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UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA

FACULTAD DE INGENIERIA DE PETROLEO, GAS


NATURAL Y PETROQUIMICA

CURSO: CONSTITUCION Y LEGISLACION DE


HIDROCARBUROS

PRACTICA CALIFICADA NUMERO 1

Cárdenas Rojas Pedro Alexis

20162197I
OBJETIVOS
El objetivo de este trabajo es analizar los artículos más importantes de la Constitución Política
del Perú para poder entender el sistema político del Perú y ver las ambigüedades que puede
haber en cada artículo de la Constitución. Es importante conocer los artículos a profundidad y
así no caer en las malas interpretaciones y abuso de poder que puede hacer una persona que
ocupa un cargo de los diferentes poderes del estado ya sea el poder ejecutivo, poder
legislativo, poder judicial.
Antecedentes-Proceso Histórica
El 5 de abril de 1992, el Perú sufrió un golpe de Estado, impulsado directamente por quien dos
años antes había sido elegido presidente constitucional del Perú. No fue un autogolpe, sino un
típico golpe de Estado practicado por quien traicionando su origen legal, buscó la complicidad
de los mandos militares, para, con la nocturnidad habitual de este tipo de tropelía, cerrar el
Congreso, intervenir la sede del Poder Judicial, ocupar locales de periódicos e imponer censura
y movilizar a efectivos militares y policiales para amedrentar a la población y consumar por la
fuerza de los hechos el golpe que convirtió a un presidente constitucional (el ingeniero Alberto
Fujimori) en gobernante de facto que concentraba todo el poder para sí, ponía entre paréntesis la
Constitución de 1979 y al país sin democracia y sin Estado de Derecho.
Es absolutamente irrelevante repetir veinte años después de ese golpe, que la población apoyó
entusiastamente el golpe, porque no es cierto. Un país gravemente afectado por doce años
precedentes de violencia terrorista, temeroso con razón, de ser víctima directa en cualquier
momento de un atentado asesino, que a duras penas se reponía de las medidas económicas
adoptadas para neutralizar la grave crisis económica y financiera con la que había cerrado la
década de los años ochenta; los partidos políticos debilitados por la extenuante confrontación
con el terrorismo y los continuos ataques del gobernante, que con discursos demagógicos hacía
responsable a la «partidocracia» de todos los males y carencias que afectaban al país, estaba en
verdad indefenso y sumamente limitado para defender la democracia. Por esta razón sectores
numerosos de la población, se sentían distantes de la legalidad democrática, y dispuestos más
bien a creer en el espejismo de la solución autoritaria y dictatorial, como salida a los problemas
que afectaban al país. ¿No nos dice acaso nuestra historia que la totalidad de los golpes de
Estado y asaltos violentos al poder fueron precedidos de una fanfarria antidemocrática que
psicológicamente creaba una especie de sopor popular que consentía el golpe? ¿En qué fue
diferente el golpe de Fujimori a todos los que le precedieron? Pero el golpe puro y duro no tuvo
tiempo para desarrollarse. Fujimori y quienes lo acompañaron en el derribamiento de la
democracia, no contaron con que se produciría un rechazo de la comunidad internacional y la
disposición de muchos países para el no reconocimiento del gobierno de facto surgido del golpe
del 5 de abril. Las misiones internacionales que vinieron al Perú constataron que no había
justificación de ningún tipo para la conversión de un gobierno constitucional en uno de facto. El
18 de mayo de ese mismo año, Fujimori debió concurrir en Las Bahamas a una reunión
extraordinaria de la OEA, donde ante la presión internacional tuvo que asumir el compromiso
de un retorno a la legalidad constitucional, mediante la reapertura del Congreso y la
convocatoria a un Congreso Constituyente Democrático (CCD), surgido de elecciones y
encargado de darle al país una nueva Constitución. No fue una solución perfecta, pero sí de
compromiso, que fue acompañada además de un monitoreo internacional, que a Fujimori no le
quedó otro recurso que aceptar. Así, el golpe de Estado del 5 de abril de 1992 por un lado y por
el otro, el compromiso de Las Bahamas, son el origen de la Constitución de 1993, que aún nos
rige.
Caracterización y ubicación de la Carta de 1993 Hemos presentado en la introducción, aunque
de manera somera los orígenes de la Constitución de 1993. En esencia y porque es un dato
histórico objetivo. No hay exageración cuando se sostiene que ella proviene de un golpe de
Estado dado por quien entonces ejercía constitucionalmente el cargo de presidente de la
República. El estar en el cargo de presidente debe considerarse como un agravante en la
conducta de quién dio el golpe. El Congreso Constituyente Democrático, elegido a fines de
1992, se instaló a inicios de enero de 1993 y tuvo a su cargo la elaboración del texto
constitucional, el mismo que una vez aprobado fue sometido a un referéndum ratificatorio, acto
sobre el cual aún se discute la validez de su resultado aprobatorio. El debate del nuevo texto
constitucional se desarrolló simultáneamente con el activismo de un gobierno caracterizado por
la concentración del poder en el Ejecutivo y la presencia de un gobernante, Fujimori, que a su
vez imponía un ejercicio autoritario del poder. Esa conducta, era, como la calificó con acierto
Sinesio López una «democradura»1 , que no dejó de estar presente en el debate constitucional y
que no se modificó una vez que la nueva Carta se promulgó. El ejercicio autoritario del poder y
el vaciamiento de significado del Estado de Derecho, fueron dos componentes de los diez del
