Guía de Estudio de la Biblia

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PARA NIÑOS DE 7 A 9 AÑOS

 4 DE ABRIL

1 JESÚS, EL SIERVO
LECCIÓN

REFERENCIAS: Juan 13:1-17; El Deseado de todas las gentes, pp. 598-697.

QUERIDOS PADRES: Recuerden que los maestros de Escuela Sabática enseñarán esta lección
en la fecha señalada. Los alumnos deberán estudiarla y hacer las actividades prácticas des-
pués, durante la semana que comienza a partir de ese sábado.

MENSAJE
Mostramos el amor de Dios cuando servimos a los demás.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

“Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los
pies los unos a los otros” (Juan 13:14, NVI).

ALGUNAS DE LAS TAREAS QUE TE TOCA REALI- salvo el siervo. La comida estaba lista. Si tan
ZAR ¿TE PARECEN DESAGRADABLES? JESÚS NO solo alguien viniera a lavarles los pies, entonces
ERA TAN ORGULLOSO COMO PARA NO HACER podrían comenzar la fiesta de la Pascua.
UNO DE ESOS TRABAJOS POR SUS DISCÍPULOS.
QUERÍA MOSTRARLES CUÁNTO LOS AMABA, Y DE
QUÉ MANERA DEBÍAN SERVIR A LOS DEMÁS.

J
esús y sus discípulos se habían reunido para
celebrar la Pascua. Jesús sabía que esta era la
última comida que compartiría con ellos antes
de morir. Y estaba angustiado. Todavía había
muchas cosas que quería enseñarles. Y el tiem-
po se le estaba acabando. Sus discípulos podían
percibir que estaba a punto de suceder algo. Pero
esperaban que Jesús tomara el trono y se convir-
tiera en el gobernante del país. Esperaban que él
estableciera un reino sobre la tierra. Y cada uno
quería el mejor lugar en él; cada uno de ellos creía
que merecía el puesto más importante.
En aquellos días, generalmente un siervo lavaba
los pies de los invitados antes de comer, especial-
mente en una cena importante como la Pascua.
Y todo estaba allí, en la sala donde se habían
reunido: la jarra, la palangana, la toalla; todo,

6
 Se hizo silencio en la sala, mientras espe- Señor y el Maestro, les he lavado los pies, tam-
raban; un silencio incómodo. Ninguno de sus bién ustedes deben lavarse los pies los unos a
discípulos miraba a los demás. Cada uno sabía los otros.
lo que había que hacer, pero ninguno lo haría. “Sirvan a los demás”, estaba diciendo Jesús.
“No voy a hacer el trabajo de un siervo”, pen- “No se avergüencen de hacer por los demás
saba cada cual. “Después de todo, me merezco aquello que demuestre mi amor”.
el trabajo más importante en el nuevo reino de La humildad es la señal de la verdadera gran-
Jesús. No me voy a arrodillar para lavarles los deza. Esa noche, los discípulos de Jesús apren-
pies a los demás”. dieron una lección que nunca olvidarían. Jesús
Jesús sabía lo que pensaban sus discípulos. quiere que nosotros también aprendamos esa
Desesperadamente, quería enseñarles que su lección. Quiere ayudarnos a vivir una vida de
Reino se cimentaba en el amor. El modo de servicio a los demás. ¡Así es como la gente
demostrar su amor a los demás era poner a sabrá que somos amigos de Jesús!
todos primero, desinteresadamente. Los discí- Cuando Jesús terminó, les dio otra promesa.
pulos de Jesús habían pasado tres años con él. Dijo:
Pero aún no habían aprendido la lección más –No beberé de este fruto de la vid, desde
importante: la grandeza en el Reino de Dios se ahora en adelante, hasta el día en que beba con
evidencia en el servicio humilde a los demás. ustedes el vino nuevo en el Reino de mi Padre.
De modo que Jesús les dio un último ejem- Algún día estaremos con Jesús, y comparti-
plo. Discretamente, se levantó de la mesa y remos esa cena tan especial. Pero, por ahora,
se quitó el manto. Se ató la toalla a la cintura Jesús quiere ayudarnos a todos a vivir una
y puso agua en la palangana. Sin decir ni una vida de servicio a los demás. Así, las personas
palabra, comenzó a lavar los pies de los dis- sabrán que somos amigos de Jesús.
cípulos. No les dio un discurso; simplemente,
hizo el trabajo que los demás no querían hacer
porque pensaban que eran demasiado impor-
tantes. ¿Puedes imaginarte lo avergonzados
que se sintieron? Era su Maestro, el Hijo
de Dios, el Creador del universo; y
¡estaba haciendo el trabajo de
un siervo!
Era más de lo que Pedro podía
tolerar.
–Señor, ¡no me vas a lavar los
pies! –exclamó.
–Si no te lavo, no tendrás parte
conmigo –respondió Jesús.
Jesús estaba lavando más que
el polvo de los pies de los discípu-
los: estaba lavando su orgullo y
su egoísmo. Les estaba ense-
ñando a alcanzar a quienes
pronto estarían predicando las
buenas nuevas.
Jesús terminó, y se sentó.
–¿Entienden lo que he hecho
con ustedes? –preguntó a
los discípulos–. Pues si yo, el

