Está en la página 1de 12

colaboraciones

Razonamiento clínico
Felipe Rodríguez de Castro, Teresa Carrillo-Díaz, Jorge Freixinet-Gilart, Gabriel Julià-Serdà

Resumen. Todas las actuaciones médicas tienen una curva de aprendizaje, pero el razonamiento clínico se mantiene Departamento de Ciencias Médicas
y Quirúrgicas. Hospital Universitario
como un elemento clave en cualquiera de ellas. Los médicos experimentados manejan una gran cantidad de información de Gran Canaria Dr. Negrín.
en cualquier proceso clínico. Para conseguir la máxima eficiencia en la utilización de esta información, los clínicos em- Universidad de Las Palmas de Gran
plean una serie de estrategias que les permiten combinar datos y sintetizarlos en un número reducido de hipótesis diag- Canaria. Las Palmas de Gran Canaria,
España.
nósticas, evaluar los riesgos y los beneficios de realizar nuevos procedimientos diagnósticos y aplicar determinados trata-
mientos, y formular planes en el manejo del paciente. Uno de los objetivos principales de cualquier docente médico es Correspondencia:
Dr. Felipe Rodríguez de Castro.
promover el desarrollo de una forma de razonar experta en sus estudiantes. Sin embargo, enseñar estas habilidades cog- Servicio de Neumología. Hospital
nitivas no es tarea sencilla porque no existe una teoría completa y ampliamente aceptada acerca de los procesos de razo- Universitario de Gran Canaria Dr.
Negrín. Universidad de Las Palmas
namiento clínico, e incluso los médicos más experimentados a menudo no son conscientes de los métodos de razona- de Gran Canaria. Barranco de la
miento que utilizan para alcanzar un diagnóstico. Desde hace más de cuarenta años se ha investigado en este campo. En Ballena, s/n. E-35016 Las Palmas
de Gran Canaria
este artículo se revisan las bases científicas y las teorías propuestas a lo largo de este período acerca del modo de razonar
de los clínicos. También se analiza la evolución de las estructuras del conocimiento y se examinan algunos errores fre- E-mail:
cuentes en razonamiento diagnóstico. Por último, se proponen algunas recomendaciones prácticas específicas para ayu- felipe.rodriguez@ulpgc.es

dar a los principiantes a fortalecer sus habilidades de razonamiento diagnóstico. Recibido:


31.03.17.
Palabras clave. Razonamiento clínico. Razonamiento diagnóstico.
Aceptado:
04.04.17.
Clinical reasoning
Conflicto de intereses:
No declarado.
Summary. There is a learning curve in almost everything doctors do, but judgment remains a key determinant of the
value of any clinical intervention. Expert physicians manage huge amounts of information to ensure the quality of patient Competing interests:
None declared.
care by using a set of efficient reasoning strategies. These strategies allow them to combine and synthesize data into a
few diagnostic hypotheses, assess benefits and risks of additional diagnostic procedures and treatments, and articulate © 2017 FEM
plans for patient management. A major goal of the medical educators is to foster the development of expert clinical
reasoning in apprentices. However, teaching these cognitive skills is a difficult task because there is no generally accepted
inclusive theory of the clinical reasoning process and even the most seasoned clinicians are often unaware of the reasoning
methods that lead them to achieve accurate diagnoses. Research in this field has been carried out for over 40 years. In
this paper we review the scientific background and theories proposed throughout this time about how clinicians reason.
We also analyze the evolution of knowledge structures and examine some common errors in diagnostic reasoning. Finally, we
provide several practical and specific recommendations to help learners strengthen their diagnostic reasoning skills.
Key words. Clinical reasoning. Diagnostic reasoning.

Introducción un concepto estrechamente relacionado, pero dife-


rente. Se ocupa preferentemente de lo adecuado o
Casi todo lo que hace un médico –salvo quizá las inadecuado de las decisiones que se toman en con-
habilidades técnicas y de relaciones personales– pue- diciones de incertidumbre. En este sentido, los mé-
de englobarse bajo el término ‘razonamiento clíni- todos de análisis de decisiones –que utilizan proce-
co’. Sin embargo, la investigación en este campo se dimientos matemáticos basados en la probabilidad
ha centrado, casi exclusivamente, en el proceso que y en la conveniencia de distintas evoluciones posi-
utilizan los médicos para alcanzar un diagnóstico bles– se orientan más a lo que el médico debería ha-
en base a datos obtenidos de la historia clínica, de cer que a lo que realmente hace.
la exploración física y, ocasionalmente, de las prue- En la actualidad, la mayoría de los docentes es-
bas complementarias. El análisis de decisiones es tán de acuerdo en que el razonamiento clínico debe

www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160 149


F. Rodríguez de Castro, et al

enseñarse y evaluarse, aunque no es fácil sacar con- dad de la memoria de corto plazo [4] y con el
clusiones acerca de cómo hacerlo. La bibliografía concepto de ‘racionalidad limitada’, que estable-
disponible en este campo procede de áreas tan di- ce tres dimensiones restrictivas: la información
versas como la propia perspectiva de los investiga- disponible, la limitación cognitiva de la mente y el
dores (sociología, psicología cognitiva, psicología tiempo disponible para tomar una decisión [5,6].
clínica, educación médica, etc.) y, además, no existe – Para cada problema fundamental hay un cuerpo
un consenso acerca de las características más bási- de conocimiento declarativo y procedimental
cas del razonamiento clínico [1]. En esta revisión se único. Dicho de otro modo, el desempeño del
resumen los conceptos esenciales del razonamiento médico es variable y el resultado obtenido en la
clínico y se proponen algunas ideas para su utiliza- resolución de un caso concreto es un mal pre-
ción práctica. dictor del éxito o del fracaso que alcanzará cuan-
do se enfrente a un problema distinto (con co-
rrelaciones de 0,1-0,3). Este ha sido un hallazgo
Breve revisión histórica transcendental en educación médica, sobre todo
en lo que se refiere a la valoración de la compe-
En los años sesenta, la recién nacida investigación tencia clínica. Por tanto, para alcanzar la desea-
en educación médica recibió un fuerte impulso por da generalización en una prueba evaluadora, pa-
el deseo generalizado entre los docentes de inculcar rece más adecuado emplear muchos casos clíni-
a los estudiantes de medicina la habilidad de resol- cos diferentes, en lugar de realizar numerosas
ver problemas clínicos. Con esta idea se inició en la preguntas acerca de uno o pocos casos. En este
Universidad del Estado de Michigan, hace ya más sentido, es muy significativo que Elstein et al [2]
de 40 años, el Medical Inquiry Project, que preten- planteen la pertinencia de establecer restriccio-
día identificar y caracterizar el proceso general, nes en la acreditación médica. Estas reservas en
universal, de resolución de problemas diagnósticos la licencia profesional no se han llegado a produ-
[2]. Para ello, se llevaron a cabo una serie de estu- cir, pero en lugar de ello hemos asistido a la pro-
dios observacionales en los que se pidió a un grupo liferación de las especialidades y de las áreas de
de médicos experimentados y a estudiantes de dis- capacitación específica, que es otra forma de limi-
tintos niveles que ‘pensaran en voz alta’ (la Univer- tación en la práctica de la profesión médica [3].
sidad de MacMaster, también pionera en estos es-
tudios, empleaba videograbaciones y su análisis Considerados en conjunto, estos hallazgos implican
posterior) mientras interactuaban con pacientes es- que la competencia depende más de la experiencia
tandarizados. Los hallazgos más relevantes de aque- clínica específica que de la existencia de un proceso
llos trabajos fueron los siguientes [3]: general de razonamiento clínico. En otras palabras,
– Todos los médicos, experimentados o no, abor- la pericia clínica depende del contenido del conoci-
dan los problemas diagnósticos de forma simi- miento, no del proceso. En los años ochenta, tras la
lar: a partir de un pequeño conjunto de datos publicación de estas observaciones, el interés de los
conciben una serie de hipótesis y éstas sirven de investigadores se centró en la estructura de la me-
guía para la recogida de información adicional moria a largo plazo y en cómo se construye esa
orientada a su confirmación o rechazo (estrate- memoria a través de la práctica repetida y de la ex-
gia hipotético-deductiva). Lo que diferencia al ex- periencia. La idea subyacente era que, en gran me-
perto del principiante no es que los primeros ge- dida, la experiencia radicaba en la memorización
neren más hipótesis o lo hagan más rápidamente, de un amplio conjunto de casos representativos de
sino que sus hipótesis son mejores. las enfermedades, a los que, llegado el caso, se po-
– La destreza en la utilización de esta estrategia se dría acceder para comparar con problemas nuevos
adquiere a través de la práctica repetida y de la y establecer similitudes o diferencias. Desde enton-
retroalimentación, especialmente la proporciona- ces, muchos autores han trabajado sobre este asun-
da por los errores cometidos. to y han explorado de qué manera la estructura de
– En este proceso, los médicos suelen contemplar la memoria o del conocimiento afecta al razona-
de tres a cinco hipótesis simultáneamente (aun- miento diagnóstico [7,8]. Se han interesado más por
que seguramente todos ellos son capaces de ela- la estructura del conocimiento y la capacidad de ac-
borar una lista más larga de posibilidades diag- ceder a él rápidamente que por el proceso formal
nósticas cuando se enfrentan a un problema). de razonamiento clínico. Para estos investigadores,
Esta limitación en el número de hipótesis mane- la generación formal de una hipótesis no es sino una
jadas se relaciona, posiblemente, con la capaci- forma de abordaje diagnóstico, no el cuadro com-

