Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PROGRAMA DE POSTGRADO:
ANÁLISIS DE RIESGOS Y
l
GESTIÓN DE EMERGENCIAS
Módulo 0012
INVESTIGACIÓN DE INCENDIOS
TEMA 8: INVESTIGACIÓN DE
INCENDIOS CON VÍCTIMAS
Índice
Introducción
12.- Autopsia
Bibliografía y enlaces
INTRODUCCIÓN
Un cuerpo sometido a los efectos de los productos de la combustión o a los efectos de una
explosión puede orientar al investigador sobre los pormenores del incendio, así como acerca
de lo que ocurrió antes, durante y después del siniestro.
Estos hechos pueden ser cruciales para determinar el origen y la causa del incendio, así como
la responsabilidad y el motivo, en el caso de que el fuego sea intencionado. Las lesiones por
quemaduras y muertes pueden estar relacionadas con otros delitos, como por ejemplo: el
incendio intencionado, el homicidio y el robo.
Es muy importante que el investigador conozca los procedimientos y normas adecuadas para
preservar tanto el escenario como las pruebas asociadas a las víctimas de incendios.
Los primeros en llegar a la escena del siniestro (bomberos, policía y sanitarios) tienen el
primer contacto con las víctimas, ya se encuentren estas en el interior del edificio o estructura
afectada o en el exterior mientras están siendo rescatadas o atendidas, y sus acciones durante
estos primeros momentos de la intervención deben ser las adecuadas para que el equipo
investigador pueda hacer su trabajo con mayor eficacia.
Las acciones que deben realizar para preservar las pruebas de las víctimas fallecidas o de las
gravemente heridas son las siguientes:
Retirar rápidamente de la zona de riesgo a todas las personas heridas o lesionadas para
que pueden ser debidamente atendidas y evacuadas al hospital.
Tratar el cuerpo con respeto. La víctima fallecida es cónyuge, hijo, padre, hermano o
amigo de alguien. Incluso en el desempeño de las funciones profesionales necesarias,
no debemos perder de vista la dignidad de cada persona individual. El respeto también
debe concederse a los restos de animales no humanos.
Notificar la muerte tan pronto como se descubra el cuerpo. Cuando ocurre una muerte
en un siniestro, existen requisitos legales y de procedimiento para notificarlo a la
autoridad competente: policía, juzgado y médico forense.
Para construir una imagen completa del incidente y determinar lo qué le pasó y lo que hizo la
víctima durante el siniestro, el investigador de incendios debe trabajar conjuntamente y de
forma coordinada con el servicio de bomberos, médico forense, patólogo, toxicólogo, técnico
de pruebas, detective de la policía, fotógrafo, técnicos sanitarios y personal médico.
Tanto el personal de los servicios intervinientes como los investigadores de incendios deben
tratar a las víctimas fallecidas con el máximo respeto y ser sensibles al duelo de sus seres
queridos.
Es crucial conservar estrictamente la integridad del cuerpo como evidencia física, y preservar
todas las evidencias que se encuentren en torno, sobre, y en el propio cuerpo, pero siendo
sensibles a los sentimientos de la familia.
Se debe afrontar la escena con una mente abierta, analizando la información que cada
evidencia aporta e interpretando su significado, valorando las siguientes preguntas: ¿Quién es
la víctima?, ¿Cuál fue la causa y la forma de su muerte?, ¿Qué lesiones y de qué tipo presenta
la víctima?, ¿Estaba la víctima viva y consciente en el momento del incendio?, ¿Por qué la
víctima no escapo? Si la víctima escapó, ¿cómo?, ¿Cuál es la relación de la víctima con el
lugar del incendio?, ¿Hay alguna evidencia en el escenario sobre las acciones de la víctima y
sobre la causa y el origen del incendio?, ¿Tiene o no la víctima relación con la causa y origen
del incendio?, ¿Cuál es la cronología de la evolución del fuego y qué acciones tomó la
víctima en esta línea de tiempo?
Cuando se produce una muerte por incendio, los familiares de los fallecidos, los medios de
comunicación, los representantes de la comunidad, curiosos, espectadores,…etc., tratan de
acceder al lugar del siniestro, situación que debe impedirse para asegurar la integridad de la
escena.
Es crucial para garantizar la seguridad de la escena tratar el lugar del siniestro (hasta que no se
demuestre lo contrario) como si se tratase de un homicidio, manteniendo las más estrictas
normas en cuanto a la preservación y acceso al mismo.
