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Nombre y Apellido: Culshaw mariana

Curso y año: 2º turno mañana comisión A

Materia: Adulto Mayor

Prof. Romina Santillán

TRABAJO N 19

Estatus convulsivo

1)_Defina el concepto de estatus convulsivo o síndrome convulsivo.

Que son las convulsiones?

2)_Cuales son las causas del síndrome convulsivo?

Nombre signos y síntomas

3)_Como se diagnóstica y cuál es el tratamiento farmacológico?

4)_Cuales son las acciones de Enfermería durante un episodio convulsivo?

1_ El "Síndrome Convulsivo" es considerado sinónimo de "Epilepsia". Existen muchas definiciones


de Epilepsia. Se acoge la definición presentada por OMS en la recientemente lanzada campaña
mundial: Epilepsia es la tendencia a crisis recurrentes. Una crisis a su vez es entendida como un
evento paroxístico que interrumpe en forma brusca la cotidianeidad. Es producida por una
descarga anormal de las neuronas cerebrales y puede expresarse de múltiples formas,
dependiendo del sitio de origen y formas de propagación de la descarga bioeléctrica anómala.

2_ Una convulsión es una alteración eléctrica repentina y no controlada en el cerebro. Puede


provocar cambios en el comportamiento, los movimientos o sentimientos, y en los niveles de
conciencia. Tener dos o más convulsiones con tan solo 24 horas de diferencia y cuya causa no
puede identificarse a menudo se considera epilepsia.
Hay muchos tipos de convulsiones, con síntomas y gravedad que varían. Los tipos de convulsiones
varían según la región del cerebro en la que comienzan y su extensión. La mayoría de las
convulsiones duran de 30 segundos a 2 minutos. Una convulsión que dura más de 5 minutos es
una emergencia médica.

Las convulsiones son más comunes de lo que crees. Las convulsiones pueden ocurrir después de
un accidente cerebrovascular, una lesión en la cabeza cerrada, una infección como meningitis u
otra enfermedad. Sin embargo, muchas veces se desconoce la causa de la convulsión.

La mayoría de los trastornos que causan convulsiones pueden controlarse con medicamentos,
pero controlar las convulsiones todavía puede seguir afectando de manera significativa tu vida
diaria. Lo bueno es que puedes trabajar con tu médico para equilibrar el control de las
convulsiones y los efectos secundarios de los medicamentos.

3_Síntomas

Ante una convulsión, los signos y síntomas pueden ser de leves a graves y variar según el tipo de
convulsión. Algunos de los signos y síntomas de convulsiones son:

 Confusión temporal

 Episodios de ausencias

 Movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas

 Pérdida del conocimiento o conciencia

 Síntomas cognitivos o emocionales, como miedo, ansiedad o deja vú

Generalmente, los médicos clasifican las convulsiones como focales o generalizadas, en función de
cómo y dónde comienza la actividad cerebral anormal. En el caso de que se desconozca cómo
comenzó la convulsión, estas pueden clasificarse como de aparición desconocida.

Convulsiones focales

Las convulsiones focales son consecuencia de actividad eléctrica anormal en un área del cerebro.
Las convulsiones focales pueden presentarse con o sin pérdida del conocimiento:

 Convulsiones focales con pérdida del conocimiento. Estas convulsiones implican un


cambio o la pérdida del conocimiento o conciencia con la sensación de estar soñando. Es
posible que parezcas despierto, pero que mires fijamente en el espacio y no respondas a
tu entorno ni realices movimientos repetitivos. Estos pueden incluir frotarte las manos,
hacer movimientos con la boca, repetir determinadas palabras o caminar en círculos. Es
posible que no recuerdes la convulsión, o que ni siquiera sepas que ha ocurrido.
 Convulsiones focales sin pérdida del conocimiento. Estas convulsiones pueden alterar las
emociones o cambiar la manera de ver, oler, sentir, saborear o escuchar, pero sin perder
el conocimiento. Es posible que sientas ira, alegría o tristeza repentina. Algunas personas
tienen náuseas o sensaciones poco habituales difíciles de describir. Estas convulsiones
también pueden provocar dificultades para hablar, movimientos espasmódicos
involuntarios de una parte del cuerpo, como un brazo o una pierna, y síntomas sensitivos
espontáneos como sentir hormigueo, tener mareos y ver luces parpadeantes.

