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TERCER DÍA DE LA NOVENA: HERMANAS perpetuamente bajo la luz de tu mirada.

POBRES, HERMANAS Y SEÑORAS El Señor ha sido bueno con nosotros y ha


concedido a la Iglesia la gracia de tener muchas
Texto bíblico: Mateo 5, 38-47
hermanas, que, siguiendo en pobreza y humildad
Palabras de Santa Clara las huellas de nuestro Señor Jesucristo y de su
bendita Madre la Virgen María, sean fieles a la
“Pues el mismo Señor nos puso a nosotras Regla y forma de vida que Clara de Asís dejara
como modelo para ejemplo y espejo no sólo para sus hijas.
ante los demás, sino también ante nuestras San Francisco fue como el sendero que llevó a
hermanas, las que fueron llamadas por el Clara al verdadero Camino de Dios que es
Señor a nuestra vocación, con el fin de que Jesucristo. Dejándolo todo, se fue a vivir en la
ellas a su vez sean espejo y ejemplo para los pobreza y el silencio, dedicada a la alabanza y la
que viven en el mundo. Porque el Señor nos acción de gracias de Dios Altísimo. Con ella
ha llamado a cosas tan grandes que en vinieron otras hermanas. Y para ellas Francisco
nosotras se puedan mirar aquellas que son escribió una forma de vida, con tales beneficios
ejemplo y espejo para los demás; estamos prometidos que el único privilegio sería el de poder
muy obligadas a bendecirle y alabarle y a vivir siempre en santa pobreza. Privilegio que se
convertiría en estandarte permanente de lucha por
confortarnos más en Él para obrar el bien.”
vivir en pobreza y fidelidad, sin concesiones a
REFLEXIÓN: quienes pretendían mitigar el desprendimiento.
¿Vivo a plenitud mi forma de vida, las Clara de Asís se había desposado con Cristo en
Constituciones? alianza de absoluta pobreza. Así pudo gustar cada
¿Llevo una vida de simplicidad y sencillez? día la dulzura de un inmenso amor al Señor, la
¿Cómo es mi amor a Dios y a las hermanas? única razón de su vida. Francisco había sido el
instrumento providencial que Dios había puesto en
su camino para ser apoyo e inspirador constante
SALMO 65(64) de su generosa entrega a Dios en pobreza y
humildad. La «forma de vida» que san Francisco
Antífona: Feliz el hombre que tú eliges y escribió para las hermanas pobres de santa Clara
atraes para que viva junto a ti Dios nuestro. no era más que la expresión de aquello que Dios le
había inspirado.
Tú mereces el agradecimiento y los cantos de
alabanza de todo hombre. De rodillas, el Así fue Clara de Asís: una mujer que se entregó
mundo entero debería adorarte porque tu plenamente al amor que Dios le ofrecía. El Espíritu
escuchas nuestras plegarias y nos colmas de del Señor transformó su alma, y fue tal la fidelidad
de ese encuentro entre la gracia de Dios y la
continuas bendiciones.
respuesta de Clara, que convirtió la existencia de
A ti acude todo viviente bajo el peso de sus esta bendita mujer en ejemplo permanente de un
culpas, pues numerosas son nuestras faltas, vivir según el querer de Dios.
pero tú, bondadoso, nos perdonas. Por amor a El Espíritu de Dios es Dios mismo. Es la gran
tus criaturas, oh Dios, realizas continuamente devoción de Clara. Es el amor de su vida. Dios
obras admirables. sobre todas las cosas. El amor de Dios sobre todos
los amores. Su vida se hará alabanza permanente
Nos das cada día lo necesario para la vida; el al Dios Altísimo.
día y la noche, la lluvia y el calor, la
generosidad de la tierra y el ingenio del Contemplar para amar. Más que esfuerzo personal
hombre, las riquezas de la naturaleza y sus es generosa apertura a la gracia del Espíritu, y
admirables bellezas; el corazón que late en respuesta sin condiciones a un amor que cada día
ahonda más en la necesidad del desapropio de
nuestro pecho y la fe que nos revela la
todo para colmarse del amor de Dios.
grandeza de sus hazañas. BENDICIÓN DE SANTA CLARA:
Señor, Dios nuestro, ¿Quién no estará El Señor te bendiga y te proteja. Haga
agradecido?¡Feliz el hombre que tú eliges y resplandecer sobre ti su rostro. ¡Él te
atraes para que viva junto a ti ¡se saciará de tu conceda su misericordia! Vuelva sus ojos y
presencia y de tu bondad, vivirá te conceda la Paz. El Señor derrame sobre
ti sus bendiciones y en el cielo te coloque Virgen María, cuando fue subida al cielo y
entre los santos y santas. El Señor esté coronada como Reina y Señora de todo lo
siempre contigo y que tu estés con El. creado, Madre y Abogada de los pecadores.
Amén.
CORONILLA FRANCISCANA
PRIMERA ALEGRÍA
Alabemos y demos gracias a la Santísima
Trinidad por la primera alegría que tuvo la Virgen
María, cuando el Arcángel San Gabriel le
anunció que ella concebiría y daría a luz al hijo
de Dios.
+ Rezar un Padre Nuestro, cinco Ave María y
Gloria
