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Asignatura:

Cátedra de paz
NRC 6750

Tema:

Propuesta de interacción: Caracterización de mi entorno

Docente:

William de Jesús Hincapié Flórez

Presenta:

Sandy Pineda Mendoza


ID 783571

Pereira, Risaralda agosto de 2021


INTRODUCCION

Caracterización de mi entorno está basado en las situaciones que se viven a diario en


nuestro diario vivir, entre ellas tenemos:
-El maltrato a la mujer -La drogadicción -Violación a los derechos humanos
-La corrupción -El narcotráfico

Todo esto debido a la falta de recursos educativos, todo esto nos lleva a pensar sobre estas
problemáticas y nos vemos afectados con estas situaciones, la mayoría de las veces las
personas no logran superar y deciden acabar con su vida, llegan al suicidio, caen en la
depresión y terminan por quitarse la vida. Resaltando que la depresión es una enfermedad
muy difícil de curar y superar.

DEPRESION Y SUICIDIO

El suicidio es la segunda causa de muerte en los niños y jóvenes de 10 a 24 años. Las


investigaciones muestran que más del 95% de las personas que se suicidan tienen
depresión u otro trastorno mental o de consumo abusivo de sustancias diagnosticable, con
frecuencia en combinación con otros trastornos mentales. Es importante tratar la depresión
cuanto antes para ayudar a prevenir una crisis de salud mental. Si el niño o adolescente
tiene síntomas de depresión casi todos los días durante dos semanas o más, es necesario que
se le haga una evaluación. 

INCIDENCIA DE LA DEPRESION

El Instituto Nacional de Salud Mental informa que:

-Las investigaciones indican que la depresión está comenzando unos años antes que en el
pasado.
-La depresión que aparece tempranamente con frecuencia persiste, recurre y sigue presente
en la vida adulta. La depresión en niños y jóvenes también puede anticipar una enfermedad
más severa en la etapa adulta.
-Hay una mayor tasa de depresión en los niños cuyos padres tienen depresión.
SIGNOS Y SINTOMAS DE DEPRESION SEVERA

-Sentimientos persistentes de tristeza y/o irritabilidad, hostilidad o agresión


-Sentirse desesperanzado o inútil, sin valor o incompetente o tener autoestima baja
-Sentirse vacío interiormente
-Sentir mucha culpa 
-Pensamientos de suicidio o muerte que vuelven una y otra vez
-Pérdida de interés en actividades normales y dejar de disfrutar actividades agradables
-Problemas con relaciones 
-Problemas de sueño (insomnio, hipersomnia)
-Cambios en apetito o peso 
-Cambio en nivel de actividad (aumento o disminución de energía)
-Problemas para concentrarse, recordar o pensar con claridad
-Menor capacidad para tomar decisiones 
Quejas físicas frecuentes (dolor de cabeza, de estómago, mucho cansancio) 
-Huir o amenazar con huir de la casa 
-Muy sensible al fracaso o al rechazo
-Enojo y furia
-Ansiedad

La depresión en adolescentes puede ser difícil de detectar. Cualquiera de estos signos puede
sugerir problemas con la escuela, la conducta o consumo de alcohol y drogas. Para hacer un
diagnóstico de depresión severa, un adolescente suele necesitar tener un “conjunto” (con
frecuencia 5 o más) de los síntomas anteriores durante un período de dos semanas. Los
síntomas pueden parecerse a otros problemas o afecciones. Los síntomas deben ser lo
suficientemente severos como para causar problemas en las actividades diarias. Siempre
hable con el médico de su hijo(a) adolescente para hacer un diagnóstico.

DIAGNOSTICO DE DEPRESION

La depresión suele coexistir con otros trastornos psiquiátricos (como trastorno bipolar,
abuso de sustancias o trastornos de ansiedad). Buscar evaluación en las etapas tempranas,
hacer un diagnóstico y tratamiento es esencial para lograr la recuperación.  Un psiquiatra, u
otro experto en salud mental, suele diagnosticar depresión severa después de una
evaluación completa. Una evaluación de la familia del adolescente, además de la
información brindada por maestros y proveedores de atención de la salud, también pueden
ser útiles para hacer el diagnóstico.

Acerca del suicidio de adolescentes Los motivos detrás del suicidio o intento de suicidio en
un adolescente pueden ser complejos. Aunque el suicidio es relativamente raro entre niños,
la cantidad de suicidios e intentos de suicidio aumenta significativamente durante la
adolescencia. El suicidio es la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años de
edad, de acuerdo con Centers for Disease Control and Prevention (CDC), después de
accidentes y homicidio. Se cree además que por lo menos 25 intentos se hacen por cada
suicidio de un adolescente. El riesgo de suicidio aumenta drásticamente cuando niños y
adolescentes tienen acceso a armas en casa y casi el 60% de todos los suicidios en los
Estados Unidos se logran con una pistola. Por eso cualquier pistola en su hogar debe estar
descargada, bajo llave y fuera del alcance de los niños y de los adolescentes. Sobredosis
con medicamentos de venta libre, de receta médica y sin receta también es un método muy
común, tanto para el intento de un suicidio como para lograr suicidarse. 
Es importante supervisar cuidadosamente todos los medicamentos en el hogar. También
tenga en cuenta que adolescentes intercambiarán diferentes medicamentos de receta médica
en la escuela y los llevarán (o almacenarán) en sus casilleros o en la mochila. Las
cantidades de suicidios varían entre niños y niñas. Las niñas piensan en e intentan
suicidarse dos veces más que los niños y tienden en intentar suicidarse por medio de una
sobredosis de drogas o cortándose. En cambio, los niños fallecen por suicidio cuatro veces
más que las niñas, tal vez porque tienden a usar métodos más letales, como armas,
colgándose o saltando desde alturas. ¿Cuáles adolescentes están en riesgo de suicidarse?
Puede ser difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapado en esa área gris entre la
niñez y la edad adulta. Por supuesto que es una época de increíbles posibilidades, pero
también puede ser un periodo de estrés y preocupación. Se sienten presionados para
adaptarse socialmente, tener un buen desempeño académico y actuar con responsabilidad.
La adolescencia también es una época de identidad sexual y relaciones sociales y existe la
necesidad de independencia que a menudo está en conflicto con las reglas y expectativas
que otras personas establecen. Los jóvenes con problemas de salud mental, como ansiedad,
depresión, trastorno bipolar o insomnio, corren riesgos más altos de pensar en el suicidio.
Los adolescentes quienes pasan por cambios fuertes en la vida (el divorcio de sus padres,
mudanzas, un padre que se va de casa por su servicio militar o por la separación de los
padres, o cambios financieros) y aquellos quienes son víctimas de intimidación corren
mayores riesgos de pensar en el suicidio.

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