Los síntomas de las convulsiones focales pueden confundirse con otros trastornos neurológicos,
como migraña, narcolepsia o enfermedades mentales.

Convulsiones generalizadas

Las convulsiones que aparentemente se producen en todas las áreas del cerebro se denominan
crisis generalizadas. Los diferentes tipos de crisis generalizadas incluyen:

 Crisis de ausencia. Las crisis de ausencia, previamente conocidas como convulsiones “petit


mal” (epilepsia menor), a menudo ocurren en niños y se caracterizan por episodios de
mirada fija en el espacio o movimientos corporales sutiles como parpadeo o chasquido de
labios. A menudo duran entre 5 y 10 segundos, pero pueden suceder hasta cientos de
veces por día. Pueden ocurrir en grupo y causar una pérdida breve del conocimiento.

 Crisis tónicas generalizadas. Las crisis tónicas generalizadas causan rigidez muscular.


Generalmente, afectan los músculos de la espalda, brazos y piernas, y pueden provocar la
pérdida del conocimiento y caídas.

 Crisis generalizadas atónicas. Las crisis generalizadas atónicas, también conocidas como


convulsiones de caída, causan la pérdida del control muscular, que puede provocar un
colapso repentino, caídas o descenso de la cabeza.

 Crisis generalizadas clónicas. Las crisis generalizadas clónicas se asocian con movimientos


musculares espasmódicos repetitivos o rítmicos. Generalmente afectan el cuello, la cara y
los brazos de ambos lados del cuerpo.

 Crisis mioclónicas. Las crisis mioclónicas generalmente aparecen como movimientos


espasmódicos breves repentinos o sacudidas de brazos y piernas. A menudo no hay
pérdida del conocimiento.

 Crisis tónico-clónicas generalizadas. Las crisis tónico-clónicas generalizadas, previamente


conocidas como convulsiones de gran mal (epilepsia mayor), son el tipo de crisis epiléptica
más intenso y pueden causar pérdida abrupta del conocimiento, rigidez y sacudidas del
cuerpo y, en ocasiones, pérdida del control de la vejiga o mordedura de la lengua. Pueden
durar varios minutos.
Cuándo consultar al médico

Busca ayuda médica inmediata en los siguientes casos:

 La convulsión dura más de cinco minutos.

 La respiración o el conocimiento no retornan una vez que finaliza la convulsión.

 Se produce una segunda convulsión de inmediato.

 Tienes fiebre alta.

 Sufres agotamiento por calor.

 Estás embarazada.

 Tienes diabetes.

 Sufriste una lesión durante la convulsión.

Causas

Las células nerviosas (neuronas) del cerebro crean, envían y reciben impulsos eléctricos que
permiten que las células nerviosas del cerebro se comuniquen. Cualquier cosa que interrumpa
estas vías de comunicación puede provocar una convulsión. Algunos tipos de trastornos
convulsivos pueden ser causados por mutaciones genéticas.

La causa más común de las convulsiones es la epilepsia. Sin embargo, no todas las personas que
tienen una convulsión tienen epilepsia. A veces, las convulsiones pueden ser causadas o
desencadenadas por lo siguiente:

 Fiebre alta, que puede estar asociada a una infección como la meningitis

 Falta de sueño

 Luces parpadeantes, patrones que se desplazan u otros estímulos visuales

 Bajo nivel de sodio en la sangre (hiponatremia), lo que puede suceder con la terapia con
diuréticos

 Medicamentos, como ciertos analgésicos, antidepresivos o terapias para dejar de fumar,


que reducen el umbral convulsivo

 Un traumatismo craneal que causa un área de sangrado en el cerebro

 Anormalidades de los vasos sanguíneos en el cerebro

 Trastornos auto inmunitarios, incluidos el lupus eritematoso sistémico y esclerosis


múltiple
 Accidente cerebrovascular

 Tumor cerebral

 Usar drogas ilícitas o recreativas, como anfetaminas o cocaína

 Abuso de alcohol, durante momentos de abstinencia o de extrema embriaguez

 Infección por el virus de la COVID-19

Complicaciones

Tener una convulsión en momentos determinados puede conllevar circunstancias peligrosas para
ti o para otras personas. Puedes estar en riesgo de lo siguiente:

 Caídas. Si sufres alguna caída durante una convulsión, puedes lastimarte la cabeza o
romperte un hueso.

