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UNIVERSIDAD AUTONOMA JUAN MISAEL SARACHO

FACULTAD DE CIENCIAS Y TECNOLOGIA

CARRERA DE ARQUITECTURA Y URBANISMO

BIOCLIMÁTICA DE LA ARQUITECTURA

“ENVOLTURA TÉRMICA EN LAS


EDIFICACIONES”

Docente: ARQ. HERNAN BLACUTT MARQUES

Integrantes:

1) Barrientos Claudia
2) Ortega Oropeza Pamela
3) Tirado Portuguez Robert
4) Guevara Vargas Xenia
QUÉ ES LA ENVOLVENTE TÉRMICA DEL EDIFICIO

La envolvente térmica de un edificio es la parte que se encuentra en contacto con el aire exterior, si
realizamos el paralelismo de comparar un edificio con el cuerpo humano y la estructura fueran los huesos que
componen el esqueleto; la envolvente térmica es la piel que envuelve al edificios, esa capa por donde notamos
el frío o el calor y sobre la que más afectan las inclemencias meteorológicas. Dicha piel tendrá un coeficiente
de transmitancia térmica (U) que variará en función tanto del número de capas como de las propiedades
térmicas que compongan la envolvente. La envolvente térmica de un edificio, casa o vivienda es la piel que lo
protege de la temperatura, aire y humedad exteriores para mejorar la calidad de vida de sus ocupantes,
mientras optimiza el ahorro de energía y así reduce la factura energética y las emisiones contaminantes.
El aislamiento térmico de los edificios influye de forma determinante en su nivel de eficiencia energética. Y es
que, por muy eficientes que sean los equipos de calefacción y climatización instalados, se seguirán
produciendo pérdidas térmicas si el inmueble no se encuentra bien aislado.

El CTE dice que la envolvente térmica del edificio se compone de todos los cerramientos que limitan espacios
habitables y el ambiente exterior, ya sea aire, terreno u otro edificio, y por las particiones interiores que
separan espacios habitables de los no habitables que también limiten con el exterior.
La envolvente térmica de un edificio, casa o vivienda sirve de aislamiento térmico y escudo contra las
inclemencias climatológicas para mejorar el bienestar de sus ocupantes la vez que reduce el consumo de
energía y es respetuosa con el medio ambiente.

Elementos que componen la envolvente térmica del edificio

Los cerramientos y particiones interiores de los espacios habitables se clasifican según su situación en las
siguientes categorías:
o Cubiertas: cerramientos superiores en contacto con el aire con inclinación menor de 60º.
o Suelos: cerramientos inferiores horizontales o ligeramente inclinados en contacto con el aire, el terreno
o con un espacio no habitable.
o Fachadas: cerramientos exteriores en contacto con el aire cuya inclinación respecto de la horizontal sea
mayor de 60º. Se clasifican en 6 según su orientación sea norte, sur, este, oeste, sureste y suroeste.
o Medianerías: cerramientos que lindan con otros edificios y que son una división común. Si el edificio se
construye con posterioridad el cerramiento se considerará, a efectos térmicos, una fachada.
o Cerramientos en contacto con el terreno: aquellos distintos a los anteriores que están en contacto con
el terreno.
o Particiones interiores: comprenden aquellos elementos constructivos horizontales o verticales que
separan el interior del edificio en diferentes recintos.
o Puentes térmicos: son las zonas de la envolvente térmica en las que hay una disminución de su eficacia.
Esto puede ser por distintos motivos como la reducción del espesor, distinta composición, confluencia
de distintos cerramientos, etc.
Clasificación según su comportamiento térmico
Los elementos de la envolvente térmica en contacto con espacios habitables se clasifican según su distinto
comportamiento térmico y el valor de sus parámetros característicos en las siguientes categorías:
 a) Cerramientos en contacto con el aire:
o i) Opacos: muros de fachada, cubiertas, suelos en contacto con el aire y los puentes térmicos
integrados.
o ii) Semitransparentes: huecos (ventanas y puertas) de fachada y lucernarios de cubiertas.
 b) Cerramientos en contacto con el terreno:
o i) suelos en contacto con el terreno.
o ii) muros en contacto con el terreno.
o iii) cubiertas enterradas.
 c) Particiones interiores en contacto con espacios no habitables:
o i) particiones interiores en contacto con cualquier espacio no habitable (excepto cámaras
sanitarias).
o ii) suelos en contacto con cámaras sanitarias.
Diseño pasivo – envolvente térmica
La envolvente de un edificio es la piel que lo protege de la temperatura, aire y humedad exteriores. Es el
elemento físico que separa interior y exterior. Su adecuado diseño permite mejorar el confort interior de sus
ocupantes y, a la vez, optimizar el ahorro de energía.
Está compuesta por la cubierta, fachadas, pisos y elementos en contacto con el terreno y debe ser diseñada
como un agente dinámico que interactúe favorablemente entre el exterior e interior, y actúe como un filtro
térmico, acústico, lumínico, etc., capaz de modificar favorablemente la acción de los elementos naturales. Las
estrategias frente a la acción de los elementos naturales pueden ser admitiéndolos, rechazándolos o
transformándolos, según se requiera.
La envolvente térmica es un concepto más específico y se refiere a las propiedades que la envolvente tiene
respecto al flujo de calor que se transmite entre interior y exterior. Dependiendo de las condiciones climáticas
del contexto, las propiedades de la envolvente térmica pueden variar. Cada elemento (cubierta, fachada,
ventanas, pisos) puede tener propiedades térmicas distintas, según sea la reglamentación exigida o los
requerimientos de diseño.
La Conductividad Térmica (l) es la propiedad de los materiales que valora la capacidad de transmitir el calor a
través de ellos. Por ejemplo, es elevada en metales y baja en polímeros, y muy baja en algunos materiales
especiales como la fibra de vidrio, que se denominan por ello aislantes térmicos. El coeficiente de conductividad
térmica de cada material es determinado experimentalmente bajo condiciones de laboratorio específicas. Se
representa con el símbolo griego lambda (l) y su unidad de medida es W/m°C que representa el flujo de calor
que pasa a través de 1 m2 de material de 1m de espesor y donde existe una diferencia de 1ºC entre las 2 caras
opuestas. La inversa de la conductividad térmica es la Resistividad Térmica (r), que es la capacidad de los
materiales para oponerse al paso del calor, y su unidad es m°C/W (r=1/l). La Resistencia Térmica (R) de un
material va a ser el producto de la resistividad por el espesor (e) expresado en metros, de ese material (R= r*e /
R=e/l) y su unidad es entonces m2°C/W. Por tanto, la resistencia térmica de la envolvente va a ser la sumatoria
de resistencias térmicas de cada material que compone a ese elemento constructivo. Finalmente la
Transmitancia Térmica o Valor U de la envolvente va a ser el inverso de la resistencia térmica, y por tanto su
unidad de medida es W/m2°C.