150 www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160


Razonamiento clínico

pleto del proceso. Sin embargo, la evocación de in-


formación de la memoria parece ser un mal indica- Figura 1. Esquema diagnóstico de la acidosis metabólica. Al final de la organización jerárquica en subca-
tegorías, aparece un listado de enfermedades posibles. ATR: acidosis tubular renal; OSM: osmolaridad.
dor de la experiencia clínica. En medicina, las ven-
tajas de recoger y recordar gran cantidad de datos
de los pacientes –al contrario de lo que sucede en el
ajedrez y en otros campos– son escasas y, por con-
siguiente, la minuciosidad es un índice pobre de ex-
pertise [9], aunque con seguridad habrá muchas
excepciones según las circunstancias y las áreas clí-
nicas que se consideren.
Si bien la capacidad de recordar datos de los pa-
cientes no parece reflejar adecuadamente la pericia
de los clínicos, es indiscutible que los médicos ex-
pertos tienen más conocimientos disponibles, de
más tipos distintos, mejor organizados y más acce-
sibles, que los principiantes. Esta idea condujo, ya
en los años noventa, a la investigación acerca de
cómo se representa en el cerebro del médico este
conocimiento y cómo esta representación influye
en la forma de razonar clínicamente [10]. Tal vez, la
estructura más simple de representación sería la de
las listas (de signos y síntomas). Barrows y Feltovich
[11] propusieron la idea de los illness scripts, que
describieron como narraciones de casos típicos de
enfermedades. Este tipo de representación surgiría
del contacto continuado con pacientes y, en este
sentido, serían la consecuencia de una experiencia
clínica dilatada. Una ampliación de esta idea con-
dujo a la aseveración de que el médico experto dis- podría definir como la organización funcional del
pondría de matrices de probabilidades en su cere- conocimiento mediante guiones útiles para la reso-
bro y que su forma de razonar se asemejaría a una lución de problemas clínicos.
combinación bayesiana de probabilidades. Otra for- El razonamiento esquema-inductivo implica el
ma de representación propuesta por algunos inves- desplazamiento a lo largo de diferentes ramas de la
tigadores ha sido la del ‘árbol de decisiones’, que estructura del conocimiento con rumbo al diagnós-
comenzaría con un problema clínico (ictericia, ane- tico final –razonamiento hacia delante (forward)–.
mia, etc.) y finalizaría con un diagnóstico específico Se diferencia del proceso inductivo habitual (desde
[12]. Más adelante se comentarán estas formas de los datos clínicos al diagnóstico) en que no se razo-
representación del conocimiento. na como si se tuviera un solo diagnóstico in mente.
Este modelo de razonamiento se asienta en ciencias
básicas (anatomía, fisiología, etc.) y clínicas, y de-
Esquemas y patrones pende de unos conocimientos jerarquizados y bien
organizados de cada problema fundamental, y de la
En 1994, basándose en investigaciones previas, se disponibilidad de indicadores clave (síntomas, sig-
acuñó la expresión schemes. Fue un término intro- nos, resultados de laboratorio, combinación de al-
ducido por la Universidad de Calgary para definir la gunos o todos ellos, etc.) que permitan elegir una
estructura organizativa que emana espontánea- subcategoría sobre otra. Las decisiones están explí-
mente de la mente de los expertos cuando organi- citamente ubicadas en las bifurcaciones de las ‘ra-
zan conocimientos específicos [13]. Estos esquemas mas del árbol’, en las encrucijadas del ‘mapa de ca-
se representan como árboles de decisiones que re- rreteras’. Tras sobrepasar varias bifurcaciones o pun-
producen las principales divisiones o bloques que tos de cruce, cuando el número de opciones diag-
usan los médicos experimentados, tanto para alma- nósticas se ha reducido considerablemente, pode-
cenar conocimientos en la memoria como para su mos emplear una estrategia de razonamiento de-
recuperación cuando son necesarios en la resolu- ductivo o reconocer patrones (véase más adelante).
ción de un problema clínico (Fig. 1). Un esquema se Naturalmente, este proceso esquema-inductivo no es

www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160 151


F. Rodríguez de Castro, et al

troducción en las facultades de medicina, lo que no


Figura 2. Evolución de la estructura del conocimiento y estrategias disponibles para resolver problemas significa que haya que renunciar a que el estudiante
clínicos según el nivel de experiencia (adaptado de [14]).
vaya adquiriendo la capacidad de reconocer auto-
máticamente determinados agrupamientos y sín-
dromes. Según algunos autores, cuando se emplean
formas de razonamiento inductivo o reconocimien-
to de patrones, la probabilidad de alcanzar un diag-
nóstico correcto es cinco y diez veces superior, res-
pectivamente, a la conseguida cuando se utiliza una
estrategia hipotético-deductiva [13].

