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20162197I
OBJETIVOS
El objetivo de este trabajo es analizar los artículos más importantes de la Constitución Política
del Perú para poder entender el sistema político del Perú y ver las ambigüedades que puede
haber en cada artículo de la Constitución. Es importante conocer los artículos a profundidad y
así no caer en las malas interpretaciones y abuso de poder que puede hacer una persona que
ocupa un cargo de los diferentes poderes del estado ya sea el poder ejecutivo, poder
legislativo, poder judicial.
Antecedentes-Proceso Histórica
El 5 de abril de 1992, el Perú sufrió un golpe de Estado, impulsado directamente por quien dos
años antes había sido elegido presidente constitucional del Perú. No fue un autogolpe, sino un
típico golpe de Estado practicado por quien traicionando su origen legal, buscó la complicidad
de los mandos militares, para, con la nocturnidad habitual de este tipo de tropelía, cerrar el
Congreso, intervenir la sede del Poder Judicial, ocupar locales de periódicos e imponer censura
y movilizar a efectivos militares y policiales para amedrentar a la población y consumar por la
fuerza de los hechos el golpe que convirtió a un presidente constitucional (el ingeniero Alberto
Fujimori) en gobernante de facto que concentraba todo el poder para sí, ponía entre paréntesis la
Constitución de 1979 y al país sin democracia y sin Estado de Derecho.
Es absolutamente irrelevante repetir veinte años después de ese golpe, que la población apoyó
entusiastamente el golpe, porque no es cierto. Un país gravemente afectado por doce años
precedentes de violencia terrorista, temeroso con razón, de ser víctima directa en cualquier
momento de un atentado asesino, que a duras penas se reponía de las medidas económicas
adoptadas para neutralizar la grave crisis económica y financiera con la que había cerrado la
década de los años ochenta; los partidos políticos debilitados por la extenuante confrontación
con el terrorismo y los continuos ataques del gobernante, que con discursos demagógicos hacía
responsable a la «partidocracia» de todos los males y carencias que afectaban al país, estaba en
verdad indefenso y sumamente limitado para defender la democracia. Por esta razón sectores
numerosos de la población, se sentían distantes de la legalidad democrática, y dispuestos más
bien a creer en el espejismo de la solución autoritaria y dictatorial, como salida a los problemas
que afectaban al país. ¿No nos dice acaso nuestra historia que la totalidad de los golpes de
Estado y asaltos violentos al poder fueron precedidos de una fanfarria antidemocrática que
psicológicamente creaba una especie de sopor popular que consentía el golpe? ¿En qué fue
diferente el golpe de Fujimori a todos los que le precedieron? Pero el golpe puro y duro no tuvo
tiempo para desarrollarse. Fujimori y quienes lo acompañaron en el derribamiento de la
democracia, no contaron con que se produciría un rechazo de la comunidad internacional y la
disposición de muchos países para el no reconocimiento del gobierno de facto surgido del golpe
del 5 de abril. Las misiones internacionales que vinieron al Perú constataron que no había
justificación de ningún tipo para la conversión de un gobierno constitucional en uno de facto. El
18 de mayo de ese mismo año, Fujimori debió concurrir en Las Bahamas a una reunión
extraordinaria de la OEA, donde ante la presión internacional tuvo que asumir el compromiso
de un retorno a la legalidad constitucional, mediante la reapertura del Congreso y la
convocatoria a un Congreso Constituyente Democrático (CCD), surgido de elecciones y
encargado de darle al país una nueva Constitución. No fue una solución perfecta, pero sí de
compromiso, que fue acompañada además de un monitoreo internacional, que a Fujimori no le
quedó otro recurso que aceptar. Así, el golpe de Estado del 5 de abril de 1992 por un lado y por
el otro, el compromiso de Las Bahamas, son el origen de la Constitución de 1993, que aún nos
rige.
