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¿Cuántos poemas eres capaz de leer sin llorar? | IMAGEN DE: MILADA VIGEROVA.
Muchos de estos poemas tratan el tema de la tristeza en el amor, pero otros sin embargo demuestran
cómo la vida está llena de tristezas y penas que proceden de distintos orígenes. Acompáñanos a
descubrir esta selección de poemas dejando preparado el pañuelo.
A continuación comenzamos con los mejores poemas de tristeza que hemos seleccionado de forma
variada para que traten distintas temáticas. Esperamos que te emocionen profundamente y logren tocar
tus sentimientos más íntimos.
Mi corazón oprimido
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin los ojos
Rodeado de la aurora
Y no ha de sentir mi carne
Comenzamos nuestra selección con esta bonita pero dura creación del grandísimo Federico García Lorca;
uno de los poetas que mejor ha retratado (y conocido) la tristeza y el sufrimiento humanos.
usted nace
contempla atribulado
el torpe escarabajo
valiente
usted sufre
y por costumbre
por obligación
extenuado
usted ama
se transfigura y ama
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
Mario Benedetti siempre ha destacado por sus poesías sobre el amor, pero donde hay amor, muchas
veces también hay o ha habido tristeza. Este poema triste así lo demuestra, con un final realmente
impactante.
de la filosofía y de la historia,
Quién es uno de los mejores escritores de la historia de las letras hispanas crea esta trascendental poesía
para deleitar a los amantes de este arte. Porque hay momentos en lo que nada importa, y en las peores
casos, habrán cosas que nunca más volverán a importar.
y en el viñedo oscuro
se frena el devenir.
Entre la noche brillan
estrellas parpadeantes
y la luna danzante
va plateando la vida.
se marcha de mi boca
manchadas de su gris.
y tú no estás aquí.
Busco el universo
un toro al carmesí.
En silencio me hundo
poniendo de rodillas
de mi alma, su confín.
Se fracturó mi vida
el cuento se ha acabado
y ya no hay colorados
Pocas cosas atormentan más al ser humano como especie y como individuo como la soledad. La
consciencia es un arma de doble filo que puede hacernos sentir especialmente mal en el evidente vacío
de la existencia, (casi) solo combatible cuando tenemos a nuestro lado personas a las que queremos (y
nos quieren). Pero, ¿qué pasa cuando se van?