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La Lunación o Mes Lunar de Piscis y los primeros días de la Lunación en Aries -desde tiempos
origen de las tradiciones- se han vivido como días de Cuarentena Sagrada: previos al
Equinoccio y al encendido del Fuego de Aries que es la chispa que permite la vida y el orden.
CUARENTENA
Originalmente el Día de la Ceniza (para la doctrina católica Miércoles de Ceniza) era un
momento posterior al Día de las Candelas / Candelaria o Imbolc y alineado con la Lunación de
los Peces, donde los seres humanos quemábamos simbólicamente la cruz de nuestro camino,
la cruz sagrada sobre la cual podíamos estar sosteniendo creencias y percepción limitadas,
así como nuestros pecados (ilusión de separación) y todo exceso que nos separara del
equilibrio sagrado interno. Todo lo ofrendábamos haciéndolo ceniza, con la que nos
recordaríamos avanzar en el camino hacia el renacimiento.
Con esa ceniza como reminiscencia de nuestros ciclos pasados nos entregábamos a 40 días
de depuración, silencio, ayuno y contacto con la noche oscura del alma. Esta cuarentena en
los días de la Lunación en Piscis posee un sentido místico muy poderoso porque la Escuela de
Piscis nos da las enseñanzas de las dualidades, de la fundición en el colectivo, de la
consciencia crística y compasiva, de saber volver a las aguas de la Matriz Universal para
ensoñar lo que el futuro requiere de nosotr@s y depurar lo que no. Y luego, en Aries nos
damos a nuestra individualidad para separarnos del colectivo, para recordar la memoria de
nuestro compromiso a través del fuego que vigilamos y procuramos en nuestro corazón.
Este proceso de depuración lo sabe bien Gaia, nuestra Madre Tierra que es un ser vivo. Y por
ende, en la memoria más profunda de nuestro cuerpo lo sabemos también. Nuestros cuerpos
conocen este proceso, y no es casualidad que justo antes de entrar oficialmente a la Nueva
Era seamos llamados globalmente a tomar consciencia de una guarda esencial.
¿Qué soltamos con esta cuarentena? ¿Qué dejamos ir para siempre? ¿Qué se queda con la
Vieja Era? ¿Quién se queda en la Vieja Era? ¿Cómo podemos simbolizar nuestro cambio de
piel? ¿Quién o quiénes nos están acompañando a hacerlo? ¿Qué partes o fases de nosotras
nos apoyaron a llegar hasta este momento pero sabemos que pueden acompañarnos más?
¿Qué viejas creencias ofrendamos en esta cuarentena?
SATURNO EN ACUARIO
Saturno es el Pulsador sagrado del Tiempo, es el Cronista, quien coloca el orden, el ajustador
de la cultura, de lo tangible, quien nos coloca los pies en el mundo medio y en la necesidad
de disciplina para construir el presente y el futuro. Dado su rol de Cronista e Hilador del
Tiempo, así como su incidencia en la historia humana, su ingreso en Acuario (lo mental, la
revolución, lo visionario, lo renovador) marca el gran cambio de los tiempos y de paradigmas.
Y ahora que vamos sintonizándonos con la entrada de Saturno en Acuario podemos mirar con
claridad lo que ya no podemos seguir perpetuando, las pautas viejas que no necesitamos
seguir, y vamos pulsando cada vez más desde el hastío la libertad que tanto estamos
anhelando. Quizás aún no sabemos qué es, pero presentimos que tenemos que hacerlo
radicalmente distinto... y buscar esa bocanada de aire fresco en nuestras ideas.
Saturno en Acuario nos dará un guiño de los cambios que toca hacer durante cuatro
meses, luego en julio de 2020 volverá a Capricornio para permitirnos cerrar el viejo capítulo,
agradecer y soltar. Y con fuerza entrará en diciembre de 2020 de nuevo en Acuario, para
ponernos de frente con los cambios que tanto hemos querido hacer, con esa visión del futuro
que nace del corazón, con nuestros planes quizás más radicales, con esa apertura a la
libertad que tanto estamos pidiendo. Ahí, finalmente veremos la luz al final del túnel.
En este primer ingreso de Saturno en Acuario requerimos permitirnos soñar con las formas
más radicales de expresar nuestra libertad y declarar nuestro compromiso con lo que esta
libertad conlleve. Acuario es re-evolución, independencia, autonomía y Saturno nos pide
entrar ahí con disciplina, responsabilidad y compromiso.
Damos entonces los primeros pasos durante todo este periodo, de tal modo que con el
segundo y definitivo ingreso de Saturno en Acuario podamos recolocarnos en esa libertad que
ahora comenzamos a percibir como posible, y pongamos los cimientos de nuestra visión
cuando Saturno conjunte a Júpiter el 21 de diciembre, impulsándonos a hacer esa visión
realidad para los años por venir.
Karina Falcón,
Creadora y Directora en La Mujer Lunar