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Sistemas de Números

El concepto de números enteros nace a partir de la necesidad de contar


colecciones finitas de objetos. Esta noción intuitiva, al abstraerse da origen a los
números enteros. Sin embargo, en la vida diaria se presentan situaciones que no
sólo involucran conteo, sino también la necesidad de calcular distancias, pesos de
objetos, etc.
En muchos de estos casos, el valor numérico asociado -ya sea la longitud, peso,
etc-. No tiene un valor entero, sino más bien que se sitúa entre un entero y otro, es
decir “está entre 20 y 21” por poner un ejemplo. Para dar respuesta a estas
situaciones, se introducen nuevas sub-unidades, que dividien a la unidad en n
partes iguales de la misma, por ejemplo el metro en cien centímetros, etc, de este
modo, a la sub-unidad se le denota como 1/n.
Y posteriormente, esta fracción o razón, comenzó a verse como un número sin
necesidad de contar con referencias, es decir que ya no era forzoso que este
representara un cociente. Aunque por varios siglos los matemáticos no se sentían
seguros de que esto fuera válido y preferían utilizarlo con reserva, ateniéndose a
lo conocido que eran los números naturales.
De manera similar, ocurrió con los números negativos y las operaciones inversas.
Incluso Euler no fue capaz de dar argumentos sólidos respecto a (-1)(-1)=1. Esto
se debió en gran medida a que tanto los números negativos como el cero fueron
“introducidos” para poder operar conservando las leyes fundamentales de la
aritmética, y a diferencia de los números naturales e incluso racionales, estos no
pueden observarse en la naturaleza o surgir como resultado de procesos
replicables físicamente.
Así, con la introducción de estos nuevos símbolos, se dio un paso hacia la
abstracción y la generalización, es de notarse que en el caso de la generaliación
de números naturales a racionales, se satisface la necesidad práctica que se
mencionaba en el primer párrafo, así como la de suprimir las restricciones a la
resta y a la división. Y de este modo, sólo en un dominio abstracto puede existir un
sistema satisfactorio de la aritmética.
Si bien el concepto de densidad explica que entre cuales quiera dos números
racionales pueden “entrar” infinitos racionales, la recta numérica queda con
pequeños huecos, que son los números irracionales. El primer acercamiento a
estos números fue durante la Grecia antigua, al darse cuenta que la diagonal de
un cuadrado, más específicamente, el cuadrado de lado 1 era inconmensurable
con su lado.
Recordemos que los números racionales fuero introducidos por la necesidad de
medir usando números, conservando esta noción, podríamos decir que un
irracional representa la longitud de un segmento inconmensurable con la unidad.
Si colocásemos algún número P que no corresponda a una fracción decimal
(aquella con un número finito de cifras) dentro de un intervalo, y dividiéramos este
intervalo en intervalos más pequeños cada vez, P siempre estaría dentro de
alguno de ellos, y de este modo, podríamos llegar a dividir en infinitos
subintervalos, donde P está en alguno de ellos, y cada vez más, el número de
cifras del intervalo que lo contiene crece conforme este se “acerca” más a P.
De este modo, puede establecerse una correspondencia entre los puntos de la
recta numérica y las fracciones decimales e infinitas, así, un número puede ser
una fracción decimal o una fracción infinita, y a los decimales infinitos que no
representan números racionales se les llama números irracionales.
Respecto a la “aproximación” que se realizó de P utilizando intervalos, se llega a
dos conceptos muy importantes, que son el de límite y el de infinito, notemos que
conforme más nos acercábamos a P, realizando infinitas divisiones, podíamos
decir que el resultado obtenido se aproximaba a P cuando las divisiones
aumentaban indefinidamente.

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