la contrapropaganda, estimulando las defensas actitudinales de ésta
se el prestigio de la fuente con el consiguiente deterioro de los inoculándole, de una forma atenuada, argumentos contra-actitudinales
resultados de la comunicación. que el sujeto (o la audiencia como grupo) pueda utilizar en el futuro.
Un mecanismo en espejo a éstos se produce con las audiencias En ocasiones se denomima a este mecanismo Defensa por Rifutación.
contrarias; cuando la audiencia está inicialmente a favor del Frente a él, se sitúa la llamada Defensa por Mantenimiento. Ésta se apo-
emisor, el mensaje unilateral resulta el más adecuado. El hecho ya también en un proceso biológico terapéutico similar al de la vacu-
de no presentar los contra-argumentos no genera percepción de na, pero diferente en su mecanismo de acción; consiste en proporcio-
«falta de credibilidad» y, en cambio, se corre el riesgo de ge- nar al organismo un régimen apropiado, complementado con vitaminas.
nerar una «concienciación de contravalores» que redunde en Es decir, proporcionar a la audiencia (o al receptor) argumentos de de-
una disminución de la eficacia propuesta inicialmente por el fensa que le permitan enfrentarse en el futuro contra los ataques. Mc-
proceso de comunicación. En el mismo sentido, frente a una Guire y Papageorgis comprobaron que la estrategia de Defensa por Re-
audiencia inculta la eficacia vendrá por la vía de un mensaje futación resulta superior a la Defensa por Mantenimiento, aun siendo
unilateral, puesto que la inclusión de contra-argumentos puede las dos eficaces. Adicionalmente descubrieron el fenómeno denomina-
generar confusión en audiencias poco habituadas a contraba- do Tigre de Papel consistente en que si el ataque se produce inmedia-
lancear argumentos. tamente después de haber proporcionado los «tratamientos», entonces
Finalmente se ha encontrado que) en el caso que el comuni- resulta más eficaz la Defensa por Mantenimiento; esta superioridad es,
cador se enfrente con audiencias con riesgo de ser posterior- sin embargo, ilusoria, pues con el tiempo la tendencia se invierte y la
mente contra-argumentadas (sometidos a contrapropaganda), en Defensa por Refutación se alza como la más eficaz.
ese caso, es conveniente utilizar una comunicación bilateral El mecanismo psicológico que parece subyacer a todos estos fe-
que, en cierta medida, actuará como defensa contra la poste- nómenos consiste en un proceso de toma de conciencia: los sujetos to-

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man conciencia, al aplicarles las técnicas de defensa, de la debilidad les generan frecuentemente un efecto «boornerang» (Hass y Lin-
de sus campos actitudinales de creencias, con lo que incrementan sus der, 1972).
esfuerzos para protegerlos. En este sentido, la Defensa por Refutación
es superior en sus resultados debido a que genera un mayor efecto Estos planteamientos nos hacen desembocar en un punto muy re-
de toma de conciencia. De este modo, se ha comprobado que si se levante: el orden secuencial de presentación del estímulo.
emplea una estrategia de defensa por mantenimiento, combinada con
una sensibilización de la debilidad de las creencias de los sujetos 3.5. ORDEN DE PRESENTACIÓN DEL ESTÍMULO INFORMATIVO
(aumentando la toma de conciencia), entonces la resistencia a la ma-
nipulación por parte de contra-mensajes es la mayor de todas. Se ha comprobado (Hovland, 1958) que cuando la audiencia es-
Los trabajos que mejor han completado- este área de la contra-ar- pera recibir un único mensaje, entonces el estím~lo más eficaz es el
gumentación en el campo de los fundamentos psicosociales de la co- que se presenta en primera posición dentro del discurso, Por ~l c~m­
municación se han centrado en analizar los efectos conjuntos de este trario , si la audiencia es consciente de que pueden sobrevenir dife-
fenómeno con otros dos: el empleo de comunicación unilateral o bi- rentes argumentaciones, entonces espera a analizar todas ellas antes de
lateral y el orden de presentación de los argumentos pro y contra. someterse a la influencia del proceso comunicativo.
Así, Chu (1967) ha propuesto un modelo que lleva a las siguien- Sin embargo, este postulado, que se cumple de modo genérico,
tes propuestas: aparece matizado por otras variables; así, por ejemplo, la longitud del
discurso. Cuando el discurso es muy rápido, como habitualmente ocu-
Si la audiencia está provista inicialmente de contra-argumentos, rre en los medios de comunicación social, especialmente en los
entonces la mayor eficacia de la comunicación vendrá dada por audiovisuales y, de forma muy marcada, en la comunicación so-
comenzar citando los contra-argumentos (comunicación bilate- cial persuasiva publicitaria, entonces, se produce un «efec.to primacía»,
ral); la estrategia menos eficaz será utilizar un mensaje bilateral consistente en que el argumento (o contra-argumento) situado en se-
pero en el cual se presente primero los argumentos pro y a con- gunda posición es anulado por el primero, de tal manera 'lue éste (el
tinuación los contra; esta estrategia es menos eficaz, incluso, que primero) es el que actúa con mayor intensidad, El mecanismo PSICO-
emplear un discurso unilateral donde se manejen argumentos lógico explicativo consiste en un fenómeno mnésico: el primer argu-
pro únicamente. El mecanismo psicológico explicativo es bien mento necesita de unos segundos para poder desarrollar el proceso
simple: emplear un discurso bilateral pro-contra no sirve para mnésico conocido como consolidación, consistente en el trabajo corti-
nada en cuanto al beneficio del argumento pro, y sí en cambio, cal necesario para fijar la información; si, mientras se está producien-
puede resultar dañino en cuanto a despertar argumentos con- do esta consolidación, incluimos un nuevo estímulo, este último su-
trarios o potenciar los contrarios ya existentes. La razón de que frirá un deterioro en su consolidación, consecuencia de la inhibición
no resulte útil consiste en que el sujeto receptor ha estado ma- generada por el proceso de consolidación iniciado anteriormente (Mi-
nejando interiormente, durante el discurso, los argumentos con- ller y Campbell, 1959). Este fenómeno podría invertirse únicamente
tra u otros similares, antes de que el emisor los planteara. en el caso en que el segundo estímulo (segunda argumentación) fue-
Por el contrario, si la audiencia no posee inicialmente contra- ra muy intenso. En este caso, conseguiría activar la capacidad de
argumentos, entonces la predicción es la contraria: mencionar inhibición activa del proceso proto-perceptual que es la atención, de-
los contras, puede «despertar» en los receptores «malas ideas» teniendo la consolidación del primer estímulo e iniciando la del se-
previamente inexistentes, inhibiendo el efecto de la comunica- gundo. En este planteamiento, el segund? e~tímulo resulta:ía benefi-
ción. Es decir, frente a audiencias con bajas defensas contra-ac- ciado y, lógicamente, el primero muy perjudicado. Ahora bien, como
titudinales, la estrategia más eficaz consiste en presentar un dis- han defendido estos mismos autores, si entre el primer estímulo y el
curso unilateral del tipo pro. El valor de eficacia intermedia 10 segundo existe una pausa, entonces el receptor (la audiencia) dispone
encontraríamos en un esquema tipo mensaje bilateral con or- del tiempo necesario para consolidar el mater~al ?e la primera i~ter­
den de presentación pro-contra. vención y, por consiguiente, dispone de espacio libre para consolidar
Por último conviene subrayar que se ha encontrado que el tipo la segunda. De este modo, es muy probable que, a igualdad del resto
de refutación o contra-argumento más eficaz es el denominado de las condiciones, se produzca un efecto ultimada, es decir, que influ-
implicíto; frente a refutaciones directas, abiertas y claras, las cua- ya más el segundo estímulo, puesto que también se habrá consolida-

84 85
d~ (al disponer de espacio libre) y se encuentra más cerca de la erni- lanza el mensaje a las audiencias. Corno es sabido, en el modelo de
sien ~e la con.d~cta. Este efecto, obviamente, disminuye a medida que las teorías del aprendizaje el resultado final conductual, llamado po-
se aleja la errusion de la conducta del fin del discurso. tencial neto de ejecución (sEr) depende de la intensidad de la necesidad,
la cual conducírá a una determínada intensidad de drive (D), del va-
3.6. COMPROMISO DE LA AUDIENCIA:. FORMA CONCLUSA E INCONCLUSA
lor de incentivo que posean las contingencias (K), de un potencial osci-
<

latorio (O) -que los autores neoconductistas nunca pudieron opera-


L~s. r:t0delos derivados de las teorías del aprendizaje insistiendo en tivizar con claridad, (Hull, 1951)- y, finalmente, de lafuerza del hábito
el analtsls. de los estímulos y, en concreto, sobre la fuente o emisor (sHr). Esta última variable, fuerza del hábito, representa el refuerzo
y s~ a~anencia d~ credibilidad, han propuesto un mecanismo de in- (por condicionamiento instrumental ti operante) de antiguos condi-
t~res: SI el mensaje se presenta inconcluso, permitiendo a la audien- cionamientos que parten de las conexiones innatas E-R (las llamadas
CIa.que llegue por su propia elaboración a la conclusión, entonces el sUr) o el aprendizaje de nuevas conexiones (por condicionamiento clá-
emisor genera una percepcíón de mayor credibilidad (Hovland y Man- sico). Pues bien, y con esto llegamos al punto esencial del argumen-
dell, 1952). Esto es así porque la audiencia no percibe esfuerzo por to, así concebida la fuerza del hábito (sHr), puesto que en definitiva
parte d~l en:usor en presentar conclusiones tendenciosas, sino que es es un condicionamiento, depende. básicamente, del número de ensa-
el propIO SUjeto el que lle~a a las conclusiones (las cuales dejan de ser yos, es decir, del número de repeticiones.
tendenciosas). Este mecall1s~o, muy estudiado P'lr la psicología de la Los trabajos pioneros en este campo han partido de Zajonc (1968),
personah~ad, hunde sus rarees en el rasgo denominado reactancia el el cual proponía que «cuanto más frecuentes sean las exposiciones de
cual consl~te en la tendencia a resistirse a las presiones ejercidas des- un estímulo (hasta un techo máximo de veinticinco), tanto más fa-
de fuera SI no aparecen cargadas de autoridad percibida. Obviamen- vorable será evaluado por los espectadores», A esta propuesta el autor
te, el discurso debe estar compuesto de tal modo que la conclusión la denominó Principio de la mera exposición,
aparez."a implícita en él, co~ el objetivo de que el auditorio llegue Trabajos posteriores confirmaron que este efecto era especialmen-
(por SI mismo) a la conclusión deseada por el emisor. te marcado cuando se producía sobre un estímulo novedoso (Stang,
. , Los modelos más recientes han completado el mecanismo de ac- 1975), atribuyendo el fenómeno a un mecanismo de «aprendizaje mne-
Clan de este fenómeno con postulados derivados de la psicología cog- mónico perceptivo". Autores como Evans y cols. (1975) han replica-
runva, concretamente con el postulado de la pregnancia. Linder y do experimentalmente este fenómeno en el campo de la comunica-
Worchel (1970) han propuesto que si la audiencia se involucra acti- ción social enfocada a la implantación de programas de higiene y
v.amente en el discurso, buscando soluciones, interpretaciones, análi- salud en poblaciones de amplio espectro,
SIS, etc., el efecto de ,la c0t;Iunicaci?n es mayor. De este modo, se pro- El hecho de que el número de repeticiones presente una curva ne-
pO,ne que los mensajes mas complicados, donde la conclusión no sea gativamente acelerada en su efecto (cuya asíntota se presentará o no
evidente, generarán una m~yor. búsqueda de pregnancia, y un mayor en los veinte ensayos) como propone Zajonc, dependiendo de otras
interés por parte de la audiencia, lo que redundará en el efecto bus- variables, como novedad del estímulo, valor de incentivo) etc.) puede
cado. Como viene siendo habitual, aquí debe existir un efecto de gra- interpretarse en términos de «potencial neto de inhibición» (la suma
diente ?e dificultad, probablemente en interacción con la variable (re- de la inhibición reactiva, Ir, más la inhibición condicionada, sIr, en
cursos In~electuales. de la audiencia», Es decir, un exceso de dificultad el modelo neoconductista) o en términos de «saciación estimular»
redundara e~ una Incomprensión del mensaje y, por lo tanto, en un (en el modelo del aprendizaje mnemónico perceptivo).
rec~azo. de este; cuanto mayores sean los recursos intelectuales de la El efecto «repetición del estímulo» se encuentra íntimamente uni-
audiencia mayor será el gradiente de aceptación de dificultad. do al de novedad del estímulo, aunque sólo sea porque, obviamente,
cuanto más se repite un estímulo menos novedoso resulta.
Si bien las propuestas a cerca de la «novedad del estímulo» pro-
3.7. REPETICIÓN y NOVEDAD DEL ESTÍMULO vienen más de una línea cognitiva que neoconductista, su presenta-
ción en este contexto resulta pertinente. Fueron Vinokur y Burnstein
.Pa~tiendo de ,una tradic~ón neoconductista, no debe sorprender que (1978) quienes introdujeron el concepto de «novedad" del argumento
se mSI~ta en I,a I~portancla de ~a repetición del número de ensayos como una característica relevante del proceso de comunicación, espe-
es decir, en termmos de comunicación, del número de veces que se cialmente en la persuasiva. En 1974, no obstante.vWyer habia ya de-

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mostrado que la información novedosa juega un papel importante en sivo, apoyado en un driue o impulso secundario. Este esquema se basa
el proceso de formación de actitudes y que ti producción de un dis- en la Teoría de la Motivación Secundaria, la cual afirma que determi-
c.u,rso e? el que aparecen elementos novedosos produce una impre- nados estados pueden llegar a crear, de forma artificial, una situación
sion mas fuerte que aquél en el que no aparecen. de motivación que impulse una conducta determinada. También se
El concepto «novedad» ha sido operativiz.ado de dos formas: ha propuesto, en una línea similar pero siguiendo un proceso psico-
1) Apeland? al c.oncepto de índice de redundancia; es un criterio obje- lógico diferente, que el mensaje amenazante puede actuar como un
tIVO mtra-dlscu~SIVO, que hace referencia al número de veces que el refuerzo negativo o un castigo de segundo orden, el cual actuaría ge-
arg~~ento ha sido empleado en el discurso (obviamente, es necesario nerando la extinción de la conducta o actitud indeseada (contingente
delimitar el c~ncept? «discurso», puesto que puede, y de hecho debe, al castigo o al refuerzo negativo). Este segundo esquema es concep-
hacer refere?cla a diferentes m?mentos del acto comunicativo, sepa- tualmente más débil, puesto que plantea la dificultad de no explicar
rad?s por días, emIs<:,res y medios; así, un argumento emitido por el adecuadamente el cómo se implanta la nueva conducta (explica cómo
crrusor A .en el .medIO IV se repite si es empleado por el emisor B se elimina la indeseada, pero no cómo se implanta la nueva); ello con-
en el medio radio tres días después). 2) Apelando al estado de los co- duciría a un vacío comportamental en los sujetos.
nOCImIentos, ~el receptor o audiencia; éste es un criterio subjetivo, de El esquema, a partir del modelo del drive secundario negativo, sería
novedad percibida, el cual hace referencia a la medida en la que el ele- el siguiente: el mensaje, a través de la descripción explícita de las con-
mento forma parte (yen qué grado) del repertorio argumentativo del secuencias negativas de la conducta indeseada (tabaquismo, drogadic-
recepto~. Como es. sabido, la. p~icología ha venido subrayando la im- ción, conducción temeraria, etc.), provoca en el sujeto un cierto gra-
porta~CIa de los cntenos subjetivos frente a los objetivos, es decir de do de temor. Los estímulos responsables de este temor (el cual
la reahda.d.percibida p'0r los sujetos, tal y como es construida por ellos, constituye el drive negativo) son seguidos, en una segunda etapa, por
en definitiva, la realidad interpretada; única realidad que verdadera- las recomendaciones que tienen por objeto presentar al sujeto los re-
mente cuenta para el hombre. cursos para enfrentarse a tal temor. Estas recomendaciones producirí-
Vinokur y Burnstein (1978) han introducido otro elemento de gran an el efecto de reducir el temor suscitado y, por consiguiente, el es-
relevancia en el ~ontex~o de la n~vedad del mensaje: la percepción de tado de tensión negativo (el drive). De este modo las recomendaciones
verdadero y plausible. AS!, la eficacia de un argumento dependerá de su adquieren el valor de un refuerzo, puesto que eliminan un estado de-
novedad y su valor de credíbilidad (plausible). El papel que juegan am- sagradable (la eliminación de un castigo, lo cual actúa como un esta-
bos factores es diferente: los argumentos no válidos, sean o no nove- do reforzador para el organismo) y son así aceptadas por los sujetos
dosos, no son ~fica~es, mien.tras que los válidos son eficaces (aunque y puestas en práctica. En realidad, este mecanismo es una especie de --7
en menor me?Ida) incluso sm ser novedosos. Conviene destacar que condicionamiento de la evitación. -, j
el valor de valzdez, como apuntábamos anteriormente respecto al valor Sin embargo, bajo ciertas condiciones, la relación entre intensidad
de novedad, no h~ce. referencia a un valor objetivo, sino subjetivo, en del miedo y aceptación del discurso (de las recomendaciones pro-.7
este caso intersubjerivo o psicosocinl: aparece conceptualizado como la puestas por el emisor) puede ser inversa. Así, Janis y Freshach (1953)··
mayor o menor participación de una idea socialmente constituida. en un programa de comunicación social sobre hábitos de higiene den-
tal, encontraron que, si bien a corto plazo la situación estimular de
miedo intenso (efectos muy negativos de no lavarse los dientes, ilus-
3.8. Los NUEVOS MODELOS EN PSICOLOGÍA SOCIAL COGNITIVA tradas a través de imágenes muy cruentas de caries, etc.) era más efi-
DE LA COMUNICACIÓN caz en la implantación de los programas de higiene bucal, a largo pla-
zo el programa más eficaz era el de «temor leve» o «moderado». Según
3.8.1. Comunicados de emotiuidad intensa: el modelo del miedo o peligro los autores, la explicación podría ser la siguiente: un estado emocio-
nal excesivamente negativo puede desembocar en un aprendizaje de
Janis y Fesbach (1953) propusieron que el empleo de mensajes ca- evitación. Los sujetos, ante una situación de extremo drive (es decir,
paces de generar un estado emocional de miedo en los sujetos recep- extrema -pulsión» o necesidad) desarrollan mecanismos de ansiedad
tores actuana como un drive (D, ver descripción de este término en que generan respuestas defensivas (R. D.) tendentes a eliminar con la
página~ a?teriores) intenso y, e~ consecuencia, generaría un rápido mayor rapidez dicho estado. La respuesta de defensa más rápida (si el
aprendizaje. Se postula, por consiguiente, un aprendizaje de tipo aver- contexto lo permite) es la huida o evitación de la situación causante

88 89
de la tensión. Así, los sujetos evitan todo contacto con el mensaje (o do en un intento de modificar conductas y actitudes sobre el empleo
su recuerdo) y, por consiguiente, con las recomendaciones contenidas del cinturón de seguridad en el automóvil.
en él.
Estas experiencias han suscitado un volumen muy importante de Se ve a una quince añera sentada mirando solitaria por una ventana
investigación en el campo de la comunicación social, algunas de las hacia la calle. Dice: «No estoy enferma ni nada parecido. Podría salir
cuales han confirmado los resultados de Janis y Fesbach (lanis y Ter- más, pero desde que tuvimos el accidente, la verdad es que no ... El ac-
cidente no fue por culpa de papá. Ahora, a veces salgo con mi padre
williger, 1962; Krischer y cols., 1973; Dembroski y cols., 1978), otros,
por la noche a dar paseos... así, por lo menos, no se me quedan mi-
los menos, no han encontrado relación entre la intensidad del miedo rando». Se gira entonces lo suficiente como para ver la larga cicatriz
y la eficacia del mensaje (Powell, 1965) y otros, la inmensa mayoría, que recorre su cara donde se golpeó. Ella continúa: ..Ya no me due-
han encontrado evidencia de una correlación positiva entre el grado le». Se oye una voz en off: «Los accidentes matan de dos formas: di-
o intensidad del estado emocional y la eficacia del mensaje (Leven- rectamente y poco a poco. Ponte el cinturón de seguridad y vive» (Ro-
thal, 1970; Leventhal y cok, 1966, 1968; Riley y Pettigrew, 1976). bertson y cols., 1974, pág. 1073).
En todo caso, esta disparidad de resultados ha llevado a diferen-
tes autores a plantearse la construcción de un modelo sólido que dé La campaña fue un completo fracaso (Robertson, 1976).
cuenta del mecanismo a través del cual discurre este fenómeno. Dos ¿Qué ocurrió? é Por qué falló la campaña? La respuesta se en-
modelos han sido propuestos: el modelo motivacional y el modelo de las cuentra en el esquema teórico que venimos comentando (el cual qui-
respuestas paralelas. zá convendría. poner en conocimiento de los responsables de la Di-
rección General de Tráfico, empeñada en diseñar campañas basadas
en el paradigma del miedo). Lo que ocurrió, probablemente, fue lo
3.8.2. El modelo motivacional siguiente: en primer lugar, el empleo (o no-empleo) del cinturón de
seguridad es un hábito muy arraigado y este tipo de hábitos son muy
En este modelo, el peligro sugerido en el mensaje activa una re- difíciles de modificar. Cuando el discurso comunicativo trata con há-
acción emocional en el sujeto que actúa con valor de drive negativo bitos bien establecidos, se encuentra con que las actitudes y, por ende,
inespecífico. Este. drive actúa, como viene propuesto en los modelos sus posibles modificaciones. son menos sensibles a la hora de prede-
neoconductistas, como una energía capaz de movilizar al organismo; cir conductas, porque en estas situaciones los sujetos han desarrollado
en este caso, como motor del cambio de comportamiento conducen- hábitos prácticamente automáticos, los cuales disminuyen la capaci-
te a reducir la tensión negativa (Leventhal, 1970). dad de control consciente (volitivo) sobre los patrones comporta-
Éste es un modelo de tipo «lineal», donde la eficacia del mensaje mentales. Por este motivo les resulta más difícil transformar actitudes
va a venir marcada, exclusivamente, por la intensidad de la reacción (eri ocasiones se trata de vagos deseos, intenciones, estados de mera
emocional despertada (digamos del «miedo»). A mayor tensión, ma- opinión, no actitudes consolidadas) en comportamientos.
yor impulso O fuerza para resolverlo y mayor refuerzo al conseguirlo. Existen, al. menos, otras dos dificultades importantes con las que
Ahora bien, esto es así únicamente si la respuesta que elimina la ten- debe enfrentarse un discurso persuasivo de este tipo, basado en las
sión es la que coincide con las recomendaciones del mensaje. Puede reacciones emocionales de miedo: una resistencia de tipo cognitivo y
ocurrir que las recomendaciones no sean las más adecuadas para re- otra de tipo emocional.
solver el miedo generado previamente, en cuyo caso el sujeto (o au- En primer lugar, la secuencia inicial del mensaje, teóricamente en-
diencia) encontraría otras respuestas más eficaces para disminuir' el cargada de gen,erar la reacción emocional de miedo, choca contra una
miedo, pero que serían completamente ineficaces en reducir la situa- resistencia cognitiva muy clara: el dato estadístico según el cual la no
ción real de peligro (o, al menos, lo que para el comunicador era la utilización del cinturón de seguridad acarrea consecuencias traumáti-
verdadera razón del peligro y, por tanto del miedo). El ejemplo más cas choca contra la evidencia cotidiana de los sujetos, los cuales han
claro de esta situación y también el más radical (y quizá de los más experimentado en cientos de ocasiones el hecho de no llevar el cin-
frecuentes) consiste, simplemente, en negar la situación de peligro turón sin sufrir por ello ninguna consecuencia aversiva.
(vesto le sucede a otros, no a mí»). La segunda resistencia prende en el mundo emocional. Como han
En 1976 Robertson y cols. dirigieron una fuerte campaña en TV demostrado diferentes autores (Perloff y Fetzer, 1986), existe un me-
que se prolongó durante nueve meses, utilizando el modelo del mie- canismo psicológico defensivo -al que se ha llamado ilusión de in-

90 91
vulnerabílidad- consistente en activar pensamientos irracionales de Es importante subrayar que estos dos procesos de control del mie-
invulnerabilidad frente a los acontecimientos negativos de la vida, fre- do y de control del peligro pueden ser totalmente independientes. Por
cuentemente verbalizado en expresiones similares a «eso a mí no me ejemplo, un conjunto de acciones eficaces para reducir el miedo, pue-
ocurre». Resulta evidente que el mecanismo por el que discurre el pro- den resultar completamente ineficaces para reducir el peligro, dete-
~eso mental de muchos receptores enfrentados a este tipo de mensa- niendo, sin embargo, el proceso, desde el momento en que el resul-
Jes se aproxima, ciertamente en gran medida, a este esquema. Así, la tado final percibido sea de desaparición de la tensión. Una estrategia
cadena de pensamiento irracional generada respondería a algo pareci- típica de ello estriba en emitir respuestas consistentes en negar (en una
do a «este tipo de cosas le ocurren a otras personas... yo conduzco especie de mecanismo casi «freudiano» similar al que acabamos de
muy seguro y con prudencia, esto no me ocurrirá a mí», proponer de «ilusión de invulnerabilidad») el peligro y, consecuente-
. Así, en paíse~ como los Estados Unidos, las campañas más re- mente, todas las informaciones externas (potencialmente generadoras
Clent~s han modificado, en base a este tipo de conclusiones, las es- de tensión); en un sentido muy similar encontramos la emisión de
trategias de sus programas de comunicación social. Soarnes Job (1988) respuestas enfocadas a «conjurar» el peligro, bajo el mecanismo si-
ha argumentado que la mayor parte de la gente no cree que la no uti- guiente: «si yo emito esta conducta (responsable del peligro, según me
lización del cinturón de seguridad arrastre consecuencias mortales o dicen) y no ocurre nada -por ejemplo, fumar este cigarril1o- es que
muy dañinas. La audiencia se muestra mucho más sensible al argu- no existe consecuencia aversiva. El proceso psicológico por el que dis-
mento de presentar a un agente de policía deteniendo a un conduc- curre este mecanismo es muy simple: los sujetos actúan con mucha
tor sin cinturón y multándolo. Otros autores (Geller, 1989) han sos- mayor eficacia apoyándose en contingencias inmediatas, próximas, que
tenido que, probablemente, una técnica basada en un modelamiento en lejanas y, obviamente, la contingencia más próxima de fumar el ci-
sería. más eficaz. Un ejemplo de esta técnica podría Ser: emplear per- garrillo (o no ponerse el cinturón de seguridad) no sólo no es ,nega-
sonares famosos colocándose sistemáticamente el cinturón de seguri- tiva, sino que es positiva (puesto que proporciona un placer mrne-
dad al arrancar su coche. diato con su consumo, en el caso del cigarrillo, o de comodidad, en
el caso del cinturón) actuando, por consiguiente, como refuerzo.
Leventhal (1970) ha introducido en su análisis un componente psi-
3.8.3. El modelo de las respuestas paralelas cológico de gran envergadura (lejano, por otra parte, a los plantea-
mientos conductistas): el de las diferencias individuales. Así, propone
Según Leventhal (1970) la comunicación apoyada en la respuesta que los receptores difieren en su capacidad de coping o capacidad de
emoclO?-al lllten~a pone en marcha dos procesos paralelos y relativa- generar estrategias cognitivo-conductuales de enfrentamiento a SItua-
~ente independientes: u~ proceso de control de las respuestas erno- ciones de tensión. Precisamente aquellos individuos que muestran las
cionales mtensas -de miedo-s- y un proceso de control del peligro. mayores dificultades para enfrentarse a las situaciones conflictivas o
La respuesta conductual de los sujetos frente a este tipo de esti- peligrosas son los que experimentarán las reacciones emocionales más
mulación (en forma de comunicación amenazante) consiste en generar fuertes frente al discurso persuasivo. Así, después de una comunica-
pr~JCesos cognitivos de descodificación de la información que le per- ción que trate del problema en cuestión, existe un alto nivel de pro-
mitan al sujeto, en primer lugar, identificar y valorar la amenaza. Es babilidad de que estos sujetos se comprometan en un proceso de con-
este proceso de descodificación -continúa el autor- el que aparece trol de las reacciones tensionales de miedo de forma excesiva, hasta
com<:> la base de las respuestas de miedo y de las respuestas adaptati- tal punto que inhiban los procesos de control del peligro haciendo
vas (mstrumentales). Es decir, el sujeto no sólo valora la información ineficaces las recomendaciones positivas.
que le llega del canal de comunicación (del mensaje emitido), sino tam- Lo cierto es que, en unas coordenadas similares, anticipando estos
bién de la información que le proporcionan sus propias respuestas de trabajos, autores como Dabbs y Leventhal (1966) o Levental y Trem-
miedo, así corno de la información que le proporcionan sus respues- bly (1968) demostraron que la variable de personalidad «estima de sí
tas instrumentales (éxito en el control, situación manejable o no, etc.]. mismo» o «autoconcepto elevado» interviene como variable mediado-
El balance final (el proceso cognitivo de toma de decisiones) de todo ra en estos procesos: los sujetos con elevada estima de sí (contraria-
este conjunto hará detener el proceso (si el resultado de la decodifica- mente a aquéllos de baja estima) aceptan y ponen en práctica las re-
ción es satisfactorio, es decir, ha desaparecido la tensión debida a la comendaciones inscritas en un discurso de alto nivel de contenido
percepción de miedo) o, por el contrario, lo reiniciará. emocional negativo (miedo) en mucho mayor grado que los sujetos

92 93
de baja autoestirna e, incluso, en mayor grado que si aparecen inscri-
tas en un discurso de bajo contenido emocional.
Ot~as investig~ciones han demostrado la eficacia de este tipo de
mensajes en función de la variable diferencial de personalidad llama-
da «vulnerabilidad», Trabajos desarrollados en el campo de programas
de plamficación social e higiene (tales como prevención del cáncer de
pulmón: Leventhal y Watts, 1966) o, de nuevo, de la seguridad vial
(Berkowitz y Cottingham, 1960) han demostrado que las personas me-
nos vulnerables (no fumadores o no conductores, en los ejemplos que'
nos. ocupan) son más influenciables por estos mensajes persuasivos (es
decir, ponen en práctica los consejos -respuestas instrumentales de
control del peligro- preconizados en el discurso) que los sujetos más
vulnerables (fumadores, conductores habituales). Este tipo de resulta-
dos parecen estar de acuerdo con el modelo de las respuestas paralelas, CAPÍTULO IV
puesto que según el sentimiento de vulnerabilidad el sujeto activará
uno u otro proceso de control. Si se percibe como vulnerable a la en-
fermedad del cáncer o al accidente del coche, puede pensar (y esto
El sujeto como receptor
probablemente se acentúa a medida que disminuye la auto confianza)
que su; medidas de protección serán mínimas o ineficaces y, por tanto,
pondra en marcha el proceso de control del miedo, el cual resultará 4.1. CARACTERÍSTICAS DEL RECEPTOR
predominante y, por consiguiente, no aplicará las recomendaciones.
Más aún, parece existir la tendencia en ciertos sujetos a emitir con- Resulta evidente que el núcleo del fenómeno de la comunicación
d,uctas contrarias a las recomendaciones cuando surge la reacción erno- reside en el sujeto, como protagonista activo del acto comunicativo.
cH;mal de mie~o. Este tipo de conductas se ajustan al patrón deno- Tal protagonista juega su papel en una doble representación: por un
mma~o por S1?nner «supersticioso». Su función consiste en «conjurar» lado como responsable del mensaje que crea (selecciona, filtra, deci-
el peligro realizando la actividad que, en principio, causa el peligro; de), es decir, como emisor, y por otro lado como encargado de reci-
al no existir contingencia negativa (es decir, al no ocurrir nada aver- birlo -percibirlo, procesarlo- es decir, como receptor. Ciertamente
sivo para el sujeto al realizar la conducta) éste adquiere la sensación que, en la comunicación humana interpersonal, ambos papeles se in-
de que, realmente, el peligro no existe. Este mecanismo puede sub- tercambian en un flujo constante, componiendo una especie de ur-
yacer a conductas frecuentes, como encender un cigarrillo al comen- dimbre donde es casi imposible diferenciar un papel del otro, puesto
zar a hablar de los peligros del tabaco. En ocasiones estos aprendiza- que el proceso, como conjunto o configuración gestáltica, constituye
jes supersticiosos se producen como consecuencia de tasas de refuerzo un «flujo» ininterrumpido de intercambio de papeles.
al~atoria~ (Skinner, 1974), pero en este caso concreto, el refuerzo po- Desde el punto de vista de la Psicología de la Comunicación, el re-
dna ve.mr proporcionado de forma sistemática y no aleatoria, por la ceptor adquiere una enorme relevancia. Por una doble razón, en primer
ause?cla de contingencia negativa (fumo y no me pasa nada) y la ob- lugar, porque el estudio de lo psicosocial remite, de forma primaria, al
tcnción de un premio inmediato (fumo y obtengo placer). estudio de los sujetos y sus procesos psíquicos; en segundo lugar por-
que en la comunicación social el receptor es el elemento más suscepti-
ble de ser analizado desde la óptica de sus estructuras psicosociales.
La mayor parte de las teorías de la comunicación social parten del
esquema según el cual los resultados de la comunicación se desarro-
llan como consecuencia de la modificación de ciertos procesos psi-
cológicos subyacentes. Hovland, Janis y Kelley (1953) fueron los pri-
meros en sugerir que el impacto persuasivo de una comunicación
dependía de la activación de tres procesos sucesivos:

94 95
Procesos de atención. efecto, a medida que la comprensión del mensaje disminuye) su ca-
Procesos de comprensión. pacidad persuasiva lo hace también. Este resultado es interpretable en
Procesos de aceptación. términos de la cantidad de información que el sujeto recibe. Cuanto
menor es el número de datos que el sujeto (o la audiencia) recibe,
Otros autores, como McGuire (1972), han desarrollado estos rno- más incompleto es el procesamiento de la información al que se so-
delos añadiendo dos procesos complementarios: mete e! mensaje y, por lo tanto, menor la posibilidad de que e! re'
sultado final haga cambiar sus posiciones iniciales. En este sentido, su-
La memorización. cede algo muy similar con el número de argumentos, puesto que éstos,
La acción. en definitiva, dependen, en gran medida, de la comprensión del men-
saje y la cantidad de información procesada. De este modo, autores
Según este planteamiento, para que los mensajes resulten eficaces como Calder y cols. (1974) o 1nsko y cols. (1976) han verificado que
es necesario que el receptor preste un mínimo de atención a conti- existe una fuerte relación entre número de argumentos empleados en
nuación que lo comprmd«; que lo acepte en mayor o menor grado (para el mensaje y comprendidos por el receptor y efecto de este mensaje.
que pueda producIrse,'y ~etectarse, al menos un mínimo efecto a par-
ur del proceso ,comunIcativo), que almacene esta nueva opinión y que,
finalmente actúe, se comporte, en base a los nuevos parámetros. 4.3. ACEPTACIÓN y RECHAZO: CAMBIO Y RESISTENCIA AL CAMBIO
En este marco teórico los parámetros de mayor relevancia anali-
zados hasta el presente son los siguientes: Existe una cantidad muy importante de modelos y propuestas te-
óricas analizando la actividad del receptor al enfrentarse con el men-
saje, así como un cuerpo empírico relevante avalando estas propues-
4.2. LA RECEPCIÓN DEL MENSAJE tas. ASÍ, se han estudiado cuestiones como el tratamiento cognitivo
dado al mensaje en relación a la eficacia persuasiva de éste, los fenó-
l!na de las mayores dificultades de este parámetro consiste en la menos de resistencia a los efectos del mensaje, las características per-
ambigüedad ?el término. Recepción ha sido conceptualizado, con mu- sonales del receptor, etc.
c.ha frecuencia, como <~m~morización» -lo cual, como se podrá ana- Una gran parte de estos problemas han sido ya tratados en este
lizar ~on mayor detenimiento cuando se revise más adelante el pro- manual dentro del apartado consagrado al emisor y al mensaje, y son
cesarruento cognitivo de la información- no es del todo correcto. En ahora ampliados y reenfocados desde la óptica que ofrece el punto de
general, la mayor parte de los trabajos experimentales realizados no vista del receptor.
han. po?,ido confirma: empíricamente una relación positiva entre me-
manzaaon del contenido de los mensajes y efeaos de éste -en cuan-
to a cambio de actitud o de conducta-, (Harkins y Petty, 1981; Petty 4.4. ACEPTACIÓN y RECHAZO: I) TRATAMIENTO COGNITIVO
y cols., 1981). Y EFECTOS DEL MENSAJE EN EL RECEPTOR
Como han señalado Eagly y Chaiken (1975), estos resultados no
invalidan la importancia del proceso de recepción sobre los efectos Se han desarrollado diferentes propuestas para intentar explicar los
de! mensaje (tal hipótesis sería absurda). Probablemente indican varias efectos de los mensajes sobre las audiencias en base a la actividad
posibilidades. En primer lugar, e! hecho, destacado anteriormente de cognitiva desarrollada por éstas.
que la memorización puede no ser un parámetro válido -validez
~e, constructo- del grado o nivel de percepción, su calidad o preci- El grupo de Hovland y cols. (1953), dentro de su esquema neo,
SI~:)l1, et~. En segundo lugar, es muy posible que memorización no in- conductista apoyado en la conexión de estímulos y respuestas,
dique siempre «comprensión», puesto que puede ocurrir memoriza- ha propuesto que el aprendizaje de una asociación entre el atri-
ción plena sin captación del significado (memorización repetitiva, buto positivo o e! negativo de! mensaje y e! objeto actitudinal
como la que se da en el aprendizaje de sílabas sin sentido, practica- es máximo responsable de que el proceso comunicativo tenga
da en los albores de los estudios de memorización por Ebbinghaus). consecuencias posteriores sobre la conducta (o potencial de
Eagly (1974), analizando estas hipótesis, ha comprobado que, en conducta, en su terminología) o no lo tenga.

96 97
McGuire (1972) ha cargado el acento especialmente sobre el mensaje y sus efectos. Sherif y Hovland (1961), por ejemplo, en e!
papel jugado por los mecanismos psicológicos que se activan marco de la Teoría del juicio Personal, habían encontrado. que la Im-
en la fase de recepción del mensaje (especialmente atención y plicación personal tenía, ~undan:entalmente, el ef~cto d~ Incrementa,r
comprensión del mensaje), en una línea muy similar a la que la resistencia a la persuasión, mientras que otros investigadores habl-
se analizó anteriormente. an encontrado el efecto contrario, especialmente cuando se trataba d~
Otros autores, en una línea mucho más cognitiva, apelando a mensajes proactitudinales. Petty y Cacioppo (1980) plantearo~ la hi-
modelos del procesamiento de la información (Petty y Ca- pótesis de que la implicación .del sujeto .a~mentarIa su m?;IVaClOn para
cioppo, 1981, 1986) han sugerido que la eficacia del mensaje comprometerse en una actividad cognmva ?e producción de, ~ensa­
va a depender, fundamentalmente, del tipo de respuestas cog- mientas pertinentes al contenido del mensaje, lo que ongiuana:
nitivas generadas por éste.
Una variante, o ampliación, de esta propuesta, había sido ya a) En el caso que el mensaje provoque la elaboración de. pensa-
adelantada por Festinger y MacCoby (1964). Estos autores com- mientos desfavorables al tema defendido, la lmp],caclOn per-
probaron que el hecho de distraer la atención de los sujetos sonal reforzaría esta tendencia y, por consiguiente, la resisten-
mientras que éstos reciben el mensaje puede facilitar el efecto cia a la persuasión sería mayor. , . .
persuasivo de éste. El mecanismo explicativo propuesto por es- b) En el caso contrario, es decir, si el mensaje tiene tendenCIa, a
tos autores hacía referencia a la hipótesis según la cual la dis- generar la elaboración de pensamientos favorables al mensaje,
tracción posee el efecto de impedir, o disminuir. la capacidad la implicación reforzaría esta tendencia y, en tal caso, la efi-
del sujeto de generar respuestas internas cognitivas negativas al cacia de la comunicación aumentaría.
argumento (es decir, impide la contra-argumentación). Autores
como Osterhouse y Brock (1970) han confirmado estos resul-
tados, demostrando que la distracción inhibe la producción de 4.5. ACEPTACION y RECHAZO: n) FACTORES DEL RECEPTOR
respuestas cognitivas de contra-argumentación. DE RESISTENCIA AL CAMBIO

Este mecanismo explica, parcialmente, ciertos resultados sorpren- Se ha encontrado que las diferencias grupales y, especialmente, las
dentemente eficaces y persuasivos generados por discursos donde el individuales, a los efectos del proceso comunicatrvo, es decir, al c~m­
nivel de atención es muy bajo, tales como los emanados del contex- bio generado por la influencia del mensaje (o del pro~eso co.munIca-
to de la comunicación publicitaria, especialmente la televisual. tivo en su integridad) son muy grandes. S~ han ~stu.dIa?<? diferentes
Petty y cols. (1986) han comprobado que la distracción posee un mecanismos como responsables de estas diferencias individuales, en-
efecto específico: aparentemente inhibe solamente las respuestas cog- tre los cuales destacan los siguientes:
nitivas dominantes elicitadas por el contenido del mensaje. Así, la dis-
tracción tendría por efecto aumentar la resistencia a la persuasión en
el caso en el cual el mensaje generara «de forma natural), pensamien- 4.5.1. Reactaneia
tos favorables internos en el sujeto (puesto que, en ese caso, tales pen-
samientos favorables serían inhibidos); por el contrario, el efecto dis- Hace referencia a la hipótesis planteada por Bre~m (1966) en
tracción aumentaría la persuasión o el efecto del mensaje, en el caso la que planteaba que existe en el hombre un~ motivacron psicosocial
contrario (puesto que los pensamientos negativos o de contra-argu- que le impulsa a realizar co~ductas contranas a .las propue~tas por
mentación tenderían a ser inhibidos, aumentando, por consiguiente, aquellos sujetos a los que percibe c~mo m~y coact~vos. Es. decir, cuan-
el efecto persuasivo). to mayor es el intento por persuadir al sujeto, mas reactrvamente ac-
Un an~,1isis de este tipo es de enorme interés desde el punto de túa éste en contra.
vista de la Psicología Social de la Comunicación;' puesto que permite La hipótesis de la reactancia no posee, ~or el mO,~ento, el sufi-
comprender algunos resultados contradictorios que han venido pre- ciente respaldo empírico como para ser considerada válida. Aparente-
sentándose en la literatura científica de este área. mente, en efecto, existen sujetos con mayor tendencia que.otros a reac-
Así, por ejemplo, los datos encontrados sobre e! pape! jugado por cionar contrariamente a la presión a la que son sometidos por un
la implicación personal del auditorio o receptor en la recepción del mensaje. Sin embargo, otras interpretaciones pueden ser válidas. SIn

98 99
n,ecesid~d de apelar a la existen~ia ?e una nueva motivación psicoso- to máxuno, el efecto persuasivo de ambos mensajes se iguala (proba-
cial, ASI, por ejemplo, puede atribuirse este efecto a condicionamien- blemente, como hipotetiza la Teoría de la Dorrnición, porq~e el re-
~os de tipo aversivo, donde la historia de refuerzos y castigos del su- ceptor ha olvidado las claves llamadas periféricas del mensaje y ha,
Jeto le ~l~ve a percibir a los emisores más activos como más agresivos, digamos, seleccionado sólo lo esencial). Es muy probable, aunque este
y a emitir, en consecuencia, una conducta de evitación. punto esté por verificar empíricamente, qu~ este efecto ~e v~a a- n:
tizado por la intensidad del resto de las vanables. Es decir, SI vana-
bies contextuales, tales como el tipo de emisor, son muy relevantes
4.5.2. Compromiso (pongamos, por ejemplo, que el emisor sea un, l~~er m~y representa-
tivo para el receptor) entonces el efecto dormición sera mucho me-
, Se ha e~c~ntrado que cuando un sujeto, o grupo social, ha ma- nor e incluso no llegaría a producirse en absoluto. .
n,Ifestado públicamente sus opiniones o creencias, establece una espe- De este modo, parece que el efecto más relevante de la vanable
ere de compromiso psicosocial que le impide, o dificulta, el cambio «emisor», en los medios de comunicación social contemporáneos, ca-
sobre lo expresado. racterizados por un elevadísimo nivel de saturación estimular ,que ge-
Rosembaum y Franc (1960) han proporcionado evidencia empíri- nera una notable pérdida de atención, vendr,ía por la :apaCldad de
ca so.b~e este postulado, confirmando, además, que si el compromiso «captar la atención» de las audiencias. Un emlso~ ,llamatlv<:, (c~n alto
adquirido por el grupo O el sujeto respecto a su opinión o actitud era grado de «saliencia») conseguiría captar la atenclOn, del distraído re-
no sólo verbal, sino comportamental, es decir, si ya había manifesta- ceptor, con lo que iniciaría el proceso de procesamI~nto y al~acena­
do conductas públicas favorables a la actitud en cuestión entonces miento de la información, aunque, muy poco despues, lo olvidase (al
la resistencia al cambio aumentaba considerablemente.' , emisor), pero mantendría el efecto del mensaje.
En este sentido, se ha encontrado posteriormente (Rhine y Seve- Recientemente la Psicología Social de orientación francesa, de la
rance, 1970) que la función entre compromiso y resistencia al cambio mano de Moscovici, ha retomado este fenómeno, a partir del cual ha
no sigue una correlación rectilínea, sino que cuanto más se haya com- desarrollado su Teoría de la Conversión (ver la traducción al español de
prometido públicamente el receptor con su actitud inicial, menor de- su obra La Influencia Social Inconsciente: Estudios de Psicología Social Ex-
berá ser l~ discrepancia cognitiva que le genere el nuevo mensaje para perimental, Barcelona, Anthropos, Temas de Psicologia, 1991).
que el sujeto adopte el nuevo mensaje y se produzca el cambio.

