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Editor de la Serie
Harvey J. Langholtz, Ph.D.
Editor de la Serie
Harvey J. Langholtz, Ph.D.
El material de este curso no necesariamente refleja las opiniones del Peace Operations Training Institute, de los autores
del curso, ni de ningún órgano o filial de Naciones Unidas. Aunque se ha hecho el máximo esfuerzo por verificar su
contenido, el Peace Operations Training Institute y los autores del curso no asumen responsabilidad alguna por los datos
y opiniones que aparecen en él, obtenidos en general de medios públicos y otras fuentes de información independientes.
Si bien este curso se escribió como documento pedagógico y didáctico según la política y doctrina de las Naciones
Unidas, no sienta ni dicta doctrina, algo que solo puede hacerse por medio de documentos oficialmente examinados y
aprobados por la ONU. En algunos casos, se dan opiniones diametralmente opuestas sobre determinados temas para
motivar al alumno a reflexionar, respetando siempre las normas del más libre y genuino interés académico.
Las versiones de este curso que se ofrecen en otras lenguas podrán diferir levemente del texto original en inglés. Los
traductores hacen el máximo esfuerzo por ceñirse fielmente al material original.
Derecho internacional humanitario y
el derecho de los conflictos armados
Índice
Reconocimientos ix
Método de estudio x
Sección 1.4 Lugar que ocupa el DIH dentro del derecho internacional
público 23
Sección 1.6 Campo de aplicación efectiva del DIH: ¿Cuándo se aplica? 28
v
Derecho internacional humanitario y el derecho de los conflictos armados
Sección 4.2 Principios fundamentales del derecho que rige las operaciones
militares 77
vi
Derecho internacional humanitario y el derecho de los conflictos armados
vii
Derecho internacional humanitario y el derecho de los conflictos armados
Sección 8.2 Tareas del CICR previstas en los Convenios de Ginebra y sus
Protocolos adicionales 149
Apéndices
viii
Derecho internacional humanitario y el derecho de los conflictos armados
Reconocimientos
Prof. Édith Baeriswyl, Directora de la Unidad de Educación y Conducta del CICR, por sus valiosas
sugerencias y atenta lectura del texto;
Dr. Bertrand Levrat, Asesor Jurídico de la División Jurídica del CICR, quien aportó numerosos
documentos y sugerencias útiles;
Dr. Harvey Langholtz, Director Ejecutivo del Instituto de Formación en Operaciones de Paz, quien
sugirió la elaboración de este curso y asistió al autor en la culminación de sus dos primeras ediciones; y
Sra. Ramona Taheri, Subdirectora y Jefe de Redacción del Instituto de Formación en Operaciones de
Paz, quien le prestó gran ayuda en la elaboración de la tercera edición.
ix
Derecho internacional humanitario y el derecho de los conflictos armados
Método de estudio
Las siguientes son sugerencias de cómo proceder con este curso. A pesar de que el estudiante
pueda tener métodos alternos que sean efectivos, los siguientes consejos han funcionado para
muchos otros estudiantes.
• Antes de que comience su estudio, primero ojee a través del material del curso en general.
Note los objetivos de las lecciones que le dan una idea de lo que será tratado mientras
procede.
• El material debería ser lógico y directo. En lugar de memorizar detalles individuales, trate de
entender los conceptos y las perspectivas generales con respecto al sistema de las Naciones
Unidas.
• Cuando acabe una lección, tome el Cuestionario Final de la Lección. Si tiene cualquier error,
regrese a la lección y léala de nuevo. Antes de continuar, sea consciente de la discrepancia en
su pensamiento que lo indujo al error.
• Antes de que comience su estudio, primero ojee a través del material del curso en general.
Note los objetivos de las lecciones que le dan una idea de lo que será tratado mientras
procede.
• Su examen será calificado, y si consigue una nota de aprobación de 75% o más alto, se
le premiará con un Certificado de Aprobación. Si su nota es menor a 75%, se le dará una
oportunidad más para tomar una segunda versión del Examen Final del Curso.
• Una nota de que la ortografía está en orden. Este curso ha sido escrito en inglés, de acuerdo a
lo que se utiliza en el Reino Unido.
• foros de alumnos que le permitirán comunicarse con otros alumnos sobre diferentes cuestiones.
x
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
LECCIÓN
Breve historia del derecho
1 internacional humanitario
En la presente lección, se
dará una descripción general
de los orígenes y la evolución
del derecho internacional
humanitario.
Sección 1.2 Orígenes del derecho internacional • Comprender la historia de la codificación de los
humanitario tratados de DIH.
Sección 1.3 Evolución del DIH (1864–2019) • Describir cómo se relaciona el DIH con el
derecho internacional público.
Sección 1.4 Lugar que ocupa el DIH dentro del
derecho internacional público • Explicar las diferencias entre jus ad bellum y jus
in bello.
Sección 1.5 Fuentes del derecho internacional
humanitario • Comprender la definición de derecho
internacional humanitario.
Sección 1.6 Campo de aplicación efectiva del
DIH: ¿Cuándo se aplica?
• Comprender la evolución histórica del derecho
internacional humanitario hasta el Convenio de
Sección 1.7 Un tema delicado pero crucial: La Ginebra de 1864.
clasificación de las situaciones
• Rastrear la evolución del DIH a partir de 1864.
Sección 1.8 Reglas básicas del derecho
• Reconocer las diferentes fuentes del derecho de
internacional humanitario
Ginebra y el derecho de La Haya.
Anexo 1 Convenio de Ginebra del 22
• Comprender cómo el derecho internacional
de agosto de 1864 para el
humanitario encuentra sus fuentes en el
mejoramiento de la suerte de los
derecho internacional público.
militares heridos en los ejércitos
en campaña • Comprender las reglas básicas del DIH.
11
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Conferencia de revisión de los Convenios de Ginebra. Ginebra, julio de 1906. Foto del CICR V-P-HIST-00257.
12
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Aunque los eruditos en general convienen en que la aprobación del Primer Convenio de Ginebra
de 1864 marcó el nacimiento del DIH moderno, también queda claro que las reglas contenidas en
ese Convenio no fueron completamente nuevas, ya que buena parte de estas se inspira en el derecho
consuetudinario existente2. De hecho, ya en el año 1.000 antes de nuestra era existían reglas que
protegían a determinadas categorías de víctimas de conflictos armados, y también costumbres por las
que se autorizaban o prohibían determinados medios y métodos de combate durante las hostilidades.
Aunque esas reglas antiguas y a menudo muy rudimentarias no se establecieron por razones
humanitarias, sino más bien puramente económicas, su efecto fue humanitario.
Por ejemplo:
• Lo que inicialmente llevó a la prohibición de dar muerte a los prisioneros (prohibición reafirmada
y ampliada en el Tercer Convenio de Ginebra de 1949) fue salvaguardar la vida de los futuros
esclavos o facilitar el posible intercambio de prisioneros.
En las más diversas civilizaciones del mundo, a lo largo de toda la historia, existieron tales
prohibiciones. Por ejemplo, en muchas regiones de África, había reglas específicas sobre el inicio de
hostilidades entre diferentes pueblos que se corresponden en buena medida con la clásica obligación
tradicional europea de declarar la guerra. Más aún, en un tratado llamado El arte de la guerra, escrito en
el año 500 antes de nuestra era, el escritor chino Sun Tzu expresaba la idea de que las guerras debían
limitarse a lo estrictamente militar y que se debía tener clemencia para con los prisioneros de guerra,
los heridos, los enfermos y los civiles3. Del mismo modo, se pueden encontrar reglas similares en el
subcontinente indio. Por ejemplo, en el Código de Manu, escrito en el año 200 antes de nuestra era, se
encuentran reglas relativas a la conducta en combate4. En el Código se declaraba que estaban prohibidas
las armas con púas o envenenadas, que se debía atender a los soldados heridos y perdonar la vida
2) En la Sección 1.5, “Fuentes del Derecho Internacional Humanitario”, se da una definición del derecho internacional humanitario.
3) Sun Tzu, The Art of War (El arte de la guerra) (Nueva York: Penguin Classics, 2003).
4) The Law Code of Manu (Las Leyes de Manu) (Nueva York: Oxford University Press, Inc, 2009).
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LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
La historia cultural de Europa también provee ejemplos de barbarie y humanidad. El primer avance
importante en lo relativo a las leyes de la guerra se dio en el año 300 antes de nuestra era con la
escuela filosófica griega denominada Estoicismo. Esa escuela propugnaba alcanzar la humanidad por
medio de la comprensión y la piedad — la necesidad de comprenderse y respetarse mutuamente.
Entre los siglos XVI y XVII, en el Renacimiento y la Era de la razón, floreció en Europa una práctica
interesante y humanitaria. Con frecuencia, los guerreros se reunían antes de las hostilidades y decidían
de común acuerdo directrices por las que regirse durante la batalla. En tales acuerdos especiales se
podía, por ejemplo, establecer la observancia de un armisticio dos días por semana, la obligación de
recoger a los heridos o la responsabilidad de liberar a los prisioneros al final de la guerra. Aunque los
guerreros celebraban esos acuerdos en cada caso específico y limitaban el alcance de su aplicación, los
precedentes que sentaron jugaron un rol de suma importancia en la creación del derecho internacional
humanitario.
Desde esta perspectiva histórica, el origen documentado del DIH se remonta a mediados del siglo
XIX. Hasta ese momento, las reglas de guerra aceptadas reflejaban las teorías de filósofos, sacerdotes
o juristas que se plasmaban en acuerdos especiales de alcance local6. Sin embargo, esas costumbres
eran geográficamente limitadas y no existían reglas internacionales ni universales. El primer tratado
universal de derecho humanitario fue el Convenio de Ginebra de 1864.
Se puede rastrear el origen del DIH en la Batalla de Solferino, un conflicto sangriento que estalló en
el norte de Italia en 1859 entre las fuerzas francesas y austriacas. Un testigo de la masacre, un hombre
de negocios de Ginebra llamado Jean-Henri Dunant (también conocido como Henri Dunant), quedó
aterrado no tanto por la violencia desplegada en esa batalla, sino por la desesperación y el desamparo
de los heridos que quedaban en el campo de batalla. Con la ayuda de los pobladores del lugar, Dunant
decidió de inmediato recoger y atender a los heridos.
De regreso en Ginebra, en 1862, Dunant publicó un libro breve, Un Recuerdo de Solferino, en el cual
describe vívidamente los horrores de la batalla:
5) Se encontrarán más ejemplos históricos de otras reglas y costumbres ancestrales en: Marco Sassòli, Antoine A. Bouvier y Anne Quintin, “Historical
Development of International Humanitarian Law” (“Evolución histórica del derecho internacional humanitario”) en How Does Law Protect in War?
(¿Cómo protege la ley en la guerra?, HDLPiW), Tomo 1 (Ginebra: CICR, 3ª. edición), 3–10. Disponible en inglés: <https://www.icrc.org/en/document/
how-does-law-protect-war-0>.
6) Un buen ejemplo de tales acuerdos es el Código Lieber de 1863 (conocido también como “Instrucciones del gobierno para los ejércitos en el campo de
batalla”), código de conducta promulgado por el Presidente de los Estados Unidos durante la Guerra Civil de ese país. Vea también: Lección 4, Sección 4.1.
14
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
En su libro, Dunant no solo describe la batalla, sino que procura sugerir y promover posibles medidas
tendientes a aliviar la suerte de las víctimas de la guerra. Plantea tres propuestas básicas destinadas a
mitigar su sufrimiento. A tal fin, propone:
Manuscrito de Un Recuerdo de Solferino de Henry Dunant. Portada. Foto del CICR V-P-HIST-00963-05.
7) Henry Dunant, Un Recuerdo de Solferino (Ginebra: CICR, 1986): 41–44. Disponible en inglés: <https://www.icrc.org/en/doc/assets/files/publications/
icrc-002-0361.pdf>.
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LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Sus tres propuestas fueron simples, pero sus consecuencias fueron profundas y duraderas:
• La primera dio origen a todo el sistema de la Cruz Roja Nacional y de las Sociedades de la
Media Luna Roja (de las que a la fecha existen 192 en el mundo).
• La segunda fue fuente de inspiración del Primer Convenio de Ginebra de 1864 y de todos los
tratados de DIH subsiguientes.
• La tercera llevó a la adopción del emblema protector de la cruz roja, tiempo después a los
emblemas de la media luna roja y, más recientemente, al del cristal rojo como alternativa neutral.
El libro de Dunant fue un enorme suceso en toda Europa. Aunque no planteaba ideas totalmente
originales, el mérito de la obra radicó en buena medida en la oportunidad de su mensaje.
En esa época, existía en Ginebra una asociación de beneficencia privada llamada Sociedad del Bien
Público. Su presidente, Gustave Moynier, quedó impresionado con el libro de Dunant y propuso a los
integrantes de la Sociedad tratar de concretar las propuestas de Dunant. Su sugerencia fue aceptada
y cinco miembros de la Sociedad — Dunant, Moynier, Guillaume-Henri Dufour, Louis Appia y Théodore
Maunoir — crearon en 1863 un comité especial llamado Comité Internacional Permanente de Ayuda a
los Soldados Heridos. Ese comité se convertiría 15 años más tarde en el Comité Internacional de la Cruz
Roja (CICR) (vea Lección 8).
A tal fin, en 1864, se realizó en Ginebra una conferencia diplomática, y los 16 Estados representados
en esta finalmente aprobaron lo que formalmente se denominó “Convenio de Ginebra del 22 de agosto
de 1864 para aliviar la suerte que corren los soldados heridos en campaña”. El tratado internacional
resultante quedó abierto a ratificación universal (es decir a un acuerdo no limitado a una región o conflicto
específico y con efecto vinculante para los Estados que formalmente lo suscribieran), por la cual los
Estados acordaran voluntariamente limitar su propio poder a favor de cada uno de los demás. Por primera
vez en la historia, el conflicto armado pasó a ser regulado por una ley escrita de carácter general.
En 10 artículos concisos, el Primer Convenio de Ginebra dio formato legal a las propuestas de
Dunant. Estableció además protección general para los heridos de las fuerzas armadas y un status
especial para el personal médico. Por otra parte, en la conferencia se eligió la cruz roja sobre fondo
blanco como única señal de identificación de todos los servicios médicos militares.
El hecho de que esa conferencia se llevó a cabo en menos de 10 días da una idea clara del apoyo
general que tuvieron las propuestas.
Desde luego, el Convenio original ha sido reemplazado por tratados más modernos y de alcance
más amplio. No obstante, aquel ilustra de manera concisa los objetivos centrales de los tratados de
derecho humanitario8. En el Anexo 1 se transcribe el texto del Convenio original.
8) El Primer Convenio de Ginebra de 1864 fue ratificado por 57 Estados parte, los cuales se detallan en línea. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/
doc/resources/documents/treaty/treaty-1864-geneva-convention-1.htm>.
16
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
A partir de 1866, quedó demostrado el valor del Convenio de Ginebra en el campo de batalla. Para
1882, 18 años después de su aprobación, había sido ratificado universalmente9.
2. La actualización y modernización
periódica de los tratados, para
contemplar las situaciones de los
conflictos recientes. Por ejemplo, las
reglas por las que se protege a los
heridos, aprobadas en 1864, fueron
enmendadas en 1906, 1929, 1949
y 1977. Es por ello que los críticos
han alegado que el DIH siempre
“va rezagado una guerra atrás de la
realidad de la guerra”10.
9) En virtud del Art. 2 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, “ratificación […] significa en cada caso el acto internacional por el cual
un Estado declara en el plano internacional su consentimiento a ceñirse a un tratado con efecto vinculante”. Naciones Unidas, Convención de Viena
sobre el Derecho de los Tratados, Serie Tratados, 23 de mayo de 1969, Parte I, Artículo II, 1(b). Disponible en: <https://legal.un.org/avl/pdf/ha/vclt/
vclt_ph_s.pdf>.
10) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Evolución histórica del derecho internacional humanitario”.
17
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Nota: Los tratados del Derecho de Ginebra aparecen en letra negrita; los instrumentos del Derecho de La Haya, en caracteres comunes.
* Los Convenios que rigen en la actualidad han reemplazado los Convenios de Ginebra anteriores.
Figura 1-1
Esas dos corrientes jurídicas prácticamente se fundieron en una única corriente con la aprobación
de los dos Protocolos adicionales de 1977 a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. Los Convenios de
Ginebra de 1949 que rigen en la actualidad han reemplazado en lo sustancial los anteriores Convenios
de Ginebra.
En 1899, el otro Zar, Nicolás II, convocó a la llamada Primera Conferencia de Paz en La Haya, Países
Bajos. En esa conferencia se aprobaron varios Convenios cuyo propósito general fue limitar los males de
la guerra. Entre otras cosas, por esos convenios se prohibieron:
18
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
de los principios de la ley de las naciones, Frédéric Frommhold (de) Martens (en
francés). Foto del CICR V-P-PER-E-00199 por
tal como resulten de los usos establecidos
E. Bieber.
entre pueblos civilizados, las leyes de
humanidad y los preceptos de la conciencia
pública”11.
La Cláusula Martens, hoy entendida como de aplicación general, ha adquirido el status de norma
consuetudinaria. El efecto de la Cláusula es señalar que, en aquellos casos no contemplados por los
tratados de DIH, las personas afectadas por conflictos armados nunca se encontrarán completamente
privadas de protección, ya que la conducta de los beligerantes se regirá como mínimo por los principios
de la ley de las naciones, las leyes de la humanidad y lo que dicte la conciencia pública12.
Otro éxito importante de la Primera Conferencia de Paz de 1899 fue la ampliación del alcance de las
reglas humanitarias del Convenio de Ginebra de 1864 por el que se amparó además a las víctimas de
conflictos navales. Esa adaptación dio origen al Segundo Convenio de Ginebra de 1949 actual.
En 1906, se revisó el Convenio de Ginebra de 1864 por el que se protegía a los heridos y enfermos
de las fuerzas armadas en campaña. Aunque en la revisión se lo amplió de 10 a 33 Artículos, los
principios fundamentales en los que se basaba siguieron siendo los mismos.
En 1907, se organizó una segunda Conferencia de Paz en La Haya. En esa ocasión se revisaron
los Convenios de 1899 y se introdujeron nuevas reglas. Algunos de los elementos que se incorporaron
fueron una definición de combatientes y una serie de reglas relativas a la guerra naval, los derechos y
deberes de las potencias neutrales, la ocupación militar y los prisioneros de guerra (PDG).
11) La Cláusula Martens se introdujo y reafirmó en tratados subsiguientes (por ejemplo, en el Art. 1 § 2 del Protocolo I adicional de 1977 y en
el preámbulo, § 4 del Protocolo II adicional de 1977). Disponible en: <https://www.icrc.org/es>; La Haya, “Convención relativa a las leyes y
costumbres de la guerra terrestre”, 18 de octubre de 1907. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/treaty-1907-
hague-convention-4-5tdm34.htm>.
12) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Fuentes del derecho internacional humanitario contemporáneo” en HDLPiW, Tomo 1, 10.
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LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
En 1925, a raíz de los sufrimientos padecidos durante la Primera Guerra Mundial (1914–1918), se
aprobó un Protocolo sobre la prohibición del uso en la guerra, de gases asfixiantes, tóxicos o similares
y de medios bacteriológicos. Aunque fue aprobado en Ginebra, ese protocolo claramente corresponde,
por su contenido, a la corriente jurídica del derecho de La Haya.
En 1929, la Confederación Suiza organizó una Conferencia Diplomática en Ginebra. Los principales
resultados de ese encuentro internacional fueron:
• La segunda revisión (luego de la de 1906) del Convenio de 1864, por la cual se lo volvió a
modificar. Entre las nuevas disposiciones, es de señalar el primer reconocimiento oficial del
emblema de la media luna roja. Aunque ya se lo venía usando desde 1876, recién en 1929 se
lo autorizó por ley.
• El otro éxito notable de la Conferencia de 1929 fue la aprobación del Convenio relativo al trato
a los prisioneros de guerra (también como consecuencia de la Primera Guerra Mundial). Si bien
este tema fue tratado hasta cierto punto durante las Conferencias de Paz de 1899 y 1907, no
fue analizado en profundidad hasta 1929.
En 1949, enseguida de la Segunda Guerra Mundial (nótese el paralelo con la Primera Guerra
Mundial y la Conferencia de 1929), se aprobaron los cuatros Convenios de Ginebra actuales. El Primero
(protección de los soldados heridos y enfermos), el Segundo (protección de los náufragos) y el Tercero
(de los prisioneros de guerra), son en esencia versiones revisadas de los Convenios anteriores. El
Cuarto, por el que se prevé la protección de la población civil, es una enmienda totalmente nueva y
constituye el éxito más resonante de la Conferencia de 1949. Otro avance decisivo de la Conferencia
Diplomática de 1949 fue la aprobación del Artículo 3, común a los cuatro Convenios, la primera
disposición internacional aplicable a escenarios de conflicto armado no internacional. Hasta que se
aprobó el Artículo 3 común, los conflictos armados no internacionales (o “guerras civiles”, como se
los llamaba en aquellos tiempos) eran considerados asuntos puramente internos a los cuales no eran
aplicables las normas internacionales.
Conferencia Diplomática sobre la reafirmación y el desarrollo del derecho internacional humanitario aplicable en los
conflictos armados. Ginebra, junio de 1977. Foto del CICR V-P-CER-N-00017-13 por Jean-Jacques Kurz.
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LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
En 1954, reconociendo que las operaciones militares en muchos casos llevaban a la destrucción
de bienes culturales irreemplazables — y pérdidas no solo para su país de origen, sino también para
el patrimonio cultural de todos — la comunidad internacional aprobó la Convención de La Haya para
la Protección de los Bienes Culturales en Caso de Conflicto Armado. Simultáneamente se aprobó un
protocolo relativo a los bienes culturales en tiempos de ocupación. Aunque en la Convención de 1954
se reafirma la protección de los bienes culturales, sus disposiciones no siempre han sido aplicadas
como corresponde. Para abordar ese problema, el 26 de marzo de 1999 se aprobó un segundo
Protocolo de la Convención de 1954, en el cual se prevé un nuevo régimen de protección — “protección
reforzada” — para los bienes culturales de más relevancia para la humanidad.
En 1980, se aprobó otro importante acuerdo auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas:
el Convenio sobre Prohibiciones o Restricciones en el Empleo de Ciertas Armas Convencionales que
Pueden Considerarse Excesivamente Nocivas o de Efectos Indiscriminados. Por ese instrumento se limita
o prohíbe el empleo de minas, trampas explosivas, armas incendiarias y fragmentos no detectables.
En 1995, se aprobó un nuevo Protocolo adicional al Convenio de 1980, por el que se prohibía el uso
de armas láser que causan ceguera permanente.
En 1997, se firmó en Ottawa un Convenio en virtud del cual se prohibió el empleo, almacenamiento,
producción y transferencia de minas antipersonas.
En 1998, se redactó en Roma el Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI). Ese logro fue
la culminación de años de esfuerzos y demostró la firme decisión de la comunidad internacional de
asegurar que no quedaran impunes quienes cometieran graves crímenes. La CPI juzga graves crímenes
internacionales (genocidio, crímenes de lesa humanidad y ataques) independientemente del lugar
donde hayan sido cometidos. Desde el punto de vista jurídico, el Estatuto de Roma no es un tratado de
DIH. Sin embargo, se lo debe mencionar en esta enumeración porque la Corte tiene competencia para
juzgar crímenes de guerra — la más grave violación del derecho internacional humanitario.
En 1999, se aprobó un nuevo Protocolo del Convenio de 1954, relativo a los bienes culturales.
En virtud del Segundo Protocolo (1999), los Estados parte del Convenio quedan facultados para
complementar y reforzar el sistema de protección previsto en 1954. Se aclaran los conceptos de
salvaguarda de los bienes culturales y el respeto a estos; se establecen nuevas precauciones ante
ataques y sus posibles efectos; y se instaura un sistema de protección reforzada para los bienes de más
importancia para la humanidad.
En 2000, se aprobó un Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño. Por este
se eleva la edad mínima de reclutamiento obligatorio de 15 a 18 años y se exhorta a los Estados a
21
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
elevar la edad mínima de reclutamiento voluntario a más de 15. Se establece que los grupos armados
en ningún caso deberán usar a menores de 18 años de edad y se exhorta a los Estados a considerar
ilegales tales prácticas.
En 2008, los gobiernos negociaron y aprobaron el Convención sobre Municiones en Racimo. En virtud
de este importante tratado del derecho internacional humanitario, se prohíbe el empleo, producción,
almacenamiento y transferencia de municiones en racimo y se exige a los Estados adoptar medidas
específicas tendientes a asegurar que esas armas no causen más víctimas en el futuro13.
En 2013, se aprobó el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA). Por este se reglamenta la
transferencia internacional de armas convencionales, así como también sus municiones, piezas y
componentes, con miras a reducir el sufrimiento humano. En virtud del TCA, las decisiones en materia
de transferencia de armas quedan sujetas a criterios humanitarios, prohibiéndolas cuando existe
determinado grado de riesgo de que se cometan crímenes de guerra o graves violaciones del derecho
internacional de los derechos humanos. El TCA fue aprobado el 2 de abril de 2013 y abierto a los
signatarios el 3 de junio de 2013, entrando en vigor el 24 de diciembre de 2014.
El TPAN fue aprobado en una Conferencia Diplomática de las Naciones Unidas el 7 de julio de 2017
y abierto a la firma el 20 de septiembre de 2017. El tratado aún no se encuentra vigente. Entrará en
vigor una vez que 50 Estados hayan notificado al Secretario General de la ONU que aceptan someterse
a este14.
13) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Fuentes del derecho internacional humanitario contemporáneo” en HDLPiW Tomo 1, 2.
14) El 24 de octubre de 2020, Honduras se convirtió en el 50o Estado a ratificar el tratado, permitiendo el tratado a entrar en vigor en enero de 2021.
“Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares de 2017”, CICR, 4 de diciembre de 2019. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/document/
tratado-sobre-la-prohibicion-de-las-armas-nucleares-de-2017>.
22
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Es de señalar que la comunidad internacional apoyó los tratados de DIH. Aunque algunos
instrumentos han sido universalmente ratificados (por ejemplo, los Convenios de Ginebra de 1949),
todavía hay tratados que cuentan con un grado mucho más limitado de adhesión15.
El Cuadro 1-1 ilustra este hecho: El DIH debe entonces ser considerado parte integral, pero
claramente definida, del derecho internacional público.
Cuadro 1-1
La Figura 1-2 muestra con más precisión cómo se ubica el DIH dentro del marco general del derecho
internacional público y cómo difiere de otra parte bien definida de ese “todo”, los principios de jus ad
bellum (legítimas razones para entrar en guerra).
15) Vea un cuadro actualizado en el que se muestran los Estados parte de los principales tratados en “Tratados sobre DIH”, CICR, al que se accedió el 6
de marzo de 2020. Disponible en inglés: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
23
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Jus ad bellum (que rige el recurso a la fuerza armada) se refiere al principio de entrar en guerra
por razones precisas tales como la legítima defensa. Por otro lado jus in bello (las reglas aplicables
a los conflictos armados, es decir al DIH) se refiere al principio de pelear una guerra con justicia, y
comprende normas de proporcionalidad y de distinción entre civiles y combatientes.
El DIH inicialmente surgió en una época en la que el uso de la fuerza era una forma lícita de las
relaciones internacionales, en la que a los Estados no les estaba prohibido luchar entre sí, y en la
que tenían derecho a hacer la guerra (jus ad bellum). En consecuencia, lógicamente no había ningún
problema en que en el derecho internacional se establecieran determinadas reglas de conducta que
debían respetar los Estados en guerra (jus in bello, o ley que rige el conflicto armado), en caso de que
recurrieran a esa modalidad de enfrentamiento.
En cambio hoy en día, el uso de la fuerza entre Estados está prohibido por una regla del derecho
internacional (jus ad bellum ha cambiado, pasando a ser jus contra bellum)16. Se admiten excepciones
a esta prohibición general en casos de legítima defensa individual y colectiva17, de medidas coercitivas
impuestas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas18, y posiblemente de defensa del derecho
de los pueblos a la autodeterminación (guerras de liberación nacional)19. Lógicamente, al menos una de
las partes de un conflicto armado internacional contemporáneo está entonces violando las reglas de jus
ad bellum por el mero hecho de hacer uso de la fuerza, por más respetuosa que sea del DIH. En todas
legislaciones municipales del mundo, se prohíbe por igual el uso de la fuerza contra los organismos
encargados de hacer cumplir la ley (del gobierno).
