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5 LB (básico)

Las 5 Leyes Biológicas forman un modelo científico que muestra de manera precisa la
conexión entre la psique, el cerebro y los cambios en el cuerpo.

Las 5 Leyes Biológicas no son una medicina alternativa o una nueva terapia. Las 5 Leyes
Biológicas es un saber médico que, si formara parte del conocimiento de la medicina actual,
nos permitiría ser mucho mas precisos, milimétricos y eficaces. Las 5 Leyes Biológicas
presentan un sistema científico susceptible de ser probado a cada paso y verificado en
cualquier caso. Es una metodología centrada en la persona y no en la enfermedad.

De acuerdo a estas leyes biológicas, las llamadas "enfermedades" no son, como se asume
generalmente, el resultado de un malfuncionamiento o desequilibrio del organismo sino el
resultado de múltiples y diferentes fases de "Programas Especiales con Sentido Biológico"
(SBS) que fueron surgiendo en los organismos para permitirles lidiar con diferentes
situaciones de peligro inesperadas y adaptarse en breve para sobrevivir. Estos programas de
respuesta, esta colección de procesos orgánicos, fisiológicos y emotivos, han ido
transmitiéndose a lo largo de la evolución de la vida, seleccionándose y especializándose en
cada especie hasta nuestros días.

Mientras que se creía que la enfermedad era una entidad nosológica esencialmente estática
contra la que había que luchar y que tiene que ser erradicada y vencida (como un error de
la naturaleza, una máquina descompuesta o el merecido castigo de los dioses, etc.), también
la curación era esencialmente definida como la supresión más o menos estable de los
síntomas. Con las 5 Leyes Biológicas nos abrimos a la comprensión dinámica de la vida y de
los seres vivos, nos damos cuenta que en realidad no existe una salud estática. En todo caso,
podemos aprender con destreza a estar en salud.

En conclusión, nos damos cuenta de que lo que hace la diferencia no es tanto evitar lo que
está sucediendo sino más bien ser capaz de modular con elegancia y flexibilidad las
situaciones inesperadas que pueden suceder en la vida.

Las 5 LB son:
1. Primera Ley (Ley Férrea) ¿cuál es el detonador inicial del proceso?
2. La Ley de las Dos Fases (Bifásica) ¿cómo es el curso del proceso?
3. El Sistema Ontogenético de los tejidos del cuerpo y sus funciones especiales ¿cómo
cambian los tejidos y las funciones del organismo?
4. El Sistema Ontogenético de los Microbios ¿cómo participan los microbios?
5. Quinta Ley (sobre el Sentido Biológico) ¿qué sentido biológico/propósito tienen los
cambios?
El detonador o la activación de un programa biológico (SBS) será un DHS (un shock
biológico grave, dramático, vivido en soledad, difícil de comunicar e inesperado) o un riel,
esa circunstancia con la que se asocia el shock biológico (tales como sonidos, olores,
sabores, temperatura, sustancias de los alimentos, pólenes, gente involucrada, etc.,
presentes en torno a la situación conflictual) El significado biológico de los rieles es
funcionar como una señal de advertencia para evitar experimentar el mismo peligro (DHS)
una segunda vez. Entendemos que los DHS son esenciales para que podamos activar
nuestros programas especiales, que son necesarios para la supervivencia y nuestra
evolución. Esto produce un impacto eléctrico (foco de Hamer) en una parte del cerebro
que controla un órgano.

Es decir que cualquier enfermedad excepto intoxicaciones se desarrolla a 3 niveles

Cuando hay un shock (es decir: sucede algo que activa en nuestro sistema una respuesta
automática sin que haya tiempo de considerar una respuesta pensada) se inicia una fase
activa (simpaticotonía) donde hay preocupación por lo ocurrido, pero no hay síntomas o no
nos damos cuenta de ellos porque la situación acapara toda nuestra atención. En cuanto se
resuelve o se suelta el conflicto, la persona deja de preocuparse y comienza la fase de
reparación (vagotonía) y aparecen los síntomas. El cuerpo no sabe curar sin inflamar. ¿Para
que sirve la inflamación? Por un lado la vasodilatación pone a disposición todas las células
encargadas de la reparación para que hagan su trabajo y por otro lado, recolecta los
desechos y los elimina. Este proceso natural a menudo es interrumpido con medicamentos
innecesarios.
El o los programas que se activan luego de un shock biológico tienen que ver con la
supervivencia. Los programas son adaptaciones para sobrevivir. Pero…

En este gráfico se sintetizan los principales elementos involucrados en la activación de un


shock biológico y su respuesta especial de supervivencia:
Cada órgano en particular responde de acuerdo a su origen embrionario y a la fase en que
se encuentre la activación biológica.