¿QUÉ ES?

La envolvente térmica de un edificio es el conjunto de cerramientos (suelos, cubiertas, fachadas, ….) que
separan los espacios habitables con el exterior (terreno, aire y otros edificios) y las particiones interiores que
separan los espacios habitables de los no habitables que a su vez están en contacto con el exterior.
La continuidad y alta eficacia de la envolvente de protección térmica basada en los modernos aislantes
genera una gran diferencia en la exposición de los materiales situados a uno y otro lado de dicha envolvente,
lo que proporciona, un mayor confort interno con un menor consumo energético.

¿QUÉ ACTUACIONES SE PUEDEN HACER EN UN EDIFICIO PARA EL AHORRO DE ENERGÍA?


Las principales actuaciones sobre la envolvente térmica de edificios se centran en:
 Adición de aislamiento térmico por interior de fachada (si no se puede por el exterior).
 Adición de aislamiento térmico por fachada exterior (sistema SATE o fachada ventilada).
 Sustitución de marcos por otros con rotura de puente térmico.
 Sustitución de vidrios por otros con cámara, cristal bajo emisivo y/o control solar.
 Adición de aislamiento en el hueco del tambor de la persiana.
 Incorporación de aislamiento en cubiertas y techos de plantas bajas.

¿QUÉ TIPOS DE MATERIALES EXISTEN?


Actualmente existe en el mercado gran diversidad de soluciones y materiales de aislamiento. Entre los más
utilizados se pueden destacar:
 MW lanas minerales
 Corcho
 Fibra de vidrio
 Fibras vegetales
 Celulosa
 EPS poliestileno expandido
 XPS poliestileno extruido
 PUR Poliuretano
 Otros…

¿Y QUÉ SOLUCIONES DE ENVOLVENTES?


 Solución tipo SATE
 Solución tipo fachada ventilada
 Solución tipo mixta que es una combinación, de las dos anteriores, en un mismo edificio.
Las propuestas del proyecto EFIDISTRIC estudiarán la solución técnica y económica más adecuada para cada
tipología de edificio. La comunidad de propietarios que decida acometer un proyecto de envolvente térmica
de edificios contará con apoyo cualificado para el desarrollo de su proyecto.
SISTEMA SATE
(Sistema de Aislamiento Térmico de los Edificios)
1. Muro de fachada actual
2. Aislante térmico anclado mecánicamente a la fachada actual
3. Armadura, malla de fibra de vidrio sobre una capa de mortero de agarre
4. Enlucido base
5. Revoco coloreado, nuevo acabado exterior del edificio

SISTEMA DE FACHADA VENTILADA


1. Muro de fachada actual
2. Aislante térmico anclado mecánicamente a la fachada actual
3. Sistema de anclaje para la fijación mecánica de la hoja exterior
4. Cámara de aire ventilada en toda la fachada entre el aislante térmico (2) y la hoja exterior (4)