Por tanto, se debe honrar el DIH independientemente de todo argumento a favor de jus ad bellum
y distinguirlo claramente de jus ad bellum. Toda teoría pasada, presente y futura de una guerra “justa”
solo se referirá a jus ad bellum. No podrá justificar (aunque con frecuencia se la utiliza para ello) que los
16) Expresada en Naciones Unidas, Carta de las Naciones Unidas, 26 de junio de 1945, Capítulo I, Art. 2(4): “Todos los miembros deberán abstenerse en
sus relaciones internacionales de amenazar o atacar por medio del uso de la fuerza la integridad territorial o la independencia política de cualquier
Estado, o de cualquier otro modo contrario a los propósitos de las Naciones Unidas”. Disponible en: <https://www.un.org/es/>.
17) Reconocido en Naciones Unidas, Carta de las Naciones Unidas, 26 de junio de 1945, Capítulo VII, Art. 51: “Nada en la presente Carta habrá de afectar
el derecho inherente de defensa propia individual o colectiva si se produce un ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta que el
Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacional. Las medidas que adopten los Miembros
en el ejercicio de este derecho de defensa propia deberán ser informadas de inmediato al Consejo de Seguridad y de ningún modo afectarán la
potestad y responsabilidad que le corresponda al Consejo de Seguridad en virtud de la presente Carta de tomar en cualquier momento las medidas
que estime necesarias para preservar o restaurar la paz y la seguridad internacional”.
18) Establecido en el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidos.
19) La legitimidad del uso de la fuerza para defender el derecho de los pueblos a la autodeterminación (reconocido en el Art. 1 de ambas Convenciones de
derechos humanos de las Naciones Unidas) fue reconocida por primera vez en la resolución 2105 (XX) de la Asamblea General de la ONU, aprobada
el 20 de diciembre de 1965. Disponible en: <https://undocs.org/es>.
24
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
que se involucren en una guerra “justa” tengan más derechos o menos obligaciones en virtud del DIH
que los que lo hagan en una guerra injusta.
El preámbulo del Protocolo I adicional de 1977 claramente reafirma esta tajante separación entre
jus ad bellum y jus in bello, y dice:
Esta tajante separación entre jus ad bellum y jus in bello implica que el DIH es de aplicación toda
vez que haya efectivamente un conflicto armado, aun cuando ese conflicto se considere ilícito en virtud
del jus ad bellum y que no puedan esgrimirse argumentos de jus ad bellum en la interpretación del DIH.
Sin embargo, también implica que las reglas del DIH no pueden tornar imposible de implementar el jus
ad bellum (por ejemplo, volver ilícita la legítima defensa).
20) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Preámbulo. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
25
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Torres y gabletes del Palacio de la Paz, sede de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. 19 de
enero de 1984. Foto de ONU N° 110327 por ONU.
Según el Artículo 38(1)(a–d) del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, que es considerado
un pronunciamiento acreditado sobre las fuentes del derecho internacional, la Corte aplicará:
• La costumbre internacional como evidencia de una práctica general aceptada como ley;
• Los principios generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas; y
• Las decisiones judiciales y las enseñanzas de los más acreditados especialistas en derecho
internacional público como medio subsidiario de establecer las normas jurídicas21.
Los tratados y la costumbre (consuetud) son las fuentes principales del derecho internacional.
En cuanto al DIH, los tratados más relevantes son los Convenios de Ginebra de 1949, los Protocolos
adicionales de 1977 y las llamadas Convenciones de La Haya. Si bien los tratados solo tienen efecto
vinculante para las partes signatarias, los Estados también pueden estar sujetos a las reglas del derecho
internacional consuetudinario.
21) Naciones Unidas, Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, 18 de abril de 1946. Disponible en: <https://www.un.org/es/documents/icjstatute/>.
26
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Existe amplio consenso entre los eruditos en cuanto a que las normas contenidas en los cuatro
Convenios de Ginebra de 1949 para la protección de las víctimas de guerra y en la IV Convención de
La Haya de 1907 sobre las leyes de la guerra terrestre (salvo las normas administrativas, técnicas y
logísticas) son fiel reflejo del derecho internacional consuetudinario23. También están de acuerdo en
La costumbre internacional La costumbre internacional sine lege: No hay delito sin una ley
Tratados Los Convenios de Ginebra
multilaterales/bilaterales anterior; nulla poena sine lege: No
internacionales Las Convenciones de La Haya
Otros convenios y convenciones hay pena sin una ley anterior).
internacionales
22) “Derecho internacional humanitario consuetudinario”, CICR, 29 de octubre de 2010. Disponible en inglés: <https://casebook.icrc.org>.
23) Para ver el texto completo de la IV Convención de la Haya de 1907, consulte: La Haya, “Respetando las leyes y costumbres de la guerra terrestre y
su apéndice: Normas relativas a las leyes y costumbres de la guerra terrestre”, 18 de octubre de 1907. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/
resources/documents/misc/treaty-1907-hague-convention-4-5tdm34.htm>.
27
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
que muchas disposiciones del Protocolo I adicional y, en menor grado, las contenidas en el Protocolo II
adicional, reflejan la costumbre. Cuando las normas de los tratados reflejan la costumbre, pasan a ser
obligatorias para todos los Estados.
El contenido exacto del derecho consuetudinario es a veces difícil de definir y puede ser objeto de
controversias. En 1995, los Estados parte de los Convenios de Ginebra invitaron al CICR a estudiar
el contenido del derecho internacional consuetudinario humanitario. El CICR trabajó con una amplia
gama de prestigiosos expertos para analizar la práctica actual de los Estados en materia de derecho
internacional humanitario. El objetivo era identificar el derecho consuetudinario en este campo y así
aclarar la protección jurídica que brindaba a las víctimas de guerra. En el estudio, que se culminó en
2005, se identificaron 161 normas de DIH consuetudinario que constituyen el núcleo central del derecho
humanitario de carácter vinculante (obligatorio) para todas las partes de todos los conflictos armados.
Esas normas refuerzan la protección a las víctimas de guerra en todo el mundo24.
Los principios generales del derecho también son obligatorios para los Estados. En cuanto al DIH, se
puede pensar en los principios fundamentales del DIH, tales como los de distinción entre combatientes
y no combatientes, humanidad, necesidad militar o proporcionalidad25.
Sin embargo, como se muestra en la Figura 1-3, también deben tomarse en consideración algunas
fuentes específicas del DIH.
24) Para obtener información adicional sobre las 161 reglas del derecho internacional humanitario consuetudinario y sus comentarios, visite “DIH
consuetudinario”, CICR, 29 de octubre de 2010. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
25) Vea: Lección 4.
26) Jean S. Pictet, Comentario sobre el Primer Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y enfermos de las fuerzas armadas en el
campo de batalla (Ginebra: CICR, 1952): 32. Disponible en inglés: <https://ihl-databases.icrc.org/ihl/COM/365-570005?OpenDocument>.
28
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Aunque los tratados de DIH sistemáticamente se refieren a diferentes tipos de “conflictos armados”,
no dan una definición general de este concepto. El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia
(TPIY) redactó la primera definición integral. Según esa definición, “existe un conflicto armado toda vez
que se recurre a la fuerza armada entre Estados o a la violencia armada prolongada entre autoridades
de gobierno y grupos armados organizados, o bien entre tales grupos dentro de un Estado”27.
El DIH relativo al conflicto armado internacional se aplica “a todos los casos de guerra declarada
o a cualquier otro conflicto armado que se produzca entre dos o más de las Altas Partes Contratantes,
aun si alguno de ellos no reconoce el Estado de guerra”. El mismo conjunto de disposiciones se aplica
además “a todos los casos de ocupación parcial o total del territorio de una Alta Parte Contratante, aun
si no se opone ninguna resistencia a tal ocupación”28.
Así, la doctrina tradicional limita la noción de conflicto armado internacional a contiendas armadas
entre Estados. Durante la Conferencia Diplomática que llevó a la aprobación de los dos Protocolos
adicionales de 1977, se puso en tela de juicio esa concepción y finalmente se reconoció que “las guerras
de liberación nacional” también deberían ser consideradas conflictos armados internacionales30.
27) Sassòli, Bouvier y and Quintin, “Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), El Fiscal c/ Tadić, Competencia” en HDLPiW, Tomo 3, 7. Vea:
TPIY, Fiscal del TPIY contra Dusko Tadić, IT-94-1-AR72 (1995).
28) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo I, Artículo 2. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
29) “La ocupación”, CICR, 1 de mayo de 2020. Disponible en inglés: <https://casebook.icrc.org>.
30) Las situaciones se definen en el Art. 1(4) del Protocolo I adicional como “conflictos armados en los cuales los pueblos estén luchando contra la
dominación colonial, la ocupación extranjera y regímenes racistas, en el ejercicio de su derecho a la autodeterminación”. “Protocolo I adicional a los
Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte I, Artículo
1(4). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
29
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Tradicionalmente, los conflictos armados no internacionales (o, para emplear un término obsoleto,
las “guerras civiles”) eran considerados asuntos puramente internos de los Estados, a los cuales no era
aplicable ninguna disposición del derecho internacional. La aprobación del Artículo 3 común a los cuatro
Convenios de Ginebra de 1949 modificó radicalmente esta perspectiva. Por primera vez, la comunidad de
Estados acordó una serie de garantías mínimas que deberían respetarse durante los conflictos armados
no internacionales. A pesar de su notable relevancia, el Artículo 3 no brinda una definición clara de la
noción de conflicto armado no internacional31.
Según la mencionada disposición, se acordó que el Protocolo II “[s]erá de aplicación a todos los
conflictos armados no contemplados en el Artículo 1 del Protocolo I y que se produzcan en el territorio
de una Alta Parte Contratante entre sus fuerzas armadas y fuerzas armadas disidentes u otros grupos
armados organizados que, bajo un mando responsable, ejerzan sobre parte de su territorio un control
tal que les permita llevar a cabo operaciones militares concertadas y sostenidas, e implementar el
presente Protocolo”32.
Esta definición bastante restrictiva solo se aplica a las situaciones contempladas en el Protocolo II
adicional. No es aplicable a todos los tipos de situaciones contempladas en el Artículo 3 común a los
cuatro Convenios de Ginebra33. En la práctica, hay escenarios de conflictos armados no internacionales
en los cuales solo será de aplicación el Artículo 3, siendo insuficiente el grado de organización de los
grupos disidentes para que sea aplicable el Protocolo II. En cambio el Artículo 3 común será aplicable a
todas las situaciones contempladas en el Protocolo II adicional.
Otras situaciones
El DIH no es aplicable a situaciones de violencia y tensiones internas. El Artículo 1(2) del Protocolo
II adicional lo señala claramente al establecer que “[e]l presente Protocolo no será de aplicación a
situaciones de alteración del orden y tensiones internas tales como disturbios, actos de violencia aislados
31) El Art. 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 se limita a establecer que es aplicable “en caso de conflicto armado de carácter no
internacional que se produzca en el territorio de una de las Altas Partes Contratantes”. I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar
la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo I, Artículo 3; II Convenio de
Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo I, Artículo 3; III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo I, Artículo 3; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo
de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte I, Artículo 3. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
32) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte I, Artículo I. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
33) “Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional”,
8 de junio de 1977, Parte I, Artículo I: “El presente Protocolo, que desarrolla y complementa el Artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra
del 12 de agosto de 1949 sin modificar sus condiciones de aplicación existentes [...]”. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
34) La noción de alteraciones del orden y tensiones internas no fue objeto de definiciones precisas durante la Conferencia Diplomática de 1974–1977.
Vea: Lección 3.
30
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
conflictos armados.
En algunos casos, las situaciones pueden ser tipificadas por las partes en conflicto. Esa clasificación
puede ser, ya sea explícita — el Estado (representado por el poder ejecutivo, judicial o legislativo)
reconoce la existencia de un conflicto armado internacional o no internacional — o bien implícita, por
ejemplo, confiriendo o reclamando el status de prisioneros de guerra de los combatientes capturados.
En muchos casos, los Estados o actores no estatales involucrados en una situación de violencia se
muestran renuentes, fundamentalmente por razones políticas, a reconocer la existencia de un conflicto
armado. Niegan la existencia de un conflicto armado y declaran que en realidad están realizando
operaciones policiales o para hacer cumplir la ley contra bandidos o terroristas.
En un número creciente de casos, la clasificación de las situaciones será aportada por terceros: por
medio de resoluciones que apruebe el Consejo de Seguridad o la Asamblea General de las Naciones
31
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
35) Estas reglas, redactadas por el CICR, resumen la esencia del derecho internacional humanitario. No tienen el peso de un instrumento jurídico ni
pretenden reemplazar los tratados vigentes. Fueron redactadas con la intención de propiciar la promoción del DIH. “Reglas básicas del derecho
internacional humanitario en los conflictos armados”, CICR, 31 de diciembre de 1988. Disponible en: <https://www.icrc.org/es>.
36) “Reglas básicas del derecho internacional humanitario en los conflictos armados”, CICR. Disponible en inglés: <https://www.icrc.org/en/doc/
resources/documents/misc/basic-rules-ihl-311288.htm>.
32
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Artículo 1
Las ambulancias y los hospitales militares serán reconocidos neutrales, y, como tales, protegidos y
respetados por los beligerantes mientras haya en ellos enfermos o heridos.
La neutralidad cesará si estas ambulancias u hospitales estuviesen guardados por una fuerza militar.
Artículo 2
El personal de los hospitales y de las ambulancias, incluso la intendencia, los servicios de sanidad,
de administración, de transporte de heridos, así como los capellanes, participarán del beneficio de la
neutralidad cuando ejerzan sus funciones y mientras haya heridos que recoger o socorrer.
Artículo 3
Las personas designadas en el Artículo anterior podrán, aun después de la ocupación por el enemigo,
continuar ejerciendo sus funciones en el hospital o ambulancia en que sirvan, o retirarse para
incorporarse al cuerpo a que pertenezcan.
En este caso, cuando estas personas cesen en sus funciones serán entregadas a los puestos
avanzados del enemigo, quedando la entrega al cuidado del ejército de ocupación.
Artículo 4
Como el material de los hospitales militares queda sujeto a las leyes de guerra, las personas
agregadas a estos hospitales no podrán al retirarse llevar consigo más que los objetos que sean de su
propiedad particular.
Artículo 5
Los habitantes del país que presten socorro a los heridos serán respetados y permanecerán libres.
Los generales de las Potencias beligerantes tendrán la misión de advertir a los habitantes del
llamamiento hecho a su humanidad y de la neutralidad que resultará de ello.
Todo herido recogido y cuidado en una casa servirá de salvaguardia a la misma. El habitante que
hubiere recogido heridos en su casa estará dispensado del alojamiento de tropas, así como una parte
de las contribuciones de guerra que se impusieran.
Artículo 6
Los militares heridos o enfermos serán recogidos y cuidados, sea cual fuere la nación a que
pertenezcan.
33
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Los comandantes en jefe tendrán la facultad de entregar inmediatamente a las avanzadas enemigas
a los militares enemigos heridos durante el combate cuando las circunstancias lo permitan y con
el consentimiento de las dos partes. Serán enviados a su país los que, después de curados, fueren
reconocidos inútiles para el servicio.
También podrán ser enviados los demás a condición de no volver a tomar las armas mientras dure la
guerra.
Las evacuaciones, con el personal que las dirija, serán protegidas por una neutralidad absoluta.
Artículo 7
Se adoptará una bandera distintiva y uniforme para los hospitales, las ambulancias y evacuaciones
que, en todo caso irá acompañada de la bandera nacional.
También se admitirá un brazal para el personal considerado neutral; pero la entrega de este distintivo
será de la competencia de las autoridades militares.
Artículo 8
Los comandantes en jefe de los ejércitos beligerantes fijarán los detalles de ejecución del presente
Convenio, según las instrucciones de sus respectivos Gobiernos y conforme a los principios generales
enunciados en el mismo.
Artículo 9
Las Altas Partes Contratantes han acordado comunicar el presente Convenio a los Gobiernos que no
han podido enviar plenipotenciarios a la Conferencia Internacional de Ginebra, invitándoles a adherirse
a él, para lo cual queda abierto el protocolo.
Artículo 10
El presente Convenio será ratificado y las ratificaciones serán canjeadas en Berna en el espacio de
cuatro meses o antes si fuese posible.
En fe de lo cual, los plenipotenciarios respectivos lo han firmado y han puesto en él el sello de sus
armas.
Hecho en Ginebra el día veintidós del mes de agosto del año mil ochocientos sesenta y cuatro.
Fuente: El Primer Convenio de Ginebra de 1864, “Convenio de Ginebra del 22 de agosto de 1864 para el mejoramiento de la suerte
de los militares heridos en los ejércitos en campaña”, 22 agosto 1864. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/resources/
documents/treaty/treaty-1864-geneva-convention-1.htm>.
34
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
35
LECCIÓN 1 | BREVE HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Respuestas »
1. C
2. Verdadero
3. C
4. A
5. B
6. B
7. D
8. B
9 A
10. B
36
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
LECCIÓN
Los cuatro Convenios de
En esta lección, se
familiarizará al estudiante
con los tratados y
disposiciones del derecho
internacional humanitario.
37
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
En la pantalla aparece Peter Maurer, Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informando al Consejo de Seguridad
sobre el 70° aniversario de los Convenios de Ginebra. 13 de agosto de 2019. Foto de ONU #817397 por Loey Felipe.
38
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
Dado que sería imposible analizarlas todas en profundidad dentro del alcance de este curso,
centraremos la atención en cuatro conjuntos de normas:
En el Artículo 2, común a los cuatro Convenios de Ginebra, se definen las situaciones a las que se
aplican los cuatro Convenios de Ginebra y el Protocolo I, es decir la noción de conflicto internacional1:
1) El texto completo de todos los tratados y normas que se citan en el presente curso se podrá encontrar en línea. Aquellos que deseen profundizar en
el tema podrán encontrar también en línea los Comentarios publicados bajo el auspicio del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en los cuales
se analizan en detalle todas las disposiciones de los Convenios de 1949 y de los Protocolos adicionales. Todos los textos y comentarios se encuentran
aquí: “Tratados, Estados y Comentarios”. Disponible en inglés: <https://ihl-databases.icrc.org/ihl>.
2) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo I, Art. 2. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
39
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
El Protocolo I se refiere a la
protección de las víctimas de
conflictos armados internacionales,
y el Protocolo II, a las de conflictos
armados no internacionales. Ginebra.
Firma de los Protocolos adicionales
a los Convenios de Ginebra del 12
de agosto de 1949. 10 de junio
de 1977. Foto del CICR V-P-
CER-N-00025-18 por Gérard Leblanc.
3) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte I, Art. 1(4). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
40
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
resultado aplicable.
Prohibición de la represalia
En el derecho internacional público, los Estados pueden tomar represalia en condiciones estrictas.
La represalia debe entenderse como un acto ilícito que se comete para vengar o frenar otro acto ilícito.
Aunque el DIH forma parte del derecho internacional público, difiere de este en cuanto a la represalia. En
realidad, el DIH contiene una serie de disposiciones específicas por las que se prohíbe tomar represalia
contra toda persona, bienes e instalaciones protegidas4.
No renuncia a derechos
Los captores suelen ejercer mucha presión en las personas amparadas por los Convenios y el
Protocolo I para que renuncien a la protección que les brindan. En el Artículo 7, común a los cuatro
Convenios, se prohíbe expresamente tal renuncia5.
En general, los Convenios I y II de Ginebra son prácticamente idénticos. El Convenio I ampara a las
víctimas militares de la guerra terrestre, mientras que el Convenio II protege a las víctimas militares
de la guerra en el mar. Por lo demás, los principios que subyacen a ambos tratados son idénticos.
El Protocolo I amplía la protección que otorgan los Convenios extendiéndola a heridos, enfermos y
náufragos tanto militares como civiles.
4) Vea por ejemplo: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en
campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VIII, Art. 46: “Se prohíben las represalias contra los heridos, enfermos, el personal, las instalaciones y los
equipos amparados por el Convenio”. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
5) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas
armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo I, Art. 7: “Los heridos y enfermos, así como también los integrantes del personal médico y los
capellanes, en ningún caso podrán renunciar parcial ni totalmente a los derechos que se les otorgan en virtud del presente Convenio y en los acuerdos
especiales mencionados en el artículo precedente, en caso que los hubiere”. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
41
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
42
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
El Artículo 10 del Protocolo I amplía esta protección básica a todos los heridos, enfermos o náufragos.
Cuando caen en manos del enemigo, las víctimas militares pasan a ser prisioneros de guerra al amparo
del Tercer Convenio7.
6) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y enfermos de las fuerzas armadas en campaña del 12
de agosto de 1949”, 12 de agosto de 1949, Capítulo II, Art. 12; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los
heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”. Disponible en:<https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
7) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo II, Art. 14 y Art. 16. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
8) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo II, Art. 15. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
9) Marco Sassòli, Antoine A. Bouvier y Anne Quintin, “Protección de los heridos, enfermos y náufragos” en ¿Cómo protege la ley en la guerra? (HDLPiW),
Tomo 1 (Ginebra: CICR, 3ª edición), 12. Disponible en inglés: <https://www.icrc.org/en/document/how-does-law-protect-war-0>.
10) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Protección de los heridos, enfermos y náufragos” en HDLPiW, Tomo 1, 12.
43
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
Si el desaparecido se encuentra sin vida, será importante notificárselo a la familia. Dado que no sería
razonablemente posible identificar a todo cuerpo que se encuentre, las partes no estarán obligadas a
hacerlo. Los adversarios deberán limitarse a reunir información que ayude a identificar los cuerpos que
encuentren (lo cual será más fácil si los fallecidos llevan documento o tarjeta de identificación, como lo
recomienda el derecho internacional humanitario), y acordar organizar equipos de búsqueda11. Si logran
identificar a la persona fallecida, las partes del conflicto deberán notificárselo a la familia. En cualquier
caso, sus restos deberán ser tratados con respeto, darles digna sepultura y marcar el lugar del sepelio12.
El derecho internacional humanitario establece protección integral y exhaustiva para las unidades
de atención y transporte sanitario y el material de uso médico. Estos bienes deberán ser respetados y
protegidos en todo momento por los beligerantes, y no serán objeto de ataque. En ningún caso, podrán
usarse instalaciones protegidas como escudo para resguardar objetivos militares de un ataque.
El Protocolo I, Artículo 12, párrafo 1 se refiere al “Cese de la protección a las unidades de atención
médica a civiles”. “No deberá cesar la protección a la que tienen derecho las instalaciones, a menos que
se las emplee para realizar”, además de “su función humanitaria, actos lesivos para el enemigo”. Aun
en esas circunstancias, solo se podrá “dejar de brindarles protección una vez que se les haya hecho la
correspondiente advertencia, en la que se establezca, si corresponde, un plazo razonable para rectificar
su proceder”14.
11) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña, 12 de
agosto de 1949, Capítulo II, Art. 16; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos
armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte I, Art. 3(2), Parte II, Parte II, Sección III, Art. 33(2) y (4). Disponible en: <https://www.icrc.org/
es/tratados-sobre-dih>.
12) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo II, Art. 17; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos
armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II, Sección III, Art. 34(1). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
13) Vea lo siguiente sobre las unidades de transporte sanitario: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección
de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II, Sección I, Art. 8(g). Vea lo siguiente sobre las unidades
de atención médica: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas
armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo III, Arts. 19–23; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida
a las personas civiles en tiempo de guerra, aprobado del 12 de agosto de 1949”, 12 de agosto de 1949, Parte II, Art. 18; “Protocolo I adicional a los
Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II, Sección
I, Art. 8(e) y Arts. 12–14. Vea lo siguiente sobre las unidades de transporte sanitario: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar
la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo IV, Arts. 35–37; II Convenio
de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12
de agosto de 1949, Capítulo VI, Arts. 38–40; IV Convenio de Ginebra “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en
tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte II, Arts. 21–22; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de
las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II, Sección I, Arts. 8(g) y Sección II, Arts. 21–31. Vea lo siguiente
sobre los materiales de uso médico: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de
las fuerzas armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo V, Arts. 33–34. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
14) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte II, Sección I, Art. 13(2). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
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LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
Los Convenios I y II de Ginebra amparan a los heridos, enfermos y náufragos, y además hacen
extensiva la protección al personal sanitario, de apoyo administrativo y religioso. En campaña, no
deberán ser atacados y se les deberá permitir cumplir su tarea médica o religiosa. Si caen en manos
del adversario, este no podrá considerarlos prisioneros de guerra. El adversario solo podrá retenerlos si
necesita personal médico para atender a los prisioneros de guerra16. El IV Convenio de Ginebra ampara
a aquellos civiles que atienden a civiles enfermos y heridos: “El Protocolo I amplió la categoría de
personas (permanentes o temporales, militares o civiles) amparadas en virtud de sus funciones médicas
o religiosas”17.
Emblema y señales18
Los Convenios y los Protocolos adicionales autorizan el uso de cuatro emblemas: la cruz roja, la
media luna roja, el cristal rojo, y el león y sol rojos sobre fondo blanco. Sin embargo, la comunidad
internacional solo utiliza en la actualidad los tres primeros.
15) Vea lo siguiente sobre el personal médico: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de
los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II, Sección I, Art. 8(c). Vea lo siguiente sobre el personal religioso: “Protocolo
I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977,
Parte II, Sección I, Art. 8(d). Vea lo siguiente sobre a quiénes amparan los Convenios de Ginebra I y II: I Convenio de Ginebra, “Convenio de
Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo IV, Arts. 24
y 25. El II Convenio de Ginebra, Capítulo IV, Arts. 36–37, trata sobre la protección al personal de los buques hospital y demás personal de a bordo.
Vea lo siguiente sobre la protección al personal médico y religioso: IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección
debida a las personas civiles en tiempo de guerra del 12 de agosto de 1949”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección III, Art. 56; “Protocolo I
adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977,
Arts. 15–20; “Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter
internacional”, 8 de junio de 1977, Parte III, Art. 9. Vea responsabilidades de la parte contraria para con el personal médico y religioso: I
Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo IV, Arts. 28 y 30; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y
los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de agosto de 1949, Capítulo IV, Art. 37; III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al
trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Capítulo IV, Art. 33. Vea lo siguiente sobre los civiles que atienden a enfermos
y heridos: IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto
de 1949, Parte II, Art. 20(1). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
16) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Protección de los bienes e instalaciones de uso médico (incluidos hospitales y ambulancias)”.
17) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Protección de los heridos, enfermos y náufragos” en ¿Cómo protege la ley en la guerra? (HDLPiW), Tomo 1, 3.
18) Vea lo siguiente sobre los emblemas autorizados: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y
los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VII, Art. 38; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para
aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VI, Art. 41;
“Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte II, Sección I, Art. 8(1); “Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los
conflictos armados sin carácter internacional”, 8 de junio de 1977, Parte III, Art. 12. Vea lo siguiente sobre el uso indicativo de los emblemas:
I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”,
12 de agosto de 1949, Capítulo VII, Art. 44(2–4). Vea lo siguiente sobre las consecuencias de hacer mal uso de los emblemas: La Haya,
“Convención relativa a las leyes y costumbres de la guerra terrestre”, 18 de octubre de 1907, Apéndice del Convenio: “Normas de respeto a las leyes
y costumbres de la guerra terrestre”, Sección II, Capítulo III, Art. 34. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/
treaty-1907-hague-convention-4-5tdm34.htm>; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de
los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte III, Sección I, Art. 37(1)(d), y Parte V, Sección II, Art. 85(3)(f). Vea lo siguiente
sobre usos prohibidos del emblema: Convención de Ginebra I, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos
de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo IX, Art. 53; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte
que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VI, Art. 45; “Protocolo I
adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977,
Parte III, Sección I, Art. 38, y Parte V, Sección II, Art. 85(3)(f). Vea lo siguiente sobre las responsabilidades de los Estados con respecto
al emblema: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en
campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo IX, Art. 54; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos, los
enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VI, Art. 45. Todos los Convenios se podrán encontrar en:
<https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
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LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
atención y transporte sanitario) durante conflictos armados, distinguiéndolos de los combatientes. Para
ser eficaz en tales circunstancias, el emblema debe ser grande y bien visible: “Solo podrá mostrarse a
efectos médicos, y tal uso deberá ser autorizado y controlado por el Estado”19.
