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SINDROME DE

CUSHING
Fisiología Veterinaria

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INDICE

Introducción

1. Definición

2. Hipófisis

3. Glándula Suprarrenal

4. Glucocorticoides

5. Síndrome de Cushing Endógeno

5.1 Síndrome de Cushing dependiente de ACTH

5.2 Síndrome de Cushing independiente de ACTH

6. Síndrome de Cushing Exógeno

7. Síndrome de Cushing Familiar

8. Pseudocushing

9. Fisiopatología

10. Manifestaciones clínicas / signos

10.1 Personas

10.2 Animales

11. Diagnostico

11.1 Diagnóstico Clínico


11.2 Análisis de laboratorio
11.3 Análisis de Orina
11.4 Pruebas endocrinas para confirmar el diagnóstico
11.5 Ratio urinario de cortisol: creatinina
11.6 Concentraciones basales de cortisol
11.7 Diagnósticos por imagen

12. Bibliografía
INTRODUCCION

Conocemos como Síndrome de Cushing a aquella rara enfermedad que básicamente es dada
por un exceso de la hormona cortisol en el cuerpo. Cabe mencionar que el cortisol es una
hormona secretada naturalmente por las glándulas suprarrenales y es vital, ya que tiene
importantes funciones como regular la concentración de glucosa en el organismo, teniendo como
efecto positivo la disposición de energía en el cuerpo. Por otro lado como efecto negativo al
incrementarse los niveles de esta hormona nos da como resultado un aumento exagerado de
azúcar en sangre, incremento de la presión arterial, retención de líquido, agotamiento, etc.

El aumento de esta hormona puede estar mediada por una exposición crónica al exceso de
glucocorticoides ya sea como tratamiento a alguna enfermedad (asma) o por consumo de
esteroides como función análoga a la del cortisol, en menor proporción pero no menos
importante se da por lesiones tumorales hipofisiarias, adrenales y otras.

Tras lo mencionado anteriormente, el fin de este trabajo es explicar de manera clara y concisa
las causas, signos, métodos diagnóstico, etc. que ocasiona el aumento de cortisol en el
organismo y que da origen al síndrome de Cushing.
1. DEFINICION

El Síndrome de Cushing como ya lo mencionamos es conocido como un trastorno producido por la


exposición del cuerpo a niveles muy altos de cortisol durante un período prolongado. Su nombre proviene
del neurocirujano inglés Harvey Cushing, quien descubrió por primera vez este cuadro clínico.

El cortisol que es producido por la corteza suprarrenal, es una hormona esteroide natural que se origina
por situaciones de estrés. Su secreción es controlada por el ACTH (Hormona adrenocorticotropa), que es
producida en la hipófisis, y por el CRH (Hormona liberadora de la corticotropina), roducida en el
hipotálamo.

Existen distintas causas que provocan esta enfermedad, una de las más comunes es la ingestión
excesiva de medicamentos que contienen esta hormona o contienen derivados de la cortisona, otra
causa, menos habitual, es la hiperfunción (excesivo funcionamiento) de la capa fasciculata de la corteza
suprarrenal, que también provoca un aumento de cortisol.

En la mayoría de los casos, esta hipersecreción se produce a causa de un microadenoma situado en la


hipófisis, causa más conocida como ‘’Enfermedad de Cushing’’.

2. HIPÓFISIS

Cuando los síntomas tienen su origen en un exceso de producción de ACTH por la glándula hipófisis, esta
hormona se fabrica en las cantidades adecuadas a las necesidades del organismo, pero la presencia de
un tumor o de un aumento de tamaño de la hipófisis, hace que se produzca en mayor cantidad. Y la
consecuencia lógica de este aumento patológico de ACTH será que a su vez se produzca más cortisol en
la glándula suprarrenal.

3. GLÁNDULAS SUPRARRENALES

El síndrome de Cushing de origen suprarrenal, también llamado síndrome de Cushing primario, se


produce como consecuencia de la existencia de un tumor (TS) que afecta a la corteza de la glándula
suprarrenal y que provoca la descarga en cantidades excesivas de cortisol.

No es muy frecuente encontrar tumores en las dos glándulas adrenales, los tumores adrenales son
autónomos y funcionales, y por tanto secretan grandes cantidades de cortisol independientemente del
control de la hipófisis ejercido a través de la producción de ACTH.

