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TRABAJA ARDUAMENTE, sin dejar el amor hacia Dios

Apocalipsis 2:2-3 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a
los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; 3 y
has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no
has desmayado. 4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

Cuando la gente piensa en trabajo duro, a su mente acuden diferentes imágenes. Una podría ser
de alguna labor manual, sudor en la frente, callos en las manos y músculos cansados. Otra podría
ser trabajar en el computador por largas horas. Otros se imaginarán de pie todo el día,
sirviéndoles a los demás en lo que sea que su trabajo les dicte. Otros se imaginarán viajando
para encontrarse con clientes y soportando largas reuniones.

Todos estos escenarios pueden ser ejemplos de trabajo duro. El trabajo duro no sólo es la
cantidad de calorías que quemamos al hacerlo, ni cuantas horas invertimos en ello, sino cuan
diligentes somos en hacer el esfuerzo necesario para cumplir el trabajo asignado. Eso
definitivamente puede involucrar sudor y largas horas, pero también puede incluir aprendizaje
y el trabajar de manera inteligente para que sea más eficiente.

Trabajar duro significa algo más que simplemente hacer tu trabajo. Muchas personas dedican
algo de esfuerzo a su trabajo, pero no se esfuerzan al máximo. Las personas que trabajan duro
hacen su mayor esfuerzo todos los días. Están contentas con su trabajo y buscan maneras de
hacerlo aún mejor.

El trabajo duro es un valor importante porque es un componente clave del éxito.

El talento es algo bueno. Las habilidades son valiosas. Sin embargo, el trabajo duro lleva todo
eso al siguiente nivel, el cual no solo te trae éxito, sino también una profunda satisfacción
personal.

Estas son algunas ideas clave sobre el trabajo duro:

a) Trabaja más duro de lo requerido. John C. Maxwell habla del consejo que le dio a su sobrino
Troy, cuando obtuvo su primer empleo después de graduarse de la universidad. John lo
animó a hacer tres cosas:
1) Trabajar un poco más de lo requerido llegando treinta minutos antes; tomar menos
tiempo que el concedido para almorzar y quedarse treinta minutos más al final del día.
2) Hacer algo todos los días para ayudar a sus colegas sin que se lo pidieran.
3) Decirle a su jefe que estaba disponible para hacer trabajos adicionales en cualquier
momento en que lo necesitaran.

Al seguir este consejo, Troy ascendió rápidamente en la empresa.


b) Haz las tareas difíciles que los demás evitan. ¿A quién buscan los demás cuando las cosas
se ponen difíciles? ¿En quién confían? Puedes convertirte en esa persona en tu propio
entorno si te ofreces como voluntario para hacer las tareas difíciles que los demás evaden.
Al hacer los trabajos difíciles con excelencia, te ganas la reputación de ser alguien que
ayuda a su equipo u organización.

c) Haz que superar las expectativas se convierta en una costumbre para ti. No te limites
a cumplir con los requisitos de tu cargo o de tus clientes; da más, supérate. Cuando superas
las expectativas, puedes ser una alegría para tus clientes, tus colegas y tu jefe. Esto es algo
que ellos apreciarán, recordarán y recompensarán.

BENEFICIOS de trabajar arduamente:

Miremos lo que Salomón escribió en Proverbios 24:30-32: “Pasé junto al campo del hombre
perezoso, Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento; Y he aquí que por toda ella habían
crecido los espinos, Ortigas habían ya cubierto su faz, Y su cerca de piedra estaba ya destruida.
Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo.”

¿Si usted fuera un empleador buscando a alguien para desempeñar un importante trabajo, que
candidato escogería para llevarlo a cabo? ¿La persona que tiene sus pertenencias bien cuidadas,
o aquél que tiene su propiedad descuidada? La experiencia nos dice que la respuesta correcta
sería el que tiene sus pertenencias bien cuidadas.

1. Experimentas la satisfacción personal de haber hecho bien tu trabajo.

2. Eres recompensado con más oportunidades.

3. Las personas recuerdan lo que has logrado para la organización.

4. Eres considerado un miembro valioso del equipo.

5. Aumentas tus posibilidades de recibir recompensas financieras.

PASOS A SEGUIR

PROV 13:4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será
prosperada.” Estar bien económicamente puede ser a menudo una consecuencia directa del
arduo trabajo, la constancia y la fiel diligencia. Era cierto en los tiempos de Salomón y es cierto
en estos momentos.

1. Haz un 10% más. Eleva tus propios estándares. Para hacerlo, debes esperar más de ti mismo.
Analiza lo que es necesario para tu trabajo y luego intenta determinar cómo sería hacer un 10%
adicional. Haz que este sea tu nuevo estándar de lo que es un trabajo bien hecho.
2. Aprovecha tus fortalezas para hacer un mejor trabajo. Escribe todos los deberes y
responsabilidades que componen tu trabajo. Luego compara esta lista con la lista de tus
fortalezas. (Pueden ser cualidades de tu carácter, habilidades o talentos.)

¿Cómo puedes usar tus fortalezas para hacer un mejor trabajo? ¿Cómo puedes agregar más
valor a tus clientes, tus colegas y tu organización?

Al destacarte en tus áreas fuertes, el trabajo se sentirá menos como trabajo y más como la
realización de tu propósito.

EVALUACIÓN Y ACCIÓN

¿Está usted listo para el momento en que la oportunidad toque a su puerta? ¿Ha demostrado
ser usted un buen candidato para asumir mayores responsabilidades? Salomón dice en
Eclesiastés 9:10: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque
en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.”

En una escala del 1 al 10, ¿qué tan bien demuestras esta cualidad en tu vida? (eres una persona
que trabaja duro)

¿Qué beneficios obtendrías al mejorar tu calificación?

¿Qué persona conoces que sea un ejemplo de esta cualidad? ¿Qué es lo que más admiras de esa
persona?

¿Qué acción específica puedes llevar a cabo inmediatamente para mejorar tu puntuación?

APLICACIÓN:

La bendición de poder trabajar

Jesús dijo: “Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Juan 5:17).
Tenemos un Dios y un Salvador que trabajan. Ellos nos dan ejemplo. Ellos nos enseñan a tener
una vida feliz y completa.

De pronto usted está desempleado. Si es así, trabaje duro para conseguir un empleo. Cuide muy
bien cualquier pertenencia que tenga. Si usted es un ama de casa, sabe de antemano que tiene
mucho por hacer. Hágalo bien. Sea diligente. Enseñe estos principios a sus hijos también. La
remuneración será evidente más adelante.

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