Dependiendo de qué área cerebral haya sido activada con el shock biológico, observaremos
a nivel orgánico dos tipos de comportamiento fisiológico completamente diferentes durante
las diferentes fases de los Programas Especiales de Supervivencia. Si el shock activó un tejido
controlado por el paleoencéfalo (tronco cerebral, mesencéfalo y cerebelo), observaremos
un aumento de la función y eventualmente una proliferación celular durante la Fase Activa
(FA) del programa. Por el contrario, si fue activado un tejido controlado por el neoencéfalo
(sustancia blanca y corteza), observaremos la presencia de disminución del tejido (por
ulceración y eventual necrosis) con reducción funcional en la Fase Activa (FA).
Las capas embrionarias son grupos de células diferenciadas que se forman durante el
desarrollo embrionario y dan origen a todos los tejidos y funciones del organismo. En
embriología se definen 3 capas embrionarias:

1) ENDODERMO o capa interna


2) MESODERMO o capa intermedia
3) ECTODERMO o capa externa

Sin embargo el Dr. Hamer, de acuerdo a sus hallazgos en lo referente a los centros de
control cerebral para los tejidos derivados de cada una de estas capas dividió el mesodermo
en: mesodermo antiguo, mesodermo nuevo y en un mesodermo de transición. Con base en
esto ahora hablamos de 5 capas:

1) ENDODERMO
2) MESODERMO DE TRANSICIÓN
3) MESODERMO ANTIGUO
4) MESODERMO NUEVO
5) ECTODERMO

Tejidos derivados del ENDODERMO:


Túbulos colectores del riñón. Próstata, útero, tubas uterinas, células germinales de ovarios y
testículos. Adenohipófisis y plexos coroideos. Glándulas: salivales menores, sublinguales,
submaxilares, lacrimales, del epitelio nasal y paranasal, tiroides y paratiroides. Amígdalas
faríngeas y linguales. Alvéolos pulmonares, células caliciformes de bronquios y bronquiolos.
Células glandulares del esófago. Oído medio y tubas auditivas. Coroidea de los ojos. Epitelio
glandular de estómago, parénquima del hígado, páncreas exocrino, duodeno, yeyuno, íleon,
ciego, apéndice, colon ascendente, transverso, descendente, sigmoides, recto, trígono
vesical. Glándulas de Bartholin y glándulas secretoras del cuello del útero.

Tejidos derivados del MESODERMO ANTIGUO:


Dermis o corium de la piel. Glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas apocrinas, glándulas
ceruminosas, glándulas tarsales, glándulas mamarias. Pleura visceral, pericardio visceral y
peritoneo visceral.

Tejidos derivados del MESODERMO DE TRANSICIÓN:


Musculatura lisa de: vasos sanguíneos, intestino, útero (miometrio), esfínter interno de la
uretra, válvula íleo-cecal, pared del tercio inferior del esófago (mec. esfínter
gastroesofágico), pared del cuello del útero, esfínter interno del ano. Células musculares
cardiacas nodales especializadas (nodo sinoauricular).

Tejidos derivados del MESODERMO NUEVO:


Tejido conectivo y glíal, huesos, cartílago, ligamentos y tendondes, musculatura estriada,
vasos sanguíneos, vasos y ganglios linfáticos. Médula ósea. Parénquima renal (glomérulos),
tejido intersticial de testículos y ovarios, corteza suprarrenal. Tejido linfático de las
amígdalas palatinas, linguales y faríngeas. Dentina. Cuerpo Vítreo. Bazo. Miocardio (músculo
cardíaco).

Tejidos derivados del ECTODERMO:


Sistema nervioso, motricidad, inervación sensorial de vista, oído, olfato, gusto y tacto.
Neurohipófisis, tálamo, cristalino y retina. Células alfa y beta de los islotes pancreáticos.
Epidermis, conductos galactóforos, canalículos lagrimales y conductos nasolagrimales,
conjuntiva y córnea. Epitelio transicional de: vejiga, uréteres, uretra y pelvis renal. Mucosa:
nasal, anal, vaginal, rectal, del cuello del útero, laríngea y bronquial. Conductos
seminales.Epitelio escamoso de: cavidad oral, conductos salivales y restos de los arcos
branquiales. Exconductos excretores de la tiroides. Mucosa esofágica y faríngea. Curvatura
menor del estómago, bulbo duodenal, conductos biliares y pancreáticos. Intima de arterias y
venas coronarias, arterias carótidas y arco de la aorta. Esmalte dental. Senos paranasales.
Sensibilidad del glande del pene y clítoris. Sensibilidad del Periostio.

Todo lo que sucede en el cuerpo está modulado desde el cerebro

El nivel cerebral es el regulador central de las funciones de todos los niveles, por tanto
vincula las representaciones del sujeto con el comportamiento, los órganos, los tejidos y sus
funciones. En palabras del Dr Hamer «es complejo pues el ordenador (cerebro) programa
en realidad al programador (la psique) y por lo tanto se programa a sí mismo». El Dr.
Hamer descubrió que en el momento en que ocurre un shock biológico, se activa un área
en el cerebro muy específica y predeterminada. El impacto del shock es visible en un
escáner cerebral tomográfico (TAC) como un grupo de finos anillos concéntricos y su
ubicación (relé cerebral) dependerá del “sentir biológico” percibido.