7
 • Si es posible, vayan en familia a un lugar
silencioso al aire libre. Lean Juan 13:1 al 17.
Hablen sobre lo que hizo Pedro. ¿Por qué cam-
bió de opinión?
• Enseña el versículo para memorizar a tu fami-
lia. Ponte en pie, y da un paso por cada palabra
que digas. Haz que ellos hagan lo mismo.
• Lean y analicen Juan 13:1 al 5, durante el culto
familiar. ¿Qué era lo que Jesús sabía acerca del
futuro? ¿Qué hizo por sus discípulos?
• Pide permiso para preparar un refrigerio sen-
cillo o una comida. Sírvelo a tu familia como si
fueses un siervo. ¿Qué más puedes hacer para
servir a tu familia? ¿Por qué lo haces?
• Piensa en tres formas diferentes de ser un
siervo de Jesús esta semana. ¿Hay un niño soli-
tario en tu clase? Pide a Jesús que te ayude a ser
amigable con ese niño.
• Recuerda realizar las tareas más desagrada-
bles de la casa, aquellas que prometiste hacer
en la Escuela Sabática. Entrega la tarjeta “A tu
servicio” a alguien hoy.
• Mientras te lavas los pies hoy, fíjate cuán
sucios o limpios están. Piensa en cómo se sin-
tieron los discípulos cuando Jesús les lavó los
pies sucios.
• Pide a Jesús que te limpie completamente y
que quite tus pecados.
8
• Agradece al portero de tu escuela o de tu
iglesia por mantener las cosas limpias. Y recoge
papeles tirados, para ayudar.
• Busca un libro, en la biblioteca, acerca de las
costumbres de Medio Oriente. Lee acerca del
estilo de vida allí.
• Lee y analiza Juan 13:5 al 9 con tu familia.
¿Por qué Pedro dijo: “Lávame las manos y la
cabeza, también”?
• Entonen “Esta pequeñita luz”. Luego, agra-
dezcan a Jesús por mostrarnos de qué manera
servir a los demás. Cuéntales cómo serviste a
alguien hoy.
Nuestros caminos
están llenos de barro
y polvo. La gente usa
sandalias ¡Los pies se
ensucian de verdad!
 • Durante el culto de hoy, lean y analicen Juan
13:12 al 17. Vuelvan a leer el versículo 16. ¿Qué
quiso decir Jesús?
• Dibuja el contorno de tu pie cinco veces y
recorta. Divide el versículo para memorizar en
cinco partes. Escribe cada sección sobre una
de las siluetas de papel. Mézclalas, y ve cuán
rápidamente puedes ordenarlos, con el fin de
formar el versículo para memorizar. Pide a tu
familia que haga lo mismo.
• Limpia tu cuarto para el sábado, antes de que
te lo pidan.
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ACE
Utiliza el código para descubrir la forma más importante de mostrar que somos
cristianos
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• Representa la historia de la lección con tu
familia. ¿Los pies de quién lavarás tú?
• Da una sorpresa a tu papá o a tu mamá
masajeándole los pies después de lavárselos.
¡Les encantará!
• Repitan el versículo para memorizar. Luego,
entonen un canto que hable del servicio a los
demás. Pide a Dios que te ayude a mostrar su
amor al servir a los demás de buen grado y con
alegría.
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 11 DE ABRIL

2 DE CAMINO AL CALVARIO
LECCIÓN

REFERENCIAS: Mateo 27:27-32; Marcos 15:21, 22; Lucas 23:26, 27;

El Deseado de todas las gentes, pp. 690, 691.

