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Resumen 3
Resumen 3
Concepto.
La competencia es la porción de jurisdicción que se le asigna a cada Tribunal. La jurisdicción
es un todo, mientras que la competencia es una parte.
Nuestro legislador equipara el concepto de jurisdicción con el de competencia por materia en el
artículo 6 CGP. Sin embargo, Tarigo señala que entre competencia y jurisdicción existe una
verdadera diferencia, y que la competencia es un concepto relacionado con el sujeto que
ejercita la jurisdicción, y que ésta, en cambio, se relaciona con la actividad que desarrolla el
sujeto que la ejerce.
Clasificación.
Siguiendo a Carnelutti puede realizarse una doble clasificación de la competencia:
a. Criterio territorial.
Una justicia rígidamente centralizada en un solo punto o lugar implicaría, en infinidad de casos,
una verdadera denegación de justicia en cuanto muchísimos individuos se verían impedidos de
poder deducir sus pretensiones.
La LOT adopta a este respecto una serie de criterios en forma dispar. Para tratar de
sistematizar en algo sus disposiciones podemos diferenciar cuatro razones fundamentales en
función de las cuales distribuir la competencia territorial: fuero personal, fuero real, fuero causal
y fuero instrumental. Y, por otro lado, el fuero único del fuero múltiple. Los fueros son
asignaciones de competencia en razón de la presencia de alguno de los elementos del
proceso.
Fuero personal: Se asigna la competencia en razón de la presencia de las partes, es decir que
la solución natural a este respecto sería la de que el proceso se desenvolviera dónde están las
partes, como medio de facilitar su actividad y la del tribunal.
Pero esta solución elemental, presenta dos dificultades: en primer lugar, las partes pueden
domiciliarse en un lugar determinado, tener residencia en otro, hallarse accidentalmente en un
tercer lugar, lo que significa que la noción de sede de una persona no es única, sino múltiple.
En segundo lugar, puede no coincidir la sede de una de las partes en el proceso con la de la
otra.
Para resolver la primera dificultad, nuestro Derecho Procesal sienta una regla de precedencia:
en primer término deberá atenderse al domicilio de las partes, y solo a falta de este, a su
residencia (arts. 21 y 25 LOT y 31 CC).
Para solucionar la segunda dificultad, que en definitiva solo puede resolverse en una opción
entre la sede del actor y la sede del demandado, la LOT opta decididamente por la sede del
demandado (esta solución de preferir el fuero del demandado como criterio asignador de
competencia se utiliza por la ley tanto para las pretensiones personales, como para las reales –
arts. 21 y 17 LOT).
Fuero real: Se asigna la competencia en razón de la presencia de la cosa objeto del litigio al
tribunal de ese lugar. Se explica fácilmente por la conveniencia que habrá de derivarse en caso
de que la cosa deba ser inspeccionada por el tribunal. Y como esa conveniencia resulta más
acentuada en el caso de los inmuebles que en el de los muebles, con respecto a los primeros
se establece una regla fija (art 15) en tanto que, para los segundos, se sanciona una regla tan
solo relativa (art 17).
Las acciones de desalojo, en las que se tiene presente para la distribución de la competencia,
el lugar de ubicación de la finca, constituye un ejemplo en la que se utiliza la presencia del bien
contencioso (fuero real) como herramienta para distribuir la competencia.
Fuero causal: Se asigna la competencia en razón de la presencia del hecho que constituye el
fundamento de la pretensión que habría de ejercitarse en el proceso. Por ejemplo: aquellos
casos en los que se tiene en cuenta el lugar de nacimiento de la obligación.
Fuero instrumental: Se le asigna competencia al tribunal del lugar donde se hallan los
elementos instrumentales del proceso, entendiéndose por tales las pruebas y los bienes que el
mismo deberá utilizar.
Ejemplo de aplicación de este fuero: la primera de las dos hipótesis del art 28 (juicios en que se
ejerciten acciones respecto a la gestión de tutores, guardadores y administradores).