Evolución de la estructura del


conocimiento y estrategias disponibles
para resolver problemas clínicos
El conocimiento médico no es una simple colección
de datos, sino un proceso dinámico de análisis y
evaluación de información. A medida que aumen-
tan nuestros conocimientos, incorporamos nuevos
datos a nuestra estructura cognitiva, datos que es
preciso reorganizar con objeto de que sirvan para
resolver problemas clínicos o para establecer diag-
nósticos, es decir, para que sean clínicamente útiles.
independiente del contenido, sino que cada esque- Llegar a ser un médico experto implica disponer de
ma es específico de una presentación clínica [13,14]. un cuerpo de doctrina ordenado y bien definido, y
Los expertos tienen un cuerpo de conocimiento, antes de conseguirlo se pasa por distintas etapas
unas estrategias y unas experiencias acumuladas a que se caracterizan por poseer diferentes estructu-
lo largo de los años que les permiten distinguir ma- ras en la organización del conocimiento y por utili-
tices o visualizar aspectos que no están al alcance zar distintas estrategias para resolver problemas
de un novato. Con la experiencia acumulada, el mé- clínicos [7,10,14]. Estas etapas se podrían esquema-
dico termina por interiorizar un repertorio de pro- tizar de la siguiente manera (Fig. 2):
blemas frecuentes en el ámbito de su especializa- – Conocimiento reducido. En este período se dis-
ción que se denominan illness scripts (patrones). Co­ pone de pocos conocimientos y se recurre sobre
mo ya se comentó, estos patrones se integran como todo a la adivinación o a la suposición cuando se
plantillas en la estructura cognitiva del clínico, que aborda un problema diagnóstico.
es capaz de recordarlas cuando se plantea hipótesis – Conocimiento disperso. En esta etapa se poseen
concretas. Este repertorio de patrones permite al conocimientos limitados y poco elaborados. Por
médico resolver problemas mediante el reconoci- este motivo se suele emplear un razonamiento
miento de los nuevos casos como similares o idén- deductivo que va de la hipótesis a los datos. Los
ticos a otros a los que ya se enfrentó y resolvió en su médicos más experimentados también pueden
día. Este fenómeno probablemente represente un utilizar esta estrategia hipotético-deductiva para
proceso mental complejo que requiere una rápida incluir o descartar uno o dos diagnósticos, o
recuperación de una de las plantillas almacenadas como plan B cuando el problema se plantea de
en la memoria; es decir, de una pareja apropiada forma imprecisa, sin límites claros o con infor-
que encaje con el caso problema en base a una serie mación sesgada, o bien cuando la situación a la
de características (pistas, indicios, señales) destaca- que se enfrentan está fuera de su ámbito de com-
das [15]. Este ‘reconocimiento de patrones’ se ha petencia. En estas circunstancias, la búsqueda
identificado como una aproximación que utilizan de información adicional es más eficiente si se
con mucho éxito los médicos expertos para resol- parte de una hipótesis y se trabaja en ‘sentido in-
ver problemas clínicos. Obviamente, esta forma de verso’ (backward), es decir, hacia la búsqueda de
razonamiento no suele estar disponible para estu- los síntomas o signos asociados a ella.
diantes novatos y, por consiguiente, este tipo de es- – Conocimiento elaborado causal. En esta fase se
trategia no se ha considerado apropiado para su in- tienen más conocimientos acerca de las enfer-

152 www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160


Razonamiento clínico

medades, de sus manifestaciones y de las rela-


ciones causa-efecto. Aquí también se utiliza un Figura 3. Elementos del razonamiento diagnóstico (adaptado de [16]).
razonamiento hipotético-deductivo al resolver
problemas clínicos, pero se establece un diag-
nóstico correcto más a menudo que en las etapas
anteriores.
– Conocimiento esquematizado. Cuando el médico
alcanza este nivel ya es capaz de reconocer dife-
rentes formas de presentación de un problema
concreto. Para cada una de estas presentaciones
clínicas organiza un sistema de diferenciación
–en categorías, subcategorías, clases, listas de
diagnósticos diferenciales, etc.– basado en atri-
butos comunes (anatómicos, fisiológicos...) y en
la existencia de predictores que es capaz de iden-
tificar y que le permiten discriminar en catego-
rías/ramas dentro de un esquema. Es una forma
de razonamiento inductivo que va de los signos
y síntomas a la enfermedad (forward). Ocurre
sólo cuando se dispone de una estructura del co-
nocimiento elaborada, jerarquizada y muy orga-
nizada, para lo que se estiman necesarios unos
diez años de práctica.
– Patrones. Debido a la experiencia acumulada, el
médico ha identificado los aspectos más preva-
lentes/relevantes de las enfermedades en el es-
quema, lo que le capacita para el reconocimiento La generación de hipótesis y su refinamiento es
inmediato de éstas. un paso intermedio que, en ocasiones, presenta di-
ficultades para el estudiante o para el médico me-
nos experimentado. Los principales problemas se
Elementos del razonamiento diagnóstico centran en la incorrecta identificación de datos cla-
ve o en la incapacidad de generar hipótesis alterna-
Los elementos claves del razonamiento diagnóstico tivas cuando se ha detectado una característica des-
se muestran en la figura 3 [16]. tacada en el caso [18].
El primer paso del proceso diagnóstico –que se Como ya se ha mencionado, los médicos exper-
basa en el conocimiento que se tenga del problema a tos almacenan –y recuperan– el conocimiento en for-
resolver, la experiencia acumulada y otras serie de ma de patrones o guiones de enfermedades (illness
factores contextuales– es siempre la adquisición de scripts) conectados con las representaciones del pro-
información. Esta información incluye la que se re- blema que han elaborado. El conocimiento recupe-
coge en la anamnesis, los hallazgos de la exploración rado en forma de guion de una determinada enfer-
física o datos de laboratorio y técnicas de imagen. medad tiene una estructura característica (Tabla).
El siguiente paso es la creación de una abstrac- Algunos scripts son modelos conceptuales (grupo
ción mental o ‘representación del problema’, lo que de enfermedades), mientras que otros son repre-
habitualmente se formula de manera específica con sentaciones de recuerdos de síndromes específicos.
una frase a modo de resumen que define el caso. Es Estos patrones se construyen en base al contacto
lo que algunos autores llaman ‘concepto inicial’ repetido con pacientes que sufren una determinada
[17]. Frecuentemente, el clínico no es consciente de enfermedad y se van enriqueciendo con porciones
esta etapa cognitiva y, salvo que se ponga de mani- de información clínica relevante. Su contenido, por
fiesto de forma expresa en un contexto docente, ra- tanto, varía según los médicos. A medida que éstos
ramente se articula de manera intencionada. En acumulan experiencia, almacenan recuerdos de pa-
todo caso, la caracterización del problema de este cientes concretos, y la rememoración de un deter-
modo facilita la recuperación de información perti- minado caso desencadena la evocación de conoci-
nente de la memoria, lo que, obviamente, el médico miento relevante para resolver el problema clínico
novato hace con más dificultad. que les ocupa. Las características que definen y di-