QUERIDOS PADRES: Recuerden que los maestros de Escuela Sabática enseñarán esta lección
en la fecha señalada. Los alumnos deberán estudiarla y hacer las actividades prácticas des-
pués, durante la semana que comienza a partir de ese sábado.

MENSAJE
Podemos ayudar a los demás a llevar sus cargas.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

“Ayúdense los unos a los otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo”
(Gálatas 6:2, NVI).

¿TE AYUDARON ALGUNA VEZ A LLEVAR ALGO

REALMENTE PESADO? ¿O AYUDASTE A ALGUIEN
A LEVANTAR ALGO QUE ERA DEMASIADO PESA-
DO PARA ESA PERSONA? SIMÓN AYUDÓ A
JESÚS A LLEVAR ALGO REALMENTE PESADO
PARA ÉL...

J
esús acababa de pasar la peor noche ima-
ginable. Después de la fiesta de la Pascua,
se había ido con sus discípulos al huerto de
Getsemaní. Allí fue arrestado. Durante la noche,
fue llevado a juicio y severamente interroga-
do delante del sumo sacerdote, los dirigentes
judíos, Pilato y Herodes.
Lo escupieron, lo abofetearon, se burlaron de
él y lo insultaron. Dos veces fue azotado, hasta
que su espalda sangraba y quedó en carne viva.
Finalmente, fue sentenciado a muerte de cruz.
Llegó la mañana. Se esperaba que los prisione-
ros llevaran sus cruces hasta el lugar de la ejecu-
ción. Y, así como hicieron con los demás, cuando
Jesús dejó el tribunal le pusieron la cruz sobre su
espalda ensangrentada.

10
 Y entonces se encontró con Simón. lado plano de su lanza; entonces tenía que cumplir
Jerusalén estaba llena de gente. Simón, segu- con lo que el soldado le dijera.
ramente, nunca había visto tanta multitud. “Me Simón levantó la cruz y comenzó a caminar.
pregunto a dónde van todos y qué están miran- Un soldado ayudó a Jesús a ponerse en pie
do”, pensó. nuevamente. La cruz era pesada. Simón se
Simón era de la ciudad de Cirene, al norte de preguntaba: “¿Cómo un hombre azotado y san-
África. La Biblia no nos dice qué estaba hacien- grando podría llevarla? ¿Por qué toman el cami-
do en Jerusalén; quizás estaba en la ciudad por no más largo cuando llevan a un hombre para
algunos negocios y quedó atrapado en medio de ser crucificado?”, pensaba Simón. “Quieren herir
la gran muchedumbre. y avergonzar a la persona lo más posible. Me
Simón miró hacia donde parecía que todos esta- alegra poder ayudarlo. No puedo evitar lo que va
ban observando. Y vio algo horrible: un hombre a suceder, pero puedo ayudar a llevar su cruz”.
rodeado de cuatro soldados romanos. Tenía una Simón debió de haber observado cuando
corona de espinas en la cabeza; la espalda le san- Jesús fue clavado en la cruz. Habrá escuchado
graba. ¡Parecía que se iiría a desmayar! Y estaba de qué manera consolaba al ladrón que pidió ser
cargando una cruz. Eso quería decir que iba a ser recordado cuando Jesús volviera en su Reino; y
crucificado. “Debió de haber hecho algo terrible”, tal oido que Jesús perdonaba a las personas que lo
vez haya pensado Simón. “Solo los peores crimi- hirieron.
nales son crucificados”. Todo esto debió haber cambiado a Simón para
De pronto el Hombre se cayó. Lo habían azo- siempre. Por el resto de su vida, Simón recorda-
tado demasiado y había perdido mucha sangre. ría haber hecho algo para ayudar a Jesús. Simón
“Parece que está casi muerto ya”, probable- habrá aprendido algo acerca de la pesada carga
mente pensó Simón mientras observaba. “Pero que Jesús llevó: el peso de los pecados de todo
este prisionero es diferente. Según me enteré, el mundo. ¡Y él había hecho algo para ayudar al
la mayoría de los criminales maldicen, gritan y Salvador que murió por él!¿Qué puedes hacer tú
pelean. Pero este hombre no hace nada. No dice para ayudar hoy a Jesús?
nada. Se parece a...”
Mientras Simón observaba, los soldados con-
versaban entre sí. El prisionero ni siquie-
ra intentaba levantarse. Simón sintió
pena por él. En ese preciso momen-
to, un soldado miró a su alrededor y
se abrió paso entre la multitud direc-
tamente hasta donde estaba Simón.
Golpeó a Simón con el lado plano de su
lanza.
–¡Ven conmigo! –ordenó el solda-
do–. Tú puedes llevar la cruz del tal
Jesús.
“¡Jesús! Así que este es”, pensó
Simón. Recordaba haber oído que sus
hijos hablaban de Jesús. Ellos creían
en él.
Simón no se atrevió a desobedecer.
Cualquier soldado romano podía hacer
que alguien hiciera cualquier tarea. Todo
lo que tenía que hacer un soldado era
golpear a un hombre en la espalda con el