4. GLUCOCORTICOIDES

Está ligado al uso de corticoesteroides por vía oral, parenteral o tópica, y también al uso de
medicamentos que contienen progesterona o sus derivados. Se trata de individuos que han sido tratados
con estos fármacos para controlar problemas alérgicos o inmunomediados, también se puede desarrollar
como resultado de la administración de medicamentos oculares.

5. SÍNDROME DE CUSHING ENDÓGENO

Todos los casos de Cushing endógeno se deben a un aumento de la producción de cortisol en las
suprarrenales, es decir, que el Síndrome de Cushing es producido por causas internas. Existen dos tipos:

5.1 Síndrome de Cushing


dependiente de ACTH
Se basa en un aumento de los valores de ACTH, que estimulan la producción de
cortisol por parte de la corteza suprarrenal, con pérdida del ritmo normal de su
secreción y un incremento de su amplitud. Cruza con una hiperplasia bilateral difusa, es
decir, aumentan su tamaño y de la producción de hormonas. Los valores de cortisol
plasmático aumentados inhiben la producción de CRH por el hipotálamo y la de ACTH
por las células hipofisarias normales.

5.1.1 Causas
 Tumor hipofisario secretor de ACTH (más conocida como Enfermedad de Cushing):
Aquí el paciente presenta un tumor en la hipófisis, situada en la parte inferior del
cerebro. Estos adenomas provocan una hipersecreción crónica de ACTH hipofisaria, es
decir, una producción excesiva de esta hormona, que envía la señal a las glándulas
suprarrenales originando una hiperplasia suprarrenal bilateral (crecimiento difuso de las
glándulas suprarrenales) y, por lo tanto, una secreción excesiva de cortisol, de
andrógenos suprarrenal y de 11-DOCA.
 Síndrome de secreción ectópica de ACTH y/o CRH:
Es una afección en la cual un tumor no hipofisario, es decir, situado fuera de la hipófisis
o de las glándulas suprarrenales, produce cantidades elevadas de la hormona ACTH,
que a su vez, provoca una hiperplasia suprarrenal bilateral difusa (discreta elevación del
cortisol y crecimiento bilateral). Está causado por diferentes tumores, normalmente
malignos, en otra parte del cuerpo que produce ACTH.
 El tumor ectópico productor de CRH:
Su origen reside en la producción ectópica de CRH (hormona liberadora de
corticotropina), que provoca una hiperplasia de las células corticótropas del lóbulo
anterior, es decir, que estimula a un aumento de ACTH y, por lo tanto, también de
cortisol. Esto provoca una secreción ectópica de ACTH y CRH a la vez, por lo cual el
cortisol aumenta.

5.2 Síndrome de Cushing independiente de ACTH


La característica básica del Síndrome de Cushing independiente de ACTH es la
existencia de hipercortisolismo en presencia de ACTH en plasma suprimida, por lo
tanto, su origen en la glándula suprarrenal, produciendo de forma autónoma y excesiva
el cortisol, y este frena la secreción del ACTH y CRH.

5.2.1 Causas
 Tumores suprarrenales:
La mayoría de los tumores que
aparecen en las glándulas
suprarrenales son benignos e
independientes de la secreción de
ACTH. Suele apreciarse un
cortisol sérico elevado y un crecimiento glandular unilateral, y es común encontrar
signos de virilización, feminización o de exceso de mineralocorticoides.
 Hiperplasia suprarrenal bilateral macronodular: La secreción de cortisol, en
estos casos, es autónoma e independiente de ACTH, cuyas concentraciones
plasmáticas permanecen indetectables. Aunque clínicamente no se diferencia de la
hiperplasia producida en la Enfermedad de Cushing, varios hechos la distinguen:
ausencia de supresión con dexametasona, ausencia de imagen de adenoma hipofisario,
ausencia de síndrome de Nelson tras la suprarrenalectomía bilateral e,
histológicamente, presencia de nódulos compuestos por cordones y nidos de células
claras con corteza internodular atrófica.
 Displasia suprarrenal micronodular: La glándula suprarrenal contiene
numerosos nódulos de un tamaño inferior a 3 mm, formados por células hipertróficas
que contienen muchos gránulos de pigmento oscuro y que secretan excesos de cortisol.
Es no dependiente de la secreción de ACTH, ya que ésta está inhibida. La corteza
suprarrenal, entre los nódulos, está atrófica. En esta displasia se han encontrado
autoanticuerpos que estimulan el crecimiento de la corteza suprarrenal y la producción
de esteroides.