Circunscripción territorial.- No todos los jueces tienen competencia en la misma jurisdicción o
circunscripción territorial. Por ejemplo, hay jueces con competencia en todo mdeo, y hay
también tribunales con competencia nacional (ej: tribunal de apelaciones).
(seguirlo después).
b. Criterio temporal.
Este criterio se asocia con la disposición de turnos y la distribución de los asuntos entre los
tribunales y Juzgados de cada jurisdicción. Esta distribución es horizontal pues se realiza entre
Juzgados de la misma jerarquía y que atienden en la misma materia. Sin embargo, en
Montevideo, esta distribución la realiza la O.R.D.A a través de un sistema computarizado y
aleatorio en la totalidad de las materias (menos la Aduanera).
e. Criterio funcional
En nuestro Derecho positivo, este criterio funcional se aplica según el grado en que el tribunal
actúa: en primera instancia solamente, en única y en primera instancia, en primera y en
segunda instancias solamente en segunda instancia.
En todos los ordenamientos procesales se ha reconocido siempre la conveniencia de someter
un mismo litigio o una misma causa al examen sucesivo de más de un órgano judicial de
manera de atenuar o de disminuir las posibilidades de error en su juzgamiento.
El proceso en vez de agotarse ante un solo tribunal, se fracciona, por así decir, ante dos o más
tribunales de jerarquía diferente, realizando el segundo un reexamen de la sentencia dictada
por el anterior. Puede hablarse entonces de órganos de primer grado o de primera instancia,
por una parte, y de órganos de segundo grado o de segunda instancia, por otra.
Este principio de la doble instancia ha sido recogido por el CGP en su art. 22.3 “Todo proceso
tendrá dos instancias, excepto aquellos asuntos que la ley establezca, expresamente, que
tramitaran en instancia única”.
Este criterio de distribución es, también, vertical.
A) La prevención
Es un instituto asignador de competencia necesaria o principal y no de competencia eventual o
derivada o, para decirlo con la terminología más afín a nuestro Derecho positivo, es un instituto
de distribución de competencia y no una causa de modificación de la competencia.
Decimos que la prevención no es una causa de modificación o de desplazamiento de la
competencia por cuanto, en los casos en que existe prevención, solo el tribunal que ha
prevenido es competente para entender en ese asunto, con exclusión de todos los restantes.
Dicho de otro modo: si en un caso concreto hay prevención, no rigen ninguno de los criterios de
distribución de competencia, sino que todos ellos ceden, precisamente, ante el instituto de la
prevención.
Concepto: El art. 7 LOT se limita a establecer que “siempre que según la ley fueren
competentes para conocer de un mismo asunto dos o más tribunales, ninguno podrá excusarse
bajo el pretexto de haber otros que pueden conocer de él; pero el que haya prevenido en el
conocimiento excluye a los demás los cuales cesan, desde entonces, de ser competentes”. La
norma legal transcripta explica el mecanismo mediante el cual opera el instituto de la
prevención pero no brinda el concepto del instituto. Escriche definía la prevención como “el
derecho que tiene un Juez para conocer de un negocio por ser el primer que lo ha ocupado,
anticipándose a otro Juez a quien pertenecía igualmente por prevención ese mismo negocio”.
Excepción: Art 69 BIS LOT. Según Tarigo, la prevención ha quedado hoy reducida
prácticamente solo a los casos de competencia acumulativa (art citado).