gobierno de Fujimori hasta su caída a fines del año 2000. Este planteamiento nos lleva a
descomponer el análisis de la Carta de 1993 en dos periodos con significados diferentes. En
efecto, más allá de los 21 artículos modificados hasta la fecha, que incluyen una versión
completamente nueva del (capítulo XIV del título cuarto) y de las cuatro disposiciones
transitorias y finales también modificadas, los elementos políticos, económicos y de derechos
fundamentales que dan identidad a esta Constitución, han permanecido inalterables, salvo la
prohibición de la reelección inmediata de modo que el núcleo central de su modelo político es el
mismo que caracteriza a esa Constitución de un modo que la diferencia de todas las que le
precedieron. No obstante durante el tiempo de su vigencia, que es ya de veinte años,
distinguimos con claridad un primer periodo, compuesto por los años del fujimorismo en el
poder, donde el texto y modelo político son adaptados a la «demarcadora» que gobernaba el
país, mientras que el periodo que le sucede a continuación de la caída de aquel régimen y donde
el Perú se abre a una transición democrática que desemboca en un proceso ininterrumpido de
democratización, serán visibles algunos cambios en el sentido de la aplicación e interpretación
de la Carta de 1993.
En efecto a partir del Gobierno del presidente Paniagua se instaló en el Perú el Estado de
Derecho, a pesar que la Constitución seguía siendo la misma. ¿Cuál es el factor determinante en
el cambio para la aplicación e interpretación de la Constitución, que comienza a observarse a
partir de la apertura democrática? Evidentemente ese factor no puede ser otro que el cambio en
los patrones políticos jurídicos del país, fenómeno que denominamos como el del desarrollo de
una democracia constitucional, donde la resistencia de algunos sectores políticos y de grupos
empresariales interesados en la no modificación de la Constitución vigente, obligará a un
proceso singular de adaptación de esa carta a las exigencia de un Estado, que dejó de ser
gobernado por patrones de comportamiento dictatorial, para progresivamente convertirse en un
Estado Democrático Constitucional. ¿Cómo así se ha producido este cambio progresivo, si la
Constitución en sus aspectos trascendentales no se pudo modificar a pesar de las propuestas de
la comisión de bases para la reforma de la Constitución que impulso el gobierno de Valentín
Paniagua, y de los importantes esfuerzos de la comisión que presidió Henry Pease en el
Congreso del periodo correspondiente al gobierno del presidente Alejandro Toledo? A título de
hipótesis podemos asumir que se habría producido un cierto tipo de mutación constitucional,
puesto que vía la interpretación sistemáticamente constitucional de sus dispositivos y los fallos
del Tribunal Constitucional han generado que sin que cambie la letra del articulado
constitucional se ha ido modificando progresivamente el sentido de su aplicación. Es importante
pues, el estudio de la Constitución entre los años 1993 y 2013. Pero la metodología de un
análisis de este tipo lleva necesariamente a hacer precisiones y diferenciaciones entre los dos
periodos propuestos. En efecto es necesario verificar si efectivamente bajo el periodo que va
desde la promulgación de la Carta en 1993 hasta la caída del gobernante de esa época de la
década de 1990, el modelo político y económico de la Carta permitió un uso que la califique
como «la Constitución fujimorista» y cómo luego de la caída de ese régimen, la transición
democrática seguida de un proceso efectivo de democratización del país ha permitido la
adaptación a ese proceso de la misma Constitución, sin que cambie su texto aunque sí los
parámetros de su aplicación, en un esfuerzo inteligente y significativo de convertirla en un
instrumento útil para la democracia constitucional que se vive en el país.
La Constitución vigente en el periodo del fujimorismo de la década de 1990
A propósito del texto de la Constitución de 1993, Francisco Fernández Segado lo califica como
un texto pobre y de escasas innovaciones, cuyos autores se preocuparon principalmente de
acomodar la Constitución precedente a las necesidades políticas y uso del poder por el entonces
presidente Fujimori. Para un análisis completo y objetivo de este texto constitucional,
reiteramos nuestro enfoque de estudios constitucionales que hemos sustentado en anteriores
trabajos. En efecto la Constitución no es una suma de artículos que pueden analizarse según su
texto formal y contenido, como si cada uno de ellos tuviese autonomía conceptual y jurídica. Lo
que interesa es la lógica del conjunto y su construcción como una estructura sistemática y de
conjunto. Por tanto, el articulado como un todo que explica la coherencia de la Constitución, en
el sentido modélico de lo que propone; principalmente su modelo político, el modelo económico
y las relaciones que comunican al uno con el otro y cómo a su vez, ambos elementos valoran y
sirven o no, para el respeto y la correcta aplicación de los derechos fundamentales que la
Constitución reconoce y les brinda protección legal. Esta concepción se basa en los criterios de
la escuela alemana de derecho, desarrollada principalmente luego de la Segunda Guerra
Mundial, que tiene entre sus más destacados representantes Karl Loewenstein y principalmente
a Konrad Hesse quien sostiene que «es la unidad de la constitución como un todo, lo que
permite que ella se aplique sin contradicción, eliminando el riego de pares antinómicos y de
