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Este método, el cual es él más moderno y recomendado por el IES en 1964, también
consiste en encontrar un coeficiente de utilización, pero determinando en una forma un
poco distinta, el ambiente se considera formado por tres cavidades o cavidades zonales.
Este método se basa justamente en las modificaciones que puede sufrir el rendimiento
de una luminaria dependiendo de las distintas "reflectancias" de las superficies y para
averiguarlo es necesario dividir al local en partes.
Con las dimensiones del ambiente y alturas de las cavidades zonales respectivas, se
puede determinar ciertas relaciones para encontrar las reflectancias efectivas.
Selección de lámparas.
Se descartarán lámparas de incandescencia por su bajo rendimiento y alto consumo
(exceptuando las downlights de bajo voltaje, que se aplicarán muy puntualmente). Se
adoptarán lámparas fluorescentes, tanto en su versión lineal como compacta, debido a su
bajo consumo, larga vida útil y que reproducen perfectamente todas las tonalidades de
luz requeridas en cada recinto. En algunas zonas de elevada superficie, como el
restaurante y cafetería, adoptaremos luminarias con lámparas de halogenuros metálicos,
así como en la zona del porche de entrada, ya que dichas lámparas son idóneas para
espacios de elevada altura y continuado funcionamiento. En zonas muy puntuales, como
recepción por razones estéticas, o los rellanos de los ascensores, reforzaremos la
iluminación con halógenas de bajo voltaje.
Selección de luminarias
Todas las luminarias a aplicar tendrán rendimientos elevados, con luminancias suaves,
especialmente en zonas de trabajo, para que no se produzca el indeseable fenómeno del
deslumbramiento.
Se ha optado por alumbrado de tipo directo en zonas de trabajo, y semiindirecto en
zonas de paso (por razones estéticas) y de relax (salas de café o estar, por ejemplo)
Factores de mantenimiento y depreciación.-
Estos factores están íntimamente ligados y a menudo se consideran una unidad. En
primer lugar hay que tener en cuenta el tipo de lámpara y la vida media de ésta, así
como si se trata de una lámpara que se agota paulatinamente o si sufre un fallo súbito.
Más tarde hay que valorar los elementos relacionados con la mano de obra, el coste de
ésta, dificultades físicas para cambiar una lámpara, costo de lámparas, necesidades
energéticas...
Para el cálculo del proyecto es necesario tener en cuenta el grado de ensuciamiento del
local según su actividad, niveles de polvo, tráfico y humo. Otros elementos que se
deben tener en cuenta son el grado de complejidad para la limpieza de una lámpara o
luminaria, así como la frecuencia en dicha limpieza. De manera que la labor de
promediar un factor de depreciación sea menos ardua, los fabricantes publican cuadros
de índices, a partir de tres grados de ensuciamiento: ligero, normal y alto, con
mantenimiento periódico o sin él.
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Ep i
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Procedimiento de cálculo.-
Para realizar el proceso de cálculo de iluminación general en instalaciones interiores, se
pueden utilizar dos métodos: el primero, es el denominado Sistema General o Método
del Factor de utilización, que proporciona una iluminancia media con un error de 5
%, el cual se explicará posteriormente. El segundo método es el de Punto a Punto, y es
el utilizado por los programas informáticos. Calcular un punto a mano con el segundo
método es fácil, pero muchos es un proceso engorroso y lento.
Se ha optado por aplicar el primer método, ya que nos dará una idea muy aproximada de
las necesidades de iluminación, así como unos resultados bastante precisos.
Posteriormente se simulará la opción tomada en el programa informático proporcionado
por Lledó Iluminación “L-calc”, el cual utiliza el proceso de cálculo punto a punto, más
preciso. Como en dicho programa no es posible simular espacios que no sean
rectangulares, en caso de recintos con formas diferentes, estos se asemejaran a
rectangulares con dimensiones parecidas.
Techos: la superficie de un techo debe ser lo más blanca posible (con un factor de
reflexión del 75 %), porque entonces reflejará la luz de manera difusa, disipando la
oscuridad y reduciendo los brillos de otras superficies. A ello se añade el ahorro en
iluminación artificial.
Paredes y suelos: las superficies de las paredes situadas a nivel de los ojos pueden
provocar deslumbramiento. Los colores pálidos con factores de reflexión del 50 al 75 %
suelen ser adecuados para las paredes. Aunque las pinturas brillantes tienden a durar
más tiempo que los colores mate, son más reflectantes. Por consiguiente, las paredes
deberán tener un acabado mate o semibrillante. Los acabados de los suelos deberán ser
de colores ligeramente más oscuros que las paredes y los techos para evitar brillos. El
factor de reflexión de los suelos debe oscilar entre el 20 y el 25 %.