Caracterización y ubicación de la Carta de 1993 Hemos presentado en la introducción, aunque
de manera somera los orígenes de la Constitución de 1993. En esencia y porque es un dato
histórico objetivo. No hay exageración cuando se sostiene que ella proviene de un golpe de
Estado dado por quien entonces ejercía constitucionalmente el cargo de presidente de la
República. El estar en el cargo de presidente debe considerarse como un agravante en la
conducta de quién dio el golpe. El Congreso Constituyente Democrático, elegido a fines de
1992, se instaló a inicios de enero de 1993 y tuvo a su cargo la elaboración del texto
constitucional, el mismo que una vez aprobado fue sometido a un referéndum ratificatorio, acto
sobre el cual aún se discute la validez de su resultado aprobatorio. El debate del nuevo texto
constitucional se desarrolló simultáneamente con el activismo de un gobierno caracterizado por
la concentración del poder en el Ejecutivo y la presencia de un gobernante, Fujimori, que a su
vez imponía un ejercicio autoritario del poder. Esa conducta, era, como la calificó con acierto
Sinesio López una «democradura»1 , que no dejó de estar presente en el debate constitucional y
que no se modificó una vez que la nueva Carta se promulgó. El ejercicio autoritario del poder y
el vaciamiento de significado del Estado de Derecho, fueron dos componentes de los diez del
gobierno de Fujimori hasta su caída a fines del año 2000. Este planteamiento nos lleva a
descomponer el análisis de la Carta de 1993 en dos periodos con significados diferentes. En
efecto, más allá de los 21 artículos modificados hasta la fecha, que incluyen una versión
completamente nueva del (capítulo XIV del título cuarto) y de las cuatro disposiciones
transitorias y finales también modificadas, los elementos políticos, económicos y de derechos
fundamentales que dan identidad a esta Constitución, han permanecido inalterables, salvo la
prohibición de la reelección inmediata de modo que el núcleo central de su modelo político es el
mismo que caracteriza a esa Constitución de un modo que la diferencia de todas las que le
precedieron. No obstante durante el tiempo de su vigencia, que es ya de veinte años,
distinguimos con claridad un primer periodo, compuesto por los años del fujimorismo en el
poder, donde el texto y modelo político son adaptados a la «demarcadora» que gobernaba el
país, mientras que el periodo que le sucede a continuación de la caída de aquel régimen y donde
el Perú se abre a una transición democrática que desemboca en un proceso ininterrumpido de
democratización, serán visibles algunos cambios en el sentido de la aplicación e interpretación
de la Carta de 1993.
En efecto a partir del Gobierno del presidente Paniagua se instaló en el Perú el Estado de
Derecho, a pesar que la Constitución seguía siendo la misma. ¿Cuál es el factor determinante en
el cambio para la aplicación e interpretación de la Constitución, que comienza a observarse a
partir de la apertura democrática? Evidentemente ese factor no puede ser otro que el cambio en
los patrones políticos jurídicos del país, fenómeno que denominamos como el del desarrollo de
una democracia constitucional, donde la resistencia de algunos sectores políticos y de grupos
empresariales interesados en la no modificación de la Constitución vigente, obligará a un
proceso singular de adaptación de esa carta a las exigencia de un Estado, que dejó de ser
gobernado por patrones de comportamiento dictatorial, para progresivamente convertirse en un
Estado Democrático Constitucional. ¿Cómo así se ha producido este cambio progresivo, si la
Constitución en sus aspectos trascendentales no se pudo modificar a pesar de las propuestas de
la comisión de bases para la reforma de la Constitución que impulso el gobierno de Valentín
Paniagua, y de los importantes esfuerzos de la comisión que presidió Henry Pease en el
Congreso del periodo correspondiente al gobierno del presidente Alejandro Toledo? A título de
hipótesis podemos asumir que se habría producido un cierto tipo de mutación constitucional,
puesto que vía la interpretación sistemáticamente constitucional de sus dispositivos y los fallos
del Tribunal Constitucional han generado que sin que cambie la letra del articulado
constitucional se ha ido modificando progresivamente el sentido de su aplicación. Es importante
pues, el estudio de la Constitución entre los años 1993 y 2013. Pero la metodología de un
análisis de este tipo lleva necesariamente a hacer precisiones y diferenciaciones entre los dos
periodos propuestos. En efecto es necesario verificar si efectivamente bajo el periodo que va
desde la promulgación de la Carta en 1993 hasta la caída del gobernante de esa época de la
década de 1990, el modelo político y económico de la Carta permitió un uso que la califique
como «la Constitución fujimorista» y cómo luego de la caída de ese régimen, la transición
democrática seguida de un proceso efectivo de democratización del país ha permitido la
adaptación a ese proceso de la misma Constitución, sin que cambie su texto aunque sí los
parámetros de su aplicación, en un esfuerzo inteligente y significativo de convertirla en un
instrumento útil para la democracia constitucional que se vive en el país.
