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ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA REFORMA PROTESTANTE.

«La Reforma Protestante comenzó con la DISPUTA TEOLÓGICA SOBRE


LA NATURALEZA Y LA RECEPCIÓN DE LA GRACIA».

—Gerald Bry, teólogo e historiador Anglicano.

En términos teológicos, la Reforma fue una lucha por 2 principios:

MATERIAL: La justificación sólo por la fe.

FORMAL: SOLA SCRIPTURA.

En otras palabras, la Reforma Protestante luchó por definir bíblicamente el


medio de la Salvación, ¿Cómo puedo ser salvo?, y la fuente de Autoridad, ¿En
base a qué FUNDAMENTO puedo depositar mi fe?

PERSPECTIVA MEDIEVAL DE LA SALVACIÓN.

1- LOS SACRAMENTOS DE LA BAJA EDAD MEDIA.

Según Pedro Lombardo existían 7 sacramentos que todo cristiano debería


observar:

Bautismo, confirmación, Santa Comunión, penitencia, extremaunción,


ordenamiento y matrimonio.

Para Lombardo, la Penitencia llegó a ser muy importante, de hecho, llegó a ser
la base por la cual uno se justifica delante de Dios.

«Aquellos que han caído después del bautismo pueden ser restaurados por
penitencia, pero no por el bautismo… la penitencia es tanto un sacramento
como una virtud». Sentencia 4.14.1.1-2.

Aquel que llegaba a hacer la penitencia adecuada, dependiendo el pecado,


llegaba a estar en un ESTADO DE GRACIA, listo para recibir la Santa
Comunión.

La Transubstanciación se convirtió en la enseñanza oficial de la Iglesia


Romana en el Cuarto concilio de Letrán (1215).

El primer canon dice: «… En el Sacramento del altar, su cuerpo y su sangre


están verdaderamente contenidos en las especies de pan y vino, el pan siendo
TRANSUBSTANCIADO en el cuerpo y el vino en la sangre por el poder divino».

La creencia de que no solo los vivos, sino también los muertos, llevó al siguiente
desarrollo teológico, que de alguna forma llevó a que el sistema sacramental se
convirtiera en un camino de SALVACIÓN POR DERECHO PROPIO.

2- EL PURGATORIO (invención medieval) Y LAS INDULGENCIAS.

El purgatorio, era la SEGUNDA OPORTUNIDAD QUE DIOS otorgaría a aquellos


a quienes no se les dió la oportunidad de arrepentirse en esta vida.

¿ESTO CONCUERDA CON EL RELATO DEL RICO Y LÁZARO? Lucas 16:19-31.

Pocos, los mártires, eran aquellos que habían alcanzado la PERFECCIÓN,


mediante el sufrimiento, eran los únicos que podía ir al cielo sin pasar por otro
estado antes de ir al cielo. Algunos fueron CANONIZADOS.

Por tanto, la mayoría de creyentes, no tan PERFECTOS, deberían pasar este


estado intermedio llamado PURGATORIO.

De tal manera que Alexander de Hales escribía: «Casi nadie es lo


suficientemente bueno para escapar de la necesidad de atravesar el purgatorio»

Doctrina influenciada por Agustín, llamó al fuego purificador en el que según él


pasaban los muertos, PURGATORIO.

«Hay un castigo después de la muerte que se llama PURGATORIO. Aquellos que


salen de esta vida con ciertos pecados pueden ser justos y destinados a la vida
eterna, pero SON TORTURADOS ALLÍ POR UN TIEMPO PARA SER
LIMPIADOS».

— Hugo de San Víctor, teólogo medieval alemán, «De Sacramentis, 2.16.4».

«Simpatizamos con los muertos y oramos por ellos, deseándoles la alegría de la


esperanza. Tenemos que sentir pena por su sufrimiento en lugares purgativos».

— Bernardo de Clairvaux, «Sermo de Diversis 16».

Fue en el cuarto concilio de Letrán de 1215 que quedó establecido el


PURGATORIO como doctrina de la Iglesia de ROMA.

«La misa era celebrada por los vivos y por los muertos, pero doblemente
por los muertos» en palabras de Tomás de Chobham.

Se decía que antes de Cristo NO EXISTÍA EL PURGATORIO, PERO SÍ EL


LIMBO, un lugar de espera no de penitencia o purificación, según Buenaventura
(Comentarium in IV libros sententiarum 4.20).

INDULGENCIAS.

Esto hizo necesario el sistema de indulgencias, ¿QUÉ PODEMOS HACER POR


LOS MUERTOS?

Las indulgencias eran el medio por el cual la iglesia buscaría remitir los pecados
de los muertos y aliviar el sufrimientos de éstos en los fuegos del purgatorio.

Al principio las indulgencias se otorgaban a aquellos que iban a las CRUZADAS,


como recompensa por su sacrificio.

Luego estuvieron disponibles para todos los creyentes, claro, aquellos que
pudieran pagarlas.

Las indulgencias dan por sentado que el PAPA PUEDE PERDONAR LOS
PECADOS DE ESTA VIDA Y DE LA VENIDERA, por ello se le llama el vicario de
Cristo.

Pero Hechos 4:12 dice:

«Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos».

Pero, para Roma la indulgencia sustituía el acto de la penitencia, era un


certificado de perdón, semejante a pagar una multa por exceso de velocidad.

LA GRACIA INFUNDIDA.

La infusión de la gracia enseñaba que el creyente la recibía y había un cambio


real, genuino en su alma, y que al recibirla se liberaba de todas sus limitaciones
propias de su naturaleza pecaminosa y se le daba la capacidad de subordinar
su voluntad y mente a Dios.

Cuando esto pasó, Dios lo justifica, porque el creyente ha mostrado se deseo


de hacer lo que a Él le agrada. Es decir, Dios justifica en base a la respuesta del
creyente. No porque fuera perfecto, sino porque tenia buenas intenciones,
¿Cómo Dios no podía perdonar a alguien así?

Se decía que el hombre, en este caso, merecía una respuesta apropiada de


parte de Dios.

Pero dicho creyente aún lucharia contra su naturaleza pecaminosa, y los


pecados veniales deben ser destruidos por la penitencia, en esta vida, y en la
próxima por el purgatorio.

Sin embargo los seguidores de Guillermos de Ockham, John Wycliff y John Sus
creían que TODO ERA OBRA DE DIOS, se alejaron del pensamiento mérito, o
recompensa por lo que ellos hacían.

«La idea de que la salvación proviene del hombre es el principio creativo de


todos los errores y todos los abusos. Como consecuencia de estas
extravagancias que emanaron de este error fundamental, surgió la Reforma».

— Jean-Henri Merle D´Aubigné, pastor e historiador protestante suizo.

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