 Ahogo. Si tienes una convulsión mientras nadas o te bañas, estás en riesgo de ahogarte
accidentalmente.

 Accidentes automovilísticos. Una convulsión que causa pérdida de conciencia o control


puede ser peligrosa si estás conduciendo un automóvil u operando maquinaria.

 Complicaciones en el embarazo. Las convulsiones durante el embarazo pueden ser


peligrosas tanto para la madre como para el bebé, y ciertos medicamentos antiepilépticos
aumentan el riesgo de defectos al nacer. Si tienes epilepsia y tienes planes de quedar
embarazada, trabaja con tu médico para que pueda ajustar tus medicamentos y controlar
tu embarazo, según sea necesario.

 Problemas de salud emocional. Las personas con convulsiones son más propensas a tener
problemas psicológicos, como depresión y ansiedad. Los problemas pueden ser el
resultado de dificultades para lidiar con la afección y de los efectos secundarios de los
medicamentos.
Diagnóstico

Actividad cerebral registrada por electroencefalograma

Electroencefalografía de alta densidad

Tomógrafo computarizado
Identificar el área donde ocurre la convulsión

Después de una convulsión, el médico revisará por completo tus síntomas y tus
antecedentes médicos. El médico puede pedir varias pruebas para determinar la causa de
tus convulsiones y evaluar la probabilidad de que padezcas otra más.

Entre las pruebas, se pueden incluir las siguientes:

 Un examen neurológico. El médico puede evaluar tu conducta, tus habilidades motrices y


tu funcionamiento mental para determinar si tienes algún problema en el cerebro o el
sistema nervioso.

 Análisis de sangre. El médico puede tomar una muestra de sangre para controlar los
niveles de glucosa sanguínea y determinar la presencia de signos de infecciones,
afecciones genéticas o desequilibrios electrolíticos.

 Punción lumbar. Si el médico sospecha que una infección es la causa de la convulsión, es


posible que necesite extraerte una muestra de líquido cefalorraquídeo para analizarlo.

 Un electroencefalograma. En este estudio, los médicos fijan electrodos en el cuero


cabelludo con una sustancia pastosa. Los electrodos registran la actividad eléctrica del
cerebro, que se manifiesta como líneas onduladas en un registro electroencefalográfico.
El electroencefalograma puede revelar un patrón que le indica a los médicos si la
convulsión puede volver a ocurrir. La prueba de electroencefalograma también puede
ayudar al médico a descartar otras afecciones similares a la epilepsia como causa de la
convulsión. Dependiendo de los detalles de la convulsión, esta prueba puede realizarse
durante una consulta ambulatoria en la clínica, durante la noche en el hogar mediante un
dispositivo ambulatorio o durante algunas noches en el hospital.

Las pruebas por imágenes pueden incluir las siguientes:

 Imágenes por resonancia magnética (IRM). Una IRM usa poderosas ondas radioeléctricas e


imanes para crear una vista detallada del cerebro. Es posible que el médico pueda
detectar lesiones o anomalías en el cerebro que podrían provocar convulsiones.
 Tomografía computarizada (TAC). Una TAC utiliza rayos X para obtener imágenes
transversales del cerebro. Una TAC puede revelar la presencia de anomalías en el cerebro
que podrían causar convulsiones, como tumores, sangrado y quistes.

 Tomografía por emisión de positrones (TEP). La tomografía por emisión de


positrones utiliza una pequeña cantidad de material radioactivo en dosis baja que se
inyecta en una vena para ayudar a visualizar áreas activas del cerebro y detectar
anomalías.

 Tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT). Una prueba SPECT utiliza


una pequeña cantidad de material radioactivo en dosis baja que se inyecta en una vena
para crear un mapa tridimensional detallado de la actividad del flujo sanguíneo en el
cerebro durante las convulsiones. Los médicos también pueden realizar una forma de
prueba SPECT llamada prueba de sustracción ictal SPECT corregistrada a la resonancia
magnética (SISCOM), que puede proporcionar resultados aún más detallados. Por lo
general, la prueba se realiza en un hospital con un registro
electroencefalográfico nocturno.

