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Capítulo 1

Habían pasado varios meses de lo sucedido en Exegol, la Resistencia poco a


poco se desintegraba y se iban de Ajan Kloss para volver a sus respectivos
planetas con sus familias. Hubo sus excepciones, pues varios se quedaron a
ayudar en lo pudieran, aunque no había mucho que hacer ya, puesto que la
guerra había terminado. Poe y Finn, con ayuda de Rose, Chewbacca, Kaydel,
Maz y algunos otros, intentaban idear un plan para ver cómo se reorganizaría
la galaxia con la destrucción de la Primera Orden y sin una República que
pudiera servir de apoyo. Debían de jugar bien sus cartas para lograr un
balance y ayudar a todos los planetas sin excepción, asimismo de que
necesitarían una nueva forma de gobierno pronto.

Rey, por su parte, había vuelto de Tatooine hace tres meses y desde
entonces casi nunca salía de su habitación, estaba tan ensimismada
buscando en los textos jedi una forma de traer de vuelta a Ben, y no se daba
cuenta que sus amigos estaban preocupados por ella y que la necesitaban
para reorganizar a la galaxia. Ella era la última jedi y aunque Finn era
sensible a la fuerza, él aún no había podido decirle a su amiga que lo era,
asimismo él no se sentía listo para entrenar como lo solía hacer Rey, sin
embargo sabía que debía decirle tarde o temprano.

Rose a veces iba a la habitación de su amiga para intentar hablar con ella,
pero sólo conseguía respuestas vagas. Estaba preocupada por Rey, ya que
normalmente las únicas veces que salía era a la hora de la comida o cuando
Poe mentía y la hacía ir a las reuniones alegando que eran de urgencia.
Algunas veces en la noche podía escucharla sollozar, pero nunca supo el
porqué. A veces entre Poe y Finn alegaban que era por Leia ya que por un
año había sido su mentora y hasta pensaban que la había llegado a ver como
a una madre, y aunque eso sonaba como algo lógico, Rose sospechaba que
tenía que ver en realidad con algo que sucedió en Exegol y esperaba que
algún día Rey se abriera y le contara lo que le sucedía.

Maz y Chewie habían hablado con Rey y gracias a eso se enteraron que Ben
había dado su vida por su diada e incluso descubrieron quien era Rey
realmente, pero el hecho que fuera una Palpatine no cambiaba su
perspectiva sobre ella, cosa que alivió un poco a la última jedi. Algún día Rey
tendría que decirles a sus amigos de donde provenía realmente, por lo cual
posponía día tras día aquella plática hasta que llegara el día que se sintiera
segura y esperaba que no la odiaran.

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Luego de la cena, donde se habló un poco de cómo la galaxia era ayudada


por la Resistencia poco a poco y se le explicaba a Rey que se le necesitaba
más en las reuniones porque era parte vital del equipo, Rey volvió a su
habitación, tomó un libro de su escritorio y se sentó en la cama. Había sido
un día algo ocupado ya que otra vez Poe la había convencido de ir a una
reunión que duró varias horas y estaba exhausta, sin embargo debía seguir
con su búsqueda porque no se daría por vencida, traería de vuelta a Ben
Solo sin importar a qué costo. Quería poder conocer mejor a Ben ya que no
tuvo mucho tiempo para hacerlo. Conocía algunos datos sobre él ya que Leia
le había contado algunas cosas, aún así esperaba que Ben pudiera contarle
todas esas cosas él mismo.

Hojeó algunas páginas hasta llegar a la que había estado leyendo horas
antes, se dispuso a leer pero un golpe en la puerta la distrajo.

- Soy Rose. ¿Puedo pasar? - se escuchó la voz en el pasillo.

- Ahora estoy algo ocupada, mañana hablamos. - Se excusó Rey.


- ¡Eso llevas diciendo desde hace semanas! Rey solo quiero hablar, estoy
preocupada por ti. - se notaba la preocupación en su voz.

- Estoy bien, no deberías preocuparte por nada.

