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EL ARTICULO 1 DEL CODIGO CIVIL

PERUANO Y SU CRITERIO SOBRE EL


COMIENZO DE .LA VIDA HUMANA *

José María Castán Vásquez


Académico numerario
Real Academia de Jurisprudencia y Legislación
España

SUMARIO: 1. Delimitación del tema- 11. La protec-


ción al nasciturus en el Derecho Romano.- III. El
El Código civil de 1984 ha recibido gran cantidad comienzo de la existencia humana en la corriente
de elogios por su denominado carácter humanista ibérica de pensamiento jurídico.- IV. El enlace del
y persona1i.sta. Ciertamente, son variados los ar- Código Ovil peruano con la corriente ibérica.- V.
tículos que -en el libro del Derecho de las Perso- Conclusión.
nas- dan muestra de la amplia protección que las
normas del Código civil han optado por asignar a l. DEUMITACION DEL TEMA
la persona humana. Algunas de esas normas, como
el derecho a la voz y su protección, fueron introdu- El Código Ovil peruano de 1984 se abre con una
cidas por primera vez en el mundo en un Código norma -la del artículo 1- que se refiere al <<princi-
Civil. Otras normas, como la que el doctor Castán pio de la persona y de la vida humana» y recono-
Vásquez comenta en el presente artículo, reflejan un ce a la persona la condición de «sujeto de dere-
profundo conocimiento del legislador acerca de las cho» desde su nacimiento.
fuentes del Derecho Romano y una actualizada in-
fvrmación médica. La formulación de este precepto en el umbral
Son hasta tres los aspectos centrales del artículo 1 mismo de un cuerpo legal de tan alto rango den-
de nuestro Código Civil: en primer lugar, la indica- tro del ordenamiento jurídico peruano, reviste
ción en cuanto a que el ser humano es sujeto de de- una importancia que no ha pasado desapercibida
rechos desde su nacimiento; en segundo lugar, la a los juristas del Perú y que ha atraido también la
concesión de derechos patrimoniales al «nascitu- atención de los de otras naciones, singularmente
rus», a condición de que nazca vivo; y, por último, de aquellos que sienten preocupación por la de-
la declaración -fundamental para el autor del pre- fensa de la persona humana en el Derecho Ovil
sente trabajo- de que la vida humana se inicia con
la concepción. En estos puntos se incide a lo largo Esa noble preocupación está, por cierto, muy ex-
del artículo, a la vez que se realiza un interesante tendida entre los civilistas de varios países. En el
repaso sobre los antecedentes de la protección que mío, España, la han profesado autores de primera
se otorgó al que está por nacer en el Derecho Ro- fila y bien conocidos en el Perú. El profesor Anto-
mano, y se estudia sucintamente las disposiciones nio Hernández Gil, por ejemplo, en un libro de
que sobre la materia contienen los más importantes juventud (convertido ya en un clásico), donde ex-
Códigos Civiles de lberoamérica. ponía su concepto del Derecho Ovil, centraba es-