ANTECEDENTES
Se comprende que el diseño del edificio consciente de la eficiencia energética, radica en observar las
características termofísicas de la envolvente del edificio, como en primer lugar, la Transmitancia térmica (valor
U), de acuerdo con Aste, Angelotti, & Buzzetti, (2009). Sin embargo, además del valor U, también debe
considerarse la inercia térmica de la envolvente en términos de ahorro de energía y confort térmico. El uso de
una inercia adecuada, que van desde unos pocos porcentajes a más del 80%, Por lo tanto, el objetivo es
evaluar los parámetros que mejoran o amortiguan el papel de la inercia térmica en el desarrollo de los
proyectos que aseguren una sostenibilidad. Para este propósito, se investigaron varios sistemas de paredes
externas con el mismo valor U pero diferentes propiedades dinámicas para calcular los ahorros de energía
alcanzables asociados. Los parámetros de diseño (superficie de transferencia de calor, control solar) y
operacionales (tasas de ventilación, régimen funcional HVAC). Estos autores aseguran que el sistema de pared
de rendimiento energético más alto tiene una combinación adecuada de la Transmitancia térmica dinámica y
los valores de admitancia térmica, aunque no necesariamente sean los mejores.
Los cambios de temperatura de estación a estación tienen un impacto significativo en el consumo de energía
de un edificio y el confort de sus ocupantes. Esto hace que el concepto de control térmico sea una parte muy
importante del proceso de diseño, con el objetivo de tener un edificio térmicamente más eficiente. La
comprensión de la transferencia de calor y cómo ciertos materiales de construcción se puede utilizar para
impedir esto es el primer paso en el cumplimiento de este objetivo.
Para los edificios existentes, el aislamiento térmico interno es a menudo la única técnica aplicable para aislar
paredes existentes, en particular para edificios históricos, aunque esta técnica está asociada con diferentes
riesgos higrotérmicos, como la condensación interna, el crecimiento de moho o el daño por helada, de lo
anterior los autores De Mets, Tilmans, & Loncour, (2017), los muros están internamente compuestos con
materiales de aislamiento activo estándar y capilar. Los resultados de las evaluaciones también se utilizan para
validar modelos numéricos de los muros, lo que permite estudiar tanto el comportamiento de eficiencia
energética y el comportamiento higrotérmico, y de esta manera evitar problemas de condensación y controlar
de alguna manera la humedad relativa en el interior del edificio, de igual forma para diferentes composiciones
de muros. A este propósito de los edificios históricos, Odgaard, Bjarløv, & Rode, (2018), los muros exteriores
en edificios históricos de varios pisos en comparación con los muros en edificios modernos tienen baja
resistencia térmica, lo que resulta en una alta pérdida de energía y superficies pisos fríos en climas fríos.
Cuando existen restricciones con respecto a la alteración de la apariencia exterior, el aislamiento interior
podría ser la única posibilidad para aumentar la comodidad de los ocupantes. De igual manera para Bjarløv,
Finken, & Odgaard, (2015) consideran que donde no se desea una alteración de la fachada exterior, el
aislamiento interior puede ser la solución para mejorar el clima interior y reducir la pérdida de calor, pero
también puede introducir problemas de humedad como la condensación en la pared. Se ha venido
desarrollando e introduciendo materiales aislantes capilares activos, hidrófilos para hacer frente al problema
de la humedad, en este tipo de edificios. Se lleva a cabo una gran cantidad de cálculos que indican dónde se
encuentran los desafíos en el trabajo, con el aislamiento interior en climas templados fríos, donde se ha
logrado el objetivo de reducir las pérdidas de calor y obtener el confort térmico. Un ejemplo para revisar los
diferentes estudios de caso en climas como lo es el tunecino, tanto la calefacción en invierno como la
refrigeración en verano se requieren para alcanzar niveles de confort térmico, la eficiencia energética, para
Daouas, (2011). Debido al aumento significativo en el consumo de energía del edificio, el aislamiento de las
paredes externas se aplica recientemente, con un grosor que suele oscilar entre 4 y 5 cm, independientemente
de la estructura y la orientación de las muros y de los parámetros económicos. De acuerdo con Ferrari, (2007),
con el fin de simplificar el procedimiento para evaluar el rendimiento energético de los edificios en invierno y
verano, la mayoría de las normas existentes hacen referencia al balance energético del edificio en condiciones
de estado estable. De hecho, también la reciente implementación de la Directiva Europea de Desarrollo del
Desempeño (EPBD), Basándonos en el enfoque anterior, el efecto de la masa térmica en la envolvente del
edificio se reduce drásticamente incluso si, de hecho, el proceso real de transferencia de calor en la
construcción de edificios no depende en gran medida de la capacidad térmica del material. Sin embargo, la
literatura científica bien establecida Olgyay (1963), Givoni (1967), Szokolay (1980), ASHRAE (2001), así como
las soluciones arquitectónicas tradicionales, respaldan la importancia de la capacidad térmica también en
condiciones tanto de verano como de invierno, lo que no se considera en las prácticas de construcción
comunes. Kameni Nematchoua, Ricciardi, Reiter, & Análisis del comportamiento térmico de las envolventes de
las viviendas vis. 21 Fonseca, Luis Edgardo 2019 Yvon, (2017), para los autores anteriormente enunciados, el
aumento de la temperatura exterior actúa directamente sobre el clima interior de los edificios. En Camerún, la
demanda de consumo de energía en el sector de los edificios ha aumentado rápidamente en los últimos años;
también que el suministro de energía no siempre satisface la demanda de las edificaciones. Por otra parte las
nuevas tecnologías de aislamiento térmico puede ser uno de los métodos principales para reducir el consumo
de energía en estos nuevos edificios. Sin embargo, la elección del grosor del material de aislamiento a menudo
provoca altos costos económicos de aislamiento. El modelo económico, incluido el costo del material de
aislamiento y el valor presente del consumo de energía y el costo durante un período de vida de 22 años del
edificio, estos mecanismos se utilizaron para encontrar el espesor óptimo del aislamiento, el ahorro de energía
y el período de recuperación. Los materiales que extruyeron el poliestireno se eligieron y se usaron para dos
estructuras de muros típicos (bloque de hormigón (HCB) y pared de bloque de tierra estabilizada comprimida
(CSEB)). Aunque la orientación de la muro tuvo un efecto significativo en el espesor de aislamiento óptimo,
tuvo un efecto más significativo en el ahorro de energía. Continuando con el análisis del Aislamiento térmico
para los autores Zhou, Zhang, Lin, & Li, (2008), el acoplamiento de la masa térmica y la ventilación natural es
importante para el diseño de edificios pasivos. La masa térmica se puede clasificar como masa térmica externa
y masa térmica interna. Gracias a la oscilación tan alta diurna de la temperatura del aire ambiente y la
intensidad de la radiación solar, la transferencia de calor a través de las envolventes de edificios, que se
denomina masa térmica externa, es un proceso complejo e inestable. Los muebles de interior son masas
térmicas internas, que afectan la temperatura del aire interior a través del proceso de absorción y liberación
de calor latente, por consiguiente, debemos tener en cuenta los diferentes tipos de materiales, puesto que
ayudan a mejorar o a disminuir el confort térmico. Desarrollar un buen aislamiento térmico trae algunas
ventajas como:
(1) la capacidad de reducir la brecha entre las cargas pico y no pico de la demanda de electricidad;
(2) la capacidad de utilizar energía solar de forma continua, almacenando energía solar durante el día y
liberándola durante la noche, especialmente para la calefacción de espacios en invierno al reducir la
fluctuación de la temperatura diurna, lo que mejora el grado de confort térmico;
(3) la capacidad de almacenar el enfriamiento natural por ventilación en la noche en verano y liberarlo para
disminuir la temperatura de la habitación durante el día, lo que reduce la carga de enfriamiento del aire
acondicionado. De otro lado, debemos tener muy presente la respuesta del cuerpo humano de manera
inteligente a diferentes condiciones climáticas mediante la aclimatación y la adaptación. El diferente
comportamiento de confort térmico de la necesidad humana, para las personas en diferentes condiciones
climáticas y también para diferentes estaciones del año muestra claramente que la estrategia de diseño, para
el edificio debe cumplir con la localidad del edificio. Se puede utilizar un sistema inteligente para que se
adapte con el confort térmico en relación a nuestro cuerpo de acuerdo con el tipo de clima. De los anterior
según Zain, Taib, & Baki, (2007), es necesario tener Análisis del comportamiento térmico de las envolventes de