conflictos, por razón de interpretaciones dispares que provendrían de instituciones opuestas y
mal concertadas durante la operación constituyente»3 . Siendo que la Constitución aprobada
porque el CCD tenía errores visibles en su contenido y redacción ¿Que fue aquello que la
mejoró a partir de la transición democrática, distanciándola de su aplicación durante el gobierno
de los años noventa? En realidad, no es posible advertir ningún cambio sustantivo en su texto
que haya modificado tanto el modelo político original, como el económico. Al gobierno de
Fujimori lo que le estorbaba era la Constitución de 1979, al punto de dar un golpe para librarse
de ella; en cambio el texto aprobado por el CCD, fruto de una complaciente mayoría
fujimorista, no le creó mayor problema durante los largos años hasta su caída a fines del año
2000. La cuestión entonces es tratar de entender como así una Constitución complaciente para
un gobierno autoritario como el de Fujimori, ha logrado mantener su vigencia durante cuatro
gobiernos democráticos como los de Paniagua, Toledo, García y lo que va del gobierno de
Humala. Reiteramos aquí la interpretación que hemos consignado en nuestro más reciente
trabajo de análisis sobre la Constitución de 1993, al referirnos a las características de su modelo
político4 . En efecto sostuvimos en ese trabajo que en la Carta de 1993 se ignora precisiones y
relaciones elementales cuando prescinde de la interacción entre los derechos civiles y políticos y
los económicos, sociales y culturales; ideologiza la parte económica y se orienta por un
concepto oscuro y cerrado cuando define la organización y relaciones entre los poderes del
Estado. ¿Se trató de errores por desconocimiento de materia? No, el gobierno de la época no
ofreció resistencia a una detallada enumeración de derechos fundamentales, pero en la práctica
ignoró su aplicación, en cambio sí mostró interés en ejercer un rígido control en el ya
disminuido capítulo de derechos económicos y sociales. La razón era obvia. Imbuidos como
estaban por incluir la actividad económica en el país en el funcionamiento de un neoliberalismo
ortodoxo, el gobierno desmontó muchos de las organizaciones laborales de los trabajadores y
redujo el costo financiero para el Estado de obligaciones provenientes de derechos adquiridos
por los trabajadores en materias económicas. Asimismo, en lo político el CCD dio gusto al
gobierno de Fujimori, autorizando la reelección presidencial inmediata, fortaleciendo los
poderes presidenciales, mientras simultáneamente en el propio texto de la Constitución se
minimizaba al Parlamento, de debilitaba constitucionalmente a los partidos políticos y se
liquidaba la descentralización. En este sentido es que sostenemos la tesis de un modelo
concentrador del poder en la Carta de 1993, que no por gusto los partidarios de ese régimen
calificaron como «pragmática». Esta calificación a nuestro juicio lo que pretende es desviar la
atención del real modelo de la Constitución de 1993, que gira entre dos ejes que le dan identidad
y caracterización, liberalismo económico, aunque prescindiendo del aparato crítico que
acompaña a esa orientación económica y autoritarismo presidencial en lo político. En concreto y
para lo que se refiere a esta Constitución durante su vigencia en la década autoritaria de los años
noventa, su aplicación fue fiel a la letra de su texto: neoliberalismo puro en lo económico y
abierto sesgo autoritario en el modelo político que consagra. Su orientación y aplicaciones
fueron inevitablemente afectadas por la restauración de la democracia en el Perú y en parte es
cierto que ha logrado resistir cambios sustantivos gracias a ciertos factores que han jugado a su
favor, tales como algunas modificaciones parciales en su texto, como por ejemplo la supresión
de la reelección inmediata, la recuperación por el Congreso, aunque unicameral, de la vocación
natural de este institución para el debate político, la recuperación de la prensa de su
independencia, el activo ejercicio del control de constitucionalidad por parte del Tribunal
Constitucional, que a través de sesudos fallos ha logrado extraer patrones y perfiles
democráticos a una Carta que en sí misma no las tiene. Pero al mismo tiempo también debe
reconocerse un correlato de posiciones políticas y económicas, con suficiente poder para evitar
modificaciones en el título tercero de esa Constitución, generando un clima de resistencia que
logró paralizar cualquier cambio sustantivo en la Carta de 1993 a lograr, con el argumento del
crecimiento económico y que la relativa estabilidad política del país podía verse gravemente
alterada si se producía una reforma constitucional que o bien dispusiese el retorno a la
Constitución de 1979 o la aprobación de una nueva Constitución. Pero no obstante esta duración
o longevidad de una Constitución de origen espurio y modelo político autoritario, la crítica al
modelo se mantiene porque basta mirar la actual situación política del Perú, para percibir en la
crisis de los partidos, en la escasa participación política popular, en el creciente desprestigio del
Congreso unicameral, en la casi invisibilidad de los ministros de Estado o el lento caminar de la
regionalización, que todo ello proviene de la permanencia de una Constitución que en todos los
aspectos mencionados es deficiente, y no puede dejar de serlo porque si bien se le han hecho
muchos afeites y maquillajes para hacerla compatible con una democracia constitucional, ella en
sí misma es la principal traba para un pleno desarrollo de institucionalidad y el Estado de
Derecho en el país.
Análisis
Articulo 46