11
 • Lee Mateo 27:27 al 32 junto con tu familia.
¿De dónde era Simón? ¿Por qué lo obligaron a
llevar la cruz de Jesús? ¿Qué clase de cargas lleva
la gente en la actualidad? ¿Cómo puede ayudar
a tu familia?
• Repite el versículo para memorizar mientras
caminas y llevas algo pesado. Enseña el versí-
culo a tu familia.
• Lean y analicen Marcos 15:21 durante el culto
familiar. Simón tenía dos hijos que se hicieron
cristianos antes que él. ¿Cuáles eran sus nom-
bres? También lean Romanos 16:13.
• Esta semana, busca formas de ayudar a la
gente que está cargada de preocupaciones.
• Lee Lucas 23:26. ¿Qué crees que estaba
haciendo Simón en Jerusalén?
• Comparte la cruz que hiciste en la Escuela
Sabática con alguien que esté preocupado
por problemas. (O dibuja una cruz y escribe
“Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas”.)
Háblale acerca de Simón, quien cargó la cruz
de Jesús.
12
• Durante el culto familiar, observa un mapa
bíblico y encuentra Cirene, un país al norte
de África. *Pide a tus padres que te ayuden a
descubrir:
1. ¿Cuán lejos estaba Cirene de Jerusalén?
2. ¿Cómo crees que Simón llegó hasta allá?
3. ¿Cuánto tiempo piensas que le tomó el viaje?
• Ofrécete a fin de ayudar a alguien a llevar algo
pesado. Recuérdale acerca de Simón, que llevó
la cruz de Jesús.
• Repasa el versículo para memorizar hasta
que puedas decirlo sin ayuda. Luego, repítelo
para tu familia en el culto. Cuéntales cómo ayu-
daste hoy a alguien.
• Agradece a Dios porque puedes ayudar a los
demás.
Simón era de la
ciudad de Cirene, al norte
de África. Muchos judíos
vivían allí.
 • Durante el culto familiar, oren por alguien que
tenga problemas y está triste. ¿Cómo puedes
ayudarlo hoy? Haz un plan para llevarlo a cabo.
• Entonen “Bellas las manitas son” (Himnario
Adventista, N° 521). Luego, agradece a Jesús por
ayudarte a auxiliar a los demás.
• Repasen la lección y representen la historia
bíblica con tu familia. ¿Quién actuará como
Jesús? ¿El soldado? ¿Simón?
• Lean Hechos 13:1, otro versículo que podría
referise a Simón.

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ACE

Comenzando con la segunda letra de cada palabra,

tacha letra de por medio para descubrir cómo
mostramos el amor de Dios a los demás. Copia las
letras restantes en las líneas.

Awyqurdpazx
af obtjrgoksa aw
lylaedvmatre sluvsg
cñahrdgwatsy

13
13
 18 DE ABRIL

3 EL DÍA EN QUE JESÚS

LECCIÓN

MURIÓ
REFERENCIAS: Mateo 27:24-56; Marcos 15:21-39; Lucas 23:26-49; Juan 19:16-30;
El Deseado de todas las gentes, pp. 690-713.