Los centros de control cerebral que mapeo el Dr. Hamer en conexión con las tres capas
germinales son cinco. Estos son el tronco cerebral para los tejidos derivados del
endodermo, el mesencéfalo para los tejidos del mesodermo de transición, el cerebelo para
los tejidos del mesodermo antiguo, la sustancia blanca para los tejidos del mesodermo
nuevo y la corteza cerebral para el ectodermo

La cuarta Ley Biológica describe las relaciones entre nuestros tejidos y los diferentes grupos
de microbios mostrando que éstos son simbiontes con nosotros y actúan de forma
coordinada con el cerebro en los diferentes Programas Especiales de Supervivencia. Es
gracias a ellos que los procesos de reparación y cicatrización se llevan a cabo de forma
óptima.

En "Normotonía" o Eutonía (antes de activar un Programa Especial de Supervivencia) así


como. durante la Fase Activa, los microbios están en espera o latentes. Sin embargo, en el
momento que arriba la solución, los microbios, específicos para el tejido implicado en el
programa, reciben un impulso del cerebro para asistir al proceso de reparación activado, o
sea, son reclutados. Por lo tanto, los microbios están solamente activos en las Fases de
Reparación.

Todos los programas fisiológicos ordinarios de nuestro organismo (en conjunto: la fisiología
normal), así como los Programas Especiales de Supervivencia (que muestran una fisiología
especial con sentido biológico), han sido integrados a través de millones y millones de años,
durante nuestra evolución y son por lo tanto absolutamente sensatos. De hecho, no hay
nada de “maligno” o “benigno” en todo esto, únicamente procesos útiles para sobrevivir y
evolucionar.

En términos generales, podemos decir que las diferentes capas embrionarias responden a
shocks biológicos de:
ENDODERMO - Bocado esencial - Respiración, alimentación, reproducción
MESODERMO ANTIGUO - Protección – Ataque, protección a la integridad
MESODERMO DE TRANSICIÓN - Refuerzo – Refuerzo para retener/expulsar el “bocado”
MESODERMO NUEVO - Estructura – Desvalorización, ser apto o competente
ECTODERMO - Vida en grupo, Contacto, Territorio, Sexualidad

En una primera época estábamos constituidos esencialmente de tejido endodérmico y


debíamos ser capaces de reconocer si una sustancia dada representaba para nosotros un
alimento o un veneno (sensibilidad arcaica); teníamos que ser capaces de incorporar el
bocado de comida y hacerlo avanzar en nuestro tracto digestivo gracias al mesodermo de
transición que viene de refuerzo (función peristáltica); debíamos poder producir jugos
digestivos (función secretoria); ser capaces de absorber los nutrientes (función de
absorción) y expulsar las toxinas (función excretoria). Más tarde, cuando fuimos lanzados
por las mareas sobre las primeras tierras emergentes, tuvimos que desarrollar una capa de
tejido más grueso, que se originó en el mesodermo antiguo para proteger nuestra
integridad de los agentes externos, como el roce con el suelo y los rayos ultravioleta
(dermis, pleura, pericardio, peritoneo). A partir del tejido del mesodermo nuevo,
desarrollamos nuestro sistema esquelético con articulaciones y músculos, para poder
movernos y ser competitivos en tierra firme, ampliamos nuestros vasos sanguíneos para
optimizar el aporte de nutrientes a los músculos y poder movernos más rápidamente y
estructuramos nuestro tejido conectivo para aumentar nuestra resistencia a las variaciones
climáticas. Por último, tuvimos que desarrollar los tejidos de origen ectodérmico para
afinar nuestros sentidos y nuestras mucosas (epitelio escamoso) para poder orientarnos,
comunicar y convivir con nuestro grupo y dar continuidad a la especie.

He aquí algunos ejemplos para facilitar esta comprensión:

- Si un organismo se confronta abruptamente con una situación en la que percibe que su


fuente de sustento (alimento) está amenazada o se ha perdido, el hígado comienza a
mostrar cambios que tienen que ver con la acumulación o almacenaje de reservas (tejido
graso) en el tejido hepático.

- Si al experimentar un shock se percibe que la integridad física se encuentra amenazada o


en riesgo, aumentará el grosor de la piel (por multiplicación celular) y su pigmentación para
proteger al organismo

-Si no se tiene la forma adecuada para desempeñar una acción y al intentarla se experimenta
abruptamente la sensación de no ser apto, se inicia una respuesta que llevará deformar y
readaptar la estructura (ósea, muscular, etc.) a través de la pérdida de tejido o
reblandecimiento (descalcificación, atrofia, etc.) para poder cambiarla.

-Si se sufre una separación (ruptura de contacto) abrupta y dolorosa de otro, disminuye la
sensibilidad para sentir menos.

Es así que la lógica de adaptación está siempre ligada a los cambios funcionales y celulares
propios de los tejidos y que las “enfermedades” dejan de mostrarse como fenómenos malos
y/o fortuitos que la Naturaleza no haya previsto. Sus características son consecuencia de
fenómenos perfectamente programados en los organismos que les brindan continuamente la
oportunidad de salir adelante cuando se encuentran abruptamente con situaciones que
conllevan amenaza para la supervivencia del individuo y de la especie.

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