www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160 153


F. Rodríguez de Castro, et al

estos hallazgos –de hecho, es capaz de generar múl-


Tabla. Guion genérico de una enfermedad. tiples hipótesis plausibles– y emplea un método de
razonamiento clínico más pausado y deliberativo
Situaciones favorecedoras para testar esas hipótesis. Los datos adicionales que
Características personales: edad, sexo, hábitos tóxicos... va recogiendo (historia, exploración física, laborato-
rio, etc.) de una forma consciente y analítica son úti-
Situación basal: inmunodepresión, malnutrición...
les tanto para confirmar como para rechazar esas
Enfermedades previas consideraciones diagnósticas que se ha planteado.
Medicación recibida Por el contrario, el médico más avezado es capaz
de hacer una representación del caso –un resumen
Factores inductores o predisponentes:
viajes, cirugías previas, exposiciones... sucinto de los hallazgos relevantes (edad, sexo, cir-
cunstancias clínicas, factores de riesgo específicos,
Defectos propiciadores etc.)– con mayor facilidad, a partir de la cual genera
hipótesis diagnósticas relevantes de forma más pre-
Trastornos fisiopatológicos:
alteraciones metabólicas, sepsis, microorganismos... coz –aunque probablemente no sea consciente de
ello– y las compara y contrasta con casos previos a
Consecuencias clínicas los que ya se ha enfrentado. Este razonamiento, co­
mo ya se ha señalado, representa un proceso mental
Síntomas
de búsqueda y verificación de un illness script y va
Signos eliminando las hipótesis para las que no encuentra
Hallazgos de laboratorio las características definitorias. Estas comparaciones
con patrones almacenados en la memoria tienen lu-
Pruebas de imagen
gar en el cerebro del médico experto de una forma
Evolución: recurrencia, progresión, cronicidad... rápida, no analítica, muy automatizada –a menudo
durante la fase de adquisición de datos– y, de hecho,
configuran la base de una estrategia concreta de in-
ferencian una enfermedad, un problema o un sín- terrogatorio y exploración física. Los datos clínicos
drome se configuran como puntos de fijación o an- adicionales que se van recogiendo son intenciona-
claje (anchor points) en la memoria. El médico con dos, tienen un propósito: la búsqueda de las caracte-
una capacidad sólida de razonamiento diagnóstico rísticas discriminatorias y definitorias de cada uno
emplea frecuentemente múltiples calificadores se- de los illness scripts que está considerando. Es im-
mánticos para describir los hallazgos del caso-pro- portante reseñar que los resultados de la evaluación
blema. Estos calificadores son descriptores parea- de las hipótesis podrán modificar la representación
dos y opuestos que se usan para comparar y con- mental del caso que ha hecho el clínico inicialmente
trastar las hipótesis diagnósticas (múltiple/único, y, a su vez, la representación del caso puede tener
discontinuo/continuo, agudo/crónico, estable/pro- influencia en cómo se perciben los problemas del
gresivo, intenso/leve, proximal/distal, etc.). paciente. Esta bidireccionalidad se espera tanto en
expertos como en principiantes [20].
Pero, ¿cómo deciden los clínicos cuál es el mejor
Procesos analíticos y abordaje para un caso concreto?, ¿cuál es la tasa de
no analíticos de razonamiento errores de esta decisión? Dado que hay más de un
método para resolver un problema diagnóstico, la
En los últimos años ha renacido el interés por el pregunta sería: ¿cuándo es conveniente que el mé-
proceso de razonamiento diagnóstico como con- dico se involucre en un proceso lento, cuidadosa-
cepto opuesto al de contenido del conocimiento. mente lógico de generación y comprobación de hi-
Actualmente, el modelo dominante sigue un esque- pótesis, y cuándo es más oportuno emplear méto-
ma dual en el que el razonamiento puede seguir un dos abreviados, como el reconocimiento de patro-
proceso cognitivo rápido e inconsciente, o uno más nes o la evocación de casos previos? O, tal y como
lento, analítico y deliberativo [19]. algunos se han planteado, ¿son los distintos tipos
Cuando un médico novel se enfrenta a un proble- de presión a los que los médicos están sometidos
ma diagnóstico, tiene más dificultades que uno más (limitación de tiempos, presupuesto, etc.) los que
experimentado para elaborar una abstracción men- determinan que los métodos sencillos y rápidos
tal del caso. Su cerebro analiza los hallazgos, consi- prevalezcan, incluso cuando se requieren abordajes
dera una lista de diagnósticos que pudieran explicar diagnósticos más formales? [3].

154 www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160


Razonamiento clínico

En general, cuando el problema al que se enfren- Estos juicios rápidos e intuitivos son a menudo
ta el médico es particularmente complejo, poco de- correctos y permiten alcanzar los resultados desea-
finido, atípico en su forma de presentación, o el mé- dos [24], pero en ocasiones, al utilizar estas heurísti-
dico tiene poca experiencia en ese tipo de casos, la cas se cometen errores debido a la disponibilidad del
estrategia fundamental debe ser la de un razona- recuerdo (se sobreestima la probabilidad de enfer-
miento analítico. A medida que el médico acumula medades que fueron objeto de atención en los me-
experiencia clínica, el proceso automático predomi- dios de comunicación, ocurrieron recientemente o
nará en su forma de razonar. No obstante, estos mo- tienen mal pronóstico), la representatividad (se so-
delos no son mutuamente excluyentes y deberían breestima la probabilidad de las enfermedades raras
contemplarse como muy interactivos. De hecho, es porque el paciente tiene hallazgos típicos de esa en-
deseable que el médico no se limite a un único modo fermedad, ignorando la probabilidad relativa), el ex-
de razonamiento clínico, sino a un modelo sumativo ceso de confianza, el sesgo de confirmación (se bus-
en el que ambos procesos, analíticos y no analíticos, can datos para confirmar la hipótesis y no para des-
desempeñen un papel, predominando éstos durante cartarla; de hecho, los datos ‘neutros’ se interpretan
las fases iniciales de abordaje de un nuevo caso, y como favorecedores de la hipótesis con la idea de
aquéllos a la hora de testar hipótesis. Lo más proba- mantener el problema dentro de límites relativa-
ble es que, efectivamente, tanto los médicos más ex- mente simples) y las asociaciones ilusorias (se enfa-
perimentados como los más noveles, a menudo de tiza una de las celdas de una tabla 2 × 2, prestando
forma inconsciente, combinen múltiples estrategias una especial atención, por ejemplo, sólo a los pa-
para la resolución de problemas clínicos, lo que tra- cientes que mejoran con determinados tratamientos
duce un alto grado de flexibilidad mental y adapta- e interpretando erróneamente su efectividad) [25].
ción en el razonamiento diagnóstico [1,20]. Dado que nuestro conocimiento es limitado, la
intuición es imperfecta y el pensamiento analítico
racional consume demasiado tiempo, de nuevo nos
Heurísticas podríamos volver a preguntar: ¿cuándo debemos
confiar en nuestra intuición clínica y cuándo es pre-
Además de formular hipótesis y modificarlas a me- ferible un abordaje más sistemático del problema?
dida que adquiere información adicional, el clínico [19. Tal vez, como sugiere Elstein, esta será la nueva
evalúa simultáneamente la probabilidad del diag- corriente de investigación en este campo [3].
nóstico, la gravedad del cuadro y la urgencia del
tratamiento. Por consiguiente, el razonamiento clí-
nico implica siempre un margen de incertidumbre Mejorar nuestra práctica clínica
y un cálculo de probabilidades. Aunque para llevar
a cabo este tipo de inferencias se pueden utilizar A pesar de los avances tecnológicos y científicos,
diversas estrategias o modelos predictivos [21], en los errores diagnósticos se producen con mayor fre-
la práctica diaria los médicos suelen basar sus deci- cuencia de la que habitualmente se piensa [26]. La
siones, ya sea de forma implícita o explícita, en causa más habitual de estos errores es el denomina-
probabilidades subjetivas o en creencias, también do ‘cierre prematuro’, que se podría definir como la
conocidas como heurísticas. Las heurísticas son una ausencia de consideración de otras alternativas
suerte de atajos, reglas generales o métodos simpli- diagnósticas plausibles una vez establecida una pri-
ficados con apariencia de juicio clínico, que son mera hipótesis inicial [27]. En todo caso, estudios
irracionales desde un punto de vista lógico, pero recientes señalan que la mayoría de los errores que
que se conservan por ser mecanismos adaptativos. se cometen no son producto de sesgos cognitivos,
Constituyen un proceso mental útil para resolver sino de falta de conocimientos [28].
situaciones complejas o ambiguas, cuando somos Como ya se ha comentado, a medida que un mé-
incapaces de procesar y computar todas las alter- dico acumula experiencia, empieza a predominar
nativas posibles, o cuando los costes de esta delibe- un proceso más automatizado en su forma de razo-
ración son muy altos [22]. La heurística existe por- nar clínicamente. De hecho, esta manera casi ins-
que mejora la eficiencia del procesamiento de la tintiva de establecer un diagnóstico –sin considerar
información. Daniel Kahneman describió una serie minuciosamente otras posibles alternativas– se suele
de heurísticas que la mayoría de los individuos uti- interpretar como un rasgo distintivo del médico ex-
lizan cuando toman decisiones, trabajo por el cual perto. Cuando la utilización de heurísticas permite
fue galardonado en 2002 con el Premio Nobel de reconocer correcta e inmediatamente un patrón de
Economía [23]. una enfermedad, el proceso constituye un triunfo