En el régimen anterior al CGP, la LAJ de 1965 había establecido en su art. 68 que “las
diligencias preparatorias, intimaciones judiciales y medidas cautelares importan prevención y
fijan irrevocablemente el turno”. Por lo que refiere a las medidas cautelares, el art. 314 CGP
establece una regla absolutamente contraria a la de la LAJ, al disponer que “será competente
para entender en la medida cautelar, si la misma fuere solicitada como diligencia preliminar, el
tribunal que lo es para entender en el proceso posterior”, agregando que “si el tribunal se
considerare incompetente, deberá rechazar de plano su intervención. Sin embargo, la medida
ordenada por un tribunal incompetente será válida si se cumplen los demás requisitos legales
pero no se prorrogara la competencia, debiendo remitirse las actuaciones, no bien sea
requerido o no bien se ponga de manifiesto la incompetencia no prorrogable, al tribunal que sea
competente”. Es decir: aquí ha intervenido un tribunal que originariamente no era competente,
intervención debida al error o a la inadvertencia; la norma frente al hecho consumado, valida
esa intervención; pero advirtiendo que sea el error en la competencia no se considera que se
ha operado la prevención sino que se ordena el envío de las actuaciones cumplidas al tribunal
competente. Según Tarigo esta disposición emplea erróneamente el vocablo prorrogar cuando,
en si lugar debió haber utilizado el verbo prevenir. Pues de esto se trata sin duda: un tribunal,
sin ser competente, previno en el conocimiento de la medida cautelar y la ley sin perjuicio de
validar lo actuado, resuelve que ese conocimiento anticipado no significa prevención y que las
actuaciones deberán remitirse al tribunal competente.
B) La correlación de competencia
De acuerdo con el art 8 LOT “una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un tribunal
para conocer en primera instancia de un determinado asunto queda igualmente fijada la de los
tribunales inmediatos superiores para conocer del mismo asunto en las demás instancias”.
Es importante agregar que las Acordadas Nº7104 y 7118 que establecieron el actual sistema
computarizado y aleatorio de distribución de asuntos entre tribunales de primera instancia del
mismo tipo, añaden seguidamente “el cual determinara también el tribunal competente en la
alzada”.
Causas que modifican la jurisdicción y la competencia.
Dos precisiones terminológicas, con referencia al epígrafe de este apartado, pueden resultar
útiles antes de entrar en materia.
En primer lugar, la justificación de la distinción entre causas que modifican la jurisdicción y
causas que modifican la competencia. Si, de acuerdo con la definición legal, entendemos por
jurisdicción la potestad publica que tienen los tribunales para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado
en una materia determinada, se hace necesario concluir que hay modificación –y no solamente
de la competencia – toda vez que un tribunal deba conocer en un asunto cuya materia
compete, normalmente, a otros.
En segundo lugar, utilizamos la expresión causas que modifican la competencia y desechamos
la expresión Carneluttiana de competencia eventual (o secundaria o derivada), entendiendo
que de esta manera se marca mejor –desde la denominación misma – la naturaleza del
fenómeno, es decir, el desplazamiento de la competencia de un tribunal, que originariamente
tendría que haber conocido del asunto, hacia otro tribunal que, excepcionalmente debería
conocer de él.
Conexión. Se entiende por conexión, la circunstancia de tener dos o más procesos, elementos
en común, ya sea que el elemento en común sea las partes (conexión personal o subjetiva) el
objeto de cada proceso (conexión real u objetiva), o la causa petendi (conexión causal).
Una vez sancionado el CGP, ha nacido la posibilidad de una nueva situación de modificación
de la jurisdicción en virtud de la conexión. En efecto, a tenor de su art. 120, “el demandante
podrá acumular en una misma demanda varias pretensiones contra el demandado, siempre
que concurran los siguientes requisitos: 1) Que se trata de pretensiones de igual materia
competencial si pertenecieren a fueros competenciales diversos, las pretensiones deberán ser
conexas entre sí”.
Subrogación. Cuando el art 104 LOT dispone que si los dos Juzgados Letrados de Aduana se
hallaren impedidos de conocer en un asunto determinado el que debió conocer de él será
subrogado por un Juez Letrado de Primera Instancia en lo civil, más allá de la mera sustitución
de un Juez por otro, se está configurando como resulta fácil advertir, una causa que modifica la
jurisdicción, en cuanto se amplia, para ese hipotético caso, la jurisdicción de un tribunal civil al
asignarle el conocimiento de un litigio aduanero.