6. SÍNDROME DE CUSHING EXÓGENO

Consiste en una elevada administración de medicamentos glucocorticoides, que son los derivados de la
cortisona, también de medicamentos que contienen ACTH (corticotropina), en un periodo continuo, es
decir, todos los días, durante semanas o meses. La abundancia de este fármaco produce un fenotipo de
Cushing, ya que produce un aumento del nivel de cortisol en el cuerpo.

Habitualmente, los medicamentos que producen esta enfermedad son administrados por vía oral y suelen
recetarse para tratar enfermedades inflamatorias, como lupus, colagenosis, asma bronquial y artritis
reumatoide o para suprimir el sistema inmune después de un trasplante de órganos.

Estudios han demostrado que, según la dosis y los tipos de corticoides, estos medicamentos no
administrados por vía oral también pueden ser causantes de Síndrome de Cushing exógeno y de una
supresión del eje hipotalámicohipofisario-suprarrenal.

7. SÍNDROME DE CUSHING FAMILIAR

La mayoría de casos del Síndrome de Cushing no son heredables. Sin embargo, aunque muy raramente,
algunos individuos pueden heredar la tendencia a desarrollar tumores en las glándulas endocrinas
principales, cosa que provoca causas especiales de Síndrome de Cushing.

8. PSEUDOCUSHING

Existen otras enfermedades y problemas que pueden causar un exceso de cortisol o una regulación
anormal de la producción de cortisol. Las enfermedades que emulan el Síndrome de Cushing se llaman
estados de pseudocushing, como: el ejercicio intenso, el embarazo, la diabetes no controlada, anorexia
nerviosa, la apnea del sueño, el dolor, el alcoholismo crónico, la obesidad extrema, ciertas enfermedades
psiquiátricas y el estrés.

9. FISIOPATOLOGÍA

En condiciones normales las neuronas de la porción parvocelular de los núcleos paraventriculares del
hipotálamo producen CRH, que actúa sobre los corticotropos de la hipófisis anterior induciendo liberación
de la ACTH a partir de una molécula precursora llamada proopiomelanacortina (POMC), de la cual
también se deriva la hormona estimulante de los melanocitos (MSH). La ACTH tiene una acción directa
sobre la corteza suprarrenal y estimula la producción de cortisol en la zona fasciculada y testosterona en
la zona reticular. Una vez liberado, el cortisol ejerce efecto de retroalimentación negativa en el hipotálamo
y en la hipófisis, permitiendo que se regulen las concentraciones hormonales en la sangre.

En la enfermedad de Cushing causada por un adenoma hipofisario que produce ACTH en exceso, hay
hiperplasia de las suprarrenales y aumento en la producción de cortisol, el cual suprime la liberación de
CRH hipotalámica y la producción de ACTH por las células hipofisarias no tumorales.

En el síndrome de Cushing asociado a tumor ectópico, la neoplasia secreta ACTH en grandes cantidades,
estimulando la síntesis de cortisol y la hiperplasia adrenal, y se produce un freno en la producción de
CRH y de ACTH a nivel del hipotálamo e hipófisis, respectivamente. En casos muy raros se produce CRH
en vez de ACTH por parte del tumor, causando estimulación directa de la hipófisis. En los tumores ACTH
dependientes es muy frecuente la hiperpigmentación cutánea debido al aumento en la secreción de la
MSH en forma conjunta con la ACTH a partir de su molécula precursora, la POMC.

10. MANIFESTACIONES CLÍNICAS / SIGNOS

10.1 Personas

 Suele existir una obesidad de distribución central.


