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Estructura Industrial en Guatemala
Estructura Industrial en Guatemala
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INTRODUCCIÓN
Este impresionante auge se derivó principalmente del tendido de las vías férreas, pues
cada milla de línea requería 300 toneladas de hierro sólo para los rieles (Hobsbawm,
1977). Esta primera revolución industrial por supuesto que cambió la forma de producir,
ya que incrementó enormemente el mercado, originando un desarrollo industrial
endógeno centralizado, bajo la tutela del gobierno y enfocada en lo homogéneo de la
producción, asimismo la ubicación de la industria formaba parques que acercaban los
insumos hasta la posición geográfica de las fábricas. Esta revolución permitió el abandono
de la producción individual lo que se cambió por la producción en masas (García-Caal,
2009).
La segunda revolución industrial encontró su punto de partida con el descubrimiento del
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petróleo y la electricidad. Las aplicaciones de éstos sobre motores eléctricos y de
explosión interna permitieron avances innumerables en los procesos productivos, en la
siderurgia (acero y aluminio), en la industria química y en la producción de automóviles
(García-Caal, 2009). Estos cambios en la producción necesariamente presentaron a la
sociedad un mundo totalmente nuevo, dando origen a la producción organizada bajo la
forma de la industria fabril (fuerza extrahumana/fordismo).
La producción fordista estaba basada en las economías a escala (García-Caal, 2009). Esta
etapa estuvo marcada por una intensa innovación tecnológica que permitió incrementar
la productividad y ofreció nuevas oportunidades de inversión en toda una nueva gama de
productos. Como sabemos, fue en este período cuando se incorporaron a la vida moderna
el teléfono y la telegrafía sin hilos, el fonógrafo y el cine, el automóvil y el aeroplano
(Hobsbawm, 1977). El mundo se movió hacia la apertura económica, la competitividad y la
tecnología. El Gobierno ya no estuvo en el centro de la política industrial. Nació la
cooperación entre firmas y la formación de gremios industriales (subcontratación) de
firmas. La producción se organizó alrededor de la búsqueda de mercados masivos y
diversificados, lo que algunos autores han llamado el desarrollo industrial endógeno
descentralizado. La producción no sólo debió dirigirse hacia las grandes masas sino
también debió presentar productos nuevos de forma constante, haciendo imprescindible
la innovación permanente (García-Caal, 2009).
A noviembre de 2010 la RepRap (nombre del proyecto) podía únicamente imprimir sus
partes plásticas. Sin embargo, desde entonces se está llevando a cabo un desarrollo para
dotar al dispositivo de la capacidad de imprimir sus propias placas de circuitos, así como
sus piezas de metal. Mientras eso llega, compañías tales como Objet Geometries,
Stratasys, 3D Systems, EOS GmbH y Z Corporation son los actuales proveedores de
impresoras para procesos productivos industriales.
Al año 2018 la industria está utilizando estos avances para la producción de los teléfonos
celulares, controles remotos, cámaras acuáticas, modelos de complejos perfumes,
conectores eléctricos, ropa, zapatos, suelas, fotografías en 3D, tazas, herramientas y en la
industria de los juguetes. Lo que viene de las impresoras 3D debe ser el tamaño variable:
desde las pequeñas para crear pequeños objetos hasta más grandes que “impriman”
antenas, partes de un avión, de un coche, cuadros de bicicleta, etc. (Jerez, 2011), aspectos
que señalan que estamos a la puerta del Desarrollo de la industria de la personalización
masiva.
Por lo anterior se analiza que la industrialización puede ser una condición necesaria para
satisfacer las ingentes necesidades de las sociedades subdesarrolladas, pero no es una
condición suficiente; es decir, sólo es eficaz si viene acompañada de avances sociales que
permitan al hombre el disfrute de su acrecentada productividad. Lo anterior se refiere a
que la industria además de brindar más bienes para el consumo de la sociedad humana
también destruye el medio donde mora el ser humano: la tierra.
Durante un período de consideración se pensó que los recursos consumidos en la
producción industrial eran inagotables y que la capacidad del planeta para absorber los
desechos de la industria y del consumo humano no tenía límite. Hace ya algunos años que
la humanidad salió de esta inocencia, hoy sabemos que el precio de la industrialización es
un mayor nivel de polución, así como el agotamiento de los recursos naturales, por lo que
la industrialización conlleva nuevos costos, costos que crecen en la medida en que sea
necesario realizar tareas para contrarrestar o reducir los efectos de la contaminación.