La Constitución vigente en el periodo del fujimorismo de la década de 1990
A propósito del texto de la Constitución de 1993, Francisco Fernández Segado lo califica como
un texto pobre y de escasas innovaciones, cuyos autores se preocuparon principalmente de
acomodar la Constitución precedente a las necesidades políticas y uso del poder por el entonces
presidente Fujimori. Para un análisis completo y objetivo de este texto constitucional,
reiteramos nuestro enfoque de estudios constitucionales que hemos sustentado en anteriores
trabajos. En efecto la Constitución no es una suma de artículos que pueden analizarse según su
texto formal y contenido, como si cada uno de ellos tuviese autonomía conceptual y jurídica. Lo
que interesa es la lógica del conjunto y su construcción como una estructura sistemática y de
conjunto. Por tanto, el articulado como un todo que explica la coherencia de la Constitución, en
el sentido modélico de lo que propone; principalmente su modelo político, el modelo económico
y las relaciones que comunican al uno con el otro y cómo a su vez, ambos elementos valoran y
sirven o no, para el respeto y la correcta aplicación de los derechos fundamentales que la
Constitución reconoce y les brinda protección legal. Esta concepción se basa en los criterios de
la escuela alemana de derecho, desarrollada principalmente luego de la Segunda Guerra
Mundial, que tiene entre sus más destacados representantes Karl Loewenstein y principalmente
a Konrad Hesse quien sostiene que «es la unidad de la constitución como un todo, lo que
permite que ella se aplique sin contradicción, eliminando el riego de pares antinómicos y de
conflictos, por razón de interpretaciones dispares que provendrían de instituciones opuestas y
mal concertadas durante la operación constituyente»3 . Siendo que la Constitución aprobada
porque el CCD tenía errores visibles en su contenido y redacción ¿Que fue aquello que la
mejoró a partir de la transición democrática, distanciándola de su aplicación durante el gobierno
de los años noventa? En realidad, no es posible advertir ningún cambio sustantivo en su texto
que haya modificado tanto el modelo político original, como el económico. Al gobierno de
Fujimori lo que le estorbaba era la Constitución de 1979, al punto de dar un golpe para librarse
de ella; en cambio el texto aprobado por el CCD, fruto de una complaciente mayoría
fujimorista, no le creó mayor problema durante los largos años hasta su caída a fines del año
2000. La cuestión entonces es tratar de entender como así una Constitución complaciente para
un gobierno autoritario como el de Fujimori, ha logrado mantener su vigencia durante cuatro
gobiernos democráticos como los de Paniagua, Toledo, García y lo que va del gobierno de
Humala. Reiteramos aquí la interpretación que hemos consignado en nuestro más reciente
trabajo de análisis sobre la Constitución de 1993, al referirnos a las características de su modelo
político4 . En efecto sostuvimos en ese trabajo que en la Carta de 1993 se ignora precisiones y
relaciones elementales cuando prescinde de la interacción entre los derechos civiles y políticos y
los económicos, sociales y culturales; ideologiza la parte económica y se orienta por un
concepto oscuro y cerrado cuando define la organización y relaciones entre los poderes del
Estado. ¿Se trató de errores por desconocimiento de materia? No, el gobierno de la época no
ofreció resistencia a una detallada enumeración de derechos fundamentales, pero en la práctica
ignoró su aplicación, en cambio sí mostró interés en ejercer un rígido control en el ya
disminuido capítulo de derechos económicos y sociales. La razón era obvia. Imbuidos como
estaban por incluir la actividad económica en el país en el funcionamiento de un neoliberalismo
ortodoxo, el gobierno desmontó muchos de las organizaciones laborales de los trabajadores y
redujo el costo financiero para el Estado de obligaciones provenientes de derechos adquiridos
por los trabajadores en materias económicas. Asimismo, en lo político el CCD dio gusto al