 Cara redonda, roja, llena e hinchada, es decir, una cara en forma de ‘’luna
llena’’.
 Tasa de crecimiento lenta en niños.
 Las extremidades (brazos y piernas) se adelgazan y acaban con un aspecto
fino, porque los músculos de los hombros y de las caderas se atrofian.
 Es frecuente el acné, el eritema facial y las infecciones de la piel.
 El exceso de glucocorticoides provoca que la piel sea más fina de
normal y tenga fragilidad capilar, es decir, que es más frágil.
 Aparecen marcas purpúreas o rosadas llamadas estrías, normalmente
verticales, en la piel del abdomen, los muslos, brazos, hombros y mamas.
 En ocasiones, se observan micosis de la piel o de las uñas
 En las mujeres, rasgos de virilación facial y corporal
 También suele existir una frecuente caída de cabello, provocando calvicie.
 El ciclo menstrual se vuelve más irregular o se detiene.
 Disminución o ausencia de deseo sexual
 Disminución de la fertilidad.
10.2 Animales

 Lo primero que se suele presentar es un aumento en la ingestión de


agua (polidipsia), y un aumento en la eliminación de orina (poliuria).
 El perro tendrá más apetito y por tanto comerá más (polifagia).
 Se podrá apreciar lo que se conoce como amiotrofia (atrofia muscular), laxitud
de los ligamentos (origen de la ruptura espontánea del ligamento cruzado
anterior de la rodilla), letargia, distensión abdominal (abdomen péndulo).
 La palpación abdominal revela con frecuencia la existencia del aumento del
tamaño del hígado (hepatomegalia).
 Más raramente se suele observar disnea restrictiva (el perro jadea más de lo
normal), intolerancia al esfuerzo, y alteraciones de la reproducción (ausencia
de celo, atrofia testicular, y a veces virilización de las hembras).
 La epidermis se hará más fina

 La cicatrización está retardada, y por último


 La inmunosupresión inducida por los glucocorticoides favorece la aparición de
sobreinfecciones bacterianas o fúngicas.
 Alopecia bilateral

11. DIAGNOSTICO

A causa de que no todos los que padecen síndrome de Cushing presentan los mismos síntomas y debido
a que muchos de los rasgos de esta enfermedad, como la ganancia de peso y el aumento de la presión
arterial, son habituales en la población general, puede ser difícil diagnosticar el síndrome de Cushing
basándonos únicamente en los síntomas presentados en el individuo. Por esta razón los médicos utilizan
diversas pruebas de laboratorio para ayudarse en el diagnóstico, y si éste de confirma clarificarán si la
causa es la enfermedad de Cushing (es decir, un tumor en la hipófisis) o no. Estas pruebas determinan si
existe un exceso de cortisol de forma autónoma en las glándulas suprarrenales, o si la regulación
hormonal no funciona correctamente. Las pruebas más utilizadas miden el cortisol en sangre, orina o
saliva. También se puede confirmar si existe producción excesiva de cortisol tomando una pastilla
llamada dexametasona que frena la producción corporal de cortisol. A esto se le llama test de supresión
con dexametasona. Si la regulación de cortisol es correcta, los niveles de cortisol disminuirán, lo que no
pasará si se padece síndrome de Cushing. Estas pruebas no siempre permiten diagnosticar
concluyentemente el síndrome de Cushing, porque existen otras enfermedades y problemas que pueden
causar un exceso de cortisol o una regulación anormal de la producción de cortisol. Las enfermedades
que emulan el síndrome de Cushing se llaman estados de “pseudo Cushing”, e incluyen diversas
enfermedades. Debido a los síntomas y de los resultados de los tests de laboratorio los médicos pueden
tener que hacer varios tests y tratar los estados de pseudo Cushing -como por ejemplo la depresión -para
ver si los niveles de cortisol vuelven a la normalidad durante el tratamiento. Si no, y especialmente si los
síntomas físicos empeoran, es más probable que la persona padezca realmente un síndrome de Cushing.
11.1 Diagnóstico Clínico

Consiste en la sospecha clínica de la enfermedad teniendo en cuenta la edad, sexo, raza,


historia clínica y examen físico. Mediante un listado de diagnósticos diferenciales, del más al
menos probable y se realizan pruebas para confirmar o descartar el diagnóstico de una
enfermedades.

El hiperadrenocorticismo hipofisario afecta generalmente a perros de edad avanzada (11 años


de edad media), a razas de pequeño tamaño y no existe predisposición sexual; mientras que el
hiperadrenocorticismo adrenal es más frecuente en razas grandes y en hembras.