Tipos de medicamentos anticonvulsivos

Clobazam.

Lamotrigina.

Levetiracetam.

Rufinamida.

Topiramato.

Valproato.

Zonisamida.

Se denomina crisis convulsiva a la existencia de una descarga neuronal anormal y excesiva.


Su forma clínica de presentación dependerá de la función del área involucrada, pudiendo
manifestarse por fenómenos motores, sensitivos, sensoriales, autonómicos y/o psíquicos.
En sentido estricto, crisis convulsivas son aquellas que cursan con fenómenos motores,
mientras que cuando éstos no están presentes se habla de crisis no convulsivas3.

La epilepsia se define como la repetición de crisis a lo largo del tiempo. El estatus


epiléptico  es la repetición de crisis sin recuperación de conciencia entre las mismas o bien
la prolongación de una crisis durante un tiempo estimado en más de 30 minutos.

La causa más frecuente de crisis convulsiva y de status convulsivo es la suspensión del


medicamento antiepiléptico en un paciente con epilepsia reconocida. El síndrome
convulsivo puede ser debido a múltiples causas cerebrales y sistémicas (epilepsia
secundaria o adquirida), aun cuando también puede presentarse sin que exista una causa
demostrable (epilepsia idiopática). Otras causas suelen ser las infecciones del sistema
nervioso central, metabólicas, (hipoglucemia, hipocalcemia, hipomagnesemia),
intoxicaciones, traumatismos craneoencefálicos, fiebre, malformaciones arteriovenosas,
tumores cerebrales, insuficiencia hepática, uremia, y compromiso del sistema nervioso
central por lupus eritematoso sistémico, entre otras.

CLASIFICACIÓN

Atendiendo a criterios anatómicos y a las manifestaciones clínicas que producen, las crisis
se pueden clasificar en:

1 Parciales o focales.

Divididas a su vez en simples, complejas y  con generalización secundaria.

Las  simples  se caracterizan porque cursan sin alteración del nivel de conciencia. Los signos
y síntomas de las crisis parciales simples dependerán del área cortical involucrada en el
foco epiléptico4. Siendo las más frecuentes las de carácter motor (contracciones
involuntarias en extremidades o zonas musculares concretas), seguidas de las sensitivas
(se pueden sentir, oír, ver y percibir sensaciones extrañas).

Las crisis parciales complejas  cursan desde el inicio con alteración de conciencia, siendo la
afección hemisférica bilateral, pudiendo existir automatismos y actos complejos del
comportamiento muy integrados.

Las crisis parciales rara vez son una verdadera urgencia, aunque la primera vez que afloran
suelen hacer que el paciente visite este servicio.

2 Generalizadas.

De diferentes tipos, destacando las crisis tónico-clónicas y las crisis de ausencia o “petit
mal". La alteración del nivel de conciencia suele ser el síntoma inicial y la afectación es
bilateral desde el inicio

Las crisis tónico-clónicas primarias son raras, y suelen ser consecuencia de la


generalización de una crisis focal. Son muy estereotipadas, con una fase de contracción
tónica seguida de movimientos clónicos y alteraciones vegetativas, acabando con un
periodo postcrítico con somnolencia.

En cuanto a las crisis de ausencia, aparecen en la infancia y juventud, y pueden asociarse a


las anteriores; clínicamente se caracterizan por un episodio breve, de segundos, de
disminución del nivel de conciencia. Sin aura ni período postcrítico
Dado el carácter generalmente breve (1-2 minutos) y autolimitado de las crisis, la situación
que más frecuentemente se presenta en urgencias es la referencia  de las mismas por el
paciente o sus familiares. Ante una presunta crisis hay valorar:

 Si efectivamente se trata de un episodio comicial.

 Si es focal o generalizada

 Investigar la posible causa

Para saber si se trata verdaderamente de una crisis, hay que realizar una anamnesis
detallada para tratar de identificar las distintas fases de que consta, no todas ellas de
obligada presentación, que son:

 Fase de aura: síntomas generalmente sensoriales y/o sensitivos (acúfenos, destellos


visuales, olores extraños, etc) por los que se intuye la crisis. Ello permite en ocasiones
tumbarse y evitar la inminente caída.