gobierno de Fujimori, autorizando la reelección presidencial inmediata, fortaleciendo los
poderes presidenciales, mientras simultáneamente en el propio texto de la Constitución se
minimizaba al Parlamento, de debilitaba constitucionalmente a los partidos políticos y se
liquidaba la descentralización. En este sentido es que sostenemos la tesis de un modelo
concentrador del poder en la Carta de 1993, que no por gusto los partidarios de ese régimen
calificaron como «pragmática». Esta calificación a nuestro juicio lo que pretende es desviar la
atención del real modelo de la Constitución de 1993, que gira entre dos ejes que le dan identidad
y caracterización, liberalismo económico, aunque prescindiendo del aparato crítico que
acompaña a esa orientación económica y autoritarismo presidencial en lo político. En concreto y
para lo que se refiere a esta Constitución durante su vigencia en la década autoritaria de los años
noventa, su aplicación fue fiel a la letra de su texto: neoliberalismo puro en lo económico y
abierto sesgo autoritario en el modelo político que consagra. Su orientación y aplicaciones
fueron inevitablemente afectadas por la restauración de la democracia en el Perú y en parte es
cierto que ha logrado resistir cambios sustantivos gracias a ciertos factores que han jugado a su
favor, tales como algunas modificaciones parciales en su texto, como por ejemplo la supresión
de la reelección inmediata, la recuperación por el Congreso, aunque unicameral, de la vocación
natural de este institución para el debate político, la recuperación de la prensa de su
independencia, el activo ejercicio del control de constitucionalidad por parte del Tribunal
Constitucional, que a través de sesudos fallos ha logrado extraer patrones y perfiles
democráticos a una Carta que en sí misma no las tiene. Pero al mismo tiempo también debe
reconocerse un correlato de posiciones políticas y económicas, con suficiente poder para evitar
modificaciones en el título tercero de esa Constitución, generando un clima de resistencia que
logró paralizar cualquier cambio sustantivo en la Carta de 1993 a lograr, con el argumento del
crecimiento económico y que la relativa estabilidad política del país podía verse gravemente
alterada si se producía una reforma constitucional que o bien dispusiese el retorno a la
Constitución de 1979 o la aprobación de una nueva Constitución. Pero no obstante esta duración
o longevidad de una Constitución de origen espurio y modelo político autoritario, la crítica al
modelo se mantiene porque basta mirar la actual situación política del Perú, para percibir en la
crisis de los partidos, en la escasa participación política popular, en el creciente desprestigio del
Congreso unicameral, en la casi invisibilidad de los ministros de Estado o el lento caminar de la
regionalización, que todo ello proviene de la permanencia de una Constitución que en todos los
aspectos mencionados es deficiente, y no puede dejar de serlo porque si bien se le han hecho
muchos afeites y maquillajes para hacerla compatible con una democracia constitucional, ella en
sí misma es la principal traba para un pleno desarrollo de institucionalidad y el Estado de
Derecho en el país.
Análisis
Articulo 46
He visto muchas marchas y manifestaciones los últimos años y meses, las hubo de todo tipo: por
los derechos de las minorías sexuales, en contra de los derechos de las minorías sexuales; en
favor del aborto, por el derecho a la vida, en contra del indulto a Fujimori, en su favor, en contra
de las corridas de toros etc. Pero cuando se trata de la democracia misma, de lo que nos es
común a todos, entonces miramos al costado.
En realidad, el primer derecho del ciudadano es, precisamente, su derecho a tenerlos y si los
tiene es porque así lo manda la Constitución. Ojo, que nuestro silencio de hoy podría dirigirnos
mansamente a una nueva satrapía naranja, o a un infierno rojo que felizmente nunca hemos
vivido. Defendamos nuestra democracia, en las calles si es preciso, no vaya a ser que mañana la
echemos de menos entre los tanques y botas de una dictadura cuyo color político será lo menos
importante.