Los síntomas del hiperadrenocorticismo canino aparecen generalmente de forma lenta y


progresiva y esto hace que sus propietarios con frecuencia lo atribuyen al envejecimiento del
animal. Por tanto, cuando acuden a consulta, la mayoría de los perros con hiperadrenocorticismo
presentan signos clínicos durante meses.

En la historia clínica podemos obtener información muy valiosa para el diagnóstico clínico:
¿come con más voracidad?, ¿es capaz de saltar al coche o al sillón?, ¿duerme más?, ¿jadea en
casa?, ¿orina más?, ¿bebe más?, ¿ha recibido tratamientos previos con corticosteroides? Esta
última pregunta es importante para descartar o confirmar la posibilidad de un Cushing
yatrogénico.

La poliuria y polidipsia está presenta en la mayoría (80-90%) de los perros con síndrome de
Cushing. El perro bebe más agua, orina más y, en muchos casos aparece incontinencia urinaria.
El origen de la poliuria está relacionado con una alteración del metabolismo de la hormona
antidiurética (ADH) por disminución de la secreción y/o disminución de la acción de la ADH en
los túbulos renales. La polidipsia es secundaria a la poliuria.

Un apetito excedente o polifagia aparece en 50-90% de perros con hiperadrenocorticismo, rara


vez se trata del motivo de consulta ya que pueden interpretarlo como un buen estado de salud.
La distensión abdominal en los perros con hiperadrenocorticismo se debe a la hepatomegalia, la
distensión crónica de la vejiga urinaria, a la tendencia a la acumulación de grasa intraabdominal
y a la debilidad de la musculatura abdominal.

Una de las consecuencias de la hipercortisolemia crónica es la atrofia muscular progresiva por


un aumento del catabolismo proteico que se puede manifestar como una disminución de la masa
muscular lumbar, temporal o en las extremidades. A medida que la enfermedad avanza, se
reduce el nivel de actividad y la tolerancia al ejercicio y tienden a dormir más. Estos síntomas
están presentes en la mayoría (80%) de los perros con cushings.

El jadeo es uno de los signos clínicos más característicos del síndrome de Cushing canino. No
se conoce exactamente cuál es su causa pero puede estar relacionada con el aumento de peso,
con la debilidad muscular, con la presión diafragmática por la hepatomegalia o con un efecto
directo de los glucocorticoides. Puede acentuarse en situaciones de estrés o ejercicio.

La alopecia es una de los principales motivos de consulta en los perros con


hiperadrenocorticismo. El exceso crónico de cortisol produce un efecto inhibitorio de la fase de
crecimiento del pelo (anagen), como consecuencia a la alopecia. Es una alopecia no pruriginosa
y afecta a los flancos, vientre, parte trasera de los muslos, cola y cuello. Presentan incapacidad
de crecimiento de pelo que ha sido rasurado, además, la piel puede aparecer muy delgada y con
muy poca elasticidad como consecuencia de una atrofia de la dermis y una disminución del tejido
subcutáneo, como consecuencia, las venas abdominales se vuelven visibles y prominentes.

La cicatrización en estos animales puede ser lenta y tienen predisposición a desarrollar


piodermas. La piel afectada tiende a presentar descamación y es frecuente el acúmulo de debris
en el interior de los folículos (comedones), sobre todo alrededor de los pezones. En algunos
animales hay un hiperpigmentación generalizada. Aproximadamente un 5% de estos animales
presenta calcicosis cutis (depósitos de calcio en la dermis) en la cabeza, en el dorso o en el
vientre. Aparece como una placa firme de color blanquecino amarillento y con reacción
inflamatoria en la piel que le rodea.

11.2 Análisis de laboratorio

Son necesarios antes de realizar pruebas endocrinas. Si en la analítica se detecta la presencia


de otras enfermedades es conveniente tratar la enfermedad concurrente antes de realizar
pruebas de Cushing ya que los animales enfermos pueden presentar resultados falsos positivos
de Cushing.