- Sé que mientes. Por favor, déjame entrar. - suplicó Rose.

Rey suspiró pesadamente y después abrió la puerta lentamente.

- Gracias.

Rose fue directo hasta la cama y se sentó en el borde, Rey hizo lo mismo.

- Rey, ¿Qué sucede? ¿por qué no estás con nosotros ayudando? Te


necesitamos.

- No me necesitan. Además he estado algo ocupada. - volteó su cabeza hacia


un lado, evitando hacer contacto visual.

- Eso no es cierto, eres parte importante de todo esto y de verdad se te


necesita en la galaxia. Eres signo de esperanza. - Rose la agarró de los
hombros.

- No quisiera serlo. - Hizo una mueca de desagrado. - Además, estuve en la


reunión de hoy, y realmente no soy muy necesaria porque en estos
momentos no puedo viajar por la galaxia como ustedes me lo piden.

- Rey, ¿Qué sucede? En la reunión parecías estar sumida en tus


pensamientos y casi no escuchabas lo que discutíamos. Sabes que puedes
confiar en mí, somos amigas, no te juzgaré. - dicho eso, Rey volteó a verla.
- Lo sé, pero esto es diferente. No lo entenderías, y aún si lo haces, no creo
que estarías muy feliz con lo que te diría.

- Pruébame.

La jedi inhaló y luego exhaló fuertemente, cerró los ojos un momento y luego
narró a Rose sobre cómo había estado sola en el desierto de Jakku durante
prácticamente toda su vida, su trabajo como chatarrera, cómo conoció a BB-8
y luego a Finn, cuando conocieron a Han y a Chewie, lo sucedido en
Takodana, el como fue "secuestrada" por Kylo Ren y llevada a la base
Starkiller, su descubrimiento de que era sensible a la fuerza, la muerte de
Han, su primera pelea con Kylo... Rose estaba muy atenta a su historia y se
sentía aliviada de saber que Rey realmente confiaba en ella. Rey siguió
relatando sucesos, cuando conoció a Luke Skywalker, su primera conexión
en la fuerza con Kylo, su entrenamiento, sus siguientes dos encuentros por
medio de la fuerza con Ren, la cueva en Ahch-to, cuando tocó manos con
Ben y vio su futuro, un futuro que ahor aparecía sólo un sueño, cuando peleó
con Luke y supo la verdad de cómo se convirtió Ben en Kylo, cuando fue a la
Supremacy, la muerte de Snoke a manos de Kylo y su pelea con lo guardias
pretorianos y la propuesta de Kylo para que se uniera a él.

Rose intentaba procesar las cosas que mencionaba Rey sobre Kylo, ya que
siempre lo había visto como el malo de la historia, pero ahora tal vez sentía
un poco de compasión por el hijo de Leia. Y gracias a esto ahora entendía
mejor el porqué a veces durante el año que pasó desde lo sucedido en Crait
hasta el fin de la guerra Rey solía mirar a la nada con molestia o hablaba
sola.

Rey terminó su relato contando que ella y Ben eran una diada en la fuerza, le
explicó que era una diada, también relató como Ben volvió a la luz gracias a
Leia, como enfrentaron juntos a Palpatine y como él murió reviviéndola. Eso
último causó que Rey comenzara a sollozar, así que Rose se acercó y la
abrazó, sin importarle que sus lágrimas mojaron su ropa.

- Lo extraño, Rose. Me salvó y yo no pude hacer nada para que sobreviviera.


- Rey apenas y podía hablar por los sollozos.

- No te culpes, él sabía lo que hacía. Realmente te amaba. - respondió Rose,


intentado hacer sentir mejor a su amiga.

- He buscado en varios libros como traerlo de vuelta, pero no encuentro nada.

Tomó el libro que estaba junto a ella y se lo mostró a Rose, quien lo analizó
sin entender nada.