La función indicativa del emblema se emplea principalmente en tiempos de paz, ya que no implica
protección. Tal uso señala a aquellas personas, equipos y actividades asociados a la Cruz Roja (de
conformidad con los principios de esta). El empleo a efectos indicativos deberá hacerse de acuerdo a la
legislación nacional y el emblema será usualmente pequeño.
En contraste con las limitaciones mencionadas que se imponen a las Sociedades Nacionales de la
Cruz Roja y demás, las organizaciones de la Cruz Roja Internacional pueden utilizar el emblema en todo
momento y para todas sus actividades20.
“Se deberá impedir el mal uso y el uso inapropiado del emblema, lo cual en ciertas situaciones
configurará crimen de guerra”, a fin de evitar malograr la protección que brinda21. Por tanto, no podrá
ser imitado ni usado con fines privados ni comerciales. Los Estados parte deberán implementar leyes
nacionales en línea con los Convenios y Protocolos adicionales, no solo sobre la debida autorización del
uso del emblema, sino también sobre el castigo al mal uso o uso inapropiado de este.
Según el Artículo 16 del Protocolo I, no se castigará a nadie por haber realizado una actividad
médica de conformidad con la ética de la profesión, cualesquiera hayan sido las circunstancias o los
beneficiarios de tal actividad22. Por otra parte, los combatientes no podrán forzar a ninguna persona a
incurrir en actos contrarios a la ética médica (por ejemplo, “asistencia” médica en tortura u otra forma
de trato inhumano o degradante).
La protección de los prisioneros de guerra se relaciona con otros dos importantes conceptos del DIH:
2. La definición de combatiente(s).
Antes de analizar las normas relativas al status de prisioneros de guerra (“combatientes que
han caído en manos del enemigo”) y el trato a estos, es preciso detenernos en los dos conceptos
mencionados precedentemente23.
La regla de que los combatientes solo pueden apuntar al potencial militar del enemigo subyace a
todo el derecho internacional humanitario. Este principio implica que el DIH debe definir quiénes pueden
19) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Protección de los heridos, enfermos y náufragos” en HDLPiW, Tomo 1, 9.
20) A saber, el CICR y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (vea Lección 8).
21) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Protección de los heridos, enfermos y náufragos” en HDLPiW, Tomo 1, 9.
22) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte II, Sección I, Art. 16. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
23) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Los combatientes y los prisioneros de guerra” en HDLPiW, Tomo 1, 1–17.
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LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
ser considerados parte integral de ese potencial y, por tanto, quiénes pueden ser atacados e intervenir
directamente en las hostilidades, pero no ser castigados por tal intervención en virtud de la legislación
local. Según el principio de distinción, todo aquel que participa en un conflicto armado deberá distinguir
a las personas así definidas, que son los combatientes, de los civiles. Los combatientes deben por tanto
distinguirse (permitir que el enemigo los identifique) de todos los civiles que no participan directamente
en las hostilidades y no pueden ser atacados por las fuerzas armadas.
En el transcurso del tiempo, se logró trazar la línea divisoria entre las dos categorías en una
transacción entre los intereses contrapuestos de las fuerzas poderosas, bien equipadas, y las fuerzas
más débiles. Las fuerzas bien equipadas abogaban por una definición estricta y una clara identificación
de los combatientes. Las fuerzas más débiles deseaban en cambio mantener la opción más flexible de
hacer uso de recursos humanos adicionales para seguir adelante con las hostilidades aun cuando el
enemigo controlara su territorio. Esto sería prácticamente imposible si los combatientes tuvieran que
identificarse de manera permanente.
No obstante, se debe hacer una distinción si ha de respetarse el DIH; los combatientes enemigos
solo pueden respetarles la vida a los civiles si suponen que quienes parecen civiles no los van a atacar.
Esta distinción fundamental entre civiles y combatientes ha planteado grandes desafíos en los
últimos años, en especial en el marco de los llamados conflictos asimétricos en los cuales se enfrentan
fuerzas de estructura muy dispar, y en la “guerra contra el terrorismo”.
En el Cuadro 2-1, se pretenden aclarar los principales elementos del DIH que diferencian a los
civiles de los combatientes en tiempos de conflicto armado internacional.
Aunque es esencial la distinción entre civiles y combatientes, esta suele ser muy difícil de respetar,
en especial en los conflictos de hoy en día.
Cuadro 2-1
CIVILES COMBATIENTES
Todos los no combatientes Integrantes de las fuerzas armadas
(vea “Definición de combatiente”)
Actividades
No participan directamente en las hostilidades. Participan directamente en las hostilidades.
Derechos/Obligaciones
No tienen derecho a participar en las hostilidades (pero Tienen derecho a participar en las hostilidades (pero
sí a ser respetados). tienen la obligación de respetar el derecho internacional
humanitario).
Punibilidad
Pueden ser castigados por su mera participación en las No pueden ser castigados por su participación en las
hostilidades. hostilidades, siempre que hayan respetado las normas
del DIH.
Protección
Están protegidos porque no participan en las hostilidades. Están protegidos cuando dejan de participar:
• Si han caído en poder del enemigo;
Están protegidos porque no participan en la defensa. • Si son heridos, enfermos o náufragos; y
• Si se lanzan en paracaídas de una aeronave
accidentada (vea Art. 42 del Protocolo I).
Están protegidos de algunos medios y métodos de
guerra, aun mientras están luchando (vea más adelante
Lección 4: “Derecho internacional sobre la conducción
de las hostilidades”).
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LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
Definición de combatientes
Los combatientes son integrantes de las fuerzas armadas. El elemento principal de su status
jurídico en los conflictos armados internacionales es que tienen derecho a participar directamente en
las hostilidades. Si caen en poder del enemigo, pasan a ser prisioneros de guerra y no pueden ser
castigados por haber participado directamente en estas.
1) Integra las fuerzas armadas stricto sensu (en sentido estricto) de una parte de un conflicto
armado24:
• Respeta el DIH.
a) Se encuentra bajo un mando que responde a una parte del conflicto armado internacional.
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LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
Quienes tienen status de prisioneros de guerra gozan de trato de prisioneros de guerra. Las
potencias que los detienen pueden recluir a los prisioneros de guerra sin seguir ningún procedimiento
en especial ni por ninguna razón en particular. Con tal reclusión no se pretende castigarlos, sino frenar
su participación directa en las hostilidades y, posiblemente, protegerlos. Esta es la finalidad de todas
las restricciones que imponen a los prisioneros de guerra las detalladas normas contenidas en el Tercer
Convenio de Ginebra. Con la observancia de esas normas, se armonizan el interés de la potencia que
detiene, el interés de la potencia de la que depende el prisionero (su Estado de origen) y los propios
intereses del prisionero. Si bien es de creciente importancia este tercer factor al influjo de los cambiantes
estándares en materia de derechos humanos, el derecho internacional humanitario sigue considerando
al prisionero de guerra soldado de su país30. Debido a que intervienen intereses del Estado, el prisionero
no puede renunciar a sus derechos ni a su status.
El Tercer Convenio de Ginebra contiene unas 90 disposiciones detalladas que rigen la vida cotidiana
de los prisioneros de guerra. Abarcan desde el interrogatorio inicial (Artículo 17) a las restricciones en
materia de movimiento (Artículo 21), pasando por temas relativos al alojamiento (Artículo 25), comida
(Artículo 26), ropa (Artículo 27), deportes (Artículo 38), libertad religiosa, higiene, trabajo, etc. Todas
estas normas están redactadas con claridad; el principio general del Tercer Convenio de Ginebra es
que los prisioneros de guerra deben llevar una vida lo más normal posible en tiempos de conflicto
internacional31.
29) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte III, Sección II, Art. 46. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
30) Vea: Lección 6, donde se trata la distinción entre derecho internacional humanitario y derecho internacional de los derechos humanos.
31) Vea: Lección 8, donde se trata el rol del CICR en representación de los prisioneros de guerra.
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LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
Dado que las potencias que detienen a los prisioneros de guerra los retienen para frenar su
participación en las hostilidades, estos deben ser liberados y repatriados cuando deja de ser posible su
participación, ya sea durante el conflicto por razones de salud, o una vez finalizadas las hostilidades32.
Actualmente se conviene que aquellos prisioneros de guerra que teman ser perseguidos no deberán
ser repatriados por la fuerza, honrando el espíritu del derecho internacional de los derechos humanos
y de los refugiados. Dado que esta disposición da al poder que detiene oportunidad de abusar del
prisionero de guerra forzándolo a partir o a permanecer, planteando el riesgo de volver a generar
desconfianza mutua, es importante determinar si el prisionero efectivamente desea partir. Sin embargo,
sigue siendo difícil determinar la libre voluntad del prisionero y su suerte, si el poder que lo detuvo no
está dispuesto a otorgarle asilo.
Los civiles están pasando a ser la abrumadora mayoría de las víctimas de los conflictos armados,
por más que en el DIH se prevea que “los ataques deben dirigirse exclusivamente a combatientes y
objetivos militares, y que se deberá respetar a los civiles” (principio de distinción)35.
32) III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte IV, Sección II, Art.
118. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
33) Vea lo siguiente sobre los civiles en los conflictos armados: IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a
las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte II, Arts. 13–26; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949
relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte IV, Sección II; “Protocolo I adicional
a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte
IV, Secciones II-III, Arts. 72–79; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de
guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Secciones I-II, Arts. 27–46; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida
a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección IV, Capítulos I–X, Arts. 79–135; IV Convenio de Ginebra,
“Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección I, Arts.
27–34 y Secciones III-IV, Arts. 47–135; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo
de guerra”, 12 de agosto de 1949, Sección IV, Capítulos I-XII, Arts. 79–135; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a
la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulos I-II, Arts. 49(2) y 50(1);
Lección 4. Todos los convenios están disponibles en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
34) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo II, Art. 50. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
35) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La protección de los civiles” en HDLPiW, Tomo 1, 1.
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LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
En la guerra, los civiles necesitan del respeto de aquellos en posición de mando que puedan llegar a
arrestarlos, maltratarlos, acosarlos, “confiscar sus bienes o privarlos de alimento o atención médica”36.
El DIH asigna esta protección a todos los civiles, pero hace especial hincapié en los “civiles protegidos”;
los que están en manos del enemigo, ya sea por encontrarse en territorio enemigo o porque el enemigo
ocupa su territorio. En ambos casos, las normas más detalladas se refieren al trato a los civiles recluidos
en el marco de un conflicto por su propia seguridad (no porque hayan cometido un delito). Esta norma
detallada para los reclusos civiles se justifica por el hecho de que tal reclusión constituye una excepción
a la regla general de que las partes en conflicto, a diferencia de lo que ocurre con los combatientes,
no pueden detener a civiles del enemigo. Últimamente, sigue el dictum (pronunciamiento) para los
prisioneros de guerra del Tercer Convenio. En la guerra, los civiles también necesitan ser respetados
por las fuerzas enemigas que podrían, por ejemplo, bombardear sus ciudades, atacarlos en el campo
de batalla u obstaculizar la recepción de alimentos o mensajes de los familiares. Esas normas sobre
protección de la población civil de los efectos de las hostilidades, principalmente contenidas en el
Protocolo I, forman parte del derecho internacional sobre la conducción de las hostilidades y benefician
a todos los civiles que se encuentren en el territorio de las partes enfrentadas en un conflicto armado
internacional37.
La Parte II del Convenio IV — “Protección general de las población contra de ciertos efectos de la
guerra” — y la Parte IV del Protocolo I contienen una serie de disposiciones que protegen a todos los
civiles o, dentro de la población, a ciertas categorías de personas particularmente vulnerables, a saber,
mujeres (Artículo 76), niños (Artículo 77) y periodistas (Artículo 79).
Otras normas se refieren a la protección de hospitales, ambulancias y personal médico civil. Todas
estas son similares a las analizadas en la Sección 2.2 de la presente lección.
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LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
Por último, es de señalar un conjunto específico de disposiciones por las que se crean áreas protegidas.
“El DIH procura fundamentalmente proteger a los civiles y a otras categorías de personas protegidas,
asignando a los combatientes la obligación de identificar [sin lugar a dudas] los objetivos militares”
y atacar exclusivamente esos objetivos, “respetando a los civiles dondequiera que se encuentren en
ese momento”38. Sin embargo, el DIH también define diferentes tipos de zonas destinadas a separar
a los civiles de los objetivos militares. En esas zonas, las víctimas de la guerra quedan a salvo de los
efectos de las hostilidades y de caer bajo fuego enemigo, ya que a las fuerzas enemigas se les asegura
que en determinada área donde se agrupa a las víctimas no hay objetivos militares39. Todas las áreas
protegidas se establecen con el consentimiento de todas las partes en conflicto. Así, “si el enemigo
respeto el DIH, las víctimas de la guerra [que se encuentran en estas zonas] no corren ningún riesgo
de ser afectadas por los efectos de las hostilidades”40. Las zonas que se establecen en virtud del DIH
deben “distinguirse de las áreas seguras, los corredores humanitarios y los refugios seguros creados
recientemente en virtud del Capítulo VII” de la Carta de las Naciones Unidas para evitar que esas áreas
y las víctimas de guerra que allí se encuentren caigan bajo el control del enemigo41. En general, estas
se les imponen a las partes en conflicto y deben contar con defensa militar. Desde el punto de vista
jurídico, las zonas protegidas por el DIH corresponden jus in bello, mientras que las zonas previstas en
el Capítulo VII se basan en jus ad bellum42.
Normas que protegen a los civiles que están en manos del enemigo o en su territorio
El principio general de estas normas (que amparan a los extranjeros que se encuentran en el
territorio de una parte de un conflicto) es que el Estado de acogida debe autorizar a esas personas
a abandonar su territorio al comienzo del conflicto43. Sin embargo, el Cuarto Convenio de Ginebra
establece que, en determinadas condiciones, el Estado donde se encuentran podrá prohibirles partir si
teme que al hacerlo pueden llegar a afectar la seguridad nacional (Artículo 35). A aquellas personas que
no puedan o no deseen abandonar el país de acogida, se las deberá autorizar a llevar una vida lo más
normal posible (Artículos 38 y 39).
Cuando el Estado de acogida considera que no puede permitir a esos ciudadanos extranjeros vivir
en libertad con la debida seguridad, el Cuarto Convenio de Ginebra plantea varias, aunque no ilimitadas
formas de restringirles la libertad de movimiento. A tal efecto, el Estado podrá disponer un lugar de
residencia obligatorio para ellos, o aun recluirlos en condiciones estrictas (Artículo 42). Las condiciones
de reclusión de esos civiles serán muy similares a las de los prisioneros de guerra.
38) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La conducción de las hostilidades” en HDLPiW, Tomo 1,29.
39) Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”,
12 de agosto de 1949, Capítulo III, Art. 25; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en
tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte II, Arts. 14–15; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de
las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo V, Arts. 59–60. Disponible en: <https://www.
icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
40) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La conducción de las hostilidades” en HDLPiW, Tomo 1, 29.
41) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La conducción de las hostilidades”, 30.
42) Vea: Lección 1, Sección 1.4, “La posición del DIH dentro del derecho internacional público”.
43) Vea: IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949,
Parte II, Secciones I, II y IV. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
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LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
Los civiles que se encuentran en territorios ocupados merecen y necesitan de normas estrictas que
los protejan. Ellos entran en contacto con el enemigo “simplemente por el conflicto armado en el cual el
enemigo pasa a tener el control del territorio donde viven. Los civiles no tienen ninguna obligación para
con la potencia de ocupación, a no ser la inherente a su status de civiles, a saber, la de no participar
en las hostilidades. En virtud de esa obligación, el DIH no les permite resistirse violentamente a la
ocupación del enemigo ni tratar de liberar ese territorio por medios violentos”45.
Considerando ejemplos previos del DIH, es lógico que la potencia de ocupación esté obligada a
permitir que la vida en el territorio ocupado siga con la máxima normalidad posible46. Por tanto, el
DIH protege el status quo ante (la situación anterior), pero responde de manera inadecuada a las
nuevas necesidades de la población del territorio ocupado. Cuanto más se prolonga una ocupación, más
evidentes se vuelven las fallas del régimen.
Según el DIH, las leyes locales permanecen en vigor en los territorios ocupados, y los tribunales de
justicia locales siguen actuando, salvo en lo relativo a la salvaguarda de la seguridad de la potencia de
ocupación. Por otra parte, salvo cuando sea imprescindible para las operaciones militares, no se deberá
destruir la propiedad privada. Esta:
El único interés de la potencia de ocupación que protege el DIH es la seguridad de sus fuerzas
armadas. “Podrá adoptar las medidas necesarias para proteger esa seguridad, pero también será
responsable de mantener la ley y el orden en el territorio ocupado”, y de asegurar la higiene, la salud
pública, los alimentos y los suministros médicos. La potencia de ocupación tiene además legítimo interés
44) Vea lo siguiente sobre las normas que rigen para los territorios ocupados: La Haya, “Respetando las leyes y costumbres de la guerra terrestre
y sus apéndices: Normas relativas a las leyes y costumbres de la guerra terrestre”, 18 de octubre de 1907, Capítulo V, Sección III, Art. 43. Disponible
en: <https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/treaty-1907-hague-convention-4-5tdm34.htm>; IV Convenio de Ginebra, “Convenio
de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección III, Arts. 55, 56, 64
y 66. Vea lo siguiente sobre las normas que protegen a los civiles que se encuentran en los territorios ocupados: “Protocolo I adicional a
los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II, Art.
23, Parte IV, Art. 17 y Parte IV, Sección III, Art. 73, Parte IV, Capítulo VI, Sección II, Art. 70; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo
a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección III, Arts. 47, 49 y 73. Vea lo siguiente
sobre las normas que protegen a los refugiados: IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas
civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección II, Arts. 35–46, Parte III, Sección III, Art. 45(4); “Protocolo I adicional a los
Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio 1977, Parte IV, Sección
II, Art. 70(2). Todos los documentos se podrán consulte en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
45) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La protección de los civiles” en HDLPiW, Tomo 1, 21.
46) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La protección de los civiles” en HDLPiW, Tomo 1, 21.
47) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La protección de los civiles” en HDLPiW, Tomo 1, 21. Vea: IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la
protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Capítulo III, Art. 49(1) y (6) y Art. 53; La Haya,
“Respetando las leyes y costumbres de la guerra terrestre y su apéndice: Normas relativas a las leyes y costumbres de la guerra terrestre”, 18 de
octubre de 1907, Capítulo V, Sección III, Art. 55. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih> y <https://www.icrc.org/es/doc/
resources/documents/misc/treaty-1907-hague-convention-4-5tdm34.htm>.
53
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
en controlar el territorio durante la ocupación, es decir hasta que el Estado soberano anterior libere el
territorio o que, en virtud de un tratado de paz, se transfiera la soberanía a la potencia de ocupación48. El
DIH no se pronuncia a favor de ninguna de estas soluciones, ya que es neutral en materia de cuestiones
de jus ad bellum. Solo procura asegurar desde el punto de vista jurídico que durante la ocupación no se
adopte ninguna medida que comprometa el reintegro del territorio a su Estado soberano anterior.
Las normas del derecho internacional humanitario relativas a los territorios ocupados son de
aplicación toda vez que un enemigo de la potencia que previamente controlara un territorio asume
el control de ese territorio durante un conflicto armado, así como también en casos de ocupación
beligerante, aun si la ocupación no encuentra resistencia armada. Las normas protegen a todos los
civiles, salvo a los ciudadanos de la potencia de ocupación (sin incluir a los refugiados). “La incorporación
unilateral del territorio ocupado por parte de la potencia de ocupación — sea lícita o ilícita en virtud
del jus ad bellum, o de acuerdos celebrados por la potencia de ocupación con autoridades locales del
territorio ocupado — no podrá privar”49 a los civiles de la protección del DIH.
Si los Estados respetaran sistemática y plenamente los principios del derecho humanitario que
amparan a los civiles, prevendrían la mayoría de las migraciones debidas a conflictos armados. El
DIH de los conflictos armados no internacionales prevé una prohibición general del desplazamiento
forzoso de civiles, mientras que el DIH de los conflictos armados internacionales prevé tal prohibición
exclusivamente para los territorios ocupados. Aunque el DIH reconoce que tales situaciones y
movimientos de poblaciones se producen por motivos no relacionadas con conflictos, igual ampara a las
personas desplazadas y a los refugiados que queden varados en medio de un conflicto armado.
Las personas desplazadas son civiles que huyen de un conflicto armado hacia un destino ubicado
dentro de su país. El DIH ampara a los desplazados debido a conflictos armados internacionales,
por ejemplo, otorgándoles el derecho a recibir elementos esenciales de supervivencia. “Los civiles
desplazados por conflictos armados internos gozan de protección similar, pero menos detallada”50.
En cambio, los refugiados son aquellos que huyen de su país. El DIH protege a estas personas
“como civiles afectados por hostilidades”51 solo si han huido a un Estado involucrado en un conflicto
armado internacional (o si ese Estado está sufriendo un conflicto armado interno)52. “El DIH ampara
específicamente a los refugiados que ingresan al territorio de un Estado enemigo del trato discriminatorio
(por su nacionalidad). Aquellos a quienes se considera refugiados previo al estallido de hostilidades
(incluidos los provenientes de un Estado neutral) son considerados siempre personas protegidas en
48) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La protección de los civiles” en HDLPiW, Tomo 1, 21. Vea: La Haya, “Respetando las leyes y costumbres de la guerra
terrestre y su apéndice: Normas relativas a las leyes y costumbres de la guerra terrestre”, 18 de octubre de 1907, Capítulo V, Sección III, Art. 43.
Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/treaty-1907-hague-convention-4-5tdm34.htm>.
49) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La protección de los civiles” en HDLPiW, Tomo 1, 22.
50) Los Convenios de Ginebra de 1949: Comentario, ed. por Andrew Clapham, Paola Gaeta y Marco Sassòli (Londres: Editorial Oxford University Press,
2015), 1319. Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en
campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo I, Art. 3; “Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas
de los conflictos armados sin carácter internacional”, 8 de junio de 1977. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
51) Sassòli, Bouvier y Quintin, “La protección de los civiles” en HDLPiW, Tomo 1, 16. En la Convención de la ONU de 1951 sobre el status de los
refugiados y su Protocolo de 1967, se define a un refugiado de manera más estrecha (en general, como alguien que huye de la persecución). Solo
en la Convención de la Organización de la Unidad Africana sobre los aspectos específicos de los problemas de los refugiados en África se incluye en
el concepto de refugiados a aquellas personas que huyen de conflictos armados. Sin embargo, los civiles deben ampararse en estas Convenciones y
en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados para obtener protección y beneficios cuando huyen a un territorio no
involucrado en un conflicto armado, ya que no es aplicable el DIH.
52) En este caso, sería de aplicación el Art. 3, común a los cuatro Convenios y al Protocolo II.
54
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
virtud del DIH de los conflictos armados internacionales”53. El DIH otorga además garantías especiales
para quienes han huido a un territorio que luego pasa a ser ocupado por su Estado de origen. Por
último, con respecto a la no repatriación, los Convenios establecen expresamente que las personas
protegidas no pueden ser transferidas a un Estado en el que teman ser perseguidas por sus opiniones
políticas o creencias religiosas.
Dado que, en esencia, todo el DIH implica armonizar consideraciones humanitarias con necesidades
militares, la protección que se otorga a los civiles en virtud de los tratados no es absoluta. Los civiles
pueden perder su status de protegidos si dejan de actuar como civiles, es decir cuando incurren en
actos de agresión contra el enemigo y participan directamente en las hostilidades.
La siguiente definición del concepto de participación directa en hostilidades fue tomada de la Guía
interpretativa del CICR.
55
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
En la Guía interpretativa del CICR, Parte II, Sección V, “Elementos constitutivos de la participación
directa en hostilidades”:
55) Nils Melzer, “Parte VI: Comienzo y final de la participación directa en las hostilidades” en Guía para interpretar la noción de participación directa en las
hostilidades según el derecho internacional humanitario (Ginebra: CICR, 2010), 65.
56
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
57
LECCIÓN 2 | LOS CUATRO CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 Y SUS PROTOCOLOS ADICIONALES
Respuestas »
1. B
2. C
3. A
4. Verdadero
5. C
6. D
7. D
8. A
9. C
10. A
58
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
LECCIÓN
El conflicto armado no
3 internacional
En esta lección, se
analizarán más en
profundidad los conflictos
armados no internacionales
(CANI).
59
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
El Centro Hawa Abdi del Corredor de Afgooye, fundado por la Dra. Hawa Abdi, primera ginecóloga de Somalia y trabajadora humanitaria
de renombre mundial, viene atendiendo desde hace décadas las necesidades de decenas de miles de somalíes desplazados por la guerra
civil de su país. Un médico examina a una niña en el hospital administrado por el Centro Hawa Abdi. 25 de septiembre de 2013. Foto de
ONU #563363 por Tobin Jones.
1) Marco Sassòli, Antoine A. Bouvier y Anne Quintin, “El derecho de los conflictos armados
no internacionales” en ¿Cómo protege la ley en la guerra? (HDLPiW), Tomo 1 (Ginebra:
CICR, 3ª edición), 1–29. Disponible en inglés: <https://www.icrc.org/en/document/how-
does-law-protect-war-0>.
60
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
Por otra parte, el tener normativas distintas para los conflictos armados internacionales y no
internacionales obliga a los actores humanitarios y a las víctimas a determinar de qué clase de conflicto
se trata para poder invocar las normas que los amparan. Tal determinación resulta a veces difícil desde
el punto de vista teórico, y es siempre delicada desde el punto de vista político2. Por ejemplo, en una
guerra de secesión, una parte invocará el derecho de los conflictos armados no internacionales, lo cual
implica que la secesión (aún) no se ha logrado. Ese punto de vista es inaceptable para las autoridades
secesionistas en lucha por la independencia, quienes invocarán el derecho de los conflictos armados
internacionales en el entendido de que ellos (los secesionistas) constituyen un Estado autónomo. Esta
tipificación es inaceptable para las autoridades del gobierno central.
Aunque pueda parecer ilógico, los Estados y el derecho internacional nunca han tratado de la misma
manera a los conflictos armados internacionales y a los no internacionales. Hasta hace poco, se admitía
que las guerras entre Estados eran una forma legítima de las relaciones internacionales y aun hoy el
uso de la fuerza entre Estados no está totalmente prohibido3. Por el contrario, dentro de los Estados, los
gobiernos han ostentado el monopolio del uso legítimo de la fuerza, impidiendo que grupos armados se
alcen contra otras facciones o contra el gobierno central.
Las víctimas de conflictos internacionales necesitan del amparo de las normas del derecho
internacional. Hasta los Estados más que más defienden su soberanía han venido acatando esas
normas desde hace siglos. Como se mencionaba en la Lección 1, los Estados reconocen además que
los soldados no pueden ser castigados por su participación en la batalla; en otras palabras, ellos tienen
“derecho a participar” en las hostilidades. En cambio, la normativa relativa a los conflictos armados no
internacionales es más reciente. Desde hace mucho tiempo, los Estados consideran que tales conflictos
son asuntos puramente internos y que deben ser dirimidos de conformidad con la legislación nacional.
Ningún Estado aceptará así como así que sus propios ciudadanos se alcen en guerra contra el gobierno
central. Dicho de otra manera, ningún gobierno renunciará por completo a su derecho a castigar a sus
propios ciudadanos por participar en una rebelión. Aplicar todas las normas “del derecho internacional
humanitario contemporáneo (DIH) de los conflictos armados internacionales a los conflictos armados
no internacionales sería incompatible con el propio concepto de sociedad internacional contemporánea
formada por Estados soberanos”4.