las viviendas vis. 22 Fonseca, Luis Edgardo 2019 presente en el diseño de la envolvente tanto externa como
interna la percepción del ser humano, para logra el confort térmico deseado. Las consideraciones de los
respectivos autores, Verbeke & Audenaert, (2018), un edificio con una gran cantidad de masa térmica puede
desplazar en el tiempo y aplanar las fluctuaciones de calor; Esto se conoce como la inercia térmica de un
edificio. Estos análisis se centran en los impactos reportados de la inercia térmica del edificio sobre el confort
térmico y el uso de energía para calefacción y refrigeración de espacios. Como tendencia general, se puede
concluir que para la mayoría de los edificios y climas, mayores cantidades de masa térmica en el lado interior
del aislamiento térmico parecen ser beneficiosas con respecto a mejorar el confort térmico y reducir la
demanda de energía. Con un orden de magnitud de un pequeño porcentaje para la mayoría de los casos, otros
parámetros de diseño, como el aislamiento térmico de la envolvente del edificio y las ganancias de calor solar,
serán más significativos. Se hace necesario identificar las medidas de aislamiento que conserven el
comportamiento dinámico de masas térmicas, en relación a esto los autores Stazi, Bonfigli, Tomassoni, Di
Perna, & Munafò, (2015), analizan que el efecto de las técnicas de alto aislamiento térmico y alta masa térmica
en el comportamiento dinámico de los edificios en climas mediterráneos. Las dos técnicas pueden llevar a
requisitos contradictorios cuando se consideran las condiciones de invierno y verano, o incluso altos rangos de
temperatura diaria. Por lo tanto, la mejor solución para el verano puede ser la peor solución para el invierno.
Siguiendo con el concepto de tener en cuenta la ocupación del edificio a la hora de evaluar el rendimiento
térmico, lo autores, Reilly & Kinnane, 2017), presentan nuevas métricas para medir el efecto de la masa
térmica en la energía requerida para calentar y enfriar edificios. Los estudios anteriores han sido defectuosos,
ya que no han considerado la interacción entre la ocupación intermitente y la masa térmica, lo que tiene un
impacto significativo en el uso de energía en general. Sin embargo, los parámetros existentes no capturan
adecuadamente estos efectos, por lo que las nuevas métricas desarrolladas, se utilizan para analizar el
impacto de la masa térmica en climas cálidos con enfriamiento activo y climas fríos con calentamiento activo.
En climas fríos, los inconvenientes de la alta masa térmica probablemente superan las ventajas, y la alta masa
térmica puede causar un aumento en el uso de energía. Las nuevas métricas (relación de energía transitoria y
valor U efectivo) proporcionan un método generalizable para cuantificar estos efectos. Se utilizan más aquí
para analizar el rendimiento dinámico de edificios muy aislados y muestran que la alta masa térmica a menudo
conduce a un mayor uso de energía en climas fríos. No es de sorprendernos que para Larsen, Filippín, & Lesino,
(2009), existe una amplia variedad de análisis térmicos que se pueden utilizar para caracterizar el
comportamiento térmico de una pared en ciertas condiciones exteriores. La selección de una configuración de
muro particular para un proyecto de construcción involucra no solo el clima exterior, sino también las
características de todo el edificio, la orientación, el porcentaje de áreas acristaladas, los períodos de
ocupación, los estilos de vida, etc. Se analiza dos tipos de paredes en particular, una pared de ladrillos maciza y
una pared de ladrillos aislada, para comparar la información proporcionada por cada método y evaluar cómo
estos métodos pueden ayudar en la selección de un determinado Análisis del comportamiento térmico de las
envolventes de las viviendas vis. 23 Fonseca, Luis Edgardo 2019 tipo de pared. Se determinó que el muro con
mejor rendimiento energético y de confort térmico fue el muro que se instaló el aislamiento, se evidencia que
los muros de una sola capa no satisfacen las demandas de hoy, en el campo de la sostenibilidad. Esta
investigación se centra en el estudio experimental y numérico de un edificio prototipo para estudiar su
comportamiento térmico y para comparar su rendimiento energético con los de un hogar clásico en Argelia,
los autores de la investigación Derradji, Imessad, Amara, & Boudali Errebai, (2017). Los resultados de la
simulación térmica mostraron que la inercia asociada con un buen aislamiento térmico desempeña un papel
importante en la mejora del confort térmico y puede alcanzar hasta un 70% de ahorro de energía en
calefacción y aire acondicionado. Los resultados del enfriamiento muestran que el espesor de aislamiento
óptimo del poliestireno expandido varía entre 1 cm y 2,5 cm, el ahorro de energía varía entre 0.5 y 1.5 $ / m2,
dependiendo del tipo y el porcentaje de la ventana en la pared. Se adopta un enfoque de multiobjetivo para
optimizar el rendimiento energético y el confort térmico. El problema de optimización se resuelve mediante
un algoritmo genético implementado en MATLAB, que se acopla con EnergyPlus para realizar simulaciones de
energía dinámica.
TRANSFERENCIA DE CALOR
El flujo de calor entrante y saliente es un factor importante en la determinación del nivel de confort de un
edificio y su costo operativo. El calor tiene la tendencia natural a fluir desde un área de alta temperatura a una
de temperatura más baja. Cuanto mayor es la diferencia de temperatura, más fluye el calor a través de la
unidad de pared. Por ejemplo, un edificio con calefacción perderá calor hacia su exterior más frío en el
invierno. Y, durante el verano, un edificio con aire acondicionado extraerá calor de su muy cálido exterior.
La tasa de transferencia de calor a través de la pared depende de dos cosas: la diferencia de temperatura
entre el interior y el exterior y la composición de los materiales de la pared. Algunos materiales, tales como
vidrio, concreto y todos los metales, transfieren calor muy bien y se llaman conductores. Otros materiales,
tales como la fibra de vidrio y el entablado de espuma, se denominan aislantes con una alta resistencia al flujo
de calor.
Hay tres maneras diferentes a través de las cuales se transfiere el calor hacia dentro y fuera de un edificio:
conducción, convección y radiación. En un edificio, estas maneras de transferencia de calor se producen todos
al mismo tiempo y desempeñan un papel importante en el equilibrio de calor de un edificio.
LA CONDUCCIÓN es probablemente la manera más conocida y más fácil de entender la transferencia de calor.
Se presenta cuando un material separa un lugar de temperatura alta de otro lugar de temperatura baja, tal
como una pared.
Convección, la segunda manera más común de transferencia de calor, ocurre como resultado de líquido o gas
que se mueve sobre una superficie, como el viento que sopla contra un edificio. Existen dos tipos de
convección: forzada y natural. La convección natural tiene lugar cuando el movimiento de gas o líquido es
causado por diferencias de densidad, y en la convección forzada, el movimiento del líquido o gas es causado
por fuerzas externas.
LA RADIACIÓN implica la transferencia de las olas de calor electromagnéticas invisibles de un objeto con
temperatura más alta, como el sol, a otro de temperatura más baja, como un cuerpo humano.
Para hacer un edificio más eficiente energéticamente y cómodo, los profesionales de la construcción y el
diseño deben impedir estos modos de transferencia de calor. A pesar de que es imposible detener estos
procesos en su totalidad, es posible retardarlos significativamente mediante la colocación de obstáculos en su
camino. Esto se conoce como "romper el puente térmico".
ROMPER EL PUENTE TÉRMICO
Los puentes térmicos son el camino que ofrece un desplazamiento suave para la transferencia de calor en los
edificios mal aislados, generalmente construidos de concreto y metal con insuficiente resistencia al flujo de
calor entre el exterior y las paredes exteriores. La mejor manera de reducir la velocidad de transferencia de
calor es poner aislantes entre los conductores. El aislamiento comercial consiste en aislamiento de la cavidad,
que ocupa espacio dentro de la cavidad de la pared, y entablado aislante, que se instala en las paredes
exteriores. Existen una variedad de materiales que se pueden usar para fabricar aislantes de cavidades,
incluyendo fibra de vidrio, lana mineral, celulosa, plásticos de espuma de celda abierta y cerrada, aislamiento
reflectante y barreras radiantes. El revestimiento, sin embargo, generalmente está hecho de poliestireno
expandido, poliestireno extruido, poliisocianurato (placa ISO) o placa de fibra de vidrio. Antes de seleccionar
los materiales de aislamiento, lo mejor es consultar las clasificaciones de sus propiedades térmicas.
CLASIFICACIÓN AISLAMIENTO PROPIEDADES TÉRMICAS
Como se mencionó anteriormente, los materiales de aislamiento y los sistemas de envoltura del inmueble se
caracterizan por su resistencia al flujo de calor. El rendimiento del material puede ser clasificado de acuerdo
con la conductividad térmica (k), la conductancia térmica (C) y la resistencia térmica (valor R).