- Deberías descansar. Mañana después de desayunar te ayudaré a buscar


una solución. - le devolvió el libro y le sonrió un poco. - Todavía no puedo
verlo como alguien bueno..., siento compasión pero solo eso. Pero..., lo
traeremos de vuelta, lo prometo.

Rey asintió y ambas se levantaron, se abrazaron y después Rose salió de la


habitación, mientras Rey guardaba el libro en su lugar y se preparaba para
dormir.

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Rose caminaba hacia su habitación para descansar, pero fue interceptada por
dos de sus amigos.

- Te estábamos buscando. - Poe habló.

- ¿Necesitan algo? - preguntó Rose sin saber qué estaba pasando.


- Hablaste con Rey...- dijo de nuevo Poe, pero fue interrumpido.

- ¿Qué te dijo? ¿Sabes por qué ha estado extraña todos estos meses? -
cuestionó Finn con preocupación.

- No les diré nada, si ella quieres contarles, lo hará y si no, ni modo. Buenas
noches. - siguió su camino, dejando atrás a sus dos amigos.

Entró a la habitación, se cambió de ropa y se acostó en la cama, procesando


todo lo que le contó Rey momentos antes. No pudo dormir casi nada, su
mente divagaba en cómo ayudaría a su amiga a sentirse mejor. Haría lo que
fuera, incluso si eso significaba ayudar a "Kylo Ren", o mejor dicho, Ben Solo.

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Todo estaba oscuro y no sabía hacia dónde se dirigía, lo único que la guiaba
era la fuerza. No estaba asustada, pero tampoco se sentía muy segura,
quería saber dónde estaba y por qué estaba ahí. Al parecer no había nada,
todo era oscuridad. Intentó agarrar su sable de luz pero no estaba, así que no
le quedó más remedio que seguir caminando con ayuda de sus instintos en la
fuerza.

Caminó unos momentos más hasta que escuchó algo a lo lejos.

- Rey.

Al escuchar su nombre, volteó hacia todos lados, buscando de donde


provenía aquella voz.

- Rey. - volvió a escuchar mencionar su nombre, y esta vez reconoció la voz.

- Ben. ¡Ben, ¿Dónde estás?! - gritó con desesperación.


Una mariposa azul apareció de la nada, mostrando un halo brillante de luz y
luego se acercó a su oído.

- Siempre estaré contigo. - luego de que el mensaje fue recibido, la mariposa


voló lejos de ella.

Rey corrió detrás del insecto, lo alcanzó y llegó hasta una puerta extraña, la
cual, la mariposa traspasó. Abrió la puerta y se encontró en un extraño lugar,
había edificios parecidos a los de algunos planetas como Coruscant y
Chandrila, pero a la vez eran diferentes y no había naves volando, sino que
estaban en tierra. Dio un paso hacia adelante, dispuesta a cruzar aquella
puerta, aunque al hacerlo, cayó al abismo y asustada empezó a gritar.

Rey despertó agitada y con la respiración entre cortada. Había sido un sueño
solamente, sin embargo se había sentido tan real. Se sentó y agarró el suéter
de Ben que yacía a un lado de ella en la contraparte de su lado de la cama, lo
abrazó respirando hondo y sollozando un poco. Después de calmarse, volvió
a acostarse y se durmió abrazando aquel suéter con fuerza.

Al día siguiente, Rey amaneció con sueño, como siempre, debido a los
sueños o pesadillas que suele tener. De mala gana se arregló para otro día
lidiando con las constantes propuestas de Poe y Finn para ir con ellos a los
viajes para restaurar la paz en la galaxia. Salió de la habitación con pesadez
y cerró la puerta con lentitud, como si eso pudiera retrasar el inevitable
encuentro con sus amigos. Pero estaba equivocada, puesto que al dar
apenas unos pasos lejos de su habitación, Poe y Finn ya estaban cerca.

- Rey! - le llamó Poe, quien venía caminando hacia ella, seguido de Finn. -
¿Ya pensaste en nuestra propuesta?

- Poe, ya les dije que no saldré de aquí. - lo miró con seriedad.


