Definitivamente hay días, tarde y muchas noches en las que no quiero pensar en nada y mi cabeza

termina por jugar conmigo para que no pare de pensar. He tenido el peor año de mi vida y a veces
siento que no puedo más… Necesito algo, pero no sé si quiero hablar, llorar o escribir, pero
últimamente no puedo hacer nada de eso. Cada vez expreso menos, cada vez extraño menos, cada
vez quiero sentir menos y encerrarme en mí misma. A cada instante me siento más y más vacía.
Todos esos pensamientos vuelven y estoy cada vez más mal. No puedo ser perfecta ni buena en
algo.

Y de nuevo me hundo en mi miseria poco a poco… Pero, esta vez no sé cómo detenerme. Me
estoy ahogando y olvidé que nunca aprendí a nadar

Ya no hay palabras como antes… Se quedan atoradas en mi pecho y temo que no vuelvan a mí.
Anhelo el día en que pueda escribir de nuevo sin miedo…

El insomnio es mi única compañía en esta noche y lo aprovecho para liberarme un poco, sabiendo
que tendré que borrarlo todo antes de que despierte…