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Roberto Calasso: el mortal que le abrió la puerta

a los dioses

Eve Gil

Eve Gil «Desde hace más de veinte años escribo autor de obras maestras tales como Ka,
(Hermosillo, Sonora). Autora de la
novela El suplicio de Adán. Obtuvo
un solo libro compuesto de muchos — La literatura y los dioses y Las bodas de
el Premio Nacional de Cuento señala Roberto Calasso, de los escritores Cadmo y Harmonía, que cuenta las his-
Efraín Huerta 2006. italianos más amados del mundo y acaso torias no incluidas en La ruina de Kasch,
evelinamaria@gmail.com el más original de principios del siglo publicadas en Anagrama, eligió a Méxi-
XXI—Todo empezó con La ruina de co, concretamente a la editorial Sexto
Kasch, donde habló de la liberación que Piso, para publicar una serie de ensayos
significa contar historias. El próximo inéditos reunidos bajo el título de La
será Ka., así, con punto al final. Estos locura que viene de las ninfas y otros
libros tienen su origen en mi insatisfac- ensayos (2004). «Me da gracia que Sexto
ción con la forma ensayística, por lo que Piso haya publicado dos libros, uno, mi
hago una especie de ensayo narrativo, primer libro, que es una novela, El loco
sin notas al pie ni cosas de esas. Es por impuro, el único que no estaba publicado
eso que los periódicos no saben cómo en Anagrama sino en Paidós, y este
clasificarlos. Algunos los etiquetan co- último, inédito inclusive en italiano. Los
mo «ficción» y otros como «no-ficción». dos libros incluyen la palabra locura, que
Lo sagrado está siempre presente en su quizá transmitan algo sobre el autor—
obra, sin embargo el autor es tajante al ríe—, pero hay otros temas también.»
asegurar que no es necesario incluir la Calasso, editor él mismo, creador y
palabra «religión». Literatura es suficien- director de una de las editoriales más
te. La literatura es un mundo por sí prestigiadas de Italia, Adelphi, aplaude
mismo la arriesgada aventura emprendida por
Con Dante Allighieri, Roberto el joven editor y escritor Luis Alberto
Calasso tiene más de una cosa en co- Ayala Blanco, creador de Sexto Piso,
mún, además de la extraordinaria seme- editorial un tanto marginal pero que ha
janza de su perfil: que es florentino y publicado libros raros y maravillosos, de
escribe, básicamente, sobre dioses y autores tan prestigiados como Milorad
deidades. A él le debemos haber abierto Pavic, Alberto Savinio, Goran Petrovic
esa puerta que parecía haberse cerrado y George Orwell, entre otros: «Tengo
definitivamente con Mallarmé y que una gran estima por el programa
Nietzsche dejó discretamente entre- editorial de Sexto Piso pues en los últi-
abierta, como preparada especialmente mos años casi no han surgido nuevas
para Calasso. Nacido en 1941, este editoriales y esto es en todo el mundo,
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incluido los Estados Unidos y Alema- y la diferencia estriba en si logramos ser
nia» conscientes de ello (de la posesión) o
Ayala Blanco, que probablemente no. Si no somos conscientes, únicamen-
fue el primer lector mexicano que te la padecemos. En el caso contrario
conoció a Calasso, interviene para con- pueden suceder muchísimas cosas, algu-
tar que alguna vez hizo una tesis de nas de las cuales fueron descritas del
maestría en Ciencia Política sobre el modo más lúcido por Platón a través del
autor florentino, «cuando me puse en personaje de Sócrates. Lo que quiero
contacto con él —continúa —me envió decir con esto es que se trata de algo
un paquete con muchos libros, y entre muy antiguo y permanece idéntico hasta
ellos venía un texto a máquina con el día de hoy ya que la mente está hecha
correcciones manuales que se titulaba de ese modo.
La locura que viene de las ninfas. Ese Cuando se le pregunta el origen de
ensayo me parece no sólo fascinante, su interés por los «antiguos primitivos»,
sino indispensable para entender la obra como él mismo dice en algún lugar de
de Calasso porque la posesión, él mismo Las bodas de Cadmo y Harmonía y,
lo ha dicho siempre, es el tema central concretamente por los dioses griegos e
de sus obras. En marzo de este año le hindúes, la respuesta no se deja esperar:
pregunté si no quería hacerlo libro y de «No lo sé francamente. Me queda muy
inmediato me respondió que sí, y claro que lo encuentro por todos lados.
además ofreció otros tres maravillosos Lo que es definitivamente seguro es que
ensayos para completar el volumen.» si nos enfocamos en algunos textos
Los textos a los que se refiere Ayala como la parte de la India, los Upanishad,
Blanco, abordan a la Lolita de Nabokov, o la parte griega, todo lo que sucede
un análisis védico sobre la película de entre Parménides y Platón, es inevitable
Hitchcock La ventana indiscreta y dos tocar los temas esenciales sobre los cua-
más donde habla de su experiencia les vivimos, sobre los que está basada
como editor. En todos ellos están presen- nuestra vida, mientras que si buscamos
tes las ninfas, esa exaltación de la locura pensadores más recientes, excepto
literaria, «(...) el arte no se deja alterar Nietszche, no las encontramos: tenemos
por sus significados —dice Calasso en que ir a la antigüedad.
el ensayo titulado «El plató de la men- Entre risas, Calasso reconoce que el
te»—. Fue (George) Dumézil quien una siglo XXI no ha producido gran cosa, ya
vez recomendó el placer de leer La Iliada no digamos en cuanto a la literatura que
de corrido, «sin hacerse preguntas», sin regresa a los orígenes como la suya, sino
pensar en nada más que en la historia en la literatura en general, quizá porque
contada, sin comentarios, sin dicciona- apenas comienza, «de hecho creo, para
rios, por lo tanto sin significados. Ese salir de los temas literarios, que nunca,
placer es la verdadera ordalía del arte. en estos últimos doscientos años haya
Lo que resiste esa prueba está salvado habido tal distancia entre aquello que
(...)» sucede, que es enorme y muy duro, y la
—Decía Walter Benjamín — capacidad de elaborarlo, de crearlo con
continúa el autor florentino —que el la mente. Existe una terrible distancia.
modo más inmediato de vivir la tele- Y creo que en algún tiempo esto quedará
patía, es cuando uno abre un libro, o muy claro, esta especie de inmenso
sea, algo que todos conocemos, y la po- balbuceo e incapacidad de expresar una
sesión es la misma cosa, es algo que se idea. Lo que en La ruina de Kasch yo
manifiesta en nosotros continuamente llamo «el innominable actual».

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