4.5.4. Nivel de autoestima


4.5.3. Resistencia pasiva: efecto dormición
Cohen propuso en 1959 que existía una fuert~ correlación .e,ntre
Este interesante fenómeno psicosocia1 hace referencia al descubri- ciertas variables psicológicas del receptor y la del tipo de recepcion y
miento de Kelman y Hovland (1953); el hecho de que las audiencias procesamiento a que se sometía el m~nsaje. Entre e~tas van~bles. PSI-
se enfrenten a cierto tipo de mensajes con una actitud psicológica de cológicas destacan algunas como el nivel de autoestIma, la inreligen-
distanciamiento o distracción conlleva un fenómeno de selectividad eia y el nivel de independencia (Cohen, 1959). . .
mnésica, consistente en que, al cabo de poco tiempo (en torno a tres En relación al nivel de autoestima, Coopersmlth (1967) encontro
semanas según estos autores), los receptores han olvidado las variables que los sujetos de bajo nivel de autoestima tiene tendencia a desa-
context':la1es del mensaje -~ales como tipo de emisor, medio emple- rrollar pensamientos sobre sí mismos de escaso valor en cuanto a sus
ado, ruido o filtros producidos, etc.~' para recordar, fundamental- capacidades de interacción social, .d,e comp.re.n?ión ~e, mensajes,. de
mente la esencia del mensaje. análisis crítico de éstos y, en definitiva, de JUICIO objetivo. Este tipo
Este relevante proceso psicológico lleva a producir fenómenos tan de pensamientos negativos con~uce a estos s~jetos a dejarse sugestio-
relevantes como el siguiente: manteniendo el resto de las variables nar más fácilmente por determinados mensajes. Es decir, los efectos
c,o~stantes, un mensaje emitido por un emisor -o fuente- de pres- del proceso de comunicación son más sensibles sobre el.los.
tIgIO resulta más eficaz que el mismo mensaje emitido por una fuen- Sin embargo, otros investigadores han venido a roa,tizar este .pos-
te de menor prestigio; sin embargo, este efecto comienza a declinar tulado (Silverman, 1964). Se ha encontrado que este tlpo de SUjetos
con el tiempo hasta que, cuando el efecto «dormición» llega a su pun- manifiestan, como consecuencia de sus pensamientos autopunttlvos,

100 101
te efecto se ve acentuado, además, si los sujetos ketero-
reacciones emocionales defensivas frente a determinados interlocuto- res, 1969) . Es . d d bacic I (o
dirigidos perciben la sensación de necesida e apro ~clOn socia
res o emisores. Así, un sujeto de baja autoestima desarrolla estrategias
sienten temor al rechazo social ). En estos ca~os, el feno:neno se acen-
de rechazo frente a emisores que considera amenazantes (lo que pue- tú a en gran medida, de tal forma que los sujetos heteronomo; sorne-
tidos a esta presión son mucho más injlu.e~ciables que los autonomos
de ocurrir con cierta frecuencia, debido a su talante «suspicaz» deri-
vado del mecanismo de sentimiento de inferioridad). Ello responde, (incluso si son sometidos a idéntica presión), como han demostrado
probablemente, a una desconfianza sobre la gratificación o recom-
pensa presente en el mensaje, junto con una esperada contingencia Rozelle y sus colaboradores (Rozelle y cols.,. 1973). I 1
Sin embargo, existen determinadas condICl~~e~ ante las cua es e
negativa. Un patrón casi inverso se daría entre los sujetos de alta au-
fenómeno se invierte, y son los sujetos heterodmgldos los q';le sufren
toes tima: éstos tienden a dejarse influir en menor medida por proce- en mayor medida los efectos del mensaje. Esto ocu!re, especialmente,
sos comunicativos de tipo estándar, porque han desarrollado estrate- cuando se trata con mensajes de cierta importanc~a para los sUJ~tos
gias de crítica y análisis objetivo del proceso de comunicación muy
(temas de salud, por ejemplo) y los receptores perciben que el emisor
precisas (del tipo de mensaje, del emisor, etc.) de tal manera que es tiene capacidad suficiente -es decir, perciben alto nivel de periCIa en
necesario un proceso comunicativo de alto nivel para que surta efec-
to sobre esta clase de receptores. Sin embargo, sucede que este tipo la fuente o emisor- (James Y cols., 1965).
de comunicaciones son menos eficaces sobre sujetos de baja autoesti-
ma, precisamente porque se sienten recelosos ante ellos debido al alto 4.5.6. El paradigma de «puesta en guardia» (vacunación)
nivel de competencia que presentan.
McGuire y Milman (1965) han propuesto otro mecanismo muy Tal y como hemos apuntado atrás, en o.tro context~, se ha verifi-
útil para interpretar los resultados de la autoestima en relación a los cado que el someter a los sujetos a información. co~~erll1ente al. hecho
procesos de comunicación, que hace referencia al refuerzo de la pro- de que serían sometidos a procesos de comurncacion con el. intento
pia autoirnagen: percibirse corno influenciable o susceptible de serlo de influir sobre sus conductas o sus actit~des, ha~e que los sujetos d~­
constituye una forma de debilitar la imagen de sí mismo (soy in- sarrollen procesos defensivos contra tal H~fluenCla: Es un proceso SI-
fluenciable, no tengo capacidad de crítica...). Así, por salvar la propia milar al de la vacunación biológica: consiste en «m~)Cular» en los r~­
autoimagen de sí mismo, los sujetos colocan una especie de barrera ceptores pequeñas dosis del contramensaje. McGulre y Papage org1s
que les inmuniza contra el efecto de cualquier tipo de mensaje que (1961) fueron los 'primeros autores en detectar este fenómeno (ver la
sea por ellos percibido como amenazante de su estima de sí. Precisa- obra clásica de McGuire escrita dos años después, MC:U1re, 1964).
mente los sujetos más seguros de sí mismos (con mayor nivel de au- Se distinguen, con frecuencia, dos tipos de uacunaaon o «puesta en
toestima) son los que menor necesidad desarrollan de aplicar estas es- guardia» (Papageorgis, 1968):
trategias defensivas, puesto que se sienten lo suficientemente seguros
de sí mismos como para aceptar cambios. Contra el contenido del mensaje. Se informa a los suj~tos, ,no so-
lamente de que se establecerá un proceso de cOD?un.lCaclOn t~~­
dente a modificar sus posturas, sino que se le.s indica también
4.5.5. Independencia cuáles serán los argumentos empleados en dicho proceso co-
municativo. . ' ,.
Como un factor psicológico del receptor directamente relacionado Contra la intención persuasiva. Se comunica a los sujetos umc.a-
con el analizado anteriormente, aunque con cualidad propia, se en- mente que se verán sometidos a procesos contrape~suaslv?s? ~m
cuentra el rasgo de personalidad o estructura caracteriológica conoci- especificarles qué tipo de mensaje (o contra-mensaje) recibirán.
do como independencia o autodirigidos (frente a heterodirigidos, Riesman,
1950). Se ha encontrado, especialmente en el caso de medios de co-
municación escritos, que los sujetos autodirigidos se comportan de for- 4.5.7. Puesta en guardia contra el contenido del mensaje
ma más crítica, objetiva y reflexiva con la información que reciben
Se ha encontrado una numerosa evidencia empí:i~a que sostiene la
que los sujetos heterodirigidos. Este comportamiento cognitivo les lle-
propuesta de McGuire y Papageorgis de 1962. AdiCIOnalmente se ha
va a desarrollar posturas más frías frente al mensaje y, por consi-
encontrado que el efecto de resistencia al cambio, consecutivo a la pues-
guiente, a dejarse influenciar por éste en menor medida (Ritchie y Pha-
103
102
ta en guardia, únicamente sucede si transcurre un determinado inter- parte, encontramos un mecanis~o de carácter fund~mentaln:ente ra-
valo de tiempo desde que se realiza la puesta en guardia hasta que apa- cional o cognitivo, el cual es activado frente a preavlsos de npo espe-
rece el nuevo proceso comunicativo (Apsler y Sears, 1968). La hipóte- cífico, donde el argumento es presentado y do~de el receptor busca y
sis que se ha planteado para interpretar estos resultados hace referencia recupera el contra-argumento. El primer mecanismo resulta, como pue-
al tiempo necesario para generar los programas cognitivos de contra- de observarse subsumible como parte del proceso antenormente con-
argumentación, una vez recibida la información relativa a la comuni- siderado llamado de reactancia (Brehm, 1966), consistente en una res-
cación subsiguiente. Así, Freedman y Sears (1965) comprobaron que, puesta e~ocional generalizada de resistencia a. la conve:sión. Es muy
tras un espacio de diez minutos, la nueva comunicación tropezaba con posible que ambos mecanismos (el de reactancia o emocional y.~l cog-
los contra-argumentos creados por los sujetos «vacunados)" con lo que nitivo o de contra-argumentación) actúen en constante mteracclo.n., de
su eficacia disminuía notablemente, mientras que si no se permitía tal modo que toda circunstancia que haga. incrementar la probabilidad
transcurrir tal intervalo temporal, los sujetos no eran capaces de dise- de aparición de un proceso actúe en sentido contrano con el otro.
ñar tales contra-argumentos y el mensaje posterior resultaba más di-
caz. Otras investigaciones más recientes han venido también a verifi-
car estas conclusiones (Hass y Grady, 1975; Petty y Cacioppo, 1977). 4.5.9. Puesta en guardia.y cambio de actitud
En determinadas ocasiones se ha encontrado un fenómeno psico-
4.5.8. Puesta en guardia contra la intención de persuadir social actuando dentro del mecanismo de la comunicación y la puesta
en guardia de sumo interés. Bajo determinadas circunstan.c,ia s, cuando
Aparentemente los mecanismos psicológicos subyacentes al efecto se comunica a los sujetos (en un marco claro de vaCUnaCl?n ? ,Puesta
de la puesta en guardia como consecuencia de la advertencia sobre el en guardia) que se verán sometidos a un proces~ de comumc~cl.on con-
contenido del mensaje son diferentes a los mecanismos que se acti- trario a sus posturas, los sujetos receptores modifican sus pOslclo.nes en
van cuando la puesta en guardia hace referencia a la intención de pero la dirección del nuevo comunicante, modificando sus propias actitudes,
suadir. «cediendo», por así decirlo, a los nuevos mensajes . aUl~ ,antes de haber-
La puesta en guardia contra la intención de persuadir no necesita, se visto sometido a la presión de la nueva comunicacron. .
para ser eficaz, del intervalo temporal al que hacíamos referencia ante- Aparentemente, el factor deter~!~ante par~ generar el cambio de
riormente. Autores como Kiesler y Kiesler (1969) O como Hass y Grady opinión en la dirección de la posIClon. defendida por el nuev? ~en­
(1975) han demostrado que el hecho de prevenir a los sujetos del in- saje, consiste en el hecho de que el sujeto perciba q';l~ sus ,apI1l1O~1eS
tento de ser persuadidos genera inmediatamente la aplicación de meca- van a ser sometidas a juicio o, por usar una expreslOn mas precisa,
nismos de resistencia al efecto del mensaje. Aparentemente, el hecho «puestas en tela de juicio).. .
de comunicar este intento estimula instantáneamente el recuerdo de to- Se han propuesto diferentes mterpretactones .capaces de dar cuen-
das las informaciones susceptibles de constituir contra-argumentos, mien- ta de este fenómeno, el cual, como suele ocurnr en el cO~1texto del
tras que la puesta en guardia más específica (determinando el tipo de comportamiento humano, es complejo y aparece determinado por
mensaje que se utilizará) necesita de un cierto nivel temporal para pro- múltiples causas.
cesar la información sobre el mensaje de aviso recibido, tiempo para rea-
lizar los procesos de comparación con la información almacenada sus-
ceptible de ser empleada como contra-argumentación y, finalmente, 4.5.10. Valor de autoestima
tiempo para desarrollar los procesos cognitivos de recuperación (rarie- Según McGuire y Milman (1965\ percibirse. como influenciable o
val) de esta nueva información y su empleo como contra-argumento. susceptible de serlo, constituye una fuer~e presion contra la estima de
De esta manera se puede apuntar, como han sugerido Hass y Grady sí. Esta presión actúa corno fuerza motivadora para gene,ra~ en .el su-
(1975), que existen dos mecanismos claramente diferenciados de enfren- jeto determinadas conductas. Una ~e ellas (~unque no la un,lCa 111, pro-
tamiento activo frente a la comunicación cuando se da la circunstancia bablemente la más frecuente) explica, precisamente, el fenomeno que
del pre-aviso, puesta en guardia o vacunación: de una parte, un mecanis- venimos co~templando. Consiste en emitir un proceso que podría~os
mo esencialmente emocional, motivacional, que parece ponerse en mar- denominar, básicamente, de distorsión del mecanzsmo perceptual: el s~Jeto
cha fundamentalmente frente a un pre-aviso de tipo genérico; de otra modifica su propia opinión antes de que se produzca el enfrentamiento

104 105
con el emisor (o, en general, con el proceso de comunicación contra- definitiva, que las posiciones centrales, moderadas, son más fáciles de
rio a sus posturas), es decir, antes de la administración del nuevo men- sostener y que, frecuentemente, prevalecen en caso de enfrentamien-
saje; de este modo, puede percibir la «ilusión» de que no es persuadi- to de informaciones.
do cuando se enfrente realmente al nuevo mensaje, preservando, de Cialdini y cols. (1973) encontraron un patrón comportamental do-
esta manera, su autoconcepto o imagen de sí. ble y constante que les llevó a proponer la existencia de un doble me-
canismo explicativo:
4.5.11. Coherencia cognitiva
La primera categoría de resultados hace referencia al hecho de
En un senti~o sirI.tilar al propuesto .en el párrafo anterior, pero en que los sujetos que esperan enfrentarse a una discusión sobre
un contexto mas racional, se ha sugendo (Papageorgis, 1967) que el el mensaje cambian su posición hacia otra más moderada de
~echo de informar a los sujetos de la existencia de opiniones contra- forma más marcada que aquellos que no 10 esperan. Esto ocu-
n~~ a las suyas ge~~ra. un estado de desequilibrio o disonancia cog- rre así incluso cuando los sujetos no conocen la opinión del
nitrva. Este desequilibrio, como toda falta de homeostasis, produce un interlocutor (aunque, en este caso, el cambio es menor), e in-
estado tensional en el sujeto, el cual puede actuar corno estado mo- cluso cuando la opinión del interlocutor es similar pero más
tiv~dor conducente a reducir la tensión (es decir, a retornar la homeos- extrema. Estos resultados parecen sugerir que tales cambios son
tas,Is)'. En este caso, a reducir el desequilibrio cognitivo. El procedimiento de naturaleza táctica. En una situación de discusión sobre di-
mas simple para ~llo (aunque, de nuevo, no el único, pero sí el más ferentes mensajes, que implique el mantenimiento de posturas
eficaz en el paradigma en el que ahora nos movemos) consiste en mo- personales, se genera una situación autoimplicativa donde la con-
dificar sus propias creencias en la dirección del nuevo comunicante secuencia más importante para los sujetos consiste en propor-
lo que restauraría el equilibrio. ' cionar (al resto de la audiencia, si la hay, o a sí mismos) una
Investigaciones más recientes han comprobado que el mecanismo buena imagen. Como se ha explicado anteriormente, la posi-
propuesto parece ser el correcto. Sin embargo, no resulta suficiente ción moderada constituye la estrategia más eficaz para alcanzar
con. que los rec~ptores sepan que sus posiciones son puestas en en- este objetivo.
tredicho (es decir, que existe información contraria a la suya). Es ne- La segunda categoría de resultados hace referencia a que si a
cesano, fundamentalmente, que los sujetos sepan que deben enfrentar- los sujetos se les informa de que, finalmente, la discusión no
se, O exponerse al proceso de comunicación (Cooper y )ones, 1970; tendrá lugar, entonces las modificaciones que habían apareci-
Hass y Man, 1976). do en la fase anterior son eliminadas, y el sujeto retorna a sus
posici-ones originales. Este dato sugiere que los cambios pro-
4.5.12. Tendencia a la moderación ducidos son móviles, puesto que desaparecen cuando el pro-
yecto de discusión es eliminado. No se trata, por lo tanto, de
Cialdini y cols. (1973) tras un conjunto de investigaciones lleva- verdaderos cambios de actitud, sino de opinión, puesto que las
das a cab,?, dentro de un paradigma experimental «duro», llegaron a actitudes aparecen conceptualizadas como una predisposición
la c?ncluslOn de que en ~l modelo de la puesta en guardia no se pro- a actuar en una determinada dirección y de forma estable. Por
dUCIa un verdadero cambio en las posturas del sujeto en la dirección el contrario, el cambio de opinión que aparece en estos resul-
del nuevo mensaje, sino que se trataba de un giro hacia posturas más tados no es estable. Más bien parecen ser temporales, plásticos
mo~eradas. De esta manera los sujetos se posicionan en un punto de y contingentes con la situación.
partida rI.tás. neutro. Esta posición se constituye como más flexible y,
por consiguiente, más ventajosa, puesto que, llegado el momento de
defender las propias posiciones (frente a otros o frente a sí mismo si
aparece disonaf.lcia cognitiva) pueden escogerse argumentos de uno y
de otro lado, SIn generar una percepción de falta de coherencia. Por
otr~ parte, las posiciones centradas, moderadas, son percibidas como
derivadas d~ sujetos equilibrados, poco dogmáticos y, en general, so-
cialmenre bien valorados. En términos generales, se ha verificado, en

106 107
CAPÍTULO V

El sujeto como agente del proceso


de la comunicación

Tal y como hemos apuntado en la Introducción, el principal ob-


jeto de esta disciplina consiste en el estudio de los procesos que se
originan como consecuencia de la interacción entre la mente y la so-
ciedad y que actúan como responsables del acto comunicativo (social
en su esencia, como se vio).
Apuntábamos también entonces que para ello se hada preciso el
análisis de ciertos mecanismos de base psicológica o individual -aún
cuando, como todo proceso humano, de origen o configuración so-
cial- que participaban de forma inequívoca e inexcusable en estos
procesos de interacción.
Es a este análisis de corte psicológico, siempre enfocado hacia la
comunicación social, al que nos referimos al hablar del sujeto como
agente de la comunicación. Abordaremos, en este contexto, la co-
rriente más reciente en el análisis de estos procesos, enmarcada den-
tro del llamado paradigma de la psicología social cognitiva enfocada hacia
los fenómenos de comunicación social. Nos centraremos, básicamen-
te, en los dos aspectos más relevantes de la conducta representativo-
cognoscitiva comprometidos con este fenómeno de la comunicación:
fa percepción social y la percepción interpersonal. Abordaremos aho-
ra el primer punto (percepción social), reservando el capítulo siguiente
para el segundo (percepción interpersonal).

109
5.1. CONDUCTA REPRESENTATIVO-COGNOSCITIVA: PERCEPCIÓN fundas. Así como todas las funciones mentales superiores, se carac-
DE LA REALIDAD SOCIAL teriza por una naturaleza abierta a la interpretación con las demás.
En este manual nos centraremos exclusIvamente en los compo-
La percepción está en el origen de todo. rientes de la percepción con una clara y decidida base psicosocial,
Adaptando una frase conocida podría decirse « al principio fue prescindiendo de los aspectos más propios de la psicología de los pro-
la percepción». cesos individuales (pertenecIentes a la pSlcologla básica o general).
La percepción es el primer proceso mental que se debe producir
para que ac~ntez.ca cualqu.ier otro. Si no existen elementos percep-
tuales en el mtenor del sujeto, éste se ve incapacitado para desarro- 5.2. LA ATENCIÓN: DETERMINANTE PSICOSOCIAL DE LA PERCEPCIÓN
llar ninguna otra actividad. Porque la percepción es la unidad psicoló-
gica básica del conocimiento sensible. Como tal proceso sensocognitivo la percepción se encuentra s~­
Cuando nos ocupamos de la Ciencia de la Comunicación, este metida a fuertes determinantes psicosociales. El primero de ellos y el mas
acto ,humano deviene, sin lugar a ninguna duda, el de mayor rele- relevante es el de la atención, el cual, debido a su importancia sobre
vancia, puesto que se ve comprometido en todos los fenómenos ana- el proceso, pasa a formar una parte con~titutiva de éste, sin ~erlo pro-
lizados desde esta disciplina y, además de comprometerse como par- piamente, por lo que puede ser concebida como un mecanismo pro-
te constitutiva del fenómeno, 10 hace como parte primaria y esencial. to-perceptual. . '.
«Percibo siempre más y de otro modo que veo ... ». Así se expresa La escuela estructuralista de Wundt y Tirchener -c-apunta Pinillos
Sartre en L 'imaginaire. (1975)- definió la atención en términos de claridad de la concien-
Esta frase, de hondo significado, sintetiza la importancia de un en- cia, es decir, como un foco o punto central del rmrar pSlqulCO don-
foque psicosocial de la percepción. El hombre no percibe cualidades de la percepción era clara y distinta, rodeado de un entorno o cam-
sensonales, percibe los objetos y procesos que se le manifiestan en po periférico. .• ., .' . .
ellas. Porque la percepción consisten en un análisis sensorial de la rea- La función de la perccpcion (la función pnmana Y original) con-
lidad. La unidad psicológica del conocimiento es la percepción, deda- siste en preparar al organismo para la acción (sea ésta interna: pensa-
mas antes, no la sensación. El hombre percibe a través de sensacio- mientos emociones o reacciones psicoflsiológicas, o externa: conduc-
nes, pero la percepción es algo muy diferente de estas sensaciones. Es, ta). Por io tanto, la percepción debe «pre.sentar» al sujet~ ~quel1a par::e
en realidad, un análisis de todas ellas, el cual nos conduce a una uni- del entorno de la actividad de la materia, que resulte útil al orgams-
d,!d perceptiva ú~ica" experienciada con contenido y significado, muy mo para la acción que debe desarrollar. ~a atención consiste, por tan-
diferente al mosaico mconexo de sensaciones que golpean sobre nues- to, en una especie de apertura del orgarusmo a su entorno. Est~ aper-
tros sentidos. tura depende de factores estimulares externo,s, má~ o menos o?le~IVOs
Este análisis perceptual es un proceso sensocognitivo. y objetivables, corno el tamaño, la forma, la intensidad, el movIm~ento
. ,Es decir, la percepción, hace referencia a un proceso activo, cog- (sobre todo el movimiento), puesto que, en defillltlva, el o~~alllsmo
nrtrvo, elabo,r~do. No ~ons~ste .en un proceso fisiológico mecánico, pa- se va a comportar en y sobre este medio; pero depende también (yen
~IVO, automatico. Las implicaciones de este punto de partida son muy el caso del hombre muy especialmente) de factores intrínse~os o sub-
Importantes: llevan a afirmar que lo percibido depende de la psico- jetivos, entre los que las expectativas desempeñan un cometl.~o funda-
logía del receptor, de sus procesos cognitivos. Que se trata de algo mental. La expectativa consiste en un proceso de oornparacton senso-
construido, en suma. cognitivo: el sujeto analiza I?e~ceptualme~te y de forma constante su
Así planteado, la percepción es el proceso sensocognitivo a través del entorno, descodifica 10 perCIbIdo, 10 analiza, 10 .compara con sus ex-
cual la actividad de la materia nos deviene sensible y, eventualmente, inteli- periencias pasadas y torna l~ decisión de si s,e ajusta o no a lo espe-
gible en un acto de experiencia, Es este acto expenencial el que está ínti- rado. Si el resultado es lo mesperado [especialmente en forma brus-
mamente unido con los procesos psicológicos (cognitivos) a los que ca) entonces es un indicador- de alerta. En ese caso, la respuesta de
hemos venido refiriéndonos y, evidentemente, con la influencia social atención [llamada, en este contexto, RESPUESTA DE ORIENTACIÓN (RO)]
a la que el sujeto receptor se ve sometido. Por este motivo, las rela- se transforma en una RESPUESTA DE DEFENSA (RD) precedida, obvia-
ciones de la percepción con otras funciones cognoscitivas -como mente, de un proceso perceptual muy intenso (tan intenso qu~ ,mvo-
apunta Pinillos (1975)- (imaginativas, mnésicas, intelectuales) son pro- lucra respuesta psicofisiológicas tan poderosas corno la segregaclOn de

111
110
la hormona ACTH, de adrenalina, incremento de la tasa cardíaca y tro sistema nervioso central es muy limitada. La atención se encarga
de la respuesta dermoeléctrica, vasoconstricción central y vasodilata- de que esto no sea así, permitiendo qu~ el sujeto .se vuelque ~acia el
ción periférica, etc.). Por el contrario, si lo recibido se ajusta a 10 es- medio ambiente únicamente en la medida que le interesa (o bien ~n­
perado, enton~es. continúa el proceso protoperceptual atencional (la frentándose a los estímulos en una actitud cognitiva de total pasivi-
RD) el cual, SI bien menos llamativo, compromete también un com- dad, como apuntó Krugman en 1965). .
p!eJo, pat~ón de respuestas psicofisiológicas y cognitivas, tales como De todos los especialistas en comunicación social, aquellos q,ue tra-
disminución de la tasa cardíaca, enlentecimiento respiratorio, vasodi- bajan en el medio televisión son los que sufren en mayor medida las
latación central vasoconstricción periférica, incremento pupilar, etc.). consecuencias de este importante fenómeno psicológico y, m~y espe-
. T o~os estos procesos percepruales son de enorme relevancia y sig- cialmente, los que desarrollan su trabajo dentro de este medio en el
ntficaCl~:m desd~ un pun~o d~ vista psicológico puesto que son los que ámbito de la comunicación publicitaria.
determinan ra~lcal y pnmanamente la experiencia perceptiva. Todos Los investigadores de la publicidad emplean un Indice muy claro
ellos hacen referencia y apuntan muy directamente a uno de los ejes para evaluar los resultados de este proces? perceptlvo-atencIOnal: la
fundamentales por los que se vertebra el comportamiento humano: la notoriedad. La notoriedad se define, operativamente, como el porcen-
búsqueda de todo organismo a la adaptación (adaptación según Dar- taje de sujetos pertenecientes al público objetivo (al 4~rget>}) que, ha-
wm; Eros, en el modelo de Freud; el Mundo como voluntad y represen- biendo sido enfrentados al estímulo el número suficiente de veces
tación, a los ojos de Schopenhauer; la homeostasis para Claude Ber- (habitualmente evaluado en OTS,. e,s decir, e.n «oportunidades de ver»,
nard ...). en impactos probables, en definitiva) manifiestan que lo recuerdan
Pavlov proponía una explicación de la atención en términos de es- -o reconocen, según sea el criterio de evalu~ción .del p:oce.so mné-
t~mulo c~ndicionado ~ aprendizaje clásico, cuando Helmholtz suge-
sico-. Pues bien, los datos disponibles a partir de 1I1vestlgaClones de
na, al enfrentarse al rrnsmo problema, que se trataba de un mecanis- este tipo (como por ejemplo los estudios Multipact o Car-study, de-
mo de inferencia inconsciente. En el mismo sentido se encuentran sarrollados de forma paneuropea por las marcas más importantes de
autores como Butler (1953), que han asimilado el proceso atencional automóviles del mundo) indican que la notoriedad de un estímulo au-
a un motivo de curiosidad o exploración, o como Berlyne (1966) al diovisual publicitario estándar (una película de 30 segu,ndos) rara vez
plantear que su actuación excede del ámbito de la pura estimulación supera una notoriedad del 40%. En otras palabras, mas de la,mitad
física p'~ra ad.entra~se en la ~ntervención. de notas como la sorpresa, de los receptores manifiestan no haber percibido nunca tal estimulo.
complejidad, Incertidumbre, incongruencia y conflicto. Todos ellos es- La mayor parte de es~e porcentaje ~e «olvido» del ~stít:n-ulo se de?e a
taban, como hacemos nosotros ahora, subrayando la participación de que jamás fue percibido en el sentido pleno del termino. El esnrnu-
los procesos anticipatorios adquiridos, vertebrando el eje de la actividad lo no sobrepasó nunca los umbrales mmunos d~ la mem.ona percep-
perceptivo-atencional. tual o memoria de trabajo cuya función, como venimos explicando, con-
Otro componente profundamente psicológico derivado de este as- siste precisamente en eliminar toda la estimulación innecesaria. .
pe,cto de la subjetividad del acto perceptivo, vehiculado por la aten- Diferentes teorías psicológicas han sido propuestas para explicar
CIOn, se refiere a una función de tipo inhibitorio. La atención se en- este fenómeno.
carga de rechazar, de forma activa y permanente, todo aquel conjunto
de estímul~s que en e~ mo~ento determinado en el cual son presen- 5.2,1. La teoría de/filtro de la atención
tados al SUjeto no revisten mterés para él. Es decir, en ese momento
no resultan útiles para su adaptación y, por consiguiente, son activa- Es la más simple de todas. Propone una especie de fil~ro físico,
mente ignorados. una especie de «cuello de botella» (en terminología anglosajor:a «bot-
La importancia de este proceso perceptual, de cara a los funda- rleneck») que impide que la información sea incluso <{:ecepclOnad,a»
mentos psicosociales de la comunicación social, es evidente. El ser hu- (transducida) por los órganos receptores. Una de las pnmeras !eonas
mano está sometido a un constante bombardeo estimular, tanto de su del filtro ha propuesto que canalizamos la información en función ~e
entorno, en gran medida construido artificialmente y con una fuerte sus características físicas; así, por ejemplo, se ha comprobado que, baja
emisión de señales y de «ruido», como de los medios de comunica- determinadas circunstancias, se procesa la información que penetra
ción social. Si toda esta energía estimular llegase hasta nuestra men- por un oído inhibiendo la que se presenta por el otro. Entre estos
te, viviríamos en un estado de caos, puesto que la capacidad de nues- modelos destacan los de Treisman (1960, 1964), el de Deutsch y

113
112
Deutsch (1963) Y el de Norman (1968). La diferencia fundamental en- funcionalistas, habia desaparecido del campo de interés de los auto-
tre estos modelos reside en el planteamiento que realizan sobre la lo- res conductistas, los cuales dominaron el panorama científico durante
calización propuesta para el filtro fisico o cuello de botella. casi cinco décadas. Uno de los promotores del cambio fue Broadbent,
autor que representa, además, el punto de partida de las modernas teo-
rías e investigaciones sobre la atención, la percepción y la comunica-
5.2.2. Teoría de la atención selectiva (elfenómeno -cocteí»} ción -siempre desde el área de la psicología- con su brillante obra
Perception and Communication publicada en 1958.
Con frec.uencia los receptores de la comunicación -especialmen- Para explicar el fenómeno al que hacíamos antes referencia en base
te de la social-e- no están prestando atención a los estímulos comu- al cual puedo no prestar atención al emisor y, bruscamente, recono-
nicativos que son enviados por el emisor, de tal manera que estando cer la información que está emitiendo (fenómeno que hemos llama-
presente el estímulo y alcanzando los órganos receptores del sujeto do cóctel), Treisman (1960) y Treisman y Gelade (1980) han propues-
éste no capta conscientemente el mensaje (no sólo frente a la cornu- to un Modelo de atenuación, según el cual lo que el sujeto receptor hace
nicación social ocurre este fenómeno, aunque es donde se presenta no es exactamente eliminar la información por filtración, sino que ese
con mayor frecuencia; el profesor experimenta frecuentemente este filtraje se produce de tal manera que el estímulo se vuelve más débil,
mecanismo protoperceptual en sus alumnos). Sin embargo, brusca- lo que implica que la mayor parte de información pasa desapercibida
men,t7 el sujeto receptor ve su atención comprometida por la infor- para el nivel mínimo de conciencia del sujeto (no traspasa el umbral
macion que, aparentemente, no estaba procesando. Es como si la in- mínimo de conciencia); pero si es suficientemente importante o rele-
formación se entrometiera en su campo perceptual y capturara (decimos vante o sorprendente (significativa, en definitiva) para el sujeto, en-
«capta») su atención, su interés. Empleamos el término interés de for- tonces es captada.
ma muy precisa, porque, en efecto, este fenómeno se produce cuan- Este planteamiento introduce un concepto de gran relieve en el
do aparece en el campo estimular del público-receptor una informa- contexto de la psicologia: el concepto de CONCIENCIA.
ción interesante para él, relevante, significativa o interesante. Como se sabe, este concepto había sido desterrado del campo de
El valor de este fenómeno para la comunicación social es eviden- estudio formal de la psicología por los conductistas, por encontrarlo
te, puesto que, como señalábamos anteriormente, el fenómeno de la un concepto enteléquico, el cual apelaba a explicaciones en términos
saturación y saciación estimular lleva a que más del 50% de los estí- de principios (véase el capítulo I1 de este manual dedicado a las di-
mulos publicitarios -en otros contextos o géneros de la comunica- cotomías clásicas en epistemología y, especialmente la dicotomía prin-
ción social, como el informativo, los datos no son menos alarman- cipios «frente a» condiciones) y resultaba difícilmente operativizable.
tes- sean activamente ignorados. En este sentido, algunos autores consideran los estudios contemporá-
Desde un punto de vista descriptivo-comportamental el mecanis- neos sobre percepción, atención y comunicación los responsables de
mo ?~edece ni, más ni me,nos que a las premisas básicas de la per- la vuelta de la conciencia al mundo de la psicología científico-acadé-
cepcion, es decir, a su caracter Instrumental en el sentido de meca- mica, destacando a Broadbent como la persona que ha asumido la
nism,o previo a la a~c!ón; acción que es siempre adaptativa y que, por mayor responsabilidad en ello (Lachman y cols., 1979).
consiguiente, se emitirá sobre un contexto estimular que resulte rele- El planteamiento del modelo de la atenuación no sólo supone rein-
vante (significativo) para el sujeto. traducir el concepto de conciencia, sino algo todavía más complejo
Ahora bien, desde el punto de vista explicativo, ¿cuál es el meca- de definir y de operativizar: la presentación de dos niveles diferentes
~üsmo mediacional por el que discurre este proceso? En otras palabras de conciencia o, cuando menos, de procesamiento de la información
ccómo se ve atraída su atención cuando, aparentemente, el estímulo consciente-automática.
no ha penetrado los umbrales sensoriales e incluso cuando se trata de En este sentido, las investigaciones procedentes de campos como
una estimulación fisicamente diferente a aquélla a la que estábamos el de la defensa perceptual o la subcepción (en ocasiones denomina-
prestando atención? da percepción subliminal), como las desarrolladas por Dixon (1971,
. De hecho, como apuntan Delclaux y Seoane (1982), el plantea- 1981), Y de la propia investigación atencional (Carteen y Wood, 1972)
miento de todas estas cuestiones han sido, en gran medida, las im- han demostrado que no todos los estímulos procesados acceden a la
pulsoras del paradigma cognitivo en psicología. En efecto, la atención, conciencia. Como afirman Ruiz Vargas y Botella (1982): «Pod(íamos
punto central de desarrollo teórico y empírico por estructuralistas y considerar que "atendemos" a todos los estímulos que procesamos;

114 115
pero también podríamos restringir el uso de este término a un tipo de capacidad de procesamiento, estableció su Modelo de la falta de en-
especial de procesamiento. Esta distinción es importante, pues en cada trenamiento. Su hipótesis consiste en plantear que el slste~a .nervl~so
caso situaremos a la atención en lugares distintos. En el primero su- central no es tan limitado como se ha planteado; no esta SUjeto m a
pondremos que está en un nivel periférico y que actúa como una es- deficiencias estructurales ni de recursos, sino que está provisto de un
pecie de guardia de tráfico. Selecciona algunos estímulos para que sean conjunto de destrezas que no son fijas, sino q~~ depende~ ~el <:,ntre-
procesados, mientras que otros los rechaza para evitar la sobrecarga namiento y deben, por consiguiente, ser adquiridas. Las limitaciones
del sistema. En el segundo de los casos, la atención cumpliría tam- en la falta de capacidad de procesamiento y p~rc:pc~?n hace~ refe-
bién una función selectiva, pero las informaciones elegidas pasarían a rencia a una falta de entrenamiento, no a una [imitación del nstema.
un sistema "especial" de tratamiento (o simplemente "recibirían" este Sin embargo, los modelo~ más recientes propuestos p~~a explica!
tratamiento, pues no necesariamente ha de tratarse de una cuestión la atención selectiva se focalizan en los llamados de seleccián y multi-
de localización), mientras que las otras no serían necesariamente re- modales.
chazadas, sino que recibirían otro tratamiento distinto. En esta se- Este tipo de modelos nacen a partir de los pla?teamientos ~nicia­
gunda acepción del término, el procesamiento especial suele identifi- les de los años 50 y 60, en los que no se reconocian proc.esamlentos
carse con "consciencia".» múltiples y, por lo tanto, se interpretaba que el proce?amlento d~ la
El Modelo hidráulico de Kahneman (1973) introduce una óptica di- información debía de realizarse a través de «una sola línea». Esto Im-
ferente al plantear que la atención selectiva surge como un fenómeno plicaba que en el sisten:a. lineal debía e~~stir algún tip? de ~nálisis de
de limitación de recursos, en lugar de deberse a una limitación de tipo los estímulos que permitiese la realización de tareas SImultaneas.
estructural, como se ha venido exponiendo hasta el momento, Según Así en 1958 Broadbent proponía su Modelo de seleccián temprana
este modelo, el sistema nervioso dispone de un conjunto de recursos (ear[y s~lection), en el que se afirmaba que el análisis d.e los est~m~los
limitados que varían según las circunstancias, tanto del organismo como se realizaba en base a sus características físicas (es decir, las mas sirn-
del entorno. Estos recursos son los que abastecen a los diferentes pro- pies), bajo la hipótesis según la cu~': si los suj~tos empleaban, los ele-
cesamientos que pueden desarrollarse en un momento determinado por el mentos físicos para realizar tal análisis se debla a q~~ el analtsls s,e-
sistema nervioso central; el límite del sistema viene determinado por mántico debía ser serial y no podía realizarse la selección en base a el.
el hecho de que estos recursos son, precisamente, limitados, de tal ma- Sin embargo, Deutsch y Deutsch (1963) propusieron, basándose
nera que si una actividad exige ocupar la capacidad de todos los re- en una importante cantidad de documentación expenmental q~: con-
cursos, entonces no podrá desarrollarse otra simultáneamente. tradecía estos modelos (Treisman, 1960), el Modelo de la seleccián tar-
Otro planteamiento, diferente a los anteriores, hace referencia a la día (late selection). . .. .
distinción entre el procesamiento controlado y el automático (Shiffrin y Como hemos venido defendiendo desde el pnnClplO de este libro,
Schneider, 1977; Schneider y Schiffrin, 1977; Hasher y Zacks, 1979; todo planteamiento psicosocial debe hacerse en términos de conduc-
Glass y cols., 1979). Cada tipo de procesamiento tiene unas caracte- ta adaptativa. Desde esta perspectiva, en ocasiones se ha dicho que el
rísticas diferentes, pero lo que substancialmente compromete el pase modelo de la selección temprana resultaría más eficaz -más adapta-
de uno a otro viene determinado por la práctica. De esta manera, tivo- desde el momento en que la elección de la informació~ y. s~
cuando los sujetos están fuertemente entrenados para realizar una ta- clasificación como relevante o irrelevante se realiza en un estadio iru-
rea, pueden automatizarla, permitiendo que el procesamiento cons- cial, más temprano que en el modelo de la selección tardía ~, sobre
ciente quede libre para desarrollar otras o para «supervisar» el entor- todo, con mayor rapidez, lo que se traduce en mayor velocidad de
no en busca de información relevante. Ésta podría representar una respuesta y mejor adaptación. Sin embargo, los defensores del .~od~­
situación muy frecuente de espectador de comunicación social pasi- lo de selección tardía argumentan que de nada SIrve una selección ra-
vo. Imagínese, por ejemplo, el espectador de televisión que, simultá- pida si es incompleta, puesto que, al final, resultará ineficaz y no adap-
neamente, realiza una tarea manual o juega con sus hijos. Se trata, en tativa, por muy rápido que se haya desarrollado el proceso.
definitiva, de postular la existencia de procesamientos paralelos. Parece evidente que ambos tipos de selección son llevados acabo
Neisser (1976), en un intento de interpretar situaciones como la que por nuestra mente. Supongamos un espectador pasivo frente al t~~e­
acabamos de describir, es decir, aquellas en las que un fuerte aprendi- visor donde se emite un informativo. El receptor no presta atencion
zaje permite desarrollar con facilidad una tarea y pasar a ocuparse, si- (aparente) puesto que está ojeando el periódico (este esquema que pre-
multáneamente, de otras para las cuales anteriormente no se disponía sentamos se identifica con el conocido, a nivel expenmental, dentro

116 117
de las investigaciones de la psicología cognitiva sobre percepción, aten- Este autor planteó que, en efecto, las audiencias se enfre~ta? a los
ción y procesamiento de la información, como de la atención dividida}. medios, especialmente a los audiovisuales, en un estad? de animo ?e
Pues bien, la experiencia intuitiva y cotidiana nos indica que este re- bajo compromiso. En términ?,s de. a.te?ción y procesa,m~ent~ de la m-
ceptor puede levantar la cabeza del periódico al sentirse atraído por formación diríamos: «atención dividida por tarea múltiple .
un estímulo proveniente de la pantalla tanto por un motivo físico (sú-
bitamente el locutor deja de hablar, o se produce un sonido brusco) Nuestros datos iniciales EEG apoyan a McLuhan en el sentido de
que la televisión no parece ser la comu~ic~ción que nosotros hemos
como por un motivo semántico (el locutor menciona el nombre de
conocido. Nuestro individuo se hallaba mas interesado en apre~d.e; algo
un conocido suyo, por ejemplo). En el primer caso tendríamos una sobre un anuncio gráfico mientras que, con respecto a l,a tele~lSlOn. su
selección temprana, apoyada en el análisis de las características físicas interés resultaba pasivo [...] no existe evidencia. ~ ,interferen~la especu"
del estímulo; en el segundo, se presenta un caso típico de selección lativa [...] que sugiera que lo gráfico oIa t~lev1Slon «es mejor» [...] la
tardía, apoyada en el análisis semántico. Este fenómeno se interpreta, respuesta hacia la televisión es más pasiva simplemente ~orque es una
actualmente, en términos de las llamadas Teorías de selección múltiple forma de comunicación más sencilla (Krugman, 1971, pago 8).
(o Modelos multimodales), las cuales plantean que el sistema cognitivo
puede seleccionar los estímulos en función de las características físi- Una de las implicaciones más importantes de este e~foque, a la
cas o semánticas, según la situación (Iohnston y Heinz, 1978, 1979; que este autor dedicó mayor interés, cons~ste . ~n el e.studlO d~ la na-
Duncan, 1980). Además, estos modelos plantean la existencia de un turaleza del proceso por el cual la com~n~ca~lOn SOCIal (especialmen-
mecanismo posterior al del análisis estimular que se ocuparía de ha- te la televisiva y, concretamente la publjcitana] logra sus efectos per-
cer llegar a la conciencia -y posteriormente al aparato psicomotriz suasivos y de aprendizaje. ,
responsable de emitir la correspondiente respuesta- los estímulos más En este sentido resulta esclarecedor el titulo de una de su~ ~br~s
significativos para el sujeto. Este segundo mecanismo también desa- más conocidas: El impacto de la publicidad en televisión: Aprendizaje stn
rrolla su selección en base a características físicas o semánticas. compromiso. El planteamiento d.e ~ugman co~slste en afirmar que los
medios de comunicación audiovisuales consiguen .que se l?roduzca
5.3. ATENCIÓN y BAJO COMPROMISO: EL ESTILO DE PERCIBIR aprendizaje sin que haya verdadera percepció~ c~:msclen~e. actl,;,a,. com-
HABITUAL EN COMUNICACIÓN SOCIAL prometida. Se trata de una especie ~e ~p~endlzaJ.e repetttlv~ similar al
que estudiaban los psicólogos de pnncipios de Siglo al analizar la me-
Como venimos analizando, los sujetos receptores poseen la capa- morización de sílabas Sin sentido:
cidad de desarrollar procesamientos múltiples de la información reci-
bida, a diferentes niveles de conciencia y analizando tanto las carac- La persuasión corno tal, eS decir, la superación de una actitud re-
terísticas físicas como las semánticas, con el objetivo de trasvasar a la sistente, no se halla vinculada en absoluto [...1 ~s un error b~s.car!a en
conciencia, en mayor o menor grado, la estimulación presente. nuestras vidas personales como una prueba del Impacto publ.lc~ta.no de
la televisión. Al igual que repetidamente se aprenden las trivialidades
También hemos subrayado cómo el entorno creado artificialmente
repetidamente se olvidan para luego aprenderlas nuevamente, es pro.-
por nuestra cultura se caracteriza por un envío masivo de estimulos a hable que ocurran dos cosas: 1) simplemente el llamado .sobreaprendl-
los sujetos que comparten ese entorno. Estímulos físicos aleatorios y zaje trasladará del corto al largo plazo la i[,1formaci??- ,del slste.ma de .la
sin sentido (ruidos, tráfico, etc.); estímulos fisicos con sentido emiti- memoria, y 2) en forma algo más compleja, ~~rmltlra alteraciones SIg-
dos desordenadamente (señales de tráfico, indicadores urbanos, etc.); nificativas en la estructura de nuestra percepción acerca de una marca
estímulos físicos y semánticos provenientes de la comunicación in- o producto, pero en forma tal que resulta insuficiente para la persua-
terpersonal cotidiana y, finalmente, estímulos físicos con sentido y se- sión y el cambio de actitud. Una de las formas por l~s cuales 1?uede
mánticos emitidos con orden y con planificación a través de los me- lograrse esto es mediante la sustitución de aquellos atnbutos sa.l~entes
dios de comunicación social. Toda esta ingente lluvia estimular genera sugeridos por la publicidad a medida que se orga~Iza la ~~rcepClon de
en el sujeto un mecanismo no ya de selección estimular, sino de de- las marcas y de los productos (Krugman, 1965, pago 353)· .
fensa (adaptativo). Este mecanismo de atención atenuada, de «vigilan-
cia» atenuada, supone un estado casi permanente de enfrentamiento
a los medios, caracterizado por un estado psicológico de bajo compro- * Este importante fenómeno publicitario ha sido estudiado por. ~osotros en Funda-
miso -empleando la terminología de Krugman (1965). mentos psico.wcia!es de la publicidad. algunos modelos cognititos y neocogmtnos (Cuesta, 1999).

119
118
dar paso a una oportunidad de compon:amien~o [,..] S~ requiere taI?-
Este planteamiento lleva implícita la premisa de la importancia de bién que la conclusión del comportamlen~o libere actitudes apropia-
la repetición del mensaje para lograr el aprendizaje (la persuasión o el das de apoyo y consistentes con el cambio de estructura perceptiva
efecto buscado). Cuando analizamos -en epígrafes anteriores- los (op. cit., pág. 224).
modelos conductistas destacamos la importancia del número de ensa-
yos (es decir, la repetición de la presentación de la contingencia E-R)
para implementar el aprendizaje, a través de la fuerza del habito (sHr). 5.4. LA ARTICULACIÓN DE LA EXPERIENCIA PERCEPTUAL
Krugman, por la vía de la baja implicación o compromiso (es decir,
de la atención dividida y el procesamiento en paralelo de la infor- La percepción, o experiencia p,er~eptual puesto q~e se tr.ata ~e, un
mación a niveles preconscientes con la participación de selecciones proceso cognitivo donde lo percI~~)Jdo. deviene sensible e I~teltglble
múltiples por análisis semánticos o de características fisicas de los es- (para el hombre) en un acto exr:e.nenetal, d~s~rrol1a~~ a tr~ves de de-
tímulos) llega a idéntica conclusión. , terminados procesamientos cogntuvos de la inforrnación ,estimula: 9~e
La mayor parte de los efectos de la comunicación social así con- circunda al sujeto (procesamiento que, como hemos ,VIsto, se l.mcla
seguidos (es decir, por la exposición repetitiva con baja implicación), incluso antes de comenzar el proceso perceptual proplament~ dIcl:o)
no alcanzan el nivel de un verdadero cambio de actitud, sino que se se articula en torno a tres componentes únicos, compleme~t~nos e 111-
trata de un cambio en las preferencias del sujeto o de su estructura separables que dan sentido, unidad y signific~do,~ 10 percibido. Uno
de preferencias. Para este autor el cambio de actitud sólo se produce de ellos, de tipo sincrónico, es el de la orgamzacron .figura~ ,de l~ pe~­
después de que ocurra lo que él denomina «la conclusión del com- cepción, es decir, la configuración; el segundo, de onent,ac.lOn diacró-
portamiento». nica, hace referencia al flujo o aspecto procesual del percibir. En. otras
Como explican Aaker y Myers (1989): «Las preferencias pueden palabras, estos conceptos hacen refere,ncia a la «.f?rma» y «corriente»
cambiar como resultado de una transmisión única de nueva informa- de conciencia, respectivamente, es decir, a la nO~lO.n de. «Cestalt» y de
ción que representa un modo de percibir a un producto que se halla -Srrcarn of Thought». Por último, la dimensión Jlgn~ficatl7Ja del acto per-
en conflicto con mis ideas previas o bien que difiera de aquel iden- reptual,
tificado por la información anterior. A pesar de que puede ocurrir el
cambio de comportamiento, Krugman argumenta que este comporta-
5.4.1. Principios de la Gestalt: la configuración
miento no necesariamente refleja un cambio en las actitudes básicas»
(op. cit., pág. 151). Este aspecto hace referencia al hecho de que el mundo percibido
Se trata, en definitiva, de un proceso claramente perceptual. En se nos aparece como tal, con sentido y ordenado. Emerge con formas
otras palabras, lo que la comunicación social genera, especialmente la definidas, claras y con significado. . .' .
audiovisual, más proclive a facilitar el comportamiento de tipo bajo Los estructuralistas y, sobre todo, los asocraciorustas (junto con,
compromiso, es un cambio en la estructura perceptiva que los sujetos po- claro está los conductistas y otros modelos apoyados en presupues-
seen sobre los estímulos que son comunicados. Únicamente si los su- tos asocia'cionistas) postularon durante décadas el carácter ~~lar, frac-
jetos emiten posteriormente una conducta ajustada a tal mensaje, y cionado del acto perceptual. Según estos autores, la p~rcepclOn, corno
esta conducta supone cierta contradicción con anteriores actitudes cualquier otra conducta h~~ana, consistía: en esenCia., en el fortale-
mantenidas por ellos, es cuando se produciría, probablemente por la cimiento del proceso asocianvo entre un input senson~l. y un output
vía de la disonancia cognoscitiva (sobre la que ya hemos expuesto im- conductual ; una conexión estímulo respuesta, en definitiva.
portantes datos en apartados anteriores), el cambio de actitudes. La feno'menología y, especialmente, los psicólogos de ,la Gestalt,
De nuevo Krugman (1968): fueron quienes subrayaron el carácter o~iginari~mente organizado de la
experiencia perceptiva; la fenomenología, partiendo ~e1 «eide» o e~e~­
Se requiere una exposición múltiple para aquella información que cia del fenómeno, y los psicólogos de la forma partiendo de la hipó-
el consumidor reconoce como presente, pero para la cual no realiza tesis del isomorfismo de los campos cerebrales (en cuanto equlltbr~o
ninguna relación personal de relevancia; es decir, se mantiene poco de fuerzas que se establece entre los campos cerebrales ~?mo re~eJo
comprometido, Sin embargo, esta exposición múltiple puede originar de los campos energéticos estimula~es). Ambos" en definitiva, hac~en­
la potenciación de la habilidad para percibir a un producto o marca do de la organización (la configuración) la esencia del acto perceptivo.
en forma diferente. Luego se requiere que este potencial se libere para
121
120
Sin duda que el mejor modo de captar este concepto, o elemen- dades de su posición o función en el todo. De ahí la posibi-
to configurativo de la percepción, consiste en revisar algunos de los lidad de que un mismo estímulo sirva de base a la percepción
principios de los teóricos de la Gestalt. de figuras diferentes, como en el caso de las llamadas figuras
Todo el ingente y complicado desarrollo teórico realizado por los reversibles.
psicólogos de la Gestalt en relación al aspecto configuracional del per-
cibir puede sintetizarse en tres áreas: la relacionada con la experien-
cia perceptiva corno articulada, de forma inmediata e intuitiva, en fi- 5.4.1.3. Principios que regulan la agrupación de los estímulos
gura y fondo, las propiedades de las totalidades perceptivas y, finalmente, en totalidades
los principios interpretativos de la agrupación de los estímulos en figuras
con sentido dentro del todo. 1. Proximidad: a igualdad de circunstancias, los estímulos más pró-
ximos tienden a percibirse como parte de un mismo objeto.
2. Continuidad: a igualdad de circunstancias, tendemos a percibir
5.4.1.1. Articulación de la experiencia perceptiva en figura como parte de una misma figura los estímulos que guardan en-
y fondo tre sí una continuidad de forma.
3. Simetría: la tendencia a organizar los estímulos en un forma si-
Los principios expuestos por Rubin y Koffka explican en términos métrica (ley de la buena figura), puede competir con alguna de
dinámicos esta articulación: las anteriores leyes, por ejemplo, con la de la semejanza, y con-
figurar unitariamente estímulos heterogéneos. (Pinillos, 1975,
1. Orientación: la articulación figural acontece con mayor facilidad pág. 178).
en las principales dimensiones del espacio, verticales y hori-
zontales.
2. Tamaño relativo: a igualdad de otras condiciones, el área esti- 5.4.2. El Stream of Thought o corriente de concíencía del percibir
mular más pequeña tiende a convertirse en figura.
3. Áreas envolventes y envueltas: las primeras propenden a consti- Este componente del acto perceptual hace referencia, en cierta me-
tuir el fondo, mientras las envueltas por ellas suelen constituir dida, al aspecto contrario al configu.ra.tivo. Mientra.s que aquél ~epr?­
las figuras. sentaba el carácter estático del percibir, la «foto fija», la cara sincro-
4. Densidad de la energía perceptiva: la densidad de actividad psí- nica -en tanto en cuanto se compromete con el aspecto de la
quica es mayor en la percepción de la figura que en la del organización de los elementos visuales para elaborar figuras cerradas-,
fondo. éste, el Stream eifThought remite al aspecto dinámico, diacrónico de la
5. Símplicídad: la organización en figura y fondo acaece de la ma- percepción:
nera más simple posible.
La proposición -afirma W. James en su famosa obra Principios de
Psicología de 1890- de que dentro de cada conciencia personal el pen-
5.4.1.2. Principios relativos a las propiedades de las totalidades samiento se siente continuo, significa dos cosas:
perceptivas (según Helson)
1. Que aun cuando haya una interrupción, la conciencia se siente
después de ella como siendo la misma de antes, como forman-
1. Ley de la primacía: los todos son primarios y aparecen con prio-
do parte del mismo yo.
ridad a sus partes. Z. Que los cambios de un momento a otro en la cualidad de la
2. Percibir todos es más natural que percibir partes. conciencia nunca son absolutamente abruptos.
3. Ley de la pregnancía y de la buena figura: los todos (figuras) tien-
den a articularse de la forma más completa posible, simétrica, En el mismo sentido se expresaba Bergson (1907) cuando afirma-
sencilla y perfecta. ba que
4. Ley de la autonomía: los todos tienden a ser regulados por fac-
tores intrínsecos, más que por factores externos a ellos. la aparente discontinuidad de la vida psicológica. tiene como ?ase e.l
5. Ley de la flexibilidad del contorno: las partes derivan sus propie- que nuestra atención se tija en ella por una sene de actos disconti-

122 123
nuos [...] pero cada uno de ellos está sostenido por la masa fluida de han apuntado autores como Gibson (1960, 1966) o Bruner (1958), la
toda nuestra existencia psicológica. Cada uno de ellos no es sino el captación del significado por la vía de la percepción se desarrolla a tra-
punto más iluminado de una zona movediza que comprende todo lo vés de la búsqueda de invarianzas en el medio estimular, en un proce-
que sentimos, pensamos, queremos, la totalidad, en fin, de lo que so-
so de abstracción por categorizaciones. Posteriormente desarrollaremos con
mas en un momento dado. Es esta zona entera lo que puede decir
que sean elementos distintos. Se continúan los unos a los otros en mayor amplitud este concepto, puesto que constituye uno de los «nu-
una corriente sin fin. dos gordianos» del componente psicosocial de la percepción.

