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Evaluacion Final
Evaluacion Final
La excepción es el testamento
Hay una tendencia por producir la partición de bienes entre los herederos, esto fue
causa de la recepción, que es cuando él ius commune se incorpora al derecho
castellano.Antes la masa hereditaria quedaba indivisa, a partir de este periodo en la
baja edad media, los bienes comienzan a partirse entre los herederos.
Y la otra fue el juzgado de bienes de difuntos, una institución que se crea para
llevar adelante un procedimiento para aquellos españoles que murieron en indias y
que no se supiera quienes eran sus herederos. Una situación que se planteaba por
el aumento de individuos que viajaban al nuevo mundo para asentarse en aquel.
Cuando un español fallecia, se llevaba a cabo un procedimiento para individualizar
cuáles eran sus bienes muebles e inmuebles, esto lo llevaba a cabo el juez de
bienes de difuntos, que individualizaba los bienes, los liquidaba, y colocaba en un
arca los bienes muebles que se podían trasladar y los mandaba a la casa de
contrataciones de Sevilla, institución que regulaba todo el tráfico por agua entre
Españas y la colonia, y allí se publicaban edictos en la ciudad de origen del
causante y cuando se encontraban sus sucesores se les entregaba los bienes a sus
legítimos herederos o causahabientes.
5) los grandes cambios que se generan en materia sucesoria, se generan por las
nuevas ideas que se generan en ese contexto. se combate la sociedad dividida por
estamentos, una crítica a la nobleza de sangre, ideas igualitarias, entre otras, que
provocan que haya un rechazo a las vinculaciones, las cuales implican un
estancamiento de la riqueza y no permite la circulación de los bienes.
La legislación es más tolerable con respecto a los individuos y sus creencias, razón
por la cual el sentimiento religioso pierde terreno.Se deja de lado la ley natural, por
la ley positiva la cual es la fuente principal del derecho.
Otro cambio es él de los hijos bastardos que van a ser llamados a la sucesión en
caso de que fueran legitimados y no haya hijos legítimos reconocidos; y los hijos
adulterinos les corresponde ⅓ de los bienes correspondientes a los hijos legítimos.