www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160 155


F. Rodríguez de Castro, et al

etapa de la competencia, que algunos denominan


Figura 4. Estadios del aprendizaje. ‘competencia reflexiva’.
Pero, ¿cómo reducir los errores diagnósticos? Sin
duda, poseer conocimientos es un elemento clave
para obtener diagnósticos correctos, pero con se-
guridad esto es insuficiente. Por un lado, el médico
siempre se tendrá que enfrentar, antes o después,
con un conocimiento personal limitado e incom-
pleto, y por otro, las evidencias clínicas disponibles
resultan insuficientes y con frecuencia surgen du-
das, cada vez más acuciantes, acerca de la fiabilidad
de muchos de los resultados publicados en la litera-
tura médica [34,35]. Como venimos diciendo, orga-
nizar el conocimiento de forma clínicamente útil es
una estrategia interesante. Desde hace décadas, al-
goritmos, guías y esquemas han tratado de solven-
tar las insuficiencias del razonamiento humano
mediante la incorporación de principios y datos ex-
traídos de la estadística, de la epidemiología, de la
teoría de las decisiones, etc., en formatos ventajo-
sos para el médico [17,36]. Sin embargo, su impacto
en la práctica clínica también parece limitado. Tal y
como señalábamos, la reflexión sobre la propia ex-
periencia puede mejorar nuestro desempeño [37].
La generación de hipótesis y su confirmación o re-
de la experiencia, pero cuando este reconocimiento chazo es una forma de reflexión porque ofrece la
es erróneo, se considera un caso especial de ‘cierre oportunidad de valorar alternativas. La delibera-
prematuro’ [29,30]. ción colectiva (sesiones clínicas), las segundas opi-
Parecería lógico pensar que el desempeño profe- niones y los análisis de decisiones constituyen otras
sional mejora a medida que se adquiere más expe- formas de someter nuestros juicios clínicos a la ne-
riencia. Es cierto en algunos casos, pero en otros cesaria revisión crítica. Obviamente, el tiempo dis-
muchos la competencia permanece estable en el ponible, el incremento del gasto sanitario que pue-
tiempo o incluso disminuye [31]. Algunos autores, da derivarse de esta práctica, los retrasos potencia-
como Ericsson [32], piensan que la ‘automatización les en la toma de decisiones y las presiones asisten-
del proceso clínico’ puede ser parcialmente respon- ciales dificultan la reflexión sistemática sobre nues-
sable de este fenómeno, y que más que proporcio- tra práctica clínica. Finalmente, la proporción de
nar pericia, retrasa su adquisición. De acuerdo con feedback inmediato se ha demostrado como una
este autor, no es raro que un médico alcance rápi- forma eficaz de disminuir los errores y adquirir un
damente un nivel satisfactorio de desempeño pro- desempeño experto porque es evidente que, para
fesional y que sea capaz de mantenerlo con un es- aprender de los errores, lo primero es ser conscien-
fuerzo cada vez menor, de forma que su ejercicio se te de ellos [38,39].
convierta en una actividad prácticamente automá-
tica. De los cuatro estadios del aprendizaje (Fig. 4),
éste representaría el último de ellos: la competencia Algunas estrategias docentes
inconsciente. El problema radica en que una vez al- de razonamiento clínico
canzada la automatización de una determinada com-
petencia, incluida la de diagnosticar, esta acción En el entorno clínico, la capacidad de los estudian-
queda fuera del control de la conciencia y es inacce- tes para recordar lo aprendido en el aula es lenta,
sible a una mejora intencionada. Por eso, Ericsson y torpe o inexistente. Sólo después de que el alumno
otros autores [33] argumentan que los verdaderos establezca conexiones entre sus conocimientos y pa-
expertos evitan que sus acciones lleguen a ser com- cientes concretos podrá finalmente establecer víncu-
pletamente automáticas, conservando de esta for- los sólidos entre la teoría aprendida y almacenada
ma la capacidad de reflexionar sobre –y en su caso en su memoria y las presentaciones clínicas de pro-
modificar– su manera de actuar. Esta sería la quinta blemas específicos [20]. Como profesores, podemos

