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UNIVERSIDAD DE CUENCA

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

ESCUELA DE INGENIERÍA AGRONÓMICA.


Ing. Guillermo Cadme G.

2013
Introducción…

La preparación del suelo consiste en ejecutar


las operaciones de campo necesarias para
proporcionar un ambiente apropiado para
la óptima germinación de la semilla y el
buen desarrollo del cultivo. Cuando la
humedad es adecuada, la preparación
favorece la formación y distribución de los
agregados en el suelo.
Introducción

Por el contrario, cuando la humedad es


excesiva ocurre la formación de bloques o
terrones de gran tamaño que cuando se
secan son difíciles de destruir, aumentando
la compactación.
La preparación excesiva del suelo es tan
perjudicial como la preparación en
condiciones inadecuadas.
Objetivos de la
preparación del suelo…

1. Un suelo compactado y duro, no facilitará el


establecimiento del cultivo, provocando una
gran mortalidad de semillas y plantas; por el
contrario, un suelo suelto y granular, permitirá
un fácil y rápido enraizamiento, obteniendo
plantas más firmes que competirán fácilmente
con las malezas existentes.
Labranza del suelo

La necesidad de
preparar el suelo,
nació cuando el
hombre decidió
adaptar las
condiciones del suelo
a los requerimientos
de una planta que él
quería cultivar para
su alimentación.
Propósitos de la
labranza

La preparación
propicia un suelo con
las características
físicas, químicas y
biológicas necesarias
para la germinación
de la semilla y
posterior desarrollo
de la planta.
Para que acondicionar
el suelo
El suelo se acondiciona
para permitir:
Buena circulación del
aire.
Retención del agua de
lluvia.
Acondicionar la
superficie para
prevenir la erosión
eólica e hídrica.
Objetivos de la labranza

• Controlar malezas y plagas.


• Incorporar residuos vegetales.
• Mejorar condiciones físicas, químicas y
biológicas.
• Incorporar enmiendas y abonos orgánicos y
fertilizantes.
• Manejar el movimiento del agua en el suelo.
• Controlar la erosión.
a. Control de malezas y
plagas

Una aradura normal, elimina las malezas


anuales en desarrollo. No controla las
perennes, al contrario se les multiplica. La
labranza no controla las semillas de las
malezas, sino las distribuye en el perfil de lo
arado. La labranza ejerce una marcada
influencia sobre el control de plagas, al
interrumpir su ciclo biológico.
b. Incorporación de
residuos vegetales
La labranza incorpora en
mayor o menor cantidad,
según el implemento
utilizado, los residuos
existentes en la superficie
del suelo.
El abono verde debería ser
picado antes de ser
incorporado al suelo, para
mejorar la estructura del
suelo.
c. Las condiciones
físicas del suelo

A través de la aradura y otros


trabajos de aflojar la tierra, se lleva
aire al suelo y por consiguiente se
obtiene el mejoramiento de la
condición física del suelo así como
del ambiente para las plantas.
d. Incorporación de
abonos orgánicos y
fertilizantes

Al momento de la labranza se
pueden incorporar fertilizantes y
abonos orgánicos. Los fertilizantes
químicos se aplican normalmente
después de la aradura por medio de
rastras.
e. Movimiento del
agua…

En su condición natural el suelo contiene


una cantidad de tierra, una de agua y
otra de aire. Los cultivos exigen un suelo
con muchos poros que contengan
bastante aire y agua, razón por la cual se
debe aflojar el suelo. Un suelo bien
aflojado durante la aradura absorbe y
retiene mejor el agua de lluvia o de riego.
e. Movimiento del agua