Esa Constitución, la de 1993, en su artículo 46 señala expresamente que “Nadie debe


obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación
de la Constitución y de las leyes. La población civil tiene el derecho de insurgencia en
defensa del orden constitucional”.

He visto muchas marchas y manifestaciones los últimos años y meses, las hubo de todo tipo: por
los derechos de las minorías sexuales, en contra de los derechos de las minorías sexuales; en
favor del aborto, por el derecho a la vida, en contra del indulto a Fujimori, en su favor, en contra
de las corridas de toros etc. Pero cuando se trata de la democracia misma, de lo que nos es
común a todos, entonces miramos al costado.

En realidad, el primer derecho del ciudadano es, precisamente, su derecho a tenerlos y si los
tiene es porque así lo manda la Constitución. Ojo, que nuestro silencio de hoy podría dirigirnos
mansamente a una nueva satrapía naranja, o a un infierno rojo que felizmente nunca hemos
vivido. Defendamos nuestra democracia, en las calles si es preciso, no vaya a ser que mañana la
echemos de menos entre los tanques y botas de una dictadura cuyo color político será lo menos
importante.

Articulo 113

Vacancia de la Presidencia de la República La Presidencia de la República vaca por:

1. Muerte del presidente de la República.

2.Su permanente incapacidad moral o física, declarada por el Congreso.

3. Aceptación de su renuncia por el Congreso.

4. Salir del territorio nacional sin permiso del Congreso o no regresar a él dentro del plazo
fijado. Y

5. Destitución, tras haber sido sancionado por alguna de las infracciones mencionadas en
el artículo 117 de la Constitución.

Diversos constitucionalistas, como Alberto Borea, en su momento, y Omar Cairo actualmente,


han sostenido que ese texto correspondía a una " pérdida del juicio", que era como se entendía la
incapacidad moral en 1839, y que este texto, tal cual se habría reproducido hasta el presente, sin
que haya variado su connotación.

Sin embargo, esa versión es inexacta, habida cuenta que, por ejemplo, antes del golpe del 5 de
abril, cuando el presidente Alberto Fujimori acusó que en el Senado había miembros de mafias
de narcotraficantes, existió la intención de vacar a dicho presidente por incapacidad moral, al
haber agraviado al Congreso de la República.

Durante los debates del Congreso Constituyente Democrático ( CCD) se discutieron las causas
de vacancia incapacidad física y moral. Respecto de la física no hubo discusión alguna; a
diferencia de la moral, que despertó todo tipo de planteamientos.

Artículo 114

Suspensión del ejercicio de la Presidencia República se suspende por:

1. Incapacidad temporal del presidente, declarada por el Congreso, o

2. Hallarse éste sometido a proceso judicial, conforme al artículo 117 de la Constitución.

El presidente puede ser suspendido de su cargo si comete algún apto de corrupción o un


cualquier tipo de acto que esta en contra de las leyes del país, también puede ser suspendido
mediante incapacidad temporal , en caso de que el presidente este padeciendo alguna
enfermedad que no lo permita cumplir con sus obligaciones o si sufre un accidente o en el caso
más extremo si el presidente muere

Artículo 115.- Impedimento temporal o permanente del ejercicio de la Presidencia Por


impedimento temporal o permanente del presidente de la República, asume sus funciones
el Primer Vicepresidente. En defecto de éste, el Segundo Vicepresidente. Por impedimento
de ambos, el presidente del Congreso. Si el impedimento es permanente, el presidente del
Congreso convoca de inmediato a elecciones. Cuando el presidente de la República sale del
territorio nacional, el Primer Vicepresidente se encarga del despacho. En su defecto, lo
hace el Segundo Vicepresidente.

De conformidad con el Artículo Único de la Ley N.º 27375, publicada el 05- 12-2000,
interpretase que el mandato conferido por el presente Artículo al presidente del Congreso de la
República para que asuma las funciones de Presidente de la República por impedimento
permanente de este último y de los vicepresidentes no implica la vacancia de su cargo de
Presidente del Congreso ni de su condición de Congresista de la República.

Artículo 117.- Excepción a la inmunidad presidencial El Presidente de la República sólo puede


ser acusado, durante su período, por traición a la Patria; por impedir las elecciones
presidenciales, parlamentarias, regionales o municipales; por disolver el Congreso, salvo en los
casos previstos en el artículo 134 de la Constitución, y por impedir su reunión o
funcionamiento, o los del Jurado Nacional de Elecciones y otros organismos del sistema
electoral.

El presidente solo puede ser acusado durante su gobierno cuando comete algún acto como
traición de la patria o cuando atente contra las elecciones posterior a su gobierno, caso si comete
otro tipos de actos que están en contra de las leyes como actos de corrupción, lavado de activos ,
el presidente tendrá el beneficio de someterse a las leyes del país al término de su gobierno.

Artículo 118.- Atribuciones del presidente de la República Corresponde al presidente de la


República:

1. Cumplir y hacer cumplir la Constitución y los tratados, leyes y demás disposiciones legales.
2. Representar al Estado, dentro y fuera de la República.