Sin embargo, se podrá hacer referencia al derecho de los conflictos armados internacionales para
comprender los conflictos armados no internacionales, porque el DIH de los conflictos armados no
internacionales enfrenta problemas similares, se desarrolló más tarde y encarna los mismos principios,
2) Vea: Lección 1, Sección 1.7, “Un problema delicado pero crucial: la clasificación de las situaciones”.
3) “El conflicto armado no internacional” CICR. Vea: Lección 1, donde se trata la distinción entre jus ad bellum y jus in bello.
4) Sassòli, Bouvier y Quintin, “El conflicto armado no internacional” en HDLPiW, Tomo 1, 2.
61
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
aunque menos detalladamente. Los principios básicos de las dos ramas del derecho son los mismos, y
es preciso compararlos para aclarar la distinción entre una y otra. Además, si en un conflicto armado
no internacional un participante enfrenta una situación no prevista en el tratado aplicable, buscará una
solución análoga en el derecho los conflictos armados internacionales y luego analizará si es posible
aplicarla dada la naturaleza de los conflictos armados no internacionales. No obstante, los soldados
aprenden y cumplen solo un conjunto de normas.
En primer lugar, los conflictos armados no internacionales difieren de los conflictos armados
internacionales por el status jurídico de las partes que se enfrentan. En un CANI, se trata, no ya de
Estados soberanos, sino del gobierno de un Estado frente a una o varias facciones armadas que operan
dentro de su propio territorio.
En segundo lugar, no todas las formas de violencia contra un gobierno deben considerarse CANI. El
criterio general para hacerlo es la existencia de claras hostilidades entre las partes involucradas.
Tomando en cuenta estos parámetros, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha elaborado
una definición general de CANI, la cual, aunque no tiene carácter oficial, ha sido generalmente aceptada:
62
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
No fue sino hasta el siglo XIX que se intentó crear algunas normas internacionales que se aplicaran
a los conflictos armados no internacionales, a los que en esa época se los denominaba guerras civiles.
Esas normas, llamadas de “reconocimiento de la beligerancia”, situaban a los insurgentes a la par de
los beligerantes (es decir como una parte de un conflicto internacional), con lo cual quedaban sujetos al
mismo régimen de derechos y deberes que cualquier otra parte de un conflicto armado internacional7.
El reconocimiento de la beligerancia (que podía hacerse por parte de otros Estados o por el gobierno
del propio Estado en cuestión) sin duda alivió el sufrimiento de las víctimas de CANI. Sin embargo, tal
reconocimiento siguió dándose sólo en contadas ocasiones. Los gobiernos afectados temían conferirles
status jurídico a los insurgentes, y los demás Estados solían ser reacios a intervenir en lo que en general
se consideraba asuntos internos de otro Estado.
Al advertir que se realizaban muy pocos reconocimientos de beligerancia y había cada vez más
conflictos armados no internacionales, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja/Media Luna Roja
en su conjunto, y en particular el Comité Internacional de la Cruz Roja, trataron de desarrollar nuevos
mecanismos jurídicos de protección a las víctimas de CANI8. Ya en 1912, el CICR procuró infructuosamente
abordar este tema, en especial señalando el rol que podría desempeñar como mediador neutral en tales
situaciones.
Los travaux préparatoires (trabajos preparatorios) de la Conferencia, así como también las diferentes
versiones preliminares de los tratados presentadas por el CICR entre 1945 y 1949, claramente reflejan
las dos alternativas previstas para amparar más eficazmente a las víctimas de CANI:
7) Sassòli, Bouvier y Quintin, “El derecho de los conflictos armados no internacionales” en HDLPiW, Tomo 1, 11.
8) Vea: Lección 8, Sección 8.6, “El Movimiento de la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja”.
63
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
Al final, en la Conferencia, se optó por la segunda y se aprobó una única disposición, el Artículo 3
común a los cuatro Convenios de Ginebra.
De 1949 a 1977
Durante este período, que se caracterizó además por la proliferación de conflictos armados no
internacionales, se produjeron varios acontecimientos jurídicos de importancia. En 1954, se aprobó,
con el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), un instrumento completamente nuevo por el que se amparaban los bienes culturales en
caso de conflicto armado. La comunidad de Estados consideró la cuestión de si ese tratado sería de
aplicación a los conflictos no internacionales, y, por primera vez, decidieron aprobar normas del DIH que
se aplicarían a conflictos armados tanto internacionales como no internacionales9.
9) Vea: La Haya, “Convención para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado y reglamento para la ejecución de la Convención de
1954”, 14 de mayo de 1954, Capítulo VI, Artículo 19: “En caso de conflicto armado de carácter no internacional que se produzca dentro del territorio
de una de las Altas Partes Contratantes, cada parte del conflicto estará obligada a aplicar, como mínimo, las disposiciones de la presente Convención
relativas al respeto de los bienes culturales”. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
64
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
Por último, en los últimos años se ha ido desdibujando la distinción entre conflictos armados
internacionales y no internacionales que había sido clara y explícita hasta 1977. Es por ello que varios
de los tratados recientes fueron redactados para su aplicación a ambos tipos de conflictos armados.
El tipo de situaciones a las que se aplicaría el Artículo 3 fue uno de los temas más debatidos de
la Conferencia Diplomática de 1949. Aunque algunas delegaciones trataron de establecer parámetros
claros para el Artículo 3, se decidió finalmente dejar de lado este delicado tema. Por ende, en el Artículo
3, solo se define de manera vaga cuándo es aplicable: “En caso de conflicto armado de carácter no
internacional que se produzca en el territorio de una de las Altas Partes Contratantes”10.
Por tanto, se debe recurrir a los travaux préparatoires y, en aún mayor medida a la práctica del
Estado, para evaluar el campo real de aplicación. Por ejemplo, en la actualidad generalmente se acepta
que el umbral de hostilidades necesario para aplicar el Artículo 3 debe ser muy bajo. En efecto, el
Artículo 3 debe aplicarse a toda situación que se dé dentro del territorio de un Estado en la que estallen
hostilidades indiscutibles (excluyendo por tanto anarquía, rebelión o simple delincuencia) entre las
fuerzas armadas del Estado y grupos armados organizados, o bien entre grupos armados. Aunque
resulta problemática desde el punto de vista jurídico, la ambigüedad de su definición ha propiciado sin
embargo una aplicación sumamente flexible del Artículo 3.
Aunque rápidamente resultó ser de enorme relevancia, el Artículo 3 fue solo el primer paso. En la
década de 1970, el CICR decidió que se necesitaba un instrumento de mayor alcance. A tal efecto, redactó
un Protocolo simplificado, documento paralelo al Protocolo I adicional (aplicable a conflictos internacionales)
pero adaptado a la naturaleza específica de los conflictos armados no internacionales. Definir los parámetros
del campo de aplicación de ese nuevo instrumento fue aún más difícil en 1974–1977 de lo que fue durante
la Conferencia Diplomática de 1949 (compare con el Artículo 1 del Protocolo II)11.
Finalmente, el precio que se debió pagar por un Protocolo detallado de ese carácter fue definir de
manera estricta su campo de aplicación, haciéndolo menos amplio que el Artículo 3. Se lo limitó así a los
conflictos armados entre fuerzas del gobierno y fuerzas armadas organizadas bajo mando responsable
que ejerzan un control tal sobre parte del territorio nacional que “les permita llevar a cabo operaciones
militares sostenidas y concertadas e implementar el Protocolo”12. Se tomó la precaución adicional de
excluir específicamente actividades tales como disturbios, actos de violencia esporádicos y otros actos
de naturaleza similar.
10) Vea el texto completo del Primer Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas
armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo I, Artículo 3. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
11) Vea el texto del “Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin
carácter internacional”, 8 de junio de 1977, Parte I, Artículo I. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
12) Sassòli, Bouvier y Quintin, “TPIY, El Fiscal c/ Boškoski” en HDLPiW, Tomo 3, 7. Vea: TPIY, El Fiscal contra Ljube Boškoski y Johan Tarčulovski, IT-04-
82-T, Sentencia del 10 de julio de 2008.
65
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
Así, los respectivos campos de aplicación del Artículo 3 común y del Protocolo II adicional difieren
uno de otro. El Artículo 3 se aplica a un conjunto más amplio de situaciones. Dicho de otra manera, en
todos los casos para los que rige el Protocolo II también rige el Artículo 3; pero hay situaciones a las
que solo es aplicable el Artículo 3. En el Artículo 1 del Protocolo II, se ha reconocido esta distinción,
estableciendo que: “En el presente Protocolo...se desarrolla y complementa el Artículo 3 común a
los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, sin modificar sus condiciones existentes ni su
aplicación” [Se agregó énfasis].
Ahora es preciso analizar quiénes deben someterse al derecho de los conflictos armados no
internacionales. Desde el punto de vista jurídico, el Artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra
y el Protocolo II obligan a los Estados parte a respetar esos tratados; tal obligación abarca a todas
las personas que puedan ser consideradas representantes de esos Estados. Sin embargo, el derecho
internacional humanitario debe obligar también a las partes no estatales de un conflicto armado no
internacional, incluso a los que están combatiendo al gobierno. Incluyendo a los actores no estatales
en las normas, el DIH no solo protege a las víctimas de las fuerzas rebeldes, sino también refuerza el
principio de igualdad de los beligerantes en conflictos armados no internacionales. Si el DIH no respetara
la igualdad de los beligerantes en los conflictos armados no internacionales, tendría pocas chances de
ganarse el respeto de las fuerzas del gobierno, “porque estas no gozarían de ninguna protección, ni
tampoco de las fuerzas opositoras, porque estas podrían alegar que no están sujetas” al DIH14.
Por tanto, cuando los Estados crean leyes para conflictos armados no internacionales en las que se
requiere considerar a “cada una de las partes del conflicto”, implícitamente confieren a las fuerzas no
gubernamentales el status jurídico internacional necesario para que tengan derechos y obligaciones en
virtud de esas normas. Los Estados han otorgado a los rebeldes, por medio del derecho de los conflictos
armados no internacionales, el status de sujetos de derecho internacional humanitario; si no lo hubieran
hecho, sus esfuerzos por promulgar leyes no habrían tenido ningún efecto en los insurgentes. Al
mismo tiempo, los Estados establecieron explícitamente que la aplicación y aplicabilidad del derecho
internacional humanitario por parte de los rebeldes y a estos no les otorgaría status jurídico para
normas del derecho internacional que fueran más allá de las del derecho internacional humanitario15.
13) Vea: Jean Pictet, “Evolución y principios del derecho internacional humanitario”, Nijhoff Law Specials, Tomo 2, 1985, 48.
14) Sassòli, Bouvier y Quintin, “El derecho de los conflictos armados no internacionales” en HDLPiW, Tomo 1, 25.
15) Compare con Primer Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren loso heridos y enfermos de las fuerzas armadas
en campaña, aprobado el 12 de agosto de 1949”, 12 de agosto de 1949, Capítulo I, Artículo 3(1). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-
sobre-dih>.
66
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
Por último, es preciso abordar un efecto de los CANI en el status jurídico de las partes. En el Artículo
3, se establece claramente que la aplicación de esa disposición no afectará el status jurídico de las partes
del conflicto. Por tanto, la aplicación del derecho humanitario durante un conflicto no internacional no
internacionaliza el conflicto ni le confiere status jurídico alguno a ninguna parte del conflicto.
Existe por lo menos una distinción muy importante entre estos dos conjuntos de normas: el principio
de “distinción entre combatientes y civiles”16, que es fundamental para la protección de las víctimas de
conflictos armados internacionales, no rige para los conflictos armados no internacionales17. Ello quiere
decir que los insurgentes de CANI podrán ser arrestados, enjuiciados y detenidos por el mero hecho de
participar en las hostilidades, aun habiendo respetado las normas del derecho internacional humanitario.
Aunque es lamentable desde una perspectiva humanitaria, debe reconocerse este desequilibrio. Ilustra
claramente el hecho de que los tratados de DIH son redactados, no ya por organizaciones humanitarias,
sino por Estados que no están decididos ni dispuestos a renunciar a algunas de sus prerrogativas
soberanas.
El Artículo establece por último que “un organismo humanitario imparcial, tal como el CICR, podrá
ofrecer sus servicios a las partes en conflicto”.
Dado que el Artículo 3 constituye la piedra angular del derecho humanitario que ampara a las
víctimas de conflictos armados internacionales (y rige para los 196 Estados signatarios de los Convenios
de Ginebra de 1949) parece apropiado transcribir aquí el texto de ese documento:
16) “Norma 1: Principio de distinción entre combatientes y no combatientes”, CICR. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
17) Vea: Lección 2.
67
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
68
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
Se deberá respetar, proteger y tratar con humanidad a todos los heridos, enfermos y náufragos.
Se los deberá atender sin hacer ninguna clase de distinción, salvo la fundada en razones médicas. Las
partes de un conflicto deberán tomar todas las medidas que estén a su alcance para buscar y recoger a
los heridos, enfermos y náufragos, y rendir honores fúnebres a los muertos.
Se deberá respetar, proteger y prestar ayuda al personal médico en el cumplimiento de sus tareas,
incluida la asistencia a los heridos sin discriminación alguna. Nadie podrá ser castigado ni enjuiciado
por desarrollar actividades médicas compatibles con la ética médica, independientemente de a quién
beneficien. Tampoco se podrá obligar al personal médico a realizar actos contrarios a las normas de la
ética médica.
Se deberá respetar a las unidades de atención y de transporte médico al igual que al personal
médico, siempre que no se las emplee para cometer actos de agresión.
Se deberá respetar el emblema distintivo de la cruz roja, la media luna roja y el cristal rojo que
sea utilizado con la autorización y bajo el control de una autoridad competente (el gobierno, la parte
disidente). No se lo deberá usar para ninguna actividad que no sea de carácter médico-sanitario.
18) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo I, Artículo 3. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
69
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
El Protocolo establece que no podrán ser objeto de ataques la población civil ni los civiles. Además,
en los actos de terrorismo contra civiles, estos serán protegidos siempre que no participen directamente
en las hostilidades. Se prohíbe también la muerte por inanición como método de guerra.
Solo se podrá autorizar el desplazamiento de civiles por su propia seguridad o si resulta imperativo
por razones militares.
Las sociedades de ayuda humanitaria, tales como las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja o la
Media Luna Roja, podrán ofrecer sus servicios y, de ser necesario, brindar asistencia imparcial, siempre
que dé su consentimiento la Alta Parte Contratante en cuestión.
Además, no se deberán atacar instalaciones potencialmente peligrosas, tales como represas, diques
y centrales de energía eléctrica nuclear.
El Protocolo II adicional ahonda en las garantías previstas en el Artículo 3 común a los cuatro
Convenios de Ginebra de 1949. En particular, en el Artículo 4, se establece que:
70
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
(g) pillaje;
Se deberá brindar a los niños el cuidado y la atención que necesiten, en especial en lo relativo a
la educación. Se deberá hacer el máximo esfuerzo por devolverlos a sus familias cuando hayan sido
separados de estas. Por último, las partes del conflicto no deberán reclutar a niños menores de 15 años
de edad ni permitirles participar en las hostilidades.
A las personas privadas de libertad por motivos relacionados con el conflicto se les deberán dar
todas las garantías en materia de seguridad, asistencia, atención médica y condiciones de trabajo. Su
lugar de reclusión o detención no deberá encontrarse cerca de la zona de combate.
Los juicios penales deberán llevarse a cabo bajo el Estado de derecho. Solo podrá pronunciar
sentencia un tribunal que ofrezca garantías básicas de imparcialidad e independencia.
19) “Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional”,
8 de junio de 1977, Parte I, Artículo 4. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
20) Compare con Lección 1, Sección 1.5, “Fuentes del derecho internacional humanitario”.
71
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
D. 1949, 1977
6. Las fuerzas disidentes son amparadas
por el Protocolo II solo si _____.
3. En virtud del Protocolo II adicional de
1977, los lugares de oración _____. A. formulan una declaración especial
identificados
7. Según el DIH, las fuerzas rebeldes
D. no reciben ninguna protección especial tienen _____.
4. El trato humano a las víctimas de CANI A. más derechos que las fuerzas del gobierno
previsto en los Artículos 4, 5 y 6 del B. menos deberes que las fuerzas del gobierno
Protocolo II adicional _____. C. obligaciones similares a las de las fuerzas
A. ampara a todas las personas que no del gobierno
participan directamente o que han dejado D. derechos y deberes distintos a los de las
de participar en las hostilidades, se haya fuerzas del gobierno
restringido o no su libertad
B. aborda de manera exhaustiva la cuestión
de las limitaciones de medios y métodos de
guerra
C. no cubre la toma de rehenes
D. solo rige para aquellas personas a quienes
se les ha restringido libertad
72
LECCIÓN 3 | EL CONFLICTO ARMADO NO INTERNACIONAL
Respuestas »
1. A
2. D
3. A
4. A
5. B
6. D
7. C
8. A
9. Falso
73
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
LECCIÓN
Medios, métodos y desarrollo de
4 la guerra
74
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
Yves Daccord, Director General del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), hace uso de la palabra en la reunión del Consejo de
Seguridad sobre protección de los civiles en el conflicto armado. 22 de mayo de 2018. Foto de ONU #762472 por Eskinder Debebe.
1) Se podrá ver además al Señor Antoine Bouvier tratando el tema más en profundidad:
Instituto de Formación en Operaciones de Paz, Derecho internacional humanitario
– Introducción al curso. Disponible en inglés: <https://www.peaceopstraining.org/
videos/329/international-humanitarian-law-course-introduction/>.
75
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
Aunque eran sumamente constructivos, las costumbres nacionales y los acuerdos bilaterales eran
insuficientes. Hacia fines del siglo XIX, la comunidad internacional reconoció la necesidad de aprobar
normas internacionales por las que se restringiera o prohibiera el uso de determinados medios y
métodos de guerra.
2) Las 10 reglas de Abu Bakr para el ejército de Rashidun: “Deteneos, oh pueblo, para que pueda daros diez reglas para vuestra orientación en el campo
de batalla. No cometáis traición ni os apartéis del camino recto. No mutiléis los cuerpos de los muertos. No asesinéis a niños, mujeres ni ancianos. No
dañéis ni prendáis fuego los árboles, en especial los frutales. No matéis al rebaño del enemigo, salvo para obtener alimento. Es probable que paséis
junto a personas que han dedicado su vida a los servicios monásticos; dejadlos en paz”. Youssef H. Aboul-Enein y Sherifa Zuhur, “Decisiones islámicas
sobre la guerra”, Instituto de estudios estratégicos, octubre de 2004, 22. Disponible en inglés: <https://publications.armywarcollege.edu>.
3) “El Islam y la guerra”, BBC, actualizado el 13 de agosto de 2009. Disponible en inglés: <http://bbc.co.uk/religion/religions/islam/islamethics/war.
shtml>. Nota: Las traducciones pueden variar.
4) Francis Lieber, Instructions for the Government of Armies of the United States in the Field (Nueva York: D. Van Nostrand, 1863). Disponible en inglés:
<https://www.loc.gov/rr/frd/Military_Law/Lieber_Collection/pdf/Instructions-gov-armies.pdf?loclr=bloglaw>.
76
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
El primer tratado internacional, la Declaración por la que se renuncia a utilizar en tiempo de guerra
proyectiles explosivos de menos de 400 gramos de peso, fue formulada en San Petersburgo en 18685.
Más adelante en este curso se analizarán el contenido y relevancia actual de ese tratado, pero antes
será preciso mencionar algunos principios básicos que rigen todas las normas del derecho humanitario,
y en particular las que regulan los medios y métodos de guerra.
“Considerando:
5) Vea: Declaración por la que se renuncia a utilizar en tiempo de guerra proyectiles explosivos de menos de 400 gramos de peso, 1868. Disponible en
inglés: <https://ihl-databases.icrc.org/applic/ihl/ihl.nsf/INTRO/475>.
6) Declaración por la que se renuncia a utilizar en tiempo de guerra proyectiles explosivos de menos de 400 gramos de peso.
77
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
(g) destruir o confiscar los bienes del enemigo, a menos que tal
destrucción o confiscación sea imperiosamente necesaria para
la guerra;
7) La Haya, “Reglamento relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre”, 18 de octubre de 1907. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/
resources/documents/misc/treaty-1907-regulations-laws-customs-war-on-land-5tdm39.htm>.
8) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte IV, Sección I, Artículo 49. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
78
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
Esos principios fueron nuevamente reafirmados y afinados en el Artículo 35 del Protocolo I adicional
de 1977 que se cita a continuación:
En otras palabras, la necesidad militar nunca deberá justificar el uso irrestricto de armas ni permitir
ataques indiscriminados. En ausencia de prohibiciones o limitaciones específicas, se aplica también una
regla general consuetudinaria que lleva el nombre del jurista ruso que la redactó en 1899 y que ha sido
9) Asamblea General de la ONU, “Resolución 2444. Respeto de los derechos humanos en los conflictos armados”, A/RES/2444, 19 de diciembre de 1968.
Disponible en: <https://www.un.org/es/sections/general/documents/index.html>.
10) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte III, Sección I, Art. 35. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
79
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
reafirmada en numerosos tratados subsiguientes: la Cláusula Martens. En el Artículo 1(2) del Protocolo
I adicional de 1977, la cláusula dice lo siguiente:
No fue sino hasta la Conferencia Diplomática de 1974–1977 que se revisaron y reafirmaron todos
los convenios sobre métodos de guerra. Si bien este análisis se centrará en el Protocolo I adicional
(“Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de
los conflictos armados internacionales”)12, las disposiciones anteriores de 1899 y 1907 permanecen en
vigor como normas consuetudinarias.
Protocolo I
11) Para ver un análisis más detallado de la Cláusula Martens, consulte la Lección 1, 1.3, “Evolución del DIH (1864–2019)”.
12) Consulte en línea el texto completo de todos los artículos del “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las
víctimas de los conflictos armados internacionales”. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
13) A diferencia de las estratagemas de guerra, la traición está expresamente declarada ilícita en el DIH. Las estratagemas de guerra tienen por finalidad
desorientar al adversario o inducirlo a actuar de manera imprudente o precipitada. Por el contrario la traición le inspira confianza al adversario
llevándolo a creer que tiene derecho o deber de protección en virtud de las normas del DIH. Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra
de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte III, Artículo 37. Disponible en:
<https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
80
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
• El Artículo 54 prohíbe matar de inanición a una población civil como método de combate18.
• El Artículo 35(3) prohíbe los métodos de combate con los que se pretenda o prevea causar un
daño extenso, grave y de largo plazo al medio ambiente19.
Aunque todas esas medidas protegen a las víctimas de la guerra, lo que más se procuró lograr en la
Conferencia de 1974–1977 fue ampliar el ámbito de protección del DIH a más bienes y personas:
Esta disposición dio como resultado tres componentes centrales: Se ampliaron las categorías de
personas protegidas, se ampliaron las categorías de bienes protegidos y se previeron precauciones a
tomar antes de lanzar un ataque.
Personas protegidas
El Artículo 50(1) del Protocolo I define a los civiles por exclusión de la categoría de combatientes:
Todo aquel que no sea combatiente — o civil que participe ilegítimamente en hostilidades — es civil al
amparo del derecho internacional sobre la conducción de las hostilidades. La complementariedad de
las dos categorías es esencial para que el DIH sea completo y efectivo, evitando así el pretexto de que
14) El principal objetivo de la prohibición de negarse a dar refugio es proteger la vida de los combatientes cuando caen en poder del enemigo. Tiene
por finalidad evitar los siguientes actos: ordenar que no haya sobrevivientes; amenazar al adversario con hacerlo; o llevar adelante las hostilidades
con eso en mente. En el Artículo 40, Sección I, Parte III del “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de
las víctimas de los conflictos armados internacionales”, aprobado el 8 de junio 1977, se establece lo siguiente: “Está prohibido ordenar que no haya
sobrevivientes, amenazar a un adversario con hacerlo o llevar adelante hostilidades con eso en mente”. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/
tratados-sobre-dih>.
15) En el Artículo 38, Sección I, Parte III del “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los
conflictos armados internacionales”, aprobado el 8 de junio de 1977, se establece: “1. Está prohibido hacer uso indebido del emblema distintivo de la
cruz roja, la media luna roja o el león rojo y el sol, o de otros emblemas, placas o señales previstos en los Convenios o en el presente Protocolo. Se
prohíbe además utilizar deliberada e inapropiadamente en un conflicto armado otros emblemas, placas o señales de protección internacionalmente
reconocidos, entre ellos la bandera de tregua y el emblema de protección de bienes culturales. 2. Queda prohibido emplear el emblema distintivo de
las Naciones Unidas de un modo que no sea el que autorice esa organización”. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
16) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo I, Artículo 49. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
17) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte III, Sección I, Artículo 42. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
18) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo III, Artículo 54. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
19) En el Artículo 35(3), Sección I, Parte III del “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los
conflictos armados internacionales”, aprobado el 8 de junio de 1977, se establece: “Se prohíbe emplear métodos o medios de guerra con los que se
pretenda o prevea causar daño severo, extenso y de largo plazo al medio ambiente”. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
20) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo I, Artículo 48. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
81
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
algunas personas pueden combatir pero no ser combatidas, o de que otras pueden ser atacadas pero
no defenderse — privilegio y castigo que nunca sería respetado y socavaría toda la trama del DIH en un
conflicto armado21.
Si una persona así definida es civil, todo grupo de tales personas constituye población civil. Según
el principio jurídico general de proporcionalidad, la presencia de no civiles (es decir de combatientes)
en un gran número de civiles no priva a la población de su carácter civil. Ello no quiere decir que los no
civiles no puedan ser atacados individualmente.
Consulte la Lección 2 para ver en detalle el amparo que se otorga al personal médico y religioso.
Instalaciones protegidas
A fin de salvaguardar a la población civil durante el conflicto armado, el DIH protege determinadas
estructuras e instalaciones civiles de los ataques. Prohíbe atacar objetivos civiles (vea Artículo 52[1]), que
son todos los que no corresponden a la categoría de objetivos militares22. Instalaciones civiles son todas
aquellas que no contribuyen a la acción militar por su ubicación o función, o bien cuya destrucción no
daría ventaja militar alguna. El DIH otorga además protección especial a otras construcciones u objetos,
entre ellos, los bienes culturales (vea Artículo 53)23 y los bienes, obras o recursos indispensables para la
supervivencia de la población civil (vea Artículo 54), tales como el agua24. Las obras u otras estructuras
o construcciones que impliquen extremo peligro, tales como represas, diques y centrales nucleares (vea
Artículo 56), también están protegidas y no pueden ser atacadas aun si constituyen objetivos militares25.
Atacar un objetivo militar muy cercano a tal obra o estructura también está prohibido cuando pueda
causar daño suficiente para poner en riesgo a la población civil. La protección específica a estas obras y
estructuras queda sin efecto solamente en circunstancias excepcionales (como por ejemplo cuando son
usadas con fines militares).
Equipos médicos
El último grupo de bienes especialmente protegidos son los equipos médicos. Vea Lección 2, donde
se dan detalles sobre estos.
Nota: Varias disposiciones del Protocolo I prohíben tomar represalia contra personas o bienes
protegidos.
21) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo I, Artículo 48. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
22) Según la definición del Art. 52(2) del Protocolo I, un bien debe cumplir dos criterios para ser un objetivo militar. Por un lado, debe contribuir
efectivamente a la acción militar, y por otro, su destrucción, captura o neutralización debe dar clara ventaja militar al bando contrario. Lo que cuenta
aquí es que tanto la acción como la ventaja deben ser “militares”: La victoria política solo puede lograrse por medio de la violencia, usándola contra
objetivos militares, es decir debilitando el potencial militar del enemigo. Por otra parte, se deberán cumplir ambos criterios “en las circunstancias
imperantes en ese momento”. Sin esa limitación a la situación que se esté dando en los hechos, el principio de distinción no tendría sentido, ya que
se referiría a bienes abstractos y posiblemente futuros (por ejemplo, si lo los usaran tropas enemigas, pasarían a ser objetivo militar). Vea: “Protocolo
I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977,
Parte IV, Sección I, Capítulo I, Artículo 48. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
23) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo III, Artículo 53. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
24) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo III, Artículo 54. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
25) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo III, Artículo 56. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
82
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
El Artículo 57 del Protocolo I define con precisión qué precauciones deben tomar los combatientes
al lanzar un ataque. Establece que deben cancelar un ataque si advierten que está prohibido. Si lo
permiten las circunstancias, los combatientes deben emitir una advertencia anticipada de aquellos
ataques que puedan afectar a la población civil. Toda vez que les sea posible elegir una estrategia,
los comandantes deberán elegir la que menos riesgo implique para la población civil. Por otra parte,
el DIH exige que quienes planeen un ataque tomen medidas de precaución, entre ellas, abstenerse de
atacar cuando la pérdida de vidas de civiles o la destrucción de bienes civiles sea tal que no justifique
la ventaja militar del ataque.