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ta grande y vieja rama del Derecho en la persona 1. en la línea de algunos breves estudios anteriores 6_
El profesor Luis Díez-Picaw, por su parte y en como modesto homenaje de un español al Perú,
igual línea, afirmaba años más tarde, también en en los días en que los juristas peruanos realizan
un trabajo de juventud, que la persona es el <<cen- con rigor ejemplar trabajos prelegislativos enca-
tro del sistema» del Derecho Civil, señalando la minados a posibles reformas del Código de 1984
defensa de aquélla como «la primera realidad ju- con ocasión del décimo aniversario de su promul-
rídica» 2. Y más recientemente, Uva Hoyos indaga- gación; trabajos que hacen realidad en el Perú lo
ba el concepto de la persona humana a través de que en España estuvo previsto por el legislador
una extensa monografía en la que la persona se de 1889 y no se consiguió: la revisión decenal del
constituye el núcleo central del estudio 3. Tal es, Código Civil.
por lo demás, la línea de numerosos civilistas y fi-
lósofos del Derecho españoles. 11. LA PROTECaON AL NASOTURUS
EN EL DERECHO ROMANO
En el Perú es también perceptible la inquietud por
la persona, entre otros, de civilistas actuales como No nos ha legado el Derecho Romano definicio-
los profesores Femández Sessarego, que ha dedi- nes categóricas sobre el concebido o sobre la per-
cado a la protección jurídica de aquélla un recien- sona humana. Ello no puede sorprender si se re-
te libro 4, Y Cárdenas Quirós, que viene estudian- cuerda que los juristas romanos se resistían en ge-
do rigurosamente los diversos supuestos moder- neral a definir, conscientes de los peligros que
nos de daño a la persona motivado por los avan- implica omnes definitio in iure civilis y formularon
ces de la ciencia y la tecnología 5. pocas definiciones. Un texto famoso de Javoleo
expresa bien aquella resistencia; cierto es que este
Las presentes notas no aspiran, por supuesto, a texto ha atraído en nuestro tiempo una particular
enfocar en su conjunto la extensa problemática ju- atención de varios romanistas, que discrepan en
rídica de la persona; se centran meramente en un orden a sus posibles interpretaciones y a su alcan-
tema concreto en el que el Código Civil peruano ce -el profesor Iglesias Redondo ha resumido bien
ofrece especial interés dentro del Derecho Com- la polémica 7_, pero, en todo caso, la ausencia de
parado: la protección al concebido. Y dentro de es- definiciones terminantes se advierte en la regula-
te tema, extenso también, se ciñen a un punto ción que las fuentes dan a numerosas institucio-
concreto e inicial: la determinación jurídica del co- nes.
mienzo de la vida humana. Al abordarlo, partiré
de las ideas romanas sobre la cuestión -tal como En el concreto tema del nasciturus no podría afir-
han sido precisadas en estudios recientes de la marse que el Derecho Romano haya ignorado la
Romanística-, para señalar en seguida la recep- realidad de la vida intrauterina ni que haya nega-
ción de aquellas ideas en el Derecho histórico es- do al concebido algunos derechos. Por el contra-
pañol e indagar brevemente su ulterior transmi- rio, las fuentes nos ofrecen diversos textos que
sión a los códigos civiles iberoamericanos del si- parten de aquella realidad y afrontan, al menos
glo pasado y al peruano de 1984, cotejando por en parte, la problemática jurídica que de ella se
último esa corriente ibérica con las precisiones deriva.
científicas que médicos y genetistas contempo-
ráneos nos ofrecen hoy. Texto significativo y bien conocido es, en primer
lugar, aquel de Juliano en el Digesto a cuyo tenor
Sirvan estas notas -que se sitúan esencialmente «los que están en el vientre, en casi todo el Dere-