5.4.3. La captación del significado perceptual 5.5. LA PERCEPCION DE LA REALIDAD SOCIAL

Toda percepción, para ser realmente tal, integrada en los procesos Tratándose de una Psicología Social de la Comunicación, es evi-
superiores mentales del sujeto que percibe, debe venir teñida de cap- dente que el aspecto de la percepción que resulta de interés debe to-
tación del significado de lo que se percibe. calizarse hacia los aspectos mentales y sociales y, especialmente, como
Es evidente que, bajo condiciones especiales, de laboratorio, de pa- apuntamos al desarrollar la definición de la disciplina, la interacción
tología (neuropsicológica o, incluso, exclusivamente psíquica) e inclu- que se produce entre ambos y los fenómenos resultantes de tal inte-
so, en situaciones extremas de fuerte indefinición estimular (fuerte nie- racción, fundamentalmente aquéllos de clara intervención en el me-
bla, por ejemplo) se puede ver sin percibir, es decir, puede haber una canismo de la comunicación humana.
especie de percepción rudimentaria sin captación de significado. Pero De entre todos ellos el de mayor relevancia es el de la percepción
este no es, en rigor, un verdadero acto perceptual. del otro y de su (y nuestro) entorno social. La percepción, en defini-
El acto perceptual integro debe ir acompañado de captación del tiva, del «otro» (puesto que lo social se construye a parir de ahí).
significado de lo que se percibe. Más aún, como señaló uno de los Por razones de claridad expositiva, vamos a desarrollar en primer
teóricos de la percepción más importantes del mundo, el psicólogo lugar los aspectos de los fundamentos psicosociales de la percepción
belga Michotte (1927), la captación del sentido de lo percibido no de la realidad social en el marco de la comunicación social, para ana-
consiste en una simple adición a la forma, en una mera yuxtaposi- lizar, a continuación, la intervención de los mecanismos de la per-
ción, como la aparición de algo que viene a añadirse a la figura, sino cepción interpersonal y la comunicación.
que consiste en un aspecto esencial de ella, uno de sus elementos Como es sabido, la psicología de principios de siglo consideraba
constitutivos. la percepción como algo reflejo, como un proceso sensoria! consistente
En este sentido, como apunta Pinillos: «La percepción se halla se- en la estimulación de la retina por los estímulos externos y después
veramente limitada por unas coordenadas espacio-temporales muy es- sobre el córtex visual. La percepción se consideraba como algo innato,
trictas, que precisamente la imaginación y el pensamiento están en- con base neurofisiológica en las zonas del córtex occipital que reciben
cargados de transcender». Si esto no fuera así, el proceso perceptual la excitación generada en la retina y en las cuales se forman las es-
sería tan simple que no podría dar lugar a fenómenos como el que, tructuras idénticas a la estimulación primaria. Entre otras escuelas fue
precisamente, analizamos en este manual. Porque la comunicación y la gestáltica, con su teoría de los campos isomárficos, una de las prin-
muy especialmente la comunicación social humana, consiste en un cipales impulsoras de esta idea.
proceso sensocognitivo de enorme complejidad, cuyo epicentro es la Las teorías actuales de la percepción, aun considerando válidos mu-
percepción. A partir de la percepción la comunicación audiovisual hu- chos de los postulados anteriores (en concreto muchos de los deriva-
mana va construyéndose, formando círculos cada vez más complejos, dos de las teorías de la Gestalt, como vimos en párrafos anteriores),
hasta llegar a la comunicación en sentido pleno que consiste, preci- han subrayado el carácter social del percibir, sin despreciar por ello la
samente, en la captación del significado de ésta. existencia de estructuras innatas psicofisiológicas responsables de
La dimensión significativa de la percepción proviene de los proce- la percepción. Actualmente no se discute que éste es un proceso
sos de aprendizaje y memoria, que la transforman en indicador de otras de clara interacción entre lo innato y lo adquirido, una especie de ur-
percepciones, las cuales, a su vez, se construyen en nuevos indicado- dimbre donde no cabe hablar de mayor o menor peso de lo uno so-
res y así en una sucesión sin fin, donde todo el proceso aparece inte- bre lo otro, puesto que no se trata de procesos yuxtapuestos, sino de
grado funcionalmente con los procesos psicológicos superiores. Como un mismo proceso interactivo.

124 125
Como apunta Luria: «La psicología moderna intenta analizar la el niño es puramente instrumental y vehiculado psicomotrizmente (no
percepción desde puntos de vista muy diferentes. Considera la per- puede vehicularse de otra manera mientras no exista lenguaje). Por
cepción como un proceso activo de la búsqueda de la correspondiente consiguiente, el acto psicomotriz constituye el acto protoperceptual, a partir
informaci?n, distinción de las características esenciales de un objeto, del cual se construirá la verdadera percepción, en el sentido de «per-
comp~ración de las características entre sí, creación de una hipótesis cepción significativa,•. Percepción humana, en definitiva, la cual es, lo
apropiada y, después, comparación de esta hipótesis con los datos ori- hemos apuntado y desarrollado anteriormente, siempre y esencial-
ginales (Vygotski, 1956, 1960)» (Luria, 1974, pág. 227). mente significativa, entraña una Prise of Signification, una captación del
Por ello, es esencial en la percepción el aspecto motriz o psi co- significado. Captación que se realizará, como intentaremos analizar
motriz. N o existe verdadera percepción, percepción con captación más adelante, por la vía de la abstracción, de la búsqueda de inva-
~e .significado, es decir, percepción social, si no existe integración sen- riantes en el medio estimular, es decir, por la vía del manejo de los
sinvo-rnotora. En otras palabras para percibir es necesario actuar. Y no símbolos.
s?lo porque la percepción esté, al final, encaminada hacia la acción, y para llegar a ello, al manejo de estos símbolos que desembocarán,
sino porque no se puede producir ni siquiera desarrollo de las es- posteriormente, en el lenguaje y la comunicación humana, debe produ-
tructuras visuales si no existe acción simultánea, interacción, con lo cirse el proceso de la intemalización del movimiento psicomotriz al que
percibido. Posteriormente, a medida que avanzan las etapas del desa- nos venimos refiriendo. Es decir, lo que debe ocurrir es que ese movi-
rrollo, en lo~ niveles subs.iguientes de la formación de la función per- miento, puramente motriz en un principio y puramente instrumental,
ceptiva comienzan a realizarse en forma abreviada estos procesos de sin significado claro para los demás -ni para el emisor- se transforme
inter~cción psicomotriz, de tal forma que la acción se internaliza y, en un «gesto», o sea, en un acto con significado -especialmente con
al mismo tiempo, se socializa. Y, con esto, llegamos al punto rele- significado para los demás- en definitiva, en el acto de señalar.
vante de la cuestión: la percepción social comienza a desarrollarse con Si seguimos desarrollando la propuesta de Vygotski veremos con
la internalización de los c~mponentes efectores o psicomotrices que qué claridad este autor descubrió estos procesos. Cuando acude la ma-
constituyen su proceso de interacción o integración sensitivo-motriz. dre hacia el niño que está moviendo su mano, a veces su cuerpo, en
Vygotski fue quien vio esto con mayor claridad: dirección al objeto deseado, al comprender la intención del niño in-
tenta ayudarle, y la acción cobra sentido para ésta. La acción cambia
.~lamamos internalizaci~n a la reconstrucción interna de una ope- entonces radicalmente:
racion externa. Un buen ejemplo de este proceso podríamos hallarlo
en el desarrollo del gesto de señalar. Al principio, este ademán no es El hecho de señalar -apunta Vygotski en 1933- se convierte en
más. qu.e un in~ento fallido. de alcanzar algo, un movimiento dirigido un gesto para los demás. El fracasado intento del niño engendra una
hacia CIerto objeto que designa la actividad futura. El niño intenta al- reacción no del objeto que desea, sino de otra persona. Por consi-
canzar un objeto situado fuera de su alcance; sus manos, tendidas ha- guiente, el significado primario de este fracasado movimiento de apo-
cia ese objeto, permanecen suspendidas en el aire. Sus dedos se mue- derarse de algo queda establecido por los demás. Únicamente más tar-
ven como si quisieran agarrar algo. En este estadio inicial, el acto de de, cuando el niño es capaz de relacionar su fallido movimiento de
señalar está representado por los movimientos del pequeño, que pare- agarrar con la situación objetiva como un todo, comienza a interpre-
ce estar señalando un objeto: eso y nada más (Vygotski, 1933, pág. 92). tar dicho movimiento como acto de señalar. En esta coyuntura, se pro-
duce un cambio en esta función del movimiento: de un movimiento
En este estadio el niño realiza únicamente conductas motrices sin orientado hacia un objeto se convierte en un movimiento dirigido a
intención comunicativa en el sentido estricto de la palabra es decir otra persona, en un medio de establecer relaciones. El movimiento de
en el sentido de crear signos capaces de manifestar a las o~ras perso- asir se transforma en el acto -de señalar (op. cit., pág. 93).
nas sus deseos o intenciones; sus pensamientos, en definitiva. El niño
(el. ~misor, en este contexto), se encuentra en un estadio pre-operatiuo, Poco a poco tal movimiento comienza a desarrollar un proceso de
utilizando la terminología de la psicología evolutiva genética desarro- interacción con las estructuras superiores perceptuales y mentales, en
llada por Piaget, o en la fase de los procesos narcisísticos primarios, en lo que hemos denominado «la integración sensitivo-percepto-rnotriz».
un modelo psicodinámico. Llámese de una ti otra forma, lo que está En esta integración el movimiento comienza a simplificarse, a per-
sucediendo es que el organismo es incapaz de crear y manipular sig- feccionarse, perdiendo «impurezas», afinándose, eliminando apraxras
nos, menos aún, obviamente, de transmitirlos. El acto que desarrolla motrices. Se convierte en un movimiento físicamente muy simplifi-

126 127
cado y simbólicamente muy complejo y lo que de él queda es la for- ternalización está vinculada a cambios en las leyes que rigen su
ma de señalar qu~ se deno.m~na «gesto», Para llegar a ser gesto debe actividad y se incorporan en un nuevo sistema con sus propias
ser capaz de manifestar objetivamente todas las funciones de señalar leyes (op. cit., pág. 94).
para otros y de ser co~prendid? por los demás como tal. Este signi-
En definitiva se trata del proceso fundamental de la formación de
ficado; co~o hemos VIS~O, comienza a aparecer al principio de forma
los procesos psicológicos superiores, exclusivos del ser humano. Por-
e~clusIv~ solo para el niño, y sólo en una situación muy objetiva y
que conviene no olvidar que el germen del que brotan los procesos
slmp~e, instrumental, factual, para pasar .después a formar parte de los
demás, de las personas que rodean al niño. A socializarse en defini-
mentales superiores es la percepción -en cuanto percepción signifi-
tiva, a través de la comprensión que los demás desarrollan de lo que cativa- que, precisamente al hacerse significativa con el empleo del
signo, la internalización de la psicomotricidad y su integración social
ese gesto quiere decir para el niño. A partir de aquí, el niño podrá
(es decir, su comunicación en el sentido de -compartir») permite la
desarrollar e~ proceso de internafización de tal operación externa. Este
proceso de internalización psíquica del acto psicomotriz externo, es creación, formación y desarrollo de tales procesos superiores.
el que real~e~te se encuentra a la base del origen de la percepción La internalización de las formas culturales de conducta -dice Vy-
y, por consiguiente, de la comunicación. Así, como estamos viendo gotski- implica la reconstrucción de la actividad psicológica en base
la percepció~, es, en su origen más radical, esencialmente social. La pie: a las operaciones con signos. Los procesos psicológicos, tal como apa-
na c,?ml?reslOn de este fenómeno netamente psicosocial resulta im- recen en los animales, dejan de existir; se incorporan a este sistema de
prescindible para desarrollar unos sólidos fundamentos de Psicología conducta y se desarrollan y reconstruyen culturalmente para formar una
SOCIal de la Comunicación. nueva entidad psicológica. El uso de signos externos se reconstruye
. , Este acto d~ internalizac.ión~ sobre e~ que se construye la percep- también radicalmente. Los cambios evolutivos en las operaciones con
clOno comprenSlva y comumcanva, consiste en una serie de transfor- signos son semejantes a aquellos que se producen en el lenguaje. Los as-
maciones: pectos de! lenguaje externo o comunicativo, así como los del lenguaje
egocéntrico, se «internalizan» para convertirse en la base del lenguaje in-
terno.
a) Una operación que inicialmente representa una actividad externa se re- La internalización de las actividades socialmente arraigadas e his-
const.rtqe y comienza a suceder internamente. Es de especial impor- tóricamente desarrolladas es el rasgo distintivo de la psicología huma-
tancia para el desarrollo de los procesos mentales superiores la na, la base del salto cualitativo de la psicología animal a la humana
tra~sformación de la actividad que se sirve de signos, cuya his-
(op. cit., pág. 94).
tona y característica quedan ilustradas por el desarrollo de la in-
teligencia práctica, de la atención voluntaria y de la memoria.
U na vez que el niño ha desarrollado la capacidad de internalizar
b) Un proceso interpersonal queda transformado en otro irurapersonal. En
el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces: los actos, y de representarlos a los demás y representárselos a sí mis-
primero, a nivel social, y más tarde, a nivel individual; primero mo empleando signos, está en disposición de percibir en el sentido
e~tre personas (interpsicológica), y después, en el interior del niño pleno. Percibir en el sentido pleno implica la captación del significa-
(intrapsicológica). Esto puede aplicarse igualmente a la atención do a la que nos hemos referido anteriormente la cual comporta un
voluntaria, a la. memoria l.ógica y a la formación de conceptos. acto de categorizar.
Todas las funciones supenores se originan como relaciones en-
tre seres humanos.
e) La transformación de un proceso interpersonal en un proceso intraper- 5.6. TEORÍAS CLÁSICAS DE LA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD
sonal es el resultado de una prolongada serie de sucesos eooltaiios. El SOCIAL: LA CATEGORIZACIÓN
proceso, aun siendo transformado, continúa existiendo y cambia
como '7na for~a extensa ~: actividad durante cierto tiempo an- Como apunta Bruner (1958), los experimentos que impulsaron el
tes de intemalizarse definitivamente. Para muchas funciones e! interés por el papel de los procesos perceptivos en la conducta social
estad~o de signos externos dura indefinidamente, es decir, es' su durante la década de los SO y 60 recibieron el nombre, bastante iró-
estadio final de desarrollo. En cambio, otras funciones se desa-
~rollan mucho más y se convierten gradualmente en funciones nico de «el nuevo enfoque» (the neto look).
mtemas. No obstante, sólo adquieren el carácter de procesos in- Los experimentos a los que Bruner hace referencia analizaban los de-
ternos como resultado final de un desarrollo prolongado. Su in- terminantes de la organización perceptiva desde la perspectiva psicoso-

128 129
cial, tales como necesidades, valores sociales, actitudes, tensiones, etc,
de forma notable sobre las relaciones entre lo psíquico .Y l~ ,social ,en
el proceso de la percepción (y, por ende, de la comumcaClon social,
Una breve exposición de estos trabajos ilustrará los problemas con los
que se enfrer:taban los teóricos ocupados en formular modelos del pro- que nace y se desarrolla a partir de ella). .
En un contexto de motivación más claramente social, destacan los
ceso perceprrvo en su interacción con los procesos sociales (una des-
trabajos de Ansbacher (1937), Lambert y co1s. (1949), Bruner y Good·
cripción detallada puede encontrarse en Pinillos, 1975 o en Bruner, 1958).
man (1947), Bruner y Postman (1948) Y Tajfel (1957) donde se como
probaba que los motivos personales, rransmindos por estereotipos" ~e­
seos privados u otros motivos, son -rrasladados .a la percepclOn,
5.6.1, Motivación socialy percepción
Concretamente estas investigaciones pusieron de relieve coma se pro-
ducían distorsiones en las valoraciones de los tama.ñ,os de moned~s,
Hacen referencia a los trabajos que, como pioneros, comenzaron
sellos, e incluso fichas o símbolos sociales, en función de lo que ~s­
a. an~lizar la influencia que los motivos, intereses y necesidades que
tos representan socialmente (el valor del sello o la mo~eda, o el ~lg­
nificado del símbolo social, o el refuerzo al que se hubl~ra sometido
ejercían sobre procesos perceptuales relativamente simples pero carga-
dos de cierta significación social.
las fichas) y, muy especialmente, de los deseos de los sujetos (su ~la'
A uno de los niveles más simples posibles, pero también más es-
se social, su edad, etc.). Un simple ejemplo aclarará todo: los .mnos
clarecedores por lo contundente de los resultados, los trabajos de San-
pobres tienden a percibir las m~n~~as más grandes ,que los runos n~
ford (1936), de Levine y cols. (1942) y de McClelland y Atkinson
coso Además esta distorsion en el JUlCIO perceptual se, !ncrernenta a ~e
(1948) demostraron que e! número de horas de deprivación de ali-
dida que aumenta el va,lor de las monedas en los mnos. p'o~res, mien-
mento (10 que se utiliza como un incremento del driue, es decir, de
tras que los ricos mantienen constante (y acertado) e! JUlClO.
la motivación) incidía en una correlación positiva con el número
Si este tipo de distorsiones se producen sobre estimulas tar:, poco
de respuestas positivas perceptuales relacionadas con la alimentación
complejos como el tamaño de unos sellos ~ unas monedas: piensese
siguiendo una función en forma de U invertida; es decir la correla-
que ocurrirá en la percepción de patrones estimulares complejos, corno
ción positiva con respuestas perceptuales de comida aumentaba con
la deprivación hasta que se alcanzaba un techo de número de horas la honestidad, la belleza etc.
deprivadas (entre 10 y 12 horas) a partir de! cual las asociaciones dis-
minuÍan. 5.6.2. Percepción y presión del grupo
~stas investigaciones se iniciaron en el contexto de la percepción
SOCIal para demostrar la naturaleza de la distorsión perceptual y las Los trabajos de Asch (1951) vinieron a confirmar algo que la psi-
fuentes de la inexactitud, y estuvieron muy influidas por corrientes de cología social había ya descubierto desde hada tiempo: la tendenoa
psicología clínica derivadas del psicoanálisis. Así, se intentaron inter- a la conformidad en un grupo. 51 un sujeto se encuentra en un ~ru­
pretar estos resultados en términos de pensamiento autistico (el autismo po, sufre una presión, generalmente inconsciente, por parte de este,
o mecanismo de percepción y pensamiento alucinatorio como méto- hacia la conformidad con las normas de! grupo. Pues bien, los naba-
do para afrontar necesidades), de procesos nardsisticos primarios (duran- jos de Asch fueron más allá al demostrar que dicha tendencia a la
te la etapa narcislstica primaria, el pensamiento se caracteriza por el norma se da también sobre las respuestas perceptuales. El por~~ntaJe
empleo de procesos primarios, donde se elabora la información en de aceptación de la presión del grupo (medi~o en % de aceptaooon de
base a un esquema de resolución alucinatoria de deseos apoyada en la respuesta incorrecta de longitud de una línea) alcanza e! 36,8 10.
un pensamiento mágico; los dioses, las mitologías, las leyendas, los Las repercusiones que estos :esultados, tienen sobre ,los e~ectos ?e
tórems, talismanes, la hechicería... todo ello son reminiscencias ar- la comunicación social son eVidentes. Esta es la ra~on pSlcosoclal
que~ípicas de :st,?s, procesos ,alucinatorios), o de principio de placery de de la prohibición de la emisión de ~nc~estas unos días ar:tes de la,s
realidad (al pnncipio se perciben estímulos relacionados con la comi- elecciones, o de por qué resulta tan. ~lfiClI mantener determ1t~adas Opl~
da porque opera, en condiciones de impulso suave, el principio de niones públicamente. Como dice Pinillos (1969) y retoma Relg (1995).
placer, e! cual es suplantado por e! principio de realidad cuando e!
impulso -el hambre, en este caso- se hace severo). A buen seguro, los ejecutores de los lavados de cerebro s.abe n m~y
bien cuál es el tipo de persona que, colocada en determinadas CIr-
Estos resultados, que posteriormente cabrá interpretar en base a las
cunstancias, experimenta una auténtica converSIón de sus actitudes. El
teorías que expondremos de la percepción y cognición social, inciden
131
130
aislamiento prolongado, el adoctrinamiento flexible, pero perseveran- posición para poder captar palabras «amenazadoras»~ una especie de
te, las recompensas y castigos sabiamente administrados, los interro- bloqueo perceptual. .
g~torios interminables, la información distorsionada, la desorienta- A partir de estos, y otros muchos trabajos desarrollados en este
ción... constituyen procedimientos que, cuando convergen sobre modelo, se propuso la teoría de la defensa perceptnra; UI1: mecanismo
personalidades ti~ne por resultado hacer ver lo blanco negro y confe- de clasificación de los estímulos en los umbrales sensonales q.ue .lle-
sar lo que no existe. No todo el mundo, por fortuna, es igualmente va a un bloqueo o facilitación del acceso del estimulo a las SIgUIen-
susceptible a .estos procedimientos... la publicidad comercial, la pro- tes etapas de procesamiento -semántico .y consClen~~- de la pala-
paganda política y las campañas informativas realizadas con los «mass- bra. Dicha clasiflcación Y bloqueo se realiza en función de! valor de
media» .de que se dispone actualmente ejercen un profundo influjo en
los. hábitos ~e compra, usos y convicciones del público, que son ma- significación que posea el estímulo s,?cial y personalmente. ,
nejados .de ,forma increíble desde los estados mayores que controlan En apartados anteriores hemos visto como eXI~te un procesamien-
los medios informativos (op. cit., pág. 133, 1995). to en paralelo de la información que accede al sistema protopercep-
tual de la atención, mecanismo al que llamamos entonces de ~a sele;-
ción tardía (late selection), Este mecanismo sería el que proporctonarta
5.6.3. Influencia del interés, el valor y la actitud apoyo para que se pudiera producir e! fenómeno de la defensa pero
ceptual. Más adelante, ~uando anali~emos lo.s, modelos acerca de la
Los trabajos pioneros de Postman, Bruner y McGinnies (1948) de' memoria y el procesamIento de la información, desarrollaremos en
mostraron por pnmera vez de un modo experimental la interacción mayor profundidad la forma en que se produce este doble procesa·
recíproca entre procesos cognitivos y percepción. miento que permite la ~parición de est~~ relaciones psicosociales tan
Estos experimentos indicaban que la rapidez y facilidad con la cual profundas entre pensamiento y percepC1~n.
se reconoce el significado de determinadas palabras presentadas de for- Estos trabajos, junto con las aportaciones d~ Solomon y Howes
ma muy rápida (sobre un taquitoscopio) depende, en gran medida, (1951), Howes (1954) Y otros autores sobre la importancia de la fa-
d.el valor que poseen esta~ palabras por sí mismas para el grupo so- miliaridad con los estímulos de cara a los umbrales de reconOCimIento
eral al qu~ pertenece el SUjeto así como del valor subjetivo que el re- (lo que se denominó frecuencia, i~i~s,incrática d~l estímulo) llevaron a
c~ptor atnbuye a la palabra en cuestión. El interés de la palabra por plantear la hipótesis de la predlcltvlltdad perceptiva.
SI rmsrna fue evaluado a través del Estudio de Valores de Allport-Ver-
non, el cual analiza, en la cultura norteamericana, el valor relativo
c?ncedid? .a las áreas de los intereses religiosos, estéticos, políticos, so- 5.6.4. Hipótesis de la predictibilidad perceptiva
ciales, teoncos y económicos.
Los autores han lanzado la Hipótesis contravalorante para explicar Esta hipótesis es definida por Bruner (1958) como «la equivalen·
estos resultados: puesto que lo que ocurría en estas investigaciones era cia de la disposición perceptiva con las secuencias de acontecimien-
que cuanto más dominante fuese un valor en una persona, más rápi- tos probables de nuestro entorno>'. ,
damente reconocería las palabras que representasen ese área de inte- En definitiva consiste en darle la vuelta al planteamiento de la de-
rés, se sugirió que en presencia de palabras de bajo valor se producía fensa perceptual positivando el mecanismo que su?yace. No solamente
una especie de rechazo defensivo, espacios en blanco, letras confusas se ha encontrado que las palabras cargadas negatIvamente para ,el. su-
o mezcladas e incluso palabras derogatorias. jeto (palabras tabú) o de escasa significación o interés sean percibidas
En base a este planteamiento se desarrolló 10 que casi podría de- peor, con mayor dificultad ~ mayores umbrales perceptIvos, SInO qu~
norrunarse una «escuela de investigación» alrededor del problema de también se produce e! fenómeno inverso: las palabras de alta fre
Io.s i~tereses, valores, actitudes y percepción. Así, por ejemplo, Mc- cueneia idiosincrática y de elevado valor POSItIVO para el. sUJeto son
Gmmes (1949) encontró que cuando se presenta a los sujetos palabras mejor y más rápidamente perei?idas y aceptadas. Por consigurente, d~
CO? un alto valor de SIgnificación negativa (algo similar a lo que po- la impresión de que el mecamsmo perceptual al que nOS esta. rerru-
dnamos llamar palabras tabú), e! umbral de reconocimiento de éstas tiendo este fenómeno refleja no sólo las necesidades, ~eseos e Intere-
aumentaba considerablemente por comparación a palabras «normales». ses del organismo, sin~ tambié? la nec~sidad d~, que este pueda pre-
Bruner y Postman (1947), en un sentido muy similar, habían encon- decir lo que va a ocurnr a partir de la información dada, para ~,?der
trado que los SUjetos sufren la necesidad de un mayor tiempo de ex- reaccionar frente a SU entorno y preparar al orgamsmo para ernrtir la

133
132
respuesta adecuada. Recuérdese que desde el inicio hemos venido tegorfas en las cuales introducimos lo percibido son previas. Es ~e~ir,
planteando u~a percepción profundamente adaptativa, en el sentido primero aprendemos las categorías y después col,?camos lo. percibido
de conceptualIzarla como la función del organismo fundamentalmente en tales categorías. Lo cierto es que, en el devemr de l~, vida real de
responsable de preparar a éste para la emisión de una respuesta ade- las personas, el aprendizaje de las categorías y la colocación de lo per-
cuada -adaptativa- a su entorno. cibido en ellas se realiza de forma simultánea. De hecho, este apren-
~~ esto, precisam.ente, cons~ste la naturaleza predictiva de la per- dizaje constituye uno de los procesos más. importantes de la cons-
cepcion: en la capaclda~ de on~ntar al organismo hacia lo que pro- trucción de la experiencia perceptual. Por consIgUIente,. pue,de afirmarse
baI:>le,mente va a, ocurra y hacia lo que necesita para resolver su que las categorías son aprendidas en base a .la expenencia de los s~­
objetivo o n,ecesldad. Como señala Bruner (1958) los organismos jetos. Esta experiencia viene a su vez determinada por dos g.randes ti-
aprenden que es lo que h~bltualmente acompaña a la percepción de pos de variables: las necesidades del sujeto y el entorno sociocultural
u.n estímulo. Es decir, que es lo que habitualmente se presenta con- -se incluye aquí el lingñístico- en el que se ha desarrollado.
tzngentemente con cierta información; la probabilidad, en definitiva de Es éste el origen de las profundas e I?-tnncadas relaclO?es que se
que dos inforn'~aciones (dos estímulos), o todo un patrón informati- producen entre la percepción, el pensamiento y el lenguaje. Por eso
v~ apa.rezcan vinculados, aunque no simultáneamente. Esto nos per- tantas veces se afirma que la forma de ver el mundo se encuentra ~uy
rmte «Ir más allá de la información dada», aprender la trama proba- mediatizada por la lengua materna, en base a l~ c.ual hemos ~onstrUId?
bilística del mundo. las categorizaciones que empleamos para percibir y construir la reali-
~s a partir de este mecanismo como realizamos nuestra percepción dad que nos rodea. .
habitual del mundo de la realidad social, creamos estereotipos, reali- Los esquimales, cita Luria, poseen en su lengua habitual hasta una
zaC?os inferencias a partir de unos pocos datos, encontramos las in- docena de formas diferentes de decir la palabra «nieve», de la cual no-
vanan.zas e~ el medio estimular, prevemos las respuestas que emitirá sotros, en español, únicamente poseernos una. E:sto es así ~ causa ~e
un sujeto, Juzgamos caracteres, etc. una necesidad de adaptación muy clara, que obliga al esquimal a dis-
~ara poder desarrollar, esta funció~ ,se produce un acto de categori- tinguir entre diferentes formas de nieve (blanda, dura, helada, en pol-
zacton: colocamos los estímulos percibidos en categorías y los trans- vo, etc.). A consecuencia de ello, puede percibir estos. dlfere~te.s con-
formamos, de esta manera y por la vía del pensamiento semántico en ceptos y los puede nombrar (es decir, categorizar). SI no extsttera la
«cosas», A~í: por ejempl.o, cuando vemos frente al televisor la fi~ura necesidad no existiría el concepto (la categoría) y, consrgureuterneu-
de un polttI,CO ~ro~unClando un discurso en un «mitin», percibimos te, no habría percepción; no al menos conciencia de percepción. En
un «personaje público» que es «de izquierdas» el cual está «hablando» este sentido Freud vio muy bien cuando apuntó que aquello que o r:
en tono de «areng~» de tipo «electoral». Cada uno de los conceptos puede verbalizarse permanece por debajo del umbral de la conciencia.
puestos entre comillas representa una categorización. Es decir en ri- Pensemos en percepciones poco estructuradas porqu.e se alejen de
gor, nada de 10 percibido anteriormente se presenta al sujeto 'en for- la vida cotidiana de los sujetos, para las cuales se requiera un apren-
ma d~ estímu~o. Más. aún~ en ?;:asio.nes no está presente ni siquiera dizaje expreso, es decir, un aprendizaje que no «ve.~ga ~ado~) por el
una SImple senal de identificación, sino el empleo de señales mnési- entorno natural del sujeto. Por ejemplo, la percepción Visual de una
cas para clasificar lo vist<;> (por ejemplo, «veo» que es de izquierdas obra de ballet, la audición de una sinfonía o el seguimiento del mo-
porque «reconozco» al sujeto y guardo almacenada la información de vimiento de las fichas en una partida de ajedrez. En todo~ esto~ ca-
su adscripción política, de la cual, en el momento preciso de reali- sos, las reglas que rigen las categorizaciones no son aprendidas SI. no
zarse la percepción, no hay ningún indicador). En otras ocasiones son existe un proceso previo desarrollado de forma ex~resa: el ~prendlza­
pequeños indicadores, apenas per~eptibles.a la conciencia, los que ge- je de las formas musicales, de las reglas y estrategias del ajedrez, de
neran la formación de la cate gana. Por ejemplo, el ver al sujeto ha- los movimientos del ballet. La persona «entrenada» en estas estrate-
bland? en un :ampo de deportes frente a un gran auditorio posicio- gias, capta decenas, cientos de movimientos ~n el ,ajedrez que puede
na rru perce~~lón como «mitin político» (mitin, por el campo de repetir de memoria, o miles de notas de la sinfonía o una g~an mul-
deportes, político, porque lo recuerdo). De esta manera, la percepción titud de movimientos corporales en el ballet. Esto ocurre ast porque
se co~struye como un constante juego de inferencias a partir de indicado- el sujeto percibe categorizaciones, ~o mov~n:ientos o so~idos ais~ados.
res estimulares. Las categorías deben ser ademas predictioas".Es decir, no solo se
En esta teoría se destaca por su relevancia el hecho de que las ca- aprende, en el transcurso del devenir de la expenencra perceptual que

134 135
ue las formas de categorización fáciles, de firme e in'
se desarrolla en le seno de una comunidad sociológica y lingüística, (Bruner, 1958) q
di ra validación en lo que a su pre diicnvi ' id ad concierne, so n las
a agrupar los estímulos en patrones cerrados que constituyen las ca-
tegorías, sino que se aprende a evaluar la probabilidad de que la colo' :~s l~niversales, la~ más ampliamente utilizada~ y las que m~Jos va-
rían de unas culturas a otras. Cuan~o menos f~Cl} sea de vali ar, pre~
cación de un suceso en una determinada categoría sea correcta. Adi-
cionalmente esto implica, evidentemente, que el sujeto también dictivamente una forma de raregonzar -contmua ,Br~ner- mas re
flejará la idiosincrasia de una cultura, Como demostro Rives (1901)10s
aprende a colocar lo percibido en la categoría a partir de un conjun-
to de «indicios». Con frecuencia esto se realiza a partir de muy po- primitivos isleños del Pacífico de principios de slg.lo ~~rCl.bla~ p[actl~
i
camen tee 19ua l distancias , tamaños " etc. que los
. , uruversrtartos
' 1 mg eses,
cos indicios, los cuales, a través de la disposición perceptiva a la que
precisamente porque se trataba .de la percepción de estimu os agrupa-
nos referimos anteriormente (recuérdese, el aprendizaje de qué es lo
que acompaña a un acontecimiento o estímulo), nos hacen «predecir» bles en categorias fáciles de validar. . d
Este capítulo V se titulaba «El sujeto como agente del pro~eso e
lo que acompaña a tal estímulo y nos empuja a formar la configura-
la comunicación». Parece, a la vista de !o ~xpuesto, que ,el .suJeto es,
ción -la Gestalt- sin disponer de todos los elementos perceptivos.
verdaderamente, activo en el acto romurucatrvo, es un autc;nttco «co~~­
En muchos casos esto lleva a errores o distorsiones perceptuales, sim-
tructor» de su propia percepción, especialmente cuando. esta es sOCl.a.
ples en ocasiones (tipo ilusiones visuales como las de Müller-Lyer o
Veamos ahora cómo constituye, en un nuevo complejo acto SOCIO-
las figuras reversibles descritas por Leeper en 1935), complejas en otras
(tipo los estereotipos a los que nos referiremos más adelante). cognitivo, la percepción interpersonal.
Como decíamos, el sujeto no sólo aprende a incluir lo percibido
en una determinada categoría, sino que aprende también a evaluar la
probabilidad de que la colocación es exacta, es decir, predictiva. Lo
que significa esta propiedad del percibir consiste en la capacidad de
los sujetos para cometer el menor número de errores en el sentido
de lo que se considera mutuamente aceptado por su entorno o co-
munidad. Es decir, de ser consensualmente aceptada como correcta. En
este sentido, un estereotipo puede ser «objetivamente» una distorsión
perceptual (evaluada, por ejemplo, a través de una inspección con me-
dios técnicos) y, sin embargo, considerarse predictivamente correcta
dentro de esa comunidad, puesto que existiría un fuerte acuerdo in-
terjueces o de intersubjetividades sobre tal juicio perceptual. Tal es el
caso, precisamente, de los estereotipos sociales que conducen a pre-
juicios. La influencia de los medios de comunicación sobre el esta-
blecimiento de estos mecanismos es evidente, desde el momento en
que colaboran profundamente a la creación de opiniones compartidas
que actúan como marcos de referencia sobre los cuales se pueden
construir las categorizaciones que colaboran en la formación de los
estereotipos sociales que llevarán a la construcción de las categorías
necesarias para, sobre ellas, construir el proceso perceptual (distorsio-
nado si se ve desde fuera) responsable del prejuicio,
En esencia, éste es el mecanismo psicosocial que subyace a con-
ductas como el racismo.
Existe una especie de continuo en la facilidad o dificultad de veri-
ficación de las categorías en cuanto a su fiabilidad predictiva. Así, por
ejemplo, hay categorías muy sencillas de predecir, tales como «cerca»,
o «recto», mientras que otras, en el extremo opuesto del continuo son
muy difíciles, tales como «honestidad» o «belleza». Se ha verificado
137
136
CAPÍTULO VI

Percepción y comunicación interpersonal: hacia


nuevos modelos de cognición social

En apartados anteriores hacíamos referencia a algunas de las


características de la percepción de los objetos, por comparación a la
percepción de las realidades sociales, abstractas y, especialmente. de
las personas. Es verdad que tal separación resulta, en rigor, forzada,
puesto que construimos la experiencia perceptual de los fenómenos
(por muy sociales o interpersonales que sean) a partir de estimulación
proveniente de estímulos físicos y, simultáneamente, es también cier-
to que cualquier objeto (o, al menos, su experiencia perceptual), por
muy «físico» que sea, siempre aparece cargado de componentes so-
ciales (aunque sólo sea porque aparece en un contexto ya de por sí
social).
Sin perder de vista esta forma de operar de la percepción, resulta de
interés distinguir entre la percepción de objetos y la de personas y rea-
lidades sociales. Percibir un objeto implica captar un conjunto con sen-
tido. una configuración de atributos físicos: color, forma, tamaño, etc.;
percibir una persona implica, en un primer y brevísimo nivel, captar
una configuración de patrones estimulares físicos muy similar, que nos
proporcionan una impresión de su aspecto físico, pero -y muy espe-
cialmente- implica captar, percibir cualidades internas que son estric-
tamente amodales, es decir, que carecen de una determinada modalidad
sensorial. Cualidades internas tales como rasgos de personalidad, esta-
dos emocionales, actitudes, intereses, deseos... en definitiva, elementos
que se perciben a través de procesos en mayor medida cognitivos que
sensoriales. En palabras de Heider (1965):

139
tinguir una triple conceptualización del estímulo, descrita ya, por otra
Las personas rarísima vez se presentan corno meros objetos pasivos,
aparecen, por el contrario, corno seres vivos, conscientes, poderosos, ca- parte, por Yela en 1974.
paces de influenciar, beneficiar o perjudicar intencionadamente a quien
las percibe, y alertadas, a su vez, del poder que tiene su mismo obser- La perspectiva puramentefisica del estímulo. Es decir, l~ primer~.:
vador de beneficiarlas o perjudicarlas a ellas, Las personas se perciben, más inmediato que salta a la vista cuando s,e. perCl e un o J ~
por lo tanto, en cuanto detentan habilidades, se comportan intencio- to o sujeto (un patrón estimular, en definttlva).. son sus, ele
nalmente, se emocionan, desean, sienten, se dan cuenta de los demás, mentos físicos , las partes materiales que lo constituyen. Cle~~a-
los conocen, pueden ser amigas o enemigas y tienen rasgos propios de n la ercepción humana nunca se da la percepClon
personalidad (op. cit., pág. 22). dee7~~ q~;tees co!o algo independiente del todo. precisamente
p bien apuntaron los teóricos de la Gestalt,
porque corno muy 1 .d . if
La relevancia de estos procesos sensocognitivos para una Psicolo- siem r~ se perciben configuraciones con sent~ o, con f'lSe 0_
gía Social de la Comunicación es evidente. La inmensa mayoría de siunlifi~cation. Ahora bien, estrictamente, el estimulo edsta corn
las experiencias perceptuales que se desarrollan frente a los procesos "..
uesto por energia 'del ' y d. e ~ sre
a matena, . modo. 'pue, . .e ser es-_
de comunicación social apelan a este mecanismo, puesto que es prác- ¡udiado desde la perspectiva psicofiSlologl,ca o pSlcoflSlca y tarn
ticamente inconcebible una comunicación de este tipo donde no in- bién desde la perspectiva de la psjcologia de la sensacl.~n, tal
tervenga de forma muy activa un actor, se presente éste en la forma ciertos aspectos también por la psicología de la ~ercepCl~m. a
de verdadero actor, de presentador, locutor o en cualquier otro rolo es el caso del .'studio de la percepción de la realidad fis.lca de-
personaje escénico. n da a través de las leyes generales de la. percepClon. De
Las teorías más recientes han dado en llamar a estos procesos sen- ~~:~oasa ecto ya nos ocuparnos, de hecho, en paginas antenores.
socognitivos involucrados en la percepción de los demás y de la rea- S· pembargo cuando se encara el problema de la percep-
lidad social, procesos de cognición social, destacando especialmente entre ción Idesde su as'pecto superior en el sentido de cO~,du~ta com-
ellos los llamados de atribución de causalidad: la Teoría de la atribución pleja con sentido, como es. el caso de la percepclOn mterper-
de causalidad -apuntaba Hamilton en 1979- ha sido, en la última sonal, tal aproximación eS incompleta. , d
década, el área principal de actividad investigadora en el campo am- La perspectiva del sujeto. A esta óptica ,nos refe~b'~os c:,an s~
plio de la percepción social. Y, además, puede añadirse que ha sido a untábamos anteriormente que el sujeto percI 1 o ac u~,
uno de los factores que ha proporcionado mayor impulso al reciente p rta Como apunta el profesor Buceta (1992): «El esnmu-
interés por el estudio de los procesos de la cognición social. f~~~de ~onsiderarse no sólo en función de su~ p.roPledade~~­
sicas y de la estructura del organismo, SInO, ~slmismo, ~~, -
ción de la actividad ya en marcha, que el estlmu o no 1~lcla y
6.1. CONCEPTUALIZACION DEL ESTÍMULO en la ue se integra Y por la que adquie~e su concre~o va or es-
timula~te informativo y de comportamiento. ~l sUJet?,' CO m ?
Por consiguiente, en este proceso perceptual, el más radicalmente , 0'10 delimita el medio de su estImulaclOn POSI-
humano y sobre el que se apoyan todos los demás -nos referimos, orgamsmo, no s , 1
ble sino dentro de él, y en cada caso, el esnmu ~ concreto pue~
claro está, a la percepción «de» y «entre» personas, es decir, a la per- de ' hic et nunc, ser estímulo eficaz. El mismo estImul~ no siem
cepción interpersonal- actúan, en el sentido neto de la palabra ac- r~ estimula, ni siempre lo hace de la misma. manera.. na,s veces
tuar, es decir. se comportan, las dos unidades básicas del percibir: el su- fo hace de una manera y otras de la contraria» (op. at., pago 77):
jeto percibiente y el estímulo a percibir. Esto es así puesto que el . ente desde esta óptica de la actividad del SUI:
estímulo a percibir no es un elemento inerte y sin vida que se limite Es, precisam , . 1 cepcion
to desde la que mterpretaremos postenorment,e a per d _
a reflejar de forma pasiva la energía de la materia para que ésta sea a través de la mterpretación de l? .que el «estlmulot -~~ l~­
captada por los órganos receptores del sujeto percibiente, sino que cir el sujeto actuante al que percibjmos-r-: hace, rea Izan
consiste en otro ser actuante y, además, cargado de significados. jer;nclas atributiuas, En definItiva, «interpre,tando,. sUr~o;~uc~~~
En este contexto, se hace imprescindible, y de la máxima impor- Pers ectiua de la sttuación. Porque todo estur~ulo, pe Y
tancia una adecuada conceptualización de lo que se entiende por «es- pecfalmente los que constituyen la percepclOn mterpersonal, s~
tímulo>-. desarrollan en un contexto situacional Nunca existe un estí-
Por de pronto, a partir de 10 que acabamos de apuntar, cabe dis-
141
140
:ulto Stólo'caislado, sino siempre un conjunto presentado en un
n ex o. ontexto que por lo d ' f ductas a partir de las cuales el observador perciba al sujeto con ma-
a la sit . , B" emas no se re tefe solamente yor afinidad y simpatía.
uaCI~n l,SlCJ presente, sino también, y muy es ecial-
deer~~'s~j~~~;(~~t:l~ 9~~.ensión y circunstancia socio-c~ltural Este fenómeno de «congraciamiento» es, en realidad, una parte de
un fenómeno mayor: la tendencia de los sujetos a emitir conductas
que desvíen el juicio perceptivo de los otros hacia los intereses de la
Gibson, en 1960 desarrolló t bai d . propia persona, como muy bien describieron Tagiuri y Petrullo (1958)
~l concepto de estimulo en Psicologz~a~ rlta t:¡~o ~e~n~:~:.~nterés t~ulado cuando afirmaron que el sujeto que percibe puede llegar a alterar, sin
s~', esclarecedor, puesto que se refiere al estí 1 J ya es, e por proponérselo las características perceptivas de la persona que está sien-

e constrUIr e estímulo, En este trab .


Xei
~lon en Psi~ologlía, s~brayando el carácter acti~U r~~e~~~rc:P~:~~r:
. 1m .
do observada.