Articulo 113
4. Salir del territorio nacional sin permiso del Congreso o no regresar a él dentro del plazo
fijado. Y
5. Destitución, tras haber sido sancionado por alguna de las infracciones mencionadas en
el artículo 117 de la Constitución.
Sin embargo, esa versión es inexacta, habida cuenta que, por ejemplo, antes del golpe del 5 de
abril, cuando el presidente Alberto Fujimori acusó que en el Senado había miembros de mafias
de narcotraficantes, existió la intención de vacar a dicho presidente por incapacidad moral, al
haber agraviado al Congreso de la República.
Durante los debates del Congreso Constituyente Democrático ( CCD) se discutieron las causas
de vacancia incapacidad física y moral. Respecto de la física no hubo discusión alguna; a
diferencia de la moral, que despertó todo tipo de planteamientos.
Artículo 114
De conformidad con el Artículo Único de la Ley N.º 27375, publicada el 05- 12-2000,
interpretase que el mandato conferido por el presente Artículo al presidente del Congreso de la
República para que asuma las funciones de Presidente de la República por impedimento
permanente de este último y de los vicepresidentes no implica la vacancia de su cargo de
Presidente del Congreso ni de su condición de Congresista de la República.
El presidente solo puede ser acusado durante su gobierno cuando comete algún acto como
traición de la patria o cuando atente contra las elecciones posterior a su gobierno, caso si comete
otro tipos de actos que están en contra de las leyes como actos de corrupción, lavado de activos ,
el presidente tendrá el beneficio de someterse a las leyes del país al término de su gobierno.
1. Cumplir y hacer cumplir la Constitución y los tratados, leyes y demás disposiciones legales.
2. Representar al Estado, dentro y fuera de la República.
10. Cumplir y hacer cumplir las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones.
11. Dirigir la política exterior y las relaciones internacionales; y celebrar y ratificar tratados.
14. Presidir el Sistema de Defensa Nacional; y organizar, distribuir y disponer el empleo de las
Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
15. Adoptar las medidas necesarias para la defensa de la República, de la integridad del
territorio y de la soberanía del Estado.
19. Dictar medidas extraordinarias, mediante decretos de urgencia con fuerza de ley, en materia
económica y financiera, cuando así lo requiere el interés nacional y con cargo de dar cuenta al
Congreso. El Congreso puede modificar o derogar los referidos decretos de urgencia. 20.
Regular las tarifas arancelarias.
21. Conceder indultos y conmutar penas. Ejercer el derecho de gracia en beneficio de los
procesados en los casos en que la etapa de instrucción haya excedido el doble de su plazo más
su ampliatoria
22. Conferir condecoraciones en nombre de la Nación, con acuerdo del Consejo de Ministros.
23. Autorizar a los peruanos para servir en un ejército extranjero.
24. Ejercer las demás funciones de gobierno y administración que la Constitución y las leyes le
encomiendan.
Artículo 133.- Crisis total del gabinete El Presidente del Consejo de Ministros puede
plantear ante el Congreso una cuestión de confianza a nombre del Consejo. Si la confianza
le es rehusada, o si es censurado, o si renuncia o es removido por el presidente de la
República, se produce la crisis total del gabinete.
En caso de que la cuestión de confianza del consejo de ministros es rehusada por el congreso y
el presidente renuncie a su cargo eso va a ocasionar una crisis total del gabinete y si no se
soluciona en el futuro una disolución del gabinete .
Artículo 134.- Disolución del Congreso El Presidente de la República está facultado para
disolver el Congreso si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de
Ministros. El decreto de disolución contiene la convocatoria a elecciones para un nuevo
Congreso. Dichas elecciones se realizan dentro de los cuatro meses de la fecha de disolución,
sin que pueda alterarse el sistema electoral preexistente. No puede disolverse el Congreso en el
último año de su mandato. Disuelto el Congreso, se mantiene en funciones la Comisión
Permanente, la cual no puede ser disuelta. No hay otras formas de revocatoria del mandato
parlamentario. Bajo estado de sitio, el Congreso no puede ser disuelto.