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cho Ovil se tienen por nacidos» 8. Aparte de este prinaplO de la igualdad no es consecUencia de
texto, los que integran el Título 4 del libro 25 tra- una ficción, esto es, de una construcción impera-
tan, con cierta prolijidad, «del reconocimiento de tiva, sino, más bien, de la constatación de una rea-
la mujer que dice que está preñada y cómo se ha lidad por parte del intérprete 14.
de guardar lo que pare» 9, incluyendo un pasaje
que dice que «lo que está en el vientre, antes de Tal constatación parece comprender el reconoci-
que nazca es parte de la madre, o de sus entra- miento de la existencia del que está en el vientre
ñas» lll. Por otro lado, un pasaje de Palpiano inclui- materno, o como dicen las fuentes, del qui in utero
do entre normas de Derecho Hereditario en el li- est 15•
bro 35 del Digesto, afirma: «En cuanto a lo que es-
tá en el vientre de las siervas, no se admite ningu- ¿Por qué, entonces, se ha llegado a negar en algún
na distinción de tiempo; y con razón; porque lo sector doctrinal que el Derecho Romano· reconoz-
que aún no ha nacido no se dice que ya es hom- ca la <<existencia» del nasciturus y lo equipare al ya
bre» 11. Y otro importante texto, éste incluido entre nacido? También a este hecho da explicación el
las reglas que el Digesto ofrece en el Título 16 de profesor Catalano: «las modernas abstracciones
su último Libro para aclarar las significaciones de conceptuales -señala- son utilizadas en el plano
las palabras dudosas, expresa que «se ha de en- normativo para trastocar el principio de la igual-
tender que existía al tiempo de la muerte el que dad claramente afirmado en el Derecho Romano
estaba en el vientre de la madre» u. justinianeo»; frecuentemente, «la introducción de
los conceptos abstractos de "persona", "personali-
A la vista de los textos -y de las interpretaciones dad", "sujeto de derecho", "capacidad jurídica" ha
dadas a ellos a lo largo del tiempo- surgen dudas conducido al trastocamiento de los principios y
acerca de la consideración jurídica otorgada al normas: se ha pasado, por así decirlo, de la igual-
nasciturus y acerca de su igualdad con la persona dad ontológica a la excepcional igualación. El iti-
ya nacida. El problema ha sido objeto de un estu- nerario jurisprudencial se presenta claramente en
dio del profesor Pierangelo Catalano 13. El ilustre la teoría de la ficción de Savigny: la regla nascitu-
romanista entiende que «según los Digesta de Jus- rus habetur pro nato sería una simple ficción y, en
tiniano, la igualdad del concebido y del nacido es consecuencia, sólo aplicable a algunas limitadas
un principio de carácter general, salvadas las ex- relaciones jurídicas». Los pasajes fundamentales,
cepciones de algunas "partes" del ius.» A su juicio, para quienes eso acepten, serían el de Palpiano
este principio general, que está «claramente afir- antes reproducido y el de Ulpiano en 0.25,4,4,1,
mado» en el texto de D.l,5,26, antes recogido aquí, recogido también más arriba, que parecen negar
encuentra su correspondencia terminológica en el la consideración de persona al concebido. Pero es-
último Libro con el texto de 0.50,16,153, también tos pasajes, según Catalano señala, contienen
recogido más arriba. Es oportuno aclarar, a juicio unas precisiones que «hay que considerarlas úni-
del profesor de la Universidad de Roma, que el camente como excepciones, convenientemente

