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Rossemberg Patiño - No Necesito Hacer de Un Homosexual Un Heterosexual. Necesito Reconciliarlo Con Dios - Ensayo Final
Rossemberg Patiño - No Necesito Hacer de Un Homosexual Un Heterosexual. Necesito Reconciliarlo Con Dios - Ensayo Final
13 de noviembre de 2020
Uno de los desafíos que enfrenta la iglesia cristiana en mi ciudad (Barrancabermeja, Santander)
equipo pastoral de mi iglesia hemos entendido que la homosexualidad no es el pecado más grave
que el ser humano pueda cometer y que, como congregación cristiana, debemos estar dispuestos a
trabajar con ellos con el mismo esmero y amor con el que trabajaríamos con cualquier otro pecador.
Sin embargo, la realidad es que todavía no estamos preparados para atender a esta comunidad y
parte de esta incapacidad se debe al desconocimiento y, por consiguiente, la lejanía que hay entre
Con este ensayo pretendo argumentar que nuestra misión no consiste en hacer que los
necesariamente será volver a una vida heterosexual. Esto, por supuesto, no significa que nuestra
iglesia esté aliada con las teologías gays o que promueva las relaciones homosexuales. Esto solo
reflejará nuestro compromiso con la misión de Dios y un esfuerzo por desarrollar una pastoral que
iglesia.
Para cumplir con el objetivo de este ensayo primero veremos cuáles son los principales
presupuestos que las teologías gays tienen, cómo podemos responder y presentaré lo que yo creo
generado un debate profundo dentro de la iglesia cristiana que crea al menos tres bandos. Por un
2
lado, están los cristianos de tendencia radical para quienes es pecado, “…tanto la orientación como
el comportamiento homosexual. Se piensa que las personas Gay son responsables de su forma de
ser y deben tratar de cambiarla para convertirse en heterosexuales”. 1 En el medio del debate se
encuentra una postura moderada que, “considera que la orientación homosexual en sí misma no es
pecaminosa, pero los actos correspondientes sí lo son”. 2 En consecuencia, un hombre o una mujer
homosexual puede llevar una vida cristiana honrosa si decide ser célibe. En el otro extremo
encontramos las visiones progresistas que tienen varias formas de considerar la homosexualidad. La
tendencia mayoritaria está orientada a la aceptación de la homosexualidad como parte de las nuevas
reflexiones éticas, biológicas y teológicas. Los progresistas afirman que, “la orientación
homosexual no es pecaminosa y los actos homosexuales tampoco lo son, si se dan dentro de ciertas
Estas tres posiciones afirman encontrar argumentos bíblicos para sus planteamientos. Sin
embargo, para efectos de este ensayo nos enfocaremos en los argumentos bíblicos y teológicos del
lado progresista.
La teología gay se ha enfocado en revisar profunda y concienzudamente todos los textos bíblicos
que tradicionalmente se han interpretado como antihomosexuales para explicar que la visión bíblica
de Sodoma y Gomorra (Gén 19) fue la homosexualidad. Sin embargo, la teología gay afirma, con
1
Carlos Ignacio Suárez García, “El camino espiritual de la persona homosexual: Líneas de acompañamiento
pastoral” (Tesis doctoral, Universidad Pontificia Bolivariana, 2002), 204.
2
Suárez García, “El camino espiritual”, 205.
3
Suárez García, “El camino espiritual”, 207.
4
Thomas E. Schmidt, La homosexualidad: compasión y claridad en el debate, trad. de Marga Llavador
Martinez-Soria, Colección de teología contemporánea, vol. 25 (Barcelona: Clie, 2008), 41.
3
Los argumentos resultan de comparar el relato similar que encontramos en Jueces 19 y las
menciones de Jesús con respecto a Sodoma que también apelan a la falta de hospitalidad (Mat
10:14-15; Lc 10:10-12).5 En otras palabras, lo que sucede en Sodoma es que heterosexuales quieren
humillar a los visitantes que Lot hospedó. La forma en la que deciden hacerlo es mediante la
violación, “…la cual no viene motivada necesariamente por el deseo homosexual. Expresa el habito
Este es solo un caso en el cual una mala exégesis ha fomentado la discriminación por parte de la
iglesia evangélica (y en muchos casos la misma sociedad) de los homosexuales. La conclusión que
que tiene que destruir dos ciudades para exterminar el problema. Entonces, la iglesia no puede
mostrarse tolerante con este pecado. Por el contrario, tiene que sumar esfuerzos para que las
Por otro lado, tenemos el hecho de que Jesús no se pronunció en contra de la homosexualidad. 8
Incluso, la teología gay se aferra en afirmar que cuando Jesús sanó al siervo del centurión, quien
probablemente –según la teología gay– era la pareja homosexual del centurión, aprobó esta
relación.9 Los cristianos gays han llegado a esta conclusión por el uso del término griego παῖς (Mat
8:6). Este término tiene tres traducciones posibles, “Podría significar “hijo o niño”; podría significar
“siervo” o podría significar un tipo particular de siervo: uno que era “amante masculino de su amo”.