156 www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160


Razonamiento clínico

ayudar a los estudiantes a construir un conocimien- los estudiantes, o incluso los residentes, sean capa-
to organizado y a adquirir unos procedimientos ade- ces de apreciar estos aspectos de forma espontánea
cuados para resolver problemas clínicos. Se pueden y, en consecuencia, de aplicar correctamente sus
utilizar diversas estrategias docentes para estimular conocimientos [41]. En este mismo sentido, los pro-
el desarrollo de habilidades de razonamiento clíni- fesores o tutores clínicos han de resaltar los aspec-
co. Planteamos aquí algunas de ellas, en el bien en- tos epidemiológicos más relevantes de las hipótesis
tendido que muchas de estas propuestas necesitan planteadas, entre otras razones porque unas bases
demostrar su validez. En todo caso, para optimizar epidemiológicas sólidas parecen contribuir decisi-
el aprendizaje y la transferencia de conocimientos, vamente a la adquisición de la pericia clínica y re-
centrarse en una estrategia docente u otra no es tan ducen el riesgo de estimaciones inexactas (probabi-
importante como involucrar a los estudiantes en lidad pretest) [42,43].
muchos problemas distintos con una secuencia pre- Todo el proceso de razonamiento clínico co-
determinada. mienza por la recogida de información. Desde esa
La investigación en este campo sugiere que el ra- perspectiva, hay dos aspectos importantes que con-
zonamiento clínico experto es la consecuencia de viene abordar cuando se pretende mejorar el razo-
poseer conocimientos amplios, sólidos y multidi- namiento clínico: las habilidades comunicativas y
mensionales. En este sentido, es pertinente repasar las habilidades observacionales. Esta última es una
brevemente el papel que desempeñan las ciencias destreza difícil de enseñar y que se está perdiendo
básicas –a las que se dedica una amplia proporción en la medida en que los tests diagnósticos, cada vez
de créditos en los currículos– en este proceso. Para más sofisticados, adquieren un papel preponderan-
muchos clínicos, las ciencias básicas tienen sólo un te sobre la recogida minuciosa de información di-
interés tangencial en la práctica diaria. El reconoci- recta del paciente. Algunas facultades de medicina,
miento de patrones y otras formas de razonamiento como las de las universidades de Yale, Harvard o la
no analítico permiten alcanzar diagnósticos exactos Weill Cornell Medical School, realizan ejercicios de
con pocos conocimientos de ciencias básicas. Sin observación de obras de arte, especialmente pintu-
embargo, esta aparente irrelevancia no disminuye ras, durante un corto período. Posteriormente, se
su impacto real en el razonamiento clínico. En me- pide a los estudiantes que describan con detalle lo
dicina, cada categoría diagnóstica incluye un con- que ven. Al observar diferentes cuadros, los estu-
junto de características clínicas relevantes. Las diantes consideran diversas interpretaciones y tra-
ciencias básicas explican la relación existente entre bajan en equipo para alcanzar conclusiones en lu-
estas características, lo que permite a los estudian- gar de apresurarse a obtener una ‘respuesta correc-
tes comprender por qué se asocian en una determi- ta’. Al ser una construcción artificial, todo lo que
nada enfermedad. Una vez que una categoría diag- hay en una obra de arte está allí por alguna razón
nóstica se transforma en algo más que una mera que los estudiantes han de interpretar. De este mo­
asociación aleatoria de signos y síntomas, los estu- do, comienzan a darse cuenta de que una gran par-
diantes serán capaces de desarrollar una represen- te de lo que piensan que son simplemente datos vi-
tación mental más coherente y perdurable en el suales, en realidad constituyen interpretaciones
tiempo. Es este tipo de conocimiento relacional el elaboradas procedentes de su cerebro. Dolev et al,
que parece estimular la memoria, mejorar las habi- de la Universidad de Yale, han comunicado un in-
lidades diagnósticas en casos más complejos y, po- cremento del 56% en las habilidades diagnósticas
tencialmente, actuar como precursor de la repre- de los estudiantes que siguieron un curso de estas
sentación encapsulada, que es considerada una ca- características [44]. Del mismo modo, la Harvard
racterística del experto [40]. Así las cosas, lo rele- Medical School organiza desde hace más de diez
vante es cómo conseguir que los estudiantes apren- años el curso ‘Training the Eye: Improving the Art of
dan realmente las conexiones y los mecanismos. La Physical Diagnosis’ y se ha constatado que los estu-
estructura tradicional de los currículos –las cien- diantes realizan un 38% más de observaciones clí-
cias básicas en los primeros cursos y posteriormen- nicas después de completar el curso [45].
te las asignaturas clínicas– no ayuda a la consecu- La experiencia directa con los pacientes es esen-
ción de este tipo de aprendizaje. Por consiguiente, cial en la adquisición de habilidades en razonamien-
es importante que los clínicos más experimentados to clínico. En relación con esto, un aspecto que de­
hagan referencia –de forma explícita, concisa y cla- be entrenarse es la recogida de información y su
ra– a los aspectos básicos, a las relaciones causales presentación pública. Los estudiantes deben escu-
y a los mecanismos fisiopatológicos cuando presen- char al paciente y transformar la información que
tan los casos. De lo contrario, es poco probable que les proporciona en historias clínicas coherentes en

www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160 157


F. Rodríguez de Castro, et al

las que los datos más relevantes queden claramente hallazgos clínicos del problema y los diagnósticos
identificados. Además, en este mismo sentido, un más probables, reforzando así su capacidad para
ejercicio interesante consiste en proporcionar una construir patrones de enfermedad [16]. Es impor-
representación inicial del problema (p. ej., ‘mujer tante que el estudiante comience por crear en su
de 46 años que presenta edemas maleolares y preti- memoria los puntos de anclaje (anchor points) de
biales en las últimas dos semanas’) y, a partir de este las presentaciones típicas de las enfermedades más
breve extracto del caso clínico, pedir al estudiante frecuentes. Una vez que las características prototí-
que establezca una serie de hipótesis (insuficiencia picas se han fijado en la memoria, la exposición a
cardíaca, cirrosis hepática, síndrome nefrótico, in- nuevos casos similares les permitirá la comparación
suficiencia venosa o linfática), que formule de tres a y la apreciación de manifestaciones menos habitua-
siete preguntas relevantes (disnea de esfuerzo, car- les o hallazgos más sutiles [48]. Cuando un estu-
diopatía previa, enolismo, hepatitis, nefropatía, pro- diante sugiere un diagnóstico posible pero no plau-
blemas en la circulación venosa), que específica- sible, el profesor debe pedirle que describa las ca-
mente busque de tres a siete hallazgos en la explo- racterísticas clínicas relevantes del caso típico y que
ración física que puedan ser de interés en el caso las compare con el caso problema [7]. Hay que esti-
(cardiomegalia y soplos, ingurgitación yugular, es- mular la lectura relacionada con los problemas que
tigmas de hepatopatía crónica, masas pélvicas, sig- plantean pacientes específicos, lo que ayudará a una
no de Homans), y que solicite de una a cuatro prue- mejor organización del conocimiento en la memo-
bas complementarias para intentar alcanzar el diag- ria y su recuperación posterior. Además, deberían
nóstico exacto (radiografía de tórax, pruebas de fun- leer simultáneamente acerca de al menos dos hipó-
ción hepática, proteinuria, eco-Doppler de extre- tesis que se hayan planteado, comparándolas e inci-
midades inferiores). diendo en las características similares y discrimi-
Es relevante que los estudiantes se ejerciten en la nantes. Las lecturas deben estimular la conceptua-
articulación de representaciones concisas y exactas lización más que la memorización, lo que se favore-
de diversos casos clínicos porque es un punto clave ce dando la oportunidad de compartir lo que se ha
en la elaboración de diagnósticos diferenciales. Si aprendido y demostrando que se ha comprendido
no son capaces de generar estas ‘frases-resumen’ del lo suficientemente bien como para poder explicarlo
problema, su abordaje puede convertirse en la gene- a terceras personas.
ración desordenada de hipótesis basadas en hallaz- Una minuciosa recogida de información (histo-
gos aislados del caso [46]. Además, estas represen- ria clínica, exploración física, etc.) no se asocia con
taciones de los problemas deben estar directamente una interpretación adecuada de ésta. Por tanto, es
conectadas con el tipo de problema específico que relevante que los estudiantes aprendan a conceder
se esté estudiando, lo que facilitará en el futuro la un peso proporcionado a los hallazgos en función
recuperación de información de la memoria cuando de su contribución al fortalecimiento de las hipóte-
se enfrente a casos semejantes. El profesor puede sis planteadas [47]. Una forma práctica de abordar
razonar en voz alta, conectando su propia represen- este aspecto es plantear la representación de un
tación del caso con sus propios patrones (illness problema clínico (p. ej., ‘varón de 53 años con icte-
scripts) y resaltando las características discriminan- ricia y coluria de una semana de evolución’), que
tes que el médico debe buscar en la historia clínica o inmediatamente suscitará un amplio conjunto de
en la exploración física para alcanzar un diagnóstico posibilidades diagnósticas (hepatitis, obstrucción
correcto [47]. Diferentes estudiantes pueden ofrecer de la vía biliar, metástasis hepáticas, cirrosis, etc.).
distintas representaciones de la enfermedad, lo que A partir de ese ‘concepto inicial’, se van proporcio-
permite compararlas y analizarlas en grupo. nando pequeñas porciones de información adicio-
También es importante que los estudiantes se nal (cirugía abdominal hace tres años, enfermero
entrenen en la comparación y el contraste de las di- de profesión, náuseas desde hace dos meses, náu-
ferentes opciones diagnósticas que se plantean. La seas desde hace dos años, fumador, etc.) que el es-
idea es que aprendan a priorizar en función de las tudiante ha de clasificar como relevante, posible-
características que presenta su caso, las formas tí- mente relevante, negativo pertinente, irrelevante o
picas de la enfermedad que están considerando y perteneciente a un problema distinto del actual.
las probabilidades relativas de las distintas hipóte- En la práctica clínica es trascendental aprender a
sis. Justificar y explicar (las preguntas abiertas son manejar la incertidumbre [49]. Siempre que sea po-
particularmente útiles para valorar el nivel de habi- sible, se debe animar al estudiante a que ‘imagine’
lidad en razonamiento clínico) sus opciones diag- ser el único médico responsable del paciente y que
nósticas les ayuda a establecer conexiones entre los sus decisiones son las que finalmente se adoptarán.