Los valores de glóbulos rojos, hemoglobina y hematocrito son normales en la mayoría de los
perros con hiperadrenocorticismo, si bien estos valores suelen estar en la mitad alta del rango
normal. Aproximadamente el 10% de los perros con Cushing tienen una policitemia de leve a
moderada. También podemos encontrar un aumento del número de plaquetas. En ambos casos
parece estar relacionado a un efecto directo de los glucocorticoides en la médula ósea. El
cortisol es una de las hormonas que se liberan durante el estrés, por lo que es frecuente
observar un leucograma de estrés en estos animales con hipercortisolemia crónica. El
leucograma de estrés se caracteriza por una leucocitosis sin desviación a la izquierda, linfopenia,
eosinopenia y monocitosis. Estos hallazgos son poco específicos y pueden aparecer en perros
enfermos con cualquier enfermedad.

En la bioquímica sanguínea, el marcador bioquímico más sensible de hiperadrenocorticismo en


perros es la elevación de la enzima fosfatasa alcalina (FA). Esta alteración está presente en el
90% de los perros en el momento del diagnóstico y es debido en parte a la inducción de la
isoenzima inducida por los glucocorticoides. La isoenzima de la FA inducida por los corticoides
es más estable al calor que el resto de las isoenzimas de la FA, de ahí que se puede utilizar la
estabilidad frente al calor para identificar que parte de la FA procede de la isoenzima inducida
por glucocorticoides.

Aunque, se ha demostrado que esta isoenzima inducida por corticoides no es específica de


hiperadrenocorticismo y puede estar elevada en enfermedades hepáticas, diabetes mellitus o en
perros tratados con anticonvulsivantes. Un buen número de perros con síndrome de cushing
tienen niveles de FA muy elevados, por encima de 1000 U/L, si bien no existe correlación entre
el nivel de fosfatasa alcalina y el grado de hiperadrenocorticismo, la respuesta al tratamiento o
el pronóstico.

Hemos de tener en cuenta que un valor normal de FA no descarta el diagnóstico de


hiperadrenocorticismo porque en un 10% de estos perros mantienen concentraciones normales.

El síndrome de Cushing provoca una hepatopatía esteroidea que se caracteriza por un exceso
de acúmulos de glucógeno y una dilatación de los hepatocitos. Estas alteraciones pueden
resultar en incrementos en los niveles de la enzima alanina aminotransferasa (ALT). Entre el 50
y el 80% de los perros con hiperadrenocorticismo presentan niveles elevados de ALT. Los
glucocorticoides estimulan la lipólisis y, por tanto, favorecen la aparición de hiperlipemia. Un 60-
70% de los perros con hiperadrenocorticismo tienen hipercolesterolemia y/o hipertrigliceridemia.

Aunque la concentración de urea es normal en la mayoría de los perros con


hiperadrenocorticismo, hasta un 30% de ellos pueden tener concentraciones bajas de urea. Al
igual que ocurre en otras enfermedades que causan poliuria y polidipsia severa, la diuresis
excesiva conlleva un aumento de las pérdidas de urea o nitrógeno ureico sanguíneo.

La glucosa está en torno al valor alto normal de glucosa (100-150 mg/dl) en la mayoría de los
perros con hiperadrenocorticismo. Esto es debido a que los glucocorticoides favorecen la
gluconeogénesis y provocan una resistencia a la acción de la insulina. Los perros con síndrome
de cushings requieren, por tanto, unos niveles de insulina permanentemente elevados para
mantener la normoglucemia. Esta situación puede conllevar un agotamiento de las células de los
islotes pancreáticos lo que conduce a una diabetes mellitus con hiperglucemia y glucosuria que
aparece en un 5-10% de los perros con cushings.

11.3 Análisis de Orina

La mayoría de los perros con síndrome de Cushing presenta una densidad urinaria por debajo
de 1.020, e incluso algunos presentan una orina hipostenúrica (densidad urinaria <1.008).

La mitad estos perros presenta infección del tracto urinario en parte por la distensión crónica de
la vejiga urinaria. Muchos de ellos, a pesar de la infección del tracto urinario, no presentan
células inflamatorias en el sedimento ni signos clínicos de infección urinaria debido al efecto
inmunosupresor de los glucocorticoides, por lo que se recomienda hacer un cultivo de orina en
estos perros independientemente del resultado del análisis de orina. La proteinuria es también
frecuente en perros con síndrome de Cushings y puede estar asociada a infecciones del tracto
urinario o a lesiones glomerulares inducidas por los glucocorticoides o por la hipertensión
sistémica. También encontraremos glucosuria en aproximadamente en el 5-10% de estos perros
que desarrollen diabetes mellitus.