3. Dirigir la política general del Gobierno.

4. Velar por el orden interno y la seguridad exterior de la República.

5. Convocar a elecciones para presidente de la República y para representantes a Congreso, así


como para alcaldes y regidores y demás funcionarios que señala la ley.

6. Convocar al Congreso a legislatura extraordinaria; y firmar, en ese caso, el decreto de


convocatoria.

7. Dirigir mensajes al Congreso en cualquier época y obligatoriamente, en forma personal y por


escrito, al instalarse la primera legislatura ordinaria anual. Los mensajes anuales contienen la
exposición detallada de la situación de la República y las mejoras y reformas que el presidente
juzgue necesarias y convenientes para su consideración por el Congreso. Los mensajes del
presidente de la República, salvo el primero de ellos, son aprobados por el Consejo de
Ministros.

8. Ejercer la potestad de reglamentar las leyes sin transgredirlas ni desnaturalizarlas; y, dentro


de tales límites, dictar decretos y resoluciones.

9. Cumplir y hacer cumplir las sentencias y resoluciones de los órganos jurisdiccionales.

10. Cumplir y hacer cumplir las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones.

11. Dirigir la política exterior y las relaciones internacionales; y celebrar y ratificar tratados.

12. Nombrar embajadores y ministros plenipotenciarios, con aprobación del Consejo de


Ministros, con cargo de dar cuenta al Congreso.
13. Recibir a los agentes diplomáticos extranjeros, y autorizar a los cónsules el ejercicio de sus
funciones.

14. Presidir el Sistema de Defensa Nacional; y organizar, distribuir y disponer el empleo de las
Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

15. Adoptar las medidas necesarias para la defensa de la República, de la integridad del
territorio y de la soberanía del Estado.

16. Declarar la guerra y firmar la paz, con autorización del Congreso.

17. Administrar la hacienda pública.

18. Negociar los empréstitos.

19. Dictar medidas extraordinarias, mediante decretos de urgencia con fuerza de ley, en materia
económica y financiera, cuando así lo requiere el interés nacional y con cargo de dar cuenta al
Congreso. El Congreso puede modificar o derogar los referidos decretos de urgencia. 20.
Regular las tarifas arancelarias.

21. Conceder indultos y conmutar penas. Ejercer el derecho de gracia en beneficio de los
procesados en los casos en que la etapa de instrucción haya excedido el doble de su plazo más
su ampliatoria

22. Conferir condecoraciones en nombre de la Nación, con acuerdo del Consejo de Ministros.
23. Autorizar a los peruanos para servir en un ejército extranjero.

24. Ejercer las demás funciones de gobierno y administración que la Constitución y las leyes le
encomiendan.

El presidente de la Republica tiene diversas responsabilidades y atribuciones durante su


gobierno el cual tiene la responsabilidad de ejércelas con total responsabilidad.

Artículo 130.- Exposición de la Política General del Gobierno. Cuestión de Confianza


Dentro de los treinta días de haber asumido sus funciones, el presidente del Consejo
concurre al Congreso, en compañía de los demás ministros, para exponer y debatir la
política general del gobierno y las principales medidas que requiere su gestión. Plantea al
efecto cuestión de confianza. Si el Congreso no está reunido, el presidente de la República
convoca a legislatura extraordinaria.
El presidente del consejo de ministros juntos con sus ministros tiene la obligación de exponer la
política del gobierno frente a todo el congreso, si en caso no estén el presidente puede convocar
a una legislatura extraordinaria.

Artículo 133.- Crisis total del gabinete El Presidente del Consejo de Ministros puede
plantear ante el Congreso una cuestión de confianza a nombre del Consejo. Si la confianza
le es rehusada, o si es censurado, o si renuncia o es removido por el presidente de la
República, se produce la crisis total del gabinete.

En caso de que la cuestión de confianza del consejo de ministros es rehusada por el congreso y
el presidente renuncie a su cargo eso va a ocasionar una crisis total del gabinete y si no se
soluciona en el futuro una disolución del gabinete .

Artículo 134.- Disolución del Congreso El Presidente de la República está facultado para
disolver el Congreso si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de
Ministros. El decreto de disolución contiene la convocatoria a elecciones para un nuevo
Congreso. Dichas elecciones se realizan dentro de los cuatro meses de la fecha de disolución,
sin que pueda alterarse el sistema electoral preexistente. No puede disolverse el Congreso en el
último año de su mandato. Disuelto el Congreso, se mantiene en funciones la Comisión
Permanente, la cual no puede ser disuelta. No hay otras formas de revocatoria del mandato
parlamentario. Bajo estado de sitio, el Congreso no puede ser disuelto.

El presidente puede disolver el congreso en caso el congreso no da la cuestión de confianza a


por lo menos dos consejos de ministros de su gabinete y cuando es muy rutinario , en ese caso el
presidente convoca a elecciones para elegir al nuevo congreso después de 4 meses de disolver el
congreso, en esos 4 meses el que va a estar a cargo de la funciones del congreso es la Comisión
Permanente.

Artículo 135.- Instalación del nuevo Congreso Reunido el nuevo Congreso, puede censurar
al Consejo de Ministros, o negarle la cuestión de confianza, después de que el presidente
del Consejo haya expuesto ante el Congreso los actos del Poder Ejecutivo durante el
interregno parlamentario. En ese interregno, el Poder Ejecutivo legisla mediante decretos
de urgencia, de los que da cuenta a la Comisión Permanente para que los examine y los
eleve al Congreso, una vez que éste se instale.