La Declaración de Lima (2013) señala que los países industrializados y los que pretenden
industrializarse a partir del año 2015 deberán abordar el planteamiento de las
operaciones industriales en el marco de enfrentar los desafíos ambientales y sociales de
manera sostenible. La política es llamada Desarrollo Industrial Sostenible e Inclusivo (DISI)
y se encuentra inmersa en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ratificados por
Guatemala para cumplir las metas del año 2030. Dicha política plantea la importancia de
promover mecanismos de producción más limpios y más eficientes, al igual que la
disociación entre crecimiento económico y degradación medioambiental, aspectos que
deben ser enfatizados.
Sin embargo, está claro que no existe un solo país que haya resuelto completamente los
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problemas de manejo de desechos, purificación del agua y contaminación. Al respecto la
experiencia demuestra que las intervenciones ecológicas en las industrias manufactureras
pueden ser altamente efectivas y reducir significativamente la degradación del medio
ambiente. Esta política también señala como imprescindible aumentar la eficiencia
energética en la producción industrial. Debido a que los insumos energéticos representan
un importante costo de producción para las industrias, la energía limpia y la eficiencia
energética se han convertido progresivamente en determinantes centrales de la
competitividad económica y el crecimiento sostenido.
“Silk Leaft” (Hoja de Seda), fue el nombre que le dio Julian Melchiorri a esta hoja que es
capaz de producir oxigeno mediante el mismo sistema de fotosíntesis, un resultado de la
investigación nanotecnologica. Royal College of Art, 2016.
Evolución de la industria
La primera producción industrial absorbida por el MPC fue la industria doméstica;
como sabemos desde el inicio de la economía social los oficios formaron parte de la
división natural del trabajo, dentro de la economía natural (es decir economía de
autoconsumo, con muy poco intercambio de excedentes), la combinación de la agricultura
y otras actividades estacionales, como la producción de herramientas, textiles, alfarería,
conservación de alimentos y otras formas de transformar las materias primas
proporcionadas por la agricultura o la ganadería, formaban parte de las capacidades
productivas de las familias. En ese sentido, agricultura, ganadería e industria se
combinaban para hacer frente a las necesidades materiales del ser humano. De ahí que
cuando el capital se volcó del comercio a la producción, éste ya contaba con un conjunto
de productores industriales, con la capacidad para la elaboración de productos
artesanales.
La industrial Artesanal se desarrolló con mayor rapidez a raíz de la separación de los 18
oficios de la agricultura; esta separación tendría también el efecto de separar también al
campo de la ciudad. La falta de un comercio vigoroso no propiciaba, sin embargo, el
aumento de la capacidad productiva de la industria, por lo que en las sociedades feudales
donde la organización gremial era la forma de funcionamiento de la producción artesanal;
no era posible que los artesanos vivieran todo el año de su oficio y por tanto no se podía
abandonar por completo la agricultura. Conforme se desarrollaron las ciudades, los
vínculos con el comercio se fueron estrechando, ello permitió la ampliación de los
mercados para la industria, con el paso del intercambio local al comercio internacional. No
obstante debido a la lenta transformación de los procesos productivos, los cuales
descansaban en la tradición como transmisión de las técnicas de producción, la industria
estaba sujeta a la producción agrícola y la ciudad estaba sujeta al área rural.
Motor eléctrico
Después de dos guerras mundiales, que permitieron vaciar las bodegas que se llenaron
por la sobreproducción capitalista, los países europeos tuvieron que hacer frente a las
tareas de reconstrucción y al aparecimiento de un mundo bipolar, la reconstrucción
económica de Europa permitió la incorporación de una serie de adelantos tecnológicos
desarrollados bajo la sombra de la industria militar y de la industria espacial. La tercera
revolución industrial trajo nuevos materiales como los plásticos duros, las cerámicas y las
nuevas aleaciones más livianas y fuertes que el acero, los productos petroquímicos se
multiplicaron ofreciendo fertilizantes, insecticidas y fibras de alto rendimiento.
La tercera revolución industrial también incorporó la energía nuclear; la aviación
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comercial se benefició de los motores de reacción, pero los logros más importantes se
dieron en las telecomunicaciones, la microelectrónica y la robótica.
Esta tercera revolución industrial hizo que la economía mundial atravesara una serie de
cambios, desencadenados por el proceso de liberalización de fronteras geográficas. La
producción industrial de las ramas más avanzadas se empezó a ubicar alrededor del globo;
los grandes consorcios multinacionales vieron lo ventajoso que resulta proveerse de
capital, materias primas y conocimientos tecnológicos en cualquier punto del planeta, el
que les fuese más conveniente, además de ubicarse, independientemente de su país de
origen en aquellas localidades donde están los mercados más grandes y desarrollados,
mercados mundiales (por ejemplo Nueva York, Tokio, o Paris), estas empresas globales
formaron parte de un creciente grupo de empresas que operaban fundamentalmente en
los mercados internacionales, y por ello fueron denominadas Empresas Transnacionales –
ETN´s.