Pinillos (1975) por Yela (1974) aBJo, parcia ente recogido por - Valor simbólico del estimulo. Éste es un aspecto de la conceptuali-
, '1' Y por uceta (1992) se analizan l
prmcrpa es aspectos planteados desde le punto de vista . 1" os zación del estímulo que hace referencia a los apartados tratados ante-
una adecuada conceptualización del estímulo: a pSlCO OglCO por riormente en los cuales se analizaron ciertos fenómenos de distorsión
perceptual y de percepción selectiva. Concretamente nos referimos a
1. ~IMotiva el estímulo al individuo o simplemente desencadena en las investigaciones de Bruner y Goodman (1947) en las cuales se de-
e una respuesta? tectó cómo los sujetos percibían determinados objetos de mayor ta-
2. é Cabe consi,derar al estímulo como causa suficiente de una res-
maño del que realmente eran. Este efecto, denominado por los auto-
puesta o no.
res de «acentuación perceptiva» indica claramente cómo, según el valor
3. éDebe definirse un estímulo con independencia de la
que produzca est ,. respuesta simbólico atribuido al estímulo por el receptor, éste adquiere uno u
h " . o es, en termrnos puramente físicos, o ha de otro valor de representación. Este fenómeno está claramente vincula-
. ac~rse en termmos de procesos sensoriales?
4. ~Exl~ten los estímulos en el ambiente o sólo en los rece rores? do al hecho de que la percepción se relaciona con las necesidades y
5. (Cuando una estructura o relación ha de id p. motivaciones del receptor, dentro de un esquema decididamente adap-
e ti 1 ' d consr erarse como un tativo.
6. ¿~~~~d~ Yu~~a~ecouecno~o Ut~ colnjunto de estímulos separados? En el mismo sentido al que se ha presentado con estímulos-obje-
.. , era es rmu ar constituye una estimulación
~~ltana y ,cuando una sucesión de estímulos diferentes? to, este fenómeno se produce ~y en mayor medida-s- con seres hu-
7. e asta ~u~ pun~o un estímulo puede carecer de estructura?
8. ¡, por ultlm~, (traSmIte? los estímulos información acerc~ de
~s cosas, ~ como, o se limitan a producir las cualidades senso
manos y percepcíón interpersonal, Asi, por ejemplo, Thibaut y Riec-
ken (1955) han demostrado que según el rango o status percibido en
la persona así es percibida ésta; de este modo, personas que representa
nal~~ ~rlloplas de los sentidos afectados por la estimulación;> (Cit- alto status son percibidas mucho más favorablemente que las que re-
en mIOS, 1975, pág. 170-171), . .
presentan un bajo status. En este sentido, recuérdense las investiga-
fun~aejd~~~o~c;~~en t~uesltione: relativas a la conceptualización pro-
ciones analizadas anteriormente en el contexto de la influencia de la
fuente o emisor sobre la capacidad de persuasión del mensaje emiti-
sintiente -o sentien~~,lI~:~í ~~~~e::U~es~~~~a~ión con la realidad do. En este contexto, el efecto de la fuente vendría dado, precisa-
~~asp~ctos .más ~Plerativos de cara a los fund~~ent~~Sd~e:~:r~;~~ mente, por esta variable de percepción.
aCH:>n I:~lcosocla de la comunicación desd . Este mecanismo que, en el fondo, hace referencia a una simplifi-
comurucacron social aplicada. Desde est ' (e una PIerspectrva d: la cación estimular desarrollada a partir de unas claves mínimas estimu-
ción del tí Ío jn tervi a op ica, en a conceptuahza-
compren~:r~u o mte~lel?~n algunos aspectos relevantes a la hora de lares que nos permiten desarrollar invarianzas en el medio percibido
comumcaClOn mterpersonal: en base a estereotipos culturales, es el que subyace a la formación de
prejuicios raciales. Enfocando así este fenómeno psicosocial, el pre-
mu~oLde~~;eC~~~::i~~~~nt~~1 sujeto percibido que actúa como estí-
juicio racial consiste en una distorsión perceptiva o percepción selec-
tiva de tipo interpersonal, en el que, a partir de unas pocas claves per-
jones (1964) den " f ceptuales (muy frecuentemente visuales, tales como el color de la piel
d i . ormno e ect? congraciamiento a la tendencia ob-
serva a en os SUjetos que se SIenten observados a manifestar con- o, incluso, tan simples como el tipo de ropa) el sujeto que percibe
emite un juicio atributivo que, como vimos al desarrollar la teoría de
142
143
Bru~ler, utiliza para introducir al sujeto percibido en una categoría, los sujetos hace que sea percibido de forma más positiva. La mera,pre-
habitualmente semántica. Secord, Bevan y Katz (1956) han demostra- sentación de determinados personajes a través de medios audiovisua-
do, en este contexto, cómo la percepción del color «negro» introdu- les hace que su valoración personal aumente a medida que el número
ce una se!ie de juicios semánticos en el sujeto que percibe que le con. de presentaciones se incrementa. Este efecto vendría dado, p~,?b~ble­
ducen a formar prejuicios y distorsiones perpetuales. Se ha encontrado mente, por dos vías: de un lado, al aumentar e! grado de familiaridad
a través de estudios transculturales, que este tipo de mecanismos se con el estímulo se incremente el valor simbólico de éste, el cual, como
repiten con asombrosa precisión a través de diferentes culturas (Se- apuntamos anteriormente, es responsable de la emisión de juicios per-
cord y Bevan, 1956) y es responsable, no sólo de la formación de pre- ceptuales positivos; por otra parte, com,o se ha demos.trado en repe-
JUICIOS raciales, sino también de lo contrario, es decir, de la atracción tidas ocasiones, los estímulos desconocidos generan cierto grado de
interpersonal a través de la percepción de rasgos de similitud (Secord «incertidumbre') la cual es valorada negativamente y provoca rechazo
y Backman, 1964). o defensa (perceptual e incluso motriz) hacia el estímulo desconoci-
do, De hecho, uno de los mecanismos más importantes a través del
- . En un sentid,o muy similar al anterior, casi como caso especial cual discurre e! efecto de la publicidad sobre la intención de compra
del mismo, puede SItuarse el valor de emotividad del estímulo. Corno vi- -es decir, sobre la emisión de conducta como consecuencia de la
mos anteriormente, este fenómeno hace referencia a la distorsión per- comunicación persuasiva- es éste, es decir, el de disminuir el valor de
ceptual que se produce cuando el estímulo aparece cargado de cierta incertidumbre del artículo publicitado por la vía de la mera repetición
intensidad emotiva, por ejemplo, por tratarse de palabras tabú o que y presentación de éste al espectador; esta. repe,ti~ión termi1!a po: ge-
hacen referencia a áreas de especial significación simbólica o de otro nerar familiaridad y tiende a eliminar las mhlblcl?1!es o reslstencl~s a
tipo para el sujeto. Así vimos como McGinnies (1949) encontraba um- la emisión de la conducta: a la compra, en definitiva, En un sentido
brales más altos de reconocimiento en palabras relacionadas con el muy parecido afecta la influencia de los líderes de opinión de los me-
sexo o la prostitución e, incluso, mecanismos de distorsión perceptual dios de comunicación de masas (siempre, claro esta, que se manten-
de las palabras. Mecanismo este que fue denominado de deftnsa per- gan constantes las otras variables responsables de la percepción inter-
cepttva. En el contexto de la percepción interpersonal, como destaca personal, tales como valor de simpatía o antipatía).
Pastor (1988) el número de trabajos desarrollados no ha sido muy nu-
meroso. Destacan los de Allport y Kramer (1946) y Lindzey y Ro- - Otro elemento de importancia en la definición del estímulo-
golsky (1950) sobre la mayor perspicacia (un mecanismo contrario al persona es el llamado efecto de saliencia perceptiva.
de la defensa perceptiva) de sujetos antisemitas para reconocer a ju- La baja frecuencia de ciertas características físicas o psicológicas de
díos, o los trabajos de Dorfmann, Keeve y Saslow (1971) sobre la ca- determinadas personas o la presencia de rasgos, conductas o actitudes
pacidad de los soldados para distinguir a otros soldados de! bando calificadas por el grupo de pertenencia como «extrañas»,. hace que es-
contrario. Se han encontrado también fenómenos de gran interés so- tas personas-estímulo posean saliencia perceptiva, es decir, q~e desta-
bre la distorsión del juicio en la percepción de cualidades en perso- quen llamando la atención sobre ellas. Como hemos Visto, SI s~ m?-
~as con las que. se deberá interactuar en el futuro de forma obligato- difican los procesos atencionales -como en el caso de ,la ~alte~cla
na. Este mecanismo consiste en reducir las percepciones negativas y perceptiva- todo el proceso perceptual varía de forma significativa.
resaltar las positivas, con el fin de disminuir la disonancia cognosciti-
va que generaría el tener que interactuar forzosamente con una per- - Muy vinculado al anterior fenómeno se enc':lentra el de la co-
sona donde el juicio perceptivo no hubiera sido tan satisfactorio como rrelación ilusoria, definido por Chapman como «el mforme de obser-
para justificar tal interacción (Dar1ey y Berscheid, 1967). vadores sobre la existencia de una correlación entre dos clases de even-
tos que en realidad no están correl.acionados.. o lo están e~ menor
- Uno de los parámetros de definición del estímulo-persona en medida de lo que se afirma» (Haml1ton y Gifford, 1976, pago 392).
percepción interpersonal hace referencia al valor defamiliaridad, pro- Este fenómeno, como apuntan Echebarría y Villarreal (1991), se pro-
puesto, fundamentalmente, por Zajonc, duce corno consecuencia de la tendencia cognitiva humana a sobrees-
Este autor ha demostrado en repetidas ocasiones y desde diferen- timar la correlación entre sucesos diferentes.
tes situaciones experimentales (Zajonc, 1968; Saegert, Swamp y Za- Hamilton ha destacado (Hamilton, 1981; Hamilton y Gifford,
jonc, 1973) que e! SImple hecho de que el estímulo resulte familiar a 1976) que este fenómeno perceptual aparece con frecuencia cuando

144 145
la percepción trata con grupos minoritarios, sobre los cuales se tiene ciales, colectivas e ideológicas producidas y adquiridas en la expe-
tendencia a establecer relaciones de prejuicio que inducen a percibir riencia social del sujeto, bajo la forma de bloques inconscientes es-
en ellos conductas desviadas de la norma (de la norma del grupo ma- tructurados de conocimiento (Bartlett, 1973).
yoritario, se entiende, la cual, a su vez, es la desviada respecto al mi- En realidad este planteamiento surge de las Teorías de las taxono-
noritario; desafortunadamente para el grupo minoritario prevalece la mías personales de Kelly (1955). Este autor planteó que lo primero
del grupo más poderoso). Así, dice Hamilton con gran acierto: «Los y fundamental en la percepción es el pensamiento (en la percepción
sujetos sobre-estiman groseramente la medida en que un grupo infre- social y compleja, se entiende). Es decir, que existen, usando la ter-
cuente ejecuta un tipo de conducta inhabitual» (op. cit., pág. 63). minología kantiana, apriorismos de la mente que sesgan a ésta com-
pletamente en su percepción: «las actuaciones de la persona están ca-
- Un aspecto de la conceptualización del estímulo-persona que nalizadas psíquicamente según sea el modo como se anticipe la
frecuentemente es olvidado hace referencia al observador. Quizá por ocurrencia de los fenómenos» (Kelly, 1955). Las elaboraciones de
ello es olvidado, porque remite al observador, no al estímulo. Sin em- la mente, las categorías o taxonomías conforman un dispositivo fun-
bargo, a pesar de referirse al sujeto que percibe, incide muy directa- cional que activa y dirige la conducta de forma mucho más radical y
mente sobre el estímulo a percibir y su conceptualización. Esto es así decisiva que la realidad misma; es decir, sus esquemas previos, apoya-
porque el proceso perceptual es profunda y radicalmente cognitivo, es dos en deseos, ideas, intereses, actitudes, etc., conforman y moldean
una construcción mental, de tal suerte que el sujeto percibiente cons- la realidad estimular percibida en mucha mayor medida que ésta mis-
truye incluso el estímulo que se prepara a percibir, en ocasiones, an- ma. A estas variables conceptuales que los sujetos emplean para ana-
tes de comenzar a percibirlo. lizar, ordenar, clasificar y, en definitiva, dar significado a los estímulos
Dentro de este aspecto general se encuentra el caso específico de del mundo que les rodea, es a lo que Kelly denominaba las «taxono-
los objetivos; es decir, de la intención con la que el sujeto que perci- mías», antecedente más claro de los actuales «esquemas» y de las Teo-
be realiza esta acción. No se presenta frente a nosotros el mismo es- rías de la complejidad cognitiva. Así, autores como Crockett (1965), apo-
tímulo en una interacción interpersonal -cargada de percepción in- yándose en este modelo, estudiaron cómo existen observadores cuyas
terpersonal- si el objetivo fijado por mí es el de rebatir a toda costa percepciones son simplistas a consecuencia de su bajo nivel de taxo-
lo que presente mi interlocutor (por ejemplo, en un debate politico) nomización, es decir, de complejidad cognoscitiva, que algunos eva-
o si el objetivo es resolver una situación problemática y encontrar, lúan a los demás a partir de taxonomías muy simples o más o menos
conjuntamente, las soluciones a ella (por ejemplo, en una reunión de rígídas o flexibles, etc.
un departamento en una empresa). El estímulo que se conforma es Según sea la mayor o menor complejidad de estos esquemas men-
radicalmente diferente en uno y otro caso. Se ha demostrado recien- tales, de una forma u otra se polarizará el juicio perceptivo y, por con-
temente la influencia de las instrucciones dadas a los observadores en siguiente se conceptualizará el estímulo. Debemos observar que, al
este sentido sobre la percepción: si se solicita a los sujetos que se fi- adentrarnos en estas cuestiones estamos ya sobrepasando el límite de
jen como objetivo el obtener juicios perceptuales sobre otras personas la conceptualización del estímulo para adentrarnos en las teorías
logrando la mayor precisión y seguridad posible en sus juicios, los ob- de la percepción interpersonal. Lo cual, por otra parte, no hace sino
servado:es utilizan categorías menos burdas y estereotipadas en sus reflejar la realidad psicológica del acto perceptivo, donde conceptua-
percepClOnes. lización del estímulo y percepción propiamente dicha constituyen ca-
ras de un mismo proceso sólo separables desde el punto de vista ex-
- Complejidad del esquema cognitivo. Uno de los aspectos de mayor positivo.
interés sobre la conceptualización del estímulo hace referencia, de ma- Dos de los modelos más relevantes sobre la complejidad del es-
nera directa, al hecho tantas veces señalado por nosotros, de que la quema cognitivo previo y la conceptualización del estímulo son los
percepción es un proceso cognitivo. de Tesser (1978) y Linville (1982).
En apartados posteriores analizaremos aspectos muy relevantes de Tesser afirma que para desarrollar la percepción los sujetos cate-
la cognición social directamente relacionados con la percepción y la gorizan primero por áreas de conocimiento (estímulos físicos, perso-
comunicación. Uno de estos aspectos hace referencia, precisamente, nas, grupos sociales, políticos, etc.): sobre estas áreas construyen los
al concepto llamado esquema. Los esquemas -profundizaremos sobre esquemas a los que nos hemos referido anteriormente, los cuales les
ello posteriormente- son la interiorización de las representaciones so- permiten realizar las inferencias necesarias para iniciar y desarrollar la

146 147
percepción. Los esquemas se diferencian en su nivel de complejidad 6.2. TEORÍA DE LOS RASGOS
y abstracción. A medida que el estímulo es más conocido el esquema
se complica, se hace más rico. La percepción, a través de los proce- Probablemente una de las teorías más importantes y pioneras en
sos superiores de pensamiento y memoria, va polarizando los juicios el campo de la percepción interpersonal es la de Asch (1946) sobre
sobre el objeto. Existen también diferencias individuales; hay sujetos los rasgos.
con tendencia a la formación de esquemas muy simples y otros que Este autor destacó que los sujetos desarrollan percepciones inter-
manejan esquemas complejos. personales rapidísimas a partir de unos pocos rasgos iniciales. Este fe-
La hipótesis de Tesser es que a medida que se complica el es- nómeno hace referencia a lo que habitualmente se conoce como pri-
quema como consecuencia del mayor conocimiento del estímulo el mera impresión.
sujeto puede emitir juicios más precisos, más rápidos y más defini- Sorprende -y sobrecoge, al tiempo- la rapidez y facilidad con
dos. Esto es lo que el autor denomina «polarización de los juicios ha- la que se realizan percepciones a primera vista, a partir de muy bre-
cia el objeto». En muchas ocasiones esta polarización se traduce en ves instantes de presentación del estímulo y casi sin datos. No sola-
juicios más extremos respecto al estímulo. Podríamos decir, que se mente se desarrollan percepciones simples acerca del otro, sino que
emiten juicios más firmes y decididos, que llevan a opiniones más ex- también se emiten juicios y valoraciones sobre ellos. Este fenómeno
tremas. está consolidado en todas las culturas importantes conocidas, de tal
Linville (1982) sostiene una teoría similar aunque, finalmente, lle- manera que es un hábito cognitivo muy extendido el formarse im-
ga a conclusiones aparentemente contrarias. Este autor desarrolla su mo- presiones duraderas de otras personas en base a los escasos datos del
delo en relación a la percepción interpersonal en situaciones de rela- primer contacto, ampliando después las opiniones, por inferencia, a
ción entre grupos, empleando también como concepto fundamental otras características de su personalidad. Sorprende, todavía más, la ca-
el de la complejidad o simplicidad del esquema cognitivo. El punto pacidad de determinadas personas (que no forman un grupo reduci-
de partida consiste en la constatación empírica de que los sujetos per- do, sino que constituyen un porcentaje elevado de la población nor-
ciben y evalúan de un modo más externo a los miembros del exogru- mal) para ofrecer un grado razonablemente alto de precisión en estas
po que a los miembros del endogrupo o grupo de pertenencia. Linville primeras impresiones perceptivas.
sostiene el planteamiento contrario a Tesser, puesto que afirma que La teoría de Asch propone que estas primeras impresiones se de-
«cuanto menos compleja sea la representación de una persona en un sarrollan a partir de unos pocos rasgos centrales, categorías, que los
dominio dado, más extrema será su evaluación de un estímulo perte- sujetos manejan con facilidad y que atribuyen a la persona percibida
neciente a dicho dominio» (op. cit., pág. 196). Ciertamente que los es- en base a unas pocas claves audiovisuales.
quemas cognitivos de los miembros del endogrupo deben ser más com- En este marco teórico se ha dedicado interés a dos cuestiones im-
plejos que los del exogrupo, puesto que el conocimiento de tales portantes. La primera de ellas hace referencia a la importancia de per-
personas -estímulo- es mucho mayor. Sin embargo, el hecho de cibir los rasgos en un determinado orden, con el objeto de conocer cuá-
que se extremen los juicios sobre los miembros del exogrupo no justi- les son los de mayor importancia, si los presentados en primer lugar
fica una conclusión directa en el sentido de que categorías o esque- o en último. Es decir, si se produce un efecto primacía o un efecto ulti-
mas más complejos lleven a menor polarización o juicios menos ex- macía. Los resultados no son, en este sentido concluyentes, y puede
tremos -del mismo modo que, bajo idénticas condiciones, tampoco decirse que, según el sujeto a juzgar y la situación, se produce un efeao
se justifica la interpretación contraria-o Resulta evidente que faltan primacía (es decir, los rasgos presentados en primer lugar son los de ma-
variables por considerar en este tipo de análisis. Así, por ejemplo, la yor relevancia a la hora de influir sobre la percepción final del sujeto),
variable más relevante, a la hora de desarrollar comparaciones entre tal y corno defienden autores corno Luchins (1957) o bien un efecto
los procesos perceptuales de miembros de un grupo de pertenencia ultimada, como es sostenido por otros autores (Anderson y Nor-
frente a miembros ajenos al grupo, remite a estados emocionales, tra- man, 1964). Este último caso se produciría cuando los últimos ele-
dicionalmente poco atendidos en los estudios de cognición social y mentos percibidos fuesen los más impactantes y, por consiguiente, du-
que sólo recientemente comienzan a ser considerados en su justa me- raderos, lo cual, adicionalmente, interferiría con el proceso de, conso-
dida (véase, por ejemplo, la obra de Echebarría y Páez Emociones, pers- lidación mnésica de los rasgos presentados en primera posición. Este es
pectivaspsicosociales, 1989). un proceso de interferencia retroactiva muy frecuente en la vida común,
donde las informaciones bombardean al sujeto, especialmente en el

148 149
mundo de la comunicación social. La situación contraria se dará partir de muy pocos indicios, el mecanismo sumativo podría ser el
cuando los datos iniciales de rasgos posean mayor poder de impacto, que prevaleciese, puesto que el observado carece del número sufi,ciente
lo que se puede ver favorecido por la menor cantidad de información de informaciones como para construir un modelo más complejo. En
presente en ese momento (al no haberse saturado el sujeto con los cambio, para percepciones más elaboradas, donde la información dis-
datos posteriores). Lo cierto es que una posición de equilibrio parece ponible fuese más amplia y el número de rasgos a manipular también,
la más adecuada en este contexto: según sea el tipo de información un modelo promedio podría ser demandado con mayor fuerza por los
que se transmita a partir de los rasgos, especialmente en cuanto a lo procesos de inducción perceptual.
significativa que sea para el sujeto receptor y sus categorías, resultará
de mayor importancia la información presentada en primer lugar o en
último. 6.2.3. Modelo central
La segunda gran área de investigación tratada dentro de este mo-
delo hace referencia a la forma en la que los rasgos se procesan para Fue el propio Asch el que sostuvo este modelo desde el principio
formar una gestalt configurada, es decir, una percepción compleja con del planteamiento de estos problemas (Asch, 1946, 1952). Según este
sentido que aglutine a todos ellos y les dé forma y sentido en un todo planteamiento, la percepción de personas se desarrolla en base a un
unitario que constituya la personalidad del estímulo percibido. Tres di- modelo de tipo gestáltico, donde se debe cerrar una configuración con
ferentes propuestas han sido hechas en este sentido: sentido. Este «sentido» o pregnancia se obtiene a partir de modelos pre-
viamente conocidos por los observadores y se apoyan en los rasgos
de mayor importancia. A estos rasgos es a los que Asch denomina
6.2.1. El modelo suma «centrales». De esta manera, se puede percibir a un sujeto (o a un gru-
po social) en base a muchos rasgos; sin embargo, puede ocurrir que
Fue propuesto por Fishbein y Hunter (1964) y es la aplicación más
la modificación de uno sólo de ellos, considerado central (pongamos,
sencilla que puede hacerse a la hipótesis de los rasgos. Según esta pro-
como ejemplo bastante frecuente, el rasgo «egoista»} modifique com-
puesta, el resultado final global de la percepción del sujeto que se tie-
pletamente la gestalt y, por consiguiente, la percepción total que se te-
ne en frente se realiza como una simple adición de los rasgos en él per-
nía de ese estímulo-persona.
cibidos a los cuales se les atribuye unas valencias o valores. Según este
Fue a partir de estas investigaciones y de tales propuestas teóricas
esquema, una persona es mejor percibida cuantos más rasgos positi-
y metodológicas que Osgood descubrió su famoso -y útil- diferen-
vos muestre, incluidos los de pequeño valor que también pasarán a
cial semántico (Osgood, Suci y Tannenbaum, 1957). Este diferencial se·
incrementar el resultado final. Obviamente, el mismo proceso se rea-
mántico hace referencia a las dimensiones fundamentales encontradas
liza en sentido contrario, respecto a los rasgos negativos.
por estos autores en diferentes culturas -y, teóricamente extrapola-
bles a la naturaleza humana, es decir, presentes en cualquier cultura-
6.2.2. Modelo promedio con las que las personas tienden a enmarcar todas sus percepciones.
Estas dimensiones son la evaluativa (algo es bueno o es malo), la de
Anderson ha realizado una propuesta que, en ciertas ocasiones, potencia (algo es fuerte o débil) y la de actividad (es activo o pasivo).
conduce a predicciones contrarias a las del modelo de suma (Ander-
son, 1965, 1974). Según este autor la mejor impresión se presenta al
ofrecer sólo unos pocos rasgos de valor positivo, los mejores, puesto 6.3. TEORIA IMPLÍCITA DE LA PERCEPCIÓN DE LA PERSONALIDAD
que no es la suma de todos los rasgos lo que da el resultado final de DEL OTRO
la percepción, sino el de las medidas de tendencia central. De este modo,
es mejor presentar al observador únicamente los atributos o rasgos más Muy vinculado a la propuesta de Asch del modelo central y al fe-
elevados, puesto que si son presentados todos, incluidos los de bajo nómeno de la correlación ilusoria de Hamilton (1979) explicado ante-
peso, entonces disminuiría el alto promedio obtenido con sólo la ex- riormente, se encuentra la Teoría implícita de la percepción de la per-
posición de los rasgos más importantes. sonalidad del otro propuesta por Kelly (1967, 1973).
Zanjoc (1968) ha sugerido que ambos modelos pueden ser com- Hace referencia al hecho de que los observadores cuando detectan
patibles. Para las percepciones rápidas e inmediatas, desarrolladas a determinados rasgos de personalidad en el actor le otorgan, de ma-

150 151
nera sistemática, otro conjunto de rasgos que consideran vinculados ción a los comportamientos de Imágenes mentales del sí mis~o (el
de forma axiomática al rasgo percibido. En realidad tales correlacio- autoconcepto) y su fortalecimiento a través del ataque, por medio de
nes no tienen por qué darse, aunque en las experiencias pasadas del prejuicios, contra grupos más débiles.
sujeto observador se hayan dado; pero el observador cree firmemen-
te en tales correlaciones fenoménicas.
Lo cierto es que estas correlaciones ilusorias que se producen a par- 6.4.1. Efecto halo
tir de unos pocos rasgos centrales se generan en base a los estereoti-
pos presentes en los grupos de convivencia o de referencia. Prejuicios Muy vinculado a todos estos procesos de generalizaciones e in-
y estereotipos sociales juegan aquí (como en casi todo lo relacionado ducciones perceptuales se encuentra el llamado efecto halo.
con la percepción y comunicación social) un valor muy importante. Este efecto no es sino una simplificación del mecanismo propues-
No obstante, se ha demostrado (Cronbach, 1955) que las diferencias to por Asch de los rasgos centrales. Consiste en percibir a los sujetos
individuales, incluso dentro de los mismos grupos culturales, pueden no ya a partir de unos pocos rasgos considerados centrales, sino de
ser importantes, de tal manera que cada sujeto desarrolla, con inde- uno o dos rasgos. A partir de este rasgo, en una especie de efecto
pendencia de los esquemas sociales estereotipados compartidos y pro- halo, se produce una sobregeneralización que conduce a inducir el res-
pios de su grupo social, su propia y particular teoría implícita de la to de los caracteres del personaje o actor observado.
personalidad del otro. Rasgos como «catedrático» o «juez" o «ministro» son ejemplos muy
claros de la capacidad de algunos de estos rasgos centrales para evo-
car un poderoso efecto halo.
6.4. PERCEPCIÓN ESTEREOTIPADA: LOS SESGOS PERCEPTIVOS

Como hemos visto, la Teoría implícita consiste en un conjunto de 6.4.2. El modelo de Hamilton
inducciones perceptivas desarrolladas a partir de unos pocos datos y
apoyándose en unas correlaciones previas, almacenadas en nuestra me- El modelo de Hamilton para interpretar la percepción social y es-
moria, las cuales pueden ser correctas (de hecho en muchas ocasiones pecialmente la percepción interpersonal se basa en el concepto esque-
lo son) o no. ma y, especialmente, en la forma de organizar los diferentes esquemas
Un caso particular de esta inducción perceptiva se da cuando la en la mente (Hamilton, 1981).
correlación entre rasgos es claramente incorrecta, burda, excesiva, etc. El autor concede gran importancia a la forma de organizar los es-
Se trata entonces de una percepción estereotipada, que parte de estereo- quemas porque postula la hipótesis de que el observador busca siem-
tipos culturales, sociales o grupales (subgrupales, en muchas ocasio- pre coherencia, equilibrio -gestalt, en definitiva- durante el acto per-
nes). Estas percepciones son verdaderos sesgos perceptuales, distorsiones ceptual. También busca el obtener impresiones equilibradas, coherentes.
en las inducciones, generalmente compartidas por todo el grupo so- Las impresiones obtenidas van siendo almacenadas en bloques que
cial al que se pertenece. constituyen unidades temáticas. Estos bloques temáticos se almacenan
Estos estereotipos son de enorme importancia de cara a la comu- en la memoria de forma separada, pero no de forma aislada y se or-
nicación social, puesto que se encuentran a la base de la formación ganizan en redes asociativas de carácter temático. Es decir, si estamos
de los prejuicios, los cuales, como se sabe, constituyen actitudes fuer- percibiendo, por ejemplo, un informativo en TV, encontraríamos blo-
temente arraigadas en el tejido social y de consecuencias muy impor- ques temáticos relacionados con el tipo de información que suele apa-
tantes. El estereotipo que surge de la percepción defectuosa no cons- recer, el estilo de locutor, la forma de presentación de las noticias,
tituye, en principio, una verdadera actitud, puesto que hace referencia etc., los cuales, a su vez, estarían constituidos por diferentes infor-
únicamente al componente perceptual y cognoscitivo, mientras que el maciones, por ejemplo: es un locutor joven, conservador, clásico, ex-
prejuicio, sí que se constituye como una verdadera actitud en la que cesivamente serio... El hecho de que la información se organice así es
se presentan los tres componentes de ésta: el cognitivo, el evaluativo muy relevante, puesto que postula un mecanismo de inferencias corre-
y el comportamental. La importancia que este tipo de percepciones lacionadas, desde el momento que la activación de una categoría au-
en las conductas sociales y, por ende, en la conducta de comunica- tomáticamente conllevaría la búsqueda de elementos presentes en tal
ción social, ha sido estudiada por Katz (1960), especialmente en rela- categoría.

152 153
· Com~ puede ve~se a partir de este modelo, la percepción de la rea-
lidad social compleja y de la interpersonal implica el compromiso de
proces~s cognmvos complejos, de carácter psicológico y psicosocial.
En realidad, la conducta que conocernos como comunicación social im-
plica, en .su origen más radical y primario, un complejo proceso de
procesarmento de la información el cual se desarrolla a partir de me-
carnsmos que entran de lleno en los fundamentos de la Psicología So-
cial Sociocognitiva.
Una co~prensión plena y rigurosa de la Psicología Social de la
CO~~ntCaClOn que p;etenda dar ~uenta d~ los fenómenos de la per-
cepcion y construcCl~m de la realidad social, de la percepción inter-
personal, de la atención y comprensión de la información así corno
de su influencia persuasiva, debe analizar, con cierto detalle: estos fun-
damentos socio-cognitivos, a los que dedicaremos la parte tercera de este
manual.
CAPÍTULO VII

El sujeto y su contexto: los canales de comunicación

7.1. NATURALEZA y CONCEPTO DE CANAL DE COMUNICACIÓN

Como es sabido, a partir del modelo matemático de Shannon y


Weaver (1949), se inicia un camino en el estudio de la comunicación
humana conocido como el paradigma infOrmático. Este paradigma car-
ga el acento, por vez primera, en el canal de transmisión (en el con-
texto informático de la obra de Shannon, bajo la consideración, fun-
damentalmente, de variable generadora de ruido y distorsionadora del
mensaje). Según este modelo, un mensaje emitido por una fuente, an-
tes de llegar al receptor debe pasar a través de un canal transmisor, el
cual puede generar ruidos o distorsiones, o bien emplear filtros de-
puradores propios de la naturaleza del receptor utilizado para la tra-
ducción (o transducción en el caso del ser humano directo), e incluso
por la actuación de intermediarios que seleccionen e interpreten en
su función mediadora (tal y como vimos anteriormente en modelos
como el del galekeeper). Por lo tanto, el planteamiento implícito que
subyace a este modelo supone que los canales de comunicación no
actúan únicamente con una «función vectorial» en el acto comunica-
tivo, sino que se les atribuye una capacidad clara y precisa de induc-
ción y modelamiento. Este tipo de planteamientos fueron recogidos
con decisión en la obra de McLuhan (1967), y aparecen fuertemente
sintetizados en su famoso postulado «el medio hace el mensaje» -es
decir, los canales de comunicación no tienen simplemente una fun-
ción vectorial en la comunicación social, sino que se les atribuye una

154 155
capacidad propia y específica de inducción y modelamiento- el cual de comunicación discreto, fijo y que prestaba, al tiempo, un cariz de
remite a su Teoría sobre la especificidad del medio. estabilidad al proceso de comunicación interpersonal.
Toda comunicación, incluso la interpersonal requiere de un canal Todos estos procesos aparecen vertebrados en torno a las presio-
de comunicación previamente establecido por la realidad social crea- nes psicosociales del momento, y han sido estudiados por la Psico-
da con anterioridad a nosotros; por la realidad social a la que hacía- logía Social contemporánea bajo diferentes prismas; uno de ellos, pro-
mos referencia en los primeros capítulos de este proyecto. En defini- bablemente el de mayor relieve, hace referencia al concepto de «acti-
tiva, por procesos psicosociales. Sería -como apunta Aranguren tudes» y «marcos de referencia», en cuanto conceptos o constructos
(1965)- un error pensar que la comunicación interpersonal más Ín- que nos ayudan a comprender estos fenómenos de creación de la re-
tima no está sometida a estas reglas de comportamiento social, y que alidad social. Un buen desarrollo de este amplio, y relevante, campo
no emplea este tipo de canales «previos». Canales quizá menos ma- de los fundamentos psicosociales de la información puede encontrar-
teriales, menos palpables. pero no por ello menos rigurosos. Pense- se en la obra de Buceta (1992).
mos, por ejemplo, en secuencias comportamentales comunicativas in- Al margen de este tipo de canales de comunicación creados so-
terpersonales tan íntimas como son el amor o la amistad. Ambas cialmente e intangibles físicamente, pero muy enraizados también en
transcurren a través de los canales previamente establecidos por el fenómenos netamente psicosociales, se encuentran los canales de co-
mundo al que se pertenece, por la cultura concreta y sus normas, usos municación que se establecen dentro de los grupos o entre grupos que
y costumbres, por el nivel socioeconómico, la raza (piénsese en la gi- interaccionan de forma natural. Son las llamadas redes o canales de
tana o esquimal) etnia o momento histórico. comunicación de las dinámicas de grupo.
Estos canales, enormemente plásticos y dependientes de las vigen-
cias, permanecen inalterados durante siglos o se modifican brusca-
mente en unos pocos años. En este sentido, hay que decir, tampoco 7.2. REDES DE COMUNICACION GRUPALES
se diferencian radicalmente de los medios o canales más «físicos», los
cuales evolucionan también por «saltos» temporales de mayor o me- El comportamiento humano se desarrolla, prácticamente en su to-
nor brusquedad. talidad, en grupo. La conducta interior, interiorizada, en aislamiento
Pensemos de nuevo en la conducta de aproximación amorosa. Su es, desafortunadamente, poco frecuente. Esta conducta, a la que Or-
forma de comunicación (su canal social) era, hasta hace relativamente tega se refería con frecuencia como de ensimismamiento, es absorbida,
poco, muy claro, rígido y definido: la declaración más o menos foro cada vez con mayor frecuencia, por nuestra cultura de comunicación
mal pero siempre explícita, clara y expresada por el varón; la respuesta social. Las consecuencias psicológicas que este fenómeno tiene, no
afirmativa de la mujer; la formalización de las relaciones de noviaz- sólo sobre la «capa" de realidad que se superpone a la realidad fe'
go; los largos paseos que durante este noviazgo se realizaban con la noménica que el sujeto percibe (a su percepción de la realidad) sino
novia siempre bajo la vigilancia atenta de alguna figura próxima a la sobre la forma misma de desarrollar su psiquismo y de activar unos
familia de ella (habitualmente una mujer) y que no dejaba a la pare- mecanismos cognitivos, conductuales y emocionales, es de enorme im-
ja otra posibilidad abierta más que el hablar (por eso se decía, y las portancia.
personas de cierta edad continúan diciendo, que fulanita «hablaba» De este modo, la comunicación humana deviene, cada vez más
con menganito); las pautas de la pedida, previa al enlace y, finalmente, grupal o social. La grupal, contrariamente a la introspectiva, no sólo
todas las reglas sociales de la preparación, desarrollo y celebración de no tiende a disminuir, sino que se incrementa en las sociedades con-
la boda. En este sentido, hasta el amor no reconocido socialmente temporáneas, especialmente en los entornos urbanos, donde los gru-
(ilegal o ilicito, pero con un hueco en la sociedad, es decir, vigente y pos (de trabajo, de amistades, de ocio, deportivos, de vecinos, etc.)
sujeto a vigencias), precisamente por ser vigente y estar sujeto a vi- son cada vez más frecuentes como forma de interacción interper-
gencias (como todo lo que existe socialmente, sin pertenecer a mino- sonal.
rías, sino a un conjunto más o menos grande del tejido social; analí- Uno de los factores psicosociales de mayor impacto sobre la co-
cese, como ejemplo reciente, el canal social preparado a la pornografia municación en grupo hace referencia a los canales de comunicación,
o la prostitución) aparece también definido en su canal de comuni- puesto que su número y disposición ejerce una poderosa influencia
cación, aparece, por así decir, pautado. La expresión, por ejemplo, «(PO- sobre este proceso. Es más, algunos autores como Shaw (1964), han
ner un piso» describe muy claramente el establecimiento de un canal sugerido que estos aspectos constituyen el núcleo del proceso grupal

156 157
y de la dinámica del grupo (no se debe olvidar que cuando se habl~ Redes de tres personas
de dinámica de grupo se hace referencia a un proceso básica y pri-
mariamente comunicativo). Para que un grupo funcione eficaz y ade-
cuadamente la premisa inicial y más importante es que la información
fluya libre, rápida, eficaz y sin distorsiones ni redundancias entre los
miembros del grupo. A nivel de estructura artificialmente construida
en esto consisten los organigramas empresariales, la cadena de man-
I\LLcLcL
Rueda Corncon Alfa Beta Molinete

do (piénsese en la militar, por ejemplo) y otros tipos de redes de co-


municación. Redes de cuatro personas

yynOOD
Con mucha frecuencia se desarrollan canales de comunicación
-en el sentido que venimos exponiendo- de tipo jerárquico, bajo
la premisa implícita de que éstos son los más eficaces. Este supuesto,
sin embargo, no sólo no ha sido validado empíricamente, sino que
existen datos que parecen ponerlo en entredicho. Rueda Cometa Cadena Círculo Diagonal Corncon
Bavelas (1948, 1950) ha sido uno de los investigadores clásicos en
este terreno, con aportaciones de enorme importancia. Una de las Redes de cinco personas
primeras consistió en descubrir que los grupos pueden establecer o
utilizar diferentes canales de comunicación, los cuales emergen en fun-
ción de variables netamente psicosociales, como la personalidad
de los miembros del grupo, el carácter de liderazgo, los roles jugados
por los miembros del grupo, las posiciones de autoridad, etc. Estos
canales así establecidos hacen referencia a una especie de relación «to-
pológica» entre los miembros del grupo: quién se comunica con
X(i'Y úú1'lifJJ
Rueda Cadena y Círculo Círculo
barrado
Círculo
doble
Círculo
triple
quién, si la comunicación es directa o a través de otro miembro del barrado barrado
grupo, etc. Los principales descubrimientos realizados por Bavelas y
su escuela han hecho referencia a cuestiones como los efectos de las
redes impuestas de comunicación sobre la emergencia del liderazgo,
el desarrollo de la organización, la eficacia de la solución del proble-
ma analizado por el grupo y las reacciones de los miembros.
Comcon Cadena Círculo Molinete
(X) (X)

7.3. REDES DE COMUNICACIÓN GRUPAL, EMERGENCIA DEL LIDERAZGO


Y DESARROLLO DE LA ORGANIZACIÓN

Leavitt (1951) encontró que las personas situadas en la posición cen-


tral de una red de comunicaciones tienen una gran probabilidad de
convertirse en líder del grupo. Este descubrimiento ha sido posterior-
mente verificado en numerosas investigaciones. Así, por ejemplo, Shaw
(1954) comparó las redes de comunicación producidas en dinámicas
de cuatro personas en rueda, en diagonal y en círculo (véase fig. 1) Y
descubrió que la mayor frecuencia en la aparición de líder se daba en
Fig. 1. Redes de comunicación usadas en investigaciones experimentales. Los círculos
la rueda. En un sentido muy similar, Shaw y Rothschild (1956), in- representan posiciones, las líneas representan canales de comunicación y las flechas in-
vestigando los canales de comunicación en redes de cuatro personas dican canales de una sola dirección. Adaptado de M. E. Shaw, «Communication net-
en rueda, diagonal y comcon, encontraron que sólo emergía el líder en works», en L. Berkowitz, Advances in experimental social psycbology. 1, 964,111·147.

158 159
d.os grupos de un total de ocho cornean y en diagonal, mientras que En definitiva, lo que estos datos empíricos demuestran es que la
siempre surgía un líder en los grupos de rueda. Este postulado se Cum- utilización de una red de comunicaciones centralizada predispone al gru-
ple.. ade~ás, interculturalmente, es decir, posee un amplio grado de po a desarrollar organizaciones centralizadas, mientras que cuando la
universalidad, tal y como han demostrado autores como Hirota (1953) red no implica ningún tipo de restricción o no coloca a nadie en una
trabajando con japoneses. posición muy centralizada -por ejemplo, en el círculo- se tiende a
Parece evidente, a partir de estos resultados que: 1) los canales de desarrollar una pauta de organización del tipo «cada uno con todos».
comunicación tienen una gran importancia en la emergencia de los lí-
deres y 2) que la persona situada en la posición más central de la red
de comunicaciones tiene mayor número de probabilidades de conver- 7.4. REDES DE COMUNICACIÓN Y ASPECTOS PSICOEMOCIONALES
tirse e~ el líder. Cuando la red está constituida por posiciones con una DE LOS MIEMBROS DEL GRUPO
centralidad más o menos similar, no es tan frecuente que surja un lí-
der. El mecanismo psicos<:Kial por el que discurre este fenómeno pro- Shaw (1954) Y Shaw y Rothschild (1956) han demostrado que los
bablemente hace referencia a la disponibilidad de infórmación y la con- canales de comunicación de los grupos influyen sobre los aspectos psi-
sigurente posibilidad de coordmar, con mayor eficacia, las actividades coemocionales de sus miembros, especialmente sobre componentes ta-
del .grupo. E~ta interpretación viene respaldada por el hecho de que es les como la satisfacción y la autovaloración. Probablemente el mecanis-
poslbl.e manipular la emergencia del líder proporcionando a uno de mo que incide sobre este fenómeno hace referencia a la mayor
los mlemb~os de,l.grupo mayor i~~ormación que al resto, con lo que, disponibilidad de información generada por ciertas posiciones centra-
de forma sisternáuca, sus probabilidades de emerger como líder se in- les de estos canales, así como por la percepción de mayor autoridad
crementan, incluso si ocupa posiciones marginales en el grupo. derivada de éstas (como hemos apuntado anteriormente). Estos miem-
Probablemente -aunque ésta es una hipótesis que no ha recibido bros, como consecuencia de tales aspectos, se sienten más motivados
el s~!lClente a~oyo empírico- exista también un fenómeno de per- y satisfechos. Puesto que la satisfacción y la motivación correlacionan
cepaon de autoridad por parte de los miembros del grupo respecto al fuertemente con el rendimiento, es de esperar que estos miembros
s~Je~o que o~upa la posición central, apoyada en experiencias y apren- rindan más que aquellos que ocupan posiciones periféricas en las re-
dizajes antenores, donde tal posición ha sido asociada frecuentemente des de comunicación.
a sujetos investidos de autoridad. ' Otro fenómeno de interés se desprende de este componente de
Las redes de comunicación parecen influir también de forma no- reacción emocional de los miembros del grupo en función de la po-
table sobre la organización del grupo. Un grupo se considera organi- sición ocupada en la red de comunicación: puesto que la moral del
zado cuando adopta una pauta fija de intercambio de informaciones grupo como conjunto depende de la satisfacción de sus miembros, y
d.urante el curso de la solución o discusión de un problema. Es de- puesto que esta moral -por vía de la satisfacción y la motivación an-
CIr, se refiere a la pauta informal de comunicación que es establecida teriormente mencionada- correlaciona con la eficacia del grupo, cabe
en el grupo dentro de los límites impuestos, precisamente, por las re- esperar (como en efecto ha sido) que los grupos con redes descentra-
des de comunicación existentes. lizadas de comunicación (por ejemplo en círculo o cornean) rindan más
Se h.an descubierto dos pautas básicas: «cada uno con todos» y la que aquéllos con redes centralizadas, como, por ejemplo, en rueda o
«ccntralizada-. En la primera toda la información disponible es trans- cadena (Cohen, 1961; Lawson, 1965).
miti?a a todos los miembros del grupo, los cuales desarrollan sus res- Sin embargo, se ha comprobado que la situación es algo más com-
pec~lvas tareas de fo:ma más o menos independiente. En la pauta cen- pleja. Cuando la tarea a desarrollar por el grupo no es complicada,
tralizada, en cambio, toda la información se canaliza hacia una sino que es relativamente sencilla y sólo exige una suma de la infor-
persona, la cual se ocupa de tomar decisiones y transmitir las res- mación, entonces las redes centralizadas son las más eficaces. En cam-
puestas a los demás miembros del grupo. bio, si la tarea es más compleja y es necesario realizar operaciones so-
Leavitt (1951) ha demostrado que las redes de comunicación en bre la información disponible, entonces las redes descentralizadas son
rueda, en Y ~ en cadena favorecen la formación de organizaciones cen- más eficaces en cuanto al tiempo y la precisión. Existe un importan-
tralizadas, mientras que el cír~ul~ no manifiesta una organización ope- te número de investigaciones que avalan estas conclusiones. Por ejem-
ratl\~a constante. Resultados similares han sido obtenidos por otros in- plo, en problemas sencillos de identificación, Hirota (1953) y Lawson
vestigadores, como Schein (1958) o Cohen (1961)_ (1964a) comprobaron que las redes centralizadas eran más rápidas que

160 161
las descentralizadas. En problemas más complejos, sin embargo, Mul-' das ellas muy relacionadas, entre otras variables, con el rendimien-
der (1960) y Lawson (1964b) encontraron que eran más rápidas las re- to. Actualmente, el concepto «independencia» ha sido ampliado
des descentralizadas. (Shaw, 1964) e incluye el grado de libertad con el que puede funcio-
pe
todos estos datos, se extrae la sólida conclusión de que la com- nar un individuo dentro de un grupo a diferentes niveles.
plejidad de la tarea es un factor decisivo para la eficacia relativa de
las diferentes redes de comunicación. No obstante, es preciso subra- 2. El concepto de saturación ha sido propuesto por Gilchrist,
yar, como muy bien ha planteado Mulder (1960), que la dimensión Shaw y Walker (1964) para referirse a la sobrecarga de comunicación
de centralización o descentralización de las redes de comunicación no experimentada por aquellos miembros de los grupos que se ~nc~;n­
equivale a la centralización o descentralización de las estructuras de tran situados en las posiciones centrales de las redes de comurucacion.
toma de decisiones, especialmente en estructuras de cierto tamaño, Estos autores han demostrado que cuando el nivel (óptimo» de in-
por lo que no se deben realizar generalizaciones apresuradas de las formación recibido en tal posición era sobrepasado, entonces los efec-
c?,nclusiones ~obre los canales de comunicación a toda la organiza- tos positivos de ocupar tal posición (efecto satisfacción, mayor rendi-
Clan, su organigrama y sus procesos de decisiones en relación a la ma- miento, percepción de autoridad, etc.) eran contrarrestados por los
yor o menor eficacia. efectos negativos derivados de tal saturación, hasta tal punto que se
deterioraban estas variables incluso por debajo del valor obtenido en
posiciones de red más desfavorecidas. A esta situación se le denomi-
7.5. MECANISMOS EXPLICATIVOS DE LOS EFECTOS DE LOS CANALES na (de posición saturada». Estos mismos autores han comprobado que
DE COMUNICACIÓN: INDEPENDENCIA, SATURACIÓN la saturación de comunicación puede afectar a diferentes puntos de la
E INCONGRUENCIA DE «STATUS>, red de comunicación simultáneamente dentro del mismo grupo, lo
que llevaría a un grupo saturado. En estas ocasiones s~ ha encontra-
. Todos .los efectos psicoemocionales y conductuales que hemos ve- do que tal saturación ejerce su mayor efecto ~negatIvo~ sobre el
nido ana,bzando se producen en los grupos y parecen poder explicar- conjunto del rendimiento del grupo.
se a partir de tres grandes conceptos: el de independencia, saturación Gilchrist y su grupo de colaboradores (1964) han distinguido dos
e incongruencia de status. tipos de saturación: saturación del canal y saturación del mensaje. La sa-
turación del canal hace referencia a la cantidad de canales, puntos o
1.. El concepto independencia fue propuesto por primera vez por redes de comunicación diferentes a los que debe atender una deter-
Leavitt (1951). Según este autor, «las diferencias de potencial de minada posición, mientras que la saturación de mensaje hace refe-
obtención de respuestas» estructuran las percepciones que los miem- rencia a la cantidad de información que le llega al sujeto, por uno u
bros presentan respecto a sus propios roles dentro del grupo. Así, en otro canal. Habitualmente ambos tipos de saturaciones se intercalan,
las redes descentralizadas, como el drculo, por ejemplo, los sujetos no para determinar el patrón final de saturación global de una determi-
perciben diferencias entre los miembros del grupo en cuanto a su ni- nada posición de red.
vel de accesibilidad a la información, lo que genera procesos percep- Actualmente se ha ampliado el concepto de saturación de posición
tuales de igualdad entre todos los mierubros del grupo (lo que facili- de red, incluyéndose en ella aspectos tales corno nivel de exigencia de
ta, como hemos visto, la moral más elevada). Por el contrario, los la posición, número de decisiones organizativas a tomar por la posición,
miembros de un sistema centralizado, como una rueda, perciben que importancia de tales decisiones, capacidad del sujeto que ocupa la po-
la persona (o personas) que ocupan las posiciones centrales disfrutan sición, valor IÚ liderazgo del sujeto, y complejidad de la tarea a realizar
d.e ,mayo: ,acces!bilidad a la información y, por consiguiente, son per- (es decir, grado y nivel de manipulación requerida por la información
cibidas diterencialmenre, como con mayor nivel de status (véase el aná- que llega a esa posición de red). . . .
lisis anterior sobre la percepción de autoridad respecto al miembro La noción de saturación, resulta muy útil para explicar la mayona
central del grupo). De este modo Leavitt dedujo que las redes o ca- de los fenómenos empíricamente encontrados en los procesos de co-
nales de comunicación en los grupos o, incluso, en estructuras pe- municación grupales. Por ejemplo, la posición central de red es la más
queñas, determinan la conducta a través de los efectos que ejercen so- vulnerable a la saturación, de tal forma que sabernos que la posición
bre la independencia de acción, lo que a su vez origina diferencias en central en una rueda es más vulnerable a la saturación que cualquier
la actividad, la precisión, la satisfacción y otro tipo de conductas, to- posición de una red descentralizada, como el círculo. De este modo,

162 163
cuando un grupo se enfrenta con tareas que no requieren un elevado' canal más adecuado es el escrito, frente al auditivo e incluso al audio-
nivel de manipulación de la información (tareas sencillas), entonces la visual (Chaiken y Eagly, 1976). Resultados muy similares a éstos han
exigencia de la comunicación no es elevada y la posición central tien- sido recientemente encontrados en el contexto de la información de no-
de a saturarse en menor medida. De este modo, la distribución de los ticias por el autor de este manual (DeFleur, Buceta y Cuesta~ 1993).
canales de comunicación en forma de rueda hace que el grupo sea Otros investigadores parecen haber encontrado, en cambio, que el
más eficaz en caso de tratamientos sencillos de la información (pues- canal audiovisual se constituye como el medio más eficaz en todas las
to que la rueda tiende a favorecer la suma de informaciones, gene- ocasiones (Worchel, Andreoli y Eason, 1976).
rando puntos comunes muy centralizados fácilmente saturables si la Lo cierto es que, como muy bien apunta Pastor (1988):
información es compleja). Por el contrario, cuando las exigencias de
Resultan tantos y tan variados los posibles canales de comunicación
manipulación de la información son elevadas -en tomas de decisio-
persuasiva que, tras tratar de analizar porrnenorizadamente ,las diferen-
nes de gestión de recursos humanos, por ejemplo- entonces las po- tes eficacias de cada uno, rebasaría, con mucho, la proporción que con-
siciones centralizadas tienden a saturarse con facilidad. Las redes des- viene conceder a este apartado. Baste recordar que, corno canales o me-
centralizadas, menos expuestas a la saturación, son más eficaces para dios para materializar la transmisión de un mensaje, se pueden citar,
resolver este tipo de problemas complejos. al menos, una docena: la conversación íntima, los contactos persona"
les o visitas, la docencia formal (conferencias, clases, charlas, sermo-
3. Incongruencia de status. Este concepto fue propuesto por Meo- nes), la correspondencia, el teléfono, telégrafo, teletipo y ordenador,
re, Johnson y Arnold (1972) para explicar algunos de los fenómenos además de los ya mencionados prensa, cine, televisión, radio y teatro.
derivados de la saturación por posición de red. Los autores encontra- Es verdad que este ingente número, prácticamente, se reduce bastante,
ron que se producía fácilmente un efecto de incongruencia de status ya que la actualidad está propiciando un supe.rdesarroll? de. los cana-
les artificiales de comunicación indirecta (televisión, radio, cine, teatro
cuando los sujetos que participaban en grupos de comunicación per- y prensa) en detrimento de los canales clásico,s, directos o c.ara a cara
cibían que miembros del grupo con su mismo status ocupaban posi- (conversaciones, citas, visitas, grupos de discusión, conferencias, clases,
c~ones diferentes dentr!? de las redes de comunicación. La incongruen- catequesis, mítines, sermones y debates), Aun así, sería necesario todo
aa de status genera tensión, falta de cohesión de grupo y disminución un programa de investigación para ~~scubrir, .aunque sólo fuera; el im-
de la productividad. De esta manera, podría pensarse que cuando el pacto diferencial de los canales auditivos y Visuales en los medios ma-
status de los miembros coincide con las posiciones que ocupan en la sivos de comunicación contemporánea (op. cit., pág. 451).
red, el rendimiento de ésta no disminuye, ni con tareas de manipu-
lación de la información complejas, en redes centralizadas, respecto a Este programa de investigación ha sido iniciado y, parcialmente
redes descentralizadas. Probablemente sucede que la congruencia en- desarrollado, por diferentes grupos de investigación, en~re los cuales
tre status y posición de red aminore los efectos de saturación en la se encuentra e! grupo de Melvin DeFleur en la Universidad de Syra-
red centralizada. cusa, nuestro propio grupo en la Facultad de Ciencias de la Infor-
mación de la Universidad Complutense de Madrid (DeFleur, Buceta
y Cuesta, 1993) y otros trabajos desarrollados, durante las últimas dos
7.6. MODALIDAD DEL CANAL Y EfECTOS décadas en Gran Bretaña, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Israel y Ke-
nia (Bart, 1964; Booth, 1974; Stauffer, Frost y Rybolt, 1981). .
Un poco más arriba decíamos, siguiendo el pensamiento de La complejidad e importancia de este tema. se puede ~preC1ar en
McLuhan (1967), que los canales de comunicación social artificiales e! trabajo de Kellerman (1985), donde tras revisar 233 arrículos rela-
no cumplen una simple [unción vectorial, de mera y pasiva transmi- cionados con el tema llega a la conclusión que tanto los procesos de
sión del lenguaje, de! mensaje, sino que disfrutan de cualidades pro- memoria como la influencia que los diferentes canales y medios de
pias de inducción y modelamiento. Algunos de estos aspectos son de comunic~ción ejercían sobre ellos, eran extremadamente complejos y
índole específicamente psicosocia1. que no existían generalizaciones firmemente consolidadas. A pesar de
Los datos que hemos presentado previamente parecen indicar que ello, DeFleur y colaboradores han determinado recientemente (DeFleur
el canal de comunicación interactúa con el tipo de mensaje (especial- y cols., 1991) que el consenso encontrado a partir de la evidencia acu-
mente con la dificultad de éste). Así, se ha encontrado que para men- mulada confirma que el recuerdo de noticias es mayor cuando se re-
sajes que requieren una manipulación compleja de la información, el cibe vía impresa.