158 www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160


Razonamiento clínico

En esta línea, son interesantes los ejercicios en los experto en sus estudiantes. No es una tarea fácil y
que se analiza la necesidad de realizar exploracio- para abordarla se requiere humildad y un cambio
nes complementarias para aumentar la certidum- de actitud en muchos docentes. Probablemente, la
bre diagnóstica o la pertinencia de comenzar un mejor estrategia para enseñar razonamiento clínico
tratamiento. Algunas de las preguntas que han de es exponer al estudiante, tutorizado por un médico
contestarse en este tipo de ejercicio son, por ejem- experimentado, a múltiples ejemplos, tanto exito-
plo: ¿cuáles son las probabilidades de un determi- sos como incorrectos en el proceso de razonamien-
nado diagnóstico? ¿cómo influirá el resultado de la to. La información necesaria para abordar proble-
prueba en el manejo del caso?, ¿cree que los benefi- mas clínicos debe adquirirse y organizarse de forma
cios de iniciar un tratamiento son superiores a los que sea fácilmente accesible y pueda aplicarse en la
riesgos?, ¿qué prioridades de actuación exige el resolución de un problema clínico. Según el nivel
caso?, etc. Estos planteamientos se pueden llevar a de experiencia, la recuperación de esa información
cabo con pacientes reales, en situaciones simuladas y su procesamiento pueden hacerse de una forma
o utilizando modelos matemáticos, que tienen la intuitiva y automatizada, o siguiendo un modelo más
ventaja de mostrar los elementos claves en el proce- analítico. Ambos procedimientos son considerados
so de toma de decisiones [43,50]. Sin datos es difícil por algunos como extremos de un ‘continuo cogni-
alcanzar diagnósticos sólidos o justificar razonable- tivo’. Aunque todavía con conceptos y teorías provi-
mente las medidas adoptadas en la clínica, y todo el sionales, en los últimas décadas hemos aumentado
proceso de toma de decisiones puede transformar- significativamente nuestra comprensión acerca del
se en un mero ejercicio anecdótico que sólo provo- razonamiento clínico. La información aportada por
ca perplejidad en el estudiante [51]. diferentes ámbitos de conocimiento (ciencias cog-
No se puede depender de la distribución natural nitivas, teoría de la toma de decisiones, inteligencia
de los problemas diagnósticos como garantía de artificial, etc.) permite mejorar en la identificación
una correcta exposición de los médicos en forma- de errores y perfeccionar la calidad de nuestros
ción a la necesaria diversidad de situaciones clíni- diagnósticos y decisiones clínicas.
cas que garanticen la adecuada representación
mental del conocimiento. Se deben ‘construir’ los
problemas precisos que garanticen el aprendizaje y Bibliografía
aplicar los principios de la práctica deliberativa pre-
1. Norman G. Research in clinical reasoning: past history
cozmente [52]. En este sentido, parece un ejercicio and current trends. Med Educ 2005; 39: 418-27.
interesante presentar, analizar y discutir problemas 2. Elstein AS, Shulman LS, Sprafka SA. Medical problem solving:
clínicos en la misma secuencia cronológica en la an analysis of clinical reasoning. Cambridge, Mass: Harvard
University Press; 1978.
que aparecen en la vida real. En este tipo de ejerci- 3. Elstein AS. Thinking about diagnostic thinking: a 30-year
cios no se proporciona al estudiante una historia perspective. Adv Health Sci Educ 2009; 14: 7-18.
coherente y completa, sino que se van suministran- 4. Miller GA. The magical number seven, plus or minus two:
some limits on our capacity for processing information.
do –procesando e interpretando– pequeñas por- Psychol Rev 1956; 63: 81-97.
ciones de información de forma secuencial, tal y 5. Newell A, Shaw JC, Simon HA. Elements of a theory of human
como sucede en la práctica habitual. Los casos han problem solving. Psychol Rev 1958; 65: 151-66.
6. Newell A, Simon HA. Human problem solving. Englewood
de ser reales, y los datos que se presentan, comple- Cliffs, NJ: Prentice-Hall; 1972.
tos. De esta manera, al evitar casos simulados, mo- 7. Bordage G. Elaborated knowledge: a key to successful diagnostic
thinking. Acad Med 1994; 69: 883-5.
dificados o sintetizados, se abordan todas las incon- 8. Patel VL, Groen GJ, Frederiksen CH. Differences between
sistencias, pistas falsas o inapropiadas y datos con- medical students and doctors in memory for clinical cases.
fusos, tan frecuentes en los pacientes reales [36]. Med Educ 1986; 20: 3-9.
9. Neufeld VR, Norman GR, Feightner JW, Barrows HS. Clinical
En todas estas estrategias aquí presentadas, el problem-solving by medical students: a cross-sectional and
profesor ha de servir de modelo y desempeñar un longitudinal analysis. Med Educ 1981; 15: 315-22.
papel motivador y retroalimentador, favoreciendo 10. Schmidt HG, Norman GR, Boshuizen HPA. A cognitive
perspective on medical expertise: theory and implications.
la necesaria autonomía que permita a los estudian- Acad Med 1990; 65: 611-21 [erratum, Acad Med 1992; 67: 287].
tes alcanzar sus expectativas. 11. Barrows HS, Feltovich PJ. The clinical reasoning process.
Med Educ 1987; 21: 86-91.
12. Mandin H, Jones A, Woloschuk W, Harasym P. Helping students
learn to think like experts when solving clinical problems.
Conclusiones Acad Med 1997; 72: 173-9.
13. Coderre S, Mandin H, Harasym PH, Fick GH. Diagnostic
reasoning strategies and diagnostic success. Med Educ 2003;
Uno de los principales objetivos de un profesor clíni- 37: 695-703.
co es promover la capacidad de razonamiento clínico 14. Harasym PH, Tsai TC, Hemmati P. Current trends in developing