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motivadas, respecto a los principios fijados en el Cuarta Partida «fabla de los desposorios, e de los ca-
primero y en el último libro de los Digesta». En la samientos» y a través de sus veintisiete títulos re-
misma línea y en un artículo publicado este año gula no sólo el Derecho Matrimonial, sino la filia-
en «r;Osservatore romano», Catalano expone el ción, la adopción, la patria potestad y algunas ma-
«puesto de los concebidos» en la familia romana 16. terias ya ajenas al Derecho de Familia, entre ellas
la Libertad y la Amistas. Pues bien: toda esta Par-
Hay, pues, como vemos, dos posibles interpreta- tida, como las dos siguientes, que tratan también
ciones de las fuentes romanas, y partiendo de de instituciones de Derecho Privado, está cons-
ellas se han producido sendas corriente!¡ de pen- truida sobre los textos del Derecho Romano y, co-
samiento jurídico: «la primera, con una fuerte ins- mo observa el profesor García Garrido, se sigue a
piración justinianea, que caracteriza gran parte los glosadores, se cita indiscriminadamente los
del área ibérica; la segunda, de origen pandectísti- textos jurídicos del Digesto y las constituciones
co-germánico» v. Por mi parte, aceptando como del Código, predominando la tendencia a destacar
punto de partida esa dualidad, me limitaré aquí y las reglas y a generalizar los casos 18.
ahora a contemplar la primera de aquellas corrien-
tes. Los textos de la Partida Cuarta que se refieren al
nasciturus están contenidos en las leyes 3a , 4ay sa
111. EL COMIENZO DE LA EXISTENOA del Título 23. Especial interés ofrece para nuestro
HUMANA EN LA CORRIENTE IBERICA tema, entre esas leyes, la 3a , que trata de «en que
DE PENSAMIENTO }URlDICO estado, e de que condicion, es la criatura, mientras que
sea en el vientre de su madre», y comienza con esta
La romanización de España fue hecho de obvia afirmación: «Demientra que estouiere la criatura en el
trascendencia histórica, que había de afectar muy vientre de su madre, toda cosa que se faga, o se diga, a
positivamente, en primer lugar, a la propia Roma; pro della aprouechase ende, bien assi como si fuesse
en segundo lugar, a Hispania, que recibiría de Ro- nascida; mas lo que fuesse dicho, o fecho a daño de su
ma el cristianismo, el Derecho, la cultura griega, persona, o de sus cosas, non le empesce» 19.
subsistentes, y, en tercer lugar, afectó también po-
sitivamente -e inesperablemente- al inmenso con- La recepción en las Partidas de los textos romanos
tinente americano que, siglos más tarde, a partir sobre el nasciturus tenía que ser trascendental para
del Descubrimiento, habría de recibir a través de la difusión y la perpetuación del principio de
España el tesoro espiritual occidental que España igualdad entre el concebido y el nacido. Alcanza-
había recibido a su vez de Roma ron las partidas mayor vigencia y difusión en los
territorios americanos que en la propia España
En el plano jurídico, monumento legislativo cum- (donde el Derecho castellano hubo de coexistir
bre de la España medieval fue, según es notorio, con los Derechos forales), y a través de ellas el
la obra de Alfonso X el Sabio: las VII Partidas. Y Derecho Romano justinianeo fue recibido en la
esa. obra supone una solemne y extensa recepción América española, dejando su huella para siem-
del Derecho Romano justinianeo, cuyos textos la- pre. Por otra parte, en las partidas se apoyó esen-
tinos son traducidos a la lengua romance de Cas- cialmente durante siglos (hasta bien entrado el
tilla. En las Partidas, pues, hay que buscar la con- XIX) la literatura jurídica española. Y esa literatu-
creta recepción de las normas romanas referentes ra, difundida también por América a lo largo de
al nasciturus. Y podemos hallarla entre las leyes de mucho tiempo -desde el Descubrimiento hasta la