164 165
Una de las aportaciones más recientes viene definida a partir del procesamiento perceptual y cognitivo muy próximo al desarrollado a
trabajo conjunto de la Universidad de Syracusa en Estados Unidos, través de categorías naturales. Esta hipótesis concuerda perfectam.ente
dirigido por M. DeFleur y la Facultad de Ciencias de la Información con la tradicional explicación que remite a l~ te~denc~a ?-e los ,S,Ujetos
de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por U. Cuesta y a percibir este medio no como una fuente pnmana de mfor~aclOn (es-
L. Buceta. Esta colaboración ha permitido, por primera vez en este pecialmente en ambientes socioculturales medios y altos), SInO como
campo, realizar una investigación experimental en la que se desarro- un medio de entretenimiento.
lla una comparación intercultural (entre la cultura norteamericana y De gran interés resulta el hecho de que los sui,etos españoles re-
la española). Dos importantes conclusiones pueden destacarse de es- cuerden peor las noticias emitidas a .través del ,?edlO ord~r;ador (tele-
tas investigaciones: (1) Los sujetos de ambas sociedades fueron vir- texto o Internet) que los norteamericanos. La Interpret~clOn pSI:O~O­
tualmente idénticos en su habilidad global para recodar noticias pre- cial más plausible hace referencia al hecho de que el nivel de hábito
sentadas en las condiciones de esta investigación. (2) Los dos grupos de uso de este medio es mayor en Norteamérica que en España, por
presentan patrones diferentes de recuerdo según los medios emplea- lo que lleva a la aplicación de automatismos perceptuales más rápidos
dos. Más concretamente, en este experimento, donde los «factores de y eficaces.
interferencia contextual» fueron eliminados, todos los sujetos recor- Finalmente no deja de sorprender el resultado según el cual el ca-
daron mejor a partir del medio «prensa». Sin embargo, los autores en- nal «radio" se presenta más eficaz para el recuerdo de información s~­
contraron que los sujetos norteamericanos recordaban de forma idén- cial en forma de noticias entre los españoles que entre los norteamen-
tica las noticias presentadas por el ordenador frente a las presentadas canos. Seguramente la explicación a ~ste fenóme,no reside en el ,t~po de
a través de un medio impreso, mientras el nivel de recuerdo del gru- tratamiento dado al estímulo, es decir, al mensaje: en Norteamenca las
po español disminuía sensiblemente al enfrentarlo al ordenador por noticias emitidas por radio son presentadas con muy pocos detalles, .se
comparación a la prensa. La radio presentó un patrón de interacción limitan., por lo general, a sumarios muy breves o boletm~s .. En ,cambIO,
contrario al ordenador: el efecto diferencial debido a la cultura pare- la radio española no s?lo presenta mayor número ~e noucras SInO que,
ce favorecer al grupo español, puesto que entre éstos aparece mayor además, aparece defilllda de manera ligeramente diferente.
recuerdo a través de la radio que de la televisión (la cual, por otra
parte, no presenta diferencias culturales y aparece, en ambos grupos,
como la tercera en eficacia). 7.7. CANAL DE COMUNICACIÓN Y DOBLE FLUJO COMUNICATIVO
Las interpretaciones a estas diferencias interculturales (y también
mediáticas en base al canal de comunicación) poseen un fuerte com- Katz y Lazarsfeld (1955) descubrieron un efecto producido a tra-
ponente psicosocial. vés de los canales de comunicación el cual ha SIdo denominado do-
En efecto, el hecho de que el canal audiovisual (TV) se presentara ble flujo comunicativo. En realidad consis~e. e? la interacción entre. dos
en tercer lugar en eficacia, a pesar de la presencia de este aparato en canales de comunicación: el propio o InICIal por el cual es enviado
la casi totalidad de los hogares y de su uso continuo, se debe a varia- primariamente el mensaje y el inrerpersonal, encargado de transrrutir-
bles cognitivas. Existe una fortísima evidencia empírica según la cual lo a otros receptores (debe decirse que, en ocasiones, este efe~to ~a
se confirma que la gente no aprende tanto (en cuanto a aprendizaje sido catalogado como un efecto ruido o interferencia del can.al pnmarJ(?
de «contenidos informarivos») de la televisión como de la prensa, con o inicial). El fenómeno consiste en una especie de filtro Interpretati-
independencia del país o cultura. Esto es generalmente interpretado vo constituido por los líderes de opinión imperantes en cada grupo
como el resultado. de patrones diferentes de atención (y otros factores primario, los cuales filtran e interpretan los estimules que aparecen
de interferencia contextual que, en este tipo de investigaciones, es ge- en los medios de comunicación social y los transmiten a los grupos
neralmente controlado o relegado a «varianza error») asociados a la te- sobre los que ejercen su influencia; los miembros de e~tos grupos: en
levisión. También se ha explicado este efecto en base a las diferencias ocasiones, son más influidos e impactados por las actitudes ~a11lfes­
cognitivas que subyacen a la forma de percibir y procesar la informa- tadas por sus líderes que por los estímulos directamente recibidos l?or
ción televisual frente a la impresa (Gunter, 1987). En este sentido re- el canal mediático. En definitiva se trata de una espeCIe de comunica-
cordamos la conocida teoría de Krugman sobre la audiencia pasiva, se- ción en dosfases (tres si se incluye el efecto gatekeeper comentado ante-
gún la cual los procesos atencionales protoperceptuales que se aplican riormente, el cual implica una selección previa de los estímulos, su
al enfrentarse al medio televisor son de tipo «pasivo» y conducen a un forma, momento y contenido, a emitir),

167
166
Existe una cita de Aranguren sobre los canales de comunicación,
que siempre nos ha resultado de gran interés y que aparece cargada
de hondo significado psicosocia! y filosófico, que puede resultar muy
útil como cierre de este apartado:

Como tantas veces se ha dicho, está empezando ahora la era de una


auténtica historia universal, pues el acontecimiento ocurrido en el lu-
gar más remoto, comunicado al momento (gracias al gran número de
canales de comunicación contemporáneos), repercute en la suerte del
mundo entero. Nunca, hasta ahora, había podido ni aun soñarse tal
solidaridad de destino entre los hombres... Pero a la vez los grupos
-grandes bloques, naciones, etnias, clases y status sociales, etc.- sub-
sisten. El pluralismo y aun el inconformismo son, frente al ideal ruso-
americano de la "conformidad», del «ajustamiento», del «consensus»
TERCERA PARTE
universal, un elemento de dinamismo social de todo punto necesario
y, en este sentido preciso, del «individualismo»... La democracia au-
téntica, progresiva, viva, resulta de una dialéctica de socialización (= Modelos cognitivos contemporáneos
comunicación en sentido amplio) e individualismo, «marginalidad» o
inconformismo.
de la comunicación
Mas, de otra parte, democracia, en un sentido más extenso que el
político, es lucha por mantener -frente al privilegio, el monopolio,
el secreto- la integridad de la red de los canales de información y la
plena libertad de comunicación, en ambas direcciones, a través de to-
dos ellos. Vimos ya que información y entropía se hallan en razón in-
versa. Según lo que podríamos llamar metafisica cosmológica de Nor-
bert Wiener (en su obra Cibernéticay Sociedad, Ed. Buenos Aires; la
nota es nuestra), justamente porque el mundo en su totalidad está so-
metido a la segunda ley de la termodinámica, también lo está la co-
municación que, al igual que toda la energía, sufre -aquí por el rui-
do, las interferencias y la confusión que disipan una información ya
irrecuperable- una «caída» o tendencia al equilibrio estático, a la en-
tropía ... en suma, a la muerte. El sentido del mundo es, cuando me-
nos, dramático. Pues en medio de esa pérdida o consunción general de
energía hay "islas» locales y temporales de entropía decreciente, de ori-
gen orgánico y principalmente humano, en las que se desencadenan
energías naturales, se producen homeóstasis o equilibrios dinámicos y
existe vida individual y vida cósmica. La lucha por la vida -en un
sentido, como se ve, muy diferente del «darwinistav--; la liberación de
energía e información, frente a la siempre amenazante entropía, el afán
de actividad y comunicación constituyen la noble tarea, el elevado des-
tino intramundano del hombre sobre la tierra (Aranguren, 1965, pági-
nas 134-136).

168
CAPíTULO VIII

El procesamiento de la información

A partir de los años SO, como consecuencia de la influencia de los


estudios derivados de la cibernética, de la inteligencia artificial y de la
teoría matemática de la información, se produce la aparición de nue-
vos modelos de estudio de la conducta humana, muy alejados de los
puntos de partida anteriores (conductistas, psicoanalistas, gestaltistas,
humanistas, funcionalistas, etc).
Este nuevo enfoque se caracteriza por interpretar la conducta hu-
mana especialmente en términos de la influencia de la estimulación
recibida por el sujeto (concebida ahora en términos no ya de es ti-
mulación, sino de «inforrnación») y, sobre todo, por la forma en que
esta información es procesada por los sujetos.
Como apuntan Garzón y Seoane (1982), puede decirse que hay
tres características, dentro de este paradigma, que reflejan el cambio que
se produce a partir de la década de los 50:

J. «El desarrollo de la teoría de la informacíón y los estudios de


inteligencia artificial condujeron a los psicólogos a plantear que
el sujeto que aprende es un procesador de información. El suje-
to, cuando adquiere información sobre el entorno, no la re-
gistra tal cual, no es un mero receptor, sino que la elabora en
función de los contenidos que ya posee. Una serie de meca-
nismos que pone en marcha serán los responsables de relacio-
nar la nueva información con viejos contenidos. El sujeto, en
el procesamiento de la información, no es una tabula rasa;
como lo concebía el asociacionismo... »

171
En efecto•.1:> que ha ocurrido es que el nuevo paradigma, El cambio de orientación teórica que venimos comentando impli-
de enorme utilidad de cara al estudio de las bases psicosocia- có, necesariamente, "un cambio en la .metodologia. Por un lado, se co-
les de la comunicación, se centra ahora en el intento de com- menzaron a emplear otros métodos diferentes al puramente experi-
prender qué es lo que los sujetos realizan con la información mental, ampliándose el ámbito de desarrollo de las investigaciones
que les llega. En cierto modo, éste es un enfoque contrario al fuera de los· laboratorios clásicos, los cuales proporcionaban gran va-
que durante muchas décadas había dominado a la psicología lidez interna y de constructo pero muy baja validez de generalización
cie~tífica. la cual contemplaba a estos procesos como secun- y ecológica, en el sentido de que la situación de laboratorio clásica,
danos.' y los relega?a a la denominada «caja negra,), Lo que tremendamente artificial, perjudica notablemente la contrastación y
sucediese en esa caja negra no era relevante para un estudio- desarrollo de modelos que se basan, precisamente, en el contenido
so de la conducta; para éste, lo único relevante era el resul- significativo de la estimulación, incluida la contextual. Esto influyó,
tado final, la salida de la caja, el outpUl generado, es decir, la al mismo tiempo, sobre el tipo de material empleado. Por ejemplo,
conducta y, a lo sumo, se podía conceder importancia al es- predominó la utilización de material cargado de significado no rela-
tímulo. al input, pero únicamente como responsable directo cionado -recuerdo libre- y relacionado -verificación de frases, me-
de la respuesta generada: el procesamiento de la información moria de relatos con sentido, etc.
se centra más en estudiar qué es lo que ocurre cuando el Los investigadores de estos fenómenos se han concentrado en el
sujeto adquiere nueva información que en el problema de estudio de dos áreas fundamentales: por una lado el conocimiento de
lo que aprende. Es el énfasis en los procesos internos frente cómo la información que se presenta a un sujeto es elaborada por éste;
al estudio de los estímulos y las respuestas del víejo para- es decir, el estudio de los procesos comprometidos en ~I mecanismo
digma. de captación, almacenamientoy recuperación de la información. Por otro
2. Por otra parte, se produce un cambio muy relevante en el lado, se enfrentaron a otra área importante de problemas: la inter-
modo de concebir las asociaciones. Éstas no son rechazadas a pretación de la memoria como un sistema compuesto por diferentes es-
pesar de que se cargue ahora el acento en el procesamiento 'de tructuras o tipos de almacenes de la información procesada.
la información, Antes al contrario, este procesamiento se apo- Puesto que los mecanismos de selección de la íntormacion, captación
ya, parcialmente, en el concepto de asociación. La diferencia y recepción han sido ya planteados por nosotros en el apartado dedí-
esencial radica en que esta asociación no es meramente mecá- cado a la atención y la percepción, nos centraremos ahora en los me-
nica, pasiva, establecida entre dos estímulos sin sentido para el canismos restantes, es decir, la elaboración, almacenamiento y recupera-
sujeto (o entre un estímulo y una respuesta), sino que ahora ción de la información.
la asociación. se basa en el sentido, en el .significado de los estí- Los modelos que se han preocupado de estudiar estos fenómenos
mulos; precisarnente en el aspecto marginado hasta ese mo- han sido denominados estructurales, en cuanto parten del postulado se-
mento. Tal asociación se produce en términos de relaciones gún el cual desde que los sujetos perciben la estimulación que con-
CO?c:ptuales o categoriales, de ~~racterísticas, de categorías se- tiene la información hasta que ésta pasa a ser asimilada y a pertener
manttcas (como tuvimos ya ocasion de apuntar al analizar las a su, digamos, «bagaje), pasa a través de diferentes estructuras de alma-
teorías de la percepción de la realidad social). cenamiento. En cada una de estas estructuras la información es some-
3. La tercera característica hace referencia a un aspecto inevita- tida a una elaboración diferente, que permite su adecuado procesa-
ble de la evolución teórica: remite a la evolución metodológica. miento y almacenamiento con el objetivo de ser integrado en el
Tal y como apuntamos en las primeras lecciones de este libro, sistema cognitivo del sujeto y, una vez conseguido esto, encontrarse
uno de ~os aspectos más característicos, relevantes, complejos disponible para su recuperación.
y sometidos a mayor evolución dentro del área de conocí- El esquema inicial es relativamente simple: la estimulación que al-
n:ie~to de las cienci~s de la comunicación social, es el epis- canza al sujeto es percibida -si previamente se le presta at.ención,
termco y, muy especialmente, el metodológico. En este senti- como se vio en el capítulo dedicado a la percepción- y retenida, du-
do, el avance metodológico se produjo como consecuencia de rante un intervalo de tiempo muy breve, con el objeto de analizar sus
diferentes in~uencias, algunas de las cuales han sido ya apun- características físicas más básicas y desarrollar una clasificación muy
tadas. Pues bien, en este contexto debe situarse esta tercera ca- elemental en términos de variables tales como forma -visual, auditi-
racterística. va, táctil o de otro tipo. A este proceso de almacenamiento se le de-

172 173
nomina almacén sensorial. Una vez desarrollada esta labor de análisis el reconocimiento de la forma del estímulo o la extracción de las ca-
«físico» de la estimulación, se produce una cierta reestructuración y racterísticas mínimas para su reconocimiento con sentido para el su-
selección de la información así tratada, de tal modo que la informa- jeto. Es evidente que este sistema está muy relacionado con el meca-
ción que sea considerada de interés por el receptor pasa a formar par- nismo explicativo de la atención, responsable de fenómenos
te de otro almacén también temporal, pero de mayor capacidad (tanto atencionales como el que denominamos en páginas arireriores finóme-
en volumen de información que puede almacenar como en el tiem- no cóctel o fenómeno de filtración de la información, según el cual esta-
po durante el cual la puede retener): es el denominado almacén o me- mos prestando atención por debajo de los umbrales de la conciencia
:noria a corto plazo. Finalmente, existiría un mecanismo responsable de a la estimulación que nos llega; seleccionarnos la que nos resulta re-
mtegrar esta i~formaci~n con los sistemas propios del sujeto, con lo levante y marginamos, inhibimos la que no es de interés para noso-
~ue la nueva, mform~clón pasaría a formar ya parte de este sistema tros. En sentido estricto, la memoria sensorial no es la verdadera res-
integrado .de informaciones de los sujetos. A este mecanismo es al que ponsable de esta selección, puesto que tal actuación, implica ,la
se denomina almacén o memoria a largo plazo. intervención de un procesamiento relativamente complejo de la In-
Este tipo de modelos fueron propuestos por autores como Atkin- formación, lo cual no ocurre en la memoria sensorial (ésta, en princi-
son y Shiffrin (1968). pio, es únicamente responsable de mantener el material retenido lo
é Cuál es el mecanismo explicativo propuesto en este tipo de mo-
suficiente como para que se desarrolle el análisis de la forma y la ex-
delos res~ecto a estas tres grandes estructuras de procesamiento y al- tracción de un cierto significado; no está claro si tal extracción se de-
macenamiento de la información que hemos denominado almacén sen- sarrolla aquí o en colaboración con la memoria a medio plazo o,
sorial, almacén a corto plazo y almacén a largo plazo? como veremos a continuación, en una especie de memoria de trabajo).
Este mecanismo (ya se apuntó en su momento) es de gran im-
portancia en el campo de la comunicación social, puesto que es, en
8.1. EL ALMACÉN SENSORlAL
gran parte, el responsable de fenómenos como el del olvido de la es-
timulació n emitida por los medios de comunicación social,
~no de los he~hos .más patentes del psiquismo humano es que su En efecto, como consecuencia de la enorme saturación y ruido a
realidad e~ construida,. vl\~e en un universo simbólico, representado, car- la que se ven sometidos los organismos en las organizaciones sociales
gado de símbolos y significados. Esta es, precisamente la esencia de la y urbanas contemporáneas, tanto a través de los medios de comuni-
comunicación, puesto que ésta consiste en la capacidad de transmitir cación como de otro tipo de «ruidos. emitidos por el entorno, el or-
a !~s dem.ás un conte!lido altamente s,imbólico, lo que permite tras. ganismo se ve incapacitado para procesar tal cantidad de información.
rrunr una ingente cantidad de información en brevísimos intervalos de Como consecuencia de esto, aparece el fenómeno de la inhibición ac-
ti~mpo, a través ?e distancias casi infinitas y mediante un procedi- tiva de la estimulación. Es decir, los organismos reciben la informa-
miento muy sencillo (cuando menos una vez que se ha aprendido a ción, analizan su interés y desechan la que no resulta útil o atractiva.
ha~~ar, lo cu~l, en condiciones normales, y a pesar de la enorme com- Los investigadores sociales conocen bien este fenómeno que, en
plejidad que Implica, resulta sencillísimo y cómodo de aprender). términos de análisis estadístico, se denomina «efecto de impacto, no-
Es evidente que la estimulación que nos llega no es de esta natu- toriedad y atribución» del estímulo. Por esclarecer, y destacar, la im-
raleza. La inf?~mación que nos llega consiste en energía estimular, en portancia de este fenómeno puede indicarse el siguiente dato: la no-
cuantos ener~etIcos. Una de las primeras funciones que debe desarro- toriedad de un estímulo publicitario emitido durante un mes por la
llar el organismo, una vez que la información en forma de estímulo TV, con un nivel de creatividad medio (y, por consiguiente, un po-
impacta sobre él, consiste, precisamente, en analizar las características der de captación ateneional medio), en el sector del automóvil, con
~el ~stímulo para extraer de él la información pertinente y darle un una cobertura del 90% de la población considerada target o audiencia
significado, una forma. Para realizar este trabajo necesita de un míni- objetiva y con una distribución de OTS. de 10 (es decir, como me-
mo ?e tie~po: el cual,. por pequeño que sea, es mayor que la pre- dia) cada miembro de la audiencia ha sido impactado por ese estí-
sencia en termmos de tiempo del propio estímulo, que en ocasiones mulo en ese mes 10 veces, O.T.S. = Opportunity ro See) es únicamente
es muy breve. Pues bien, el sistema de almacenamiento de informa- del 50%. Es decir, que de ese estímulo (que según los datos de co-
ción sensorial se encarga precisamente de esta función: de mantener bertura y OTS. ha visto todo el mundo unas 10 veces) sólo se acuer-
el estímulo el mínimo tiempo necesario para que pueda desarrollarse da un 50% de las personas a las que iba dirigido.

174 175
Sperling (1960), Averbach y Coriell (1961), Solso (1979) y otros Actualmente se sabe que no está tan clara la independencia pos-
autores, proponen que cada modalidad sensorial dispondría de su co- tulada por Miller entre cantidad y unidad de información (si en un
rre~pondiente. ~em~ria sensorial, de tal forma que, por ejemplo, un chunk se introduce demasiada información deja de ser efectIVO). Tam-
estímulo auditivo dispondría de una memoria eoica o auditiva, dife- bién se conoce que el proceso de recodificación está vi~~ulad~ a l~ me-
rente a la que correspondería a un estímulo visual, que dispondría de moria largo plazo y, probablemente, a procesos cognitivos supenores,
una memoria icónica o la correspondiente a los estímulos gustativos o tales como los comprometidos con el análisis semántico: .
táctiles. Las características fundamentales de estas memorias serían co- En un principio, a partir de trabajos como el de Atkinson y Shif
munes y podrían así sintetizarse (Delclaux y Seoane, 1982): frin (1968) se pensó que esta memoria procesaba y aln:acenaba la m-
formación apoyándose en un código especialmente, acasaco. La I,n~~r­
1. Registran textualmente la información. No hay elaboración de mación era leída, registrada, escuchada y, por medio de la repetrcron
ningún tipo: es la persistencia del estímulo físico. transmitida a la memoria corto plazo. Se suponía que el fenómeno
2. Cumplen la función de proporcionar el tiempo suficiente a la de la repetición, tan característico de los procesos de procesamiento
est!mulació~ recibi,da para que otros mecanismos extraigan y almacenamiento de la información, permitía, ~ásicamente, r~codl­
la información pertmente para su elaboración. ficar la información de la modalidad correspondiente a su estimula-
3. Son de breve duración. Se trata de un almacén transitorio en ción y percepción, al código acústico.
el. más estri~to sentido del término: su capacidad es muy li- Sin embargo, estudios posteriores como los desarrollados por Sh~­
mirada, su tiempo de duración muy breve y, finalmente, la in- pard (1973) y por Kosslyn (1978) han concluido que en la memona
formación desaparece de ellos completamente: o bien es codi- a corto plazo la codificación visual e ima.~inativa J~ega un p~pel, tam-
ficada o bien se pierde definitivamente. bién muy importante en la representaclOn de la información, Junto
con un procesamiento, probablemente a nivel todavía elemental en
este estadio, de tipo semántico (Shulman, 1972). Respecto a los pro-
8.2. ALMACÉN DE MEMORlA y PROCESAMIENTO DE LA INFORMACION cesos de recuperación de esta informaci~n ~la cual perI?anece dispo-
A CORTO PLAZO nible durante cierto tiempo y, por consiguiente, susceptible de ser lla-
mada- parece ser que ésta se produciría en base a un esquema de
La información que es adecuadamente reconocida y seleccionada tipo exhaustivo y serial (es decir, se produce búsqueda sobre el con-
por el almacén de memoria sensorial pasa, como especificábamos, a junto de la información disponible, de forma exhaustiva, y de forma
un pr?ceso superior donde se almacena por más tiempo y donde es no paralela, en diferentes «categorías» simultáneamente, smo de modo
sometida a nuevos procesos de codificación. Este nuevo almacén es el consecutivo, es decir, serial).
denominado, en estos modelos, de corto plazo.
, Uno .de los primeros autores en proporcionar una explicación cien-
títica y ngurosa de la estructura y funcionamiento de este almacén fue 8.3. ALMACÉN DE MEMORlA y PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
Miller (1956), quien propuso que la memoria corto plazo consistía en A LARGO PLAZO: MEMORIA EPISÓDICA Y SEMANTICA
un sistema de almacenamiento y procesamiento de la información de
capaci~ad limit.ada donde se recogía la información proveniente del Cuando se habla de memoria y procesamiento de la información
almacen sensonal. Para poder superar los límites de esta falta de ca- a largo plazo se está haciendo referencia nada menos que a todo el
pacidad, en la memoria corto plazo se produciría un procesamiento bagaje cultural y cognitivo del sujeto. A su forma y modo de recor-
de la información relativamente complejo denominado chunking (agru- dar (y representar el mundo). .
pamiento), conststente en codificar la información a un nivel relati- En cierto sentido, esto es así. Aunque la memona a largo plazo no
var:tente simple, agr~pando los estím~los en grupos compuestos por es un almacén infinito, sino que se producen fenómenos de distor-
unidades, A estas unidades las denommóchunk. La codificación, por sión y olvido, representa, de la manera más rudimentaria posible, si
consiguiente, hace referencia al fenómeno de formar estas agrupacio- se quiere, el lugar o proceso donde se almacena todo lo que un su-
nes o chunks. Así, por ejemplo, una lista de números puede memori- jeto ha recibido como información. Visto así, representa una forma de
zarse agrupándolos de dos en dos (como con frecuencia acontece en estructurar y conocer el mundo. " ., ' .
por ejemplo, la memorización de un número de teléfono). ' En 1972 Tulving planteó que, en realidad, existirían dos niveles di-

176 177
ferentes de memoria largo plazo: la memoria episódica y la memoria se- do de forma analógica. La teoría, corno su propio ?ombre indica, pr~­
mántica. pone un procesamiento dual: junto a este mec~msmo basado en, co-
Los estudios más clásicos sobre procesamiento de la información digas imaginativos de tipo fundamentalme~te visual, se en~ontrana el
y su posterior ~lma~enamiento y recuperación, tal como el que se pro- empleo de una codificación semántica, es decir, d: ,una espeCl~ d.e alma-
duce en una situación típica de comunicación social y posterior va- cén para el significado, en el que la representacron de los slg~lficados
loración de los llamados «efectos» de esa comunicación (tales como -de los conocimientos, para ser más exactos- se desarrollarla a p~r­
el cambi,o de actitud) h~cen referencia a la llamada memoria episódica. °
tir de procesos de codificación lógica, prop'osicional conceptual. Est?s SIS-
Esta hana. pues referencia al modo en que un sujeto almacena y re- temas están interconectados, en el sentido de que los procesamIentos
cupera la información que p~eviamente ya conocía, pero que se le pre- se realizan uno junto al otro (es posible que, incluso, en paralelo) pero,
senta en un contexto espacial y temporalmente determinado y con sin embargo, son independientes mutuam.ente.
una articul~ción y sen~ido específico de esa situación. Así, suponga- Dentro de la estructura de almacenamiento a largo plazo, en el as-
mos, por ejemplo, el discurso de un político. En este caso se está ex- pecto definido por Tulving (1972) como me.moria episódica, uno de
poniendo una información que el sujeto ya conoce (en cuanto a que, los puntos más relevantes y de mayor interes hace referencia al me-
al menos, conoce las categorías que se emplean para transmitirle esa canismo de recuperación de la información, . .
información, tales como las lingüísticas, las de percepción interperso- Piénsese que, en definitiva, una vez que el s~J,eto se ha .VISt? ,en·
nal tipo «político», «discurso», etc.) pero articulada de una determi- frentado con el material y le ha prestado la atención necesaria, SI ~ste
n.ada forma y en un context? muy específico. Si después el sujeto ol- no es muy complejo. como, de hecho, suele ocurrir en la comumc~­
vida lo que se le ha transmitido, no quiere decir que haya olvidado ció n social para el gran público, enton.ces,. ~l proceso que co~~a mas
los conceptos o las palabras allí expuestas; lo que ha olvidado es el relieve es, precisamente, el de la organizacion de la re.cuperaClon.
conte~to y l~ e~pecial articu~ación con que fueron presentadas, la cual Bousfield (1953) fue uno de los primeros autores mteresados por
otorgo un significado especial a esos patrones estimulares. esta cuestión. Este autor propuso su teoría sobre los proc~sos de or-
L~ memoria semántica, en cambio, haría referencia, de forma más ganización de la recuperación de la infor~ac,ión en l~s registros a lar-
amplia, a la representación del conocimiento que un sujeto tiene a su go plazo a través del modelo que denominó Clustering. Este modelo
disposición. En este sentido, se encuentra muy próximo a conceptos hace referencia al hecho de que los sujetos recuperan la información
como el de ~oeiología. del conocimiento de Berger y Lukman, aunque des- agrupándola por categorías (clustering = agrupamiento). Este modelo
de un paradigma psicológico en lugar de sociológico y de corte mu- ha sido posteriormente validado y complementa~o por autores como
cho más empírico. casi experimental. Diges (1980), los cuales han p~opuesto que los sujetos forman l?s clus-
En un principio se pensó que la memoria largo plazo consistía en terings o agrupamientos a traves de mecanismos de -orgarnzacion s:U,b-
un simple procesamiento semántico que se encargaba de codificar lo jetiva», es decir, en base a formación de. campos cuyo punto de uruon
percibido, transformarlo a códigos verbales y almacenarlos. Sin em- es establecido arbitrariamente por el sujeto.
bargo, actualmente se sabe que el modo de codificar o retener la in- Ambos aspectos, tanto el del efecto clustering como el de la ?rgk
formación viene determinado tanto por el tipo de tarea que compro- nización subjetiva. ponen de manifiesto el hecho de que ~os sujetos
mete a esta información (lo cual definirá el que esa información en almacenan el material en base a procesos subjetivos, a estrategias propias
concreto s,ea más susceptible de retenerse mejor visual que verbal- y, lo que es de mayor importancia, desarrolladas puntualmente, en un
mente o ytceversa) como por la estrategia de almacenamiento seguida contexto específico Y significativo. . ..' .
por el sujeto y no tanto, en cambio, por las características de la es- Esta puntualización posee implicaciones I~por~~ntes. ~ parnr de
tructura de la memoria. ella, Tulving (1972) propuso su Teoría de la codificaClon especifica, la c~al
L? ~ierto es que actualmente no se conoce con precisión qué tipo pone de relieve la interdependencia entre los proces,~s de cod~ficaclOn
de cod,lgo es ~l que se emplea en este almacén de memoria a largo pla- que hemos venido describiendo Y los de r~~uperaclon de la I~forma­
zo.AsI, por ejemplo, Belloch y Seoane (1972) proponen un código uni- ción. Esta teoría propone que la recuperaclOn .depende~ ,esenc~almen­
tano, constituido por, u?a representación proposicional. En el polo opues- te, de la forma en la cual se ha codificado la información, aSI como
to, autores como Pa1V1O (1971) proponen una Teoría de código dual: del contexto y los indicios que se hayan empleado al hacerlo. De es.te
existiría una memoria a largo plazo visual que haría referencia al em- modo se supone que al mismo tiempo que. se ~odlfica la información
pleo de códigos imaginativos, la cual se ocuparía de representar el mun- se codifican indicios o claves de recuperación Junto a ella.

179
178
Según este esquema la información queda almacenada junto con etiquetadas entre los conceptos. En este modelo se postula q~e el
unos indicios que servirán para su posterior recuperación, lo cual im- tiempo empleado para comprender .los ~ensaJes, ? para Juzgar SI son
plica que un déficit en dicha recuperación puede deberse a una mala o no ciertos, se determina por la distancia que existe e~tre los nud~s
codificación de la información o a una mala codificación de los estí- relevantes de la red. Ase siguiendo el ejemplo que se I1ust.ra a 'partir
mulos o indicios de recuperación. De este modo se postula que una de la red que se presenta a continu~ción, sería más rápido Juzo/ ar
información podría estar debidamente procesada y almacenada (es de- como cierta la información «Un canana es un ave» (puesto que solo
cir, disponible) y, sin embargo, el sujeto no tiene acceso a ella; deci- un eslabón separa los nudos correspondientes), que «Un canana es un
mos entonces que no está accesible. Disponibilidad y accesibilidad animal» (puesto que, aquí, es preciso atravesar dos esla.~ones) (C,?hen,
constituJ:en, pu.es, procesos claramente diferenciados, los cuales expli- 1977). Por consiguiente, se propone que la recuperaclOn de la infor-
can la diferencia entre obtener medidas de memoria a través del re- mación consiste en un proceso de búsqueda activa de intersecciones
cuerdo frente al reconocimiento, como muy bien apuntaron Ander- (intersecciones entre nudos, se entiende).
son y Bower (1972, 1973) en su modelo del doble proceso.
Animal

8.4. LA REPRESENTACIÓN DE LA REALIDAD SOCIAL Y LA ESTRUCTURA


DEL CONOCIMIENTO
Mamífero

. El problema de la memoria semántica es tan complejo que tras-


ciende al fenómeno de la comunicación y el almacenamiento de la
información. La memoria semántica hace referencia al contenido de
la memoria en cuanto almacenaje de la representación del conoci-
?K. ->.
Petirrojo
(tiene el pecho
Canana
(es amarillo)
Aguda
(fuerte)
Perro
(amistoso)
Gato
(independiente)
miento a largo plazo. En definitiva, al recuerdo a largo plazo de los rojo)
mensajes percibidos a lo largo de la historia del sujeto. En otras pa-
labras, se refiere a cómo los seres humanos estructuran y organizan Fig. 2. Un modelo de red jerárquico (adaptado de Cohen, 1977).
toda la información, conocimiento que adquieren sobre sí mismos, el
entorno y el mundo social; la representación de la realidad social y
la estructura del conocimiento, en definitiva (Seoane, 1982). Entre los modelos más conocidos de este tipo de retícula o red
El estudio de este importante proceso cognitivo se ha abordado destacan los propuestos por Quillam (1969), llamado Teachable Lan-
desde dos enfoques diferentes: el de los análisis estructurales y el de los guage Comprehender (TLC), posteriormente ampliado por Collms y Lof
análisis de los procesos. tus (1975) y el de Anderson y Bower (1973).

8.4.1.2. Modelos de características semánticas


8.4.1. Modelos de análisis estructurales
A este tipo de modelos se les de~omina, frecue~temer:te,. de dic-
8.4.1.1. Modelos de retícula cionario: Katz y Foodor (1963) propusIeron una te~na sernannca que
incluía un diccionario en el que las palabras apare clan definidas a tra-
Este tipo de modelos postulan que la unidad esencial de organi- vés de listas de rasgos o marcadores semánticos: Como apunta .Cohen
zación de la información es el concepto con significado (no el fone- (1977) el sistema es, en realidad, más complejo, puesto que mcluye
ma o el término, sino el significado). El conocimiento o la información otro tipo de mecanismos:
se organiza en retículas o redes de conceptos asociados entre sí. Esta
red puede organizarse en una estructura jerárquica de conjuntos y su- El sistema contiene también reglas de proyección, de tal forma que
perconjuntos en forma de árbol. Esta estructura está compuesta por nu- algunos sentidos de una palabr~ ,se rigen 'por otras palabras con las
dos y eslabones. Los nudos consisten en unidades atómicas que repre- cuales se combinan en una oracron. Por ejemplo, las palabras con el
marcador «inanimado» no pueden ser sujeto de los verbos con el mar-
sentan a los conceptos y los eslabones representan a las relaciones
181
180
cador «animado» así .
. ,q.ue, en este sistema, las montañas no uede información recibida de la memoria corto plazo a la largo plazo (uno
(;~~a;it~,o~~~.c~~).eros, nr las pequeñas colinas corno las ovejas ~vene~ de los procesos más relevantes dentro del esquema comunicativo,
puesto que sin él no existe, propiamente, comunicación en sentido
En. realid~d estos modelos surgieron, fundamental pleno, ya que no existirían efectos) no es automático. Este proceso de
reaCClOn o cnnca al modelo TLC de Quilliam h mente, como repetición (responsable, dicho por pasiva, del «no-olvido») es activo,