www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160 159


F. Rodríguez de Castro, et al

medical students’ critical thinking abilities. Kaohsiung J Med 33. Coderre S, Wright B, McLaughlin K. To think is good:
Sci 2008; 24: 341-55. querying an initial hypothesis reduces diagnostic error
15. Charlin B, Boshuizen HPA, Custers EJ, Feltovich P. in medical students. Acad Med 2010; 85: 1125-9.
Scripts and clinical reasoning. Med Educ 2007; 41: 1178-84. 34. Sox HC, Rennie D. Seeding trials: just say ‘no’. Ann Intern Med
16. Bowen JL. Educational strategies to promote clinical diagnostic 2008; 149: 279-80.
reasoning. N Engl J Med 2006; 355: 2217-25. 35. Gotzsche P. Medicamentos que matan y crimen organizado.
17. Cutler P. Problem solving in clinical medicine. From data to 4 ed. Barcelona: Lince; 2015.
diagnosis. 3 ed. Baltimore, MD: Williams & Wilkins; 1998. 36. Kassirer J, Wong J, Kopelman R. Learning clinical reasoning.
18. Audétat MC, Laurin S, Sanche G, Béïque C, Fon NC, Blais JG, 2 ed. Baltimore, MD: Lippincott Williams & Wilkins; 2010.
et al. Clinical reasoning difficulties: a taxonomy for clinical 37. Mamede S, Schmidt HG, Rikers RMJP, Penaforte JC, Coelho-
teachers. Med Teach 2013; 35 :e984-9. Filho JM. Breaking down automaticity: case ambiguity and
19. Monteiro SM, Norman G. Diagnostic reasoning: where we’ve the shift to reflective approaches in clinical reasoning. Med
been, where we’re going. Teach Learn Med 2013; 25 (Suppl 1): Educ 2007; 41: 1185-92.
S26-32. 38. Ericsson KA. An expert-performance perspective of research
20. Eva KW. What every teacher needs to know about clinical on medical expertise: the study of clinical performance. Med
reasoning. Med Educ 2004; 39: 98-106. Educ 2007; 41: 1124-30.
21. Hunink M, Glasziou P, Siegel J, Weeks J, Pliskin J, Elstein A, 39. Eva KW. Diagnostic error in medical education: where wrongs can
Weinstein M. Decision making in health and medicine. make rights. Adv Health Sci Educ Theory Pract 2009; 14: 71-81.
Cambridge: Cambridge University Press; 2001. 40. Rikers RMJP, Schmidt HG, Moulaert V. Biomedical knowledge:
22. Dijksterhuis A, Bos MW, Nordgren LF, Van Baaren RB. On encapsulated or two worlds apart? Appl Cogn Psychol 2005;
making the right choice: the deliberation-without-attention 19: 223-31.
effect. Science 2006; 311: 1005-7. 41. Woods NN. Science is fundamental: the role of biomedical
23. Pauker SG, Wong JB. How (should) physicians think? A journey knowledge in clinical reasoning. Med Educ 2007; 41: 1173-7.
from behavioral economics to the bedside. JAMA 2010; 304: 42. Van Schaik P, Flynn D, Van Wersch A, Douglass A, Cann P.
1233-5. Influence of illness script components and medical practice on
24. Sherbino J, Dore KL, Wood TJ, Young ME, Gaissmeier W, medical decision making. J Exp Psychol Appl 2005; 11: 187-99.
Krueger S, et al. The relationship between response time 43. Richardson WS, Polashenski WA, Robbins BW. Could our
and diagnostic accuracy. Acad Med 2012; 87: 785-91. pretest probabilities become evidence based? A prospective
25. Eva KW, Norman GR. Heuristics and biases –a biased survey of hospital practice. J Gen Intern Med 2003; 18: 203-8.
perspective on clinical reasoning. Med Educ 2005; 39: 870-2. 44. Dolev JC, Friedlaender LK, Braverman IM. Use of fine art
26. Shojania KG, Burton EC, McDonald KM, Goldman L. to enhance visual diagnostic skills. JAMA 2001; 286: 1020-1.
Overestimation of clinical diagnostic performance caused 45. Naghshineh S, Hafler JP, Miller AR, Blanco MA, Lipsitz SR,
by low necropsy rates. Qual Saf Health Care 2005; 14: 08-13. Dubroff RP, et al. Formal art observation training improves
27. Graber ML, Franklin N, Gordon R. Diagnostic error in internal medical students’ visual diagnostic skills. J Gen Intern Med
medicine. Arch Intern Med 2005; 165: 1493-9. 2008; 23: 991-7.
28. Zwaan L, Thijs A, Wagner C, Van der Wal G, Timmermans DR. 46. Nendaz MR, Bordage G. Promoting diagnostic problem
Relating faults in diagnostic reasoning with diagnostic errors representation. Med Educ 2002; 36: 760-6.
and patient harm. Acad Med 2012; 87: 149-56. 47. Wigton RS, Patil KD, Hoellerich VL. The effect of feedback
29. Croskerry P, Norman G. Overconfidence in clinical decision in learning clinical diagnosis. J Med Educ 1986; 61: 816-22.
making. Am J Med 2008; 121 (Suppl 5): S24-9. 48. Bordage G. The curriculum: overloaded and too general?
30. Chisholm CD, Weaver CS, Whenmouth L, Giles B. A task Med Educ 1987; 21: 183-8.
analysis of emergency physician activities in academic and 49. Simpkin AL, Schwartzstein RM. Tolerating uncertainty
community settings. Ann Emerg Med 2011; 58: 117-22. –the next medical revolution? N Engl J Med 2016; 375: 1713-5.
31. Choudhry NK, Fletcher RH, Soumerai SB. Systematic review: 50. Deeks JJ, Altman DG. Diagnostic tests 4: likelihood ratios.
the relationship between clinical experience and quality of BMJ 2004; 329: 168-9.
health care. Ann Intern Med 2006; 142: 260-73. 51. Rencic J. Twelve tips for teaching expertise in clinical reasoning.
32. Ericsson KA. Deliberate practice and the acquisition and Med Teach 2011; 33: 887-92.
maintenance of expert performance in medicine and related 52. Norman GR. Medical education: past, present, future. Perspect
domains. Acad Med 2004; 79 (Suppl 10): S70-81. Med Educ 2012; 1: 6-14.

160 www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2017; 20 (4): 149-160

También podría gustarte