Por último, en el Artículo 58 se detallan las medidas de precaución específicas que deberán tomar
los Estados para minimizar los efectos de los ataques en sus propios civiles (lo cual suele llamarse
“Conducta de defensa”).
26) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo II, Artículo 51(4). Las armas que se empleen deberán poder ser dirigidas a un objetivo militar específico
y guardar proporción con el grado de necesidad militar. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
27) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo I, Art. 48 y Capítulo II, Artículo 51(2), Parte IV, Sección I, Capítulo IV, Arts. 49 y 57–58, Parte V, Sección I, Art.
85. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
28) “Norma 23. En la medida de lo factible, las partes en conflicto evitarán situar objetivos militares en el interior o cerca de zonas densamente
pobladas.”, CICR. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/assets/files/other/icrc_003_pcustom.pdf>.
29) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo IV, Artículo 58(b). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
30) “Norma 22. Las partes en conflicto deberán tomar todas las precauciones factibles para proteger de los efectos de los ataques a la población civil y los
bienes de carácter civil que estén bajo su control.”, CICR. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/assets/files/other/icrc_003_pcustom.pdf>.
83
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
Si bien esa norma parece demasiado ambigua para ser efectiva, ha llevado a hacer esfuerzos para
prohibir o restringir ciertas armas convencionales y de destrucción masiva. Aunque los Convenios de
Ginebra de 1949 y los Protocolos adicionales limitan los medios y métodos de guerra, entre ellos los
que dañan gravemente el medio ambiente, no prohíben ni restringen el uso de ningún arma específica;
sin embargo, sí lo hacen varios otros tratados internacionales32. Reconociendo que es mucho más fácil
prohibir el uso de un arma antes de que se la incorpore al arsenal de un Estado, el Protocolo I adicional
establece restricciones al desarrollo de nuevas armas33.
Armas convencionales
• Veneno y armas envenenadas (vea Artículo 23[a] del Reglamento de 1907 aprobado en La
Haya)35;
31) “Norma 70. Queda prohibido el empleo de medios y métodos de guerra de tal índole que causen males superfluos o sufrimientos innecesarios.”, CICR.
Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/assets/files/other/icrc_003_pcustom.pdf>.
32) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio 1977, Parte III, Sección I, Art. 35(3) y Parte IV, Sección I, Capítulo II, Art. 55. Disponible en: <hhttps://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>;
Asamblea General de la ONU, Convención sobre la prohibición del uso militar u hostil de técnicas de modificación medioambiental, resolución 31/72,
10 de diciembre de 1976. Disponible en inglés: <https://treaties.un.org/>.
33) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte III, Sección I, Artículo 36. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
34) Declaración por la que se renuncia a utilizar en tiempo de guerra proyectiles explosivos de menos de 400 gramos de peso, 1868.
35) La Haya, “Reglamento relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre”, 18 de octubre 1907, Sección II, Capítulo I, Artículo 23(A). Disponible
en: <https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/treaty-1907-regulations-laws-customs-war-on-land-5tdm39.htm>.
84
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
Vista panorámica de la IV Conferencia de Revisión de los Estados parte de la Convención sobre Ciertas
Armas Convencionales (CCA) el día de inicio de la conferencia. Ginebra, Suiza, 14 de noviembre de 2011.
Foto de ONU #494596 por Jean-Marc Ferré.
36) En la Declaración de La Haya de 1899, se cita la Declaración de San Petersburgo de 1868, en la que se hace referencia a las balas expansivas o “dum-
dum”.
37) El título completo de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (o CCA) de 1980 es “Convenio sobre Prohibiciones o Restricciones en el
Empleo de Ciertas Armas Convencionales que Pueden Considerarse Excesivamente Nocivas o de Efectos Indiscriminados”. Disponible en inglés:
<https://ihl-databases.icrc.org/applic/ihl/ihl.nsf/INTRO/475>.
38) “Protocolo sobre fragmentos no localizables (Protocolo I)”, 10 de octubre de 1980: “Se prohíbe usar cualquier arma cuyo efecto principal sea herir con
fragmentos que no se detecten en el cuerpo humano por medio de rayos X”. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
39) “Protocolo sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Minas, Armas Trampa y Otros Artefactos según fue enmendado el 3 de mayo de 1996
(Protocolo II según fue enmendado el 3 de mayo de 1996)”, 10 de octubre de 1980. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
40) “Protocolo sobre prohibiciones o restricciones del empleo de armas incendiarias (Protocolo III)”, 10 de octubre de 1980. Disponible en: <https://www.
icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
41) “Protocolo sobre armas láser cegadoras (Protocolo IV)”, 13 de octubre de 1995. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
42) Aunque es conocido como Tratado de Ottawa o Convención de prohibición de minas, el título completo es “Convención sobre la prohibición del empleo,
almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonas y sobre su destrucción”, 18 de septiembre de 1997. Disponible en: <https://www.
icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
43) “Protocolo sobre los Restos Explosivos de Guerra (Protocolo V)”, 28 de noviembre de 2003. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-
dih>.
44) “Convención sobre Municiones en Racimo”, 30 de mayo de 2008. Disponible en inglés: <https://ihl-databases.icrc.org/applic/ihl/ihl.nsf/INTRO/475>.
85
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
Esas prohibiciones y limitaciones tienen distintos grados de rigurosidad. Ciertas armas, tales
como las armas químicas, están absolutamente prohibidas, mientras que otras solo se prohíben para
determinados usos. Por ejemplo, el Protocolo III (sobre armas incendiarias) de la Convención sobre
Ciertas Armas Convencionales de 1980 prohíbe utilizar esas armas contra civiles, pero no contra
combatientes.
Aunque de suma importancia, estas limitaciones y prohibiciones nunca pueden ser actualizadas
y modernizadas con la regularidad y celeridad necesaria para acompasar el “avance” de la tecnología
militar. Esta inquietud aparece con meridiana claridad en el Artículo 36 (Nuevas armas) del Protocolo I
adicional de 1977, que dice lo siguiente:
Aunque la Corte Internacional de Justicia fue invitada a analizar la licitud de la amenaza o el uso de
armas nucleares, en su Opinión consultiva la corte no dio una respuesta definitiva49.
45) “Protocolo sobre la prohibición del uso en la guerra, de gases asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos”, 17 de junio de 1925;
“Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción, el almacenamiento y el empleo de armas químicas y sobre su destrucción — Anexo
sobre sustancias químicas”, 13 de enero de 1993. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
46) “Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxínicas y sobre su
destrucción”, 10 de abril de 1971. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
47) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Artículo 36. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
48) Desde luego, esto debería cambiar cuando entre en vigor el Tratado sobre la prohibición de armas nucleares de 2017. Vea: Lección 1, Sección 1.3,
“Evolución del DIH (1864–2019)”.
49) Vea: Informe de la CIJ de 1996, 226. Disponible en: <https://www.icj-cij.org/es>.
86
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
87
LECCIÓN 4 | MEDIOS, MÉTODOS Y DESARROLLO DE LA GUERRA
Respuestas »
1. C
2. D
3. A
4. C
5. A
6. D
7. A
8. D
9. D
10. C
88
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
LECCIÓN
Implementación del derecho
5 humanitario internacional
Sección 5.5 La implementación del DIH • Comprender las graves dificultades que se
enfrentan para desarrollar mecanismos que
en los conflictos armados no
permitan hacer cumplir el DIH.
internacionales
• Enumerar algunas medidas de prevención que
pueden adoptarse en tiempos de paz para apoyar
Sección 5.6 Factores no jurídicos que
al DIH en tiempos de conflicto armado.
contribuyen a la observancia del
• Comprender el papel que juegan diversas
DIH organizaciones en apoyar el DIH en tiempos de
conflicto armado.
89
LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
Robert Mardini, Observador Permanente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ante las Naciones Unidas, hace uso de
la palabra en la reunión del Consejo de Seguridad sobre la situación de Irak. 3 de diciembre de 2019. Foto de ONU #832570 por
Eskinder Debebe.
90
LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
La manera tradicional de implementar el derecho en una sociedad internacional formada por Estados
soberanos se basa en un sistema descentralizado que confiere un rol fundamental a la víctima potencial
o real de quien lo contraviene. Otros Estados deciden apoyar al Estado en cuestión atendiendo a sus
propios intereses, “para lo cual todos los integrantes de esa sociedad deben estar interesados en que
se respete su sistema jurídico”3.
En primer lugar, al menos en los conflictos armados internacionales, habría pocas probabilidades
de resolver pacíficamente las disputas que surjan a raíz de violaciones del derecho internacional
humanitario. Se recurre al DIH entre dos naciones justamente porque están enfrentadas en un conflicto
armado, lo cual demuestra a las claras que no han sido capaces de resolver sus diferencias en términos
pacíficos4.
En segundo lugar, una nación solo puede ser víctima de violaciones del DIH durante un conflicto
armado internacional. En esta clase de conflictos, la nación afectada tiene con la nación victimaria la
relación más inamistosa posible: el conflicto armado. En consecuencia, el Estado agraviado carece de
la posibilidad de utilizar los mecanismos habituales de hacer cumplir el derecho internacional. En el
derecho internacional tradicional, el uso de la fuerza era la “reacción más extrema” de un Estado víctima
de violación del derecho internacional. En la actualidad, eso está lisa y llanamente proscrito5. Además,
ha dejado de ser una reacción lógica de un Estado víctima de violación del DIH, porque tal violación
solo puede darse durante un conflicto armado, en el cual las dos naciones ya están haciendo uso de
la fuerza. La única reacción que le quedaría al Estado afectado en la estructura tradicional del derecho
internacional sería recurrir a más uso de la fuerza, en cuyo caso él mismo estaría contraviniendo el DIH.
Si bien la represalia o el temor a esta pueden llevar a que se respete más el DIH, en buena medida se la
ha proscrito porque lleva a un círculo vicioso, a una “competencia de barbarie”6, y termina perjudicando
a inocentes, es decir precisamente a aquellos a quienes el DIH procura amparar7.
En tercer lugar, ante un conflicto armado entre dos naciones, las demás reaccionarán de dos posibles
maneras. Podrán optar por tomar partido, ya sea por razones puramente políticas o bien relacionadas
con el principio de jus ad bellum (en cuyo caso ayudarán al Estado víctima de agresión), o bien podrán
decidir no tomar partido. En este último caso, como naciones neutrales, las terceras podrán abogar por
la observancia del DIH, pero al hacerlo deberán asegurarse en todo momento de no comprometer su
posición de neutralidad.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
sistema de las Naciones Unidas, a saber, el uso de la fuerza, es en sí misma una forma de involucrarse en
un conflicto armado8. De manera similar, algunas personalidades y organizaciones no gubernamentales
(ONG) han exhortado a tener reservas en cuanto a la siguiente medida más severa prevista en la
Carta — a saber, las sanciones económicas como forma de asegurar el respeto al DIH — ya que estas
pueden provocar inevitablemente sufrimiento humano indiscriminado.
Ante las dificultades que planteaba hacer cumplir las normas del derecho internacional humanitario
en el conflicto armado, dentro de la normativa había que crear mecanismos específicos propios del DIH
y adaptar los mecanismos generales a las necesidades específicas de las víctimas. Desde un primer
momento, fue preciso que el DIH superara uno de los axiomas de la sociedad internacional tradicional
y creara medidas coercitivas, no solo para los Estados responsables de las violaciones, sino para las
propias personas que las cometieran.
No obstante, los instrumentos específicos creados por el DIH quedaron incluidos dentro de los
mecanismos del derecho público internacional. Solo se los puede considerar dentro del marco general
como optimizaciones de mecanismos más amplios9. Sin lugar a dudas, el DIH no es un sistema
normativo autónomo y sigue valiéndose de los instrumentos del derecho público internacional junto con
las estrategias especializadas del DIH.
Sin embargo, con los mecanismos generales y específicos combinados no se puede garantizar ni
siquiera un mínimo de respeto por la persona en los conflictos armados. Ello solo podrá lograrse si,
por medio de la capacitación y la educación, todos toman conciencia de que en el conflicto armado el
enemigo sigue siendo un ser humano digno de respeto.
En la presente lección, se analizarán los medios específicos para implementar el DIH en los conflictos
armados internacionales en cinco partes (las Secciones 5.2 a 5.6).
En la tercera parte — “Represión de las violaciones del DIH” — se centrará la atención en las normas
de coacción previstas en el DIH.
Por último, en la cuarta y quinta partes se examinarán los medios de implementación del DIH de los
que se dispone en los conflictos armados no internacionales, y se mencionarán algunos de los factores
no jurídicos que podrían contribuir a la correcta observancia de las normas del DIH.
El primer método preventivo es el principio general de pacta sunt servanda, expresión latina que
significa los pactos deben ser respetados por las partes. Este principio no es exclusivo del derecho
8) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Mecanismos de implementación” en HDLPiW, Tomo 1, 3 y Lección 7 de este curso.
9) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Mecanismos de implementación” en HDLPiW, Tomo 1, 4.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
internacional humanitario; se trata de un principio general del derecho que rige para todos los tratados
internacionales y todo acto de legislación local.
No obstante, los Estados parte de los tratados de DIH han considerado necesario reafirmar la
importancias de este principio, tanto en los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, como en
el Protocolo I adicional del 8 de junio de 1977. A tal fin, el Artículo 1 común a los cuatro Convenios y
al Protocolo I establece: “Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar y asegurar que se
respete el presente Convenio en toda circunstancia”10.
Así como los Estados preparan a sus ejércitos y sus economías para un posible conflicto armado,
deben prepararse para los aspectos humanitarios de la guerra, y en especial para las condiciones en
materia de DIH. Si a los soldados no se les imparte instrucción apropiada en tiempos de paz, nunca
respetarán las complejas normas del DIH en el conflicto armado. El ejército debe no sólo informar y
explicar las normas a los soldados, sino también integrarlas al entrenamiento y las maniobras regulares,
para que pasen a ser automáticas. De manera similar, toda la población debe conocer los conceptos
básicos del DIH para poder comprender que, aun en un conflicto armado, hay normas que rigen
independientemente de quién tenga la razón, protegiendo así incluso al más vil enemigo. Una vez que
estalla un conflicto armado, con todo el odio que trae consigo, suele ser demasiado tarde para que la
gente aprenda este concepto. Por ende, las fuerzas policiales, los funcionarios públicos, los políticos, los
diplomáticos, los jueces, los abogados, los periodistas, los estudiantes que desarrollarán sus respectivas
tareas en el futuro, y también la población generadora de opinión, deben saber a qué límites estarán
sujetos sus actos11. A tal fin, el Artículo 47 del I Convenio de Ginebra establece:
Hay tres puntos a señalar con respecto a esta obligación general de difusión:
10) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte I, Artículo 1. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
11) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Mecanismos de implementación” en HDLPiW, Tomo 1, 4.
12) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo VIII, Artículo. 47. Se podrán encontrar disposiciones similares en el III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo
al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección II, Capítulo VIII, Artículo 48 y Parte IV, Sección I, Artículo 127;
IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Art.
144; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8
de junio de 1977, Parte V, Sección I, Artículo 83. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
Asesores jurídicos
13) Vea, por ejemplo, el Art. 83(2) del Protocolo I: “Toda autoridad militar o civil que, en tiempos de conflicto armado, asuma responsabilidades con
respecto a la aplicación de los Convenios o de este Protocolo deberá tener pleno conocimiento de su texto". Disponible en: <https://www.icrc.org/es/
tratados-sobre-dih>.
14) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte V, Sección II, Artículo 87(2). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
15) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte V, Sección I, Artículo 82. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
Además de los comandantes militares y los asesores jurídicos, otras personas suelen desempeñar
un importante papel en la enseñanza y difusión del DIH. Estos “otros agentes” son, entre otros, los
medios de comunicación, los círculos académicos, las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja o de la
Media Luna Roja, y el CICR.
Las medidas preventivas incluyen además la traducción de los instrumentos de DIH a las lenguas
nacionales y la incorporación de temas relativos al DIH al diálogo y la concientización nacional. “En
aquellos regímenes constitucionales que requieran codificar e incorporar a la legislación local las normas
de los tratados para que sean aplicables”, esa tarea legislativa deberá hacerse en tiempos de paz16.
Las normas del DIH no son de aplicación directa (una disposición es considerada de aplicación directa
o “autoejecutable” cuando se la puede aplicar sin la ayuda de legislación, y cuando nada indica que haya
que reglamentarla para que tenga efecto)17. Por más que las disposiciones del DIH cumplan con los
requisitos para ser considerados directamente como legislación local según el régimen constitucional
de determinado país, o bien como DIH consuetudinario de aplicación local, se deberán promulgar leyes
nacionales para que estas entren efectivamente en vigor.
En resumen, toda vez que el derecho internacional humanitario prevea una obligación de un Estado,
solo la legislación nacional podrá aclarar con precisión quién cumplirá la obligación y cómo lo hará. “Sin
esa aclaración precisa, la obligación internacional permanecerá como letra muerta” y más tarde será
incumplida19. Por ende, la legislación nacional constituye la piedra angular de la implementación del
DIH.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
Por último, los Estados deberán tomar determinadas medidas prácticas para asegurar el cumplimiento
efectivo del DIH. El personal cualificado y los asesores jurídicos deberán capacitarse en tiempos de
paz20 para poder actuar con la debida idoneidad en la guerra21. Los combatientes y otros integrantes
del personal deberán contar con tarjetas o placas de identificación para que se los pueda identificar con
facilidad22. Obviamente, todo esto no podrá hacerse cuando estalle un conflicto. Las misiones militares
deberán estar lo más apartadas que sea posible de personas y bienes protegidos23. Aun así, queda claro
que no se puede trasladar un hospital para alejarlo de los cuarteles militares, ni una fábrica de armas
para alejarla de una escuela primaria cuando estalla un conflicto.
Obligación de tomar las medidas necesarias para reprimir las violaciones del DIH
Si bien esta responsabilidad deriva de la obligación general de respetar el DIH (vea Sección 5.2), se
la ha reafirmado expresamente en cada uno de los cuatro Convenios de Ginebra de 1949.
Además de esta obligación general, en el Artículo 87 (incisos 1 y 3) del Protocolo I, se prevé una
responsabilidad especial para los comandantes militares al respecto:
2. […]
20) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Mecanismos de implementación” en HDLPiW, Tomo 1, 5.
21) Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de
junio de 1977, Parte I, Art. 6 y Parte V, Sección I, Art. 82. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
22) Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”,
12 de agosto de 1949, Capítulo II, Arts. 16 y 17(1) y Capítulo IV, Art. 27 y Capítulo VII, Arts. 40 y 41; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra
para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de agosto de 1949, Capítulo II, Arts.
19 y 20 y Capítulo VI, Art. 42; III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de
1949, Parte I, Arts. 4(A)(4) y Parte III, Sección I 17(3); IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas
civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte II, Arts. 20(3) y 24(3); “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a
la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II, Sección I, Art. 18 y Parte IV, Sección III, Capítulo
III, Art. 79(3). Todos los documentos están disponibles en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
23) Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”,
12 de agosto de 1949, Capítulo III, Art. 19(2); IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en
tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte II, Art. 18(5); y “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de
las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II, Sección I, Arts. 12(4), Parte IV, Sección I, Capítulo III, Art. 56(5),
y Parte IV, Capítulo IV, Art. 58(a) y (b). Todos los documentos están disponibles en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
24) I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de
agosto de 1949, Capítulo IX, Art. 49(3). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
Sin embargo, no hay consenso sobre cómo debe reaccionar un Estado a tal violación para cumplir
con la ley de responsabilidad del Estado. ¿Debería cada Estado adoptar todas las medidas que adoptaría
si se tratara de violación “bilateral” del DIH, o sería preciso que los Estados coordinaran la acción? El
Artículo 89 del Protocolo I no da una respuesta clara al establecer que, en caso de violación del DIH, los
Estados deberán “actuar de manera conjunta o individual, en colaboración con las Naciones Unidas y de
conformidad con la Carta de las Naciones Unidas”28.
25) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte V, Sección II, Art. 87(1) y (3). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
26) Vea: Sección 5.2 sobre el principio general de pacta sunt servanda.
27) Vea en particular el caso judicial de 1984 de la Corte Internacional de Justicia Actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua (Nicaragua
contra Estados Unidos), resuelto finalmente en 1991. Se lo analiza en Corte Internacional de Justicia, Informe de la Corte Internacional de Justicia, 1
de agosto de 1985 – 31 de julio de 1986, Informe a la Asamblea General de la ONU, Suplemento #4 (A/41/4), 1986, 4–12. Disponible en : <https://
www.icj-cij.org/es>.
28) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Mecanismos de implementación” en HDLPiW, Tomo 1, 17; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949
relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte V, Sección II, Art. 89. Disponible en:
<https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
Para responder a una violación del DIH, los Estados podrán adoptar cualesquiera medidas
autorizadas por el derecho internacional general y que no hayan sido exceptuadas en el DIH (tales
como las represalias contra personas protegidas). Aunque siguen siendo indeterminados los límites de
las acciones que puede emprender un Estado para “asegurar el respeto”, lo que sí es seguro es que
un Estado contraviene el Artículo 1 común a los Convenios si impulsa o ayuda a otro Estado a cometer
violaciones. Aunque indiscutiblemente la absoluta indiferencia contraviene el texto de la disposición, por
desgracia se da con frecuencia en los hechos.
En virtud del derecho internacional, un extranjero goza del amparo de su país de origen. Si, por
ejemplo, el extranjero fuera arrEstado, el personal diplomático o consular destacado en el país de
detención le prestaría asistencia jurídica y material. En ausencia de relaciones diplomáticas entre el
Estado de origen de la persona y el país donde está de visita o residiendo, se torna imposible la protección
diplomática directa. En ese caso, su país de nacimiento puede designar a otro Estado — “potencia
protectora” — para que proteja sus intereses y los de sus ciudadanos29. Tal designación solo será
válida si están de acuerdo los tres Estados involucrados. El derecho internacional humanitario se ha
valido de este instituto jurídico tradicional y lo ha perfeccionado para poder implementar sus normas.
El DIH establece que sus disposiciones “se aplicarán con la cooperación y vigilancia de las Potencias
Protectoras”30.
En un conflicto armado, obviamente se deberán elegir como potencias protectoras Estados neutrales
o no involucrados en el conflicto31. En más de 80 disposiciones de los Convenios y del Protocolo I, se
menciona a las potencias protectoras en las siguientes funciones: coordinar visitas a personas protegidas,
vigilar misiones de asistencia humanitaria y evacuaciones, recibir solicitudes de personas protegidas,
asistir en procesos judiciales contra personas protegidas, y hacer llegar información, documentos y
suministros de asistencia humanitaria, etc. La mayoría de esas tareas se realizan en forma paralela a
las del CICR32. Esta dualidad es deliberada, ya que la intención es lograr más respeto por el DIH.
En virtud del DIH, los Estados en conflicto tienen la obligación de designar potencias protectoras.
El principal problema que plantea esta obligación es que los tres Estados involucrados deben ponerse
de acuerdo en cuanto a qué Estado designar. Según los Convenios, si no logran llegar a un acuerdo, la
potencia de detención u ocupación podrá solicitarle bilateralmente a un tercer Estado que actúe como
potencia protectora sustituta. Si ni siquiera eso funciona, los Estados podrán recurrir a organizaciones
humanitarias, tales como el CICR, para que actúen como potencia protectora sustituta (quasi sustituta).
En el Protocolo I, se trata en profundidad el procedimiento de designación33. No obstante, tomando
en cuenta el enfoque cooperativo que se requiere para la implementación del DIH, ninguna potencia
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
protectora podrá actuar con eficiencia, y de hecho, ningún Estado neutral estará dispuesto a actuar, sin
el consentimiento de ambos beligerantes34.
Por su parte el CICR no tiene interés en actuar como potencia protectora sustituta, ya que puede
perfectamente cumplir por sí mismo las funciones de esta, sin dar la impresión de estar favoreciendo
a solo uno de los Estados37. Una de las muy pocas funciones que el DIH asigna exclusivamente a las
potencias protectoras — y no al CICR — es la de ser notificada de procesos judiciales contra personas
protegidas y asistir en estos. Aun así, el CICR ha sido reconocido como sustituto de hecho cuando no
hay potencia protectora.
Consulte la Lección 8, en la que se trata el papel actual del CICR en el derecho humanitario
internacional.
Dos ejemplos de esta creciente preocupación son el establecimiento de los Tribunales ad hoc para la
ex Yugoslavia y Ruanda, y el intento de crear una Corte Penal Internacional. Esos esfuerzos demuestran
que, de hecho, el Consejo de Seguridad “considera las violaciones del DIH agravios o amenazas a la paz
y la seguridad internacional”38. Así, las Naciones Unidas han reconocido la existencia de un vínculo entre
los objetivos de la ONU y el derecho internacional humanitario.
99
LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
El objetivo principal de la ONU ante un conflicto armado debe ser frenarlo y solucionar la controversia
que lo ha generado. A tal fin, a veces debe tomar partido, en general contra el agresor, lo cual afecta
gravemente su capacidad de actuar con ecuanimidad para hacer que ambos lados del conflicto cumplan
el DIH (lo cual debe hacerse independientemente de toda consideración de jus ad bellum). Además,
tomar partido teóricamente interfiere en la capacidad de las Naciones Unidas de prestar asistencia
humanitaria, algo que deben hacer atendiendo a las necesidades de las víctimas y sin tomar en cuenta
las causas del conflicto39.
Sin embargo, con creciente frecuencia, valiéndose de las normas de los Convenios sobre asistencia
humanitaria en períodos de conflicto armado, muchas agencias de la ONU han venido involucrándose
100
LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
cada vez más en tareas humanitarias45. Estas son, entre otras, la Oficina del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y la Organización Mundial de
la Salud (OMS). Estos organismos prestan amplia asistencia humanitaria, al tiempo que procuran
distanciarse del rol político de la ONU de preservar la paz y la seguridad internacional.
Por último, se puede recurrir al principal órgano judicial de las Naciones Unidas, la CIJ, a efectos de
interpretar el derecho internacional humanitario. En efecto, la CIJ ha tratado algunos casos contenciosos
o de consultoría que involucraban temas relativos al DIH. Se han evaluado problemas de DIH en las
opiniones consultivas de la CIJ sobre la licitud de la amenaza de usar armas nucleares o de la utilización
de estas, y sobre las consecuencias jurídicas de construir un muro en territorio palestino ocupado.
En los famosos casos de Nicaragua y Congo contra Uganda, también se consideraron en profundidad
cuestiones de DIH. “Otro ejemplo es la sentencia del caso de Orden de arresto entre la República
Democrática del Congo y Bélgica, en la que se considera el alcance de la competencia universal en el
enjuiciamiento de criminales de guerra”46.
De producirse diferencias con respecto al DIH, los Estados podrán emplear cualquiera de los
mecanismos previstos en el derecho internacional para la solución pacífica de disputas. Sin embargo,
en general el problema es que es muy poco probable y rara vez llega a buen puerto la solución pacífica
de disputas sobre el DIH entre partes que, por su participación en un conflicto armado, han demostrado
claramente no ser capaces de solucionar en términos pacíficos sus conflictos de jus ad bellum. Emplear
medidas coercitivas a través del sistema de las Naciones Unidas puede ser más eficaz, pero implica el
riesgo de mezclar jus ad bellum y jus in bello. Esta contradicción puede generar complejos desafíos
políticos para las Naciones Unidas en su esfuerzo por asegurar el respeto por el principio de jus ad
bellum, un rol que puede comprometer la autonomía, neutralidad e imparcialidad tan necesaria para
poder aplicar el DIH.