SEGUNDA ALEGRÍA
Alabemos y demos gracias a la Santísima
Trinidad, por la segunda alegría que tuvo la
Virgen María, cuando fue a visitar a su prima
Santa Isabel, de quien fue reconocida y
proclamada por verdadera Madre de Dios.
TERCERA ALEGRÍA
Alabemos y demos gracias a la Santísima
Trinidad, por la tercera alegría que tuvo la Virgen
María, cuando dio a luz a su divino Hijo en el
Portal de Belén y lo reclinó en el pesebre, en
medio de dos animales.
CUARTA ALEGRÍA
Alabemos y demos gracias a la Santísima
Trinidad, por la cuarta alegría que tuvo la Virgen
María, cuando vio a los Reyes Magos adorar a
su divino Hijo y ofrecerles sus místicos dones.
QUINTA ALEGRÍA
Alabemos y demos gracias a la Santísima
Trinidad, por la quinta alegría que tuvo la Virgen
María, cuando después de haber perdido a su
divino Hijo, lo encontró en el templo de Jerusalén
sentado entre los doctores, escuchándoles y
preguntándoles.
SEXTA ALEGRÍA
Alabemos y demos gracias a la Santísima
Trinidad, por la sexta alegría que tuvo la Virgen
María, cuando se le apareció su divino Hijo
resucitado y triunfante de la muerte y del pecado.
SÉPTIMA ALEGRÍA
Alabemos y demos gracias a la Santísima
Trinidad, por la séptima alegría que tuvo la
grandeza de sus hazañas.
Señor, Dios nuestro, ¿Quién no estará
agradecido?¡Feliz el hombre que tú eliges y
atraes para que viva junto a ti ¡se saciará de tu
presencia y de tu bondad, vivirá
TERCER DÍA DE LA NOVENA: HERMANAS
perpetuamente bajo la luz de tu mirada.
POBRES, HERMANAS Y SEÑORAS
CORONILLA FRANCISCANA
Texto bíblico: Mateo 5, 38-47
PRIMERA ALEGRÍA
Palabras de Santa Clara
Alabemos y demos gracias a la Santísima
“Pues el mismo Señor nos puso a nosotras Trinidad por la primera alegría que tuvo la Virgen
como modelo para ejemplo y espejo no sólo María, cuando el Arcángel San Gabriel le
ante los demás, sino también ante nuestras anunció que ella concebiría y daría a luz al hijo
hermanas, las que fueron llamadas por el de Dios.
Señor a nuestra vocación, con el fin de que + Rezar un Padre Nuestro, cinco Ave María y
ellas a su vez sean espejo y ejemplo para los Gloria
que viven en el mundo. Porque el Señor nos
SEGUNDA ALEGRÍA
ha llamado a cosas tan grandes que en
nosotras se puedan mirar aquellas que son Alabemos y demos gracias a la Santísima
ejemplo y espejo para los demás; estamos Trinidad, por la segunda alegría que tuvo la
muy obligadas a bendecirle y alabarle y a Virgen María, cuando fue a visitar a su prima
confortarnos más en Él para obrar el bien.” Santa Isabel, de quien fue reconocida y
proclamada por verdadera Madre de Dios.
REFLEXIÓN:
¿Vivo a plenitud mi forma de vida, las TERCERA ALEGRÍA
Constituciones? Alabemos y demos gracias a la Santísima
¿Llevo una vida de simplicidad y sencillez? Trinidad, por la tercera alegría que tuvo la Virgen
¿Cómo es mi amor a Dios y a las hermanas? María, cuando dio a luz a su divino Hijo en el
Portal de Belén y lo reclinó en el pesebre, en
medio de dos animales.
SALMO 65(64)
CUARTA ALEGRÍA
Antífona: Feliz el hombre que tú eliges y Alabemos y demos gracias a la Santísima
atraes para que viva junto a ti Dios nuestro. Trinidad, por la cuarta alegría que tuvo la Virgen
Tú mereces el agradecimiento y los cantos de María, cuando vio a los Reyes Magos adorar a
alabanza de todo hombre. De rodillas, el su divino Hijo y ofrecerles sus místicos dones.
mundo entero debería adorarte porque tu QUINTA ALEGRÍA
escuchas nuestras plegarias y nos colmas de
continuas bendiciones. Alabemos y demos gracias a la Santísima
Trinidad, por la quinta alegría que tuvo la Virgen
A ti acude todo viviente bajo el peso de sus María, cuando después de haber perdido a su
culpas, pues numerosas son nuestras faltas, divino Hijo, lo encontró en el templo de Jerusalén
pero tú, bondadoso, nos perdonas. Por amor a sentado entre los doctores, escuchándoles y
tus criaturas, oh Dios, realizas continuamente preguntándoles.
obras admirables.
SEXTA ALEGRÍA
Nos das cada día lo necesario para la vida; el Alabemos y demos gracias a la Santísima
día y la noche, la lluvia y el calor, la Trinidad, por la sexta alegría que tuvo la Virgen
generosidad de la tierra y el ingenio del María, cuando se le apareció su divino Hijo
hombre, las riquezas de la naturaleza y sus resucitado y triunfante de la muerte y del pecado.
admirables bellezas; el corazón que late en
nuestro pecho y la fe que nos revela la SÉPTIMA ALEGRÍA
Alabemos y demos gracias a la Santísima ahonda más en la necesidad del desapropio de
Trinidad, por la séptima alegría que tuvo la todo para colmarse del amor de Dios.
Virgen María, cuando fue subida al cielo y
coronada como Reina y Señora de todo lo
creado, Madre y Abogada de los pecadores.

