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Hay esperanza

La Biblia nos asegura que el futuro de nuestro planeta está a salvo.


Explica por qué las iniciativas humanas no son suficientes para
salvar el planeta y nos habla del cambio que hace falta para
lograrlo. Además, nos dice cómo ocurrirá ese cambio.
Por qué las iniciativas humanas no bastan para salvar el
planeta. Jehová* creó la Tierra y les encargó a los humanos cuidar
 

de ella (Génesis 1:28; 2:15). Solo les iría bien si se dejaban guiar


por su Creador y obedecían sus instrucciones (Proverbios 20:24).
Pero, en vez de eso, rechazaron a Jehová y decidieron actuar por
su cuenta (Eclesiastés 7:29). Y, como los humanos por sí solos
no son capaces de cuidar el planeta, cualquier esfuerzo que hagan
no es más que un parche, es decir, tiene beneficios limitados
(Proverbios 21:30; Jeremías 10:23).
El cambio que hace falta. Dios no va a dejar que los humanos
sigan destruyendo el planeta (Apocalipsis 11:18). Él no tiene
pensado hacer reformas en los gobiernos ni en la sociedad actual,
que tanto daño le hacen al planeta; lo que va a hacer es
reemplazarlos (Apocalipsis 21:1). Por eso Jehová dice en la Biblia:
“¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5).
Cómo ocurrirá ese cambio. Jehová reemplazará los gobiernos
humanos por un gobierno celestial llamado el Reino de Dios. Ese
gobierno, que tendrá como líder a Jesucristo, gobernará el planeta
(Daniel 2:44; Mateo 6:10).
El Reino de Dios educará a los humanos para que vivan de acuerdo
con las justas normas de Dios. Cuando los humanos reconozcan la
autoridad de su Creador y acepten su guía, entonces por fin serán
capaces de vivir en armonía con la naturaleza (Isaías 11:9). La
Biblia muestra que bajo el gobierno de Dios los ciudadanos tendrán
una excelente calidad de vida pero sin abusar de los recursos del
planeta. El Reino de Dios se encargará de todo esto:

 Conseguir alimento para todos (Salmo 72:16).


 Restaurar los recursos naturales (Isaías 35:1, 2, 6, 7).

 Garantizar que los humanos y los animales vivan en perfecto


equilibrio (Isaías 11:6-8; Oseas 2:18).

 Evitar los desastres naturales (Marcos 4:37-41).


Puede estar seguro de que el Reino de Dios pronto hará realidad
todos esos cambios. Si quiere más información, lea el artículo
“¿Cuándo gobernará la Tierra el Reino de Dios?”.

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