A menudo, esos amantes eran más jóvenes que sus amos, incluso adolescentes”. 10 Por las
5
Alexandre Awi M., “¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?” Teología y vida 42, n.° 4 (2001): 6.
6
Schmidt, La homosexualidad, 42.
7
Awi M., “¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?”, 4-5.
8
Schmidt, La homosexualidad, 43.
9
Michael L. Brown, ¿Gay y cristiano?, trad. de Nahúm Sáez (Lake Mary, Florida: Casa Creación, 2014), cap.
7, pár. 1
10
Miner y Connoley, The Children Are Free, p. 47 (non vidi) citado en Brown, ¿Gay y cristiano?, cap. 7, pár.
13.
4
condiciones del amo, un centurión romano,11 los cristianos gays asumen que la tercera traducción es
la más apropiada y concluyen que cuando Jesús sana la pareja homosexual del centurión aprueba su
relación.
Los textos de Levíticos 18:22 y 20:13, que podrían ser la más explícita declaración contra la
Los teólogos gays afirman que el contexto en que se dan estos textos pretende marcar la distinción
religiosa de Israel. La distinción está orientada hacia la parte sacramental, de modo que el pueblo de
Dios no imite las dinámicas de prostitución sagrada de las naciones vecinas. 12 Estas afirmaciones les
permite a los cristianos gays hacer distinciones entre textos de carácter moral y ceremonial. De este
modo, si se encasillan estas prohibiciones dentro de la ritualidad queda abierto el espacio para
considerar que las relaciones homosexuales actuales no se cobijan con dicha prohibición.
Por esta misma línea se conduce el argumento de Pablo en Romanos 1. Si la degradación sexual
que Pablo menciona es resultado de la idolatría, entonces hay dos líneas de interpretación. Primero,
se puede afirmar, junto con los teólogos homosexuales, que Pablo solo ataca la prostitución
masculina y las actividades sexuales homosexuales que vulneran o que son practicadas sin
consentimiento de una de las dos partes.13 En segundo lugar, podríamos afirmar junto con los
la idolatría, de revelarnos en contra de Dios y subvertir su orden creado, 14 “Es decir, la perversión
moral en la línea horizontal (relación de los seres humanos entre sí) es consecuencia directa de la
¿Qué hacemos con todas estas afirmaciones que al parecer justifican la homosexualidad?
11
Tales oficiales militares romanos, habiendo escogido una profesión en el extranjero que los obligaba a dejar
a sus esposas potenciales en Italia (¡una coyuntura conveniente para los que de todos modos no querían una
esposa!), comúnmente tomaban a un joven esclavo masculino como amante. Tomado de, Thomas Hanks, Las
minorías Sexuales en la Biblia: Los Textos Positivos, http://www.fundotrasovejas.org.ar/ovejas.htm.
12
Awi M., “¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?”, 8-9.
13
Schmidt, La homosexualidad, 44, 47.
14
Schmidt, La homosexualidad, 110.
15
Awi M., “¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?”, 12.
5
Los argumentos que hemos visto en las páginas anteriores demuestran el inconformismo que las
teologías gays tienen con la teología tradicional. No es un secreto que muchos movimientos
cristianos han sido opresores y partidarios de la discriminación de las personas homosexuales. Estos
Sin embargo, como también vimos, la Biblia parece que no toma una posición oficial que pueda
hecho están describiendo actividades que los homosexuales hoy también condenarían”. 16 Por esta
razón, los homosexuales han encontrado vacíos argumentativos que han usado para alzar su voz y
presentar nuevas vías de interpretación. Pero, ¿son estas nuevas vías la forma correcta de entender
Las comunidades gays afirman que sí. Estas comunidades hablan de la Regla de Oro (Mat 7:12;
22:37-39; ver también Rom 13:8-10) como la base para que sean aceptadas sus orientaciones y
Pensando en estas normas, se hizo mucho más fácil interpretar los pasajes difíciles de las
Escrituras de manera coherente. Sí, había esclavos en tiempos de la Biblia, pero, ¿no exige el
amor ágape desinteresado su libertad? Las reglas acerca de cubrirse la cabeza y la longitud del
cabello tenían un propósito en la cultura de Pablo [ver 1 Corintios 11], pero si no tienen
relevancia fundamental en nuestra comisión a amar desinteresadamente a Dios y a nuestro
prójimo, entonces, guiados por el Espíritu, podemos hacerlas a un lado hoy. 17
Semejante argumento puede cruzar de brazos a más de uno. Pero es necesario que veamos si
la Escritura.
