"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley" Gálatas5:22-23
AMOR: Un fuerte y no sexual afecto y respeto por una persona y su bien,
como es entendido por el caracter moral de Dios; especialmente caracterizado por una pérdida voluntaria de los derechos o privilegios en beneficio de otra persona: Romanos 5:5 (Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado)
GOZO: La emoción de gran felicidad y el placer. Habacuc 3:18 (Con todo, yo
me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación)
PAZ: Estado de relaciones armoniosas y libertad de conflictos;
especialmente durante la ausencia de guerra. Filipenses 4:7 (Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús)
PACIENCIA: Resistencia paciente del dolor o la infelicidad. Efesios 4:2 (con toda
humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor)
BENIGNIDAD: La cualidad de ser afable, considerado, humano, amable y
comprensivo. Efesios 4:32 (Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo)
BONDAD: La cualidad de excelencia moral; especialmente como una cualidad
que no esta estancada, pero sí trabajando activamente por sí misma. Mateo 5:45 (para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos)
FE: Fuerte confianza y dependencia en alguien o algo; a menudo con el
objeto de confianza entendido. MANSEDUMBRE: Actuar de una manera gentil, suave y ecuánime. Mateo 11:28- 30 (Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga)
TEMPLANZA: El rasgo de controlar resueltamente los propios deseos (que
podrian producir acciones); especialmente deseos sensuales. 2Timoteo 1:7 (Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio)