Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
* Según Gonzalo Cataño, López de Mesa, desde la década del veinte, cuando escribió el libro la
Civilización Contemporánea ya tenía nociones claras de los elementos que la campaña debía
contener. Pensaba que había que promover un cambio y apostaba que se podría emprender
una revolución a través de la prensa, el parlamento, la universidad, el cinematógrafo y el arte,
que a su juicio suscitaba el instinto de imitación del ciudadano de la era moderna. Citado por
DIAZ SOLER, Carlos Jilmar. El Pueblo: de sujeto dado a sujeto político por construir. El Caso
de la Campaña de Cultura Aldeana en Colombia (1934-1936). Premio Nacional de Educación
Francisca Radke. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional, 2005. p. 44.
MANUAL HISTORIA DE PASTO XI 281
mismo, informar de todo que viese y fuese útil al gobierno nacional y a los
departamentos respectivos”12.
La Comisión estaba conformada por cinco expertos, especialistas en
urbanismo, salud pública, agronomía, pedagogía y sociología, quienes de-
bían estudiar las posibilidades de desarrollo de cada departamento y sus
necesidades educativas.
Al divulgarse El Estatuto de la Aldea Colombiana, el diario El Derecho
comentó positivamente la nueva política instruccionista que iniciaba el
doctor López de Mesa, “inclinando el favor del gobierno sobre las clases
campesinas como la base sustentante de la grandeza nacional”:
“Indudablemente el Ministro trae un programa nuevo al fijar el
derrotero de la cultura fuera del centro universitario, único foco de
inquietudes presentes, pero cuyas proyecciones en la vida nacional
no pueden rendir todo el beneficio esperado, mientras el pueblo
no sea una materia capacitada intelectualmente para recibir sus
influencias.
Si la educación es el arte de conducir y de encauzar las corrientes
humanas, es preciso convenir que nuestra política instruccionista
andaba errada, al empeñarse de rodear a las ciudades de todas
las comodidades y mejoras al tiempo que la aldea se la mantenía
abandonada, sin un solo motivo que sirviera de halago y de atrac-
tivo a las gentes incorporadas en ella. Una consecuencia natural
de esa política era el abandono de los campos y la creación del
grave problema del urbanismo en un país agrícola, cuya riqueza
principal se radica en el trabajo de la tierra con el sostenimiento de
pequeños poblados que son mejor centros de aprovisionamiento y
de vida sencilla y apacible, próximos a decaer por la disminución
creciente de sus entradas rentísticas.
[…] Ojalá el doctor López de Mesa lleve adelante su reforma en
beneficio del país”13.
La tienda
Con crudo realismo, Zalamea relata su encuentro con la tienda, a la
que denomina una “casi institución social” y la más señalada de las plagas
que tiene el Departamento:
“Recibe este nombre un cuartucho no mayor de cuatro metros cua-
drados, cuya puerta se abre sobre la calle. Frente a esta única vía
de luz y de ventilación se levanta un tenderete, separado del resto
de la habitación por un biombo de papel y por sabanas y mantas
colgadas de una cuerda. La estantería y cajones del tenderete
muestran un surtido heterogéneo de víveres, pequeña mercancía,
MANUAL HISTORIA DE PASTO XI 291
La escuela
Para Zalamea, la creencia simplista de que la escuela y la universidad
remediarán todos los males de la nación y pondrán a la raza en condiciones
sobradas para medirse con los problemas que su propia vida le plantea a
cada paso, evidencia el concepto metafísico y retórico que ha dominado
nuestro existir, velándonos la realidad y sumergiéndonos en el olvido de
lo que se debe a la materia, al organismo vivo y de la influencia decisiva
que éste tiene en el retraso o desarrollo de las facultades mentales y de las
fuerzas psíquicas. Tal vez esta creencia, dice, haya sido engendrada por la
292 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA
La Biblioteca Aldeana
La Biblioteca Aldeana era uno de los componentes del proyecto de
difusión de la cultura en que estaba empeñado el gobierno de Alfonso Ló-
pez, junto con otros aspectos relacionados con la salud, la estatización de
la vida en sociedad, la mejora en la productividad, etc., que bien podían
considerarse haciendo parte de un proyecto civilizatorio en el sentido de
Norbert Elias, el que se apoyaba en los medios de comunicación como el
libro, la biblioteca, la radio y el cinematógrafo33.
La Biblioteca Nacional y no el Ministerio de Educación, fue la encar-
gada de la organización, control, asesoría e inspección de las bibliotecas
aldeanas, todo gracias a la labor de Daniel Samper Ortega, hombre de letras,
para quien la lectura es “ante todo una forma de redignificación de la vida,
de acceso a la ciudadanía, de ampliación de horizontes, y además una for-
ma del conocimiento necesario que todo hombre debe tener del pasado de
su sociedad y de sus tradiciones”. El proyecto lo sostendrán el director y
funcionarios de la Biblioteca Nacional hasta que en 1945 es completamente
abandonado34.
El proyecto de las bibliotecas aldeanas tuvo origen en las “misiones
culturales”, que ya habían realizado la experiencia de llevar el cine y el libro
a las aldeas, mediante bibliotecas ambulantes, antes de 1935. El ministro
López de Mesa cambió la biblioteca ambulante por una biblioteca fija en cada
aldea. Las bibliotecas no eran de carácter escolar pues se trataba de que es-
tuvieran al alcance del pueblo, y bajo el control de los concejos municipales
o de la primera autoridad civil en los corregimientos. La comunicación de
la Biblioteca Nacional para la instalación de la biblioteca aldeana contenía
las especificaciones y requerimientos exigidos35.