El derecho internacional humanitario sostiene que todos los Estados deben asumir la responsabilidad
de los actos cometidos por integrantes de sus fuerzas armadas48. Prohíbe las represalias contra personas
45) Vea: IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de
1949, Parte IV, Sección II, Art. 159; Parte III, Sección V, Art. 142; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección
de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte IV, Sección III, Capítulo II, Art. 81. Todos los documentos están
disponibles en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
46) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Mecanismos de implementación” en HDLPiW, Tomo 1, 24. Vea: reseña del 9 de abril de 1984 Actividades militares y
paramilitares en y contra Nicaragua. (Nicaragua contra los Estados Unidos de América); Actividades armadas en el territorio del Congo (la República
Democrática del Congo contra Uganda), 23 de junio de 1999; Orden de arresto del 11 de abril de 2000 (República Democrática del Congo contra
Bélgica), 11 de abril de 2000. Disponible en: <https://www.icj-cij.org/es>.
47) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 34.
48) Vea: La Haya, “Respetando las leyes y costumbres de la guerra terrestre y su apéndice: Normas relativas a las leyes y costumbres de la guerra
terrestre”, 18 de octubre de 1907, Art. 3. Disponibles en: <https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/treaty-1907-regulations-laws-
customs-war-on-land-5tdm39.htm>; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los
conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte V, Sección II, Art. 91. Todos los documentos están disponibles en: <https://www.icrc.
org/es/tratados-sobre-dih>.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
y bienes protegidos49 y deja en claro que, dado que las normas del DIH tienen por objeto amparar a las
personas, los Estados no pueden acordar renunciar a los derechos de las personas protegidas50 ni a los
de ninguna otra persona individual51. Por otra parte, los Estados no pueden dar como excusa que están
en una situación de emergencia para cometer violaciones, ya que el DIH es un sistema jurídico pensado
para conflictos armados, los cuales configuran siempre, por definición, situaciones de emergencia52.
El derecho internacional tradicionalmente prevé ciertas normas de conducta para los Estados. Es
entonces responsabilidad de cada Estado instrumentar las medidas prácticas y la legislación penal
y administrativa necesarias para garantizar que las personas cumplan esas normas. Sin embargo,
hay una rama del derecho internacional penal de creciente importancia que califica como criminales
determinados actos y obliga a los Estados a reprimir lícitamente tales conductas.
El derecho internacional humanitario obliga a los Estados a reprimir toda contravención de sus
normas. Ciertas contravenciones graves, llamadas crímenes de guerra, son consideradas delitos por el
DIH. Los crímenes de guerra incluyen, entre otros, aquellas contravenciones enumeradas y definidas
como “contravenciones graves” en los Convenios de Ginebra de 1949 y el Protocolo I53. El DIH exige a
los Estados promulgar leyes locales para castigar tales graves contravenciones, buscar a los presuntos
responsables de tales delitos y llevarlos ante la justicia o extraditarlos a otro Estado para que sean
49) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 35. Vea estos artículos de los cuatro
Convenios de Ginebra de 1949: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las
fuerzas armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VIII, Art. 46; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte de los
heridos, enfermos y náufragos de las fuerzas armadas en el mar, ”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VII, Art. 47; III Convenio de Ginebra, “Convenio de
Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte II, Art. 13(3); IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra
relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección I, Art. 33(3); “Protocolo I adicional
a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II,
Sección I, Art. 20, Parte IV, Sección I, Capítulo 2, Arts. 51(6), 52(1), 53(c), 54(4), 55(2) y and 56(4). Todos los documentos están disponibles en:
<https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
50) Vea: III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte I, Art. 6; IV
Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte
I, Art. 7. Todos los documentos están disponibles en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
51) Vea: III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte I, Art. 7; IV
Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte
I, Art. 8. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
52) Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”,
12 de agosto de 1949, Capítulo IV, Art. 33(2); IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles
en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección II, Arts. 49(2) y (5), 53, 55(3), y Parte III, Sección IV, Capítulo VIII, Art. 108(2);
“Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte IV, Sección I, Capítulo II, Art. 54(5). Todos los documentos están disponibles en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
53) Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”,
12 de agosto de 1949, Capítulo IX, Art. 50; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte de los heridos, enfermos y náufragos
de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VIII, Art. 51; III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato
debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte VI, Sección I, Art. 130; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a
la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección V, Art. 147; “Protocolo I adicional a los
Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte II, Sección
I, Artículo 11(4) y Parte V, Sección II, Arts. 85 y 86. Todos los convenios están disponibles en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>. Como
ejemplo de estas disposiciones, el Art. 50 del I Convenio de Ginebra dice lo siguiente: “Las graves contravenciones a las cuales se refiere el Artículo
anterior serán las que involucren los siguientes actos, si son cometidos contra personas o bienes protegidos por el Convenio: asesinato deliberado,
tortura o trato inhumano, incluidos experimentos biológicos, grave sufrimiento o lesión deliberados al cuerpo o a la salud, y destrucción y apropiación
ilícita y sin motivo de bienes, no justificadas por requerimientos militares".
102
LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
sometidos a juicio”54. El DIH contiene además una cláusula sobre la ilicitud de “la omisión de actuar
por parte de una persona y sobre la criminalidad en grupo, como ocurre con la responsabilidad de los
comandantes”55.
Según el texto de los Convenios de Ginebra de 1949 y los Protocolos, el concepto de contravenciones
graves no se aplica a los conflictos armados no internacionales. No obstante, en los instrumentos
internacionales (en especial, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional) y en las decisiones
judiciales, se tiende cada vez más a incluir las contravenciones graves durante conflictos armados no
internacionales dentro de la definición más amplia de crímenes de guerra (aunque esta se basa en el
derecho internacional consuetudinario, no en los Convenios y el Protocolo I).
Procedimientos de investigación
Para poder frenar las contravenciones, primero se las debe identificar. Los Convenios establecen
que se deberá iniciar una investigación sobre presuntas violaciones a solicitud de una de las partes de
un conflicto58. Sin embargo, todas las partes involucradas deberán estar de acuerdo con el proceso. La
experiencia ha demostrado que es difícil lograr tal acuerdo una vez que se han producido las presuntas
violaciones — en especial, entre partes enfrentadas en un conflicto. El Artículo 90 del Protocolo I marca
por tanto un importante avance, ya que instaura una Comisión internacional humanitaria de averiguación
54) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 43. Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio
de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo IX, Art.
49; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte de los heridos, enfermos y náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12
de agosto de 1949, Capítulo VIII, Art. 50; III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de
agosto de 1949, Parte VI, Sección I, Art. 129; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles
en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte III, Sección V, Art. 146; “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la
protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte V, Sección II, Art. 85(1). Disponible en: <https://www.
icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
55) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 43. Vea: “Protocolo I adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio de 1977, Parte V, Sección II, Arts.
86 y 87. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
56) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 44.
57) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 44.
58) Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”,
12 de agosto de 1949, Capítulo IX, Art. 52; II Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte de los heridos, enfermos y náufragos
de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VIII, Art. 53; III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato
debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte VI, Sección I, Art. 132; IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo
a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte IV, Sección I, Art. 149. Todos los convenios están
disponibles en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
El Art. 52 del I Convenio de Ginebra dice: “A solicitud de una Parte del conflicto, se iniciará una investigación, del modo a convenir
por las Partes, sobre una presunta contravención del convenio. De no haber llegado a un acuerdo con respecto al procedimiento
de la investigación, ambas Partes deberán elegir a un árbitro, quien decidirá el procedimiento a seguir. Una vez que se determine
fehacientemente la violación del DIH, las Partes del conflicto deberán hacer que cese y reprimirla a la máxima brevedad posible”.
103
LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
de los hechos y el procedimiento que deberá seguir. Esta Comisión podrá investigar presuntas violaciones
cometidas por una de las partes, siempre que ambas acepten su competencia, ya sea para el caso
específico (ad hoc) o por medio de una Declaración de alcance general59. La Comisión ha declarado
además que podrá investigar violaciones cometidas en conflictos armados no internacionales, “si están
de acuerdo las partes involucradas”. Según el enfoque tradicional del DIH, la investigación se basa en
“un acuerdo entre las partes, y los resultados solo se da a conocer con su consentimiento60. Este puede
ser uno de los motivos por los cuales los Estados no han presentado ninguna solicitud de investigación
ante la Comisión. Los Estados parecen preferir canalizar las investigaciones a través del sistema de las
Naciones Unidas y los correspondientes informes que se publican, pero ni siquiera esos mecanimsos han
dado mucho mejor resultado.
Tribunales internacionales61
En tal sentido, la comunidad internacional ha explorado dos mecanismos bien distintos: instaurar
competencia internacional ad hoc y establecer competencia penal universal.
Por medio de dos resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad, se creó en 1993 el Tribunal
Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY)62. Según esas resoluciones, el Tribunal juzgaría a los
responsables de graves violaciones del DIH cometidas en la ex Yugoslavia a partir de 1991. Fue el
primer tribunal de su clase desde los tribunales internacionales de Nuremberg y de Tokio, creados luego
59) Al 1 de junio de 2000, 56 Estados Parte han hecho esa Declaración, comparable a la cláusula opcional de competencia obligatoria de la Corte
Internacional de Justicia, “Estatuto de la Corte Internacional de Justicia”, Capítulo II, Art. 36(2). Disponible en: <https://www.icj-cij.org/es>.
60) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 34.
61) Para obtener información adicional sobre este tema, consulte Jessica C. Lawrence, Lección 13: "Derechos humanos durante conflictos armados III:
Derecho penal internacional" en Derechos humanos (Williamsburg: Instituto para Formación en Operaciones de Paz, 2012), 290–298.
62) Vea: Consejo de Seguridad de la ONU, “Resolución 808 (1993)”, S/RES/808 (1993), 22 de febrero de 1993; Consejo de Seguridad, “Resolución 827
(1993)”, S/RES/827 (1993) 25 de mayo de 1993. Todas las resoluciones están disponibles en inglés: <http://unscr.com>.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
de la Segunda Guerra Mundial. Tras un difícil comienzo, el TPIY sentó valiosa jurisprudencia y determinó
el enjuiciamiento de algunos criminales de guerra63.
Un tribunal ad hoc similar, el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), fue establecido por
el Consejo de Seguridad para enjuiciar a los responsables de genocidio y otras graves violaciones del
DIH64.
Además de esos tribunales ad hoc, por medio de tratados entre la ONU y los gobiernos afectados,
se establecieron los llamados institutos híbridos (para juzgar graves crímenes según la legislación
tanto internacional como nacional). Algunos ejemplos de esos tribunales híbridos fueron el Tribunal
especial para Sierra Leona (con competencia para juzgar crímenes cometidos durante el conflicto
en Sierra Leona); las Salas extraordinarias de las cortes de Camboya (para crímenes cometidos
durante el régimen de Pol Pot); y el Tribunal especial para el Líbano (con competencia para juzgar a los
responsables del ataque que causó la muerte del ex Primer Ministro libanés).
Por último, en algunos países se han creado salas especiales de tribunales nacionales, con la
finalidad de juzgar crímenes de guerra (Bosnia y Herzegovina, 2002) u otros delitos graves (Timor
Oriental, 2003).
La Organización de las Naciones Unidas se planteó crear una corte penal internacional permanente
a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial. En 1994, inició una serie de negociaciones para establecer
un tribunal penal permanente que tuviera competencia para juzgar graves crímenes internacionales,
independientemente de dónde hubieran sido cometidos. En julio de 1998, la aprobación del Estatuto
de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) marcó la culminación de años de esfuerzos por asegurar
que no quedaran impunes los responsables de delitos graves, a saber, genocidio, crímenes de lesa
humanidad, crímenes de guerra y crímenes de agresión.
Nota: El Estatuto de Roma entró en vigor el 1 de julio de 2002. La Corte Penal Internacional emitió
su primera sentencia, El caso Lubanga y la clasificación de los conflictos en situaciones de ocupación, el
14 de marzo de 201265.
A pesar del mandato de gran alcance de la CPI, su papel sigue viéndose limitado por el hecho de
que varias de las principales potencias militares aún no han suscrito el Estatuto de Roma66.
En los últimos años, la Corte ha enfrentado algunos desafíos, entre ellos acusaciones de falta de
imparcialidad en la selección de casos67.
63) Tribunal Militar Internacional para Timor Oriental, también conocido como “El Juicio de Tokio” o “Tribunal de Crímenes de Guerra de Tokio”, convocado
el 29 de abril de 1949, y Los Juicios de Nuremberg (1945–1949).
64) Vea: Consejo de Seguridad de la ONU, “Resolución 955 (1994)”, S/RES/955 (1994), 8 de noviembre de 1994. Disponible en inglés: <http://unscr.com>.
65) CPI, El Fiscal contra Thomas Lubanga Dyilo, ICC-01/04-01/06 (2012), también conocido como “El caso Lubanga”. Disponible en inglés: <https://www.
icc-cpi.int>.
66) Para conocer la lista de Estados signatarios del Estatuto de Roma, vea: CPI, “Estados Parte del Estatuto de Roma”. Disponible en inglés: <https://asp.icc-cpi.int>.
67) Vea la lista actualizada de los casos investigados por la Corte Penal Internacional. CPI, “Casos”. Disponible en inglés: <https://www.icc-cpi.int>.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
Algunos Estados han establecido explícitamente en su legislación nacional que el DIH rige para
ambos tipos de conflictos. Otros, en cambio, han previsto normas específicas para los conflictos no
internacionales. En lugares donde existe legislación penal sobre crímenes de guerra, esta suele limitarse
a violaciones del DIH en conflictos armados internacionales, mientras que la legislación sobre el uso del
emblema de la cruz roja usualmente rige para ambos. Como requisito mínimo, los Estados cuyo sistema
jurídico no integre automáticamente los tratados internacionales a la legislación local deben promulgar
leyes para transformar las normas del DIH aplicables a los conflictos armados no internacionales en
68) Vea: Lección 3, donde se trata la distinción entre conflicto armado internacional y no internacional.
69) Vea: “Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter
internacional”, 8 de junio de 1977, Parte V, Art. 19. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
70) Vea: Art. 3(2) común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los
heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo I, Art. 3(2); II Convenio de Ginebra, ““Convenio de
Ginebra para aliviar la suerte de los heridos, enfermos y náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de agosto de 1949, Capítulo I, Art. 3(2);
III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, ´Parte I, Art. 3(2); IV
Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte
I, Art. 3(2). Todos los convenios están disponibles en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
71) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 76. Vea: Art. 3(4) común a los Convenios de
Ginebra II, III y IV de 1949.
72) Vea: III Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte I y IV Convenio
de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte I. Disponible
en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
73) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 77.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
normas nacionales, para poder hacerlas valer contra personas, incluidos rebeldes. Además, por la misma
razón, todos los Estados deben promulgar leyes que se correspondan con aquellas normas previstas
en el Artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y al Protocolo II que no consideren
de aplicación directa (autoejecutables). Los Estados tienen la responsabilidad internacional de asegurar
que todas las personas bajo su competencia respeten las reglas de conducta básicas establecidas en
esas normas.
Dado que la Corte Internacional de Justicia ha decidido que el principio consagrado en el Artículo
1 común a los Convenios de Ginebra y al Protocolo I también rige para los conflictos armados no
internacionales74, los terceros Estados tienen el derecho y la obligación de asegurar que las fuerzas
gubernamentales, las fuerzas no gubernamentales y las fuerzas antigubernamentales de un Estado que
enfrenten un conflicto armado no internacional respeten todas el DIH75.
Aunque el derecho penal común no es de competencia universal y no prevé considerar delitos las
graves violaciones, ello se logra cuando en la legislación nacional se abordan las violaciones tanto
del derecho de los conflictos armados internacionales como del derecho de los conflictos armados no
internacionales. De no ser así, se puede lograr un sistema para frenar las violaciones en conflictos
no internacionales similar al que rige para las contravenciones graves en el derecho de los conflictos
armados internacionales por medio de varios mecanismos jurídicos.
Hechos y avances recientes, tales como la reacción de la comunidad internacional ante las violaciones
del DIH cometidas en los conflictos armados no internacionales de la ex Yugoslavia, Ruanda, Camboya
y Sierra Leona, y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, han llevado a que la mayoría de
los autores, decisiones judiciales e, implícitamente, los estatutos de ambos tribunales internacionales
ad hoc, se basaran en la hipótesis de que el derecho internacional consuetudinario considera delitos las
graves violaciones del DIH en los conflictos armados no internacionales. Tal interpretación autorizaría,
si no obligaría, a aplicar el principio de competencia universal para juzgar los crímenes que se cometan
en conflictos armados no internacionales.
Una violación del DIH en conflictos armados no internacionales puede ser con frecuencia además un
acto considerado delito por otras normas del derecho internacional consuetudinario o convencional, tal
como ocurre con los delitos de lesa humanidad, el genocidio, la tortura o el terrorismo.
74) Vea: Corte Internacional de Justicia, Informe de la Corte Internacional de Justicia — 1 de agosto de 1985–31 de julio de 1986, parágrafo 255.
75) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 77.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
En primer lugar, muchas normas del DIH se corresponden con las convicciones culturales, étnicas y
religiosas de muchas sociedades. En todas las religiones, hay reglas sobre el respeto a las criaturas de
la tierra, y muchos libros sagrados contienen prohibiciones específicas para tiempos de guerra:76 “No
hay que estudiar los Convenios de Ginebra y los Protocolos para saber que está prohibido asesinar niños
y violar mujeres”77.
En una sociedad de información global, la opinión pública internacional y nacional contribuye cada
vez más a respetar, pero también a veces, lamentablemente, a violar el DIH. Los beligerantes necesitan
del favor de la opinión pública internacional y nacional tanto como de municiones. De hecho, en los
conflictos armados no internacionales, la “batalla por ganarse los corazones” es uno de los temas más
importantes. No hay nada que asegure más perder el apoyo público que la difusión de atrocidades por
televisión78.
La rutina es otro factor que contribuye de manera decisiva a la observancia del DIH. Cuando los
soldados o los funcionarios públicos toman conocimiento de una norma y saben que sus superiores
quieren que respeten esa norma, la acatan sin más. En la mayoría de las sociedades humanas, existe
una predisposición a respetar la ley. Por lo general, si las personas entienden que los Estados y la
comunidad internacional aceptan las normas del DIH en los conflictos armados, las respetarán79.
Aunque la represalia no es una justificación jurídica para cometer violaciones sin importar qué
delitos cometa el enemigo, la reciprocidad positiva sí juega un importante papel no jurídico en motivar
a los beligerantes a respetar el DIH. Los soldados, los grupos armados y los Estados respetan además
el DIH con la esperanza de motivar al enemigo a hacer lo mismo.
76) Vea: Lección 1 sobre los orígenes y primeros años de la historia del derecho internacional humanitario.
77) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 90.
78) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 89.
79) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Implementación del derecho internacional humanitario” en HDLPiW, Tomo 1, 89.
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
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LECCIÓN 5 | IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO HUMANITARIO INTERNACIONAL
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DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
LECCIÓN
Derecho internacional de los
amparan
derechos humanos
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LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Museo Nacional de Colombia, Bogotá. El lanzamiento de la campaña “Seres humanos, dentro y fuera” marcó el 100° aniversario de las
visitas del CICR a detenidos en todo el mundo. 30 de agosto de 2015. Foto del CICR V-P-CO-E-02598 por Andrés Cortés.
• Sus orígenes;
• Su evolución;
1) Otros dos cursos del POTI brindan información útil: Julian Harston, Lección 4.4:
“Diferencias y similitudes entre el derecho internacional de derechos humanos y el
derecho internacional humanitario”; Lección 4.5: “Principios del derecho internacional
humanitario”; y Lección 4.6: “Principios de los derechos humanos” en Presentación del
sistema de Naciones Unidas: Orientación para actuar en una Misión de Campo de ONU
(Williamsburg: Instituto de Formación en Operaciones de Paz, 2015); Jessica C. Lawrence,
Lección 12.2: “Derecho internacional humanitario y la ley y la guerra” en Derechos
humanos (Williamsburg: Instituto para Formación en Operaciones de Paz, 2012).
112
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
La ambigüedad terminológica contribuye a crear aún más confusión con respecto a los dos
conjuntos de leyes. Tanto en los medios de comunicación como en la literatura en general se emplean
indiscriminadamente expresiones tales como “derechos humanos”, “derecho humanitario”, “derechos
de las personas” y “derechos humanos en los conflictos armados”. Es por tanto esencial tener siempre
presente la naturaleza jurídica de los dos sistemas jurídicos, así como también las similitudes y
diferencias que existen entre estos.
El objetivo general del derecho internacional de los derechos humanos puede resumirse así:
• Garantizar a toda persona, en tiempos de paz, el respeto a sus libertades y derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales;
• Ofrecer defensa judicial contra abusos cometidos por autoridades y, en virtud de avances más
recientes, por personas individuales.
El derecho internacional de los derechos humanos tiene su origen en la legislación local del siglo
XVII en Inglaterra, con la promulgación de tres importantes leyes: la de Petición de derechos (Petition
of Right) de 1628, las de Habeas Corpus de 1640 y 1679, y la Declaración de derechos (Bill of Rights) de
1689. Esos documentos demuestran la creciente toma de conciencia sobre los derechos de la persona,
al limitar el poder que podía ejercer el Estado soberano sobre esta.
2) En la Declaración de Derechos de Virginia de George Mason se proclaman los derechos inherentes del hombre y se declara la independencia de la
colonia de Virginia del Imperio británico. La Declaración de Virginia influyó en quienes redactaron la Declaratoria de la Independencia de los Estados
Unidos. La Mancomunidad de Virginia (su nombre oficial) es uno de los primeros 13 Estados de los Estados Unidos de América.
113
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Incluso hoy, la legislación nacional sigue desempeñando un papel clave en el derecho internacional
de los derechos humanos. En la mayoría de las constituciones modernas, se enumeran los derechos
fundamentales de la persona, e incluso en muchas se incorporan las convenciones internacionales de
derechos humanos a los sistemas jurídicos nacionales. Sin embargo, a partir de los primeros años del
siglo XX, las normas del derecho internacional de los derechos humanos han ido convirtiéndose en
disposiciones de alcance universal directamente aplicables a todos los seres humanos.
– Abolición de la esclavitud;
– Protección de minorías;
– Ley de refugiados;
– Prohibición de la tortura;
• Instrumentos universales:
• Tratados regionales:
114
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
De izquierda a derecha: Hernán Santa Cruz de Chile saluda a la Sra. Eleanor D. Roosevelt de los Estados Unidos, mientras observa el
profesor John P. Humphrey, Canadá, Director de la División de Derechos Humanos de la ONU, Departamento de Asuntos Sociales. 9
junio de 1947. UN7768355.
– Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos (1981) (también conocida
como Carta de Banjul).
En general, el derecho internacional de los derechos humanos define los derechos inherentes y
fundamentales de todas las personas. Garantiza los derechos y libertades que deben asegurar que toda
persona pueda realizarse plenamente en la sociedad, protegiéndola de toda clase de abuso. Se trata de
derechos que se garantizan a todos los seres humanos, independientemente de su nacionalidad, lugar
de residencia, género, origen nacional o étnico, color, religión, idioma o cualquier otra consideración4.
Para concluir este sección sobre la evolución del derecho internacional de los derechos humanos
y del derecho internacional humanitario, cabe mencionar la resolución V aprobada en Berlín el 25 de
agosto de 1999 por el Institut de Droit International (Instituto de Derecho Internacional), por la cual se
reafirman, entre otras cosas:
• Que durante los últimos 50 años, el derecho internacional de los derechos humanos ha tenido
considerable influencia en el desarrollo y la aplicación del derecho internacional humanitario; y
Nota: El resto de esta sección se dedicará a analizar los vínculos que existen entre el derecho
internacional humanitario y las normas internacionales del derecho internacional de los derechos
humanos, dejando atrás las normas y principios consagrados en la legislación nacional.
4) Más información en Harston, Lección 4.6 en Presentación del sistema de Naciones Unidas: Orientación para actuar en una Misión de Campo de ONU.
5) “Aplicación del derecho internacional humanitario y derechos humanos fundamentales en conflictos armados en los que alguna de las Partes no es un
Estado”, Institut de Droit international, 1999. Disponible en inglés: <https://www.idi-iil.org>.
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LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Similitudes
Si bien el DIH y el DIDH tienen el mismo objetivo — la protección del ser humano — son
complementarios en cuanto a la dignidad y los derechos individuales del ser humano.
Por último, a diferencia de la mayoría de las ramas del derecho internacional público, tanto el DIH
como el DIDH contienen normas relativas a la relación entre los Estados y las personas, siendo estas
últimas a lo que apuntan ambos como objetivo directo.
Diferencias
El DIH ha pasado por un proceso sistemático de codificación en el que nuevos instrumentos han
venido reemplazando a los más viejos. Esos tratados tienen alcance universal. En cambio la codificación
del DIDH, se nutre de diversas fuentes — universales o regionales, obligatorias o exhortativas, generales
o específicas.
DIDH DIH
1. Rige en todo momento. Rige exclusivamente en conflictos armados (aunque
algunas obligaciones lo hacen aun en tiempos de paz).
2. Tiene efecto vinculante exclusivamente para Tiene efecto vinculante para los Estados y para actores
los Estados. no estatales.
3. Rige las relaciones entre los Estados y las Rige las relaciones entre las partes en conflicto.
personas.
4. Se suspende en circunstancias de No se suspende.
emergencia.
5. ¿Posiblemente extraterritorial? Es incuestionablemente extraterritorial.
6. Es soft law (no obligatorio sino exhortativo). No es soft law.
Cuadro 6-1
Por mucho tiempo, la evolución del DIH y el DIDH se dio por carriles separados, por más que fueran
los mismos diplomáticos quienes negociaran los respectivos tratados. Sin embargo, en la actualidad las
dos ramas tienden a converger.
Las disposiciones del DIH han surgido dentro del ámbito estricto del derecho internacional, un orden
jurídico objetivo que rige las relaciones entre los Estados. En tal sentido, el principal objetivo del DIH es
116
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
proteger a la víctima individual de los conflictos. Esa protección no se plasma en derechos subjetivos,
sino que es la consecuencia que se prevé “de las reglas de conducta de los Estado y, a través de estos,
de cada persona individual”6.
En cambio, el DIDH recién en los últimos años se ha incorporado a la esfera del derecho internacional.
Sus normas siempre han sido consideradas — y siguen siendo formuladas — como derechos subjetivos
de la persona (y, más recientemente, de grupos de personas). La protección que se otorga a la persona
(o al grupo) es una protección estatal, principalmente del Estado al que pertenece o donde reside.
Aplicación general
Con respecto a ¿Cómo protege la ley en la guerra? (“HDLPiW”), en “Alcance geográfico de aplicación:
la aplicación extraterritorial del derecho internacional de los derechos humanos”, HDLPiW, se establece:
6) Marco Sassòli, Antoine A. Bouvier y Anne Quintin, “Derecho internacional humanitario y derecho internacional de los derechos humanos” en HDLPiW,
Tomo 1 (Ginebra: CICR, 3ª edición), 1. Disponible en inglés: <https://www.icrc.org/en/download/file/19454/icrc-0739-part-i.pdf>.
7) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Derecho internacional humanitario y derecho internacional de los derechos humanos” en HDLPiW, Tomo 1, 5–6.
117
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
En suma, el DIDH prevé el derecho que pueden hacer valer las personas ante el Estado (o,
posiblemente, ante otras autoridades). El DIH protege a las personas del Estado (el adversario
tradicional), pero también gobierna las normas que rigen entre los Estados y define reglas de conducta
para que las personas protejan a otras personas.
internacional humanitario
Como hemos visto, la evolución de estos sistemas jurídicos se dio por mucho tiempo por carriles
completamente separados. Fue recién en la primera Conferencia Internacional de Derechos Humanos,
realizada en Teherán en 1968, que se vincularon oficialmente por primera vez por medio de la resolución
“Derechos humanos en los conflictos armados”. Esta convergencia, aunque ampliamente criticada en
8) Estos párrafos fueron extractados de Sassòli, Bouvier, and Quintin, “Alcance geográfico de aplicación: aplicación extraterritorial del derecho
internacional de los derechos humanos”, HDLPiW, Tomo 1, 7–8.
