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El Día de Todos los Santos es una solemnidad cristiana que tiene lugar el 1 de noviembre para las
iglesias católicas de rito latino, y el primer domingo de Pentecostés en la Iglesia ortodoxa y las
católicas de rito bizantino. No se debe confundir con la Conmemoración de los Fieles Difuntos
Región
La festividad de Todos los Santos que se celebra en Potosí es el resultado de la
pervivencia del culto a los muertos que se ejecutaba en tiempos previos a la
llegada de los españoles.
Según Pedro Vicente Cañete, en 1787, llegada la celebración de Todos los
Santos, los indios mitayos, yanaconas y criollos se congregaban en la iglesia de la
misericordia, los hospitales y cementerios, para desenterrar los cuerpos de
personas que habían perecido el año anterior. Los restos de estas personas
eran trasladados a otros lugares para rendirles culto con grandes fiestas y
borracheras.
Fecha de celebración
El 1 de noviembre la iglesia católica celebra la solemnidad de Todos
los Santos. Fiesta instituida en honor a todos y cada uno de los santos,
conocidos o desconocidos, por su gran labor de difundir el mensaje de
Dios. Muchas personas asisten hoy a una misa especial en su honor.
Personajes
Entre los personajes de tales celebraciones están Jesús y su madre María; María Magdalena; los
apóstoles Juan, Pedro, Judas; los funcionarios romanos: Poncio Pilatos y Herodes Atipas; el ladrón
bueno; el ladrón malo, Barrabás, judío de Viernes Santo y otros.
Objetos culturales
T’antawawa, bizcocho, guirnalda, caña de azúcar, cruz, pan en forma de
escalera, flores, dulces, un plato de comida y una bebida son algunos de
los 10 comestibles y objetos imprescindibles para armar una "mesa” de
Todos Santos.
El altar ya debe estar listo al mediodía de hoy, momento en el que -se
dice- llegan las almas al mundo terrenal, según la tradición. La "mesa”
debe permanecer hasta el viernes, cuando se celebra el Día de Todos
Santos.
Valores que guarda la celebración
¿Cómo nació?
En la tradición andina la muerte no existe, y es entendida como una
transición porque para ellos la vida es eterna. Desde siempre las
comunidades indígenas de Bolivia han celebrado una vez al año la
fiesta de los muertos para recordar y compartir con las ajayus (almas,
en Aymara).
Sinopsis