Cuando se miden las propiedades térmicas de los materiales de construcción, la norma es ASTM C518, en la
que un aparato de flujo de calor mide la transferencia de calor a través de materiales homogéneos, tales como
el aislamiento. Diversas propiedades del material, tales como la resistencia térmica, conductancia y
conductividad, se pueden determinar a partir de los datos de temperatura, flujo de calor, área y espesor. Otro
estándar, ASTM C1363 “Hot Box”, mide el rendimiento térmico de conjuntos de envoltura de edificios. Las
mediciones incluyen los efectos de los puentes térmicos debido a los componentes estructurales, así como las
cavidades aisladas.
Para calcular el flujo de calor de conjuntos de envoltura del inmueble aislados, hay tres métodos diferentes de
complejidad variada ideados por la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire
Acondicionado (ASHRAE). El primero y más sencillo es el método de planos isotérmicos. Esto se utiliza cuando
las secciones transversales tienen capas continuas y homogéneas. El segundo método, el de flujo de ruta
paralela, se utiliza cuando las secciones transversales tienen áreas estructurales y de cavidad y cuando los
componentes tienen resistencia térmica similar. El tercer método, el de zona modificada, se utiliza con
conjuntos de armazón de acero. Estos conjuntos tienen secciones transversales con áreas estructurales y de
cavidad.
El cálculo del flujo de calor puede ser tan fácil como la adición de resistencia térmica en un sistema con capas
homogéneas, como con el método de planos isotérmicos, o tan complejo y complicado como el método de la
zona modificada. La mayoría de los profesionales de la construcción y el diseño pueden hacer sus propios
cálculos en el método de planos isotérmicos, pero con el método de la zona modificada, lo mejor es utilizar
la calculadora en línea gratuita proporcionada por el Laboratorio Nacional de Oak Ridge. Esto ayudará a
asegurar la exactitud.
Los componentes estructurales son altamente conductores y crean puentes térmicos. Por ejemplo, los metales
conducen 300 a 1,000 veces más calor que la mayoría de los materiales de construcción. El impacto térmico de
un perno metálico en una cavidad enmarcada es mayor que la superficie real del perno, por lo que el metal
tiene un efecto exagerado en la transferencia de calor fuera de proporción con su tamaño físico. Debido a
esto, la elección de la unidad de aislamiento adecuada es crucial.
TIPOS DE UNIDADES DE AISLAMIENTO
Equiparar las unidades de aislamiento con las aplicaciones depende del material utilizado para las paredes
exteriores del edificio. Las paredes exteriores son típicamente de bloques de concreto o pre moldeadas, metal,
muros cortina (no hay cavidades) o fachada de mampostería (ladrillos, paneles de concreto con cavidades
aislables).