11.4 Pruebas endocrinas para confirmar el diagnóstico.

La confirmación del diagnóstico del hiperadrenocorticismo no debe basarse únicamente en las


pruebas endocrinas. Las pruebas que utilizamos para el diagnóstico de hiperadrenocorticismo
pueden dar lugar a resultados falsos positivos en perros con otras enfermedades, por tanto, para
evitar estos resultados falsos positivos debemos interpretar siempre estas pruebas junto a la
historia clínica, edad, sexo, raza, motivo de consulta, examen físico, hemograma, bioquímica y
análisis de orina.

No podemos decir de cuál es el test ideal para el diagnóstico del hiperadrenocorticismo porque
no hay ningún test que tenga un 100% de sensibilidad y especificidad. Por tanto, es necesario
conocer las ventajas e inconvenientes de cada uno de los test para elegir el más adecuado
según cada caso.

Si buscamos más especificidad o si el perro ha recibido tratamientos con glucocorticoides


elegiremos el test de estimulación con ACTH, mientras que si buscamos más sensibilidad y
hemos descartado otras enfermedades, elegiremos el test de supresión con dexametasona a
dosis bajas.
11.5 Ratio urinario de cortisol: creatinina.

El ratio urinario de cortisol es un indicador de los niveles de cortisol en sangre de varias horas
con lo que elimina el factor de las fluctuaciones de los niveles de cortisol sanguíneo. La
concentración de cortisol puede variar en función de la concentración urinaria pero este factor
también queda compensado con el cálculo del ratio en función de la creatinina. Las ventajas de
esta prueba sobre el test de supresión con dexametasona y el test de estimulación con ACTH
son: menor costo y una mayor comodidad. Sólo se requiere una muestra de orina, sin
precauciones especiales de recolección.

Es un test muy sensible para la detección del hiperadrenocorticismo, es decir, está elevado en la
gran mayoría de los perros con hiperadrenocorticismo. Su principal inconveniente es que puede
estar elevado en hasta un 80% de los perros con otras enfermedades moderadas o severas. Se
recomienda que el propietario del animal traiga la muestra de orina ya que se ha demostrado
que el estrés de acudir a un centro veterinario puede ser suficiente para que los resultados de
esta prueba sean elevados. Debido a esta baja especificidad, se recomienda no utilizar
únicamente esta prueba para confirmar el diagnóstico.

Su mayor utilidad consiste en descartar la enfermedad, es decir, si el ratio urinario de cortisol:


creatinina es normal es muy poco probable el diagnóstico de hiperadrenocorticismo. Si por el
contrario, obtenemos un valor positivo siempre debe confirmar el diagnóstico mediante un test de
supresión con dexametasona a dosis bajas o un test de estimulación con ACTH.

11.6 Concentraciones basales de cortisol.

No deben utilizarse para el diagnóstico del hiperadrenocorticismo canino ya que su secreción es


de naturaleza episódica.

Por este motivo, sus concentraciones basales fluctúan a lo largo del día, dando lugar a un alto
grado de superposición en perros normales, perros con enfermedades no adrenales y perros con
hiperadrenocorticismo. La baja sensibilidad y especificidad de los niveles basales de cortisol (60-
70%) hace que un buen número de perros con hiperadrenocorticismo presenta valores basales
de cortisol normales y un buen número de perros enfermos con otras enfermedades presente
valores basales de cortisol elevados. Test para diferenciar entre Hiperadrenocorticismo
hipofisario y adrenal.

Una vez hemos confirmado el diagnóstico del hiperadrenocorticismo, es necesario diferenciar


entre el origen hipofisario y adrenal de la enfermedad. Esta diferenciación es importante porque
el tratamiento y el pronóstico de un adenocarcinoma adrenal son diferentes al de un
hiperadrenocorticismo hipofisario.
Las pruebas que generalmente se recomiendan para diferenciar entre ambos tipos de
hiperadrenocorticismo son el test de supresión con dexametasona a dosis altas, el nivel de
ACTH endógeno y el diagnóstico por imagen.