la Partida Cuarta sobre todo. Emancipación y aún después de ésta- sería otro
importante vehículo para la consolidación romana
Como quiera que cada una de las siete Partidas en el subcontinente americano. En orden concre-
posee algunas características propias, conviene tamente a la acogida del principio romano sobre
acaso recordar la que la Cuarta presenta. Dicha el concebido, veamos sin pretensiones de exhaus-

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tividad algunas muestras de ella en algunos libros te una ficción legal, la esperanza de derechos de
jurídicos españoles que gozaron de extensa difu- un individuo antes de venir al mundo» 24.
sión en América.
Un similar alejamiento de la tradición se fue pro-
Uno de ellos fue la Ilustración del Derecho real de duciendo durante el largo camino que en el XIX
España del valenciano Juan Sala 20. Pues bien: al hubieron de recorrer los trabajos preparatorios del
tratar del estado de las personas, Sala afirma que Código Civil español.· El importante Proyecto de
«según el natural estado de los hombres, unos 1851, al definir en su artículo 107 al nacido, omitió
son nacidos, otros por nacer o concebidos en el cualquier alusión al concebido, limitándose a pre-
vientre de sus madres»21, y después recoge el tex- ceptuar que «para los efectos legales, sólo se repu-
to de Partidas 4,23,3, que responde al concepto ro- ta nacido el feto que, desprendido enteramente
mano de la existencia de qui in utero esto Fueron del seno materno, nace con figura humana y vive
por cierto los continuadores de la obra de Sala cuarenta y ocho horas naturales». El autor del Pro-
quienes, curiosamente, suprimieron en posterio- yecto, García Goyena, en sus célebres Concordan-
res ediciones la alusión al concebido del principio cias, al comentar el artículo 107 trata el tema de la
romano-castellano. «viabilidad» e intenta aclarar el sentido de las pa-
labras «desprendido enteramente del seno mater-
Libro asimismo de gran aceptación fue el famoso no», afirmando en este punto que «hasta que esto
Diccionario jurídico de don Joaquín Escriche, y suceda, no se tiene, ni puede tenerse por naci-
también a través de él se mantiene en el tema del do» 25. En otros lugares de su obra, García Goyena
concebido la tradición conceptual en el área ibéri- menciona al «póstumo» y al «vientre», habla del
ca, afirmándose que «según el estado natural se «derecho de la viuda, o mejor dicho el del vien-
dividen las personas: 1°, en nacidas y concebidas tre»26, y elude el empleo del término «concebido».
o existentes en el vientre de la madre» 22. Se reite-
ra, pues, la afirmación de que el concebido existe Sin llegar en este breve recorrido histórico al
en el vientre materno, en la línea de la mejor co- Código Civil español, que es posterior a las gran-
rriente de origen romano. des codificaciones americanas, paso ya a estudiar,
brevemente también, la recepción en éstas de la
la pérdida de la tradición romana y castellana se tradición romana y castellana sobre el nasciturus y
advierte en la doctrina española de Derecho Civil el comienzo de la exis~encia humana.
de la segunda mitad del siglo XIX, en la que cabe
encontrar la asunción de teorías alemanas y el Conviene indagar en primer término la posición
empleo de conceptos abstractos. Así, Gómez de la del Código Civil chileno, tanto por su temprana
Serna y Montalbán, al tratar del nacimiento y re- fecha como por su trascendencia dentro del con-
ferirse al concebido, se acogen a la teoría de la fic- texto de las legislaciones civiles de América e in-
ción y niegan que el feto tenga una existencia cluso por su vocación de código único para el
propia 21. Y, por los mismos años Benito Gutiérrez continente 'O. ¿Qué criterio adopta, frente al pro-
escribe que «la legislación romana salvó, median- blema del concebido, este cuerpo legal?