 Fase de crisis: durante la misma tienen lugar los fenómenos motores, sensitivos,


sensoriales, etc. que la caracterizan. Cuando comienza:

 Si el paciente está de pie, caerá al suelo.

 Aparece rigidez muscular generalizada.

 Suele haber pérdida de control del esfínter uretral.

 Surgen fuertes convulsiones

 Aparece cianosis por periodos apneicos

 La cara ofrece un aspecto impactante por: trismos, la saliva emerge de la boca en forma
espumosa, las órbitas quedan orientadas hacia arriba y sólo se ve el blanco de la
esclerótica…5.

 Fase  postcrítica: es el período de somnolencia con recuperación progresiva del nivel de


conciencia, que sigue a la crisis. En las ausencias y en las crisis focales simples no existe
período postcrítico

CUIDADOS DE ENFERMERÍA

Ante 3 situaciones distintas:

1. El paciente y/o sus familiares refiere haber presentado una crisis.

2. El paciente está presentando una crisis.


3. El paciente está en período post crítico.

1. Referencia de crisis:

La actitud dependerá de que el paciente sea o no epiléptico conocido, del tipo de crisis, de
la existencia de alteraciones en la exploración neurológica y de la causa sospechada:

• Paciente epiléptico conocido:

Entre un 25 y un 50% de los pacientes epilépticos presentan crisis a pesar del tratamiento.


Incluso bajo condiciones óptimas de tratamiento, excluyendo los pacientes con un mal
cumplimiento terapéutico, existe un porcentaje de pacientes en torno al 5-10% con
epilepsia refractaria al tratamiento. El paciente epiléptico, o bien los familiares, conocen
generalmente los síntomas de la crisis convulsiva por lo que son ellos mismos los que
llegan a urgencias con el diagnóstico.

La existencia de una crisis de características similares a las presentadas previamente por el


paciente no suele ser motivo de visita a urgencias. Sí lo son, en cambio, la existencia de
autolesión grave, de otras circunstancias médicas (dificultad respiratoria, embarazo),
existencia de múltiples crisis o de crisis de características inhabituales para el paciente o
que existan circunstancias que hagan prever la recurrencia de las mismas.

• Paciente no epiléptico conocido:

Todo paciente que haya presentado una crisis convulsiva debe ser remitido al hospital
para descartar procesos metabólicos o infecciosos que la justifiquen.

El paciente que llega a urgencias refiriendo una crisis convulsiva debe ser atendido de
forma preferente. Si a su llegada se encuentra consciente y asintomático puede esperar a
ser atendido, pero es conveniente situarlo en un box visible y de acceso rápido desde el
puesto de enfermería para tenerlo vigilado por si vuelve a presentar una convulsión.

En todos los pacientes con riesgo de crisis6.

 Preparar el equipo de aspiración: revisar el buen funcionamiento del aspirador, revisar las
conexiones, provisión de sondas de aspiración.

 Disponer de una cánula de Guedell adecuada para el paciente, mascarilla de oxígeno


(cabecero de la cama).

 Facilitar la accesibilidad al timbre de llamada sobre todo si existen pródromos.

 Procurar un entorno adecuado y seguro, libre de muebles y objetos duros y afilados que
puedan causar daño durante la convulsión.

 Proteger la cabeza, aflojar la ropa, subir las barras protectoras de la camilla para evitar
caídas.
 Canalizar un catéter de grueso calibre para mantener una vía venosa permeable, evitando
las zonas que causarán problemas si se produce una nueva convulsión como las flexuras.
Asegurar una correcta fijación con apósito adhesivo para asegurar su permanencia.

 Informar al paciente y a la familia sobre la actuación ante la aparición de pródromos:

o Retirarse la dentadura u otros objetos de la boca.

o Retirarse las gafas.

o Tumbarse en el suelo o la cama.

o Avisar a la persona más cercana.

2. Presencia de crisis:

Las crisis parciales habitualmente son leves, no suelen alterar la conciencia y no suelen
requerir más cuidados que la vigilancia y la administración de oxígeno al paciente.

Ante este tipo de crisis el personal de enfermería en urgencias debe tranquilizar al


paciente y acompañantes respecto a esas “contracciones, sensaciones o conductas
extrañas”.