~!~~~I'::~;:~ePJ:fI~~~~e,mb~j~~i!:~~is~=,n~~~~f:e:e~:Ee:~:i~~
cognitivo, y compromete las estructuras de comprensión semántica.
Esta transformación del corto al largo plazo se realizaría, fundamen-
d ~o. suce e/n l?,s modelos de retícula, sino que un concepto deb~ talmente, estableciendo nuevos conceptos a través de la formación de
eulnntlrSe cen ~nCIoSn de un conjunto de atributos y rasgos. Como nuevas unidades de información o chunks, utilizando para ello conte-
ap an arzon y eoane (1982): nidos previos almacenados en la memoria largo plazo. Un ejemplo ex-
tremadamente simple -citado por Delclaux- y simplificado, pero es-
en Mantiene la idea de organización como retícula de interconexiones clarecedor, puede resultar muy útil para comprender este mecanismo:
cuanto que las ~aractenst¡cas que definen a un concepto pueden las letras VHS pueden convertirse en una unidad de información (un
a su vez, estar asociadas y definir a otro Dentro d i . ' chunk) si sabemos (memoria a largo plazo) que dichos ítems se co-
b t d fi . e os rasgos o atn-
.u os que e me n u.n concepto, unos serían más centrales y definito- rresponden con un tipo de cinta de vídeo concreta.
nos que .otros: el cnteno de «distancia semántica» se utiliza ta bi Posteriormente autores como Baddeley y Hitch (1974), han am-
et::
~~a l~lPO de, rep~~se.ntac!ón del conocimiento. La distancia s;m~~
eva, asi, ~ rstmguir entre conceptos muy relacionados con-
pliado estas teorías desarrollando más el mecanismo por el que ac-
ceptos poco relacionados (op. cit., pág. 134-135). Y tuaría esta memoria corto plazo. A esta reinterpretación de la memo-
ria corto plazo en lo que respecta a su funcionamiento o tipo de
fe (i~;eO)tiposde m °Sdhelobs han sido defendidos por autores como Cha- procesos se le ha denominado Memoria de trabajo.
En una línea similar han trabajado autores corno Craik y Lockart
y h
rrutn, O en y Rips (1974).
(1972). Estos autores han profundizado más en el estudio de los pro-
cesos a través de los cuales discurre el procesamiento de la informa-
8.4.2. Modelos de análisis de procesos
ción. La importancia de estos autores reside en que han roto con un
Este tipo de modelos surgen 1 . enfoque estático de los procesos, para subrayar un enfoque más di-
L d 1 como a ternanva a los estructurales námico-funcional: su planteamiento consiste en proponer que la me-
LOS mo de.o,s .estructdurales cargaban el acento en el análisis de las di~ moria funciona de forma continua, a través de diferentes niveles de
rerentes ivrsrones e la rnernori deci d
Los d I d ona, es ecrr, e su estructura mental. elaboración de los estímulos; así, el almacenamiento de la informa-
-n l e os e procesos focalizan su interés en el análisis de la for ción estará en función del nivel de profundidad de la elaboración que
~a en a que se produce el_fu~cionamiento de las estructuras. Son en~ se haya realizado. A este tipo de modelos se les ha denominado mo-
c:'ques, ~or tanto, de, c.ortejunclOnalista (de nuevo encontramos a uí la
delos de nivel de procesamiento.
dicotomía eplstemologlca a la que nos hemos referido al inicio d~
Fundamentalmente se distinguen tres grados o niveles de profimdi-
manual de est~uctura «frente a» función). En todo caso, este cambioe~e
zación en la elaboración y procesamiento de la información: el más
enfoq.ue, e.n ngor, no supone un cambio de aradi ma d e
aproximación cognitiva del procesamiento d~ la l'ngco er:;ro d~ la simple sería el meramente sensorial, a continuación se situaría el acús-
úni t i ' 11 rmacron smo tico, donde el análisis sonoro se produciría sin alcanzar, todavía, la
camen e, un re~ anteamlentC? en el modo de abordar el roblerna:
pero la metodojogfa, el procedimienjr, el e f
especialmente, la concepción básica de {órn
con 1 '. ,
a comU11lCaClOn, permanecen en lo esencial.
r P
oqu~ expenme~tal y,
o os SUjetos se enrrentan
, plena significación semántica; ésta se encontraría, precisamente, en el
tercer nivel, el llamado semántico-asociativo. Estos modelos proponen
también la existencia de diferentes variables que serían responsables
del nível de procesamiento alcanzado: tiempo disponible para la ela-
Entre estos nuevos planteamientos destacan I
terson y Peterson (1959) y Atkinson y Shiffrin (1~~8) 'fCl os
frecid

pusieron que el funcionamiento de la memoria corto' lOS cua e~ pro-


r
or
Pe- boración, grado e intensidad de la atención prestada (la cual depende-
rá, esencialmente, del interés despertado por la tarea en los sujetos, es
en gran medida, sobre la memoria largo plazo y los co~c~~~o:e apo~a, decir, de la motivación), el tipo de tarea de que se trate, la familiari-
dad con el tipo de tarea, las hahilidades específicas del sujeto en rela-
tentes. Es decir, el proceso de repetición responsable de tras~~a:Xlt;
ción con el tipo de información procesada, etc.
182
183
Los tipos de imágenes parecen poder ordenarse en una especie de
Hasta aquí hemos expuesto los mecanismos básicos o fundamen- continuo, según sea su «relación» con la percepción. Así, en un ex-
tale~ que pe~:¡l1ten a!macenar y recuperar la información, pero üuál tremo del continuo tendríamos las pos/imágenes y las imágenes eidéti-
es e conten.l o ~antpulado?, ~s decir, ¿qué es lo que los protagonis- cas, las cuales se pueden considerar coma una especie de prolonga-
tas de una sltuaclO~ de cornunrcacron (social o individual) almacenan ción de la percepción. En el extremo opuesto del continuo tendríamos
Y: recupe~ar~.? Es evidente que, en gran medida, este contenido con- las imágenes alucinatorias propias de la enfermedad mental, comple-
siste e!1 zm.agenes mentales. A. nadie se le oculta la importancia ue, en tamente alejadas (desconectadas, incluso, en ocasiones) de la realidad
una CIenCIa
.d fuertemente orientada hacia lo auditoutsuat,
. l ·tienen
q estos o experiencia perceptual. En el valor central de este continuo se en-
contern os que ahora pasamos a analizar. contrarían dos tipos de imágenes: la generada o reconstruida por el su-
jeto cierto tiempo después de producirse la percepción, y las imáge-
8.5. FUNDAMENTOS COGNITIVOS DE LA COMUNICACIÓN· nes total o parcialmente nuevas creadas por la persona en un acto
1) LAS IMÁGENES MENTALES . mental creativo o «imaginativo-, donde la imagen puede correspon-
derse totalmente con la experiencia perceptual previa, sólo de forma
~~s imágenes mentale.s constituyen un elemento imprescindible de parcial, o no relacionarse en absoluto.
estu l~ en un modelo nguroso de la Psicología Social de la Cornu- En el análisis sobre la intervención de estas imágenes mentales en
nICa~lOn ".,?ran parte de las operaciones mentales de la memoria la el pensamiento y, especialmente, en el acto comunicativo parece de
p.l~nI~caClon, la comprensión, la resolución de problemas, la for~a­ gran utilidad no olvidar esta distinción entre los distintos tipos
eren e conceptos... van acompañ~das de imágenes mentales. De he- de imágenes, los cuales responden a naturalezas diferentes.
cho> la may?r I?arte de las operaciones cognitivas que acompañan al
acto cornumcanvo dependen, en una u otra medida de las' ,
mentales E t id ,lmagenes
d .tido. e senti o, su papel funcional parece estar común- 8.5.2. Teoría de la imagen radical
mente a rruti o.
ff El estudio de. las imágenes mentales por parte de la psicología cien- El planteamiento más directo sobre la naturaleza de las imágenes
ti tea ~~nteml?o~an~a es, una vez, más, consecuencia de la evolución me- mentales es aquel que pretende identificar, de forma casi unívoca, la
tod~logI~o-ePlst~m~ca a la que hicimos referencia al inicio de este libro imagen mental o imaginaria con la generada por una experiencia per-
1 ~ e ~cto:fisI bien es verdad que los autores más clásicos de la psi: ceptual actual. Es decir, el planteamiento según el cual las imágenes
co ogia cienti !ca; como Calton (1880), se ocuparon de este problema serían cuadros mentales que se almacenan en la memoria de forma
el. ngo~ met~dologI~o, I,nvadló esta disciplina a raíz de la aplicación es: casi fotográfica, reproduciendo lo más fielmente posible (según las ca-
tncta el metodo científico por los seguidores de Wundt y Watson pacidades de cada sujeto) el estímulo previamente percibido. Estas
mu~ especialmente, por lo: conductistas (para los cuales no sólo pla~: imágenes se almacenarían de forma pura, sin ser traducidas a catego-
t~a a pro~!emas meto?ologlcos el estudio de las imágenes mentales rías semánticas ni, por consiguiente, ser analizadas. Su recuperación
smo también fuertes dificultades epistemológicas y conceptuales ues- sería volitiva e inmediata, permitiendo al sujeto inspeccionar la ima-
to que relega~an todos los procesos psíquicos individuales a la «~aj~ ne- gen de fonna similar a como se inspecciona visualmente un estímulo.
gra» mtenor el ~uJeto, de la que no querían saber nada). Este planteamiento teórico ha recibido cierto apoyo empírico, a pe-
Co~o muy bien apunta Neisser (1972) el resurgimiento de la preo- sar de su apariencia excesivamente simple (de hecho, en ocasiones se
~upa)lOb .~ordlos procesos internos (entre los que destacan los cogni- ha denominado a esta escuela Naive Realist). Entre estos apoyos pue-
I~OS a rIO, e nuevo, el interés por el estudio de las imágenes men- de citarse la existencia de las llamadas imágenes eidéticas antes men-
ta es como una parte muy activa de estos procesos. cionadas (Stromeyer y Psotka, 1970), o los trabajos de Moyer (1973)
en los que se demostraba que los tiempos de reacción para decidir si
un animal nombrado verbalmente es mayor o menor que otro de-
8.5.1. Naturaleza de las imágenes mentales penden de la diferencia real de tamaño -elefante frente mosquito o
perro frente ratón- (a pesar de que, recientemente se ha contra-argu-
El pri~er paso antes de al?roximarse a una definición cuidadosa mentado que este dato no justifica, por sí mismo, el que los sujetos
de lads lr;tagenes mentales constste en distinguir entre los diferentes ti- consulten imágenes verbales para decidir sobre el tamaño del animal,
pos e estas.
185
184
pu~sto que se ha podido realizar una consulta verbal o abstracta cuya 8.5.3. Teoría de la codificación dual
rapidez de recuperacron dependería de la dificnltad de la pregunta)
. Tambié.n se han encontrado datos de apoyo para la Teoría de'la Mucho más adecuada a la realidad psíquica humana parece ser la
Imagen ~~dlcal en el hecho de que el imaginar puede competir con la llamada Teoría de la codificación dual que la de la Teoría de la imagen
percepclOn, de ,tal modo que la formación y retención de las imáge- radical.
nes visuales se Interrumpe por una tarea de percepción visual concu- Esta teoría alternativa fue propuesta inicialmente por Paivio (1969),
rrente (Salthouse, 1974). Este fenómeno de inhibición o interferencia y postula que existen dos sistemas de memoria interconectados, uno de
parece producirse, por otr~ parte, únicamente cuando la imagen y el tipo verbal y otro de tipo pictórico o imaginativo, los cuales podrían
perc~?tor entran en conflicto, pero no cuando la imagen y la per- operar en paralelo. .
cepcion son consonantes (Baddeley y cols., 1975). La evidencia empírica más sólida que apoya a esta teoría proviene
Por otra parte se han proporcionado datos contrarios a esta teoría del campo de la psicología clinica. Asi, Corsi (J971) ha referido casos
radical de las imá~enes mentales. Así, por ejemplo, Anderson y Bower de sujetos con lesiones cerebrales en el hemisferio izquierdo los cua-
(1973) han sostenido que las distinciones conceptuales complejas tales les eran capaces de recordar y reconocer con claridad imágenes abs-
como la secuencia temporal, la negación o la ausencia las intenciones tractas, mientras que se mostraban completamente incapaces de reco-
o l~ relación de causalidad son difícilmente interpretables en términos nocer las palabras que remitían a los conceptos encerrados en esas
de Imagen pura. Po~ ejemplo, no es posible (o requeriría un proceso imágenes. Por el contrario, los sujetos con lesiones similares pero en
mental ;nuy complejo y, por lo tanto, poco útil y probable) represen. el hemisferio derecho del cerebro reconocían con dificultad las imá-
tar pictoncamenre la representación «Muchos políticos mienten cuan- genes, pero su rendimiento era normal respecto a las palabras que de-
do ha~lan» y., desde luego, sería muy dificil representar pictóricamen- fmían, de forma abstracta, tales imágenes.
te l~ ,dlfere~cla entre tal representación y las representaciones «Algunos Estos resultados parecen concluyentes, en un doble sentido: por
pOlttICOS rnrenten cuando hablan», «El político mentía al hablar» fren- un lado puede afirmarse que los sistemas de memoria y reconoci-
te a «El político no mentía al hablar». En este sentido, estos mismos miento verbal y visual parecen ser diferentes, tanto funcional como to-
autores han propuesto que «la representación de una imagen debería pográficamente; por otro lado esta evidencia indica q~e la.s imágenes
hacerse en términos de un sistema proposicional abstracto», mentales se localizarían fundamentalmente en el he mISfeno derecho,
Otro tipo de críticas a este modelo derivan del hecho de que la mientras que las capacidades cognitivas lo harían en el izquierdo.
recup~raCIon de la información frecuentemente se desarrolla por la vía Esta teoría plantea asimismo que las imágenes y las palabras con-
del ellqu~tado lingüístico, c<;>mo se analizó anteriormente en el apar- cretas simples podrían almacenarse -si son sencillas d.e visua~izar o
t~do dedicado a la memoria corto plazo. De hecho, existen investiga- imaginar- tanto en la memoria verbal como en la Visual; sm em-
ciones pioneras en el campo de las imágenes mentales (Carmichel y bargo el material abstracto, especialmente el de cierta complejidad, po-
cols., 193~) que demuestran que cuando se presenta a los sujetos es- dría almacenarse, únicamente, en el sistema verbal.
timulos vl~uales ,ambIguo.s; si se l~s'pide poco después que recuperen Uno de los puntos más débiles de esta teoría consiste en que no ex-
de .l?emona la ,Informaclon percibida y almacenada, los sujetos dis- plicita cómo se produciría la recuperación o el acceso a las imágenes
tOfSlona,n el estimulo (el cual se les pedía que lo dibujaran) para ajus- visuales, puesto que, hasta el momento, no se conoce un sistema claro
tar~e mas a la enque.ta que se le había otorgado en un intento de de- de recuperación de la información diferente al del etiquetado verbal.
finir con mayor clandad un estímulo de por sí borroso. Sin embargo, frente a esta debilidad del modelo (y, probablemente
En definitiva, como apunta Cohen (1977): del propio sistema visual) habría que subrayar una importante ventaja
diferencial: la información visual posee la ventaja sobre la verbal de
Estos argumentos aportan razones convincentes para descartar el pun- que puede presentar, de forma simultánea, gran cantidad de itcms
to de vista de qu~ las. imágenes son simples réplicas de las percepcio- de información a la consciencia. La información verbal, por el con-
nes, per~ e~lo no .Imp~I~a necesariam.e~te que las imágenes tengan que trario, es forzosamente secuencial, y los elementos deben revisarse de
ser ~escnpc~ones simbólicas o proposiciones conceptuales. Cualquier es- forma sucesiva; es decir, aplica un tipo de procesamiento en serie, fren-
~dlante seno de los comics infantiles sabe que existen convenciones efec- te a la posibilidad de procesamiento en paralelo del sistema visual.
tlva~ para. expresar las relaciones causales y temporales, las emociones y Por otra parte, es conveniente destacar otro aspecto muy positivo
las mtencrones dentro del estilo pictórico (op. cit., pág. 51). del pensamiento visual que, en cierta medida, compensa la limitación

186 187
que supone la concreción de lo lCÓnlCO frente a la capacidad de abs- de socialización de la influencia selectiva, es decir, de los llamados
tracción y simbolización de lo verbal: el sistema de memoria y proce- «efectos» de la comunicación por la vía de la socialización.
samiento visual permite construir imágenes de naturaleza secundaria. Ambas cuestiones merecen, y exigen, un análisis detallado, puesto ~
En otras palabras, no solamente Se reproducen imágenes fieles a la rea- que son, probablemente, dos de los pilares más sólidos sobre los que
lidad o próximas a ella, sino que también pueden reproducirse y ser se edifica la doctrina de la Psicología Social de la Comunicación.
visualizadas imágenes tipo gráficos, trazados, signos, símbolos e, in-
cluso, lenguaje escrito. Este tipo de imágenes llamadas secundarias pre-
sentan la enorme ventaja de no encontrarse sujetas a las limitaciones 8.6.1. Teoría de la organización social
que se aplican a las imágenes visuales de primer orden y pueden, por A los efectos que nos ocupan, es decir, el análisis de los compo-
consiguiente, representar relaciones temporales, causales o de clase. nentes de la organización social más relevantes a la hora de com-
prender los procesos de comunicación social y sus repercusiones so-
bre los sujetos, los elementos de mayor relieve a analizar son los roles,
8.6. FUNDAMENTOS COGNITIVOS DE LA COMUNICACIÓN: n) LA TEORíA
las categorías, las sanciones y las normas.
DE LAS NORMAS CULTURALES. EFECTOS DE SOCIALIZACIÓN
~ Las normas son el conjunto de reglas que ordenan el compor-
La comprensión plena de los mecanismos o fundamentos pSlCO- tamiento de los miembros del grupo social. Son conocidas, com-
sociales sobre los que descansa la comunicación y la información so- prendidas y aceptadas por todos los miembros. Ciertamente que se
cial requiere del estudio de los procesos individuales del procesa- pueden conculcar, pero e! sujeto (el sujeto medio) procura no hacer-
miento de la información, a los que acabamos de referirnos. Sin lo y, en todo caso, si lo hace, sufre la presión de! grupo.
embargo, como hemos venido insistiendo desde el inicio de este ma- Estas reglas pueden estar escritas o no (tal es el caso de las oigen-
nual, el hecho más obvio acerca de las personas es su naturaleza in- cias) y la presión para cumplirlas puede estar formulada de forma ex-
tensamente social: los seres humanos no son organismos individuales plícita o implícita. Algunas no tienen consecuencias graves si son con-
que responden mecánicamente a estímulos de su entorno. Antes al culcadas (por ejemplo, las llamadas «faltas de educación») otras, por
contrario, «crean» su forma de percibir el entorno en el que se desa- el contrario, deben ser rigurosamente respetadas.
rrollan y «crean» su forma de responder a este entorno en base a ac- Los miembros de los grupos sociales poseen mapas cognitivos (in-
tos y consecuencias sociales. ternos, obviamente) adquiridos de estas normas las cuales controlan,
En el caso del estudio de los medios de comunicación social este en gran medida su comportamiento y su percepción de la realidad,
problema deviene doblemente significativo por una razón bien im- especialmente en lo referente a los aspectos éticos de ésta.
portante: los medios de comunicación son, en gran medida, respon-
sables de la «creación» del entorno social que, a su vez, será el res- - Los roles constituyen uno de los elementos que proporciona ma-
ponsable, parcial, de la creación de los esquemas de percepción de la yor coordinación a los grupos. También es uno de los elementos ~ue
realidad, lo cual repercutirá, en una especie de círculo vicioso, bucle, conduce o guía con mayor claridad la conducta puesto que «obliga»
o fiedback, sobre la «creación» de nuevos sistemas (lenguajes, conteni- al sujeto a comportarse de una forma muy específica.
dos, etc.) de comunicación social. Los roles constituyen también normas (de ahí su fuerza en prede-
En 1966 Melvin DeFleur, en su obra Tbeories of Mass Communica- cir conductas y en «obligar» o reglas. Se refiere al conjunto de reglas
tion propuso su Teoría de las normas culturales. Esta teoría pretendía un que rigen la actividad de los diferentes miembros de! grupo en base al
doble objetivo: por un lado apuntalar algunos de los conceptos pro- puesto que ocupan en e! grupo. Este conjunto de reglas aparece defi-
venientes de la psicología social más relevantes a la hora de definir nido por dos grandes conceptos: la especialización y la interdependencia.
los marcos de riferencia sobre los que se asientan los procesos psíqui- Cada rol, en cuanto papel jugado o representado, remite a una tarea
cos responsables de la comunicación humana, lo cual vendría expuesto específica, especializada, en función de lo que se espera y se desea de
en lo que podríamos denominar una Teoría de la organización social; tal papel; al mismo tiempo, tal tarea debe cumplir una función. Como
por otro lado, sentar las bases de lo que sería una Teoría de las expec- tal función debe ser útil para el propio sujeto y para e! grupo_ En este
tativas sociales. sentido el rol genera actividades interdependientes, puesto que su uti-
La Teoría de las expectativas sociales pretende dar cuenta del proceso lidad debe encajar en e! engranaje que constituye el tejido social.

188 189
Por consiguiente cada rol, como cada jugador en un partido de El aspecto quizá más relevante de estos fenómenos derivados de
fútbol, constituye un modelo de actividades especializadas e interre- la organización social, en el contexto de la comunicación social y
lacionada~ que proporciona una actividad final coherente al grupo. de los fundamentos psicosociales de la comunicación, se refiere a la
Los miembros del grupo deben aprender muy bien el rol que jue- influencia que los medios ejercen sobre la percepción que los miem-
gan en su respectivo grupo, no solamente para conocer como deben bros del grupo desarrollan de tales aspectos. Como apuntábamos an-
comportarse en él, sino también para poder predecir las reacciones y teriormente, algunos autores han denominado a este fenómeno la Teo-
comportamientos de los demás bajo diferentes situaciones. ria de las expectativas sociales.

- Las categorías hacen referencia a las diferencias entre los roles.


Diferencias que son sancionadas por el grupo social a nivel de poder, 8.6.2. Teoría de las expectativas sociales
autoridad, prestigio, privilegios, etc.
La importancia de las categorías remite, básicamente a la posibili- DeFleur, en 1966, decia:
dad de control sobre ciertos tipos de premios (recompensas) y casti-
gos de tipo psicosocia1. En definitiva, todo ello se resume de forma [...] los medios de masas, a través de presentaciones select~vas ~ del
énfasis en ciertos temas, crearon la impresión entre la audiencia de
bastante eficaz a través del concepto «autoridad» o jerarquía (a veces que las normas culturales comunes que tienen que ver con los temas
se habla de posición o status). acentuados se estructuran o definen de una forma específica. Dado
El concepto categoría es uno de los que controla con mayor fuer- que el comportamiento individual está normalmente orientado a par·
za la percepción de la realidad y, sobre todo, la conducta, puesto que, tir de normas culturales (o de las impresiones que tiene el actor acer-
en definitiva, facilita el control sobre las contingencias de refuerzo, ca de cuáles son las normas) respecto a un tema u opinión determi-
las cuales, como sabernos por las teorías del aprendizaje (y sus desa- nado, los medios sirven indirectamente para influir en la conducta
rrollo? más modernos a nivel de las teorías del aprendizaje social), son (op. cit., pág. 129).
esenciales en el control de la emisión de la conducta.
Es decir, los medios de comunicación social se constituyen como
- Las sanciones podría decirse que constituyen el pilar sobre el fuentes de expectativas sociales modeladas. A través de la emisión de
que se apoyan los demás elementos. Hacen referencia a la emisión de diferentes programas con contenidos muy diversos, se presenta a los
los correspondientes premios o castigos como contingencias frente al miembros de los grupos sociales modelos que representan los roles, nor-
no cumplimiento de alguna de las expectativas de comportamiento mas, categorías y sanciones compartidas por el grupo social. En otras pa-
derivadas de alguno de los elementos anteriores. En otras palabras, labras en su contenido se describen o representan las normas, roles,
cuando un sujeto transgrede las normas o no desempeña los roles es- categ~rías y sanciones de prácticamente todos lo? grupos conocidos en
perados o no reconoce el status de otra miembro, recibe la sanción la vida social del grupo y en una vanedad de srruacrones .Y cont:xtos
(el castigo o el refuerzo negativo) correspondiente para reinstalar el que facilita enormemente el aprendizaje social y un amplio gradIente
control social, el equilibrio, la homeostasis del grupo, en definitiva. de generalización (es decir, de aplicación a diferentes contextos). .
A partir de esta breve descripción de algunos de los componentes Por consiguiente -continúa DeFleur- la Teoría de las expeciattuas
de la organización social se hace evidente cómo las expectativas comu- sociales está relacionada con
nes del grupo se convierten en sistemas sociales estables que contro-
las influencias de las comunicaciones de masas en la socialización, que
lan la conducta de sus individuos en una medida muy importante.
provienen de sus representaciones de modelos estables de la vida gru-
Como apuntan DeFleur y Rokeach (1993): pal. Estos modelos estables definen lo que se espe~a. qu.e hagan, las per-
sonas cuando se relacionan con otros en la familia, rnteractuan con
A medida que la gente constituye grupos y se plantea colectivamente sus compañeros de trabajo [...] Mediante la lectura de libr~s, o vien-
la consecución de objetivos mediante la interacción social modelada, do la televisión o las películas de cine, los jóvenes que ya tienen que
sus expectativas comunes se convierten en sistemas sociales estables de abandonar el hogar familiar, pueden ver las normas de montones de
pleno derecho [...] la teoría de la organización social muestra cómo las grupos -bandas criminales, restaurantes de moda, equipos d.e médi:
expectativas estables que caracterizan un sistema social pueden ejercer cos, la policía, familias ricas, bandas de rack, etc.- en una lista casi
una importante influencia en el comportamiento (op. cit., pág. 290). interminable y de estas fuentes pueden aprender qué papel -y por

191
190
tanto- qué comportamiento se espera de ellos si llegan a ser investi- ta e inmediata, es decir, según los clásicos modelos hipodérmicos (en una
gadores privados, profesores, bailarines, profesionales [...]; pueden ver u otra versión), sino que también se producen por vías indirectas, so-
los modelos de honor o deshonor social y las pruebas de deferencia ciales y a largo plazo. . .
o desdén con las que se trata a las personas en las distintas catego- Un planteamiento del tipo efectos individuales, directos e inmediatos,
rías sociales dentro de los grupos. Finalmente, pueden tener diferen- hace referencia a un mecanismo que actúa individualmente sobre el
tes experiencias ajenas acerca de los castigos que acompañan a la de-
individuo, de forma directa sobre sus mecanismos persuasivos y sus
saprobación social de la desviación, o los premios que resultan del re-
conocimiento de cualquier logro destacado (op. cit., pág. 291). procesos cognitivos individuales y de forma ,inmediata, en c.uanto que
los efectos se dejan sentir en el momento rmsmo de producirse el pro-
Esta teoría sobre los efectos de la comunicación de masas a través ceso comunicativo. Este planteamiento obedece al esquema clásico si-
de la socialización por la influencia selectiva enlaza con otras teorías guiente: las comunicaciones sociales a) transmiten «información» q.ue
de la socialización, como la Teoría del cultivo (Cerbner y cols., 1986) b) los individuos recuerdan de forma que ésta modela sus fuerzas I11-
que analizaremos más adelante. El modelo de DeFleur puede sinteti- teriores (tales como las actitudes), con las que están estrechamente co-
zarse, como gusta de hacer este autor, en unas pocas proposiciones rrelacionadas y que motivan (y, en ocasiones, dirigen) el comporta-
(op. cit., pág. 292): miento externo. Por el contrario, como apunta Melvin DeFleur (uno
de los principales impulsores de este modelo), la Teoría de las expectati-
1. Los modelos de organización social en forma de normas, roles, vas sociales «es una formulación conceptualmente más sencilla: se basa
categorías y sanciones, correspondientes a tipos específicos de en la idea de que 1) los medios transmiten información a partir de las
grupos, se representan con frecuencia en el contenido de los reglas de conducta social que los in~ividuos recuerdan, !os c,uales 2)
medios. modelan directamente el comportarnlento externo» (op. nt., pago 293).
2. Estas representaciones de cualquier tipo de grupo en concreto
pueden ser auténticas o no. Es decir, pueden ser fidedignas o
engañosas, precisas o distorsionadas.
3. Los miembros del público, sea cual sea su relación con el mun-
do real. asimilan estas definiciones de forma que las mismas
se convierten en sus series aprendidas de expectativas sociales
acerca de cuál se espera que sea el comportamiento de los
miembros de estos grupos.
4. Dichas expectativas serán una parte importante de los conoci-
mientos preferentes de la gente sobre el comportamiento que,
en los grupos, se requerirá a sus futuros miembros.
5. Las expectativas de la gente acerca del comportamiento de los
miembros de muchos grupos que existen en su comunidad, o
en la sociedad en general. son una parte importante de su co-
nocimiento general sobre el orden social.
6. Las definiciones que deducimos de estas expectativas nos sir-
ven como guías de acción, es decir que son definiciones sobre
cuál ha de ser el comportamiento personal de los individuos
hacia los demás, cuando éstos están desempeñando un rol es-
pecífico, y cómo éstos actuarán con relación a los primeros en
distintas circunstancias sociales.

De ~ste planteamiento se desprende una conclusión de gran im-


portancia: los efectos de la información o comunicación social no sólo
se producen por una vía que podríamos denominar individual, direc-

192 193
CAPíTULO IX

Cognición social, comunicación y percepción


interpersonal

9.\. APRENDIZAJE VICARIO, MEDIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL


Y MODELOS SIMBÓLICOS nxsricos. TEORÍAS DE LA IMITACIÓN
Y TEORfA DE LOS TRES EFECTOS

9.1.1. Aprendizaje vicario

La Teoría del aprendizaje vicaría deriva de los Modelos delaprendi-


zaje social. Estos modelos pretenden dar cuenta del comportamiento
(de su aprendizaje especialmente y, obviamente, de las consecuencias
derivadas de tal aprendizaje) a partir de las influencias sociales. Con-
cretamente, esta teoría focaliza su interés en las influencias sociales
que cristalizan a través de la imitación que unos sujetos realizan de las
conductas de otros.
La importancia de un modelo de este tipo para la Psicología So-
cial de la Comunicación es evidente, puesto que los medios de co-
municación social actúan como «transmisores» y «amplificadores» de
las pautas de conducta que pueden ser utilizadas como moldes (o mo-
delos) a imitar:

La teoría del aprendizaje social -dicen Deltleur y Rokeach en


1993- es especialmente importante en el estudio de las comunica-
ciones de masas debido a que el retrato o la descripción de la vida

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social es un tema que encontramos con frecuencia en el contenido de cráticas, como las actitudes, gestos, formas de desarrollar la cond~:ta
los medios. Los actores que representan a gente real en los medios au- -tales como formas de mirar o de hablar. De este modo los mnos I
diovisuales, y cuyas acciones se reflejan en los medios escritos pueden (y también los adultos en otros contextos) adquieren, a través de .la
servir como modelos a imitar por otros [...] los miembros del públi- representación imitativa de estos roles, un CO~Junto de respuestas l?-
co que observan dichas descripciones pueden adoptar, después de ha- ter-relacionadas entre sí, sin necesidad. de segU1~ u~ ~roc.e,so com.pl~J,o
berlo puesto a prueba, el comportamiento pautado sobre una base más y gradual de aprendizaje por moldeamiento ?e dlscrzmznaclOn y e:tznaon
o menos permanente (págs. 276-277).
de respuestas según una implantación clásica de un aprendIzaje com-
plejo a través de condicionamientos clásicos o pavlovtanos y operan-
Es decir, la sociedad utiliza modelos para promover, de forma tes O instrumentales. .
consciente y bien organizada y articulada o de forma azarosa, la ad- En nuestra cultura los modelos reales siguen siendo de gra? Im-
quisición de pautas de comportamiento sancionadas por la sociedad. portancia, puesto que los patrones d~sarrollados ~urante la ~nf~n­
En realidad estas pautas de comportamiento no son siempre sancio- cia son los que definirán, en gran medld~ •. l~s suceSIVOS aprendizajes,
nadas (en el sentido de preconizadas) por la sociedad. Son sancionadas y estos primeros patrones se estab1e~~n, I~lClalmente, en el grupo. de
cuando la presentación de las pautas a imitar se realiza de forma or- pertenencia primario, 9-ue es la familia .. ~m e~bargo, el extraordma~
ganizada y articulada; por el contrario, cuando se produce de forma rio avance de los medios de comurucacron social, con su abrumado
azarosa puede tratarse de pautas no sancionadas explícitamente, pero ra tasa de implantación y consuma por grandes proporciones de. la
sí implícitamente, desde el momento en que son presentadas al indi- comunidad o grupo social, hace que el empleo de los modelos srm-
viduo y éste dispone de la capacidad de imitarlas. Este último caso se bólicos sea de gran importancia. Bajo ciertas condiciones, su peso pue-
produce con gran frecuencia, precisamente, a través de los medios de de llegar a ser, incluso, mayor que el de los modelos reales. , .
comunicación, donde gran parte de las pautas de comportamiento que Los modelos simbólicos pueden ser de dos tipos, o bien plásticos o
se presentan y de los modelos que las esgrimen no cumplen una fun- bien cristalizar en instrucciones (generalmente orales o escnt.as, aunque
ción educativa ni formativa, sino únicamente de entretenimiento. pueden ser de otro tipo). Obviamente, también puede pro~uc1fse U? ?1 o-
Este fenómeno reviste una importancia considerable, puesto que, delo simbólico constituido por la mezcla de los dos antenores, plásticos
desde un cierto punto de vista los medios de comunicación social es- más instrucciones. Los modelos plásticos más puros los encontramos en
tán siempre cumpliendo una función educativa -sea o no de forma los medios de comunicación social de mayor repercusión: el cine y, ~o­
azarosa- si bien esta función educativa, con frecuencia no es «posi- bre todo, la televisión. Ya en 1958 algunos autores. ~~staca.ron la I~­
tiva» de cara a las pautas de comportamiento preconizadas por el mo- fluencia de estos modelos plásticos a través de la televisión. Hlmme~,;elt
delo social desde el que se produce la comunicación. Hasta tal pun- y cols. (1958) afirmaba que, considerando que la ?,ayoría de los Jove-
to puede decirse que los medios de comunicación educan (quiéranlo nes pasan mucho tiempo expuestos a. modelos plásticos, sobre todo a
o no) por el simple hecho de mostrar modelos que, como ya apuntó través de la televisión, estos modelos Juegan un papel fundamental :n
Reichard en 1938, «en muchos lenguajes la palabra enseñar es la mis- la conformación de la conducta y la modificación de la~ normas SOCIa-
ma que la palabra mostrar, y la sinonimia es litera]" (Reichard y Gla- les con lo que ejercen gran influjo sobre su comportamiento.
dys, 1938, pág. 471; la cursiva es nuestra). Y, continúa el autor un 'Veamos esto con mayor detenimiento.
poco más adelante, «los niños no hacen lo que los adultos les dicen
que hagan, sino más bien lo que les ven hacer».
Es evidente que gran parte de este aprendizaje por imitación se 9.1.2. Medios de comunicación audiovisual y modelos simbólicos plásticos
produce sobre modelos reales. Uno de los casos más claros remite al
aprendizaje, por parte de los hijos, de ciertos roles de los padres. Así, Ya en época tan temprana como 1933 Bll;lm.er demostró cu~n~ita­
por ejemplo, el aprendizaje de los roles ocupacionales de las niñas, tivamente cómo los miembros más jóvenes imitaban los movlI~llen­
en much?s grupos culturales y sociales: cuando las niñas pequeñas tos, la forma de hablar, la conducta pública y la forma de vestir de
emplean Juguetes relacionados con estas actividades ocupacionales de los actores de cine considerados como líderes. . . .,
su madre en el hogar (muñecas, cach arriros, vajillas, cochecitos, etc.) El esquema básico por el que discurre este proceso de irmtacion
está reproduciendo no sólo las formas de comportamiento propias de es simple; los espectadores observan las pautas c:,mportament.ales que
su madre, sino también sus pautas de respuesta características o idiosin- exhibe el modelo y perciben que tal comportamIento es funcional, es

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decir, adaptativo, lo cual genera un refuerzo sobre tales pautas con- terés de los adultos) seguido de un aprendizaje por moldeamu.nto (don-
ductuales; posteriormente, cuando aparezcan los patrones estimulantes de los adultos comienzan a moldear la conducta de los runos a tra-
que el sujeto reconozca como propios de la situación donde apren- vés de premios y castigos).
dió [a conducta a imitar, ésta surgirá y el sujeto reproducirá el com- Este modelo fue posteriormente ampliado y soportado. con datos
portamiento como respuesta a tales estímulos desencadenantes. empirico s por Miller y Dollard (1941) los cuales proporcionaron las
Éste es el mecanismo básico a través del cual discurre el aprendi- bases para el estudio de la conducta irrutattva en su obra SO,Clal L~ar­
zaje vicario o imitativo. Pero huáles son las bases psicológicas que ex- ning and lmitation- Esta obra domir:ó .el pan?r~ma. ,sobre la invesnga-
plican la aparición de este mecanismo? ción de los mecanismos del aprendIzaJe por irmtacion durante mas de
dos décadas. .
Sin embargo, uno de los puntos débiles de la teoría quedaba sm
9.1.3. Teorías de la imitación
resolver porque el modelo no explicaba uno de los aspectos cfUoal,es
Las primeras teorías psicológicas de la imitación datan del siglo pa- del aprendizaje por observación. Uno de los aspectos q~e" adem~s,
sado, cuando Lloyd (1896) propuso, junto con Tarde (1903) y Mc- constituye el más sobresaliente (y frecuente) en el aprendizaje media-
Dougal (1908) los primeros modelos explicativos de este fenómeno tizado por los medios de comunicación: ,la aparición de la conducta
psicológico. de imitación en la que el observador no ejecuta las respuestas del m?-
Sin embargo, no es hasta 1924 cuando se proporciona unas bases delo durante el proceso de adquisición, ni aquélla en qu~ no se dis-
teóricas sólidas al mecanismo de la imitación. pensan refuerzos ni a los modelos ni a los observadores. Este. es, pre-
Este modelo viene de la mano de autores como Allport, F. H. cisamente, el caso de la mayor parte de las conductas aprendidas por
(1924) quienes propusieron una explicación de la conducta imitativa imitación a través de los medios de comunicación, puesto que cuan-
en términos de los principios del aprendizaje clásico. do el observador se encuentra desarrollando la conducta de observa-
En el ámbito de la conducta comunicativa y de la adquisición del ción no suelen producirse emisiones de refuerzo sobre el sujeto; más
lenguaje, este autor propone el siguiente esquema de aprendizaje por aún en muchas ocasiones tampoco se producen refuerzos sobre los
imitación según un modelo pavloviano: el niño emite inicialmente estímulos que emiten la conducta (los «personajes» del modelo sim-
una serie de sonidos ininteligibles, es decir, inarticulados (puesto que bólico plástico que está observando el espectador). .. .
por el momento constituyen sonidos, meros ruidos); este conjunto de Mowrer (1960) dio un gran paso hacia la resolución de estas difi
sonidos son emitidos por el niño de forma aleatoria, constituyen un cultades al describir dos tipos de aprendizaje por lml~aclOn dlfen:-~t,es
conjunto de respuestas emitidas al azar por el aparato fonatorio y po- del aprendizaje dependiente de la reproducción (es decir, de la ermsion
drían ser englobadas en lo que Hull denominaba «conexiones innatas inmediata de la respuesta o recepción del refuerzo).
estímulo-reacción», representado por sUr (véase el capítulo dedicado El primero de ellos presenta el siguiente esquema,: cuando. el su-
al neoconductismo). Cuando los adultos perciben intención en el niño, jeto que actúa como modelo da una respuesta proporCiona) al uempo,
es decir, cuando les parece interpretar que se produce una conducta una recompensa o gratificaciór: al sujeto que act~a, com? observador;
socialmente significativa, éstos (los adultos) repiten los mismos soni- esta gratificación viene determinada por ca.racte~~stlCas ajenas a la pro-
dos emitidos por los niños pero con su articulación fónica correcta, pia respuesta en sí, pero presentes e~ la sltuaclOn: ,De este modo, la
al tiempo que emiten estímulos que se constituyen como signos de respuesta emitida por el modelo t.ermma P?r adqUlr~r para ,el. ~bserva­
aprobación para el niño (sonrisas, caricias...) al tiempo que, en mu- dar un valor de rrfuerzo secundario. Es decir, un estímulo, inicialrnen-
chas ocasiones -aunque no en todas, lo que facilita la posterior ge- te neutro que, finalmente, acaba por adquirir valor de refuerzo para
neralización del aprendizaje vocal- exhiben el objeto al que se re- el sujeto como consecuencia de las contingencias a las que ha SIdo
fiere el sonido articulado. De este modo el niño comienza a imitar al sometido; por ejemplo, el dinero -en cuanto pa~e~~ es un buen re-
adulto, es decir, comienza a implantarse un condicionamiento clásico fuerzo secundario, en cuanto estímulo que fue inicialmente neutro
donde el objeto en cuestión (el significante) se constituye en estímulo -papel- pero que, obviamente, ha dejado de serlo. Puesto que es~
condicionado y la respuesta (la palabra con significado) en respuesta con- respuesta ha adquirido valor de. refuerzo secundario, el SUjeto mtentara
dicionada. En definitiva se trata, como puede verse, de un aprendizaje emitirla cada vez que le sea posible y no se encuentre, e.l, modelo pre-
por «trial and error» (es decir, «ensayo y error», hasta que se producen sente para dispensarla. Así es como se produce la apancron de la con-
las primeras fonaciones con cierto sentido, las cuales despiertan el in- ducta imitativa.

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, El segundo tipo de aprendizaje al que hace referencia Mower po- del complejo patrón de estimulación que regule y controle la con-
dna llamarse ,aprendlz.a~e por empatía. En este caso el propio modelo es ducta social, por lo que también debe tenerse. en cuenta los e1,e~e~­
el, que, adernas de em.ltlr la respuesta a imitar, obtiene el refuerzo por tos externos de estimulación, los cuales constituyen señales disaimi-
dicha respuesta: El sUJet<:> receptor experimenta, al tiempo, algunas de nativas intensas que muestran al sujeto cuando debe o no emitir la
l,as consecuen~las senso.nales de la conducta del modelo tal y como conducta. En un sentido muy similar se ha subrayado el papel de las
este las expenmenta; «intuye», podría decirse, las satisfacciones -re- respuestas mediadoras perceptivas y simbólicas, las cuales poseen propie-
~erzos~ experimentadas por el modelo. Esta intuición se puede rea- dades estimulantes capaces de producir, posteriormente a su presen-
lizar porq~e el modelo expone (a través de gestos, actos, vocalizacio- tación, respuestas observables que se corresponden con aquello que
nes" e~c.) SIgnos externos que el imitador/observador puede «traducir>, se demostraba.
a C?,dlgOS d,e r~fuerzo, en base a sus experiencias pasadas. Esta expli- En este contexto, uno de los avances de mayor repercusión teóri-
cacion e~ t,errnmos de «e.mpatía» recuerda las teorizaciones de los pri- ca y práctica se debe a las investigaciones de Bandura (1962) sobre la
~eros psicólogos humanistas, como Lipps, con sus teorías de la trans- adquisición y posterior ejecución de las respuestas aprendidas por ImI-
uiuencia empdtica, posteriormente desarrolladas y ampliadas por autores tación a través de los medios de comunicación audiovisuales.
como G. W. Allport en sus teorías sobre la percepción del yo del otro. Estas investigaciones vinieron a confirmar que la adquisición de las
Este e~quema parece ser suficientemente válido para explicar pro- respuestas imitativas resultan, fundamentalmente, de la contigüidad de
cesos de influencia de enorme Importancia en el mundo de la co- los fenómenos sensoriales, mientras que de cara a la ejecucián de tales
~unicación so~i~~ audiovisual, tales como los producidos por las erni- respuestas imitativas adquiridas, lo realmente relevante son las conse-
siones en televisión de programas de violencia: cuencias que el modelo recibe como resultado de dichas respuestas
(consecuencias que el «imitador» observa). .
El observador -r-dicen Bandura y Walters (1963)- ve, por ejem- La figura 3, extraída de una investigación experimental sobre la m-
plo, que el model,O .de la película inflige daño a otros y observa las fluencia de los medios de comunicación audiovisual sobre el apren-
expreslOn,es ,de satisfacción comportamentales y verbales del modelo.
dizaje de conductas por imitación de Bandura (1962), refleja, y apo-
~or eso: ,Imita l~ con,duct,a de .~acer daño con la esperanza de que a
el ~amblen le bnndara satisfacción. Esta explicación del aprendizaje vi. ya empíricamente, este postulado (véase página siguiente).
cano «de orden superior» supone que los estímulos correlacionados
con la respuesta del modelo pueden despertar en el observador la es- Unos niños -c-explica Bandura- observan a un modelo filmico
peranza de. q~e él también experimentará estímulos análogos al actuar que exhibía cuatro respuestas agresivas nuevas, acompañadas de ver-
de forma similar a la del modelo (op. cit. pág. 64). balizaciones distintas. En una situación del experimento al modelo se
le castigaba severamente; en la segunda se le recompensaba generosa-
La teoría de Mowrer carga el acento, casi exclusivamente en la re- mente aprobando su conducta y proporcionándole refuerzos alimen-
troinformacián propioceptiva, en cuanto proporcionadora de las claves ticios; mientras que en la tercera situación la respuesta no tenía con-
secuencias para el modelo. Durante el periodo de adquisición, los
de satisfac:i~n. que el sujeto empleará para construir, a partir de unas niños no ejecutaban ninguna respuesta manifiesta ni recibían ningún
respuestas lmCI~lmente neutras, los posteriores refuerzos secundarios. Sin refuerzo directo; por ello, todo el aprendizaje conseguido sería sobre
emba~go, e? evidente ~ue estas retroinformaciones propioceptivas de bases puramente observacionales o vicarias.
valenaa posünra (es decir, agradables para el sujeto que las experimenta) Tras la exposición se comprobó, mediante una prueba, que el re-
n0.l~u~,den se~ ~os ~?icos, ele~~~t,os que constituyen el proceso de ad- fuerzo vicario diferencial había producido diversos grados de conduc-
qUlslcl.on, facilitación e inhibición de respuestas atribuibles a la in- ta imitativa, Los niños de la situación del modelo castigado efectua-
fluencia del ~odelo, ?ues~o que si esto fuer~ así, habría un impor- ron significativamente menos respuestas de imitación que los niño~ d~
t~n~e repertorio de ~ltuaclOnes do~de el sujeto no sería capaz de los otros dos grupos. Además, los niños dieron más respuestas de rrru
dlstmg~l1r. SI se debería o no de realizar el proceso de facilitación del tación que las niñas, con unas diferencias especialmente notables en
apr~ndlzaJe de la respuesta. Por ej~mplo, los estímulos propioceptivos la situación del modelo castigado. Luego el estudio dio un paso más,
en vez de detenerse donde suelen hacerlo los experimentos de apren-
denvados de una pelea con los amrgos son muy similares a los de una dizaje. En los tres grupos se les ofrecieron a los niños atrayentes in-
pelea con la propia madre, no obstante lo cual, las respuestas físicas centivos si reproducían las respuestas del modelo. Como se muestra
de golpear a la madre se encuentran fuertemente inhibidas. De este en la figura, la introducción de incentivos positivos suprimió por com-
modo, los estímulos propioceptivos sólo deben constituir una parte pleto las diferencias de ejecución que se observaron previamente, ma-

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cuencias negativas al poner en marcha tales conductas dejarán de emi-
tirlas y, por consiguiente llegarán a extinguirlas. Tal sería el caso de
niños sometidos a la influencia de una familia donde se sancionaran
negativamente las conductas de agresión. Por el contrario, aquellos ni-
ños inmersos en un grupo familiar donde las respuestas agresivas no
sufrieran una contingencia negativa, es decir, donde las conductas agre-
sivas no estuvieran castigadas (o donde los niños pudieran ver con-
ductas similares en los adultos responsables de emitir el control) sí
que consolidarían las respuestas agresivas.
De este modo, se encuentra apoyo teórico y empírico a un hecho
social evidente: las diferencias en la influencia de los medios de co-
municación social en función de los grupos de presión (referencia o
pertenencia), en especial de la familia en el caso de los sujetos de me-
nor edad.
Otra variable, también extraída de las Teorías del aprendizaje social;
de gran importancia a la hora de explicar la influencia selectiva de los
medios, hace referencia a los factores motivacionales y a la anticipación
Modelo Modelo del refuerzo positivo o negativo. Walters (1958) ha demostrado que los
compensado Sin consecuencias
castigado para el modelo factores motivacionales y de anticipación del refuerzo o del castigo
aumentan o reducen la probabilidad de las respuestas de observación.
Sin incentivo Incentivo positivo
La atención -propone Walters- se condiciona a aspectos selecti-
Pig. 3. Conducta imitativa de los niños en base a las conseCUencias observadas en vos de las configuraciones perceptivas. En otras palabras, la atención
las conductas de modelos (adaptado de Bandura y Walters, 1963). es un proceso que puede condicionarse (a través de premios y casti-
gos, es decir, de forma instrumental) con relativa facilidad. Puesto que
la atención constituye el proceso proto-perceptua] más relevante, po-
rife.stán~?se una cantidad equivalente de aprendizaje en los niños de demos afirmar que la percepción es condicionable a través de su pro-
a sltuaclOn. del modelo recompensado, la del modelo castigado . sin
c~)OsecuenClas .para I~s respuestas. De igual modo se redujo su~tan­ ceso previo y determinante (la atención). Si somos capaces de condi-
cialmente la diferencia entre los dos sexos (op. cit., pág. 66). cionar la atención y la percepción, conseguiremos que los sujetos
observen aquello que nos interesa, e ignoren otros estímulos; merced
Esta~ investigaciones, que avalan el postulado según el cual las con. a este proceso se puede controlar el aprendizaje observacional.
secuencias de la respuesta son esenciales para que el sujeto pon a o Éste es, indudablemente, otro de los caminos por los que se pro-
no en ~arch~ las conduc~as aprendidas durante la imitación so~ de duce la influencia selectiva de los medios de comunicación social.
enor~e interés y repercusión práctica. ' Unos sujetos se «fijan» (es decir, prestan atención) a unos determina-
Plenses~ q.ue, traducido a comportamiento sociológico común lo dos patrones estimulares, mientras que otros lo hacen respecto a otros,
que e~to. signific, es que el observador imita y aprende, pero no p~ne con 10 que el resultado final, en cuanto al aprendizaje de pautas de
en PIactlca aque!lo que no es sancionado socialmente. Entiéndase bien comportamiento, es diferente.
SoCl~ ~fnte significa p~r su grupo de pertenencia o referencia (siem: En honor a la verdad debe decirse que ya Pavlov había propues·
pre a amos, .claro esta, de conducta de masas, sujeta a la norma, no to que la atención consistía en un fenómeno fundamentalmente
~e comportanuenm pSlcopatológico). Pongamos el ejemplo de los ni- aprendido (si bien él se refería fundamentalmente a un aprendizaje
n~s dq ue ve~ yrogramas de violencia en la televisión. Según este pos- por condicionamiento clásico) que posteriormente se consolidaba y
tu a . o .los .~mds pueden adquirir un repertorio de conductas agresivas controlaba la percepción a través de procesos anticipatorios adquiridos.
~?r Im~~cI<:,n e l~s modelos ~protagonistas, en ocasiones- del me- Así, por ejemplo, Toch y Schulte (1961) demostraron cómo podia
10 au iovisual; sm embargo, aquellos niños que obtengan conse- condicionarse a un -grupo de niños para que, al presentarles estímu-
los visuales «en competencia», prestaran atención únicamente a los
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que habían sido. condicio~1ados. De este modo se conseguía que, al repertorio conductual. Éste es uno de los. efectos .de mayor interés,
present~rles una Imagen violenta sobre un ojo y otra neutra sobre el puesto que consigue instalar en el repertono del SUjeto conductas an-
~ontrano (empleando un taquitoscopio), los niños percibieran más la teriormente inexistentes las cuales estarán sujetas posteriormente a otros
Imagen. para la que se les había entrenado previamente. De este modo tipos de condicionamientos con lo que serán sometidas a los consi-
se exp~Ica que aquellos miembros de un grupo social que han sido guientes procesos de generalización, discriminación, extinción, etc.
condlCl~)llados a observar ~on mayor frecuencia patrones de conduc- 2- En segundo lugar la observación de modelos puede fortalecer o
ta desviada, porque han SIdo reforzados a emitir estas conductas de debilitar respuestas inhibitorias. Es decir, los sujetos poseen ya los p.a-
ob~e~ación ~~lectiva (observando patrones conductuales paternos o al trones de respuesta, pero éstos se encuentran inhibidos a consecue~cl~
recibir atenCIO? por atender a la elaboración paterna o materna de de alguna razón. Los modelos generan el efe,cto de provoc~r .l,a desinbi-
modelos. ~~gatIvos, o al ser reforzada la percepción de estos modelos bición, con lo que el efecto observado consiste en la apanclOn de las
en .televisión), aprenderán a desarrollar conductas de aprendizaje vi- respuestas (que ya existían previamente, pero qU,e se enco~traban ocul-
cano de este tipo de, respuestas Con facilidad (las cuales, además, pro- tas). También se produce el fenómeno contrario, es decir, respuest?s
bablerncnre obtendran refu~r~o.s, al ser emitidas posteriormente). Es- que no se encuentran inhibidas, sino activas: y sobre .las cuales act~a
tos sUJetos, (de 'poca edad al m1Cl? de su aprendizaje de pautas sociales) la influencia del modelo en el sentido contrano, es decir, generando m-
responderan fácilmente ante estímulo, antisociales (aunque sociales res- hibición y, por consiguiente, su desaparició~ (o, n:ás corr:c~amente, su
pecto a su .g~upo de referencia o pertenencia) y no sólo eso, sino que inhibición, puesto que la conducta, en realidad, Sigue existiendo].
sus probabilidades de aprender cada vez con mayor rapidez, facilidad 3. Por último se encuentra el fenómeno según el cual la obser-
y, frecuen~la este tipo de pautas de conducta aumentan en una espe- vación del modelo provoca respuestas de imitación <:lue ya existían
CIe de espiral de automantenimiento. previamente y qu~ no estaban inhibidas, pero ,que, sl.mplemente, .el
sujeto no emitía. Este es un efecto de provocaaón o disparo, Consis-
9.1.4. El aprendizaje a través de modelos: Teoria de los tres efectos te, como su nombre indica, en provocar la aparición de la respuesta.
Constituye una especie de, utilizando la terminología de los etnólo-
C<,>mo hemos visto, los l?:dios de comunicación social son de gran gos, «estímulo desencadenante».
eficacia a la hora de transrninr pautas de comportamiento, puesto que
pre~entan un gran :~ngo de model~s s?bre los cuales los espectadores Puesto que una gran parte del repertorio conductual de lo~ suje-
aplican su observación con el consiguiente aprendizaje de las conduc- tos se aprende con independencia de la exposición a ~,?s medios de
tas presentadas. Como se ha analizado, el que esas conductas se pon- comunicación social (especialmente en el entorno familiar, donde se
gan o no en marcha depeI?de, esenc,ialmente, de las pautas de refuer- desarrollan los primeros modelos de conducta), cabe pensar que gran
zo que ellos .mlsmos (y, bajo determinadas circunstancias, también los parte de los efectos de los medios, consiste en un ~{ecto de provoca-
modelos) re.cIban. Conviene no olvidar que este proceso de influencia ción. Dependiendo de lo censurables que sean SOCialmente las con-
de Jos medios de comunicación, ~ocial, que hemos denominado, efec- ductas en cuestión, podremos hablar de un efecto de provocación .0 de
tos a largoplazo, se produce también sobre el aprendizaje no ya de mo- desinhibición. Así, en la inmensa mayoría de las conductas desviadas
delos c.oncreto~ d~; coml?0rtamIen,to o pautas de conducta, sino sobre (tales como las de violencia infantil), cabe suponer que se t;ate de un
la fropta organtzaaon social, es decir, como analizamos en capítulos an- efecto de desinhibición: los sujetos ya conocían ese patron de res-
tenores, sobre Jos roles, las pautas, las normas, etc. puesta (si no totalmente, sí, al menos, en gran medida, desconocien-
En el contexto del aprendizaje vicario de pautas de conducta se do, quizá, la forma «instrumental» de desarrollar la conducta), pero lo
ha encontr~~o que los modelos producen, fundamentalmente, tres t~os tenían inhibido; el medio se encarga, a través de la conducta del mo-
de efeaos ~Iferentes entre sí, cada uno de los cuales genera, en todo delo de desinhibir esa conducta.
caso, un mcremento del número, amplitud e intensidad de las res- Este planteamiento resulta ciertamente ponderado, equilibrando el
puestas de emulación del observador. peso de la influencia de los medios de comunicación sobre la gene-
ración y mantenimiento de las pautas conductuales de los grupos so-
1. El prime~o de ellos es conocido como eftcto de modelado. Es el ciales sobre los que ejerce sus influencias, al distribuir la responsabi-
efecto que podnamos llamar más «puro», aquel por el que el obser- lidad de tales influencias entre los medios y los comportamientos
vador adquiere respuestas nuevas que previamente no existían en su manifestados en el seno de los propios grupos sociales.