Durante la década de los 1980s, Guatemala entró en una recesión, producto de los
choques ya mencionados (crisis de la deuda, y caída de precios de bienes de exportación,
principalmente del café), lo que causó una fuga masiva de capitales de Guatemala y una
caída en la entrada de IED.
En 1984 se da la Iniciativa de la Cuenta del Caribe (ICC), mejorando el acceso de
Guatemala para el mercado de los Estados Unidos, lo que estimuló la recuperación
económica. La aerolínea estatal Aviateca fue privatizada en 1989 (señalada en el Gráfico)
constituye el primer gran salto en la serie de IED. En este período se puede destacar la
aprobación de las leyes de zona franca y maquila también en 1989, aportando incentivos a
la manufactura de exportación.
El último período inicia en 1998, año en el que comienza una serie de privatizaciones de
empresas estatales (eventos que constituyen los mayores saltos aislados en la serie de
IED, destacando las efectuadas en los sectores de electricidad y telecomunicaciones,
hechos que representan un 77% de la IED en 1998. Otros efectos potencialmente
influyentes en el comportamiento de la IED señalados por UNCTAD (2011) que
corresponden a este período son: la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, la adopción en
1998 de la Ley de Inversiones; la Ley de libre negociación de divisas en el 2001; la creación
de la agencia de promoción de inversiones “Invest in Guatemala”, el Programa Nacional
de Competitividad –PRONACOM-, en el 2004; y la liberalización comercial posterior a la
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entrada de Guatemala en 1992 a la OMC, cuando se negocia una serie de tratados de libre
comercio (TLC) con socios comerciales importantes.
La industria manufacturera ha sido el mayor receptor de IED en las últimas décadas, que
cuenta con inversiones principalmente en alimentos y bebidas, textiles (especialmente
operando bajo el régimen especial de maquila y las zonas de libre comercio) y la
metalurgia. El sub-sector de alimentos y bebidas se encuentra bien establecido y tiene una
larga historia de recepción de IED. En la industria de textiles y confección, la mayor parte
de la confección de vestuario (corte y confección) es de propiedad extranjera, con IED de
Corea del Sur encabezando la producción de vestuario. Según datos de la UNCTAD (2011),
inversionistas coreanos controlaban 89 de las 155 empresas de vestuario registradas en el
2009, con la mayoría de ellas operando bajo el régimen de maquila. Por último, se debe
destacar a la industria metalúrgica, que ha recibido ingresos importantes de IED en el
2007 y 2008. El fabricante brasileño de acero Gerdau también adquirió en 2008 el 30 por
ciento de Corporación Centroamericana del Acero, el mayor fabricante de acero de la
región.
La IED entró en el sector electricidad por medio de varios contratos de generación privada
a comienzos de los años 1990s. La primera en ingresar al país fue Puerto Quetzal Power
(PQP) en 1992. Después de la aprobación de la Ley de Electricidad de 1996, EEGSA decidió
vender 90 por ciento de sus instalaciones generadoras a inversionistas privados. Hoy el 65
por ciento de la generación total está en manos privadas y aproximadamente el 40 por
ciento corresponde a IED. Existen 30 empresas generadoras de las cuales sólo INDE
continua siendo pública; sin embargo, aún es el mayor generador, responsable del 35 por
ciento del suministro total. En 1998, un consorcio de inversionistas encabezados por
Iberdrola Energía de España adquirió el 80 por ciento de EEGSA.
De igual forma, el INDE abrió una licitación pública para las dos empresas de distribución
restantes en el país: Distribuidora Eléctrica de Occidente (DEOCSA) y Distribuidora
Eléctrica de Oriente (DEORSA), adquiridos por Unión Fenosa en 1999. Hay cuatro
empresas involucradas en la transmisión pero el papel del sector privado todavía no ha
adquirido prominencia.