Para mantener al personal no autorizado fuera del perímetro de la zona a investigar, se debe
delimitar el área con cinta amarilla de precaución u otra barrera física, y si es necesario,
solicitar apoyo policial para mantener el perímetro y vigilar la entrada y salida de la zona
restringida.
El cuerpo no debe moverse hasta que haya sido totalmente documentado por escrito, a través
de diagramas y fotográficamente, incluyendo distancias y vistas en primer plano.
Se debe asegurar no sólo el cuerpo, sino también la ropa, zapatos, y los efectos personales que
pueden contener evidencias: trazas de aceleradores, pelo, fibra.
Hay que tener precaución cerca del cuerpo y prestar especial atención a los fluidos corporales
de riesgo biológico, tratando de minimizar el contacto con ellos y siguiendo las precauciones
de protección universales (guantes, mascara,…etc.)
Si hay indicios de que se trate de un homicidio, se deberá realizar una radiografía del cuerpo
para comprobar si hay disparos, heridas de objetos punzantes, o evidencias de algún tipo de
delito.
La ropa también puede ser una fuente importante de evidencias y pruebas relacionadas con la
causa de la muerte, por lo que deben conservarse con cuidado para su examen en laboratorio.
En algunos escenarios de incendio, puede ser difícil determinar si un cuerpo muy afectado por
los efectos del fuego es humano. Esto puede ser especialmente difícil si el fallecido es un
bebé o un niño, porque al ser el tamaño del cuerpo más reducido puede ser confundido con los
restos de un animal. A menos que los restos puedan ser identificados de forma concluyente
como de animales, el investigador debe proceder sobre la premisa de que el cuerpo es humano
hasta que un examen más detallado demuestre lo contrario.
Tan pronto como sea posible, hay que documentar el cuerpo y su entorno inmediato, tanto con
fotografías de contexto de amplia cobertura como de detalles.
Documentar el cuerpo (sin manipularlo) antes de que sea retirado del lugar en el que
se haya localizado, incluyendo todas las superficies expuestas del mismo.
Después de que el cuerpo haya sido trasladado a un lugar apropiado (seguro, alejado
de curiosos e iluminado) para su examen, tomar fotografías de detalle de las marcas,
señales y efectos que los productos de la combustión / explosión han ocasionado sobre
el cuerpo (lesiones, quemaduras, restos de humo u hollín,..etc.).
Las prendas de vestir se documentaran por separado del cuerpo, fotografiándose por
delante y detrás, y por fuera y dentro.
De las víctimas heridas que presenten lesiones y hayan sido evacuadas, la documentación
debe incluir:
Fotografía de las heridas de la víctima tan pronto como sea posible y preferentemente,
antes de haber sido tratadas por los equipos sanitarios.
Los patrones de quemaduras, las lesiones y el estado del cuerpo son parte de las evidencias de
la escena, y deben ser examinados para detectar indicadores sobre el desarrollo del incendio,
sobre su origen y causa.
Este examen se debe realizar con preferencia antes de retirar el cuerpo del escenario, por lo
que los indicadores en él se pueden interpretar como parte de la escena global.
También debemos tener en cuenta que la inhalación de humo y de productos tóxicos pueden
desorientar y alterar el juicio antes de que la persona se quede inconsciente, y por lo tanto la
víctima puede haber tomado decisiones que parezcan extrañas.
Como siempre, antes de sacar conclusiones hay que tener en cuenta la totalidad de las
pruebas.
En caso de incendio con víctimas o fallecidos, las entrevistas a testigos son muy importantes,
sobre todo si tenemos indicios para suponer que la muerte pudo haber sido el resultado de
homicidio.
Las entrevistas a los testigos y a las víctimas sobrevivientes se deben realizar lo antes posible,
ya que a medida que el tiempo pasa, los testigos pueden olvidar detalles importantes y sus
declaraciones pueden ser subjetivas al estar influenciadas (contaminadas) por lo visto u oído
en los medios de comunicación o a otros testigos, o pueden ser interesadas por motivos
personales o por haber sido instruidas por terceras personas.
Son testigos clave en la escena del siniestro las personas que descubrieron el fuego y / o a la
víctima, la última persona o personas que se sabe que se encontraban en la zona de origen o
dependencia siniestrada, y la última persona o personas que vieron a la víctima con vida.
A veces puede ser necesario también interrogar a los vecinos del entorno aunque no hayan
sido testigos directos del incendio, ya que pueden aportar datos importantes sobre las
circunstancias particulares de la víctima, costumbres,…etc.