- Pero, ¿por qué? La galaxia nos necesita, te necesita.

- Deberían dejar de decir eso, el ser la última jedi no me vuelve importante o


alguien de quien dependa toda la galaxia.

- Claro que eres importante - esta vez habló Finn. - Los Jedi protegen la
galaxia.

- Tal vez ya no quiero ser una Jedi. - murmuró, siendo apenas audible para sí
misma.

- ¿Qué te ata a quedarte en este lugar? - cuestionó Poe, sin poder entender a
su amiga.

- Algo importante, es todo lo que necesitan saber. - respondió Rey de forma


hostil.

- Rey, te conocemos. Dinos qué te sucede. - pidió Finn.

- Dejen de afirmar que me conocen, porque en realidad no lo hacen, no


completamente. - dicho eso, caminó a paso apresurado, alejándose de ellos.

Llegó a la cafetería, tomó un poco de comida que había de desayuno y fue a


sentarse junto a Rose quien platicaba amenamente con Kydel.

- Buenos días. - saludó Kaydel al verla acercarse.

- Hola. - respondió Rey.

- Hola, Rey. - la saludó Rose. - No dormiste bien. - mencionó al ver las ojeras
de su amiga.

- Tú tampoco. ¿Es por lo que te conté anoche?


Rose asintió y siguió comiendo.

- Chicas, ¿todo está bien? - preguntó Kaydel un poco intrigada y preocupada.

- Sí, no te preocupes. - Rey le sonrió. - Sólo no quiero estar cerca de Poe ni


Finn.

- Está bien... - contestó sin comprender lo que sucedía. - Bueno, cómo le


decía a Rose, cuando pueda volveré a mi planeta, Dulathia. Extraño a mi
familia y quiero que sepan que estoy bien.

- Deberías ir pronto, la guerra terminó, ¿Qué te detiene? - habló Rose.

- Quiero ayudar en todo lo que pueda. Poe, Finn, ustedes necesitan toda la
ayuda posible y yo me quedaré a apoyarlos.

- Es eso... ¿o quieres pasar todo el tiempo posible con cierto rubio de ojos
azules? - comentó Rose haciendo que Kaydel se sonrojara un poco.

- ¿De quién hablan? - preguntó Rey.

- ¿Quién te ayudó a descifrar los textos jedi? - preguntó Rose con una ceja
levantada.

- Oh, ¿Beaumont Kin?

- ¿Pueden hablar más bajo? No quiero que nadie las escuche - susurró
Kaydel con el ceño fruncido.

- Está bien. - Rose rió. - Sabes, Rey necesita de sus servicios, ¿crees que
puedas darle el mensaje por nosotras? Te lo agradeceríamos mucho..

- ¿Por qué yo? - cuestionó Kaydel entre dientes.


- ¿Por qué no tú? Nosotras estaremos ocupadas en las próximas horas. Así
que te necesitamos Kay.

- Está bien. - bufó, aceptando de mala gana.

- Gracias, eres un amor.

- Sí, sí...

Las tres siguieron comiendo mientras hablaban trivialidades, hasta que salió
el tema de Jannah.

- No he visto a Jannah en estos días. - pensó Rey en voz alta.

- Está en un viaje. - respondió Kaydel.

- ¿En serio? ¿Dónde? - cuestionó Rey con intriga.

- Fue con el general Calrissian a algunos planetas para temas de política. -


Rose habló.

- Jannah no se ve como el tipo de persona que guste de la política.

- Oh, no lo hace, pero ya sabes, es hija de Lando y ambos quieren pasar todo
el tiempo posible juntos. - explicó Rose, terminando su desayuno.

- Oh. - fue lo único que contestó Rey antes de levantarse de la mesa. - Debo
hacer algunas cosas, nos vemos al rato. - se despidió y salió del lugar.

- Espera, ¡Rey! Nos vemos Kay, y ya sabes, manda a Kin con Rey y conmigo
al rato. - le guiñó el ojo y fue corriendo tras su mejor amiga.

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