16
Schmidt, La homosexualidad, 40.
17
Justin Lee, Torn: Rescuing the Gospel From the Gays-vs.-Christians Debate (New York: Jericho Books,
2012) (non vidi), citado en Brown, ¿Gay y cristiano?, cap. 1, pár. 11.
6
Es cierto que estamos llamados a amar de forma desinteresada y que a medida que expresemos
el amor, con el cual Dios nos ha llenado, el mundo podrá identificarnos como discípulos del Señor
(Jn 13:35). Pero un argumento de los cristianos gays es que Dios no sería capaz de rechazar la
expresión de amor de una pareja gay. Es más, exigirle a un homosexual que viva célibe es exigirle
que no ame, que niegue el gran mandamiento.18 Este argumento que apela a la sensibilidad de las
No es justo limitar el amor, del cual habla Jesús, señal de nuestro compromiso como discípulos
del Señor a las dinámicas relacionales y afectivas que se dan en la pareja. El amor del que habla
Jesús y luego Pablo (Rom 13), con toda seguridad no se refiere y no se limita al amor de pareja. Por
lo tanto, que un homosexual argumente que el amor hacia su pareja es cumplimiento de toda la ley
es incorrecto. El amor hacia su pareja puede estar mediado por la atracción física y por el
sentimiento de bienestar que le produce su compañía, pero esto no es amar como a uno mismo.
Además, el mandamiento completo implica amar a Dios sobre todas las cosas y una expresión de
amar a Dios es estar sujeto a su Palabra. Como ya vimos páginas atrás, la homosexualidad es el
Uno de los grandes problemas, por no decir que es el problema más grande, que enfrentamos los
desconocimiento que existe con respecto a las teologías gays, 19 y los avances que movimientos
cristianos han logrado con relación a encontrar formas de dialogo con las comunidades LGBTQI.
Por lo tanto, siendo consecuentes, el primer paso en el desarrollo de una pastoral orientada a
compartir el mensaje del evangelio con las comunidades homosexuales es incluir dentro del
discipulado cristiano la información necesaria para que la iglesia sepa cómo tratar con este tema.
18
Brown, ¿Gay y cristiano?, cap. 1, sec. ¿“Idiotez cruel”?
19
Schmidt, La homosexualidad, 25.
7
A mí me parece que en muchos casos los líderes de iglesias no están interesados en mostrar los
puntos débiles de la argumentación evangélica tradicional, porque les da miedo perder influencia o
que sus iglesias queden vacías. Esto aplica para muchos temas (diezmos y ofrendas, vestuario, el
licor, el sexo fuera del matrimonio, el modelo de liderazgo), entre ellos la homosexualidad. Sin
embargo, contribuir a la ignorancia no libra a la iglesia del peligro, por el contrario, los deja a
Por esta razón no se puede seguir en la ignorancia. Necesitamos hombres y mujeres preparados
Con lo anterior en mente debo decir que el segundo paso en la construcción de una pastoral
LGBTQI tiene con la eliminación de prejuicios dentro de la iglesia. Estos prejuicios tienen muchas
formas. Yo he pensado muchas veces que sería más fácil presentar el evangelio de Jesús a un
homosexual soltero. Con esto he reducido mi campo de misión y he excluido a los homosexuales
casados o que conviven con su pareja. Debo admitir, incluso, que muy en el fondo de mi corazón,
he pensado que no vale la pena intentar acercarme a parejas homosexuales. Sin embargo, los dos
Otro de los prejuicios que debemos eliminar es referente a las causas que muchos evangélicos
asumen sobre la homosexualidad. El miércoles, durante una mudanza, una persona cristiana
compartía una anécdota. Él decía que había sido transportado por un homosexual. El homosexual no
le insinúo nada, pero quien contaba la historia dijo, “yo comencé a hablar en voz alta sobre lo que
pienso de los gays. Con esto no le di oportunidad de insinuarse”. Las personas que estaban cerca de
él, cristianos también, comenzaron a hacer bromas sobre la posibilidad de que el homosexual se le
hubiera insinuado. Él termino el dialogo diciendo, “de un puño le saco el demonio ese”. Esto refleja