El congreso puede negarle la cuestión de confianza al consejo de ministros después de que el


consejo de ministros haya expuesto ante el congreso los actos de poder del poder ejecutivo , en
ese caso en poder ejecutivo puede pedir a la comisión permanente para que los examine y lo
eleve al congreso.
Artículo 137°. El Presidente de la República, con acuerdo del Consejo de Ministros, puede
decretar, por plazo determinado, en todo el territorio nacional, o en parte de él, y dando
cuenta al Congreso o a la Comisión Permanente, los estados de excepción que en este
artículo se contemplan: 1. Estado de emergencia, en caso de perturbación de la paz o del orden
interno, de catástrofe o de graves circunstancias que afecten la vida de la Nación. En esta
eventualidad, puede restringirse o suspenderse el ejercicio de los derechos constitucionales
relativos a la libertad y la seguridad personales, la inviolabilidad del domicilio, y la libertad de
reunión y de tránsito en el territorio comprendidos en los incisos 9, 11 y 12 del artículo 2° y en
el inciso 24, apartado f del mismo artículo. En ninguna circunstancia se puede desterrar a nadie.
El plazo del estado de emergencia no excede de sesenta días. Su prórroga requiere nuevo
decreto. En estado de emergencia las Fuerzas Armadas asumen el control del orden interno si
así lo dispone el Presidente de la República. 2. Estado de sitio, en caso de invasión, guerra
exterior, guerra civil, o peligro inminente de que se produzcan, con mención de los derechos
fundamentales cuyo ejercicio no se restringe o suspende. El plazo correspondiente no excede de
cuarenta y cinco días. Al decretarse el estado de sitio, el Congreso se reúne de pleno derecho. La
prórroga requiere aprobación del Congreso.

Artículo 138°. La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el
Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las
leyes. MIMDES | SNA 36 En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una norma
constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma
legal sobre toda otra norma de rango inferior. Artículo 139°. Son principios y derechos de la
función jurisdiccional:

1. La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional. No existe ni puede establecerse


jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral. No hay proceso
judicial por comisión o delegación.

2. La independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional. Ninguna autoridad puede


avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir en el ejercicio de sus
funciones. Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa
juzgada, ni cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su ejecución.
Estas disposiciones no afectan el derecho de gracia ni la facultad de investigación del Congreso,
cuyo ejercicio no debe, sin embargo, interferir en el procedimiento jurisdiccional ni surte efecto
jurisdiccional alguno.

3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional. Ninguna persona puede ser
desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de
los previamente establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción ni por
comisiones especiales creadas al efecto, cualquiera sea su denominación.
4. La publicidad en los procesos, salvo disposición contraria de la ley. Los procesos judiciales
por responsabilidad de funcionarios públicos, y por los delitos cometidos por medio de la prensa
y los que se refieren a derechos fundamentales garantizados por la Constitución, son siempre
públicos.

5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los
decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de
hecho en que se sustentan.

6. La pluralidad de la instancia.

7. La indemnización, en la forma que determine la ley, por los errores judiciales en los procesos
penales y por las detenciones arbitrarias, sin perjuicio de la responsabilidad a que hubiere lugar.

8. El principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley. En tal caso,
deben aplicarse los principios generales del derecho y el derecho consuetudinario.

9. El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas que restrinjan
derechos. MIMDES | SNA 37

10. El principio de no ser penado sin proceso judicial.

11. La aplicación de la ley más favorable al procesado en caso de duda o de conflicto entre leyes
penales.

12. El principio de no ser condenado en ausencia.

13. La prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada. La amnistía, el


indulto, el sobreseimiento definitivo y la prescripción producen los efectos de cosa juzgada.

14. El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso. Toda
persona será informada inmediatamente y por escrito de la causa o las razones de su detención.
Tiene derecho a comunicarse personalmente con un defensor de su elección y a ser asesorada
por éste desde que es citada o detenida por cualquier autoridad.

15. El principio de que toda persona debe ser informada, inmediatamente y por escrito, de las
causas o razones de su detención.

16. El principio de la gratuidad de la administración de justicia y de la defensa gratuita para las


personas de escasos recursos; y, para todos, en los casos que la ley señala.
17. La participación popular en el nombramiento y en la revocación de magistrados, conforme a
ley.

18. La obligación del Poder Ejecutivo de prestar la colaboración que en los procesos le sea
requerida.

19. La prohibición de ejercer función judicial por quien no ha sido nombrado en la forma
prevista por la Constitución o la ley. Los órganos jurisdiccionales no pueden darle posesión del
cargo, bajo responsabilidad.

20. El principio del derecho de toda persona de formular análisis y críticas de las resoluciones y
sentencias judiciales, con las limitaciones de ley.