BLOQUE DE CONCRETO Y PAREDES PRE MOLDEADAS


Los entablados aislantes se pueden instalar ya sea en el interior o en el exterior de paredes de bloques de
concreto o pre moldeados. Un material aislante común para esta construcción es la placa aislante de espuma
de plástico. La ubicación del entablado depende del clima y el tipo de material.
Las unidades de armazón de acero no portantes interiores pueden sostener el aislamiento de la cavidad. Como
el concreto grueso tiene valor de aislamiento, muchos códigos de construcción han reducido los requisitos de
aislamiento debido al efecto de masa del concreto. A menudo es aconsejable, sin embargo, superar los
requisitos del código para lograr el más alto nivel de eficiencia energética.
SISTEMA DE AISLAMIENTO Y ACABADO EXTERIOR
El EIFS (Sistema de aislamiento y acabado exterior) se asemeja al estuco tradicional. Al instalar un sistema EIFS,
es importante seguir las instrucciones de instalación del fabricante, para que la humedad no invada detrás del
EIFS en ventanas, puertas y otras fenestraciones, donde puede quedar atrapada.
PAREDES DE CAVIDAD DE POSTE DE ACERO
La unidad de pared más común es la pared de cavidad de poste de acero, que incluye una fachada de
mampostería. Para mejorar el rendimiento térmico y aumentar el control de condensación de la cavidad en
climas fríos, el diseñador puede: especificar entablados aislantes exteriores, que aumentan la temperatura de
la superficie de la cavidad y mejoran la eficiencia energética; incorporar barreras de aire exteriores, que
también funcionan como barreras contra el viento para reducir las fugas de aire; o especificar barreras de aire
interiores, como un retardador de vapor transpirable inteligente para reducir la posibilidad de bucles
convectivos y aumentar la capacidad de secado.
Las barreras resistentes al agua, la ventilación y un espacio de drenaje detrás de la fachada de mampostería
reducirán la saturación de los materiales de sustrato y promoverán el secado. Esta configuración de pared
exterior es una manera rentable de lograr un rendimiento térmico, mientras que se controla la humedad.
EDIFICIOS DE METAL
Los edificios de metal tienen su propio conjunto de recomendaciones de instalación y cumplimiento. Una
publicación autorizada que cubre las normas ASHRAE 90.1 está disponible de NAIMA, la Asociación
Norteamericana de Fabricantes de Aislamiento. La referencia de NAIMA para aislamiento de fibra de vidrio
flexible utilizado en construcciones de metal, Norma 202-96, proporciona información sobre el rendimiento
térmico de sistemas de techos y sistemas de paredes de construcciones de metal. Los datos de valor R y valor
U se enumeran para tejados atornilladas y para paredes laterales que tienen diferentes valores de R de la
cavidad y espaciamiento de sujetador.
Para obtener más información sobre la eficiencia energética, consulte ASHRAE 90.1, “Energy Standard for
Buildings Except Low-Rise Residential Buildings”, que proporciona los valores R de aislamiento mínimos y
ofrece pautas para la eficiencia energética del edificio completo.

UN FUTURO SOSTENIBLE
Uno de los objetivos principales del movimiento de diseño de edificios sostenibles es producir edificios con
mayor eficiencia energética, más saludables y duraderos. Tales edificios probablemente proporcionen un
ambiente de trabajo más agradable para sus ocupantes y harán las operaciones más eficientes y económicas
para los propietarios de edificios. Seguir estas directrices de diseño de control térmico es un paso significativo
hacia el logro de este objetivo.

OBJETIVO DEL AISLANTE

El objetivo principal del aislamiento en cualquier construcción es reducir las pérdidas energéticas que se
producen en cualquier edificio. Por tanto, un buen aislamiento se produce cuando reforzamos los puntos
clave: Paredes, suelos y techos.

Tengamos en cuenta que por los tejados se pierde aproximadamente un 30% del calor total. Por los
cerramientos y fachadas, perdemos casi un 50%, por las ventanas un 13% y por el suelo un 7% más o menos.
Un buen aislamiento reducirá sustancialmente estas cifras.
Pero, ¿Cuáles son las características que debe de tener un buen aislante?

Básicamente son las siguientes:

-Alta resistencia térmica. También llamada “R”, que relaciona el espesor y la conductividad. La unidad más
empleada es el m2k/W y cuanto más alto sea este dato, más aislante será el producto.

-Baja Transmitancia térmica, (U). Mide la capacidad para dejara pasar el calor o el frío. Cuanto más cerca este
el coeficiente de cero, mas eficiente será el material. Las ventanas de PVC Kömmerling tienen un coeficiente U
muy bajo debido a su eficiencia.

-Ligero, para no aumentar las cargas muertas de la edificación.

-Incombustible, por seguridad y durabilidad.

-Fácil de colocar. La eficiencia también se mide en términos económicos.

-Que sea duradero y no pueda ser atacado por animales, humedad o la climatología.

Por tanto para conocer si un material de construcción es eficiente, debemos fijarnos en su coeficiente U, que
expresa la magnitud de su capacidad de conducir el calor.

Os dejamos una lista con la U de los materiales mas comunes:

 PVC KÖmmerling (0.16 W/mK)


 Acero (47-58 W/mK)
 Agua (0.58 W/mK)
 Aire (0.026 W/mK)
 Aluminio (209-232 W/mK)
 Arcilla refractaria (0.46 W/mK)
 Baldosas cerámicas (0.81 W/mK)
 Bloques cerámicos (0.37 W/mK)
 Cemento (1.047 W/mK)
 Cobre (372-385 W/mK)
 Corcho en tableros (0.042 W/mK)
 Fibra de vidrio (0.035 W/mK)
 Granito (3 W/mK)
 Hierro ( 72 W/mK)
 Hormigón (1.4 W/mK)
 Ladrillo (0.8 W/mK)
 Madera (0.13-0.35 W/mK)
 Mármol (2.09 W/mK )
 Mortero de cal y cemento (0.7 W/mK)
 Mortero de yeso (0.76 W/mK)
 Pizarra (0.42 W/mK)
 Placas de yeso (0.29-0.58 W/mK)
 Poliestireno ( 0.157 W/mK)
 Tejas cerámicas (0.76 W/mK)
 Vidrio (0.81 W/mK)
 Yeso (0.81 W/mK)
LA INERCIA TÉRMICA

La inercia térmica en el diseño y construcción de los edificios, es un recurso fundamental en zonas climáticas
donde la diferencia de temperatura entre el día y la noche es elevada, para alcanzar el confort térmico de sus
usuarios en el interior de los mismos. Dicha inercia se consigue mediante el empleo de materiales capaces de
almacenar energía durante el día y liberarla durante la noche. Esta medida pasiva permite ahorrar en
consumo de energía en calefacción e incluso en refrigeración, manteniendo una temperatura estable en en
los espacios interiores a lo largo del día. En este post analizamos cómo.

¿Qué es la inercia térmica?

La inercia térmica es un recurso utilizado en la arquitectura bioclimática. Consiste en la capacidad de


determinados elementos, arquitectónicos en este caso, para almacenar calor, conservarlo y liberarlo de una
manera paulatina permitiendo un menor uso de sistemas mecánicos de calefacción e incluso de
refrigeración. Con esta capacidad se puede alcanzar temperaturas estables a lo largo del día. Por otro lado
la inercia térmica depende de las características del material de dicho elemento:

– Su calor específico (c) o capacidad para almacenar calor (c = J/Kg.K).

