Continuas intervenciones de las potencias europeas que eran percibidas como una
amenaza a la soberanía de las naciones emergentes, buscando éstas unidad interna y
apoyo externo, problemas diplomáticos pendientes, deudas impagadas y conceptos de honor inadecuados para la libertad de prensa y la destructividad de las armas alcanzados a mediados del siglo XIX.
En la Capitulación de Ayacucho, Perú se había comprometido al pago de las deudas
contraídas por el virreinato, pero cuando el gobierno de Echenique solicitó los recursos, el Congreso del Perú lo rechazó. En España se mantuvo la exigencia y le añadió la devolución de los bienes secuestrados o embargados a sus súbditos durante la guerra de independencia Estas reclamaciones venían de influyentes personajes de España y Perú, quienes apostaban que la sola mención del pago la deuda en un tratado multiplicaría sus ganancias.
España aceptaba devolver las islas ocupadas (artículo I)
Perú designaba un ministro en Madrid lo que no implicaba su reconocimiento como país independiente (artículo II) Perú aceptaba la llegada de un comisario especial para la investigación del incidente de Talambo (artículo III) Se acordó firmar un Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación conforme a los términos del gobierno español (artículo IV) Perú reconoció supuestas deudas a súbditos españoles a causa de la guerra de independencia (artículo V) Perú debía pagar 3 millones de pesos de oro como indemnización por los gastos causados por el conflicto. (artículo VI) 1. Este tratado fue totalmente lesivo a nuestros intereses; por cuanto el gobierno peruano se comprometía enviar un Ministro a España y a recibir un Comisario Especial; se establecían las bases, para el pago de la deuda y, por último, el Perú indemnizaba a España tres millones de pesos por gastos hechos por su escuadra.
2. La mayoría de los integrantes del Senado peruano estuvieron en desacuerdo
con la firma del tratado. De hecho, Ramón Castillo, que era en ese momento el presidente de esta institución de gobierno, tuvo una discusión muy violenta con Pezet, lo que provocó que fuese desterrado. Tras estas reuniones para demostrar el desacuerdo con relación al tratado, todo empeoró. Hubo una sublevación del coronel Mariano Ignacio Prado quien, después de ganarle en batalla a Pezet, tomó el gobierno de Perú de facto (sin elecciones democráticas).
3. La guerra contra España es considerada por el Perú como la consolidación de su
independencia. En el Perú, la contienda tuvo serias consecuencias económicas. Los gastos para la compra de armamento y barcos de guerra fueron muy elevados, lo que unido a la ocupación de las islas de Chincha (productoras de guano, la principal fuente de ingresos del país) llevaron a la solicitud por parte del gobierno de diversos préstamos. J U A N A N T O N I O P E Z E T E S T U D I O S D E E X P L O R A C I O N I N C I D E N T E D E T A L A M B O I S L A S D E C H I N C H A T R A T A D O V I V A N C O P A R E J A M A R I A N O I G N A C I O P R A D O J O S E G A L V E Z F R A N C I A