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9.2. ASPECTOS EPISTEMOLÓGICOS DEL «NEW·LOOK» EN LAS TEORÍAS En este segundo sentido, el de la interdependencia defactores, apun-
DE LOS EFECTOS
taba Block (1979) que el tiempo habia dejado de constituirse en un
mero telón de fondo sobre el cual actuaria la causalidad eficaz de los
A estas altura~, del presente manual ya viene resultando familiar, medios, para convertirse en un «recurso estructural que permit~ .la ac-
co.n toda, probabilidad, nuestra i~clin~ci~m, por los problemas episté- ción recíproca de varias fuerzas sociales, incluyendo la exposición a
ml.cos. Ciertamente, S,I en cualquier disciplina científica conviene no los medios de comunicación social» (op. cít., pág. 31). 0, corno afir-
dejar de, lado la reflexión teórica más profunda, la que atañe a sus ba- ma Sasson (1981) «los efectos a largo plazo sirven particularmente para
ses filosoficas, a~nque sólo Sea porque «no hay nada más práctico que subrayar el hecho de que las relaciones son cada vez menos unidi-
una buena te?fl,a"" esta convemcncia se hace inexcusable en el caso reccionales: los condicionantes que derivan, aunque ,varíen por natu-
de aq~ellas disciplinas «emergentes», en las cuales la constitución de raleza o intensidad, tienden a ser recíprocos» (op. cü., pág. 391).
un sólido cuerpo teórico exige Un rigor profundo en los cimientos Todo lo cual viene a subrayar el valor de la interdependencia en el
de lo que se está comenzando a construir. sentido de que no sólo se producen efectos múltiples causados por
. El análisis científico de los efectos de la comunicación social ha su- diferentes acontecimientos, sino que éstos interactúan entre sí de ma-
fndo un cambio de paradigma que ha dado lugar a lo que se ha de. nera compleja a la hora de determinar estos efectos. .
nominado, en ocasiones, el new-look en el estuclio de los efectos (más El segundo aspecto metacientífico que hemos señalado a~te~lOr­
recienternenrc se ,ha evoluc~onado hacia un planteamiento empleado en mente hacía referencia al aspecto procesual del discurso comumcatrvo.
las llamadas te?rzas del CUltIVO). Este cambio de paradigma remite a la Las investigaciones de psicología social «clásicas» han empleado un
propIa, definición de los efectos. Estos son concebidos, ahora, como in- paradigma experimentalisra consistente en aplicar de forma rí~id~ el
fluencias a largo plazo o influencias acumulativas. método científico hipotético deductivo, empleando un. proce~lmle~­
Un primer planteamiento ~pri~rístico o metacientífico ya surge al to extraído del mundo de la fisica experimental. Este npo de Investi-
plantearse el -largo plazo»: «éCuál es el marco temporal apropiado gaciones se caracteriza por manipular las variables independient.es re-
-se planteaban Lang y Lang (1985, pág. 59)- en el que se tienen gistrando los cambios subsiguientes que se produ,cen en l,as van.ables
que observar los efectos?» No existe una respuesta unívoca y sencilla dependientes, controlando todas las restantes posibles vanables ínter-
a esta pregunta, puesto que, como muy bien ha apuntado Wolf (1992) vinientes en el proceso (las llamadas variables contaminadoras). Este
« ... la respuesta~ en el c~rso del desarrollo de los estudios mediológi-
procedimiento, que se mostró muy útil en un ?1ome,nto det~rmina­
c~s ~a dependido ampltamente del contexto institucional, socioeco- do de la historia y la evolución tanto de la psicología experimental
nomI~o y cultural en el q~e la investigación ha crecido y, en conse- como de los fundamentos psicosociales de la comunicación, tiene la
cuencia, de las metodologías dominantes» (op. cit., pág. 133). grave dificultad de que necesita «congelar» el proceso para poder so-
,En todo c~so, el r:narco temporal adecuado puede considerarse por meterlo a este tipo de análisis. De este modo, a través del empleo de
Peuva, es decir, analizando las consecuencias que se producen al no estos diseños experimentales, la hipótesis que, consciente o incon~­
partir -conceptual y, por consiguienrs, metodológicamente- del cor- cientemente, se estaba manejando, era la siguiente: un acto comum-
to plazo. Estas consecuencias colaboran a definir, al menos parcial- cativo supone la exposición a un determinado medio de comunica-
mente, lo que s.e denomina el marco temporal adecuado. ción social, el cual debe generar una modificación en a~guna de las
En este sentido, Schulz (1982) subrayaba que la modificación del estructuras cognitivas, emocionales o conductuales del sujeto, las cua-
marco temporal al que nos venimos refiriendo acentúa dos aspectos fun- les deberían ser medibles (a través de la variable dependiente) de foro
d~mentales en la dinámica de los efectos: por un lado, la propia di- ma inmediata, reflejando así los efectos del proceso. Esta abstracción
namtca ,o ~~oceso a traves del cual fluye el propio mecanismo de la analítica no tiene en cuenta la característica esencial del proceso co-
comur:lCaclon, g.ue .se caracteriza por 'presentar una dinámica propia, municativo para la explicación de las dinámicas de influencias, pues-
~n flUJO c,omumcatlvo que es roto, VIOlentado en su naturaleza si es to que, como hemos visto anteriormente, éstas se produce? en u~a
m:er!umpldo o congelado en un análisis experimental estático, sin- especie de proceso de «cultivo» donde la influencia del medio se deja
croruco, Por otro lado, la introducción de la variable temporal añade sentir en procesos acumulativos, sean de socialización paulatina por
a la escena la variable de la interdependencia entre los diferentes facto- aprendizaje de elementos de la organización grupal (como los roles?
res que confluyen a la hor~. de determin.ar las influencias sobre los pa- la autoridad), sea por el aprendizaje de pautas de conductas determi-
trones conductuales, cogrntrvos y emocionales de los sujetos. nadas por observación (de forma vicaria) que deben, posteriormente

206
207
y con el adecuado transcurrir del periodo de tiempo necesario, con- más elevados y complejos de cuantos comprometen a la percepción
solidarse y emitirse (o no) para ser posteriormente reforzadas o casti- y comunicación humana, puesto que C?o:prOffi:ten a los m~Ca?,lSmOS
gadas o ignoradas, con los consiguientes efectos de estos nuevos con- psíquicos superiores, tales como la mfer:nCla o. la asoCl.a,clon ,de
di~ionamientos, los cuales constituyen, a su vez, una parte inseparable ideas, y, además, empleando para ello un upo de información califi-
e insustituible del análisis de estos efectos a largo plazo. cado de amodal. La información amadal es aquella que no puede
ser clasificada, de forma nítida, dentro de ninguna de las formas
«clásicas» de percepción sensorial (gusto, olfato, oído, tacto, dolor,
9.3. COGNICIÓN SOCIAL Y PERCEPCIÓN INTERPERSONAL: temperatura, presión, etc.). Tal es. el caso, p~r ejemplo, de la percep-
MODELOS DE ATRlBUCIÓN DE CAUSALIDAD ción de causalidad, de la percepción del flujo temporal o de la per-
cepción de las intenciones de otro sujeto que se comporta en nuestro
Una gran parte de los efectos a largo plazo de la comunicación se entorno.
apoya sobre el área de estudio de la Percepción Social. Éste es el caso, precisamente, del que se ocupan lo~ Modelos de
La Percepción Social constituye el área de vertebración de la Psi- Atribución de Causalidad: la percepción de las intenciones con las
colo~ía Social de la ~omunicación, desde el momento en que la per- que los demás emiten su conducta. Este mecanismo c:mst.i~uye u!10
cepción, corno muy bien la definió Zubiri, se constituye corno «la uni- de los de mayor importancia en el proceso de la cornumcacron SOCIal.
d.ad ,básica de~ conocimiento». Sin la percepción no hay nada, ni Puesto que los seres humanos reaccionan esencialment,e a es~ímulos
srquiera s.ensaoón (por eso, el gran filósofo intuyó que la inteligencia cargados de significados, lo esencial a la hora de reacclOn~r f~ente a
era (~sentlentel>; lo cua~ no equivale a decir, corno algunos han pre- cualquier proceso de comunicación (sea éste una comunicación m-
t~ndIdo, que la sensación sea inteligente, sólo la inteligencia es inte- terpersonal o me diática) es la interpretació~ que. el receptor desarrolle
iigente). de tal comunicación. Obviamente, cambia radical y profundamente
, Pues bien, esto, que es, en efecto, así en el campo de la psicolo- el proceso informativo y comunicativo que se produce sobre u~a
gra general o de la antropología filosófica, deviene como una realidad audiencia si ésta percibe que se está desarrollando con la clara m-
más rad~cal e importante en el campo de la comunicación social, don- tención de persuadirle por cualquier medio (por ejemplo, en la pu-
de, p:e~lsamente, to.do el proceso se inicia, y apoya, sobre el percibir blicidad tradicional o en un mitin emitido por TV) frente a otra
(percibir que es social, porque la percepción, como todo lo verdade- audiencia que perciba que la intención del comunicador es la de, ob-
ramente humano, lo es; es por esto que decimos que la percepción jetiva y honestamente, transmitirle una información (como puede oc~­
es un proceso cognitivo, y no sensorial y mecánico, sino reflexivo y, rrir, por ejemplo, en la retransmisión de un documental sobre los mi-
parcialmente, volitivo y subjetivo, construido, en síntesis). nerales). .
Debernos recordar que abandonarnos en páginas anteriores el de- El primer modelo que se planteó sobre estas cuestlone~ fue desa-
sarrollo d~ alguno. de los modelos más recientes sobre la percepción rrollado por Heider (1958). Este modelo subrayaba la necesidad de las
de la realidad social porque se hacía imprescindible, como paso pre· personas de establecer relaciones de causa-efecto que le permrtteran
VI~ par~ su presentaci?n y análisis, el desarrollo de las aportaciones comprender, predecir y, por consiguiente, controlar y comportarse ade-
mas recientes de la psicología social y cognitiva al campo del proce- cuadamente en su medio ambiente. Desde entonces, este modelo ha
samiento de la información, puesto que tales modelos se encuentran sufrido una importante cantidad de aclaraciones, modificaciones y es-
cargados de estas bases teóricas. Así, después de la presentación de al- tudios experimentales que le han permitido erigirse en uno de los cam-
gunas de estas bases, abordaremos ahora la exposición de algunos pos de estudio de mayor relieve en el ámbito de la psicología social,
desarrollos contemporáneos en este sentido, con especial atención al con claras ramificaciones hacia la teoría de la comunicación. En pala-
aspecto de la percepción social más importante y sobre el que, bras de Hamilton (1979): "La teoría de la atribución de causalidad ha
finalmente, se construye toda percepción: la percepción interper- sido en la última década el área principal de actividad investigadora en
sonal. el amplio campo de la percepción social" (op. ctt., pág. 53).
Uno de los aspectos de mayor relieve en el campo de la Psicolo-
gía Social de la Comunicación remite a la capacidad mostrada por las
personas para desarrollar 10 que podríamos denominar procesos
de percepción y comunicación amodales. Este tipo de procesos son los

208 209
9.3.1. Teoríafenomenológíca de la Atribucíón de Causalidad 9.3.2. El modelo de las inferencias correspondientes

Corno se ha mencionado fue Heider (1958) el autor que planteó Uno de los desarrollos más interesantes del modelo de Heider es
por primera vez de una forma precisa y suficientemente elaborada un el planteado por Jones y Davis (1965) conocido corno el modelo de las
modelo explicativo sobre la forma en que los actores sociales perci- inferencias correspondientes, postenormente desarrollado por autores
ben las causas de las conductas de los otros, procesando la informa- corno Deschamps (Deschamps y Clernence, 1987) o Hewstone (Hcw-
ción recibida de su entorno. Este autor partió de un esquema que po- stone y Antaki, 1988).
dría calificarse como derivado de una sociología fenomenológica. El punto Este modelo propone que el proces~ de atribu~ión .se. prod~ce e~
fundamental que Heider aplica a su modelo consiste en plantear un dos momentos: un primer momento consistente en inferir mte~clOnah­
análisis del conocimiento fenomenológico del sentido común. Es decir, dad a partir de los efectos que se observan como consecuencl~ de la
plantea que las personas normales poseen un profundo conocimien- conducta emitida, y un segundo momento en el cual s~ atnbuy:n
to de sí mismas y de los otros. Este conocimiento, de sentido común, la existencia de factores o disposiciones personales a part~r de la zn.-
se utiliza constantemente en las percepciones cotidianas que manejan tencionalidad anteriormente inferida. Para que pueda producirse tal atn-
los sujetos para procesar la información que se presenta en su entor- bución de intencionalidad es necesario que el observador interprete
no y actuar en consecuencia; sin embargo, no es un conocimiento for- que el sujeto observado tenía conc~encia del efecto que produciría su ac-
mulado explícitamente. Heider aborda el estudio de este conocimiento ción y también que tiene la capacidad para desarrollar la conducta en
(que es, precisamente, el que nos permite desarrollar procesos atribu- cuestión.
tivos sobre los demás) a través del análisis del lenguaje. Puesto que el Partiendo de este planteamiento el modelo desarrolla los tres ,as-
lenguaje cotidiano es poco sistemático, el autor analiza este instru- pectos más relevantes de su explicación: el efecto «correspondencia»,
mento de comunicación de forma conceptual. los llamados «efectos no comunes» y, finalmente, la «descabilidad de
A este esquema se le ha denominado, muy frecuentemente, del los efectos».
análisis ingenuo de la acción. Lo que, en esencia, pretende es analizar en La correspondencia es definida como la medida ~n q~e un hecho y
qué situaciones la gente dice que un sujeto es responsable o tiene el las características o atributos subyacentes que son inferidos, se descn-
deseo o la intención «x» a la hora de realizar una determinada acción. ben de forma similar, Cuanto más prototípica del rasgo en cuestión
Se trata, en consecuencia, de analizar cómo los sujetos atribuyen a (del rasgo inferido) sea la conducta, tanto más sencillo y factible será
distintos factores las consecuencias que se derivan de las conductas de el proceso atributivo.
los demás y de las propias. A través de estas inferencias perceptuales Los efectos no com~n~s hacen referen,cia ,al, ~ech~ ~e que ,cuan,do una
de causalidad las personas obtienen una visión más ordenada y esta- acción produce un unico efecto es mas fácil inferir intencionalidad en
ble de la realidad, la cual favorece además la posibilidad de realizar la búsqueda de tal efecto que cuando esta misma acción es capaz de
predicciones. Conviene no olvidar que la función básica de la percep- generar múltiples consecuencias. . . '
ción es, precisamente, proporcionar a los sujetos la posibilidad de de- Finalmente la deseabilidad de los efectos remiten a la cantidad de m-
sarrollar predicciones adecuadas sobre su entorno, que le permitan ferencias (y su' precisión) que se pueden desarrollar sobre el emisor (o
comportarse dinámicamente en su medio. actor) a partir de los efectos en base a, que éstos sean o no, desea~os
Para desarrollar este modelo Heider distingue entre dos factores: los por el actor en cuestión. Jones y Davis (1965) y Echebarna X Vllla-
personales y los ambientales, diferenciando. a su vez, dentro de los perso- rreal (1991), proponen que la calidady canttdad de la información con·
nales, entre la «capacidad>, y la «motivación». A su vez, dentro de la seguida a través de los procesos de atribuc~ón como consecuencia de
motivación distingue entre el «querer» y el «intentar». Por su parte, la deseabilidad de los efectos puede resumirse en tres apartados:
la capacidad interactúa con los factores ambientales para determinar
el "poder» (en el sentido de que el sujeto pueda desarrollar la acción). 1. Los efectos que son universalmente deseados por todos no nos
Obviamente, para que a un sujeto se le atribuya una intencionalidad ofrecen información sobre las características únicas del actor.
en su conducta, se ha de tener en cuenta tanto sus capacidades (fac- 2. La inferencia de intencionalidad en la realización de un acto
tores personales) como los factores ambientales. que busca lograr efectos deseables se incrementa en la r:tedida
en que exige esfuerzo, dolor..., en general, consecuencias ne-
gativas para ese actor.

210 211
3. Cuando los efectos de la acción escogida no son universal-
n:ente deseados, o no son tan deseados como las consecuen-
c~as d~ ot~as. accione~ alternativas, entonces esto nos propor-
cionara mas información sobre las características del actor.

Es a partir de estas inferencias y atribuciones de causalidad como


se proclaman los efectos más duraderos de la comunicación social.
Cua?do los recepto~es «analizan», a través de estas inferencias, las in-
tenoo nes, de los emisores (frecuentemente los modelos plásticos cita-
dos anten?rmente) es cuando pasan a ser más profundamente influidos
o persuadidos. De ahí que las hases psicológicas de las teorias del cul-
tt:vo (es decir, de los efectos a largo plazo) se asienten, en gran me-
dida, sobre los Modelos de Atribución de Causalidad
CAPÍTULO X
El sujeto procesador de información como sujeto activo

El desarrollo teonco que venimos exponiendo hasta el momento


subraya, de forma decidida, el carácter activo del sujeto como recep-
tor de la información. Tanto los análisis que hemos desarrollado a
cerca de la percepción, como de la comunicación persuasiva o de los
modelos de comunicación más recientes, o los enfoques sobre el tra-
tamiento de la información y los procesos de atribución de causali-
dad ... todo viene, finalmente, a convergir sobre una realidad esencial
del ser humano: éste es un organismo que actúa de forma espontánea
y dinámica frente a su medio.
Uno de los enfoques más recientes sobre esta cuestión hace refe-
rencia al análisis de los mecanismos y procesos a través de los cuales
discurre esta «actividad». Se trata, en definitiva, de analizar cómo los
sujetos se enfrentan activamente con la información que reciben.
Los modelos propuestos por autores como Petty y Capeioppo
(1983, 1984, 1986) Y por autores como Chaiken (1980, 1987) son al-
gunos de los que con mayor claridad se enfrentan a estas cuestiones.

10.1. PROCESAMIENTO CENTRAL Y PERIFÉRICO DE LA INFORMACIÓN

Estas teorías intentan explicar los procesos cognitivos activos de


manipulación de la información en base a dos variables fundamenta-
les: según que los sujetos inmersos en el proceso comunicativo se fo-
calicen sobre el contenido del mensaje o bien se «dejen influir» por los
factores que podríamos denominar extra-discursivos.

212
213
10.1.1. El tratamiento central o sistemático de la informacián los organismos están sujetos a un constante bombardeo estimular al
que deben prestar atención ante la eventualidad de su relevancia, y
Cuando el individuo se localiza sobre el contenido del mensaje, lo puesto que el sistema nervioso central no posee la capacidad su~ciente
analiza y 10 integra en conocimientos previos (almacenados, según vi- para tratar activamente todo ese material, se ha generado un sistema
n:os en epígrafes anteriores, en la memoria semántica). En este caso de- que permita conjugar ambas necesidades: el sistema nervioso atiende
~lmos qu.e se produce un tratamiento o manipulación cognitiva de la a todos los estimulas pero a algunos de ellos de forma incompleta
información de tipo central o sistemática. (periférica o heurística). Recuérdese que este mecanismo, analizado
De forma paralela, el sujeto genera respuestas cognitivas internas desde otro ángulo, genera el efecto que, en otros epígrafes tratábamos
que s~ encuent.ran lig.adas ~l contenido del mensaje. Este tipo de pro- bajo la denominación de efecto cóctel.
cesos Internos intra-discursivos se constituyen en una especie de «rno- El tipo de variables a las que los sujetos prestan atención en un
?ólogos» (no necesariamente verbalizados) internos que son de gran procesamiento de este tipo se refieren a, por ejemplo, las característi-
importancia, puesto que, según sean favorables o desfavorables res- cas de la superficie o de la estructura del mensaje, tales como su lon-
p.e~to a la conclusión ~el mensaje (la conclusión tal y como es per- gitud, la cantidad de argumentos (prescindiendo del contenido) ex-
cibida por el propio sujeto, se entiende), la comunicación será más o puestos, la estructura del discurso (si es unilateral o no), si se trata de
menos aceptada y por consiguiente, más o menos eficaz. una presentación monolítica o en bloque de argumentos de polaridad
Así, en síntesis, toda la actividad cognitiva del sujeto está focali- diferente (Dorna y Bromberg, 1985); hace referencia también a as-
zada sobre el contenido de la argumentación. pectos de la fuente del mensaje o emisor: se trata de un experto, es
Este tipo de tratamiento central o sistemático de la información im- sincero, competente, tiene un físico agradable ... Recuérdese que la es-
pli~a una característica ~uy relevante: requiere un control consciente y cuela de Hovland y colaboradores de la Universidad de Yale estudió,
act~vo por p~rte de los sujetos, puesto que deben aplicar esfuerzos re- bajo el paradigma mecanicista neo-conductista, los efectos de parte de
l~t,Ivamente ~ntensos para mantener la atención, recuperar la informa- estas variables durante la década de los 50; los resultados de estas in-
Clan necesana para establecer los juicios comparativos pertinentes y, vestigaciones, que ya hemos expuesto en páginas anteriores, se ven
finalmente, establecer una contra-argumentación (la cual puede ser o ahora mucho mas ampliados y perfeccionados a la luz de estos nue-
no, favorable al discurso}. ' vos modelos, en absoluto excluyentes, sino complementarios.
Del mismo modo que anteriormente apuntábamos que ya Krug-
man había postulado una hipótesis de la audiencia activa frente a la
10.1.2. El tratamiento periférico o heurístico de la irformacián pasiva, lo que, a nivel conductual, se correspondería, parcialmente con
estas hipótesis del procesamiento central o periférico de la informa-
Este tipo de tratamiento o procesamiento de la información en ción, debemos decir ahora que, a nivel de los modelos de análisis del
realidad, es activo «sin serlo realmente». Proviene de un desarrollo procesamiento de la información, ya Schneider y Shiffrin (1977a, b)
(aunque, en general, no suele mencionarse su verdadero origen en este habían propuesto mecanismos que se adelantaban en diferenciar estos
sentido) de la hipótesis de las audiencias pasivas de Krugman (véase dos tipos de procesos (véase el apartado que hemos dedicado a la me-
nuestra e~posición al respecto en epígrafes anteriores). moria sensorial o de trabajo, memoria corto plazo y memoria se-
. Es.encIalment~ se parte de la idea según la cual gran parte de las au- mántica del procesamiento de la información). Sin embargo, corres-
diencias de un discurso, especialmente si es emitido a través de los me- ponde a Chaiken (1980, 1987) el mérito de aplicar, de forma original,
dios de comunicación social (y muy especialmente en el caso de la tele- coherente y clara, estos mecanismos al modelo de la comunicación.
visión) no prest.aJ.1, verda?era at~n~ión al estímulo. El caso prototípico En efecto, su modelo del tratamiento heurístico o periférico de la in-
es e.l de la televisión (bajo condiciones normales de «tipo de estímulo» formación postula que un gran número de índices comunicacionales
y. «tipo de receptor» emitiendo publicidad. En este caso el proceso aten. (frecuentemente de tipo persuasivo) son tratados a modo de simples
cional es meramente pasivo, no activo como debe ser en otras condi- esquemas o reglas decisionales adquiridos bajo la base de experiencias pa-
ciones de interés I:a:a el sujeto. Así, el proceso perceptivo atencional, sadas.
que en otras condiciones es un proceso cognitivo y activo, pasa a ser Al realizar esta propuesta acabamos de introducir un concepto no-
un proceso mecánico, repetitivo (Langer y cols., 1978). vedoso, no expuesto hasta el momento, el cual resulta de gran utili-
En definitiva se trata de un mecanismo de «economía». Puesto que dad, no sólo porque resulta indispensable para poder continuar el de-

214 215
sarrollo de las teorías del procesamiento central o periférico de la in- demás (prototipo ideal). Unimos otras co.sas con este J:rototipo ~ par-
formación, sino porque, por sí mismo, constituye, junto con otros si- tir del momento en que presentan un tipo de «semeJanz.a familiar»,
milares, un conjunto de conceptos esenciales en el campo de la co- en la cual está incluida, fundamentalmente, el uso. Este tipo de con-
municación social: hacemos referencia al concepto de esquema. Este ceptos naturales genera un procesami.ento de la info,rmación relativa-
concepto remite a uno de los constructos de mayor relevancia cons- mente simple, denominado procesamsento por categonas naturales. Est~
truidos para dar cuenta de cómo los sujetos producen su representa- es el pensamiento que se produ~e en los niños en la etapa denomi-
ción de la realidad. nada del pensamiento pre-operativo, en el que se 0l?era con cat:go-
rías naturales (por contraposición a las .c~teg~~ías lógicas, constru,lda.s
sobre los símbolos, con la especial particrpacton del al?arat~ sema~t~­
10.2. MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y REPRESENTACIÓN ACTIVA co). Es muy probable, aunque ~o existe su~ciente e.v,ldeoCla empm-
DE LA REAUDAD ca, que gran parte del procesamlent~ de la 1~~OrmaClO? que se desa-
rrolla de forma periférica frente a la información muy Irre~evante que
U na de las cuestiones de mayor interés para la Psicología Social propicia fuertemente este tipo de comportamiento (es decir, unas au-
de la Comunicación consiste en el estudio de cómo las personas se diencias muy «pasivas»] discurra a través de un procesamlent? .por ca-
representan, mentalmente, la información estimular. tegorías naturales; tal sería el caso, paradigmático, de la publicidad te-
Para poder recibir la información, percibirla y manipularla y final- levisiva.
mente, integrarla en nuestros procesos cognitivos superiores, la infor-
mación debe ser adecuadamente representada, es decir, transformada en 2. Los esquemas van algo más allá que. !os conc~ptos, pu.e,sto 9ue
unas unidades que sean susceptibles de ser manejadas. Para ello se em- no sólo están implicados en la representacton de la mfo~m~~lOn> smo
plean ciertas formas de representación que ayuda, no sólo a almace- que también se comprometen fuertemente en la predicción de 10.s
nar la información objetiva, sino también (y fundamentalmente) a di- acontecimientos. Es decir> los esquemas no sólo construyen la reali-
rigir las acciones sobre el entorno en el que ésta se desarrolla. De dad a través de conceptos, sino que, en base a experiencias pasadas,
nuevo volvemos sobre un punto que ha sido recurrente en nuestra ex- construyen, en paralelo, una representa~ió~ de lo que probablemente oc~­
posición: todos los procesos mentales de los sujetos están encamina- rrirá a partir de los primeros aconteclmlent~~. Y, lo ,que es to?avla
dos, finalmente, a la conducta, a la acción, a la adaptación en sínte- más importante, construyen una repr~s~ntaClon de como reaccionar
sis, en su medio. frente a las consecuencias de tales previsiones. Los esquemas, por con-
Los diferentes elementos que han sido propuestos para explicar esta siguiente, son esenciales para comprender el comportamiento de los
parcela del psiquismo han sido: concepto (categoría o prototipo), es- individuos en grupo. . '
quema, guión y mapa cognitivo. El concepto esquema ha sido uno de .los de, may,?r Import~nCla en
la última década en el campo de la pSlCologIa SOCIal, especialmente
1. La idea de concepto fue parcialmente tratada por nosotros ante- de corte cognitivo (en la llam~da cognici.ón social), pue~t,o que per-
riormente cuando explicamos la categorización perceptual y la Teoría de mite comprender cómo los sujetos organizan su percepcIon y como
las retículas. Un concepto es «una invarianza perceptua]». Es decir, un planifican su conducta e~ base a e l l o . . . .
conjunto de estímulos que percibimos como idénticos (perceptual- Desde este punto de vista resulta obvia la rmportancta de este c~n­
mente invariantes) porque comparten algún denominador común. Tal cepto para la comunicación social. El ~squer:ta es rele~ante para m-
denominador puede ser simbólico, en cuyo caso estaremos desarro- fluir de forma decisiva en cómo los sujetos mterpretaran los mensa-
llando un concepto simbólico, es decir, nos moveremos en el ámbito jes que se les presentan. Es muy relevante también para an~lizar cómo
de las categorías semánticas, o puede ser natural. Rosch (1975) de- los sujetos reaccionan según hayan interpretado tal mensaje en su. ~e­
fendía que los conceptos naturales se generan a través de un denomi- 1ación con el medio; es decir, se avanza un paso en la comprensión
nador común que se encuentra en la experiencia común y cotidiana de las llamadas Teorías de los usos y gratificaciones de los medios (el uso
de las personas. Por ejemplo, el denominador común entre una taza que hacen los sujetos de los medios buscando ~na .gratificación por
y un vaso se produce porque de ambos bebemos. En el caso de este parte de los efectos de éstos). Los esquemas n? sol? Influye~ en la re-
tipo de conceptos naturales se genera una especie de concepto simple lación personal que se establece con los medios, SInO que estos cola-
e universal, una especie de imagen mental que representa a todos los boran de forma decisiva a configurar estos esquemas, puesto que,

216 217
cama vim.os e.~ los c~pítulos dedicados a los efectos a largo plazo de predicciones comportamentales a las que se refiere -respecto a nues-
la comu~lcaclOn SOCial, los medios colaboran decisivamente en la tra conducta y la de los que nos rodean- son prácticamente exactas
~onstr~cclór: ?e la realidad social tal y como es percibida por los su- al cien por cien. Ejemplos similares pueden encontrarse en un res-
Jetos, interviniendo en su comprensión de las organizaciones sociales taurante, en un seminario universitario o en cualquier otro contexto
(el ~apel de la autoridad, los roles, las normas, ete.) y, sobre todo, a fuertemente definido por las normas o los usos sociales.
traves .de las influencias del aprendizaje social vicario. Resulta absolutamente innegable la influencia que los medios de
Neisser (1976) denominaba a los esquemas que permitían predecir comunicación social poseen sobre la formación de los esquemas. A tra-
la conducta esquemas anttapatonos. Neisser proponía que los sujetos vés de ellos, millones de personas aprenden -a través de los proce-
extraen «mu~stras» ~e. entre toda la información disponible, obser- sos de aprendizaje vicario que analizamos anteriormente- una amplia
vando .Y. analizando urucamente la información relevante para la toma variedad de esquemas. Hasta tal punto estos medios (especialmente la
de d~ClslOnes. Es esta selección de la información la que, a su vez, va televisión) enseñan esquemas a los diferentes grupos sociales, que mu-
modificandolo, .esquemas anticipatorios, permitiendo a los sujetos con- chas personas sabrían perfectamente cómo deberían comportarse en
siderar expenencias pasadas para predecir lo que ocurrirá más adelan- diferentes contextos y situaciones, algunas de las cuales ni siquiera han
te (el SUjeto desarrolla así el llamado muestreo activo). vivido realmente en sus vidas ni probablemente no llegarán a vivirlas
A. p~rtlf de este marco teórico, los esquemas pueden considerarse nunca, como es el caso de muchas de las situaciones presentadas en
del siguiente modo (Rumelhart 1980): los talk shows o en los programas llamados «rosas» o «del corazón».
Los guiones, así entendidos, pueden ser clasificados en tres tipos
Como una es¡;>ecie de obra de teatro, la cual posee de ante- (Schank y Abelson, 1977):
mano t?da la lllfor:nación disponible sobre los personajes, los
escena:lOs y los guiones necesarios para generar las secuencias Guiones situacionales. Son los que comprometen situaciones so-
de acción más apropiadas. ciales muy contextualizadas como las descritas en los ejemplos
~ ambién pue~en ser definidos como teorías que permiten rea- anteriores.
lizar una explicación significativa de lo que está ocurriendo en Guiones personales, generados a través del conocimiento desa-
nuestro entorno. rrollado a partir de la percepción interpersonal y la inferencia
En ocasiones son considerados, empleando una metáfora muy de rasgos del interlocutor. La inferencia de tales rasgos nos per-
esclarecedora, como los programas de un ordenador que per- mite predecir su comportamiento mediante la creación de guio-
~Iten procesar la información que «entra» en el sistema. nes personales. El ejemplo más conocido hace referencia a las
Finalmente, los esquemas han sido considerados como deco- expectativas de comportamiento respecto a un amigo íntimo o
dlfi~ador~s .que de,sco?Jpon~n. y analizan los componentes de de un cónyuge respecto a otro (aspecto sobre el cual se han
la vida diana en terrnmos similares a como un analizador sin- desarrollado programas en TV de dudoso gusto, tales como, en
tácti~o descompondría una frase en sus partes gramaticales y España, «Su media naranja», en los cuales cada cónyuge debe
sus significados. adivinar lo que pensaría o haría el otro en una situación de-
terminada).
3. Lo~ guion~s son constructos mentales que permiten identificar Finalmente se encuentran los llamados guiones instrumentales,
lo que esta ocurnendo y saber cómo se debe actuar para ser socialmente asociados con objetos u objetivos concretos. Por ejemplo, todo
aceptables (Schank y Abelson; 1977). Como se ve, este concepto _y el conocimiento acumulado sobre cómo llegar de un punto a
los antenore~, en clert~ medida-e- Se relaciona de forma muy directa otro, qué tipo de medio de comunicación utilizar, cómo acce-
co~ las cues~lOnes analizadas anteriormente respecto a la organización der a él, etc.
SOCIal, cuestiones tales cama la percepción del rol o de la autoridad
y aceptación en el grupo. 4. El estudio de los mapas cognitivos ha sufrido menor desarrollo
El ejemplo más citado de lo que constituye un guión es la forma que los conceptos expuestos anteriormente. La idea de mapa cognitivo
en la que actuamos, ~revemos que. debemos actuar y prevemos que es planteada por primera vez por Tolman (1948) al defender su idea
deben actuar los demas, en una misa. En esta situación fuertemente de «comportamiento propositivo» (idea que, por cierto, le valió una
contextualizada, los guiones son casi perfectos, con lo cual todas las furiosa lucha contra Hull, el cual defendía la explicación de la con-

218 219
ducta p:opositiva en términos totalmente mecanicistas apelando a su completamente diferentes y son activados por estructuras comunicati-
famo~a Idea de las «respuestas anticipatorias de meta»; resulta eviden- vas y/o contextuales diferentes.
te" a Juzgar.vor el predominio durante muchos años del conductismo Una de las diferencias más frecuentemente señaladas hace referen-
mas mecam,Clsta, que la polémica fue saldada favorablemente a favor cia a la rapidez, facilidad y nivel de automatismo de uno u otro tipo.
de Hull). CIertamente, si la idea de mapa cognitivo fue establecida por El procesamiento periférico es más veloz. sencillo y automático que el
Tolman para mterl?retar el comportamiento propositivo, la idea mis- procesamiento central.
-';la de comportamiento propositivo no fue, ciertamente, original de En efecto, puesto que el procesamiento periférico apela a esque-
el. Nada menos que la psicología filosófica de los escolásticos la ha. mas, remite a un tipo de información muy rudimentaria, de fácil
b~a defen~ido ya. y un autor tan relevante como Brentano se encar- acceso y rápidamente asequible -como ocurre con los estereotipos
go posteriormenre de llevarla al mundo de la psicología científica (en. fuertemente fijados. Este tipo de información suele ser muy rudi-
frentandose por esto, y por otras razones, al Concilio Vaticano 1 lo mentaria, sin contenido cognitivo complejo y sin conexiones o rami-
que le sup~so, imaginamos que junto con otras razones, su renuncia ficaciones elaboradas con otro tipo de contenidos cognitivos (o, si
al sacerdocio). Corno sabemos (véase la exposición inicial sobre au- existen, se limitan a conexiones a su vez estereotipadas y, de este
tores y escuelas al inicio de este libro) Brentano fundaría en base al modo, de rápido y cómodo acceso). Por consiguiente, este tipo de in-
concepto de propositividad y conducta teleologica, la Psicologia del acto, formación (la que se deriva de los esquemas y que se reconoce en las
sobre la cual se construina poco después la Fenomenología. reglas heurísticas) es cómoda de procesar y rápida de recuperar.
En cambio, el procesamiento central debe movilizar conocimien-
10.2.1. El mango de esquemas en el tratamiento heurístico de la información tos previos más complejos, recuperarlos adecuadamente (es decir, los
que resulten más pertinentes al contenido del argumento) y, no sólo
Un~ ,vez eXP':lestos estos conceptos sobre la representación de la in- eso, sino que, además, estos contenidos deben ser adecuadamente vin-
íormación, conviene retomar el hilo del discurso donde se detuvo res- culados, a través de nuevas argumentaciones (frecuentemente de tipo
pecto al tratamiento activo de la información. silogístico, aunque no siempre) al discurso que se ha producido en la
. Decíamo~ que autores como Chaiken (1987) proponían que un gran comunicación. Todo ello conlleva, obviamente, que el tratamiento
numero de índices del mensaje comunicativo eran tratados como es- central de la información sea más largo. costoso para el sujeto y menos au-
quema~ o . reglas de dec~sión. Por ejempl~, en el caso de que el mensaje tomatizado.
sea atn~Uldo a un emlso~ ~xperto, los ~uJet?~ receptores del mensaje pue- Se comprende ahora mejor la hipótesis analizada en epígrafes an-
den apl~c~r un esquema típico de la suuacron que se traduciría en la re- teriores según la cual las «audiencias activas» (que ahora sabemos apli-
gla beuristica «lo que afirma un experto es, generalmente, digno de con- can el procesamiento de la información central) sólo surgen frente a
fianza). De ;:ste 1?o~o, el mensaje surtiría efecto no por el contenido situaciones de comunicación de las denominadas high commitement, es
~lo que sena atribuible a un procesamiento central- sino a consecuen- decir, de «alto compromiso», en el sentido que deben comprometer
era de la ap~icación de un esquema y la subsiguiente regla heurística. al «yo» del sujeto. En efecto, este tipo de audiencias activas, que pro-
En el ll?lsmo sentido se ~p~ican gran cantidad de esquemas y sus cesan la información centralmente, necesitan un tipo de motivación
correspondientes reglas heurísticas a una amplia panoplia de caracte- lo suficientemente elevado como para generar un comportamiento que
rtsttcas superftC1~les pertenecientes a la estructura del mensaje (en lu- supone mayor coste para el sujeto que el correspondiente a un pro-
gar. de al contenzdo!- Estos esqu~mas, como hemos visto, se aprenden cesamiento periférico. Este «alto compromiso') se da, como hemos
SOCialmente. P~r CItar algun.os ejemplos, se encontrarían aquí variables apuntado, cuando el «yo» del sujeto se ve involucrado en la situación
como el atracttuo del comunicante, su Imagen de honradez o de simpatía. comunicativa".
Resulta evidente que el «yo» del sujeto se verá afectado cuando la
situación involucre al estado motivacional del receptor. Esta situación
10.3. IMPLICACIONES DEL PROCESAMIENTO CENTRAL O PERIFÉRICO se produce, como sabemos, cuando el discurso afecta a su sistema de
DE LA INFORMACION

" Los mecanismos de acción responsables del procesamiento de información en si-


. Es ~~portante, d,e~tacar de nuevo que estos dos procesos (central o tuaciones de high commiternent han sido analizados por el autor en su obra Fundamen-
srsternatrcn y penfenco o heurístico) activan mecanismos cognitivos tos psicosocíales de la publicidad: algunos modelos cognitivos.y neocognitivos (Y. Cuesta, 1999).

220 221
creencias, actitudes u opiniones, sea de forma consciente o incons- saje» (véase nuestro análisis de los modelos .neoconductistas clási~os
ciente, o bien a las contingencias de refuerzo que el sujeto puede ob- sobre comunicación e información y persuasión expuestos en capitu-
tener. las iniciales de este manual). En la hipótesis de Petty y Cacioppo
Así, por ejemplo, un sujeto que esté pensando en adquirir un pro- (1980) e! procesamiento puede ser heurístico a partir de la fuente o de!
ducto que vale mucho dinero, normalmente se encontrará en una si- mensaje. Pensemos, por ejemplo, en un sujeto que es influido P?r el
tuación de «alto compromiso», puesto que el dinero constituye un re- mensaje. Según las hipótesis de la escuela de Hovland estos sujetos
fuerzo de segundo orden que permite controlar gran cantidad de serían influidos por el contenido de éste. Sin embargo, la hipótesis de
contingencias de refuerzo (si no todas, sí casi todas las contingencias Petty y Cacioppo es que, según las variables mot~vacion~les del suje-
de refuerzo pues, como decía un personaje de Woody Allen, «con el to correspondientes a esa situación concreta, el sujeto aplicará un me-
dinero se puede comprar todo y, por descontado, hasta e! amor y la canismo de procesamiento central o periférico; según sea el tipo ele-
salud»), Este tipo de productos han sido denominados por algunos gido, se dejará influir por el contenido del mensaje o por su forma.
autores (como Kotler) specialty goods, puesto que son capaces de po- Existe evidencia experimental que avala esta hipótesis: Madux y Ro-
ner al sujeto en una situación de especial compromiso, lo que acti- gers (1980) encontraron que la cantidad de los argumentos presentes
vará un procesamiento central de la información. Este tipo de pro- en el discurso, con independencia de su calidad (es decir, una vana-
ductos generará, por lo tanto, un enfrentamiento activo con los medios ble superficial o de la estructura del discurso, no d~ su contenido) in-
de comunicación. El enfrentamiento de estos sujetos con la comuni- crementaban la eficacia de éste. Estos resultados se interpretaron como
cación persuasiva relacionada con estos productos (tal como la publi- una consecuencia de la aplicación de la regla o el esquema «cuantos
cidad) será, así, de tipo activo. más argumentos, más pertinente es el. discurso». , '
Parece ser, por tanto, si nos dejamos conducir por estos modelos, Los trabajos anteriores a la hipótesis del procesamzento dual de la m-
que la actitud -en el sentido, aquí, de «talante--e- con la que los es- formación interpretaban el hecho de que a mayor númen? de argu-
pectadores se enfrentan a un medio audiovisual como es la televisión, mentos mayor eficacia del discurso como una consecuencia del ma-
especialmente ante géneros como el publicitario, es de tipo pasivo, lo yor esfuerzo cognitivo necesario para procesar todos los argumentos,
que conlleva un procesamiento de tipo periférico, caracterizado por un lo que generaba como efecto un increm.ento de las respue~tas favora-
procesamiento rápido, poco costoso para el sujeto, muy automatizado y bles a la posición defendida por el emisor (efecto que, ciertamente,
próximo a un procesamiento guiado por categorías naturales. puede producirse pero, como ahora sabemos, únicamente si los suje-
Otra diferencia importante entre el tipo de procesamiento central tos se encuentran en una situación activa de procesamiento central).
frente al periférico consiste en que en el procesamiento heurístico o Como hemos comentado anteriormente, el hecho de que el suje-
periférico la actitud inicial del sujeto no tiene apenas importancia de to aplique una u otra estrategia depen~e de que s~ trate de una si-
cara al resultado final de! efecto de la comunicación, puesto que las tuación de «alto compromiso» o de «bajo compromiso». En otras pa-
«creencias» (en el sentido de conocimiento semántico, tal y como fue labras, depende de que la situación «interese- o no al sujeto. Sujeto y
definido por nosotros en el apartado dedicado al procesamiento cog- situación son. en consecuencia, los dos grandes tipos de variables ana-
nitivo de la información en la memoria a largo plazo) no necesitan lizados a la hora de definir e! tipo de procesamiento de la informa-
ser activadas, puesto que el sujeto no presta atención, realmente, al ción empleado por las audiencias.
contenido del mensaje en el sentido de captar los argumentos de éste,
sino que, como hemos venido exponiendo, se centra en lo «superfi-
cial». La consecuencia más relevante de esto consiste en que los suje- lOA. TIPO DE PROCESAMIENTO Y AUDIENCIAS:
tos no son, realmente, persuadidos, en el sentido que no se genera un FACTORES DE SITUACIÓN Y DE SUJETO
verdadero cambio de actitud. Las actitudes -muy difíciles de cam-
biar, como es sabido, incluso cuando se utiliza un procesamiento de 1004.1. Factores vinculados a la situación
tipo central- no son susceptibles de ser modificadas a partir del pro-
cesamiento heurístico, puesto que no intervienen en él. Parece haberse demostrado que acentuando los índices que son ha-
Es importante no confundir esta distinción con la que ya en los bitualmente empleados en el proceso heurístico se incrementa la pro-
años 50 apuntaba el grupo de Hovland y colaboradores en la escue- babilidad de que las audiencias se comprometan en ~sta ,vía.
la de Yale respecto al influjo de la «fuente- trente al influjo del «men- Chaiken y Eagly (1983) presentaron a unas audiencias mensajes

222 223
persuasivos a través de tres medios diferentes: vídeo (tipo televisión), de la situación en relación con el estado psicológico del sujeto. En el
audio (tipo radio) y escrito (tipo prensa); se manipuló, también, e! contexto que venimos ahora exponiendo, Petty y Cacioppo (1981,
atractivo de la fuente (emisor atractivo frente a no-atractivo). La hi- 1983) han demostrado que existe un número importante de factores
pótesis era la siguiente: según el modelo del procesamiento central-pe- que pueden afectar a la eficacia de la comunicación según aumenten
riférico de Petty y Cacioppo, e! empleo de la fuente atractiva desen- o reduzcan la motivación, es decir, el compromiso del sujeto con la si-
cadenará la puesta en marcha de un procesamiento heurístico (es decir, tuación comunicativa.
periférico), lo que generará que se centre la atención en los elemen- En estas investigaciones, los autores han llegado a demostrar em-
tos superficiales del discurso, poniendo en marcha el funcionamiento píricamente la eficacia de una variable conceptualmente muy próxima
de una regla o un esquema apropiado a la situación; en este caso la re- a lo que hemos denominado el «alto compromiso», Han demostrado
gla sería «las personas están más de acuerdo con aquello que les re- que cuando el sujeto está implicado por el contenido del mensaje y sus
sulta atractivo». consecuencias (situación típica del acto comunicativo informativo cuan-
Los resultados confirmaron la hipótesis: la comunicación resulta do se transmite una información de cierta relevancia para el sujeto, o
más eficaz en las condiciones de vídeo y audio que en la condición es- de la comunicación publicitaria en la que lo anunciado tiene conse-
crita únicamente si la fuente es atractiva; sin embargo, en la situación cuencias importantes por su costo psicológico o económico), enton-
escrita no se observa ninguna diferencia en función del atractivo de ces desarrollará el esfuerzo cognitivo necesario para evaluar la perti-
la fuente. nencia de los argumentos. Es decir, aplicará un procesamiento central.
Pallak (1983) ha aportado también evidencia empírica en favor de A la inversa, se encontró que cuanto menos motivado estaba el suje-
la Tesis dual de! procesamiento de la información y de los factores li- to por la comunicación, más se centraba en los rasgos o índices típi-
gados a la situación persuasiva. A través de diferentes investigaciones cos de un procesamiento periférico. Por ejemplo, se ha encontrado
han demostrado que cuando el atractivo físico de la fuente no es re- que cuando se varía experimentalmente la simpatía de la fuente y el
levante, entonces la calidad de los argumentos empleados en el dis- nivel de compromiso con la situación, los sujetos son muy suscepti-
curso es la variable decisiva a la hora de generar efectos persuasivos. bles al atractivo de la fuente (también se ha verificado con la credi-
Esto es interpretado en términos de un procesamiento central de la in- bilidad aparente) cuando tienen baja implicación, y al contrario, no
formación, puesto que no existen estímulos que disparen el procesa- son susceptibles al atractivo de la fuente, sino al contenido de los ar-
miento periférico. Por el contrario, en el momento en que introdu- gumentos, cuando se encuentran en situación de alto compromiso
cimos un estímulo capaz de disparar el procesamiento periférico (con- (Chaiken, 1980).
cretamente el atractivo de la fuente), la calidad de! argumento devie- Estas investigaciones, en realidad, son deudoras de otras pioneras
ne irrelevante, de tal manera que poco importa que el argumento sea muy similares, en las cuales se demostraba también la influencia de
o no consistente, lo relevante pasa a ser que la fuente sea lo sufi- la situación y de la motivación del sujeto de cara al tipo de procesa-
cientemente atractiva. miento. Langer y cols. (1978) demostraron que, en comunicación in-
Por consiguiente, cabe concluir que, en general, cualquier factor terpersonal, cualquier argumento es válido, con independencia de su
susceptible de aumentar la importancia de los índices persuasivos «ex- calidad en el contenido si los sujetos están poco involucrados (por-
tra-discursivos» (es decir, superficiales) puede ser susceptible de de- que emplean el procesamiento periférico), mientras que si la situación
sencadenar un proceso heurístico o periférico. es de mayor implicación, entonces ya los sujetos prestan atención al
contenido del mensaje.
Una de las últimas líneas de investigación a través de las cuales
10.4.2. Factores vineulados al sujeto está discurriendo actualmente e! estudio de la Psicología Social de la
Comunicación en esta vertiente del procesamiento dual de la informa-
Hemos venido planteando que los sujetos podían encontrarse en ción, se centra en el influjo de variables de personalidad más O menos
una situación de High Commitement o de Low Commitement, emplean- estables.
do la terminología de Kotler. Apuntábamos entonces que una situa- Esta línea de investigación resulta de gran interés por dos razones
ción de «alto compromiso» sería aquella que involucrase al «yo" del fundamentales. La primera de ellas es de tipo programática: resulta
receptor, 10 que tendría por efecto poner en marcha los mecanismos muy fructífera no sólo en los resultados empíricos que comienza a
de tipo central o sistemáticos. Estos aspectos hacen relación al valor proporcionar, claros, rigurosos y de fuerte solidez, sino también en su

224 225
plasticidad para adecuarse al nuevo modelo epistemológico que he-
mos; insistentemente, apuntalado, desde diversas perspectivas, a lo lar-
go de este proyecto. Esta línea de investigación permite aplicar un mé-
todo científico riguroso y eficaz pero con la flexibilidad y amplitud
que se hace necesario para ser empleado sobre el objeto que abarcan
las ciencias de lo humano. La segunda razón es de tipo académica:
esta línea de investigación centra, define. con toda la riqueza y com-
plejidad propia de la disciplina, el tipo de trabajos que, a nuestro jui-
cio, deben desarrollarse en el contexto de una Psicología Social de la
Comunicación.
En efecto, la investigación de la influencia de rasgos o estados de
personalidad, motivacionales o emocionales -o cualquier otro tipo
de rasgo o estado de naturaleza netamente psicológica- sobre la si-
tuación, para analizar, en una especie de complejo juego de retroac-
CAPíTULO XI
ciones, la influencia que el resultado de tal proceso genera sobre el
tipo de procesamiento de la información que se deriva de un acto co- Escenarios y tendencias de la Psicología Social
municativo, supone desarrollar de una forma rica y adecuada, el «com- de la Comunicación
plejo juego de retroacciones» que se analiza en la Psicología Social de
la Comunicación.
Como se ha visto en las páginas anteriores, la situación actual de
la Psicología Social de la Comunicación es compleja. Compleja y es-
peranzadora.
Su complejidad deriva de una doble vertiente: por un lado, de
las intrínsecas dificultades que subyacen siempre al estudio del ser hu-
mano. Son dificultades epistemológicas, como hemos tenido ocasión
de ver. Por otro lado, esta complejidad emana de la «amplitud» con-
ceptual de la propia materia: los procesos psicosociales responsables
de la comunicación. Esta amplitud se refiere no sólo a la ingente can-
tidad de fenómenos propios de su campo de estudio, sino también a
la variedad y dispersión de modelos o paradigmas que, desde dife-
rentes enfoques teóricos y métodos, abordan el estudio de estos fe-
nómenos.
La situación es también esperanzadora. En muchas ocasiones, y
ésta parece ser una de ellas, las grandes críticas y reflexiones episte-
mológicas anteceden y sirven de substrato o mantillo para la disolu-
ción de antiguos paradigmas científicos y anteceden al advenimiento
de un nuevo y superior modelo de hacer ciencia.
Estas conclusiones finales pretenden abordar ambos aspectos desde
una perspectiva simplificadora, puesto que constituyen una síntesis.
A través de unas últimas críticas metodológicas intentaremos plan-
tear el camino esperanzador hacia una nueva forma de plantear el es-
tudio científico de los fundamentos psicosociales de la comunicación,
del paradigma nuevo que parece estar emergiendo en este área.
A continuación y para presentar con claridad una síntesis de pers-

226 227
pectiva~ futuras dentro de un área que se ofrece tan amplia en sus nalidad, esencial en el enfoque de Brentano, y 10 hicieron desde el
contenidos, un buen planteamiento podría consistir en ofrecer al lec- campo de la psicología científica más que de la filosófica. Sin em-
tor nuestra perspectiva acerca de cuáles podrían ser algunas de las bargo, por razones que, seguramente, guarda en su seno la psicohis-
área.s prioritarias para explorary desarrollar en el futuro de la Psicología toria, no prosperaron. Así, la fenomenología quedó reducida al cam-
Social de la Comunicación. po de lo filosófico y los intentos posteriores de Wundt se enfrentaron
al gravísimo (e irresoluble desde los planteamientos filosóficos de
Wundt) problema del dualismo cartesiano consecuencia del paralelis-
11.1. LA CRISIS DEL MÉTODO: HACIA LA EMERGENCIA DE UN NUEVO mo psicofísico que se vió obligado a mantener como resultado de su
PARADIGMA noción de experiencia interior.