Desde luego que con el crecido número de tribunales de una misma materia que existen
actualmente en Montevideo, resultara verdaderamente excepcional esta circunstancia, porque
la regla preferente en materia de subrogación es que el tribunal impedido sea sustituido o
subrogado por otro de la misma materia.
(Veiras no considera que la subrogación sea una causa de modificación de la jurisdicción).
Modalidades: Las modalidades (expresa y tácita) están establecidas en el artículo 11. Expresa:
las partes en el contrato insertan una cláusula de prórroga de competencia, donde le asignan
competencia, por ejemplo, al Tribunal de Montevideo. Solo pueden elegir el lugar, no qué
juzgado. Tácita: el demandante presenta su demanda, en vez de en Salto en Montevideo, y el
demandado no opone excepción declinatoria dentro del plazo legal. (Esto podría hacerlo
cuando el juzgado al recibir la demanda le da traslado al demandado, oponiendo la excepción
de incompetencia dentro del plazo para contestar).
Prohibición de la prórroga de competencia: Hay ciertos casos en que las leyes prohíben la
prórroga de la competencia, por ejemplo en materia de desalojo y entonces, en un contrato de
arrendamiento de una finca de Montevideo, no se puede insertar una cláusula que haga
competente a los tribunales de Artigas.
Subrogación. La subrogación, que en casos extremos puede llegar a constituir una causa de
modificación de la jurisdicción, será, más frecuentemente, tan solo una causa de modificación
de la competencia.
Ello sucederá toda vez que, por hallarse impedido un tribunal de conocer en determinado
asunto, éste pase a conocimiento de otro tribunal de su misma categoría (el que lo precedió en
el turno en el caso por ejemplo, de los Juzgados Letrados de Primera Instancia en lo civil) o de
otra categoría en el caso también por ejemplo, de un Juzgado Letrado de Primera Instancia con
sede en una ciudad donde haya un solo Juzgado de esta categoría en que de dicho asunto
conocerá el Juzgado de Paz Departamental correspondiente a esa ciudad (arts 104 y 105
LOT).
En tales situaciones se habrá operado, en virtud de la subrogación, un desplazamiento de
competencia de un Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Civil en favor de otro de dichos
Juzgados, o de un Juez Letrado de Primera Instancia en favor de un Juzgado de Paz
Departamental.
A) Pretensiones reales.
Respecto de las pretensiones fundadas en derechos reales, la LOT fija distintas reglas de
competencia según el carácter inmobiliario o mobiliario de los bienes que constituyen el objeto
de tales pretensiones.
B) Pretensiones personales
Si se formula una pretensión personal, es tribunal competente para conocer de ella “el del lugar
en que deba cumplirse la obligación, y a falta de designación expresa o implícita de lugar, a
elección del demandante, el del domicilio del demandado o el del lugar donde nació la
obligación, si hallándose en él este último, aunque sea accidentalmente, puede ser emplazado”
(art 21 LOT).
La disposición transcripta establece, para las pretensiones personales, un fuero prevalente: el
tribunal del lugar del cumplimiento de la obligación; y dos fueros subsidiarios y equivalentes: el
del domicilio del demandad y el del nacimiento de la obligación, siempre que en este último
lugar pueda ser emplazado el demandado.
E) Otras situaciones
En materia de ausencia, el art 32 LOT reiterando las soluciones ya consagradas en el CC,
establece que, para proveer sobre la administración de los bienes del ausente serán
competentes los tribunales del lugar en que dichos bienes se hallen situados, pero que en todo
lo relativo a la declaración de ausencia, la posesión interina o definitiva y la partición de los
bienes del ausente, será competente el tribunal del ultimo domicilio que el ausente haya tenido
en el país.
