El abanderado del casagrandinismo

Por Juan Manuel Salinas Guerra

Recientemente, el directivo de la Cámara de Comercio y Producción del valle Chicama y

excandidato a alcalde provincial de Ascope por el partido de los lagartos, Alberto Eugenio
Bailón Bustamante ha lanzado un ataque a la candidatura de John Vargas Campos a la
alcaldía distrital de Casa Grande señalando que el sillón municipal azucarero debe ser ocupado
por un verdadero casagrandino. No defiendo la candidatura de John Vargas Campos, pero si
su derecho a plantearla, mientras cumpla con los requisitos de ley. Invocar argumentos
chauvinistas me parece jalado de los pelos en tiempos de integración, más aun, si tenemos
fresco el recuerdo de la intentona divisionista de Perú Libre que trata de dividirnos entre ricos y
pobres.

Pero, ¿Quién es un verdadero casagrandino para Alberto Bailon? En entrevista concedida al

evangélico devenido en periodista Elvis Muguerza, Bailón dijo: “Un verdadero casagrandino es
el que vive permanentemente en Casa Grande. También son buenos casagrandinos quienes
se han casado con lindas casagrandinas y las mujeres que se han casado con casagrandinos”.
Inmediatamente salió a refutarlo Víctor Vásquez Cruzado, hijo del exalcalde de Casa Grande,
Ricardo Vásquez Cerquín expresando su sentir y el de toda la diáspora casagrandina con estas
palabras: “ahora yo y todos los que hemos salido a trabajar a otros lugares y siempre estamos
regresando a la familia, al terruño, no somos verdaderos casagrandinos, por favor”.

El exalcalde de Casa Grande, Alejandro Navarro Fernández señaló que éste es un criterio
discriminatorio que limita la libertad de elegir y ser elegidos que tenemos todos los peruanos.
“Casa Grande, fue creciendo por el valioso aporte de muchos foráneos, que con su esfuerzo y
sacrificio hicieron lo posible y aún hay muchos foráneos, que siguen llegando y aportando en el
crecimiento de nuestro distrito”. A mi mente viene el recuerdo de Michel Azcueta Gorostiza,
español nacionalizado peruano que fue elegido como primer alcalde del distrito de Villa El
Salvador, El 15 de mayo de 1987, cuando Azcueta era alcalde, Villa El Salvador ganó el Premio
Príncipe de Asturias de la Concordia por ser “La práctica ejemplar para organizar un tipo de
ciudad solidaria y económicamente productiva”.

Coincido con Eduardo Romero cuando señala que Casa Grande siempre le negó
mezquinamente a Alberto Bailón la posibilidad de administrar la municipalidad, por ser uno de
los gestores de este pujante distrito azucarero, pero eso no le da ningún derecho a convertirse
en el abanderado del casagrandinismo, el súper elector que determina quién es buen
casagrandino y por lo tanto merecedor de los votos azucareros, es la población casagrandina la
que debe determinar quién será su próximo alcalde.