– Su masa (Kg): la capacidad calorífica (C), mide relación entre la energía o calor transmitida a un cuerpo y la
variación de temperatura que experimenta (C = J/K). Cuanto mayor es la capacidad calorífica de un cuerpo,
mayor energía hay que transmitirle para que aumente su temperatura en un grado; y cuanto mayor es su
masa (C = c x masa (Kg)), mayor es la capacidad calorífica, y por tanto su inercia térmica.

– Su densidad (Kg/m³). Relaciona el volumen y la masa del elemento. A mayor densidad, mayor inercia
térmica.

Tecnología solar pasiva para calefacción y refrigeración aprovechando la inercia térmica.


La inercia térmica de materiales utilizados en la construcción permite mantener la temperatura estable a lo
largo del día, en los espacios interiores habitables. En verano, un muro másico, que presenta una gran inercia
térmica, absorbe calor durante el día del ambiente interior, debido a la diferencia de temperatura entre
ambos, lo va almacenando de manera progresiva, y se disipa durante la noche, con una ventilación adecuada.
A la mañana siguiente, dicho muro ha reducido su temperatura, para empezar de nuevo el ciclo: absorbe calor
durante el día, y lo emite durante la noche, manteniendo una temperatura constante y reduciendo la
necesidad de utilizar el equipo de refrigeración.

Durante las estaciones más frías, el funcionamiento consiste en almacenar calor durante el día, para después
devolverlo al ambiente interior durante la noche cuando desciende la temperatura. Se trata de mecanismos
de refrigeración y calefacción pasivos, que aprovechan la diferencia de temperatura entre el elemento
constructivo y su entorno, amortiguan las diferencias térmicas, y se comportan de forma anticíclica
(amortiguación y retardo).

Evidentemente, el aprovechamiento efectivo de estos sistemas implica un estudio previo del clima en el que
se ubica el edificio – orientación, asoleamiento, horas de radiación, etc.-, y una adecuada aplicación del
mecanismo, que evite temperaturas elevadas en estancias donde no se requiere, junto con un buen sistema
de ventilación, que permita enfriar la masa térmica en verano.
Materiales con elevada inercia térmica

El uso de medidas pasivas en la construcción, permite reducir el consumo de energía de las instalaciones
térmicas por lo tanto para alcanzar el confort deseado en el interior de los edificios. Entre estas medidas,
destacamos el uso de materiales con gran inercia o capacidad calorífica como el agua, el granito, la tierra
seca o el adobe (capacidad calorífica entre 500 y 1000 Kcal/m³°C); para la construcción de elementos
constructivos bioclimáticos.
Otros materiales más habituales en la construcción y que también tienen una capacidad calorífica aceptable
son la madera, el ladrillo o el hormigón, por un lado (entorno a 400 Kcal/m³°C), y los aislantes
térmicos (capacidad calorífica inferior a 40 Kcal/m³°C) como la lana mineral, el EPS y el poliuretano, o la
celulosa que se utiliza como aislamiento térmico, por otro.

La inercia térmica no es la solución idónea para todos los casos

– Los espacios con envolvente térmica de gran inercia, necesitan más tiempo para calentarse al principio, para
alcanzar la temperatura de confort deseada; por lo tanto, no es un recurso adecuado en edificios que no se
usen de forma continuada o permanente. Este es el caso de segundas residencias, que pueden permanecer
cerradas de lunes a viernes, y sólo se utilizan durante el fin de semana.

– La inercia térmica junto a un buen aislamiento térmico puede ser un recurso factible que permite mantener
una temperatura constante durante el día en el interior de una vivienda, siempre y cuando dicha vivienda
permanezca cerrada durante el día y la temperatura nocturna no supere los 25º C.

– En verano es conveniente oscurecer o bloquear la radiación solar en las orientaciones este y oeste, ya que
la excesiva radiación solar puede llegar a ser un problema. Si a ello se suma una elevada inercia térmica, el
resultado puede ser justo lo contrario al deseado.

– La construcción en seco, con materiales ligeros poco conductores del calor y con uniones mecánicas,
permite la construcción de envolventes térmicas y estructuras de baja inercia térmica, en los que las
pérdidas de calor son mínimas. Es un tipo de construcción común en EEUU, Norte y Centro de Europa
o Canadá. Países fríos donde las viviendas se construyen con madera y derivados, así como aislamientos
térmicos de espesores importantes, vidrios muy aislantes y sellados continuos, donde no existen juntas o
superficies frías que absorban el calor. Este tipo de construcciones tienen que ser muy estancas al aire.

En España, por contra, es común la presencia de puentes térmicos y falta de estanqueidad al aire de los
edificios, debido al sistema constructivo tradicional empleado, mediante uso de materiales que incorporan
agua como el cemento, el hormigón, el yeso, el mortero o la cerámica, y que facilitan la transmisión y el
intercambio de calor con el entorno. Si estos edificios tienen inercia térmica, podrán almacenar energía en su
masa, pero al ser conductores, serán sensibles a las pérdidas de calor, y por lo tanto sus instalaciones térmicas
consumirán más energía. Una alternativa en la península puede consistir en utilizar un sistema de
construcción que incorpore aislamiento por el exterior, ya que es poco conductor, y elementos de inercia
térmica en el interior y no en la envolvente térmica del edificio.

La construcción de muro trombe o de espacios que actúen como invernaderos, el uso de la grava para
almacenar calor en cámaras sanitarias, enterrar la edificación en el suelo, etc,…son estrategias que se
aprovechan de la inercia térmica de los materiales para climatizar los espacios interiores, sin el uso de medios
mecánicos.
FACHADAS TERMICAS
Las instalaciones solares integradas en las fachadas de los edificios son sistemas cada vez más presentes en la
arquitectura actual ya que ofrecen la posibilidad de conseguir un resultado estético atractivo desde el punto
de vista del diseño y ofrecen al mismo tiempo la posibilidad de generar electricidad por medio de la energía
solar.

La creciente demanda de energía, la contaminación


medioambiental y el abastecimiento sostenible y seguro de la
misma, tienen una importancia cada vez mayor en nuestra
sociedad. La cuestión de qué papel puede desempeñar la
envoltura del edificio, en particular la fachada, en el
abastecimiento energético no es por tanto un tema exclusivo de
constructores, arquitectos y proyectistas.