En Guatemala se cuenta, según el Ministerio de Energía y Minas (MEM), con un potencial
renovable considerable. Para el caso de las hidroeléctricas, la disponibilidad potencial
factible, es en el orden de los 5,000 MW; para el caso de la geotérmica, teóricamente se
podría contar con una disponibilidad de 1,000 MW y para el caso de la energía eólica, la
disponibilidad teórica está en el orden de los 7,200 MW. La radiación solar adecuada para
la generación de energía es de 5.3 Kwh/m2/día. Desafortunadamente, esta forma de
generación de energía no se está aprovechando y aun se tiene una alta dependencia de la
generación por medio de derivados del petróleo (MEM, 2008).
La energía juega un rol de mucha importancia para la producción, en este caso se tiene
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que en Guatemala, el 98% de la energía eléctrica se genera por medio de hidroeléctricas,
turbinas de vapor y motores de combustión interna. Las hidroeléctricas produjeron el 41%
de toda la energía eléctrica para el año 2006. En cuanto a la cobertura, se tiene que
actualmente está en el orden del 85%, pero con ciertos sesgos territoriales, es decir que
hay territorios con una gran cobertura, pero otros que presentan una cobertura muy
dispersa (MEM, 2008)
En la matriz energética para el año 2023, dentro de la política energética nacional, se
espera que el 58% de la generación sea hidroeléctrica y únicamente el 0.6% la basada en
el petróleo. Además de la política, el país cuenta con la Ley de Incentivos para el
Desarrollo de Proyectos de energía Renovables (Decreto 52-2003) y el Reglamento de la
Ley de Incentivos para el Desarrollo de Proyectos de energía Renovables (Acuerdo
Gubernativo 211-2005), sin embargo y como consecuencia de los altos precios de la
tecnología alternativa, esto no ha podido llevar el ritmo que se espera. Sin embargo, si se
han dado algunos avances en la producción de biocombustibles, utilizados principalmente
para el transporte privado, pero que ha mantenido un crecimiento muy incipiente, pero
que bajo determinadas circunstancias, podría mejorarse no solo la producción, sino que
también la disponibilidad.
La Empresa Guatemalteca de Telecomunicaciones (GUATEL) fue establecida después que
la Tropical Radio and Telegraph Company (TRT), subsidiaria de UFCO, fuera nacionalizada
en 1966. En 1989, Comcel, consorcio encabezado por Millicom International con sede en
Luxemburgo, logró obtener una concesión para telefonía móvil que efectivamente
otorgaba un monopolio por diez años. Aparte de esta excepción, GUATEL fungió como
único proveedor de telecomunicaciones hasta 1998, año en que fue privatizada. La Ley
General de Telecomunicaciones de 1996 abrió el camino para la privatización, provocando
que Telgua fuera vendida al sector privado nacional.
En efecto Telgua fue adquirida por Luca Group, un consorcio de inversionistas locales en
su mayoría, para pasar posteriormente a ser posesión de Telmex con una participación del
84 por ciento. Actualmente (2018) el mercado de telefonía móvil se distribuye entre
América Móvil-Claro, Comcel-Tigo (ambos con aproximadamente 80% del mercado
distribuido equitativamente) y Telefónica-Movistar. Finalmente, se tiene que también ha
ingresado recientemente IED en el mercado de transmisión de televisión con Televisión
Azteca de México.
Hay en la actualidad 11 empresas extranjeras en el sector minero, mayoritariamente en
exploración. El sector lo domina la IED canadiense, como se discutió anteriormente, y se
concentra en la extracción de oro y plata. Estos dos metales preciosos sumaron el 96 por
ciento del valor total de producción minera en el 2007, la cual es toda para exportación.
A partir de 2014 se puso a funcionar la Mina San Rafael, para realizar la explotación de
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plata, esta empresa es filial de la minera canadiense Tahoe, sin embargo, fue denunciada y
cerrada temporalmente a esperas de una resolución de la Corte de Constitucionalidad. En
septiembre de 2018 la corte condicionó la reapertura de la minera al resultado de una
consulta popular y estudios antropológicos. Por otro lado, las principales empresas de
energía que importan combustible bunker son Duke, PQP y Genor. Otros importadores
grandes son Puma Energy, Esso, Shell y Chevron.
La IED en infraestructura de transporte ha sido limitada. El Gobierno de Guatemala ha
otorgado una concesión en vías de peaje y una en ferrocarriles a la empresa mexicana
Marhnos, que recibió una concesión de 25 años para operar y dar mantenimiento a una
vía de peaje de 22 kilómetros entre Palín y Escuintla (Carretera CA-9) en 1997; y a la
empresa Railroad Development Corporation (RDC), que recibió una concesión por 50 años
para operar los servicios de ferrocarril en 1998. Adicionalmente existe IED en
construcción para la infraestructura vial: Solel Boneh de Israel ha sido contratado para seis
proyectos viales entre 1998 y 2005; y Rodio-Swissboring se ha especializado en la
construcción vial de puentes y túneles. Holcim de Suiza, tiene una participación de 20 por
ciento de la empresa Cementos Progreso (Ramírez, 2013).