La lámpara es la parte activa del sistema, es decir, quien nos proporciona la luz. Para
poder elegir el tipo de lámpara más adecuado en cada recinto, es necesario saber las
siguientes características:
Rendimien Duración
Potencia Flujo Equipo Observacio-
TIPO to (lm/W) media Color IRC Apropiado
(W) (lum) necesario nes
% (h)
Incandes- Poca vida,
Pequeñas luces.
cente 25-100 8-12 200-1800 1000 No Blanco 1 elevado calor y
Balizas
estándar mantenimiento
Incandes-
Poca vida.
cente PAR 75-150 8-10 650-1500 1000 No Blanco 1 Pequeñas áreas
Calor
Halóge-nos Trans- Luz puntual y Poca luz. Calor.
mini
20-50 16-18 320-800 2000 Blanco 1 muy particular Usar poco
formador
2500- Proyectores. Calor. Usar solo
Halóge-nos 150-500 16-22 2000 No Blanco 1
44000 Áreas medianas potencias bajas
Fluores-
1350- Varios Zonas servicio.
cente 18-58 75-85 7500 Si tonos
1-2 Indirecta
Luz difusa
estándar 6000
Fluores- Substituir
Blanco Zonas servicio.
cente 7-55 36-81 250-3000 5000 Si/no Amarillo
1 Indirecta
incandescencia
compacta estándar
Halogenu- 6400- Blanco Instalación cara.
ros (HQI) 80-1000 80-85 6000 Si Azul
1-2 Grandes áreas
Mucha vida.
300000
Igual que
Sodio 1300- Blanco Instalación cara.
blanco
35-100 40-50 10000 Si Amarillo
1-2 halógenos.
Mucha vida.
4800 Colores cálidos
Se tratará de un proceso reiterativo, aplicable a todos y cada uno de los distintos recintos
que componen el hotel, considerado las especificaciones generales anteriormente
comentadas y los datos propios de cada uno, siguiéndose el cálculo expuesto a
continuación:
5 x hca x (L +A)
RCA =
LxA
siendo
Donde
K= índice del local (adimensional)
Determinado el índice del local, es necesario fijar unos coeficientes de reflexión del
suelo, techo y paredes, al objeto de tener en consideración también el flujo luminoso
que se refleja, el cual dependerá del color y grado de conservación de las anteriores
superficies.
5 x hcc x (L + A)
RCC =
LxA
u
tot
N *L *
Ei med
L* A
Donde:
Ei med = iluminación media sobre el plano de superficie en lux
L = flujo de lámparas por luminarias en lúmenes
= factor de utilización de la instalación
N = numero de lunimarias instaladas
L = longitud del local en metros
A = ancho del local en metros
El método de factor de utilización se puede aplicar bajo una serie de supuestos que
deben cumplirse, razonablemente, para obtener resultados confiables
Distribución uniforme de las luminarias en la planta
Las superficies del local deben ser difusoras y espectralmente neutras
El flujo incidente sobre cada superficie debe distribuirse en forma uniforme
Por lo general, la expresión se utiliza para estimar el número de artefactos necesarios
para obtener un cierto nivel de iluminación media. Normalmente se utiliza el valor
recomendado por normas en función de la dificultad de las tareas involucradas
Ventaja y desventajas alumbrados Permanentes:
La lámpara de emergencia permanece encendida siempre que se requiere, por lo que se
sabe en todo momento si su funcionamiento es correcto.
Puesto que la lámpara de emergencia siempre está encendida, al existir un fallo de red,
el aparato aporta todo su flujo luminoso sin reducciones debidas al calentamiento de la
lámpara, en particular si es fluorescente.
Es útil siempre que se trate de lugares donde se desea asegurar una iluminación
ininterrumpida (garajes, pasillos, ascensores, etc.).
Requieren cambios de lámparas cada cierto tiempo, según sea la vida de la lámpara. Es
típico de 3000 a 8000 horas en tubos fluorescentes pequeños (de 4 a 11 meses).
Desde que se agota la lámpara y hasta que se cambia, se produce un período en el que
no se dispone de alumbrado de emergencia.
ejemplo.-
supongamos un local de 6.0 x 6.0 m y 3.0 m de altura. Si el local tiene paredes claras (ej. gris
muy claro, amarillo muy claro, etc) podremos asumir que el poder reflectante es de 50%, es
decir, que la luz que incide sobre ellas se reflejará en un 50%. El cielorraso es blanco, o sea
70% de reflectancia. Si la luminaria está embutida o aplicada al cielorraso, la cavidad cielorraso
(K2) es cero, no existe; por lo tanto calculamos solo K1 y entramos en la tabla de CU columna
70% para el cielorraso y 50% para las paredes y no hay ningún otro elemento que modifique el
valor del CU hallado.
Ahora bien, supongamos que la luminaria de la cavidad local se encuentra a una altura de 1.2
metros
5 x 1.2 x (6 +6)
RCl =
6x6
RCl =2
= 0.73
Ósea que nuestro nueva cavidad local a pasado a tener una reflectancia efectiva de tan solo
73%!