QUERIDOS PADRES: Recuerden que los maestros de Escuela Sabática enseñarán esta lección
en la fecha señalada. Los alumnos deberán estudiarla y hacer las actividades prácticas des-
pués, durante la semana que comienza a partir de ese sábado.

MENSAJE
Servimos a Dios cuando compartimos su amor con los demás.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él
no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16, NVI).

¿AMAS TANTO A ALGUIEN QUE HARÍAS CUAL-
QUIER COSA POR ESA PERSONA? DIOS NOS AMA
TANTO QUE SACRIFICÓ A SU ÚNICO HIJO PARA
SALVARNOS. Y JESÚS ESTUVO DISPUESTO A
MORIR POR NOSOTROS.
soldados clavaban las manos y los pies de los
prisioneros a la cruz y que esos soldados dejarían
caer brutalmente la cruz en un hoyo hecho en la
tierra. Sí, sabían que era la peor forma de morir.

L
a terrible noche de insultos y azotes que
sufrió Jesús finalmente había pasa-
do. Ahora, los soldados romanos lo
estaban llevando, junto con dos ladrones,
afuera de la ciudad, para crucificarlos. Simón
había llevado la cruz de Jesús hasta el lugar
de la crucifixión. Pronto se llevaría a cabo el
hecho atroz.
La Biblia simplemente dice: “Lo crucifica-
ron”. La gente de la época en que fueron
escritos los Evangelios sabía lo que eso
significaba. Sabía que la crucifixión causaba
una muerte lenta y dolorosa; sabía que una
multitud frecuentemente seguía a los prisio-
neros hasta el lugar de la ejecución, gritándoles
insultos a lo largo del camino. Sabía que los

14
 Y eso es exactamente lo que le sucedió a Jesús. persona? Así es el amor de Jesús. ¡Te ama
Los soldados lo clavaron a la cruz y la ubicaron tanto que no hay nada que dejaría de hacer por
entre las cruces de dos delincuentes. La multitud salvarte!
que los había seguido afuera de la ciudad se reu- Murió la peor muerte posible para que tú
nió a su alrededor. Las burlas, que habían durado puedas vivir con él para siempre. Ese amor es
toda la noche, continuaban. el corazón del cristianismo. Es la razón de todo
–¡Si realmente eres el Hijo de Dios, desciende canto que entonamos, de cada oración que ele-
de esa cruz! –gritó uno. vamos, de todo lo que hacemos.
–Salvó a otros, ¡pero no puede salvarse a sí Ese amor es el mensaje que se nos pide que
mismo! –dijo otro, con aire despectivo. compartamos con los demás. ¿Quién no tiene
–Baja ahora de la cruz, y así creeremos en ti necesidad de saber que alguien lo ama tanto?
–dijo otro, con desdén. ¿Quién no podría menos que amar a un Dios
–Si Dios lo quiere, que lo rescate –se rió aún que haría absolutamente cualquier cosa para
otro. salvarlo? ¡Cuéntaselo a alguien que conozcas!
–Después de todo, dijo que era el Hijo de Dios...
Y así seguían, unos tras otros. Incluso un
ladrón que fue crucificado con él le gritó insultos.
Aunque el dolor y las burlas eran terribles, algo
incluso peor le estaba ocurriendo a Jesús. Cuando
vino a la Tierra a morir por nosotros, Jesús tomó
nuestros pecados sobre sí. La culpa de cada
persona que vivió o vivirá alguna vez caía
sobre él mientras pendía de la cruz. La
sensación del pecado era tan grande
que sentía que Dios lo había dejado
para siempre. Ese sentimiento de
abandono por parte de su Padre
hizo que Jesús clamara:
–Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?
Aunque pensó que nunca
más volvería a ver a su Padre,
Jesús estuvo dispuesto aun
así a morir por nosotros.
Pero Dios el Padre no
había abandonado a Jesús.
Dios y todos los ángeles del
cielo estaban observando,
y sufriendo con él. Hasta la
Tierra reaccionó ante su ago-
nía. Las tinieblas cubrieron el
lugar durante tres horas, y cuando
Jesús finalmente murió, “la tierra
tembló y se partieron las rocas” (Mat.
27:51, NVI).
¿Amas tanto a alguien que estarías dis-
puesto a morir una muerte horrible por esa