Artículo 135.- Instalación del nuevo Congreso Reunido el nuevo Congreso, puede censurar
al Consejo de Ministros, o negarle la cuestión de confianza, después de que el presidente
del Consejo haya expuesto ante el Congreso los actos del Poder Ejecutivo durante el
interregno parlamentario. En ese interregno, el Poder Ejecutivo legisla mediante decretos
de urgencia, de los que da cuenta a la Comisión Permanente para que los examine y los
eleve al Congreso, una vez que éste se instale.
Artículo 138°. La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el
Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las
leyes. MIMDES | SNA 36 En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una norma
constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma
legal sobre toda otra norma de rango inferior. Artículo 139°. Son principios y derechos de la
función jurisdiccional:
3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional. Ninguna persona puede ser
desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de
los previamente establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción ni por
comisiones especiales creadas al efecto, cualquiera sea su denominación.
4. La publicidad en los procesos, salvo disposición contraria de la ley. Los procesos judiciales
por responsabilidad de funcionarios públicos, y por los delitos cometidos por medio de la prensa
y los que se refieren a derechos fundamentales garantizados por la Constitución, son siempre
públicos.
5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los
decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de
hecho en que se sustentan.
6. La pluralidad de la instancia.
7. La indemnización, en la forma que determine la ley, por los errores judiciales en los procesos
penales y por las detenciones arbitrarias, sin perjuicio de la responsabilidad a que hubiere lugar.
8. El principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley. En tal caso,
deben aplicarse los principios generales del derecho y el derecho consuetudinario.
9. El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas que restrinjan
derechos. MIMDES | SNA 37
11. La aplicación de la ley más favorable al procesado en caso de duda o de conflicto entre leyes
penales.
14. El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso. Toda
persona será informada inmediatamente y por escrito de la causa o las razones de su detención.
Tiene derecho a comunicarse personalmente con un defensor de su elección y a ser asesorada
por éste desde que es citada o detenida por cualquier autoridad.
15. El principio de que toda persona debe ser informada, inmediatamente y por escrito, de las
causas o razones de su detención.
18. La obligación del Poder Ejecutivo de prestar la colaboración que en los procesos le sea
requerida.
19. La prohibición de ejercer función judicial por quien no ha sido nombrado en la forma
prevista por la Constitución o la ley. Los órganos jurisdiccionales no pueden darle posesión del
cargo, bajo responsabilidad.
20. El principio del derecho de toda persona de formular análisis y críticas de las resoluciones y
sentencias judiciales, con las limitaciones de ley.
22. El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad
Artículo 180°. Los integrantes del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones no pueden ser
menores de cuarenta y cinco años ni mayores de setenta. Son elegidos MIMDES | SNA 46
por un período de cuatro años. Pueden ser reelegidos. La ley establece la forma de renovación
alternada cada dos años. El cargo es remunerado y de tiempo completo. Es incompatible con
cualquiera otra función pública, excepto la docencia a tiempo parcial. No pueden ser miembros
del Pleno del Jurado los candidatos a cargos de elección popular, ni los ciudadanos que
desempeñan cargos directivos con carácter nacional en las organizaciones políticas, o que los
han desempeñado en los cuatro años anteriores a su postulación.
Artículo 181°. El Pleno del Jurado Nacional de Elecciones aprecia los hechos con criterio
de conciencia. Resuelve con arreglo a ley y a los principios generales de derecho. En materias
electorales, de referéndum o de otro tipo de consultas populares, sus resoluciones son dictadas
en instancia final, definitiva, y no son revisables. Contra ellas no procede recurso alguno.