11.7 Diagnósticos por imagen.

A. Ecografía. Es una prueba que se utiliza frecuentemente y que permite visualizar las glándulas
adrenales y otros órganos abdominales. Las glándulas adrenales presentan un forma bilobulada
(en forma de cacahuete) y son hipoecogénicas con respecto a la grasa que le rodea. El grosor
es el parámetro más útil para detectar el aumento de tamaño de las glándulas adrenales. En
general, se considera que el grosor normal de las glándulas adrenales en el perro oscila entre
3.5 y 7.5 mm, aunque debemos tener que estos valores son sólo orientativos, que diferentes
razas pueden tener diferentes rangos de referencia y que también hay diferencias entre la
glándula izquierda y la derecha
Por otro lado, las enfermedades no adrenales pueden provocar un estrés crónico en el animal
que a su vez podría dar lugar a engrosamiento de las glándulas adrenales. Por estos motivos no
debemos utilizar la ecografía para diagnosticar la enfermedad sino para diferenciar entre
hipofisario y adrenal una vez el diagnóstico ha sido establecido.
La ecografía no nos permite diferenciar entre un tumor adrenal funcional y un tumor no funcional,
ni tampoco permite distinguir entre una neoplasia de la corteza y una neoplasia de la médula
adrenal, pero sí aporta información útil en el diagnóstico del síndrome de Cushing en perros.
La ecografía abdominal en perros con hiperadrenocorticismo también es útil para evaluar
cambios en el hígado como hepatomegalia y aumento de ecogenicidad del parénquima hepático.
También nos puede ayudar a detectar cálculos urinarios. El hiperadrenocorticismo predispone a
los cálculos de oxalato por un aumento de la excreción urinaria de calcio. En el caso de
hiperadrenocorticismo adrenal debemos evaluar la presencia de invasión local y de metástasis
en otros órganos como el hígado.

B. Radiología. Las radiografías abdominales están indicadas en aquellos perros que no muestras
supresión a dosis altas de dexametasona. Aproximadamente, la mitad de estos perros tienen
hiperadrenocorticismo adrenal y en la mitad de ellos se puede identificar el tumor
radiográficamente.
Un tumor adrenal puede aparecer como una densidad de tejido blando bien delimitado o como
una masa mineralizada en el área de la glándula adrenal. La calcificación adrenal es indicativa
de hiperadrenocorticismo adrenal porque es muy poco frecuente en perros normales o en perros
con hiperadrenocorticismo pituitario.
C. Tomografía Axial Computerizada. Esde gran valor para evaluar la extensión de los tumores
hipofisarios en perros con hiperadrenocorticismo. Se puede visualizar un tumor hipofisario en el
50-60% de los perros con cushing pituitario, el restante 40-50% presenta tumores hipofisarios
pequeños (<3 mm) o hiperplasia hipofisaria. La TAC permite también visualizar tumores de la
glándula adrenal. Por lo general, distingue hiperplasia bilateral simétrica de tumores adrenales
unilaterales, aunque esta diferenciación puede ser difícil en un pequeño porcentaje de los perros
con hiperadrenocorticismo pituitario que presentan hiperplasia nodular asimétrica.

D. Resonancia Magnética. La resonancia magnética mejora el contraste de los tejidos blandos con
respecto a la tomografía axial computerizada y permite detectar tumores más pequeños y
evaluar mejor cómo afecta el tumor a las estructuras que el rodean, esto puede resultar de gran
utilidad en la evaluación previa de un animal que va a ser sometido a una adrenalectomía y en la
evaluación de un animal con sintomatología compatible con un macroadenoma hipofisario.

E. Test de supresión con dexametasona a dosis altas. Debido a que la secreción de ACTH ya se
encuentra suprimida en perros con tumores adrenales funcionales, la administración de
dexametasona a cualquier dosis no consigue suprimir la concentración de cortisol sérico. Por
contra, la mayoría de los perros con hiperadrenocorticismo pituitario, muestran una supresión en
los niveles de cortisol tras la administración de dosis altas de dexametasona. Esta diferencia
entre ambos tipos de hiperadrenocorticismo nos permite distinguir el origen de la enfermedad en
la gran mayoría perros.

12. Bibliografía

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