En materia de concurso de acreedores –proceso concursal, arts 452 y ss CGP – será
competente el tribunal del lugar del domicilio del deudor (art 33 LOT); en el interior del país, en
tanto que en Montevideo la competencia es exclusiva de los Juzgados Letrados de Concurso.
A) Pretensiones reales
También aquí se debe distinguir según la pretensión real tenga por objeto bienes muebles o
bienes inmuebles.
B) Pretensiones personales
En materia de pretensiones personales juegan una u otra de las dos reglas siguientes según el
actor acompañe documentos de los que surja el valor o la cuantía del objeto de la pretensión, o
no.
Si se acompañan tales documentos deberá estarse a lo que surja de ellos (art 36, primera
parte).
Si no los acompaña o si de los documentos acompañados no surge el valor de la cosa
disputada la cuantía del asunto a los efectos de determinar la competencia, quedara librada a
la apreciación que de ella haga el actor en su demanda (art 37) ya que la cuantía está dada a
los efectos de la competencia, no por lo que la ley le garantiza a la parte sino por lo que esta
pretende que le sea garantizado por la ley.
Juzgados de Paz:
*Criterio territorial: Sección judicial. Poseen también competencia por accesión (art 74 inc 2
LOT).
*Criterio funcional: Instancia única y primera instancia según la cuantía del asunto.
*Criterio territorial: Son competentes “dentro de idénticos límites territoriales del Juzgado
Letrado de Primera Instancia al que acceden” y, además, son competentes “dentro de los
límites de la sección judicial correspondiente a su sede”.
*Criterio temporal: Régimen de turnos pero fijados por el sistema computarizado y aleatorio de
distribución.
Juzgados Letrados
*Criterio funcional: Primera instancia; segunda y última instancia de las apelaciones que se
deduzcan contra las sentencias de los Jueces de Paz Departamentales de la Capital.
*Criterio funcional: Únicamente en primera instancia, ya que no hay tribunales inferiores que
tengan competencia alguna en materia de familia.
*Criterio material: Casos de violencia doméstica y casos de urgencia, con excepción de las
infracciones de adolescentes a la ley penal, o en situaciones de niños y adolescentes con
adicción a drogas y alcohol.
*Criterio temporal: Distribuyen su competencia de acuerdo a la primera letra del primer apellido
del denunciado o del niño o adolescente; de ser varios, se tomara aquel que corresponda en
primer término por orden alfabético.
*Criterio material: Procedimientos preventivos, educativos y correctivos a que den lugar los
hechos antisociales cometidos por menores y de las situaciones de abandono (definidas en el
art 121 del Código del Niño).
*Criterio territorial: Montevideo. Sin embargo, tienen una competencia de urgencia que supone
extender su circunscripción territorial a esos solos efectos; se les faculta para intervenir en
relación a menores procedentes del interior del país e internados en dependencias del INAU
ubicadas en los departamentos de Montevideo y Canelones.
*Criterio cuantitativo: “La cuantía del asunto se determinara de acuerdo con lo siguiente: A) Si
se trata de la imputación de contrabando, la cuantía del asunto se reputara fijada en el valor en
aduana de las mercaderías. En todos los casos si se hubiere empleado cualquier medio o
elemento para la conducción o transporte de las mercaderías o efectos (comiso secundario) su
valor comercial integrara la cuantía. B) Si se trata de la imputación de otras infracciones
aduaneras, la cuantía del asunto se reputara fijada en el monto máximo de la eventual multa
más los tributos aplicables”. (art 228 Código Aduanero).
Los asuntos jurisdiccionales cuya cuantía no exceda la suma de 40.000 UI se sustanciaran en
instancia única ante los Juzgados de Paz Departamentales competentes en el interior de la
república y el Juzgado Letrado de Aduana en los departamentos de Canelones y Montevideo.
*Criterio material: -Hay trece Juzgados Letrados en el interior que carecen en absoluto de
especialización y que, por el contrario, entienden en toda materia.