Artículo 190°.- Las regiones se crean sobre la base de áreas contiguas integradas histórica,
cultural, administrativa y económicamente, conformando unidades geoeconómicas
sostenibles. MIMDES | SNA 48 El proceso de regionalización se inicia eligiendo gobiernos en
los actuales departamentos y la provincia constitucional del Callao. Estos gobiernos son
gobiernos regionales. Mediante referéndum podrán integrarse dos o más circunscripciones
departamentales contiguas para constituir una región, conforme a ley. Igual procedimiento
siguen las provincias y distritos contiguos para cambiar de circunscripción regional. La ley
determina las competencias y facultades adicionales, así como incentivos especiales, de las
regiones así integradas. Mientras dure el proceso de integración, dos o más gobiernos regionales
podrán crear mecanismos de coordinación entre sí. La ley determinará esos mecanismos.
1. La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos
constitucionales conexos.
2. La Acción de Amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos reconocidos por la
Constitución. No procede contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas de
procedimiento regular. (*) (*) Inciso modificado por el Artículo Único de la Ley N.º 26470,
publicada el 12 junio 1995, cuyo texto es el siguiente:
2. La Acción de Amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos reconocidos por la
Constitución, con excepción de los señalados en el inciso siguiente. No procede contra normas
legales ni contra Resoluciones Judiciales emanadas de procedimiento regular."
3. La Acción de Hábeas Data, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos a que se refiere el artículo
2, incisos 5, 6 y 7 de la Constitución. (*) (*) Inciso modificado por el Artículo Único de la Ley
N.º 26470, publicada el 12 junio 1995, cuyo texto es el siguiente: "
3. La Acción de Hábeas Data, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos a que se refiere el artículo
2, incisos 5 y 6 de la Constitución."
4. La Acción de Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tienen rango de ley:
leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del Congreso, normas
regionales de carácter general y ordenanzas municipales que contravengan la Constitución en la
forma o en el fondo.
5. La Acción Popular, que procede, por infracción de la Constitución y de la ley, contra los
reglamentos, normas administrativas y resoluciones y decretos de carácter general, cualquiera
sea la autoridad de la que emanen.
1. El Presidente de la República;
2. El Fiscal de la Nación
5. Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por el Jurado Nacional de Elecciones. Si la
norma es una ordenanza municipal, está facultado para impugnarla el uno por ciento de los
ciudadanos del respectivo ámbito territorial, siempre que este porcentaje no exceda del número
de firmas anteriormente señalado
6. Los presidentes de Región con acuerdo del Consejo de Coordinación Regional, o los alcaldes
provinciales con acuerdo de su Concejo, en materias de su competencia.
Artículo 206.- Reforma Constitucional Toda reforma constitucional debe ser aprobada
por el Congreso con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y ratificada
mediante referéndum.
Puede omitirse el referéndum cuando el acuerdo del Congreso se obtiene en dos legislaturas
ordinarias sucesivas con una votación favorable, en cada caso, superior a los dos tercios del
número legal de congresistas. La ley de reforma constitucional no puede ser observada por el
presidente de la República. La iniciativa de reforma constitucional corresponde al presidente de
la República, con aprobación del Consejo de Ministros; a los congresistas; y a un número de
ciudadanos equivalente al cero punto tres por ciento (0.3%) de la población electoral, con firmas
comprobadas por la autoridad electoral.
Conclusión
-En el articulo 113 habla acerca de la incapacidad moral del presidente, es bueno que en a
constitución explique en que casos de incapacidad moral se le puede vacar a presidente para que
el congreso no abuse de su poder.
-En el articulo 118 habla acerca del indulto que puede conceder el presidente de la república,
sería preferible que la constitución especifique que ese indulto no se deba por cuestiones
personales .
-En el articulo 46 habla de que el pueblo no puede tolerar un gobierno usurpador, en ese caso ,
se le debe permitir al pueblo mostrar su incomodidad en las calles de Limas sin que las fuerzas
armadas ataquen solo porque la población muestre su incomodidad
Recomendación
-Mi recomendación es que debe haber una reforma en la constitución porque hay algunos
artículos que no están bien definido los términos y es buena aclarar esos puntos, para que si
haya un equilibrio de poder.
-Es recomendable que la constitución sea utilizada para hacer respetar las leyes en el país y no
sea utilizada con el fin de obtener beneficios tanto en el poder ejecutivo, judicial y legislativa.