15
 • Durante el culto familiar, lean y analicen
Mateo 27:34 al 44. ¿Qué pasó con la ropa de
Jesús? ¿Quiénes estaban entre los que se bur-
laban de Jesús? ¿Qué decían? ¿Por qué decían
eso?
• Enseña el versículo a tu familia. Agradece a
Dios por morir por nosotros.
• Lean y analicen Mateo 27:45 al 56 durante
el culto familiar. ¿Qué sucedió cuando Jesús
murió? ¿Quiénes estaban entre las mujeres al
pie de la cruz?
• Piensa en cuán diferente sería tu vida si Jesús
no hubiese muerto por ti. ¿Tendrías esperan-
zas de ir al cielo? ¿Sabrías que tus pecados son
perdonados, cuando se lo pides a Jesús? ¿Tienes
el amor y la paz de Jesús en tu corazón? Pide a
Jesús que te ayude a compartir su amor con los
demás.
• Para el culto de hoy, lean y analicen Juan
19:23 al 27. ¿Qué sucedió con María, la madre
de Jesús? ¿Por qué?
• Entonen el versículo para memorizar,
“Juan 3:16”.
• Arma una pequeña cruz hecha con dos
pedazos de madera unidas con un clavo. Ponla
en tu cuarto esta semana, para que te haga
recordar el gran amor de Jesús por ti.
16
• Comparte el amor de Dios con alguien.
Entrégale el dibujo de la cruz que hiciste en la
Escuela Sabática. O cántale “Cristo me ama”,
utilizando los siguientes ademanes:
Cristo Toca la palma derecha con el dedo
mayor de la mano izquierda, luego la
palma izquierda con el dedo mayor de
la mano derecha.
me Señálate
ama Cruza los brazos sobre el pecho
• Ora por la persona con la que compartiste
esto hoy.
• Pregunta a una abuelita o a un abuelito cómo
se siente cuando escucha el himno “En el monte
Calvario”. Pídele que lo cante contigo.
• Da una vuelta por tu cuarto y busca objetos
que podrías usar para servir a los demás. ¿Qué
puedes compartir con alguien esta semana?
Háblalo con tu familia durante el culto de hoy.
Solamente
eran crucificados los
esclavos, los peores
criminales y los que no
eran romanos.
 • Para el culto de hoy lean y analicen Mateo
27:50 al 54 y Lucas 23:39 al 43. ¿Qué dijeron
los soldados romanos después de que Jesús
murió? ¿Qué dijo el ladrón?
• El ladrón y los soldados romanos ¿creyeron
que Jesús era el Hijo de Dios? ¿Cómo lo sabes?
¿Qué te ayudó a creer en Jesús?
• Agradece a Jesús por poder adorarlo libre-
mente.
• Para el culto de hoy lean y analicen Mateo
27:50 al 54 y Lucas 23:39 al 43. ¿Qué dijeron
los soldados romanos después de que Jesús
murió? ¿Qué dijo el ladrón?
• El ladrón y los soldados romanos ¿creyeron
que Jesús era el Hijo de Dios? ¿Cómo lo sabes
tú? ¿Qué te ayudó a creer en Jesús?
• Agradece a Jesús por poder adorarlo libre-
mente.

O
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ACE

Haz coincidir el símbolo con las letras de las casillas de códigos, con el fin de descubrir
cómo puedes servir a Dios.

C mp RT T m r

C N TR s.

A e i o u

17
17
 25 DE ABRIL

4 ¡ESTÁ VIVO!
LECCIÓN

REFERENCIAS: Mateo 27:57-61; 28:1-10; 16-20; El Deseado de todas las gentes,

pp. 714-737; 757-768.

QUERIDOS PADRES: Recuerden que los maestros de Escuela Sabática enseñarán esta lección
en la fecha señalada. Los alumnos deberán estudiarla y hacer las actividades prácticas des-
pués, durante la semana que comienza a partir de ese sábado.