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Acerca del principio de la existencia, el artículo 74 materia de patria potestad, y se inspira, como las
señala «la existencia legal de toda persona princi- otras normas referentes al nasciturus, en un noble
pia al nacer, esto es, al separarse completamente deseo de protegerlo, que responde sin duda al
de su madre»; aquí las Notas de Bello nos descu- modo de pensar de Freitas, quien -como ha pues-
bren que para esta norma consultó, sin seguirla to de relieve su biógrafo Meira- era fervoroso ca-
nítidamente, la Novísima Recopilación y también tólico y defensor de la persona y la libertad 30. El
por ellas sabemos que tuvo a la vista en este ca- interés de esto crece si se recuerda la influencia
pítulo la obra de García Goyena, al que califica de que el proyecto brasileño tuvo, en éste como en
«sabio jurisconsulto» 28. otros puntos, sobre el Código Civil argentino.

Creo, salvo mejor opinión, que las normas aludi- Don Dalmacio Vélez Sársfield, autor del Código
das no permiten ver una clara adscripción del argentino, abrió el Título de la patria potestad con
Código chileno a la tradición romana de paridad la afirmación de que «la patria potestad es el con-
entre el concebido y el nacido. Empero, en punto junto de los derechos que las leyes conceden a los
al concebido, el Código chileno busca en definiti- padres desde la concepción de los hijos legítimos,
va una protección que se extiende hasta la tutela en las personas y bienes de dichos hijos, mientras
testamentaria y ha permitido que en su área se sean menores de edad y no estén emancipados»
haya llegado a hablar de la adoptabilidad del nasc- (artículo 264). El legislador argentino tomó, pues,
iturus, tema éste de viva actualidad en Derecho de. Freitas la idea, con el mismo noble propósito y
Comparado y que el profesor Fernando Hinestro- la misma limitación lamentable a los hijos legíti-
sa trató en la ponencia aportada al encuentro so- mos. y es de destacar que esta atribución de la pa-
bre adopción celebrado no hace mucho en Sas- tria potestad «desde la concepción» subsiste hoy
sari (Italia). en el texto de aquella norma, pese a las modifica-
ciones que el mismo ha sufrido: la respetó, en
Otra de las grandes codificaciones americanas es efecto la Ley de reforma N° 10.903, Y la ha respeta-
la brasileña y en ella nos ofrece normas de alto in- do también la Ley N° 23.264, sancionada el 25 de
terés para nuestro tema el proyecto de Código Ci- setiembre de 1985, qu~ tan importantes reformas
vil -el célebre EsbOfO- redactado por Augusto Tex- ha hecho en el régimen de la patria potestad
eira de Frcitas 29. El valor particular para el tema
del comienw de la existencia, es grande. El Esboc;o, Por otro lado, un Título entero del Libro 1 se dedi-
en efecto, dedica sus artículos 53 a 61 a «las perso- ca a tratar «de las personas de existencia visible» y
nas por nacer». La primera de estas normas ofrece otro a tratar de «las personas por nacer», conside-
una clara definición: <<Son personas por nacer las rando como tales a «las que no habiendo nacido,
que no habiendo aún nacido están concebidas ya están concebidas en el seno materno» (artícu-
en el seno materno». Las restantes normas regu- lo 63); en el Título siguiente se trata «de la exis-
lan la representación y protección de tales perso- tencia de las personas antes del nacimiento». La
nas. Su existencia desde el momento de la concep- declaración del artículo 70 es muy expresiva:
ción está, así, solemnemente reconocida. Pero el «Desde la concepción en el seno materno, co-
Proyecto va más lejos en esta línea de protección mienza la existencia de las personas [...]». Clara es-
a las personas por nacer: les concede los benefi- tá así la idea de Vélez de que el nasciturus es per-
cios de la patria potestad desde el momento mis- sona desde la concepción. Vélez, como Freitas, si-
mo de la concepción. En efecto, el artículo 1509 gue la tradición romana justinianea.
dispone que «desde la concepción de los hijos le-
gítimos comienzan los derechos y obligaciones IV. EL ENLACE DEL CODIGO OVIL
entre ellos y sus padres, en cuanto a sus personas PERUANO CON LA CORRIENTE
y a sus bienes» (y un derecho de los padres es, en IBERICA
el Proyecto, la «patria potestad»); el mismo pre-
cepto, en su segundo apartado, prohibe «convenir El Código Civil del Perú de 1936 afirmaba en su
que comiencen en otra época». Esta norma es uno artículo 1: «El nacimiento determina la personali-
de los puntos originales que el Esbo~o ofrece en dad Al que está por nacer se le reputa nacido pa-

.28~~I~eciició~.n1tr.L8,i\rl<i~.• q@SaO'aill~~~~~CJu1e~#tÓwn~d~~.~n
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~yi~~,~'te#~~~!l}llrí_UltQdr~rv,~ly~,ri#er~ilieirK1n?J>.i4a