Las bibliotecas aldeanas estaban compuestas, en primer lugar, por una
colección de cartillas técnicas, nacionales y extranjeras relacionadas con el
hombre, la agricultura y la industria, las que llegaron a cumplir una función
muy importante en el progreso material y espiritual de las comunidades
rurales. Entre éstas se encontraban:
“De las editadas por el Ministerio: La vida de las plantas. Las
huertas y las granjas escolares. Las aves de corral. Los animales
domésticos. Las doce plagas mayores. Nociones de puericultura.
Enfermedades de los órganos de los sentidos. Enfermedades de la
dentadura. Nociones elementales de dibujo. Nuestros alimentos.
Corrección del lenguaje. Cantos escolares. Arquitectura rural y
moblaje. Educación religiosa. Educación cívica. Educación física.
Y algunas otras en preparación”36.
MANUAL HISTORIA DE PASTO XI 295
CONCLUSIONES
El propósito que impulsaba la República Liberal de integrar la nación
política e ideológicamente, mediante la divulgación de información y de
investigación sobre el territorio nacional, que muy precisamente abordó la
Campaña de Cultura Aldeana, logró iniciar un primer reconocimiento sobre
diversos aspectos de la realidad social colombiana, que hasta ese momento
no habían sido objeto de análisis.
Esta Campaña produjo estudios monográficos sobre los departamentos
de Huila, Nariño, Guajira y Atlántico, en un espacio de tiempo de seis meses
MANUAL HISTORIA DE PASTO XI 297
NOTAS
21. ZALAMEA, Apuntes para una interpretación sociológica del Departamento de Nariño. Pasto
1935 y Carta a la Juventud Colombiana. 2ª. ed. Pasto: Colección Biblioteca del Centenario,
Departamento de Nariño 1904-2004, 2005. p. 27-28.
22. Ibíd., p. 35.
23. Ibíd., p. 36.
24. Ibíd., p. 43.
25. Ibíd.
26. Ibíd., p. 51.
27. RESTREPO, Op. cit., p. 8.
28. ZALAMEA, Op. cit., p. 89.
29. Ibíd., p. 90.
30. Ibíd., p. 97.
31. Ibíd., p. 70.
32. ZALAMEA, Jorge. “La tarea que se nos ha encomendado se revela de gran facilidad en cuanto
el pie se pone en contacto con vuestro territorio, dijo Zalamea en su conferencia de anteno-
che”. El Radio, No. 271, 26 de abril de 1935.
33. SILVA, Op. cit., p. 90.
34. Ibíd., p. 92.
35. “Señor Alcalde o Corregidor: Se encuentra ya en el país parte de los depósitos de la Biblioteca
Nacional y parte subiendo el río Magdalena, las cartillas que van a ser distribuidas gratuita-
mente a las bibliotecas aldeanas de aquellos municipios y corregimientos que hayan cumplido
con los requisitos exigidos por el Ministerio de Educación Nacional. Para obtenerlas todo lo
que hay que hacer es lo siguiente: En los Corregimientos: a) Nombrar un maestro de escuela
como director de la biblioteca en proyecto y construir un mueble que tenga 1.50 de alto, 2 m de
largo, 40 cms. de fondo y los entrepaños colocados a distancia de 25 cm. Conviene ponerle una
base para evitar la humedad y tapa encima para proteger los libros contra el polvo. b) Remitir
a la biblioteca nacional el certificado de posesión del maestro nombrado bibliotecario y una
fotografía o dibujo del mueble. En los municipios lo mismo más: c) Expedir un acuerdo por
medio del cual el municipio se constituya en patrono de la biblioteca aldeana y apropie una
partida anual para compra directa de libros. Esta suma puede ser de $1,00 en las poblaciones
muy pobres, pues de lo que se trata es crear en todos el hábito de gastar algo todos los años
en mejorar su biblioteca; d) si existe ya alguna, deben enviarse a la Biblioteca de Bogotá el
nombre del director, número de lectores por día y mes y una fotografía de las estanterías; e)
todas las poblaciones que reciban una biblioteca aldeana adquieren el compromiso de remitir
a la Nacional de Bogotá el dato de los libros que obtengan por otros conductos y someterse a la
reglamentación que oportunamente les será comunicada”. Citado en El Radio, “El Ministerio
de Educación enviará importantes obras para las Bibliotecas Aldeanas. Lista de las obras”,
No. 263, 21 de junio de 1935.
36. Ibíd.
37. Ibíd.
38. Ibíd.
39. RINCÓN, Carlos. “Canon y clásicos literarios en la década de 1930”, en Rincón, Carlos, Mo-
jica, Sarah de y Gómez, Liliana (edit.). Iconos, lugares de memoria, cánones historiográficos y
literarios en Colombia. Bogotá: Instituto Pensar, Universidad Libre de Berlín, 2010, en prensa.
40. Biblioteca Nacional. Archivo Samper Ortega, caja 13, carpeta 232, citado en SILVA, p.119.
41. Memoria del ministro de Educación al Congreso de 1934. Bogotá, Imprenta Nacional, 1934,
208-212. Citado por Renán Silva, pp. 159-160.
300 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES
Periódicos
El Derecho, 1934.
El Radio, 1935.