118
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
COMPLEMENTARIO
su momento, dio lugar a un acalorado debate entre las diferentes escuelas de pensamiento del que
surgieron tres teorías o enfoques bien distintos: integracionista, separatista y “complementarista”.
Los integracionistas abogaban por una fusión de las dos ramas del derecho. Los separatistas
sostenían que esas dos ramas del derecho eran totalmente diferentes y que toda conjunción generaría
confusión y sería por tanto perjudicial para la implementación general y el respeto a los dos sistemas.
Por ejemplo, los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949 contienen disposiciones
inspiradas directamente en tratados de derechos humanos (tales como el Artículo 75 del Protocolo I
y los Artículos 4, 5 y 6 del Protocolo II)9. De manera similar, algunos tratados de derechos humanos,
como por ejemplo el Artículo 38 de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 y el Artículo
11 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, se refieren expresamente a
normas del DIH10.
9) “Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales”, 8 de junio
de 1977, Parte IV, Sección III, Capítulo I, Art. 75; “Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas
de los conflictos armados sin carácter internacional”, 8 de junio de 1977, Parte II, Arts. 4, 5 y 6. Todos los convenios se pueden ver en: <https://www.
icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
10) Asamblea General de la ONU, Convención sobre los Derechos del Niño, resolución 44/25, 20 de noviembre de 1989, Parte I, Art. 38. Disponible en:
<https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CRC.aspx>; Asamblea General de la ONU, Convención sobre los derechos de las personas
con discapacidad y su Protocolo facultativo, A/RES.61/106, 13 de diciembre de 2006, Art. 11. Disponible en: <https://www.un.org/disabilities/
documents/convention/convoptprot-s.pdf>.
119
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
El segundo párrafo del Preámbulo del Protocolo II de los Convenios de Ginebra claramente refleja la
conexión entre ambos, ya que en este se establece que “los instrumentos internacionales relativos a los
derechos humanos brindan protección básica a la persona humana”11.
Por otra parte, el DIH regula ciertos temas que son vitales para las víctimas del conflicto armado
y no son contemplados en el DIDH. Por ejemplo, el Artículo 44 del Protocolo I define con precisión a
quiénes corresponde el status de combatientes y, por ende, la facultad de hacer uso de la fuerza13. Si
bien este aspecto no está contemplado ni regulado en el DIDH, en tiempos de conflicto armado influye
de manera decisiva en la protección de los civiles.
El DIH ampara los derechos civiles y políticos (por ejemplo, el derecho a la vida), los derechos
económicos, sociales y culturales (tales como el derecho a la salud), y los derechos colectivos o de
grupo (tales como el derecho a un ambiente saludable). En efecto, desde su propia concepción, el DIH
jamás ha hecho una distinción artificial entre los diferentes grados de derechos humanos ni entre los
derechos que obligan al Estado a realizar ciertas tareas y los que simplemente requieren que el Estado
se abstenga de incurrir en determinadas conductas.
Como se mencionaba anteriormente, en muchos casos se superponen los dos sistemas jurídicos
en cuanto a la protección de derechos (tales como el derecho a la vida, la prohibición de la tortura, el
derecho a la atención médica, el principio de no discriminación, la prohibición del genocidio, la protección
de niños y mujeres, etc.). Algunos derechos son amparados por ambos sistemas jurídicos, pero se los
trata de manera más específica en uno de ellos. Por ejemplo:
• Derecho a la vida;
• Derecho a la salud; y
120
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
• Garantía judiciales;
• Ética médica;
• Prohibición de la tortura; y
conflictos; y
• Derechos de asistencia.
• Libertad de opinión;
• Libertad de asociación;
• Derecho al trabajo;
• Derecho a la paz; y
• Derecho a la autodeterminación.
El principio de lex specialis: Enfoque teórico de los derechos amparados por ambas ramas
121
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Las violaciones del DIH suelen cometerse en el campo de batalla. Las violaciones del DIDH, en
cambio, se dan más a raíz de decisiones judiciales, administrativas o legislativas (o de la falta de estas).
En la implementación del DIH, lo que importa es resarcir a las víctimas o a sus familiares. En
tal sentido, un enfoque pragmático y confidencial suele ser el más apropiado (aunque no excluye la
reparación por medio de tribunales).
Por el contrario, en las violaciones del derecho internacional de los derechos humanos, las víctimas
reclaman la reafirmación y restauración de sus derechos. Reclaman además condena pública y
resarcimiento. Por tanto, es preciso adoptar un enfoque más legalista.
En general, el DIH se instrumenta por medio de medidas preventivas, en especial la difusión de las
normas. El derecho internacional de los derechos humanos se instrumenta en cambio por medio del
control a posteriori, a demanda, y en procesos quasi judiciales. Algunos puntos importantes:
14) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Derecho internacional humanitario y derecho internacional de los derechos humanos” en HDLPiW, Tomo 1, 1.
15) Sassòli, Bouvier y Quintin, “Derecho internacional humanitario y derecho internacional de los derechos humanos” en HDLPiW, Tomo 1, 10.
122
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
• Debidas a las características específicas del conflicto — por ejemplo, los tribunales nacionales
podrían no funcionar;
• Medios de implementación: mecanismos de DIDH universales o regionales versus rol del CICR.
• Implementación del DIDH por mecanismos de DIH — por ejemplo, el rol del CICR en asegurar
el respeto a las garantías judiciales en conflictos armados internacionales y internacionales;
• El enfoque operativo es cada vez más similar — por ejemplo, la similitud entre los roles que
desempeñan los observadores de derechos humanos y los delegados del CICR en ciertas
situaciones; y
123
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Año Convención
1926 CONVENCIÓN SOBRE LA ESCLAVITUD
1950 CONVENIO EUROPEO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DE LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES^
CONVENCIÓN SOBRE EL ESTATUTO DE LOS REFUGIADOS (CONVENCIÓN DE GINEBRA SOBRE EL ESTATUTO DE LOS
1951
REFUGIADOS)
1979 CONVENCIÓN SOBRE ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER
1984 CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA Y OTROS TRATOS O PENAS CRUELES, INHUMANAS O DEGRADANTES (CAT)
CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE TODOS LOS TRABAJADORES MIGRA-
1990
TORIOS Y DE SUS FAMILIARES (ICRMW)
1995 CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN RACIAL (ICERD)
2000 PROTOCOLO FACULTATIVO DE LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO DE 1989
CONVENCIÓN INTERNACIONAL PARA LA PROTECCIÓN DE TODAS LAS PERSONAS CONTRA LAS DESAPARICIONES
2006
FORZADAS
* No hay consenso con respecto a clasificar la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio como instrumento de derechos humanos.
KEY
CLAVE^
UNIVERSAL Y GENERAL+
UNIVERSAL Y ESPECIALIZADO /
UNIVERSAL Y ESPECIALIZADA
124
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
VIDA 6 2 4
ESCLAVITUD 8 4 6
DETENCIÓN 9, 10 5 5, 7
LIBERTAD DE PENSAMIENTO/RELIGIÓN 18 9 13
DISCRIMINACIÓN 2, 3, 26 14 1, 24
*Los números en negrita indican que el artículo define que ese derecho no se puede suspender.
125
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
¿Cuándo se aplican el
DIH y el DIDH?
DIH
Paz Conflicto
No internacionales Internacionales
Conflictors armados
Fuente: Antoine Bouvier, “Parte IV. Derecho internacional humanitario y derecho internacional de los derechos humanos”
(Presentación del CICR, Ginebra, 2018). Disponible en inglés: <https://slideplayer.com/slide/12224937/>.
126
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
127
LECCIÓN 6 | DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Respuestas»
1. A
2. C
3. A
4. C
5. B
6. B
7. D
8. A
9. D
128
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
LECCIÓN
Mantenimiento de la paz e
7 imposición de la paz
129
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
Pacificadores chadianos de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) patrullan
la zona, mientras Hervé Ladsous, ex Secretario General Adjunto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, visita uno de los puestos
de control de la misión en Tessalit, en el norte de Malí. 3 de noviembre de 2013. Foto de ONU #569541 por Marco Dormino.
130
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
Antes de abordar el tema, será preciso repasar la historia y los principios de las operaciones de
paz. Lo siguiente deberá servir como mero recordatorio de conceptos que ya son familiares: naturaleza,
origen, evolución y bases jurídicas de los sistemas de operaciones de paz.
Sorprendentemente, los fundadores de las Naciones Unidas no previeron que se realizarían tales
operaciones y ni siquiera se las menciona en la Carta. La ONU plasmó el concepto de mantenimiento
de la paz en una serie de mecanismos prácticos ad hoc que se emplean para ayudar a frenar los
conflictos armados y resolverlos por medios pacíficos. Dado que su sistema de seguridad colectiva se
fue volviendo ineficaz por el creciente desacuerdo entre las dos superpotencias — los Estados Unidos y
la Unión Soviética — la ONU ideó estas misiones al comienzo de la Guerra Fría.
En los Capítulos VI, VII y VIII de la Carta de las Naciones Unidas, se esboza el sistema original
ideado por sus creadores para asegurar la paz y la seguridad internacional. La intención planteada
en la Carta es que el sistema funcione de la siguiente manera: Cuando surge una disputa entre dos
gobiernos, en virtud del Capítulo VI las partes están obligadas a buscar una solución por medios pacíficos,
principalmente negociación, conciliación, mediación y arbitraje. Si resultan insuficientes los medios
pacíficos y la disputa escala hasta estallar en un conflicto armado, entra en juego el Capítulo VII. Este
Capítulo, que constituye el núcleo del sistema de seguridad colectiva de las Naciones Unidas, establece
que, de producirse una amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto de agresión, el
Consejo de Seguridad podrá adoptar medidas coercitivas para restaurarla. En primer lugar, se deberán
intentar medidas no militares, tales como embargo de armas y sanciones económicas, y, una vez
agotadas, recurrir al uso de la fuerza. Por último, en el Capítulo VIII se establece que el Consejo de
Seguridad deberá promover la resolución pacífica de las disputas internas a través de sus organismos
regionales y, si corresponde, emplear también a tales organismos para aplicar medidas coercitivas con
su autorización.
En teoría, las disposiciones clave del sistema de seguridad colectiva de las Naciones Unidas se
refieren al uso de la fuerza previsto en el Capítulo VII. Los planes para tal uso de la fuerza debe hacerlos
el propio Consejo de Seguridad con la asistencia del Comité de Estado Mayor de las Naciones Unidas.
Dado que las cinco grandes potencias que desempeñaron un papel clave en la creación de las Naciones
Unidas son miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho a veto, y que además integran
el Comité de Estado Mayor, las disposiciones de la Carta sobre el uso de la fuerza solo pueden aplicarse
1) Se podrá ver una lista actualizada de las operaciones en: Mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, “Operaciones de mantenimiento de la paz en
curso”. Disponible en: <https://peacekeeping.un.org/es/current-peacekeeping-operations>.
131
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
Dag Hammarskjöld y sus sucesores, del ex Primer de Paz de las Naciones Unidas en el Cuartel General
Panafricano de la Misión de la ONU en Liberia. 27 de
Ministro de Canadá Lester B. Pearson y de otras
mayo de 2011. Foto de ONU #474320 por Emmanuel
destacadas personalidades internacionales, se fueron Tobey.
Ya en 1947, la Organización de las Naciones Unidas envió personal militar con el auspicio de la
Misión Consular de Indonesia, y a los Balcanes con el del Comité Especial para los Balcanes. La primera
operación de mantenimiento de la paz se desplegó en 1948 en Palestina. Se trató de una misión de
observadores militares llamada Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua
(ONUVT). En 1949, se destacó una misión de observadores militares similar, el Grupo de Observadores
Militares de las Naciones Unidas en la India y el Pakistán (UNMOGIP), que aun hoy sigue prestando
valiosos servicios. En 1956, se desplegó la primera fuerza de mantenimiento de la paz, la Fuerza de
Emergencia de las Naciones Unidas (FENU), en respuesta a la crisis del canal de Suez. Desde entonces
ha venido aumentando el número de operaciones de mantenimiento de la paz.
La implementación del Capítulo VII de la carta de las Naciones Unidas ha sido mucho menos eficaz.
De hecho, aunque el Consejo de Seguridad puede en teoría “hacer la guerra para poner fin a la guerra”,
en la práctica rara vez lo hace. Cuando se necesita recurrir a las armas para restaurar la paz, el Consejo
de Seguridad casi siempre delega a otros esa tarea — por lo general a coaliciones, como ocurrió en
Corea en 1950 o en el Golfo Pérsico en el período 1990–1991.
Así, muy pocas veces se utilizaban los mecanismos coercitivos previstos en la Carta. Sin embargo,
desde el final de la Guerra Fría se han dado condiciones que podrían cambiar esa situación. De hecho,
a partir de 1990 se han autorizado varias operaciones en el marco del “Capítulo VII” (Guerra del Golfo,
Somalia, Ruanda, Haití, ex Yugoslavia, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Costa de
Marfil, Malí, etc.), y este nuevo escenario importa en las discusiones sobre la legislación aplicable.
Antes de seguir adelante, por un tema de claridad, será preciso definir algunos conceptos de
importancia clave. En la Carta de las Naciones Unidas, se definió el concepto general de las operaciones
132
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
Hay tres tipos de actividades dentro del marco general de las “operaciones de paz”:
1. Diplomacia;
2. Observación y vigilancia; y
Deben definirse con más precisión dos tipos de operaciones de paz: las de mantenimiento de la paz
y las de imposición de la paz.
Mantenimiento de la paz
El mantenimiento de la paz involucra operaciones militares que no son de combate (en las cuales
el personal emplea las armas exclusivamente para defenderse) y que son desplegadas por fuerzas
externas con el consentimiento de las principales partes en conflicto. Su finalidad es vigilar y propiciar
la implementación de un acuerdo de tregua existente, en apoyo a los esfuerzos diplomáticos por lograr
una solución política al conflicto. Aunque en la Carta de las Naciones Unidas no se hace referencia
específica al mantenimiento de la paz tradicional, se lo suele llamar “Capítulo VI ½” (no escrito), ya que
su mandato parece caer entre lo que trata el Capítulo VI y lo que trata Capítulo VII.
Según la Organización de las Naciones Unidas, hay tres principios básicos que siguen distinguiendo
las operaciones de mantenimiento de la paz como herramienta para preservar la paz y la seguridad
internacional4. Esos tres principios están interrelacionados y se refuerzan mutuamente:
2. Imparcialidad; y
2) Asamblea General y Consejo de Seguridad de la ONU, Un programa de paz, Diplomacia preventiva, establecimiento de la paz y mantenimiento de la
paz, Informe del Secretario General, A/47/277- S/24111, 31 de enero de 1992. Disponible en: <https://undocs.org/sp/A/47/277>.
3) Asamblea General y Consejo de Seguridad de la ONU, Suplemento de “Un programa de paz”: documento de posición del Secretario General presentado
con ocasión del cincuentenario de las Naciones Unidas, Informe del Secretario General, A/50/60–S/1995/1, 25 de enero de 1995. Disponible en
inglés: <http://www.securitycouncilreport.org>.
4) Vea: Mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, “Principios del mantenimiento de la paz”. Disponible en: <https://undocs.org/sp/A/50/60>.
5) Mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, “Principios del mantenimiento de la paz”.
133
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
En la mayoría de las operaciones de mantenimiento de la paz tradicionales en las que las partes
en conflicto en general han aceptado la presencia de las Naciones Unidas, no hay graves riesgos para
la seguridad de los pacificadores de las Naciones Unidas. Si surge alguna amenaza, suele darse en
situaciones puntuales y en el ámbito local. Los pacificadores de esas operaciones normalmente están
desarmados o llevan muy pocas armas, y no van acompañados de vehículos blindados. Solo están
autorizados a protegerse actuando en legítima defensa, y a proteger a los componentes civiles de la
operación de mantenimiento de la paz. El concepto original de operaciones de mantenimiento de la
paz tradicionales implicaba intervenciones militares por un período de tiempo acotado, con la finalidad
de apoyar los acuerdos de cese de fuego mientras los diplomáticos procuraban encontrarles solución a
problemas que, en esencia, no eran militares, sino políticos.
Imposición de la paz
134
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
desde el punto de vista militar pasar del mantenimiento de la paz a la imposición de la paz empleando
fuerzas adicionales. Sin embargo, al introducir a esas fuerzas, la ONU casi siempre comprometerá la
apariencia de neutralidad y casi siempre perderá el consentimiento de los participantes. No es difícil
pasar de mantenimiento de la paz a imposición de la paz, pero suele ser imposible dar marcha atrás de
imposición de la paz a mantenimiento de la paz.
Por último, algunas veces se han autorizado en la misma zona operaciones paralelas de
mantenimiento de la paz e imposición de la paz. En 1993, el Consejo de Seguridad estableció una
operación de mantenimiento de la paz llamada entonces Misión de Asistencia de las Naciones Unidas
para Ruanda (UNAMIR). En 1994, nueve meses más tarde y mientras la UNAMIR seguía en funciones,
se autorizó la Operación Turquesa (Capítulo VII).
Es imprescindible tener presentes estos cambios en las operaciones de paz al analizar las normas
aplicables a las operaciones de mantenimiento de la paz y de imposición de la paz.
Tanto el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) como la Conferencia Internacional de la Cruz
Roja y de la Media Luna Roja han expresado muchas veces sus opiniones sobre la aplicabilidad del
derecho internacional humanitario a las fuerzas de mantenimiento de la paz.
Por ejemplo, en el Memorándum del CICR del 10 de noviembre de 1961 titulado “Aplicación y
difusión de los Convenios de Ginebra”, el CICR llamaba la atención al Secretario General de las Naciones
Unidas, a los Estados signatarios de los Convenios de Ginebra y a los Estados Miembros de las Naciones
Unidas sobre la necesidad de asegurar que las fuerzas puestas a disposición de la ONU respetaran los
principios de los Convenios. Dado que la Organización de las Naciones Unidas como tal no es signataria
de los Convenios, el CICR considera que cada Estado individualmente es responsable de aplicar esos
tratados toda vez que aporta un contingente a una fuerza de mantenimiento de la paz. En consecuencia,
los Estados deberán hacer lo necesario, en especial impartiendo las instrucciones que correspondan a
sus tropas antes de destacarlas en misión al exterior.
En la resolución XXV, “Aplicación de los Convenios de Ginebra por parte de la Fuerza de Emergencia
de las Naciones Unidas”, aprobada en Viena en 1965 por la 20ª XX Conferencia Internacional de la Cruz
Roja, se formulan tres recomendaciones7. En dos de estas, se propone:
6) Vea los siguientes artículos de Umesh Palwankar y Tristan Ferraro: Umesh Palwankar, “Aplicabilidad del derecho internacional humanitario a las
fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas”, Revista Internacional de la Cruz Roja, mayo/junio de 1993, 227–40; Tristan Ferraro,
“Aplicabilidad y aplicación del derecho internacional humanitario a las fuerzas multinacionales”, Revista Internacional de la Cruz Roja, junio de 2013,
561–612. Disponible en: <https://international-review.icrc.org/es>.
7) Palwankar, “Aplicabilidad del derecho internacional humanitario a las fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas”. Vea además: Lección
8, Sección 8.5, “El Movimiento internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja”.
135
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
En resumen, la posición del CICR sobre la aplicabilidad del derecho internacional humanitario a las
fuerzas de mantenimiento de la paz y a la observancia de sus disposiciones por parte de estas se centra
en que los principios fundamentales y las normas consuetudinarias del derecho internacional humanitario
son aplicables y deben ser cumplidos. Para garantizarlo, los Estados que provean contingentes están
obligados a impartir a sus tropas las instrucciones que correspondan; las Naciones Unidas tienen la
misma obligación respecto del comando unificado. Las autoridades nacionales del contingente en
cuestión deben asumir la responsabilidad por toda contravención del derecho internacional humanitario
en que incurra, y dado que existe cierto grado de complementariedad entre los objetivos últimos de sus
respectivos mandados, las fuerzas de mantenimiento de la paz deben cooperar con el CICR y en ningún
caso obstaculizar sus actividades ni cuestionar su competencia.
La posición de la Organización de las Naciones Unidas sobre la aplicabilidad del derecho internacional
humanitario a las fuerzas de mantenimiento de la paz surge en respuesta a la posición del CICR de
que las tropas puestas a disposición de las Naciones Unidas se debían regirse por los Convenios de
Ginebra de 1949 y demás normas internacionales humanitarias. Si bien destaca su compromiso a la
observancia del derecho internacional humanitario por parte de las fuerzas de mantenimiento de la paz,
la Organización de las Naciones Unidas ha señalado que las fuerzas de mantenimiento de la paz actúan
en nombre de la comunidad internacional en su conjunto, y que por ende no pueden ser consideradas
“parte” de un conflicto. Por tanto, la mera presencia de fuerzas de mantenimiento de la paz de las
Naciones Unidas en el contexto de la guerra, si bien cumple una misión humanitaria o diplomática, no
necesariamente requiere la aplicación del derecho internacional humanitario.
136
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
cumplir muchas de las obligaciones previstas en esos Convenios. Desde un punto de vista jurídico, la
Organización de las Naciones Unidas ni siquiera puede pasar a ser parte de los Convenios de Ginebra,
porque las cláusulas del tratado no permiten la participación de organizaciones internacionales tales
como Naciones Unidas.
En tanto en el Reglamento para la Fuerza y en los Acuerdos con los Estados contribuyentes, se
incluía la obligación de respetar los principios y el espíritu del derecho internacional humanitario, a las
Naciones Unidas no le cabía responsabilidad directa de asegurar el respeto al derecho internacional
humanitario por parte de los integrantes de sus fuerzas. Sin embargo, en 1992 la ONU aceptó por
primera vez, atendiendo a un reclamo del CICR, introducir una disposición similar en el acuerdo sobre
el estatuto de las fuerzas (SOFA) celebrado entre las Naciones Unidas y el Estado en cuyo territorio se
desplegaran las operaciones de sus fuerzas.
10) Antoine Bouvier, “‘Convenio sobre la seguridad del personal de Naciones Unidas y asociado’: presentación y análisis”, Revista internacional de la Cruz
Roja, No. 309, diciembre de 1995. Disponible en inglés: <https://www.icrc.org/en/doc/resources/documents/article/other/57jmtj.htm>.
11) Asamblea General de la ONU, “A/46/185. Modelo de acuerdo entre las Naciones Unidas Y Estados Miembros que aportanpersonaly equipo a
operaciones de las Naciones Unidas de mantenimiento de la paz”, Informe al Secretario General, resolución A/46/185, 23 de mayo 1991. Disponible
en: <https://digitallibrary.un.org/record/114426?ln=es>.
137
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
En el primer tipo de operaciones de imposición de la paz (por ejemplo, las del Guerra del Golfo
Pérsico en 1990–1991), los Estados Miembros ejecutan acciones coercitivas en nombre del Secretario
General. En este caso, son Estados individuales, y no la propia Organización de las Naciones Unidas,
los que están involucrados en hostilidades. Esos Estados tienen por ende el deber de cumplir con sus
respectivas obligaciones.
En el segundo tipo de operaciones de imposición de la paz, los Estados Miembros están autorizados
por el Secretario General a intervenir en un conflicto interno. Son ejemplos las de Corea, Somalia
(Equipo de Tareas Unificado o UNITAF) o la Operación Turquesa en Ruanda. Si bien tales acciones
no cambian el carácter interno del conflicto, las fuerzas de los Estados Miembros participantes están
interviniendo en una misión internacional legitimada por resoluciones del Consejo de Seguridad. Por
tanto, se deben aplicar la mayoría de las normas aplicables a los conflictos armados internacionales.
El tercer tipo de operaciones de imposición de la paz lo llevan a cabo fuerzas de las Naciones Unidas.
Dado que esas fuerzas son armadas y tienen derecho a hacer uso de sus armas, deben respetar el
derecho internacional humanitario. Si la Organización de las Naciones Unidas estuviera involucrada en
hostilidades, esta como tal estaría obligada a regirse por el derecho internacional humanitario en lugar de
los Estados que proveen contingentes. En estas situaciones, las fuerzas de las Naciones Unidas estarían
obligadas a cumplir las disposiciones consuetudinarias del DIH, entre las cuales están la mayoría de las
de los Convenios de Ginebra de 1949 y la mayoría de las relativas a la conducción de las hostilidades.
12) Vea: C. van Hegelsom, “La ley de los conflictos armados y de las operaciones de mantenimiento y de imposición de la paz de Naciones Unidas”,
(Trabajo presentado en la Conferencia realizada en La Haya en conmemoración del 70° aniversario de la Asociación de asistentes y ex alumnos de la
Academia de Derecho Internacional de La Haya, 1421, Ginebra, 1993).
13) Vea: Naciones Unidas, Informe del Comité Especial de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, A/50/230, 22 de junio de 1995, § 73.
138
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
A tal fin, el CICR organizó dos reuniones de expertos de círculos militares y académicos en marzo y
octubre de 1995. También invitó a ex comandantes de fuerzas de las Naciones Unidas y a representantes
de la Secretaría de las Naciones Unidas para que aportaran sus opiniones. Los participantes estudiaron
las disposiciones del derecho internacional humanitario, para determinar su aplicabilidad a las fuerzas
de mantenimiento de la paz, y redactaron la versión preliminar de un código de conducta.
Esas Directrices o “Directivas” están destinadas a las fuerzas de las Naciones Unidas que realicen
operaciones bajo el mando y el control de Naciones Unidas, y que intervengan activamente como
combatientes en un conflicto armado. Rigen para las operaciones de mantenimiento de la paz y de
imposición de la paz en las que “el uso de la fuerza esté autorizado, ya sea en legítima defensa o en
cumplimiento de un mandato específico del Consejo de Seguridad”15. Por otra parte, no constituyen
una enumeración exhaustiva de los principios y reglas del derecho internacional humanitario para el
personal militar. Se deberán seguir elaborando Normas de combate u otras directrices pertinentes para
circunstancias específicas. Además, los cascos azules (los pacificadores de la ONU) están obligados
a respetar el derecho internacional humanitario previsto en sus respectivas legislaciones nacionales
toda vez que corresponda. En consecuencia, si violan la ley, pueden ser pasibles de enjuiciamiento en
Por otra parte, dado que los derechos humanos son un pilar fundamental de las Naciones Unidas,
el personal de mantenimiento de la paz tiene la responsabilidad de proteger y promover los derechos
humanos en su trabajo. La promoción y protección de los derechos humanos forman parte de los
mandatos y de la estructura de de las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU17.
14) CICR, “Estatutos del Movimiento internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja”, 2006, Sección II, Art. 5, § 2(g). Disponible en inglés:
<https://www.icrc.org>.
15) Palwankar, “Aplicabilidad del derecho internacional humanitario a las fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas”.
16) Vea: Lección 6 sobre la relación entre el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos.
17) Para obtener más información sobre esta responsabilidad, vea: “Materiales básicos de capacitación previa al despliegue (CPTM)”, Centro de recursos
de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas. Disponible en: <https://library.un.org/es>.
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LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
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LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
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LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
ST/SGB/1999/13
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LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
ST/SGB/1999/13
7.2 Los siguientes actos contra cualquiera de las personas g) Se respetará y garantizará el derecho del CICR
mencionadas en la sección 7.1 están prohibidos en todo de visitar a los prisioneros y las personas detenidas.
momento y en todo lugar: la violencia contra la vida o la
integridad física; el homicidio y los tratamientos crueles como Sección 9
la tortura, la mutilación o cualquier otra forma de castigo Protección de los heridos, los enfermos
corporal; los castigos colectivos; las represalias; la toma de y el personal médico y de socorro
rehenes; la violación; la prostitución forzada; cualquier forma
9.1 Los miembros de las fuerzas armadas y otras personas
de agresión sexual y trato humillante o degradante; la esclavi-
bajo custodia de la fuerza de las Naciones Unidas que estén
tud y el pillaje.
heridas o enfermas serán objeto de respeto y protección
7.3 Las mujeres serán objeto de protección especial contra en todas las circunstancias. Serán tratados con humanidad y
todo ataque, y en particular contra la violación, la prostitución recibirán el cuidado médico y la atención que requiera
forzada o cualquier otra forma de atentado a su pudor. su condición, sin ningún tipo de distinción desfavorable. Sólo
7.4 Los niños serán objeto de respeto y serán protegidos en caso de necesidad de atención médica urgente se autorizará
contra todo tipo de atentado a su pudor. el establecimiento de prioridades para el tratamiento.