21. El derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados.

22. El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad

Artículo 180°. Los integrantes del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones no pueden ser
menores de cuarenta y cinco años ni mayores de setenta. Son elegidos MIMDES | SNA 46
por un período de cuatro años. Pueden ser reelegidos. La ley establece la forma de renovación
alternada cada dos años. El cargo es remunerado y de tiempo completo. Es incompatible con
cualquiera otra función pública, excepto la docencia a tiempo parcial. No pueden ser miembros
del Pleno del Jurado los candidatos a cargos de elección popular, ni los ciudadanos que
desempeñan cargos directivos con carácter nacional en las organizaciones políticas, o que los
han desempeñado en los cuatro años anteriores a su postulación.

Artículo 181°. El Pleno del Jurado Nacional de Elecciones aprecia los hechos con criterio
de conciencia. Resuelve con arreglo a ley y a los principios generales de derecho. En materias
electorales, de referéndum o de otro tipo de consultas populares, sus resoluciones son dictadas
en instancia final, definitiva, y no son revisables. Contra ellas no procede recurso alguno.

Artículo 182°. El jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales es nombrado por el


Consejo Nacional de la Magistratura por un período renovable de cuatro años. Puede ser
removido por el propio Consejo por falta grave. Está afecto a las mismas incompatibilidades
previstas para los integrantes del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Le corresponde
organizar todos los procesos electorales, de referéndum y los de otros tipos de consulta popular,
incluido su presupuesto, así como la elaboración y el diseño de la cédula de sufragio. Le
corresponde asimismo la entrega de actas y demás material necesario para los escrutinios y la
difusión de sus resultados. Brinda información permanente sobre el cómputo desde el inicio del
escrutinio en las mesas de sufragio. Ejerce las demás funciones que la ley le señala.
Artículo 188°.- La descentralización es una forma de organización democrática y
constituye una política permanente de Estado, de carácter obligatorio, que tiene como
objetivo fundamental el desarrollo integral del país. El proceso de descentralización se
realiza por etapas, en forma progresiva y ordenada conforme a criterios que permitan una
adecuada asignación de competencias y transferencia de recursos del gobierno nacional hacia
los gobiernos regionales y locales. Los Poderes del Estado y los Organismos Autónomos así
como el Presupuesto de la República se descentralizan de acuerdo a ley. Artículo 189°.- El
territorio de la República está integrado por regiones, departamentos, provincias y distritos, en
cuyas circunscripciones se constituye y organiza el gobierno a nivel nacional, regional y local,
en los términos que establece la Constitución y la ley, preservando la unidad e integridad del
Estado y de la Nación. El ámbito del nivel regional de gobierno son las regiones y
departamentos. El ámbito del nivel local de gobierno son las provincias, distritos y los centros
poblados.

Artículo 190°.- Las regiones se crean sobre la base de áreas contiguas integradas histórica,
cultural, administrativa y económicamente, conformando unidades geoeconómicas
sostenibles. MIMDES | SNA 48 El proceso de regionalización se inicia eligiendo gobiernos en
los actuales departamentos y la provincia constitucional del Callao. Estos gobiernos son
gobiernos regionales. Mediante referéndum podrán integrarse dos o más circunscripciones
departamentales contiguas para constituir una región, conforme a ley. Igual procedimiento
siguen las provincias y distritos contiguos para cambiar de circunscripción regional. La ley
determina las competencias y facultades adicionales, así como incentivos especiales, de las
regiones así integradas. Mientras dure el proceso de integración, dos o más gobiernos regionales
podrán crear mecanismos de coordinación entre sí. La ley determinará esos mecanismos.

Artículo 191°.- Los gobiernos regionales tienen autonomía política, económica y


administrativa en los asuntos de su competencia. Coordinan con las municipalidades sin
interferir sus funciones y atribuciones. La estructura orgánica básica de estos gobiernos la
conforman el Consejo Regional como órgano normativo y fiscalizador, el Presidente como
órgano ejecutivo, y el Consejo de Coordinación Regional integrado por los alcaldes provinciales
y por representantes de la sociedad civil, como órgano consultivo y de coordinación con las
municipalidades, con las funciones y atribuciones que les señala la ley. El Consejo Regional
tendrá un mínimo de siete (7) miembros y un máximo de veinticinco (25), debiendo haber un
mínimo de uno (1) por provincia y el resto, de acuerdo a ley, siguiendo un criterio de población
electoral. El Presidente es elegido conjuntamente con un vicepresidente, por sufragio directo por
un periodo de cuatro (4) años, y puede ser reelegido. Los miembros del Consejo Regional son
elegidos en la misma forma y por igual periodo. El mandato de dichas autoridades es revocable
e irrenunciable, conforme a ley. La ley establece porcentajes mínimos para hacer accesible la
representación de género, comunidades nativas y pueblos originarios en los Consejos
Regionales. Igual tratamiento se aplica para los Concejos Municipales.
Artículo 200.- Acciones de Garantía Constitucional Son garantías constitucionales:

1. La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos
constitucionales conexos.

2. La Acción de Amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos reconocidos por la
Constitución. No procede contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas de
procedimiento regular. (*) (*) Inciso modificado por el Artículo Único de la Ley N.º 26470,
publicada el 12 junio 1995, cuyo texto es el siguiente:

2. La Acción de Amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos reconocidos por la
Constitución, con excepción de los señalados en el inciso siguiente. No procede contra normas
legales ni contra Resoluciones Judiciales emanadas de procedimiento regular."