la inclinación de un gran sector de la iglesia evangélica que piensa que las personas homosexuales
Este prejuicio limita nuestro campo de acción porque nos obliga a pensar en exorcismos y en
confrontaciones casi siempre violentas. Ignoramos entonces sus luchas, el profundo dolor que el
ampliación del campo de misión de la iglesia. Esta ampliación tiene implicaciones serias. Entre
ellas está la reinterpretación de lo que la tradición evangélica nos ha dicho sobre la homosexualidad
y la forma como Dios puede actuar en ellos; reinterpretar el concepto de familia que
tradicionalmente se ha limitado al modelo papá, mamá e hijos, para pensar en hombres y mujeres
solteros u hogares monoparentales que necesitan atención integral; y, por último, reinterpretar la
forma como entendemos la misión, la cual no consiste en el proselitismo y mucho menos en que
Para hablar de una reinterpretación de la misión de la iglesia es necesario que entendamos cuál
es la postura bíblica con respecto a la homosexualidad. Hasta el momento he dicho que la Biblia no
presenta una posición oficial con respecto al fenómeno actual de la homosexualidad (ver pág. 5).
Pero esto no significa que la Escritura no hable de la sexualidad. Y debido a que el patrón de
conducta que la Biblia expresa como correcto y bendecido por Dios es el matrimonio heterosexual
(Gén 1:28), el cual se alinea con los propósitos divinos 20 (la procreación como medio de
homosexual se opone a las dinámicas sexuales que Dios estableció desde la creación. Este será el
punto de partida de la misión orientada a las personas homosexuales (sean cristianas o no). Pero si
sus relaciones homosexuales están mal, ¿cuál es la opción que les espera en el futuro? ¿Es justo
exigirle a una persona con atracción homosexual que viva sin pareja toda su vida?
20
Schmidt, La homosexualidad, 80, 110.
21
Schmidt, La homosexualidad, 58.
9
Por preguntas como estas es que nuestra misión debe redefinirse. Nuestra pastoral LGBTQI
tiene que ser integral en el sentido que considera a cada individuo como un ser completo y
la necesidad sexual y relacional de él. Nuestra meta es reconciliarlos con Dios. Dios se encargará
del resto paso a paso, a medida que el individuo comience a crecer en una relación seria y
responsable con Dios y a medida que crezca en su vida de comunidad al compartir con una iglesia
cambio podría significar que está listo para iniciar una vida heterosexual y una relación de pareja
que cumple el patrón divino. Pero el cambio también podría ser la decisión de vivir célibe, no por
obligación, sino por convicción, porque ha entendido que no puede sucumbir ante sus pasiones y
que tiene un Dios capaz de fortalecerlo en sus debilidades con su gracia sobreabundante. En ambos
casos la comunidad de fe es fundamental porque no solo ofrece el espacio para cultuar a Dios, sino
que les permite experimentar la gracia sanadora, redentora y reconciliadora de Dios todos los días y
Hablar de una pastoral LGBTQI no es invitar a la iglesia a compartir las agendas de las
comunidades gays. Antes, se trata de invitar a la iglesia a reconocer que el campo de la misión es
como iglesia, asumir todos los desafíos con las mismas estrategias, y mucho menos podemos
pretender asumir nuevos retos sin el conocimiento necesario. Es por esta razón que necesitamos
invertir los recursos necesarios en la formación de lideres capacitados para enfrentar los desafíos
Bibliografía
10
Awi M., Alexandre. “¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?”. Teología y vida 42, n.° 4
(2001): 377-398.
Brown, Michael L. ¿Gay y cristiano? Trad. de Nahúm Sáez. Lake Mary, Florida: Casa Creación,
2014.
http://www.fundotrasovejas.org.ar/ovejas.htm.
Lee, Justin. Torn: Rescuing the Gospel From the Gays-vs.-Christians Debate. New York: Jericho
2008.
Suárez García, Carlos Ignacio Suárez García. “El camino espiritual de la persona homosexual:
2002.