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3) La historia detrás del reciente resurgimiento del keynesianismo se explica por los

fracasos de la nueva economía clásica, además se explica que existen tensiones entre la
corriente del pensamiento microeconómico y macroeconómico, porque mientras los
clásicos intentaron hacer a la macro a imagen de la micro, se ha demostrado que los
recientes desarrollos pueden llevar a una reformulación de la teoría microeconómica y que
se asemeje a la economía keynesiana.
Primero se explican los fallos de la teoría clásica, dividiéndolos en salarios y desempleo en
un primer momento, donde se explica que las concepciones de precios relativos y las tasas
de desempleo natural no podían ser persistentes si las expectativas son racionales. Ya que
estas solo son aplicables o sus preceptos se cumplen en grandes sociedades.
El lado de la oferta del mercado laboral tropieza con el hecho de
que la oferta laboral parece ser bastante inelástica (al menos en los EE. UU.) y los salarios
reales son casi constantes durante el ciclo económico.
Luego vino la década de 1980, que fue precedida por otra crisis del petróleo, pero estuvo
dominada por las crisis de política monetaria y fiscal de Reagan-Volcker y la depresión
europea. Es justo decir que la nueva economía clásica arrojó poca luz sobre cualquiera
de estos eventos. Sin embargo, los hechos arrojaron sombras profundas sobre la
teoría.
Nuevos fundamentos teóricos de la economía keynesiana.
Cuatro nuevos desarrollos en la teoría economía keynesiana apoyan además de lo
anteriormente mencionado su resurgimiento, estas innovaciones son las siguientes:
 Competencia monopolística: La primera idea es construir una estructura macro
sobre los cimientos de una competencia monopolística, más que perfecta. Esto
ayuda a producir un entorno keynesiano en dos aspectos. Primero, conduce a
modelos teóricos en los que las empresas siempre quieren vender más a los precios
actuales porque el precio excede el costo marginal. En segundo lugar, los niveles de
producción en los equilibrios monopolísticos están generalmente por debajo de los
óptimos sociales, lo que se hace eco de la idea keynesiana de que el empleo suele
ser demasiado bajo.
 Salarios de eficiencia: Los salarios de eficiencia suponen un incentivo para que el
trabajador se esfuerce más. Esto se produce por el hecho de que sabe que no
encontrará un empleo similar con el mismo nivel de sueldo. Las empresas, por su
parte, también se benefician de salarios más altos ya que, aunque tienen se
incrementa el costo, se compensa con el aumento de productividad.
 Costos fijos e inercia: Un tercer desarrollo reciente importante en la micro teoría es
la revisión de la teoría estándar de optimización para incluir los costos fijos de
cambiar una variable de decisión. Esta idea se mencionó anteriormente en el
contexto de las decisiones de precios, donde ayuda a impartir inercia al nivel de
precios
 Histéresis: Es la situación de desempleo existente en la economía, provocada por el
mal funcionamiento del mercado laboral, la cual tiende a persistir aun eliminadas
las causas que lo produjeron.
4) Como se mencionaba en el punto anterior, una de las razones dentro de las dinámicas de
la política fiscal que ayudaron al surgimiento del keynesianismo fue el suceso de la crisis
del petróleo de 1980, la cual dejo en evidencia las carencias que estaba presentando la
nueva teoría clásica, ya que era poco efectiva ante dicha crisis.
Otro suceso fue la depresión europea que, en algunos países, ha sido tan larga y profunda
como la depresión de los años veinte y treinta. La explicación keynesiana es sencilla. Los
gobiernos, encabezados por los bancos centrales británico y alemán, decidieron combatir la
inflación con políticas monetarias y fiscales muy restrictivas. La cruzada anti inflacionaria
fue facilitada por el Sistema Monetario Europeo que, en efecto, extendió la severa política
monetaria alemana por toda Europa. Si la teoría keynesiana tiene algún problema para
explicar estos eventos, es porque las versiones modernas que incorporan la hipótesis de la
tasa natural no son lo suficientemente keynesianas.

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