El Señor ha sido bueno con nosotros y ha


concedido a la Iglesia la gracia de tener muchas
hermanas, que, siguiendo en pobreza y humildad
las huellas de nuestro Señor Jesucristo y de su
bendita Madre la Virgen María, sean fieles a la
Regla y forma de vida que Clara de Asís dejara
para sus hijas.
San Francisco fue como el sendero que llevó a
Clara al verdadero Camino de Dios que es
Jesucristo. Dejándolo todo, se fue a vivir en la
pobreza y el silencio, dedicada a la alabanza y la
acción de gracias de Dios Altísimo. Con ella
vinieron otras hermanas. Y para ellas Francisco
escribió una forma de vida, con tales beneficios
prometidos que el único privilegio sería el de poder
vivir siempre en santa pobreza. Privilegio que se
convertiría en estandarte permanente de lucha por
vivir en pobreza y fidelidad, sin concesiones a
quienes pretendían mitigar el desprendimiento.
Clara de Asís se había desposado con Cristo en
alianza de absoluta pobreza. Así pudo gustar cada
día la dulzura de un inmenso amor al Señor, la
única razón de su vida. Francisco había sido el
instrumento providencial que Dios había puesto en
su camino para ser apoyo e inspirador constante
de su generosa entrega a Dios en pobreza y
humildad. La «forma de vida» que san Francisco
escribió para las hermanas pobres de santa Clara
no era más que la expresión de aquello que Dios le
había inspirado.
Así fue Clara de Asís: una mujer que se entregó
plenamente al amor que Dios le ofrecía. El Espíritu
del Señor transformó su alma, y fue tal la fidelidad
de ese encuentro entre la gracia de Dios y la
respuesta de Clara, que convirtió la existencia de
esta bendita mujer en ejemplo permanente de un
vivir según el querer de Dios.
El Espíritu de Dios es Dios mismo. Es la gran
devoción de Clara. Es el amor de su vida. Dios
sobre todas las cosas. El amor de Dios sobre todos
los amores. Su vida se hará alabanza permanente
al Dios Altísimo.
Contemplar para amar. Más que esfuerzo personal
es generosa apertura a la gracia del Espíritu, y
respuesta sin condiciones a un amor que cada día

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