11.1.1. La crítica fenomenológica


11.1.2. La crítíca de la Gestalt
Hace referencia a las críticas hechas desde el movimiento feno-
menológico inicial, protagonizado por autores como Brentano, Dil- La psicología de Wertheimer, Kohler y Koffka se enfrentó de ple-
they y Husserl. Consiste, fundamentalmente, en plantear las dificul- no con el problema del dualismo cartesiano, y lo resolvió. Cuando
tades excesivas de aplicar un método científico tan riguroso como el menos lo resolvió desde el punto de vista pragmático y programático
de las ciencias físicas al estudio de un objeto cualitativamente tan di- (única- vía para resolver esta cuestión, en el fondo filosófica e irreso-
ferente como es el de la mente humana. El camino fue iniciado por luble conceptualmente, puesto que se trata de integrar dos mundos
Wundt cuando publicó sus Principios de psicología fisiológica. Casi si- que emergen de esferas de la realidad diferentes). El principio del ;50-
multáneamente, Brentano, con su obra Psicología desde el punto de vis- morfismo, como es sabido, intenta resolver, en efecto, esta cuestión:
ta empírico, publicada en 1874 pretendía representar una alternativa a los campos cerebrales y las configuraciones (las «gestalts»} mentales no
la psicología naturalista que comenzaba a imponerse con claridad en son sino el anverso y reverso de una realidad unitaria y sin fisuras.
lo~ círculos académicos como consecuencia de la obra y el pensa- El punto de vista de la Psicología de la Forma o de la Gestalt era
miento de Wundt. muy claro y radicalmente contrario a un enfoque plenamente positi-
Brentano partía de la distinción esencial entre lo físico y lo men- vista de base asociacionista:
tal, entre el soma y el psiquis, entre la sustancia extensa e inextensa
(vres cogitans» y «res extensa») de Descartes. Al plantear esta distin- La mayoría de las personas son incapaces de vivir sin un marco de
ción radical proponía la necesidad de buscar una metodología ade- referencia, sin una interpretación de la vida humana que dé sentido a
cuada a la peculiar condición de la mente y sus procesos. Wundt tam- sus vidas... y es precisamente a ese hombre al que la psicología positi-
bién se dio cuenta de ello y renunció a la experimentación para vista es incapaz de hacer justicia. Hay algo en él que, efectivamente no
puede aprehenderse con la metodología que tanto éxito ha tenido en las cien-
abordar el estudio científico de los procesos mentales. No sabemos si
cias naturales.
su redescubrimiento (el de Wundt) se produjo o no demasiado tarde.
Quizá no. Ciertamente, su vía condujo a las ciencias del hombre a
un camino sin salida, o difícilmente transitable a partir de cierto pun- Así se expresaba nada menos que Kóhler en 1938 en su obra El pues-
to (aquel en el que ahora nos encontramos) pero tuvo el mérito in- to de los valores en un mundo de hecho. Un planteamiento, como puede
discutible de reconducir a las ciencias del hombre hacia la vía de la verse, nada positivista y muy próximo a las posturas humanistas, an-
ciencia empírica. Quizá, en aquel determinado contexto histórico so- tielernentalistas, defendidas desde los marcos epistemológicos actuales.
cial y académico, la única alternativa posible era la tomada por el pa- Otros autores, muy próximos a la Gestalt como Kurt Lewin o Pia-
dre de la psicología experimental. get se enfrentaron al elementalismo, asociacionismo y fisicalismo re-
. Husserl desarrolló las ideas de Brentano, pero sus enfoques se li- duccionista del paradigma positivista desde posiciones socioculturales,
m~taron a l~ filosofía o la psicología filosófica, sin conseguir que la subrayando el carácter significativo y propositivo de la vida mental.
psicología CIentífico-natural se alejase de unos planteamientos excesi- En definitiva, como ha puesto de relieve Leichtman (1979), los psi-
vamente rígidos en su concepción positivista. Ciertamente, otros au- cólogos de la forma trataron de salvar a las ciencias del hombre de
tores de corte fenomenológico desarrollaron el concepto de intencio- las fuertes implicaciones reduccionistas que conllevaban el naturalis-

228 229
mo de la psicología experimental asociacionista y que continuó desa- Éstas son algunas de las críticas fundamentales que han sido des-
rrollándose can el conductismo y neoconductismo. plegadas en torno al método neopositivista desde la perspectiva de sus
bases epistemológicas. No son, obviamente, éstas las únicas críticas.
Otras han sido practicadas en relación a, por ejemplo, la noción de
11.1.3. Las críticas de orientación sociológica hecho en psicología y psicología social, a la explicación causal y, cómo
no, a la propia metodología experimental. La mayor parte de estas crí-
N,o~ ,remit~mos aquí ~ la crítica inspirada en el marxismo, el psi- ticas las hemos expuesto anteriormente, por lo que sería redundante
coanálisis SOCIal y la sociología del conocimiento. exponerlas ahora.
. Como es sabido, una de las críticas más fuertes de Marx al «capi- Lo realmente interesante de estas posturas críticas consiste en la
talismo burgués» hacía referencia al planteamiento de la ciencia del base conceptual que ha proporcionado para el desarrollo de nuevos
hombre (de lo social, para Marx) corno ciencias mecanicistas donde planteamientos metodológicos.
el formalismo abstracto se constituía como el principio estructurador
de las relaciones de producción del capitalismo. Como muy acerta-
damente ha recogido Buck-Morss (1979), para Marx, la abstracción de 11.1.4. Los nuevosplanteamientos epistemológicos
forma y contenido determinaba la anulación de distinciones cualita-
tivas tales como la del valor de uso; posibilitaba la reificación de los En el momento actual podría pensarse que las ciencias que tratan
objetos, disociándolos de sus procesos de producción, y permitía abs- con el hombre, entre las que se encuentra, en primera línea, la Psi-
traer los fenómenos de su contexto histórico, ofreciéndolos como cología Social de la Comunicación, han entrado en un nuevo plan-
constantes universales sin posibilidad de transformación temporal. teamiento epistemológico, donde se han superado planteamientos o
Estas críticas del gran filósofo son esenciales para el problema que posturas reduccionistas excesivamente próximas a los modelos deriva-
nos ocupa, puesto que ponen de relieve la condición histórica de todo dos de las ciencias de lo natural.
saber y, por 10 tanto, la relatividad del método naturalista que la psi- Así, nos encontramos con propuestas como la derivada de la filo-
colegia científica positrvista se empeñaba en defender radicalmente sofia realista de la ciencia, la cual plantea que el objeto de la expli-
como «la única vía», cación en las ciencias sociales, más que los hechos sociales puramente
En su obra Historia y conciencia de clase, Lukacs, discípulo de Max reconstruidos (como proponía Durkheim) o los puramente intencio-
Weber y, por consiguiente, intelectual de línea marxista, planteó una nales, serían «las relaciones persistentes entre los individuos (y grupos),
gran teoría sobre la relación entre psicología y sociedad. y las relaciones entre dichas relaciones" (Bhaskar, 1978, pág. 6). Como
En esta obra se acentúa la condición estructural (y, por lo tanto, señalan Páez y coIs. (1992): «Mead ya planteaba que la conducta del
molar, es, decir, no-elernentalista) y se subraya la tesis marxista de que individuo solo puede ser entendida en términos de la conducta de
el formalismo abstracto es la estructura lógica en la que se funda no todo el grupo social del cual es miembro (pág. 54). Berger y Luck-
sólo el modo de producción capitalista, sino nada menos que su modo mann (1979), en el mismo sentido afirman que la sociedad es un pro-
de consciencia. Así, al insistir en la identidad estructural entre mente ducto humano y el hombre, producto social, para, con ello, asumir
y sociedad y señalar que la estructura lógica del formalismo abstracto la necesidad del objeto de explicación social como resultado de inte-
es .un producto histórico (y no algo universal e inmutable) opone a la racciones a diferentes niveles de análisis.
teSIS de l~ psicología como ciencia natural otra alternativa, según la En todo caso, estos planteamientos han sido también superados,
cual la misma forma del conocimiento es un contenido social. cuando menos en dos importantes niveles, como continúa señalando
A partir de estos esquemas se desarrollan, posteriormente, las crí- el propio Bhaskar (1979):
t~c.as (y.aportaciones) de los movimientos provenientes del psicoaná-
lISIS SOCIal y de la sociología del conocimiento. Autores como Fromm - El voluntarismo e individualismo: la realidad social (la estruc-
nos ft;:cuerdan en obras como Objeto y método de una psicología social tura de las relaciones sociales) no es producida por el indivi-
analítica (1932) que persona y sociedad resultan indisolubles, y que el duo, ya que la primera preexiste, constriñe y determina las for-
mas de acción del individuo. Los sujetos pueden reproducir o
saber es algo cargado de historicidad, al igual que la propia estructu-
cambiar la estructura social, pero no producirla.
ra del comportamiento. Todo ello, inaprehensible a partir de un mé- - Sin embargo, este modelamiento social de la conducta no se
todo científico neopositivista. puede extremar, ya que lleva al segundo error, el del determi-

230 231
nismo estructural. El individuo puede innovar o inclusive, al re- mismos resultados en el mundo y el laboratorio, establecer la validez
producir lo social con su conducta, incluir elementos dinámi- a la vez ecológica o externa y experimental o interna de la investiga-
cos (Bhaskar, 1979; citado por Páez y cols.). ción.
La investigación se debería orientar hacia estas coorden~d~s, pro-
Continúan estos mismos autores haciendo una reflexión acerca de pias, por otra parte, del nuevo enfoque epistémico que, insistente-
cómo la estructura social es simultáneamente el producto relativa- mente venimos analizando. Por lo tanto, se debe plantear el de-
mente duradero -al igual que el mediador- de la acción humana sarrollo gradual de métodos de análisis de .la comunicación que
motivada, En este sentido, según los autores, puedan ser aplicables y aplicados en ambos n,lvel~~: «en ,el mundo»,
es decir, de fuerte validez externa o de generaltzaclOll hacia contextos
las estructuras sociales (como el lenguaje y las relaciones de produc- reales y útiles, y en el laboratorio, de modo que podamos establecer
ción, por poner dos ejemplos centrales) son reproducidas y trans- esa validez ecológica y lograr un conOCImIento que, sm perder el alto
formadas (o no) por la acción, pero preexisten a los individuos, Ca- nivel de rigor propio de una disciplina empírica, y de aplicación téc-
pacitan a las personas para convertirse en personas y para actuar nica de la psicología neocognitiva actual, ?el procesamiento huma~o
(significativa e intencionalmente), siendo al mismo tiempo «coerciti- de la información -investigación predommantemente de laboratono
vas", limitando sus maneras de actuar.., Así, la propuesta neorrealista
de Bhaskar (1978) propone superar el «estereotipo" individualista, tan- en la actualidad- logre simultáneamente el alto nivel de relevancia y
to como el determinista, bajo la forma de relaciones recíprocas de ni- de aplicación social que nos pueden dar la psicología del conoci-
veles diferentes, corno, por ejemplo, con su Traniformational Model of miento social actual y la psicología ecológica. _.
Social Activity, en el cual «la estructura social es reproducida o trans- Los esfuerzos deberían ir, pues, dirigidos a ese terreno frontenzo
formada por los sujetos agentes en su conducta cotidiana», que permite diseñar una aplicación social comprometida de la cien-
cia. Este planteamiento requerirá avanzar en aquellos te.mas qU,e pre-
En un sentido muy similar, pretendemos nosotros, dentro de nues- senten este doble interés y con unos métodos que perrnitan satisfacer
tras posibilidades, plantear un proyecto basado en una metodología ese doble requisito. Métodos que, para ello, deberán sujetarse a los
científica y de investigación que procure superar estereotipos indivi- nuevos planteamientos epistemológicos que hem~s e~puesto:
dualistas y deterministas, adentrándose en un paradigma nuevo, apa- Existen ciertos campos centrales para la comurucacion SOCIal y para
sionante y, creemos y deseamos, muy fructífero para esta disciplina la psicología social o, mejor, para el ,campo resu,ltante de la interacción
emergente, muy interesante y necesaria, que constituye la Psicología entre la comunicación social y la psicología SOCIal. Estos campos cen-
Social de la Comunicación. trales que consideramos relevantes ofrecen las características necesarias
y se sujetan a los métodos imprescin~ibles p,ara permitirnos, acce~e~,
simultáneamente, al objetivo del sentido aplicado y el sentido teort-
11.2. ÁREAS PRIORITARIAS DE INVESTIGACIÓN co, y, por otra parte, del rigor descriptivo de los datos y de su valor
conceptual y explicativo. ,
La ciencia psicológica actual se debate entre el rigor y la relevan- Destacamos algunos de estos campos centrales que, pod~Ian. ~epre­
cia. El rigor que se alcanza en el laboratorio se logra, a menudo, a sentar algunas de las tendencias más relevantes en la mvesugacion de
costa de la relevancia. Es decir, lo que la situación, rigurosa pero ex- la Psicología Social de la Comunicación contemporánea.
cesivamente artificial de laboratorio, gana en validez interna, lo pier-
de en validez externa o de generalización, lo que el autor denomina 1, Del conocimiento a la actitud. La conexión entre el procesamien-
«relevancia» (el autor, conviene decirlo, no sólo denomina relevancia to y representación de la infor~ación y la condu~t,a, a través
a la capacidad de generalización externa, sino también a la «impor- de las actitudes, en ternas sociales, en la percepclon y cons-
tancia», concedida por la propia disciplina a los problemas tratados, trucción de la realidad social.
es decir, a la pertinencia y significación del conocimiento logrado). 2. De la actitud al conocimiento. La conexión entre las actitudes bá-
Por el contrario, la relevancia lograda con la investigación «en el mun- sicas y los modos de procesamiento y re~resentación .~e la rea-
do» la conseguimos, con frecuencia, a cambio del rigor que se logra lidad social, especialmente de los contenidos transmitidos por
en el laboratorio. Algunos autores han tipificado la llamada «transi- los medios.
ción ecológica» corno un procedimiento que permite, si logramos los

233
232
Estos dos campos han sido anteriormente preconizados y explora- El punto de partida que se propone consiste en replicar y con-
dos por autores como Pablo del Río (1990, 1993). trastar los estudios empíricos previos y los m~t?dos, cons.tr~~tos con-
ceptuales y escalas existentes para tipificar la rigidez o flexibilidad cog-
3. Modos de procesamiento de la información y representación. nitiva, la mayor o menor capacidad para reestructurar. o construir
4. Factores ligados a la persona. Comunicación persuasiva y psico- nuevos esquemas de representación, marcos de r~ferenCia y su rela-
logía social diferencial. ción con las actitudes sociales más o menos transigentes o construc-
5. La influencia social inconsciente. Minorías, mayorías y procesos tivas como las de la investigación que hemos citado previamente.
de conversión. En la medida en que estas investigaciones repliquen toda una se-
rie histórica de otras investigaciones previas y presenten su propIa va-
lidez empírica sobre un gran conjunto ~reemos ,q~e no sól.o perm~t~n
11.2.1. Del conocimiento a la actitud dar sentido y canalizar hacia un tratamIento .~a.s informativo el vIeJO
tema de las actitudes sociales, sino que posibilitan el establecer una
Esta lín:a. de investigación aparece ya reflejada entre investigado- secuencia de datos objetivos sobre actitudes sociales e información
r~s muy proxrmos a nosotros. El profesor Pablo del Río, en este sen- que permita mantener un cierto control y perspectiva histórica en tra-
tido, ha l?grado establec;r una relación directa entre el grado de es- bajos futuros. . .
tructuración cogrnnva jerarquica de los esquemas y categorías naturales Así pues, inter-relacionar o conectar las .estruct~r~s JerarqUI~adas de
de representación de las minusvalías y sus sujetos (es decir, personas representación de la información en la VIda cotidiana, .medlante es-
encerradas en categorías como viejos, sordos, cuadripléjicos, enfermos quemas y categorías naturales, y las estructuras JerarqUlza~as de re-
mentales, ~tc.) y las actitudes previas existentes en los receptores. presentación de las actitudes, mediante. marc?s de re~er~nCla, en un
C.omo ms.trumento de análisis y procedimiento para desarrollar el conjunto coherente y único, que permita umr conocImIent? y c?n·
trabajo experimental y la recogida de datos desde este «estilo» de in- ducta, parece un objetivo claro para nuestros programas de mvesnga-
vestigación, se propone un análisis de contenidos culturales en los me- ció n (Río, 1990, 1993, 1996)_
dios de comunicación que vaya más allá del tradicional análisis el Este ambicioso proyecto de investigación no se encuentra, como
cual, con frecuencia, parte del nivel de estructuración de los clernen- apuntábamos anteriormente, alejado del áre~ teórica expuesta en este
tos c.u.antifica,dos y de una definición no respaldada por una teoría manual. Así, como vimos en capítulos anteriores, uno ?e los aspe~~~s
cogrunva de estos. La teoría de categorías naturales y de los esquemas de mayor relieve hace referencia al área de la denom~t;ada cogmClo,!
de representación (Bartlett, 1973; Schank y Abelson, 1977a, b; Ru- social donde el estudio de los modelos de representacron de la reali-
melhart, 1980 y Schank, 1982) permitirá completar el método y, lo dad social, de las categorías naturales y semánticas, de lo.s pr,oces?s de
que resu.lta de mayo~ ~~portancia, establecer hipótesis experimentales procesamiento cognitivo de la in~ormación (con espe.clal énfasis ~n
de trabajo que perrmuran concebir una conexión clara entre el nivel modelos como el de Petty y Cacioppo del procesamrento de la in-
del conocimiento y el de las actitudes sociales. Las implicaciones para formación central y periférico), de las actitudes y, en definitiva, del
e~ ,desa,rr.ollo de programas de intervención social y para la investiga- conjunto de los conceptos aquí manejados ahora a mv.el de desarro-
cion bastea y aplicada de esta línea de investigación resultan evidentes. llo empírico, fueron considerados de la mayor relevancia.

11.2.2. De la actitud al conocimiento 11.2.3. Modos de procesamiento de la injórmacián y factores ligados


a la persona
La segunda gran línea de investigación a la que nos referíamos,
presenta grandes convergencias con la primera, constituyendo, en ri- Los campos centrales o tendencias que hemos señalado como. nivel
gor, las dos ~aras, d.e una m~sma moneda, los dos aspectos de un gran tres y cuatro respectivamente pueden exponerse de forma conjunta,
problema psicológico que involucra lo mental, lo social y lo infor- puesto que, conceptualmente fo~m~n. un proyecto muy coherente, ya
mativo: se ~rata de conectar, en definitiva, la información y la acción, que ambos aspectos remiten al individuo, a la persona y a su forma
representación del conocimiento y posición ante la acción y el mun- de enfrentarse a la comunicación SOCIal.
do o realidad. No obstante existe un matiz importante: el primer punto, «modos

234 235
de procesamiento de la información», hace referencia a un estilo de les transformamos la imagen física en imagen mental, en b~se, a nues-
procesar la información que puede deberse a causas estrictamente ex- tro contacto y percepción de la realidad, y desde el conOCImIento de
ternas al individuo. De hecho, las líneas de investigación desarrolla- la formación de marcos de referencia, se puede explicar el significado
das hasta la fecha en este campo se orientan en esa dirección: el es- psicológico de los medios de comunicación social dentro del marco
tilo de procesamiento es central o periférico en función de causas de la comunicación persuasiva. Queremos presentar factor~~ de pe~­
ex~erna~ (f~erza d~ los argumentos, situación de compromiso o au- sonalidad que constituyen variables influyentes en la pe~cepCIon y ana-
toirnplicativa...). Sin embargo, cuando nos referimos a «causas ligadas lisis del mensaje y en las posibles reacciones ante el mismo, pero eso
a la persona>~ estamos enfocando el problema desde el punto de vis- rompe con la visión de la pers,?nalidad ,como un hacer permanente,
ta de la psicología diferencial, es decir, desde el punto de vista del en un contexto de circunstancias, quendas o no, con. una base de
propio sujeto y sus diferencias respecto a los otros sujetos. comportamiento prepositivo que se enfrenta a concepctones de base
El e~tudio científico de la comunicación (especialmente la de tipo epistemológica determlmsta.
persuasivo) se ha apoyado, normalmente, en el análisis de variables Por ejemplo, empleando las pruebas de Adorno, y cols. (1950), Ey-
como la fuente, los medios o los canales de comunicación, así como senck (1954), Pinillos (1953) y Rokeach (1960), segun las revisiones de
los contenidos específicos de los mensajes, tratando de encontrar los Pinillos y López-Yarto, podemos afi!mar, en el momento.actual y a c~n­
efectos en los receptores, tanto en un aspecto general como en temas secuencia de las propias investigaciones de nuestro equipo de trabajo,
específicos tales como la violencia, la evasión, la pasividad, etc. La Psi- que aparece un constructo de, «autorit~~ismo» que res~lta perturbador
cología Social puede iluminar todos los aspectos citados y, de hecho, para un emisor y receptor de intormacion, pero especialmente (lo que
son n~merosas las investigaciones desarrolladas desde estas perspecti- resulta, por otra parte, muy alentador de cara al futuro de ,nuestros pro-
vas. Sm, embargo, ~a prevalecido, en el estudio y la investigación, la gramas de investigación) que el constructo de «Dog~atlsmo» de Ro-
tenden~Ia a concebir los efectos de la comunicación, es decir, la propia keach (1960) se presenta como un factor de personalidad dentro del
persuasión, como una actividad comunicativa unidireccional basada continuo de mente abierta-mente cerrada, con un caracter predomi-
en estímulos o respuestas, desde un marco mecanicista (conductista o nantemente psicológico, y en el que lo ideol~gico o po.lítico q~eda des-
neoconductista, muy frecuentemente) y a partir de una metodología plazado por el predominio de referentes SOCIales y actlt':ldes ~Ital~s.
tremendamente positivista. Como consecuencia del desarrollo de estas y otras mvesugacrones
Sin embargo, son escasos los intentos por clarificar la conexión y revisiones teóricas, estamos en disposición de diseñar la~ té~mcas
que pu~iera existir entre personalidad o rasgos del sujeto receptor y necesarias para detectar las estruc~uras de ~;rsona~i~ad y actttudmales
percepción, de u~a parte, y análisis y efectos del mensaje persuasivo que aclaren la relación entre la mforrnación recibida y .la forma de
de otra. Este carmno representa el estudio de la comunicación desde procesarla, Esto permitirá continuar nuestra línea mvestlgad?ra, que
la vertiente d~l sujeto receptor, que es el que recibe la información y introduce a los medios de comunicación social como transmisores de
va a protagonizar el proceso de interiorización de imágenes, y los efec- información. Nuestras hipótesis iniciales consisten en plantear que la
tos, de formación, permanencia y cambio de actitudes que van a in- «apertura mental» (en el modelo de Rokeach) !epresenta mayor capa-
fluir en el desarrollo de su personalidad y, por consiguiente, en su cidad de organización conceptual y, conslgUle~tem~nte~ may~r ca-
conducta. El proceso se desarrolla también, obviamente, en la otra di- pacidad para procesar informac.ión y ofrecer re~IstenCIa al c.a~blO, es
~ección: la per~,:~alidad del sujeto .re,ceptor, desde diferentes niveles y decir, a los significados persuasivos. Lo contrano se producma en los
angulas de análisis (forma de percibir, de prestar atención, de proce- sujetos donde predominase el constructo «mente cerrada».
sar la información, etc.) influye de forma decisiva sobre el resultado No es éste el único camino por el que proI?onemo.s que avance la
del proceso comunicativo. investigación en relación al a.nálisis d~, las vanables vmcul~~as al s~­
El objetivo primordial, en definitiva, consiste en presentar una vi- jeto y el procesamiento de la mformaclOn. Se propone tam~len el ana-
sión transitiva de la comunicación persuasiva, en la que se considera lisis de los factores personales que pueden afectar a la efi~acla d~l men-
a~ receptor como, un sujeto activo, una personalidad capaz de selec- saje persuasivo según sean causa .(0, ,a,l menos, co~tmgenC1a) ,del
c.lOnar l?s mensaJe~, ?e analizar~os y de responder con autonomía y, aumento o disminución de la rnotrvacron ,o la cap~C1dad ,del s~Jeto
SI lo quiere, de resistirfse) a su Impacto condicionante, de tener en cuenta el contenido del mensaje. Es. decir, ?e m?~Clr un
. Partiendo de la actitud como constructo teórico que sirve para ex- procesamiento de la información de tipo heurístico o sistemáuco, tal
plicar los procesos de interiorización de imágenes mediante los cua- y como han propuesto Petty y Cacioppo (1981, 1983).

237
236
Proponemos partir de la hipótesis según la cual la implicación per- certidumbre por parte del entorno. En el sentido contrario, las per-
sona~ constituye uno de los factores motivacionales más intensos. Por sonas que manifestasen una necesi:Iad de «certeza) serían a9~éllas ca-
consl?U1,ente. sugerimos, en línea con otras investigaciones, que cuan- racterizadas por unos comportarnientos donde la exploración de su
~o mas Impltcado se encuentre el sujeto por el contenido del mensa- entorno no habría sido reforzada, posiblemente habría sido, incluso,
je y ~~s consecuencias, más motivado estará a desarrollar el esfuerzo castigada. Estas personas habrían desarrollado, por consiguiente, es-
cognmvo necesan~ para evaluar la pertinencia de la argumentación; quemas cognitivos apropiados a situaciones de seguridad, buscarían
en sentido contrano, cuanto menos implicado se encuentre el suje- las situaciones familiares o poco conflictivas.
to, menor disposición manifestará a desarrollar los esfuerzos cogniti- En este contexto teórico, podrían explorarse hipótesis experime~­
vos y, p~r consrgurenn-, empleará los índices periféricos para evaluar tales como las siguientes: las personas que manifestasen una necesi-
el mensaje.
dad de incertidumbre mostrarían una tendencia a estar más motiva-
Así, d~scend,iendo a desarrollar propuestas experimentales concre- dos a tratar la información en las situaciones de fuerte implicación
tas, sugenmos lineas de trabajos como los desarrollados por Chaiken (frente a baja implicación). Por lo tanto, frente a esta situaci?n esc~­
(1980), d?nde se han analizado variables como el grado de atractivo gerían un procesamiento de la información de tipo central (sisteméri-
o simpatia de la fuente o el grado de implicación personal del suje- co), mientras que emplearían el procesamiento periférico (heurístico)
to. Resulta evidente que la variable «atractivo de la fuente) hace re- en las situaciones de implicación baja. De forma inversa, las personas
f~renc~a a un índic~ de ~ipo periférico como clave para evaluar la per- con una necesidad de «certidumbre) se comprometerán en procesa-
nnencia del mensaje, ~Ientr~s que la variable «implicación personal» mientos periféricos en las situaciones de fuerte implicación (frente a
hace referencia a la vanable interna «sujeto». débil). Estas personas serían más receptivas a soluciones claras y uní-
.La hipótesis de tr~bajo se deriva del análisis teórico planteado an- vocas, a fuentes competentes y atractivas, en definitiva, a variables
ten~rmente: SI los sujetos se encuentran implicados, entonces estarán heurísticas que favorecen la evitación del conflicto cognitivo.
motivados para desarrollar las estrategias cognitivas, que requieren ma-
yor ~sfuerzo, de tIpo central, es decir, de tipo sistemático, las cuales
implican el es~uerzo de analizar el contenido del mensaje; por el con- 11.2.4. La influencia social inconsciente: las minorías y los procesos
t:a;t?, SI el sujeto está poco implicado, Se centrará en los índices pe- de conversión
riféricos, tales como el atractivo de la fuente, los cuales resultarán de-
CISIVO~ para analiz~r la pertinencia del mensaje. En este tipo de diseños Como último eje del programa de las áreas de investigación prio-
la vanable dependíenre suele ser el cambio de actitud, evaluado según ritarias propuestas, apuntábamos el área de la influencia social in-
los cuesuonanos clásicos de modificación de actitudes, y se predice consciente: las minorías y los procesos de conversión.
que cua~do los SUjetos se encuentren implicados, los cambios de ac- Es éste un área de estudio fundamental en la moderna Psicología
titud seran el resultado de haber tenido en consideración el conteni- Social de la Comunicación. Además, se encuentra estrechísimamente
do del mensaje (procesamiento sistemático), mientras que cuando se vinculado a los ejes anteriores.
encu.entren poco implicados, el cambio de actitud se encontrará de- En efecto, se ha demostrado que las minorías tienden a producir
termmado por la percepción de la fuente (atractivo o no de ésta). cambios profundos y perdurables en las actitudes y las percepciones,
Avanzando ma~ por esta línea de investigación proponemos inte- cambios que, bajo determinadas condiciones, pueden escapar al c~n­
gra~la con el estudio de la intervención de factores del individuo, es trol consciente del grupo o sujeto persuadido. En sentido contrano,
decir, ca? lo que hemos denominado una psicología social diferencial. se ha encontrado que las mayorías generan, habitualmente, una per-
. Apoyandonos en los trabajos de Sorrentino y cols. (1986) se po- suasión más superficial y menos permanente en el tiempo (Moscovi-
dría pensar que se puede identificar un rastro de personalidad, próxi- ci y Personnaz, 1980; Maass y Clark, 1983)_
mo al concepto de dogmatismo y de mente-abierta, mente-cerrada de Estos resultados han sido contrastados en un número muy Im-
Rokeach, que podría asimilarse a una cierta «necesidad de incerti- portante de investigaciones, y siempre se ha llegado al mismo tipo de
dumbre», Las personas ~ue demostraran esta necesidad serían aquellas conclusiones. De hecho, conociendo las dificultades por las que sue-
que en ~l, pasad? han SIdo recompensadas por su comportamiento de le avanzar la Psicología Social en el escurridizo campo de la comu-
exploración hacI~ su entorno. Tales personas desarrollarán esquemas nicación, sorprende la coherencia entre los resultados de unos y otros
cogmtIvos apropiados para la resolución de cualquier amenaza de in- experimentos.

238
239
La cuestión que resulta de gran interés de cara a un programa de analizar el entramado conceptual que vincula los dos procesos psico-
investigación que sustente las bases teóricas de la Psicología Social de lógicos analizados (atención y actividad cognitiva) con el tipo de in-
la Comunicación, radica en saber sobre qué mecanismos psicológicos fluencias (mayoritarias vs. minoritarias), generando el resultado o efec-
se fundamentan estas diferentes facetas de influencia de las minorías to en cuestión (la mayor o menor conversión).
y las mayorías. ¿Cuáles son esos procesos y qué es lo que tienen las
~i~orías para desencadenarlos?, équé es 10 que permite a la minoría
disfrutar de una ventaja tan marcada sobre la mayoría, la cual, a pri- 11.3. ¿HACIA UN NUEVO ESCENARIO'
mera vista, puede parecer mucho más poderosa?
Es éste un campo claro de investigación, pionero en la Psicología Cuando el pensamiento se enriquece y madura tiende a defrag-
Social de la Comunicación contemporánea, que proporcionará, sin mentarse. Las concepciones que antes eran simples, limitadas y con
duda alguna, relevantes modelos teóricos a este área de conocimien- tendencia a resolverse de forma dicotómica del tipo «blanco o negro»,
tos. «conductismo o psicoanálisis», «estructura ~ función",. se ll~~an aho-
Siguiendo los estudios iniciales de Moscovici (1980) y los diseños ra de matices, de nuevas interpretaciones. Esta es la situacion actual
experimentales de Maass (1991), podrían proponerse las siguientes hi- de la Psicología Social de la Comunicación, donde ya no. se encuen-
pótesis de cara a plantear un proyecto marco de investigación en este tran paradigmas rígidos, estancos unos respecto a otros? silla puntos
área: las mayorías generan un proceso mental de comparación entre de vista múltiples y flexibles. Sin duda que, por esto rmsmo, la com-
los argumentos, en el cual las opiniones divergentes son comparadas prensión global de la disciplina se hace ahora mucho más dlfiCll. Es
entre sí sin prestar excesiva atención a los contenidos del verdadero necesaria una comprensión global de los fenómenos, las tea nas y l~
problema; por el contrario, las minorías desencadenan un proceso de metodología y un talante intelectual mucho más permeable: En reali-
«validación» durante el cual los sujetos piensan activamente sobre los dad da la impresión que estamos asistiendo a la construcción de un
argumentos y el problema. nuevo modelo de Psicología Social de la Comunicación tanto en lo
Como se ve, esta hipótesis, en el fondo, está planteando que las que se refiere a los contenidos como a la metodología; a la cons-
m~norías suscitan un procesamiento de la información de tipo central, trucción de un nuevo escenario en este campo.
mientras que las mayorías fomentan el procesamiento periférico.
Seguramente esto se produce así porque estos dos procesos difie-
ren en dos dimensiones afines, que son: el foco de atención y la ac-
tividad cognitiva. Cuando las audiencias se enfrentan con una mayo-
ría la atención se concentra en los otros miembros del grupo, mientras
que en la influencia de las minorías la atención se concentra en la
propia tarea en sí, es decir, en los argumentos. Por este motivo, cuan-
do se trata con una influencia de tipo minorías, es muy probable que
se empleen argumentos y contra-argumentos, típicos del procesamiento
de la información central.
De este modo, se deberán estudiar empíricamente estos dos pro-
cesos psicológicos básicos (la atención y la actividad cognitiva) en fun-
ción del tipo de influencia (mayoritaria o minoritaria); posteriormen-
te, a través, por ejemplo, de un análisis de regresiones múltiples podría
generarse un modelo estructural que se validaría por un análisis esta-
dístico del tipo «path way», como, por ejemplo, el programa de aná-
lisis LlSREL (Linear Structural Relationships), disponible ya en ver-
sión Vll y en la última actualización del programa SPSS 8.0 bajo el
módulo Amos 3.6 (el programa LlSREL es, en realidad, la aplicación
informática del modelo estructural de análisis )KW, desarrollado por
)oreskog, Keesling y Whiley). Este modelo estructural nos permitiría

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264 265
Índice

AGRADECIMIENTOS 9
PRÓLOGO •.................................................•..................•..................................... 11

INTRODUCCiÓN. El fenómeno psicosocial y el estudio científico de la Psi-


cología Social de la Comunicación 21

PRIMERA PARTE

FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN

CAPÍTULO PRIMERO. El objeto de la Psicología Social de la Comunicación.. 33


1.1. El objeto científico............................................................................ 33
1.2. El objeto como realidad social......................................................... 34
1.3. Multiplicidad «frente a" unidad del objeto 36
1.4. Las dicotomías que conforman epistemológicamente la multipli-
cidad del objeto de la Psicología Social de la Comunicación........ 37
1.4.1. él'rocesos psíquicos o patrones conductuales?................... 39
1.4.2. ¿Estructura o función? 43
1.4.3. -Determinantes externos o propositividad? 47

CAPÍTULO 11. El método de la Psicología Social de la Comunicación 49


2.1. Evolución epistemológica de la Psicología Social de la Cornuni-
cación................................................................................................. 50
2.2. El origen de la Psicología Social de la Comunicación 51
2.3. El desarrollo de las corrientes empírico-analíticas y funcional-
interaccionistas 54
2.3.1. Modelos contemporáneos de orientación empírico-analí-
tica 5S
2.3.2. Modelos contemporáneos de orientación funcicnal-inte-
raccionista . 65

267
SEGUNDA PARTE
FUNDAMENTOS PSICOSOCIALES BAsICOS DE LA COMUNiCACIÓN 5.2. La atención: determinante psicosocia~ ,de la percepción .. 111
5.2.1. La teoría del filtro de la atencron ; . 113
CAPt~U~O IIJ. Modelos psicosociales derivados de las teorías del apren- 5.2.2. Teoría de la atención selectiva (el fenóme~o.«coct~l») .. 114
dizaje 75 5.3. Atenci~n y. «bajo ~ompromiso»: el «estilo» de percibir habitual en
comunIcaClon social. .. 118
3.1. Los orígenes: el paradigma de Hovland 75 5.4. La articulación de la experiencia perceptual.. .. 121
3.2. La fuente emisora.............................................................................. 76 5.4.1. Principios de la Gestalt: la c~nfiguración : : . 121
3.2.1. Investigaciones contemporáneas sobre el smisor o fuente. 79 5.4.2. El Stream oi Tbought o comente de conciencia del per-
3.3. El mensaje.......................................................................................... 80 cibir . 123
3.3.1. Contenido discrepante......................................................... 81 5.4.3. La captación del significado perceptual . 124
3.3.2. Comunicación unilateral o bilateral.................................... 82 5.5. La percepción de la realidad social : : .' 125
3.4. Teorías contemporáneas de! mensaje: e! proceso cognitivo de la 5.6. Teorías clásicas de la percepción de la realidad social: la categon-
contra-argumentación 83 zación
3.5. Orden de presentación del estímulo informativo...........................
3.6. Compromiso de la audiencia: forma conclusa e inconclusa..........
85
86
5.6.1. M~'¿~a'~i¿'~ ·~·o·~ii; ~~;~·~~·ció~::.:::.:::.:::.:::::::::::::::
.. . 129
130
5.6.2. Percepción y presión del grupo : . 131
3.7. Repetición y novedad del estímulo.. 86 5.6.3. Influencia del interés, el valor y la actitud .. 132
3.8. Los «Nuevos Modelos» en Psicología Social Cognitiva de la Co- 5.6.4. Hipótesis de la predictibilidad perceptiva . 133
municación 88
3.8.1. Comunicados de emotividad intensa: el modelo del miedo
o peligro 88 CAPiTULO VI. Percepción y comunicación interpersonal: hacia nuevos
3.8.2. El modelo motivacional....................................................... 90 modelos de cognición social . 139
3.8.3. El modelo de las respuestas paralelas 92

CAPITULO IV. El sujeto como receptor............................................................ 95 "6.1. Conceptualización del estímulo . 140
, 6.2. Teoría de los rasgos .. 141
4.1. Características del receptor............................................................... 95 6.2.1. El modelo suma .. 150
4.2. La recepción de! mensaje.................................................................. 96 6.2.2. El modelo promedio . 150
4.3. Aceptación y rechazo: cambio y resistencia al cambio 97 6 2 3 El modelo central .. 151
4.4. Aceptación y rechazo: 1) tratamiento cognitivo y efectos del
mensaje en el receptor 97
• 6.3. ieoría implícita de la percepción de la pers(:malidad del otro . 151
" 6.4. Percepción estereotipada: los sesgos percepnvos .. 152
4.5. Aceptación y rechazo: IJ) factores del receptor de resistencia al 6.4.1. Efecto halo . 153
cambio............................................................................................... 99 6.4.2. El modelo de Hamilton . 153
4.5.1. Reactancia 99
4.5.2. Compromiso 100
4.5.3. Resistencia pasiva: efecto dormición 100
CAPÍruLO VII. El sujeto y su contexto: los canales de comunicación 155
4.5.4. Nivel de autoestirna 101
4.5.5. Independencia 102
4.5.6. El paradigma de «puesta en guardia» (vacunación) 103 7.1. Naturaleza y concepto de canal de comunicación . 155
4.5.7. Puesta en guardia contra el contenido del mensaje 103 7.2. Redes de comunicación grupales : : .. 157
4.5.8. Puesta en guardia contra la intención de persuadir 104 7.3. Redes de comunicación grupal, emergenCIa de liderazgo y desa-
4.5.9. Puesta en guardia y cambio de actitud 105 rrollo de la organización : : : .. 158
4.5.10. Valor de autoestima 105 7.4. Redes de comunicación y aspectos psicoemocionales de los rmem-
4.5.11. Coherencia cognitiva 106 bros del grupo :. 161
4.5.12. Tendencia a la moderación 106 7.5. Mecanismos explicativos de los efectos de los ca~ales de comuru-
cación: independencia, saturación e incongruencia de status .. 162
CAPÍTULO V. El sujeto como agente del proceso de la comunicación .......... 109 7.6. Modalidad del canal y efectos : : : . 164
7.7. Canal de comunicación y doble flUJO comunicativo .. 167
5.1. Conducta representativo-cognoscitiva: percepción de la realidad
social.................................................................................................. 110

268
269
TERCERA PARTE 10.2.1. El manejo de esquemas en el tratamiento euristico de la
MODELOS COGNITIVOS CONTEMPORÁNEOS DE LA COMUNICACIÓN información : .. 220
10.3. Implicaciones del procesamiento central o periférico de la infor-
220
CAPíTULO VIII. El procesamiento de la información 171 ~~~ó;e·~·~~~~·~~~¡~~~~··;·~·~d¡~·~~i~·~;·f~~~~·;~·~·d~·~·i~~~¿6~·;··d·~··
lOA.
8.1. El almacén sensorial 174 sujeto .. 223
8.2. Almacén de memoria y procesamiento de la información a corto 10.4.1. Factores vinculados a la situación .. 223
plazo 176 10.4.2. Factores vinculados al sujeto .. . 224
8.3. Almacén de memoria y procesamiento de la información a largo
zo: memoria episódica y semántica 177
CAPÍTULO XI. Escenarios y tendencias de la Psicología Social de la CA·
8.4. La representación de la realidad social y la estructura del conoci- municación . . 227
miento 180
8.4.1. Modelos de análisis estructurales 180 11.1. La crisis del método: hacia la emergencia de un nuevo para'
8.4.2. Modelos de análisis de procesos 182 digma .. 228
8.5. Fundamentos cognitivos de la comunicación: 1) Las imágenes 11.1.1. La crítica fenomenológica · ···..·..· ·.. 228
mentales 184 11.1.2. La crítica de la Gestalt ·..··..············· ..··..··..··.. 229
8.5.1. Naturaleza de las imágenes mentales 184 11.1.3. Las críticas de orientación sociológica . 230
8.5.2. Teoría de la imagen radical.. 185 11.1 A. Los nuevos planteamientos eplstemologIcos . 231
8.5.3. Teoría de la codificación dual 187 232
11.2. Áreas prioritarias de investigación..: ··..··..··..··..
234
8.6. Fundamentos cognitivos de la comunicación: II) La teoría de las 11.2.1. Del conocimiento a la actitud ..
normas culturales. Efectos de socialización 187 11.2.2. De la actitud al conocimiento :.: . 234
8.6.1. Teoría de la organización social 189 11.2.3. Modos de procesamientos de la información y factores
8.6.2. Teoría de las expectativas sociales 191 ligados a la persona ···..·..·········· ..·..···..··..·..···· 235
11.2.4. La influencia social: las minorías y los procesos de con·
versión. . ' . 239
CAPÍTULO IX. Cognición social, comunicación y percepción interpersonal 195 241
11.3. d-lacia un nueva escenario? .
9.1. Aprendizaje vicario, medios de comunicación audiovisual y mo-
delos simbólicos plásticos: teorías de la imitación y teoría de los BIBLIOGRAFÍA . 243
tres efectos . 195
9.1.1. Aprendizaje vicario . 195
9.1.2. Medios de comunicación audiovisual y modelos simbóli-
cos plásticos _ . 197
9.1.3. Teorías de la imitación . 198
9.1.4. El aprendizaje a través de modelos: Teoría de los tres
efectos . 204
9.2. Aspectos epistemológicos del neu-Iook en las teorías de los efectos. 206
9.3. Cognición social y percepción interpersonal: modelos de atribu-
ción de causalidad . 208
9.3.1. Teoría fenomenológica de la Atribución de Causalidad .. 210
9.3.2. El modelo de las inferencias correspondientes . 211

CAPÍTULO X. El sujeto procesador de información como sujeto activo 213

10.1. Procesamiento central y periférico de la información 213


10.1.1. El tratamiento central o sistemático de la información. 214
10.1.2. El tratamiento periférico o eurlstico de la información. 214
10.2. Medios de comunicación social y representación activa de la rea-
lidad 216

270 271

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