Un suelo sin arar (rastrojo) perderá la


mayor parte del agua de lluvia por
escorrentía. La aeración por la aradura
favorece la actividad de los
microorganismos y bacterias
produciendo degradación de los residuos
vegetales y produce así la nitrificación y
liberación de nutrientes para el cultivo.
f. Control de la
erosión
La erosión se puede
evitar mediante
técnicas tales como
cultivos en franjas,
siembra en surcos a
pendiente mínima,
cultivos de
cobertura o
cobertura de
rastrojo.
Clasificación de la
labranza
Una clasificación desde el punto de vista
de la fertilidad, conservación y
mejoramiento de la estructura del suelo
permite diferenciar varios tipos de
labranza, los que se detallan a
continuación:
•Labranza sin cobertura del suelo.
•Labranza en suelos con cobertura.
•Labranza cero.
Labranza sin cobertura
del suelo

Son prácticas aplicadas sobre terreno


desnudo o desprovisto de cobertura, en
terrenos de cultivo después de la cosecha.
 Labranza con implementos y
maquinaria. Son operaciones de
preparación del suelo se agrupan en
LABRANZA PRIMARIA Y
SECUNDARIA.
a. Labranza primaria

Es la roturación, la incorporación de
residuos vegetales y malezas. Se pueden usar
los siguientes arados: tradicional; andino; de
vertedera; de discos; y de cincel.
La profundidad de la aradura depende del
tipo de cultivo a sembrar:
Superficial: 10-20 cm (arroz, trigo, cebada).
Profunda: 20-30 cm (maíz, fréjol, papa).
b. Labranza secundaria

Se refiere al trabajo con rastras y a las


operaciones de preparación de la cama
de semillas. Los objetivos son: Romper
los terrones, cortar residuos vegetales,
eliminar malezas y nivelar el suelo. Se
pueden usar los siguientes implementos:
rastra de dientes, de discos.
Labranza mínima

Es todo aquel sistema de laboreo que


disminuya el número de pasadas de la
maquinaria agrícola. Los objetivos: Cuidar la
estructura y propiedades físicas del suelo,
disminuir la compactación del suelo,
aumentar la velocidad de penetración del
agua, ahorrar tiempo y aumentar la
productividad del terreno y controlar las
malezas.
Labranza en suelos con
cobertura

La cobertura puede ser un cultivo de abono


verde como centeno o un rastrojo de cosecha
de leguminosas, de trigo o maíz. Sistema de
labranza que afloja el suelo bajo la
superficie dejando en ésta los residuos para
controlar la erosión.
Labranza cero…

Es sembrar los cultivos en suelo sin


preparación previa; solamente se abre un
surco, hilera o banda suficientemente ancha
y profunda para obtener la adecuada
cobertura de la semilla. Son esenciales los
siguientes puntos:
Mantener una cobertura de vegetación
densa.
Labranza cero

Son esenciales los siguientes puntos:


Poseer un equipo adecuado de siembra.
Estar en condiciones de poder controlar las
malezas a lo largo del ciclo vegetativo.
CONDICIONES PARA LA
LABRANZA
a. De acuerdo a la textura
En suelos de textura gruesa los mejores
resultados se obtienen arando a un nivel de
humedad cercano a su capacidad de campo.
En suelos de textura fina la aradura debe
efectuarse cuando el contenido de humedad esté
muy por debajo de su capacidad de campo; de
lo contrario, se corre el riesgo de formar
terrones demasiado grandes, por la excesiva
adherencia del suelo al implemento.
b. De acuerdo a la humedad del
suelo…

El momento para iniciar la labranza después de


aplicado el riego, es cuando el terreno se
encuentra a punto; es decir:
•La tierra no se pega al arado y el suelo se
desmenuza fácilmente.
•Tomando un puñado de tierra a pocos
centímetros de profundidad, ésta no debe mojar
la mano.
B. De acuerdo a la humedad del
suelo

En suelos demasiado secos se producen terrones


grandes y duros. En suelos demasiado húmedos
el suelo se adhiere muy fácilmente al arado. En
suelos con condiciones normales de humedad, el
trabajo del arado se efectúa normalmente.
El terreno a preparar debe estar deforestado y de ser necesario nivelado.
Lo más importante al preparar un suelo, es que esté en condiciones de humedad
apropiado, de manera que la operación no consista en batir barro o simplemente
rasparlo.
ING. AGR. GUILLERMO CADME G. MSc

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