Por otro lado, la extracción de los recursos


energéticos fósiles y nucleares, así como su
tratamiento, resulta cada vez más
complicada y cara, sin olvidar sus
repercusiones en el cambio climático. Por
ello, la utilización eficiente de las
superficies de los edificios para generar
electricidad y calor se convierte en un
interesante reto que ofrece innumerables
posiblidades.

Por este motivo, Schüco, con su campo de


actividades en todo el mundo y como
proveedor de sistemas completos para la
envoltura del edificio que protegen de las
influencias ambientales (tormentas, lluvias,
granizo, viento, etc.), tiene el empeño de
reducir las cargas térmicas y frigoríficas
mediante sistemas de fachadas y protección
solar de alto aislamiento térmico,
contribuyendo a la generación activa de
energía (fotovoltaica y sistemas solares
térmicos para agua caliente sanitaria) en el
edificio, sea de nueva construcción o un
proyecto de rehabilitación.
Este tipo de sistemas permiten una mejor gestión de la energía en el edificio por medio de la generación de la
propia energía, con un mayor ahorro energético, y un indudable beneficio ecológico y económico para el
inmueble. La aplicación inteligente de esta tecnología perfeccionada, disponible en el ámbito fotovoltaico y de
la energía solar térmica, permite ya en la actualidad que un edificio pueda producir su consumo propio de
electricidad, calor y climatización.

Fachadas integrales
Schüco suministra conceptos de fachadas para proyectos arquitectónicos de prestigio en todo el mundo. La
gama de productos abarca desde ventanas y puertas de PVC o aluminio con un alto aislamiento térmico, hasta
sistemas completos de fachadas con ventilación, combinadas con/sin ventilación o fachadas convencionales.

Las llamadas "fachadas integrales" son envolturas de edificios multifuncionales con conceptos integrados para
enfriar, ventilar, calentar y climatizar, que ayudan de esta forma a proteger el medio ambiente y no sólo a
generar energía. Los sistemas de fachadas ofrecen soluciones para una protección eficaz contra el ruido y el
sol, defensa antirrobo, así como protección antibalas y antiexplosivos. Con el fin de cumplir los niveles de
calidad más altos, todos los elementos de la fachada son ensayados según normas determinadas, que van más
allá de las especificaciones legales, en nuestro propio centro tecnológico que está acreditado según DIN EN
ISO/IEC 17025:2000.
Aplicaciones de la energía solar térmica en fachadas
A diferencia de una instalación de gran superficie sobre tejado inclinado con captadores estándar, la
integración en el edificio tiene una gran ventaja: el compromiso del propietario y los inquilinos con el medio
ambiente y el futuro se manifiesta de forma más clara. Otro argumento a favor de la integración en la fachada
desde el punto de vista técnico es que, durante los meses de entretiempo y en invierno, cuando el consumo de
calor alcanza su máximo nivel, la energía del sol es transformada aún más eficiente en calor gracias a la
posición baja del sol con un ángulo de incidencia plano. En función del tipo de captador y la orientación del
edificio, los captadores fabricados a medida convierten entre el 60 y 80 por ciento de la luz solar incidente en
calor, el cual ya no tiene que ser generado con la combustión de recursos energéticos fósiles. El calor solar
permite además una acumulación efectiva, por lo que también está disponible durante las horas nocturnas.

Siguiendo con su misión Energy2: ahorrando energía y generando energía, Schüco ha desarrollado una fachada
solar térmica en la que se integran, en un mismo nivel, el aprovechamiento de la energía solar y todas las
funciones de protección que debe cumplir una fachada sin necesidad de ventilación en el lado trasero. La
solución de sistema se basa en las estructuras de montantes y travesaños Schüco FW 50+ y FW 60+ y en las
estructuras de tipo modular Schüco Skyline. En estas estructuras pueden montarse, en combinación casi
arbitraria, superficies acristaladas, paneles opacos o también elementos solares.

Los captadores térmicos y los módulos fotovoltaicos cumplen todos los requisitos exigidos para fachadas en
relación con la terminación de locales y el aislamiento térmico y acústico, así como la protección contra
humedad. No se trata de componentes superpuestos adicionalmente, sino de elementos completamente
integrados en la fachada y en el edificio, tanto técnica como arquitectónicamente. De este modo, la libertad de
diseño se mantiene completamente intacta y permite la realización de los proyectos más variados. La fachada
térmica deja de ser un elemento intrusivo, integrándose de forma armoniosa en la fachada.
El captador térmicamente aislado de Schüco es fundamental para la generación activa de energía solar térmica
en fachadas no ventiladas por el lado trasero. Los nervios de aislamiento de plástico que se encuentran entre
la semicarcasa exterior e interior de aluminio las unen de forma mecánica además de aislarlas térmicamente.
Este principio de construcción impide la formación de agua condensada en una fachada.

En el desarrollo de los módulos fotovoltaicos y de los captadores térmicos para fachadas térmicas se han
empleado, únicamente, materiales y tipos de construcción conocidos y probados. De esta manera se cumplen
todas las funciones de fachadas convencionales. Schüco ofrece las fachadas térmicas solares también como
solución de sistema con fabricación específica para proyectos individuales.
Conclusión
Añadir otra función, la generación de energía, a las fachadas de edificios ya no es ningún sueño. Durante
muchos años ya se ha probado que forman parte integrante del sistema de gestión moderno de energía de los
edificios para reducir los gastos energéticos y de mantenimiento, así como de las emisiones de CO2. Hoy en
día, estos sistemas son capaces de cumplir con casi cualquier concepto estético y técnico, favoreciendo la
libertad de diseño.
Pero no debemos olvidar que debido al sistema de montaje y el ángulo resultante, las instalaciones
fotovoltaicas en fachadas normalmente no alcanzan los mismos rendimientos que instalaciones similares en
tejados que tienen orientación óptima. Además, en la mayoría de los casos, los gastos de montaje suelen ser
más altos. Para valorar la rentabilidad de las soluciones fotovoltaicas con integración en la fachada y un diseño
exigente, se deben comparar los gastos adicionales con los ingresos previstos de los rendimientos energéticos
antes de realizar cualquier inversión.
, Schüco ha desarrollado una fachada solar térmica en la que se integran, en un mismo nivel, el
aprovechamiento de la energía solar y todas las funciones de protección que debe cumplir una fachada sin
necesidad de ventilación en el lado trasero.

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