Petróleo de Guatemala
Contrato Zona de extracción °API Denominación
Durante las últimas dos décadas la extracción de petróleo crudo ha venido cobrando cada
vez mayor importancia.
A principios de los ochenta, sin embargo, era todo lo contrario: la producción cayó a su
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nivel más bajo. Pero en el período 1985-2017 esta industria creció a una tasa
impresionante del 31.8% anual. En el pozo XAN a cargo de la empresa PERENCO se extrae
el 92% del total de petróleo guatemalteco aproximadamente. Esta empresa logró ampliar
por 25 años más la explotación del crudo, según fecha 4 de febrero de 2010. La refinería
La Libertad (única refinería de petróleo crudo en Guatemala) separa el crudo
guatemalteco obteniendo tres productos: el primero (en pequeña cantidad) el
combustible necesario para producir la energía que la misma refinería necesita para
funcionar y bombear el petróleo de exportación; el segundo, una fracción pesada que se
utiliza en la fabricación de asfaltos para el mercado nacional e internacional; y la tercera
(la principal) el crudo que es bombeado al oleoducto de 475km de longitud que conecta
con la Terminal Piedras Negras para su exportación.
En el sector de electricidad y Agua, la industria más importante es la generación de
electricidad que representa el 98% del valor agregado bruto del sector. La industria de
generación eléctrica ha pasado por dos fases de reestructuración; la primera de carácter
técnico consistente en el cambio de generación térmica a generación hidráulica, aunque
los resultados no salieron como se esperaba. La segunda fase fue de carácter económico:
la privatización del sector de electricidad, incluyendo, generación transporte y
comercialización, quedando pendiente la privatización del transporte, pues las líneas de
potencia aún se encuentran bajo propiedad del INDE. La legislación que regula los
mercados eléctricos es la Ley General de Electricidad decretada en octubre de 1996.
El sector Industrial manufacturero está integrado por 18 subsectores la mayoría de los
cuales son de ínfimo tamaño. Se puede decir que es una industria de bienes de consumo,
la mayor parte correspondiente a la industria de productos alimenticios.
Otros subsectores relacionados con el consumo final; es decir, las industrias del calzado y
la industria de textiles tuvieron caídas abruptas de producción a partir de la primera mitad
de la década de los ochenta. Estas industrias están siendo afectadas por la competencia
de las importaciones, tanto las legales como las que provienen del contrabando. El calzado
de origen chino, especialmente, más barato está arruinando a los pequeños productores
de calzado, quienes además de la competencia ruinosa que suponen las importaciones
baratas, encuentran problemas para proveerse de materia prima nacional de buena
calidad.
Las industrias de bienes de capital están representadas por las industrias de productos
metálicos y por las industrias productoras de maquinaria tanto normal como eléctrica.
Básicamente, la principal industria de este grupo es la industria del metal. Ésta al igual que
las otras de su grupo tuvo una pronunciada y prolongada caída a partir de la década de los
ochenta; luego reasumieron el crecimiento a tasas no dinámicas.
El Valor Bruto de la Producción Industrial durante el año 2017 representó el 24% del PIB,
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en general muestra la falta de dinamismo que ha caracterizado al sector de la industria
después de la crisis de los años ochenta. Su comportamiento se ha manifestado así:
Estos resultados sugieren que existe una gran oportunidad para mejorar la capacidad
tecnológica de las empresas manufactureras de Guatemala. Los fabricantes guatemaltecos
tienen un puntaje medio de 4.23 en el ICT y una puntuación media de 4.0. La empresa
promedio se dedica a menos de 13 de las 29 actividades registradas en el ICT. Alrededor
del 20 por ciento de todas las empresas manufactureras tienen puntuaciones de ICT
inferiores a 0.2, y sólo el 6 por ciento tienen puntuaciones superiores a 0.8. Las empresas
involucradas en la producción de materiales químicos y de caucho y plásticos tienden a
puntuar más alto, mientras que las de productos minerales no metálicos obtienen una
puntuación más baja en la escala del ICT. Además, las empresas más grandes, las
empresas orientadas a la exportación, las empresas de propiedad extranjera, las
empresas con sede en la ciudad de Guatemala, y las empresas que tienen acceso a
préstamos, todas muestran puntuaciones de ICT superiores a la media.
Trabajos citados