En las crisis generales:

 Si la crisis ocurre con el paciente fuera de la cama, ayudarle a tumbarse en el suelo,


evitando o conteniendo la caída.

 Permanecer con el paciente en todo momento.

 Observar: tipo de convulsión, tiempo de duración, características (dirección en la que se


vuelven los ojos o la cabeza, pérdida de esfínteres…).

 Monitorizar tensión arterial, frecuencia cardiaca y saturación de oxígeno, valorar estado


de conciencia, tamaño de las pupilas o alteración hemodinámica. Si se produce parada
respiratoria, iniciar protocolo de reanimación.

 Garantizar la permeabilidad de la vía aérea.

o Intentar mantener la cabeza en posición lateral para un adecuado drenaje de las


secreciones. Aspirar si precisa.

 Administrarle oxígeno para conseguir saturaciones por encima de 90%, mascarilla tipo
ventura al 50% o preferiblemente con bolsa de reservorio.

 Aplicar medidas de protección:

o Retirar prótesis dentales y gafas, si es posible.


o Si es posible poner cánula de Guedell. No intentar abrirle la boca por la fuerza
para insertar la cánula ya que podría lesionar la mucosa bucal o provocar la rotura
de piezas dentarias.

o Acomodar al paciente lo mejor posible (cama horizontal, barandillas elevadas,


almohadas, aflojar ropa que dificulten los movimientos…). Intentar colocarle en
decúbito lateral para evitar el riesgo de aspiración.

o Evitar sujetar al paciente durante la crisis, pero sí controlar y guiar sus


movimientos para evitar lesiones.

o Retirar los objetos ambientales con los que el paciente pueda golpearse
(manivelas, muebles, etc...).

 Medir la glucemia capilar.

 Confirmar la permeabilidad de una vía venosa o canalizar otra nueva (esto puede resultar
imposible mientras no cesen las convulsiones) para:

o Extracción de analítica venosa.

o Administración de fluidoterapia.

o Administración de medicación anticomicial si fuera preciso por la duración o


repetición de las crisis.

3. Paciente en período postcrítico:

En la postcrisis, el paciente se encuentra cansado, con cefaleas y dolores musculares, con


dolores en las zonas con las que se golpeó en los espasmos y con amnesia sobre todo lo
ocurrido y desconocimiento del tiempo transcurrido.

Es importante:

 Proporcionar un entorno tranquilo y seguro, sin excesiva iluminación, ni ruidos.

 Control de signos vitales y nueva glucemia.

 Realizar una valoración neurológica del paciente mediante la escala de coma de Glasgow.

 Efectuarle un examen generalizado para detectar la aparición de lesiones (erosiones,


hematomas, heridas, rotura de piezas dentarias, fracturas…).

 Si ha habido incontinencia, realizar el aseo del paciente.

 Reorientarle y tranquilizarle cuando recupere el estado de conciencia, si es posible en


compañía de un familiar, ya que puede encontrarse confuso, cansado o incluso en estado
letárgico.
 Comprobar la coloración de la próxima orina. Una orina colúrica tras una crisis convulsiva
puede ser indicio de mioglobinuria a consecuencia de lesión muscular.

 Preparar el material de oxigenación y aspiración anteriormente descrito ante otra posible


intervención y adecuar la habitación.

 Registro de enfermería:

o Registrar los signos vitales en la gráfica.

o Registrar en las observaciones de enfermería: características y duración de la


crisis, incidencias ocurridas (lesiones, etc), las cifras de glucemia obtenidas.

o Registrar en el plan de cuidados la vigilancia de las crisis, si se conoce su


existencia.

CONCLUSIONES

Ante una convulsión hay que actuar rápidamente debido al aumento de la demanda
cerebral de oxígeno que supone y al elevado riesgo de lesión que la actividad mecánica
puede provocar en el paciente. Es importante frenar la actividad convulsiva cuanto antes,
ya que estados convulsivos prolongados pueden provocar hipoxia, shock cardiovascular y
parada respiratoria.

Aunque las crisis son de aparición brusca e inesperada, estar prevenido permite una
actuación rápida y precisa y disminuye los riesgos de lesión y efectos secundarios.

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