Está en la página 1de 7

El 

docente es aquella persona que se dedica de forma profesional a la enseñanza.

Desde el inicio del sistema educativo el rol del docente ha ido variando, pero siempre ha estado
vinculado con la práctica de “educar para civilizar”, es decir, formar sujetos que sean capaces de
responder a las normas y leyes instauradas por el estado. De esta forma el docente poseía el poder
del saber, era la autoridad frente al aula, y su deber era introducir un conocimiento universal para
dar respuesta a las necesidades de organización de legitimación del estado.

En la década de los 90, en la Argentina a raíz de procesos socio económicos se produjo una ruptura
en las formas de vida, ruptura que también afectó a la educación y el rol del docente, el estado le
culpo a los docentes los fracasos en la educación, esto derivo en la pérdida de autoridad. El docente
comienza a restar identidad a su valor social.

En el siglo XX se comenzó a asumir por parte de los educadores su identidad como trabajadores.

Cuando hablamos de “práctica” nos referimos a todos esos procesos curriculares que se bajan y se
llevan a cabo en el aula, diseñados y establecidos por el Ministerio de Educación. La bajada
curricular a su vez está atravesada por ejes o temáticas a trabajar por la institución, ejes que pueden
estar relacionados a la comunicación, al arte, a la familia, etc.

La idea es lograr una integración y articulación de los contenidos curriculares y los ejes temáticos
que promueve la institución. ¿Para qué sirven los ejes? Los ejes sirven para generar mecanismos o
estrategias inclusivas.

Dentro del contenido de la práctica de la enseñanza existen tareas formales las cuales se piensan y
se estructuran institucionalmente para conseguir las finalidades de la propia escuela y del
curriculum. Estas tareas no son las únicas pero si son las más importantes, también hay tareas que
no tienen el valor de trabajos formales académicos son actividades sin valor sustantivo.

El aprendizaje tiene un carácter específico que implica una descontextualización y


recontextualización, aparece despersonalizado, ahistórico y fragmentado debe suponer una
asincronía entre el tiempo didáctico y su propio tiempo, implica rupturas y conflictos cognitivos.

Entonces hay contenidos específicos para cada edad que deben ser incorporados a su debido tiempo
de acuerdo a lo que establece “el curriculum” pero…. ¿Dónde entran en este curriculum esos chicos
que no han aprehendido por problemas cognitivos, emocionales de desarrollo? ¿Se puede juzgar a
aquellos profesores que manejan los contenidos de acuerdo a lo que sus alumnos han aprendido?
Cabe destacar que no solamente existen dificultades con los contenidos curriculares sino que
también existen dificultades pedagógicas puntuales.

Entonces nos preguntamos ¿Es posible crear curriculums que se adapten a este abanico de
dificultades pedagógicas?
Contrato de Maestras – 1923

Esto es un acuerdo entre la señorita ………………………., maestra, y el Consejo de Educación y


de la Escuela ……………………………………………., por el cual la señorita …………………..
acuerda impartir clases durante el período de ocho meses, a partir del primero de septiembre de
1923. El Consejo de Educación acuerda pagar a la señorita ……………………. la cantidad de
($75) mensuales.

La señorita………………………….acuerda:

1) No casarse. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.

2) No andar en compañía de hombres.

3) Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana, a menos que sea para atender
una función escolar.

4) No pasearse por las heladerías del centro de la ciudad.

5) No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de
Delegados.
6) No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se
encontrara a la maestra fumando.

7) No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si
se encuentra a la maestra bebiendo cerveza, vino o whisky

8 ) No viajar en coche o en automóvil con ningún hombre, excepto su hermano o su padre.

9) No vestir ropas de colores brillantes.

10) No teñirse el pelo.

11) Usar al menos dos enaguas.

12) No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.

13) Mantener limpia el aula:

a) Barrer el suelo del aula al menos una vez al día.

b) Fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente y jabón.

c) Limpiar la pizarra una vez al día.

d) Encender el fuego a las 7:00 de modo que la habitación esté caliente a las 8:00 cuando lleguen
los niños.

14) No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.


El contexto actual es otro, el aula es la representación de lo social, ya no se espera tener a los
alumnos callados y prestando atención, ya no es un grupo homogéneo (aunque se siga intentando
homogeneizar), cada sujeto posee sus características y particularidades, estamos hablando de un
grupo heterogéneo. Hoy el docente además tiene el rol de “contener” al alumno, rol que ha sido
delegado por los padres (rol que debería volver a ser de la familia), la socialización primaria ha
caído, se encuentra en déficit, el ritmo de vida laboral actual es otro, los padres no están en casa
todo el día porque trabajan muchas horas, los chicos pasan más tiempo solos, y es cuando decimos
que no tienen la misma atención que antes, hoy es difícil que un padre o madre se siente con su hijo
a ayudarle con las tareas escolares.

También podría gustarte