9.2 Cuando las circunstancias lo permitan, se acordará una
Sección 8 suspensión del fuego, o cualquier otro tipo de arreglo local,
Tratamiento de las personas detenidas para permitir la búsqueda e identificación de personas
La fuerza de las Naciones Unidas tratarán con humani- heridas, enfermas o dejadas por muertas en el campo de
dad, y respetando su dignidad, a los miembros detenidos de batalla y hacer posible su reunión, remoción, intercambio y
las fuerzas armadas u otras personas que ya no toman parte transporte.
en operaciones militares en razón de su detención. Sin 9.3 La fuerza de las Naciones Unidas no atacará estableci-
perjuicio de su situación jurídica, serán tratados de conformi- mientos médicos o unidades médicas móviles. Estas entidades
dad con las disposiciones pertinentes del Tercer Convenio de gozarán en todo momento de respeto y protección, a menos
Ginebra de 1949, que se aplicarán a estas personas mutatis que se las utilice, al margen de sus fines humanitarios, para
mutandis. En particular: atacar o de cualquier otra forma cometer actos perjudiciales
a) Su captura y detención se notificará sin demora para la fuerza de las Naciones Unidas.
a la parte de la que dependen y al Organismo Central de 9.4 La fuerza de las Naciones Unidas respetará y protegerá
Localización del Comité Internacional de la Cruz Roja en todas las circunstancias al personal médico que realice
(CICR), en particular para informar a sus familiares; exclusivamente actividades de búsqueda, transporte o
b) Serán mantenidos en locales seguros y protegidos, tratamiento de heridos o enfermos, y también al personal
que ofrezcan todas las salvaguardias posibles de higiene y religioso.
sanidad, y no permanecerán detenidos en lugares expuestos 9.5 La fuerza de las Naciones Unidas respetará y protegerá
a los peligros de la zona de combate; el transporte de heridos o enfermos, o de equipo médico, de
c) Tendrán derecho a recibir alimentos y vestimen- la misma forma que las unidades médicas móviles.
tas, condiciones higiénicas y atención médica; 9.6 La fuerza de las Naciones Unidas no aplicará medidas
d) En ningún caso serán sometidos a cualquier forma de represalia contra los heridos, los enfermos o el personal,
de tortura o malos tratos; los establecimientos o el equipo protegidos en virtud de lo
dispuesto en la presente sección.
e) Las mujeres a las que se haya privado de su liber-
tad serán detenidas en locales separados de los de los hom- 9.7 La fuerza de las Naciones Unidas respetará en todas las
bres, y estarán bajo la supervisión directa de mujeres; circunstancias los emblemas de la Cruz Roja y de la Media
Luna Roja. Estos emblemas sólo se podrán utilizar para
f) Los niños menores de 16 años que participen indicar o proteger unidades, establecimientos, personal y
directamente en las hostilidades y sean arrestados, detenidos materiales médicos. Se prohíbe cualquier uso indebido de los
o internados por la fuerza de las Naciones Unidas, continua- emblemas de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja.
rán recibiendo los beneficios de una protección especial. En
particular, serán detenidos en locales separados de los de los 9.8 La fuerza de las Naciones Unidas respetará el derecho
adultos, salvo cuando estén junto a sus familias; de las familias de conocer el paradero de sus familiares
enfermos, heridos y fallecidos. A tal fin, la fuerza facilitará
la labor del Organismo Central de Localización del CICR.
143
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
ST/SGB/1999/13
Sección 10
Entrada en vigor
El presente boletín entrará en vigor el 12 de agosto
de 1999.
Secretaría de la ONU, Boletín del Secretario General: Observancia del derecho internacional humanitario por parte de las fuerzas de
Naciones Unidas, Oficina del Secretario General, ST/SGB/1999/13, 6 de agosto de 1999. Disponible en: <https://digitallibrary.un.org/
record/277660?ln=es>.
144
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
145
LECCIÓN 7 | MANTENIMIENTO DE LA PAZ E IMPOSICIÓN DE LA PAZ
Respuestas »
1. B
2. D
3. Verdadero
4. C
5. B
6. C
7. A
8. D
9. Falso
146
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
LECCIÓN
El rol del Comité Internacional
8 de la Cruz Roja
En esta lección, se
tratará el amplio papel
que desempeña el
CICR en el desarrollo e
implementación del DIH.
los Convenios de Ginebra y sus • Enumerar las tareas generales y específicas del
CICR en tiempos de conflicto armado.
Protocolos adicionales
• Enumerar algunas de las actividades médicas y
Sección 8.3 Tareas estatutarias del CICR de asistencia humanitaria que desarrolla el CICR.
CICR
Roja
147
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
El personal del CICR difunde el derecho internacional humanitario entre los contingentes de las operaciones de apoyo a la paz de las
Naciones Unidas que parten en misiones internacionales de mantenimiento de la paz. 2012. Foto del CICR V-P-LK-E-00471 por S.N.
148
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
Los fundamentos jurídicos de la labor del CICR son igualmente complejos. En primer lugar, están las
actividades “convencionales” que desarrolla en virtud de tratados, a saber, las expresamente previstas en
los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y sus Protocolos adicionales de 1977 y 2005. Luego
están las previstas en los Estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna
Roja. Por ejemplo, el Artículo 4(1)(c) establece que la tarea del CICR es “trabajar por la fiel aplicación”
del DIH2. Esos Estatutos fueron aprobados en las Conferencias Internacionales de la Cruz Roja y de
la Media Luna Roja, de las que participaron representantes de todas las Sociedades Nacionales, su
Federación Internacional, y representantes de los Estados signatarios de los Convenios de Ginebra. Los
Estatutos sientan además fundamentos jurídicos para las llamadas actividades “extraconvencionales”
del CICR.
La distinción entre los fundamentos jurídicos del CICR aportados por los Convenios y los aportados
por los Estatutos del Movimiento es importante desde una perspectiva jurídica. Sin embargo, no lo es
desde el punto de vista práctico. El CICR ofrece en general sus servicios sin especificar los fundamentos
jurídicos de su ofrecimiento, a fin de evitar tener que pronunciarse sobre el tipo de conflicto en cuestión
(conflicto armado internacional, conflicto internacional no internacional, tensiones internas).
Tarea general:3
• Actuar como intermediario neutral entre las partes en conflicto, a fin de prestar protección y
asistencia a las víctimas de la guerra.
Tareas específicas:4
2) “Estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja”, CICR. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/doc/assets/files/
other/statutes-es-a5.pdf>.
3) Marco Sassòli y Antoine A. Bouvier, “Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)” en ¿Cómo ayuda la ley en la guerra? (HDLPiW), Tomo 1 (Ginebra:
CICR, 2ª edición), 357. Disponible en inglés: <https://www.loc.gov/rr/frd/Military_Law/pdf/How-law-protect-in-war_Vol-I.pdf>.
4) Sassòli y Bouvier, “Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)”, en HDLPiW, Tomo 1, 357.
5) Vea: III Convenio de Ginebra “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte VI, Sección I,
Art. 126; IV Convenio de Ginebra “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de
1949, Parte IV, Sección I, Art. 143. Todos los convenios se pueden consultar en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
6) Vea: IV Convenio de Ginebra “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949,
Parte III, Sección III, Arts. 59 y 61. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
7) Vea: III Convenio de Ginebra “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte V, Art. 123; IV
Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte
III, Sección V, Art. 140. Todos los convenios se pueden consultar en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
149
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
En caso de conflicto armado no internacional, el Artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra
de 1949 establece que el CICR podrá “ofrecer sus servicios a las partes en conflicto”10.
A diferencia de lo que se creer en general, desde hace solo unos pocos años el CICR viene
desarrollando actividades médicas en gran escala. La espera fue deliberada, ya que prefirió aprender de
la experiencia de otros organismos de asistencia humanitaria en situaciones de emergencia. Basándose
en esa experiencia, el CICR diseñó una política centrada fundamentalmente en el saneamiento,
las medidas preventivas, la salud pública, la rehabilitación de las víctimas de conflictos armados y,
paralelamente, en la administración de hospitales ubicados en la periferia de las zonas de conflicto.
8) Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”,
12 de agosto de 1949, Capítulo II, Art. 12; IV Convenio de Ginebra “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en
tiempo de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte II, Art. 14. Todos los convenios se pueden consultar en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-
dih>.
9) Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”,
12 de agosto de 1949, Parte I, Art. 10. Si bien los artículos sobre los “Sustitutos de las Potencias Protectoras” son comunes a los cuatro Convenios
de Ginebra, varían los destinatarios que se mencionan en el correspondiente segundo párrafo. Vea además: II Convenio de Ginebra “Convenio de
Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, 12 de agosto de 1949, Art.
10(1–3); III Convenio de Ginebra “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra”, 12 de agosto de 1949, Parte II, Art.
10(1–3); IV Convenio de Ginebra “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de agosto de
1949, Parte II, Art. 11(1–3). Todos los convenios se pueden consultar en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>.
10) Vea, por ejemplo, IV Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, 12 de
agosto de 1949, Parte I, Art. 3(2). Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>. “Algún organismo humanitario internacional, como
el Comité Internacional de la Cruz Roja, podrá ofrecer sus servicios a las Partes en conflicto”.
11) Vea: “Estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja”, Sección III, Art. 8.6.
12) Vea: “Estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja”, Sección II, Art. 5.3.
13) Para obtener más información sobre los distintos tipos de actividades que desarrolla el CICR, vea el sitio web del cual se han extractado partes de esta
sección. “Lo que hacemos”, CICR. Disponible en: <https://www.icrc.org/es>.
150
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
convencionales, tales como las que se realizan en los Unidas está trabajando con el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados y el CICR para
hospitales administrados por el CICR.
proveerles refugio temporal, alimentos y seguridad. 1 de
marzo de 1993. Foto de ONU #286103 por M. Grafman.
Ciencias forenses y acción humanitaria
Cuando mueren personas durante guerras o desastres, o bien mientras están migrando, sus cuerpos
deben ser tratados con respeto y dignidad; es preciso buscar, recuperar e identificar los restos de las
personas desconocidas. El trabajo humanitario ha pasado a incluir estas tareas, para lo cual las ciencias
forenses ofrecen incomparables herramientas y conocimientos.
Ubicar, analizar e identificar restos humanos puede resultar difícil, en especial cuando los cuerpos
han sido sepultados en tumbas secretas, y lo es aún más cuando el número de fallecidos cuyos restos
no han sido identificados es de cientos o más. El CICR presta asesoramiento, apoyo y capacitación a
autoridades locales y médicos forenses en la búsqueda, recuperación, análisis, identificación y manejo
de gran cantidad de restos no identificados en diversos grados de preservación. Aun cuando se cuente
con muy buenos centros de medicina forense, las autoridades y los médicos forenses locales suelen
verse desbordados. El CICR procura generar capacidad forense local sostenible, ya que puede que no
se pueda recurrir a asistencia externa todo el tiempo que lleven tales tareas, que a veces se prolongan
por décadas. El CICR promueve además el empleo de las mejores prácticas científicas e imparte la
capacitación necesaria14.
Ayuda alimentaria
El CICR siempre ha prestado este tipo de asistencia, y en muchas zonas de conflicto, es la única
organización que puede hacer llegar ayuda a la población. Su amplia experiencia le ha permitido
desplegar grandes operaciones de ayuda alimentaria, como ocurrió en Camboya en 1979–1980, en
Etiopía en 1984, en Somalia en 1992–1993, y nuevamente en Somalia en 2012.
14) Para obtener más información, vea: “Ciencias forenses”, CICR. Disponible en: <https://www.icrc.org/es>.
151
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
En los últimos años, al observar de cerca las condiciones de vida en el terreno, el CICR sintió la
necesidad de incluir un componente de ayuda al desarrollo en sus operaciones de asistencia. En varios
de los programas implementados recientemente, se distribuyen semillas y herramientas agrícolas a las
personas desplazadas de sus hogares por la guerra o que viven en “zonas grises”, sin acceso directo a
la actividad comercial normal.
El CICR procura determinar si las personas afectadas por diversos tipos de crisis y conflictos armados
pueden cubrir sus necesidades básicas de manera sostenible. Si no, entra en escena para ayudar a
proteger vidas y restaurar la capacidad de sustento.
152
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
El CICR “centra sus esfuerzos en restaurar uno o varios de los que se conocen como ‘factores de
subsistencia claves’ (consumo de alimentos; producción de alimentos; ingresos; condiciones de vida;
capacidad)”16.
Por más claras que sean las normas, el trabajo del CICR
respecto de los prisioneros de guerra suele ser sumamente
delicado y arduo. En efecto, como se ha visto en muchos
conflictos armados internacionales recientes, la acción del
CICR depende en definitiva de si las partes en conflicto Adulto mayor afgano en un campamento de
distribución de la Cruz Roja Internacional en
están dispuestas a respetar las disposiciones del derecho
Mazar-i-Sharif, donde el Programa Mundial
internacional humanitario y, en especial, a cumplir con su de Alimentos está entregando productos
obligación de dar a conocer los nombres de las personas alimenticios. 1 de diciembre de 2001. Foto de
ONU #323291 por Luke Powell.
capturadas y permitirles llenar fichas de captura.
Asistir a personas detenidas por motivos de seguridad es otra de las tareas tradicionales del CICR;
desde 1919, sus delegados han visitado a más de 1,8 millones de detenidos por razones de seguridad.
El CICR ejerce su derecho “extraconvencional” de iniciativa para dirigirse a las autoridades nacionales
y ofrecerles visitar a personas detenidas por motivos relacionados con la seguridad del Estado. Las
autoridades en cuestión no están obligadas a aceptar la propuesta, pero una vez que lo hacen, deben
cumplir las condiciones previstas por el CICR para tales visitas.
Esas condiciones son similares a las que rigen para las visitas a los campamentos de prisioneros
de guerra. En particular, a los delegados se les debe permitir ver a todos los detenidos en su lugar
habitual de detención, sin testigos. Los delegados deben poder registrar a los detenidos y visitarlos
una y otra vez. A diferencia de otras organizaciones, el CICR no cuestiona las causas de la detención;
solo se centra en las condiciones físicas y psicológicas de esta. Luego redacta un informe exhaustivo y
confidencial sobre las condiciones observadas y lo eleva a las autoridades en cuestión. El CICR nunca da
a conocer públicamente lo que han visto u oído sus delegados en las prisiones.
Por más importante que sea el procedimiento técnico de tales visitas, no es comparable con su
dimensión humana. La experiencia ha demostrado que lo que más necesitan los detenidos es hablar y
expresarse sin restricciones ni temor. Una simple conversación con alguien ajeno al sistema penitenciario
puede ser de fundamental importancia para un detenido.
16) “Qué es la seguridad económica”, CICR, 18 de junio de 2015. Disponible en: <https://www.icrc.org/es>.
153
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
La Agencia Central de Búsquedas tiene su sede en Ginebra y representantes en casi todas las
delegaciones del CICR en el terreno. La Agencia desempeña un papel poco conocido, pero de enorme
importancia en la protección de las víctimas de conflictos armados. Cuenta con información sobre
detenidos registrada en alrededor de 70 millones de fichas indexadas, y suele ser el único enlace entre
el detenido y sus familiares o entre integrantes de familias que se han dispersado. Por tanto, realiza
un valioso aporte al mitigar la angustia de miles de personas. Sus principales actividades consisten en
registrar de manera sistemática a las personas visitadas por el CICR; compilar las listas de prisioneros
de guerra que los Estados beligerantes obligatoriamente deben enviar al CICR; coordinar el intercambio
de mensajes entre los detenidos y sus familiares; y reunificar a familias cuyos integrantes han sido
separados a causa de conflictos bélicos.
Aun años después de finalizado un conflicto La Cruz Roja Internacional asistió en la remoción de los
cuerpos de personas muertas durante el estallido de
bélico, se siguen padeciendo las consecuencias de
violencia en Bunia y zonas circundantes en cuanto se
la contaminación por armas. Las municiones sin calmó la situación. Desde el 4 de mayo de 2004, se han
estallar siguen matando y mutilando; y también contado 231 cuerpos de personas asesinadas, y se prevé
que podrán encontrarse más cuando los trabajadores
perduran los graves efectos de los agentes químicos.
lleguen a otras zonas de la ciudad. Entre los muertos
La contaminación por armas comprende la presencia había dos observadores militares de la ONU provenientes
de minas, restos explosivos de guerra (REG) y otras de Jordania y Malawi, cuyos restos fueron recuperados
en Mongwalu, una ciudad que se encuentra a 70
fuentes de contaminación, incluida la liberación
kilómetros de Bunia, en Ituri. 19 de mayo de 2004. Foto
deliberada o accidental de peligrosos agentes de ONU #25776.
químicos, biológicos, radiológicos o nucleares
(QBRN).
154
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
Aunque el CICR no tiene status formal más allá del de “experto” en las Conferencias Diplomáticas
que llevan a la codificación de los tratados humanitarios, ha procurado desempeñar un papel central en
el desarrollo del derecho internacional humanitario. Los proyectos que presenta ante las conferencias
suelen servir de marco jurídico para los tratados que finalmente se aprueban. El CICR es un abanderado
del rol que en general se le reconoce de promotor del derecho internacional humanitario. Constantemente
está estudiando asuntos que requieren codificación jurídica, en especial los que requieren consenso de
los Estados.
Además, el CICR trabaja desde 1977 en la promoción de la ratificación universal de los Protocolos
adicionales a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, aprobados en 1977. Aunque en la actualidad los
Protocolos son vinculantes para más de 160 Estados del mundo, aún deben ser ratificados por varias
grandes potencias. El CICR cree firmemente en el valor y relevancia de ambos tratados, y está decidido
a ejercer toda la presión que sea necesaria ante los gobiernos para lograr que finalmente los Protocolos
de 1977 alcancen el mismo reconocimiento universal que los Convenios.
Más recientemente, el CICR viene promoviendo activamente la ratificación del Estatuto de Roma
por el que se creó la Corte Penal Internacional. También ha desempeñado un importante papel en las
consultas técnicas que llevaron a la aprobación de los últimos tratados por los que se regula el uso de
armas tales como las minas terrestres antipersonas, las municiones en racimo, etc.
17) “¿Qué hace el CICR para reducir las consecuencias de la contaminación por armas?”, CICR. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/document/que-
hace-el-cicr-para-reducir-las-consecuencias-de-la-contaminacion-por-armas>.
155
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
Difusión
En los Convenios de Ginebra, se aconseja a los Estados que difundan las normas del derecho
humanitario en tiempos de paz por dos razones obvias18. Las disposiciones jurídicas son ineficaces a
menos que las conozcan quienes deben cumplirlas, y el amplio ámbito de aplicación de esas normas — el
conflicto armado — hace inviable enseñarlas rápidamente antes de un conflicto.
Si bien los Estados son los principales responsables de difundir el derecho internacional humanitario,
el CICR a menudo tiene que asumir esta tarea. Es por ello que ha desarrollado un enfoque global de
difusión centrado en los principales grupos objetivo: el personal militar y el personal médico. El CICR ha
diseñado además métodos didácticos para diferentes culturas y escenarios. Algunos ejemplos recientes
de estos métodos son los seminarios tradicionales, las presentaciones audiovisuales, los CD-ROM, las
obras de teatro y la amplia distribución de libros de historietas en los que se ilustran las normas del
derecho internacional humanitario.
La misión del CICR es proteger la vida y la dignidad de las víctimas de la guerra y otras situaciones
violentas, y prestarles asistencia. Lo hace, entre otros, asegurando que se respeten los derechos de las
personas afectadas. Ello implica recordarles a las autoridades y a otros actores las obligaciones jurídicas
que les corresponden en virtud del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los
derechos humanos.
La organización ofrece sus conocimientos y su experiencia práctica en conflictos bélicos para ayudar
a los gobiernos a cumplir sus responsabilidades promulgando leyes, adoptando medidas administrativas
de implementación, y capacitando a las fuerzas armadas y a la policía.
Educación y extensión
Los programas de educación y extensión del CICR crean conciencia del DIH entre los jóvenes.
Estos son algunos de los directamente afectados por las atrocidades de la guerra, y son los líderes, los
formadores de opinión, los soldados y los policías del mañana. Estos programas educativos tienen por
objeto promover el respeto por la noción de la dignidad humana y familiarizar a los jóvenes con el DIH
y la acción humanitaria.
Las universidades son socios clave en la promoción del respeto por la ley. Animando a las
universidades a impartir cursos de DIH y apoyando a los docentes que enseñan en estas, el CICR apela
a los líderes del futuro.
18) Vea: I Convenio de Ginebra, “Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en
campaña”, 12 de agosto de 1949, Capítulo VIII, Art. 47. Disponible en: <https://www.icrc.org/es/tratados-sobre-dih>. “Las Altas Partes
Contratantes se comprometen a difundir al máximo dentro de sus respectivos países, tanto en tiempos de paz como en tiempos de guerra, el
texto del presente Convenio y, en particular, a incluir su estudio en sus programas de instrucción militar y, de ser posible, civil, de modo que tome
conocimiento de este toda la población, y en especial las fuerzas armadas combatientes, el personal médico y los capellanes”. Se pueden encontrar
disposiciones similares en los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y sus dos Protocolos adicionales.
156
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
Al tiempo que desarrolla estas tareas, el CICR mantiene estrechas relaciones con las Sociedades
Nacionales, colaborando con estas en áreas de interés mutuo tales como preparación para conflictos
armados; desarrollo, ratificación y respeto por los Convenios de Ginebra; y difusión del derecho
humanitario y de sus principios fundamentales. Actúa además como principal ejecutor de las operaciones
de asistencia humanitaria internacional que despliegan la Cruz Roja y la Media Luna Roja en conflictos
armados internacionales y no internacionales, luchas internas y conflictos armados relacionados con
catástrofes naturales o tecnológicas.
Por último, el CICR colabora activamente en el desarrollo de las Sociedades Nacionales de la Cruz
Roja y de la Media Luna Roja, en especial prestándoles asistencia técnica y jurídica, apoyando sus
programas de difusión y contribuyendo a la capacitación de su personal en las áreas que caen dentro
de su mandato.
En principio, el Movimiento debería reunirse cada cuatro años con representantes de los Estados
signatarios de los Convenios de Ginebra en una Conferencia Internacional de la Cruz Roja y la Media
Luna Roja.
<https://www.icrc.org/data/files/annual-report-2018/icrc-annual-report-
ANNUAL REPORT 2018
FACTS AND FIGURES 2018-facts-and-figures.pdf>.
19) El texto de esta sección es en buena Parte cita del Informe anual 1997 del CICR (Ginebra: CICR, 1998), 7. Disponible en inglés: <https://library.icrc.
org>.
157
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
D. son obligatorios para los Estados y las A. cualquier persona que esté presa, sin la
divisiones del Movimiento autorización del Estado
B. detenidos, pero solo una vez
4. El CICR _____.
C. prisioneros de guerra
A. ha desempeñado un importante papel en el D. presos comunes condenados a muerte
desarrollo del DIH
B. no tiene ningún derecho a redactar textos 9. Verdadero o falso: El CICR incorpora un
que puedan más tarde plasmarse en
componente de ayuda al desarrollo a sus
operaciones de asistencia.
tratados
A. Verdadero
C. es una estructura multinacional
B. Falso
D. puede, al igual que un Estado, convocar
a Conferencias Diplomáticas (es decir
10. Enumere 3 actividades específicas que
conferencias que se convocan para elaborar se le asignan al CICR en los Convenios
un tratado) de Ginebra y sus Protocolos.
158
LECCIÓN 8 | EL ROL DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA
Respuestas »
1. B
2. Verdadero
3. C
4. A
5. A
6. D
7. D
8. C
9. Falso
159
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
CAT Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes
CEDH Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y las libertades
fundamentales
HDLPiW ¿Cómo protege la ley en la guerra? (significa How Does Law Protect in War? en inglés)
ICRMW Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares
IHEID Instituto de Altos Estudios Internacionales y del Desarrollo (Institut de hautes études
internationales et du développement en frances)
OCHA Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (UN Office for the Coordination of
Humanitarian Affairs en inglés)
160
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
SOFA acuerdo sobre el estatuto de las fuerzas (significa status of forces agreement en
inglés)
UNAMIR Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Ruanda (UN Assistance Mission for
Rwanda en inglés)
UNESCO Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (United
Nations Educational, Scientific and Cultural Organization en inglés)
UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (United Nations International Children’s
Emergency Fund en inglés)
UNMOGIP Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en la India y el Pakistán (UN
Military Observer Group in India and Pakistan en inglés)
UNPROFOR Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (UN Protection Force en inglés)
jus in bello las leyes de la guerra (reglas que rigen el conflicto armado)
lex specialis determina qué regla específica prevalece sobre otra de carácter más
general en determinada situación
pacta sunt servanda los pactos deben ser respetados por las Partes
161
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
Base del mapa de mantenimiento de la paz de la ONU de la Sección Cartográfica de la ONU, octobre 2019: <www.un.org/Depts/
Cartographic/map/dpko/P_K_O.pdf>.
162
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
Apéndice C: Bibliografía
Comentarios
Pictet, J. S., ed. Los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949: Comentarios, 4 Tomos. Ginebra:
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas
armadas en campaña. Tomo I, 1952. (466 págs.)
Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos, enfermos y náufragos de las
fuerzas armadas en el mar. Tomo II, 1960. (320 págs.)
Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra. Tomo III, 1960. (764
págs.)
Convenio de Ginebra relativo a la protección de los civiles en tiempos de guerra. Tomo IV,
1995. (660 págs.)
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Henckaerts, Jean-Marie, ed. Comentario sobre el Primer Convenio de Ginebra (CICR). Cambridge:
Cambridge University Press, 2016. (1334 págs.)
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Cambridge University Press, 2017. (1331 págs.)
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163
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Pictet, Jean. Development and Principles of International Humanitarian Law (Evolución y principios
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Sassòli, Marco. International Humanitarian Law: Rules, Controversies and Solutions to Problems
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Justicia Internacional
Textos internacionales
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DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
Todas las fotografías que aparecen en el manual del curso fueron seleccionadas por el Instituto
de Formación en Operaciones de Paz.
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DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
El Examen de Fin de Curso es una prueba de múltiple opción a la que se accede desde el Salón de
Clase Virtual. La mayoría de los exámenes consisten en 50 preguntas. Para cada pregunta, al estudiante
se le dan cuatro opciones (A, B, C y D), de las cuales solo una es correcta. El examen cubre el material
de todas las lecciones del curso y puede incluir además la información que aparece en los anexos y
apéndices. No se incluirá en la prueba el contenido del video.
No hay límite de tiempo para el examen. Ello permite al alumno leer y estudiar detalladamente las
preguntas y consultar el texto del curso. Además, si no puede hacer todo el examen de una vez, puede
guardarlo y volver a este sin que se lo califique. El botón “Save” (Guardar) se encuentra en la parte
inferior del examen, junto al botón “Submit my answers” (Enviar mis respuestas). Al hacer clic en el
botón “Submit my answers” (Enviar mis respuestas), pondrá fin al examen.
Calificaciones de aprobación
Para aprobar el examen, se requiere un puntaje del 75% o más. Se otorgará un Certificado de
Culminación electrónico a aquellos estudiantes que hayan aprobado el examen. Un puntaje inferior
al 75% es calificación de reprobación. A aquellos estudiantes que hayan obtenido una calificación de
reprobación, se les suministrará una segunda versión alternativa del examen que también podrá ser
completada sin límite de tiempo. A los estudiantes que aprueben la segunda versión del examen se les
otorgará un Certificado de Culminación del Curso.
• Si le interesa alguna categoría en particular, como por ejemplo Derechos Humanos, Logística
o Milicia, considere la posibilidad de inscribirse en el programa “POST Certificate” (Certificado
de Estudios Especializados), disponible en seis áreas de especialización. Ver los requisitos en
<https://www.peaceopstraining.org/es/users/user-login/>.
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