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ra todo lo que le favorezca a condición de que 1979 Y también de los Tratados sobre Derechos
nazca vivo». La norma se inspiraba en el Código Humanos. ASÍ, como el Código de 1936, declara
de 1852 31• Su reforma era previsible desde que co- que la persona humana es sujeto de derecho des-
menzaron los trabajos prelegislativos para la re- de su nacimiento, pero introduce un enunciado
dacción de un Código Civil que sustituyera al de básico y fundamental, en cuanto que la vida hu-
1936, sustitución que por cierto estaba ya prevista mana comienza con la concepción, y, recogiendo
desde años antes por el ilustre civilista peruano el precepto constitucional en cuanto que el conce-
José León Barandiarán en su prólogo a la edición bido es sujeto de derecho para todo cuanto le fa-
española de 1962 del Código Civil del Perú 32. Y ·el vorece, le atribuye también derechos patrimonia-
propósito de un cambio considerable en el enfo- les a condición de que nazca vivo (art. 1)>> 34.
que del tema del concebido se advierte, en efecto,
en los trabajos preparatorios del Código actual. Cabe ciertamente elogiar en el concreto punto del
comienzo de la vida humana, único que aquÍ he
Así, la propuesta formulada el 7 de febrero de tocado, la posición del Código Civil peruano que,
1984 ante la Comisión Revisora por el doctor Car- por otra parte, y según voy a señalar brevemente
los Fernández Sessarego, prestigioso civilista y fi- para concluir estas notas, coincide no sólo con
lósofo del Derecho, ex-ministro de Justicia e im- una larga tradición jurídica, sino con el dictamen
pulsor de la tarea codificadora, sugería incorporar actual de la Medicina y la Genética.
al nuevo Código las afirmaciones de que «la per-
sona humana es sujeto de derecho», y «la vida hu- v. CONCLUSION
mana comienza con la concepción». El Proyecto
de 1984 de la Comisión Revisora acogió tales afir- Quisiera, al concluir, observar que existe una
maciones en su artículo 133• coincidencia sustancial entre la tradición romana
y la ciencia actual. La realidad de la existencia hu-
Ya en esa línea, la redacción definitiva del artículo mana de aquel que in utero est resulta hoy innega-
1 del Código, bien conocida, proclamó en un pri- ble. Ya en 1948 la Asamblea General de la Asocia-
mer párrafo que «la persona humana es sujeto de ción Médica Mundial adoptó en Ginebra esta fór-
derecho desde su nacimiento», y añadió en un se- mula de juramento: «Mantendré el respeto abso-
gundo párrafo: «La vida humana comienza con la luto de la vida humana desde la concepción [.•]»35.
concepción. El concebido es sujeto de derecho pa- Y recientemente, un prestigioso genetista espa-
ra todo cuanto le favorezca. La atribución de dere- ñol, el profesor Lacadena, ha escrito. «En cuanto a
chos patrimoniales está condicionada a que nazca la cuestión de cuándo comienza la vida ningún
vivo». científico dudaría en responder que en el momen-
to de la fecundación, puesto que de dos realida-
El interés del nuevo texto ha sido reconocido por des distintas -el óvulo y el espermatozoide- surge
la doctrina. Fuera del Pero, el profesor Catalano, una nueva realidad -el cigoto con los dos pronú-
en estudios que ya cité, ha señalado el entronque cleos- que tiene su propia potencialidad y autono-
de aquella norma con la tradición romana e ibéri- mía genéticas, ya que, aunque dependa de la ma-
ca sobre el concebido. En el Pero, Fernando Vidal dre para subsistir, su desarrollo se va a realizar de
Ramírez ha puesto de relieve el sentido humanis- acuerdo con su propio programa genético» 36. En
ta del nuevo Código con estas palabras: «En el or- esta misma línea se han manifestado también
denamiento del Derecho de las Personas, el Códi- muy recientemente otras personalidades de la
go pone énfasis en una concepción humanista, re- Medicina, como el doctor Alcalá-Santaella (en
cogiendo preceptos de la Constitución Política de conferencia pronunciada en la Universidad San

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Pablo dentro del Oclo sobre la Familia desarrolla- Me atrevo a pensar que tales legislaciones deben,
do en el presente curso), o del Derecho como Soto en términos generales, atenerse a la mejor tradi-
Nieto y José Luis Alvarez (en artículos del «ABe»). ción justinianea, realizando así el entronque con
el Derecho Romano del que nos ha hablado el
El reconocimiento de la vida humana desde el profesor Iglesias Santos:rJ, y mantener una línea
momento de la concepción tiene obvias conse- protectora de la vida humana que coincide con el
cuencias para la protección jurídica del concebido. Derecho natural y con las conclusiones científicas
Desde el plano del Derecho natural, el profesor actuales. Un prestigioso jurista argentino, el pro-
Antonio Femández-Galiano observaba hace po- fesor Enrique Carlos Bémchio, se lamentaba re-
cos años, en dictamen emitido para el Bureau In- cientemente de que «la tutela jurídica de la digni-
ternational Catholique de I.:Enfance, que «el feto es, dad e inviolabilidad de la persona humana no ha
en lenguaje metafísico, sustancia humana y que alcanzado aún un grado de desenvolvimiento sa-
ello obliga en pura lógica a atribuirle derechos na- tisfactorio en las legislaciones contemporáneas» 38.
turales, en cuanto los mismos proceden de la na- Grato es comprobar que la peruana ha acertado a
turaleza humana, que ya es poseída por ese ser». seguir, en el artículo 1 del Código Ovil de 1984,
No es momento de enumerar los múltiples dere- una noble y avanzada orientación humanista, que
chos concretos; por otra parte bien conocidos, que esencialmente responde al intento de contribuir a
las legislaciones civiles positivas deben garanti- la protección jurídica de la persona desde el Dere-
zar -y, en mayor o menor medida, garantizan- al choOvil
nasciturus.

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