En primer lugar, se debe recoger la información de contacto completa de los testigos (nombre,
dirección, teléfono,…etc.) para asegurarse de que se les puede entrevistar en un momento
posterior, si es necesario.
El investigador debe trabajar conjuntamente con el médico forense para determinar las
acciones de la víctima antes, durante y después del incendio hasta el momento de la muerte, y
también lo que le que pueda haber ocurrido al cuerpo después de la muerte.
El investigador y el médico forense deben trabajar juntos para determinar la relación entre el
cuerpo y el fuego.
La mayoría de las muertes por incendios son causadas por intoxicación (más del 75%) al
respirar las victimas los productos tóxicos fruto de la combustión, posteriormente el calor y el
fuego lesiona y daña el cuerpo.
Otras causas comunes de muerte en los incendios son el edema pulmonar y el espasmo de la
epiglotis causada por la inhalación de los gases sobrecalentados.
Sin embargo, sólo porque un cuerpo carbonizado se encuentre en el lugar del incendio, no
significa que el fuego haya sido el causante de la muerte. Por ejemplo, la víctima podría haber
muerto antes del incendio y el fuego se podría haber iniciado de forma intencionada con
posterioridad para encubrir el homicidio. Un examen cuidadoso del cuerpo y la escena van a
determinar cómo se produjo la muerte y qué relación tenía la víctima con el fuego.
El livor mortis (del latín livor, lividez y mortis, genitivo de muerte "de la muerte") es uno de
los signos reconocibles de muerte y se caracteriza por una coloración rojiza-amoratada de las
partes declives del cuerpo debida a una acumulación de la sangre en esas zonas. No ocurre si
estas partes están en contacto con una superficie rígida debido a la compresión de
los capilares contra la misma.
Este fenómeno comienza a ser visible entre los veinte minutos a las tres horas posteriores a la
muerte y la sangre acumulada comienza a coagularse en los capilares entre las tres y las
cuatro horas transcurridas tras el fallecimiento, apareciendo la máxima lividez entre las seis y
las doce horas.
La presencia o no del livor mortis se usa para estimar la hora de la muerte o si el cadáver ha
sido movido tras la misma.
Las radiografías del cuerpo pueden ser comparados con radiografías anteriores y son
un buen método para identificar cuerpos demasiado dañados, ya que se pueden
identificar fácilmente las prótesis y los implantes. También son necesarias para
determinar si el cuerpo presenta heridas por arma de fuego o por arma blanca, lo que
puede indicar un incendio provocado para encubrir un homicidio. Igualmente por otros
medios de identificación.
Una vez establecida la identidad de la víctima, el investigador debe determinar todo lo posible
sobre la víctima y deberá entrevistar a personas relacionadas con la víctima.
No se debe retirar el cuerpo hasta que no haya finalizado la fase de la investigación que
precise disponer del cuerpo in situ, ya que una vez que se mueva el cuerpo este no puede ser
colocado de nuevo en el lugar donde se encontraba inicialmente.
12.- AUTOPSIA
Se debe realizar la autopsia de todas las víctimas fallecidas que se hayan localizado en
escenarios de incendios/explosiones, ya que la autopsia es el único medio para determinar de
manera concluyente la causa y la forma de la muerte.
El médico forense también puede emitir un informe de investigación de la muerte, que resuma
sus actividades y observaciones en la escena.
http://www.interfire.org/features/fatalities/deathinvreport.pdf
El cuerpo no debe ser enterrado o incinerado hasta que todas las pruebas, exámenes y análisis
hayan concluido. Una vez que el cuerpo ha sido enterrado, no puede ser exhumado sin un
proceso legal, que puede ser largo. Además, una vez que el cuerpo comienza a
descomponerse, algunas pruebas son difíciles o imposibles de hacer.
Obviamente, si el cuerpo ha sido incinerado no será necesario hacer ningún tipo de examen o
análisis.
Bibliografía y enlaces
https://www.fundacionmapfre.org/fundacion/es_es/images/informe-victimas-incendios-
espana-2015_tcm1069-388743.pdf
https://es.slideshare.net/maick2012/investigaciondeincendios
https://www.slideshare.net/jorgepinto37266/fatal-fire-investigation-forensic-sciencefinal-
project
https://charlaenlamesadelcasino.files.wordpress.com/2014/01/7muertes-nfpa-modo-de-
compatibilidad.pdf