3. La Acción de Hábeas Data, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos a que se refiere el artículo
2, incisos 5, 6 y 7 de la Constitución. (*) (*) Inciso modificado por el Artículo Único de la Ley
N.º 26470, publicada el 12 junio 1995, cuyo texto es el siguiente: "

3. La Acción de Hábeas Data, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos a que se refiere el artículo
2, incisos 5 y 6 de la Constitución."

4. La Acción de Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tienen rango de ley:
leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del Congreso, normas
regionales de carácter general y ordenanzas municipales que contravengan la Constitución en la
forma o en el fondo.

5. La Acción Popular, que procede, por infracción de la Constitución y de la ley, contra los
reglamentos, normas administrativas y resoluciones y decretos de carácter general, cualquiera
sea la autoridad de la que emanen.

6. La Acción de Cumplimiento, que procede contra cualquier autoridad o funcionario renuente a


acatar una norma legal o un acto administrativo, sin perjuicio de las responsabilidades de ley.
Una ley orgánica regula el ejercicio de estas garantías y los efectos de la declaración de
inconstitucionalidad o ilegalidad de las normas. El ejercicio de las acciones de hábeas corpus y
de amparo no se suspende durante la vigencia de los regímenes de excepción a que se refiere el
artículo 137 de la Constitución. Cuando se interponen acciones de esta naturaleza en relación
con derechos restringidos o suspendidos, el órgano jurisdiccional competente examina la
razonabilidad y la proporcionalidad del acto restrictivo. No corresponde al juez cuestionar la
declaración del estado de emergencia ni de sitio.

Artículo 201.- Tribunal Constitucional El Tribunal Constitucional es el órgano de control


de la Constitución. Es autónomo e independiente. Se compone de siete miembros elegidos por
cinco años. Para ser miembro del Tribunal Constitucional, se exigen los mismos requisitos que
para ser vocal de la Corte Suprema. Los miembros del Tribunal Constitucional gozan de la
misma inmunidad y de las mismas prerrogativas que los congresistas. Les alcanzan las mismas
incompatibilidades. No hay reelección inmediata. Los miembros del Tribunal Constitucional
son elegidos por el Congreso de la República con el voto favorable de los dos tercios del
número legal de sus miembros. No pueden ser elegidos magistrados del Tribunal Constitucional
los jueces o fiscales que no han dejado el cargo con un año de anticipación.

Artículo 202.- Atribuciones del Tribunal Constitucional Corresponde al Tribunal


Constitucional:

1. Conocer, en instancia única, la acción de inconstitucionalidad.

2. Conocer, en última y definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de hábeas corpus,


amparo, hábeas data, y acción de cumplimiento.

3. Conocer los conflictos de competencia, o de atribuciones asignadas por la Constitución,


conforme a ley.

Artículo 203.- Personas facultadas para interponer Acción de Inconstitucionalidad Están


facultados para interponer acción de inconstitucionalidad:

1. El Presidente de la República;

2. El Fiscal de la Nación

3. El Defensor del Pueblo

4. El veinticinco por ciento del número legal de congresistas

5. Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por el Jurado Nacional de Elecciones. Si la
norma es una ordenanza municipal, está facultado para impugnarla el uno por ciento de los
ciudadanos del respectivo ámbito territorial, siempre que este porcentaje no exceda del número
de firmas anteriormente señalado
6. Los presidentes de Región con acuerdo del Consejo de Coordinación Regional, o los alcaldes
provinciales con acuerdo de su Concejo, en materias de su competencia.

7. Los colegios profesionales, en materias de su especialidad.

Artículo 206.- Reforma Constitucional Toda reforma constitucional debe ser aprobada
por el Congreso con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y ratificada
mediante referéndum.

Puede omitirse el referéndum cuando el acuerdo del Congreso se obtiene en dos legislaturas
ordinarias sucesivas con una votación favorable, en cada caso, superior a los dos tercios del
número legal de congresistas. La ley de reforma constitucional no puede ser observada por el
presidente de la República. La iniciativa de reforma constitucional corresponde al presidente de
la República, con aprobación del Consejo de Ministros; a los congresistas; y a un número de
ciudadanos equivalente al cero punto tres por ciento (0.3%) de la población electoral, con firmas
comprobadas por la autoridad electoral.
Conclusión

-En el articulo 113 habla acerca de la incapacidad moral del presidente, es bueno que en a
constitución explique en que casos de incapacidad moral se le puede vacar a presidente para que
el congreso no abuse de su poder.

-En el articulo 118 habla acerca del indulto que puede conceder el presidente de la república,
sería preferible que la constitución especifique que ese indulto no se deba por cuestiones
personales .

-En el articulo 46 habla de que el pueblo no puede tolerar un gobierno usurpador, en ese caso ,
se le debe permitir al pueblo mostrar su incomodidad en las calles de Limas sin que las fuerzas
armadas ataquen solo porque la población muestre su incomodidad
Recomendación

-Mi recomendación es que debe haber una reforma en la constitución porque hay algunos
artículos que no están bien definido los términos y es buena aclarar esos puntos, para que si
haya un equilibrio de poder.

-Es recomendable que la constitución sea utilizada para hacer respetar las leyes en el país y no
sea utilizada con el fin de obtener beneficios tanto en el poder ejecutivo, judicial y legislativa.

 
 

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