MENSAJE
Servimos a Dios cuando contamos a los demás que Jesús resucitó.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

“Les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura”
(Marcos 16:15, NVI).

ALGUNA VEZ ¿TUVISTE UNA BUENA NOTICIA

QUE QUERÍAS COMPARTIR? ¡ES PROBABLE QUE
NO PUDIERAS ESPERAR PARA CONTÁRSELA A
ALGUIEN! MARÍA MAGDALENA ESTUVO ENTRE
LOS PRIMEROS EN SABER QUE JESÚS HABÍA
RESUCITADO. ¡Y ESTABA MUY ANSIOSA DE
CONTÁRSELO AL MUNDO!

E
ra domingo de mañana, después
del sábado más difícil de la vida
de los discípulos. Jesús había
muerto unas horas antes de la
puesta de sol del viernes.
Y sus seguidores, tristes y
angustiados, lo habían enterrado
rápidamente en una tumba que
pertenecía a José de Arimatea.
Luego, se apresuraron a ir a sus
hogares, dispuestos a observar el
día de reposo.
Las mujeres que habían estado al
pie de la cruz querían servir a Jesús,
ocupándose de su cuerpo. Ellas lo habían
acompañado, y observaron cómo fue pues-
to en la tumba. Vieron la pesada piedra que

18
hicieron rodar frente a la entrada, para sellarla.
Ellas también habían descansado el sábado.
Pero, al amanecer del domingo se apresuraron
a ir hasta la sepultura. Las especias para honras
fúnebres que llevaban eran para ungir su cuerpo.
“¿Quién correrá la pesada piedra, para que entre-
mos?”, se preguntaban al acercarse a la tumba.
No sabían que un ángel ya estaba en la tumba;
con un poderoso terremoto, había hecho correr
la piedra. ¡Y había llamado a Jesús a la vida, en el
nombre del Padre!
Las mujeres temblaron al ver la tumba abierta.
Valientemente, miraron hacia adentro. Un ángel,
que brillaba con la gloria del cielo, les habló.
–No tengan miedo –las tranquilizó el mensaje-
ro celestial–. Sé que ustedes buscan a Jesús, pero
no está aquí. Él ha resucitado de los muertos,
como dijo que haría. Vayan pronto a decir a sus
discípulos: “Jesús va a Galilea, y allí lo verán”.
¿Puedes imaginarte el impacto? Después de
todo lo que había acontecido los días anteriores,
las mujeres probablemente no hayan sabido qué
pensar. La Biblia dice que, con temor y gran gozo,
corrieron a contarles a los demás.
¿Puedes imaginártelas arrojando las especias?
¿Puedes verlas corriendo tras sus pasos hasta la
ciudad lo más rápido posible? ¿Crees que esta-
ban llenas de energía? ¡Por supuesto que sí!
¿Crees que estaban entusiasmadas? ¡Sin ningu-
na duda! ¡Nada podra detenerlas! ¡Tenían que
compartir la buena noticia! ¡Jesús había resuci-
tado de entre los muertos!
Nosotros tenemos el honor de compartir ese
mismo mensaje con el mundo actual. Antes de
dejar la Tierra para regresar al cielo, Jesús habló
a sus discípulos. “Vayan y hagan discípulos de
todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, dijo.
¿Estás dispuesto a contar al mundo las buenas
noticias acerca de Jesús?
19
 • Lean la historia de la lección en familia.
Hablen acerca de lo que sentirán cuando vean
a Jesús.
Usa lo siguiente para enseñar el versículo para
memorizar a tu familia.
Les dijo, Señalar hacia arriba
Vayan Señalar hacia adelante
por todo el mundo Formar un globo con los brazos
y anuncien Señalar a los demás, como
las buenas nuevas si le estuvieras diciendo algo
a alguien
a toda criatura. Con los brazos hacia adelante,
abrirlos hacia los costados
Marcos 16:15 Palmas juntas, luego abiertas
• Lean y analicen Mateo 27:57 al 61. ¿Quién
era este José? ¿Quién más fue a Pilato? ¿Por
qué? ¿Qué día de la semana era? ¿A qué acce-
dió Pilato?
• Con la ayuda de un adulto, haz pocholo (poro-
ró) y observa cómo cambia. Compáralo con el
maíz sin explotar. ¿En qué se parece esto a la
resurrección de Jesús? Comparte el pochoclo
con tu familia, y agradece a Jesús porque él vive.
• Lean y analicen Mateo 28:1 al 10 en familia.
Describan al ángel. ¿Qué vieron las mujeres
cuando dejaron la tumba? ¿Qué dijo el ángel?
• Esta semana, comparte con alguien el huevo
de plástico vacío (u otro contenedor vacío) que
recibiste en la Escuela Sabática. Habla a esa
persona acerca de la muerte y la resurrección
de Jesús.
• Chequea un sitio web de misión mundial.
Prueba con la Agencia Adventista de Desarrollo
y Recursos Asistenciales en ADRA.org; también
prueba con Misiones Adventistas al Exterior en
armonline.org
20
• Lee y analiza Mateo 28:2 al 4 y los versículos
11 al 15 con tu familia. ¿Qué les dijeron los guar-
dias a los principales sacerdotes? ¿Qué hicieron
los sacerdotes? ¿Por qué?
• Un rato antes del culto familiar, arma una
“cueva” en la sala. Haz que alguien se esconda
en la “cueva”. Di a tu familia que tienes la mejor
noticia del mundo. Di fuerte: “¡Está vivo!”
Cuando la persona escondida escuche esto,
tiene que saltar de repente de la “cueva”.
• Durante el culto, que todos canten “Jesús
resucitado” (Himnario Adventista, N° 100) o
“Cristo ha resucitado” (N° 104).
• Pide que tu familia pruebe esto: Pararse con
los dedos de los pies tocando la pared. Presionar
las muñecas y los dedos de las manos contra la
pared lo más fuerte que puedan. Contar hasta
treinta de la siguiente manera: un mil, dos mil,
tres mil, etc. Al llegar a treinta, darse vuelta. Los
brazos comenzarán a flotar hacia arriba por la
tensión muscular. Pregúntales a qué les hace
acordar. (A Jesús resucitado de los muertos.)
Después de que
Jesús murió y volvió a
vivir, muchos lo vieron;
María y los discípulos
son algunos de ellos.
 • Lean y analicen Mateo 28:16 al 20 en familia.
¿Qué pidió Jesús a sus discípulos que hicieran?
¿Qué les prometió? ¿Esto es para nosotros
hoy?
• Compón una canción de treinta segundos
sobre nuestro asombroso Jesús, ¡que está
vivo! Compártela con un amigo en la escuela.
• Observa un globo terráqueo o un mapa mun-
dial. ¿A qué lugar del mundo te gustaría ir, con
el fin de compartir a Jesús? Ahora, mira por la
ventana. ¿Hay alguien en la calle o en tu casa
con quien compartir a Jesús?
• Pide a Dios que te ayude a saber qué decir
y qué hacer cuando compartes a Jesús con los
demás.
• Durante el culto, lean y analicen Lucas 24:1 al
12 y 36 al 53. ¿Cómo se sintieron los discípulos
cuando las mujeres les dieron la noticia? ¿Cómo
se sintieron cuando vieron a Jesús? ¿Y después
de que Jesús habló con ellos? ¿Dónde está ahora
Jesús? ¿Qué piensas al respecto?
• Pide a un adulto que te cuente de alguna
oportunidad en que compartió a Jesús con otra
persona ¿Qué sucedió?

O
RTIJ
ACE

Escribe las respuestas para las siguientes preguntas en los espacios previstos.
Las letras del casillero vertical anuncian el mensaje de esperanza que tenemos
para el mundo.

1. ¿Quiénes corrieron para contar a los

discípulos que Jesús estaba vivo?
2. ¿Qué sintieron las mujeres cuando el
ángel les dijo que Jesús estaba vivo?
1. _ _ _ _ _ _ _
3. ¿Qué nos encomendó Jesús que
anunciemos a toda ciatura? 2. _ _ _ _ _ _ _
4. ¿Cuál es otra palabra para “levantado
de entre los muertos”?
3. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5. Jesús encomendó que debíamos 4. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
anunciar las buenas nuevas ¿a cuántas
personas? 5. _ _ _ _ _

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