-Existen veintiséis Juzgados Letrados que tienen competencia en materia penal, de
adolescentes y aduanera.
-Ocho Juzgados Letrados de Primera Instancia conocen solamente en materia penal y de
adolescentes.
-Tienen competencia en materia civil, comercial, de familia, del trabajo y contencioso
administrativa, cuarenta Juzgados Letrados de Primera Instancia.
-Tienen competencia en materia civil y laboral, siete Juzgados Letrados de Primera Instancia
-Tienen competencia en materia civil contencioso administrativa y concursal, dos Juzgados
Letrados de Primera Instancia de Maldonado.
-Tienen competencia en materia laboral, dos Juzgados Letrados de Primera Instancia de
Maldonado.
-Tienen competencia solamente en materia de familia, lo cual significa una fuerte
especialización, dieciséis Juzgados Letrados de Primera Instancia.
-Dos Juzgados Letrados de Primera Instancia tienen competencia en familia especializados.
*Criterio territorial: Sea en todo un departamento, sea en una zona de ese departamento.
Tribunales de Apelaciones
*Criterio cuantitativo: Como conocen en la segunda instancia de las apelaciones contra las
sentencias dictadas por los diferentes Juzgados Letrados de Primera Instancia, conocen, en
principio, en asuntos mayores de $500.000
No se aplica el criterio cuantitativo a los Tribunales de Apelaciones de Familia, como
consecuencia obligada de la inaplicabilidad de este criterio también en la primera instancia.
*Criterio cuantitativo: Solo resulta aplicable en forma parcial y combinadamente con el criterio
funcional. El no rige, en efecto, en los asuntos en que por ser de competencia originaria de la
Corte, ésta actúa en única instancia. Rige si, en el recurso de casación, ya que no cabe este
recurso contra las sentencias recaídas en asuntos cuyo monto no superare un importe
equivalente a 4000 UR.
*Criterio temporal: Carece de aplicación ya que el solo es posible para distribuir asuntos entre
diversos órganos judiciales del mismo tipo y la Corte es única.
LAS PARTES
Las partes en el proceso – dice Guasp – se hallan en una posición doble, igual y contradictoria.
Posición doble, de la que deriva el principio de dualidad de las partes. No hacen excepción a
este principio, ni el proceso en rebeldía, en el cual una de las partes se halla ausente del
proceso, aunque igualmente existe como tal, ni el proceso con pluralidad de partes. En este
último en verdad lo que acontece es que hay dos litigios o dos pretensiones, pero hay dualidad
de partes en el litigio, en las pretensiones y en el proceso, aunque haya más de un
demandante o más de un demandado.
Posición igual, de donde surge el principio de igualdad de las partes. Aunque el actor es
seguramente el principal protagonista, los derechos, deberes y cargas de una y otra parte
deben ser equivalentes.
Esta igualdad es perfecta en el proceso ordinario de conocimiento; lo es menos, y
necesariamente debe serlo así, en el proceso de ejecución y en los procesos extraordinarios
dotados de estructura monitoria, pero también en ellos rige el principio de igualdad procesal.
Posición contradictoria, de la que emerge el principio de contradictorio o principio de
contradicción de las partes. Principio éste que no requiere, en cada caso, la efectividad misma
del contradictorio, pero si la posibilidad de que él se plantee o se cumpla.
3. Situaciones de disociación entre sujetos del litigio (parte en sentido material) y sujetos
del proceso (parte en sentido formal)
Habitualmente coinciden en una misma persona las calidades de parte en sentido material y
parte en sentido formal, de parte en el litigio y de parte en el proceso. Ello acontece siempre
que la parte en el litigio actué por sí misma en el proceso. Como dice el art. 32.1 CGP, “Pueden
comparecer por si en el proceso, las personas que pueden disponer de los derechos que en él
se hacen valer”.
Sin embargo, no dejan de ser relativamente frecuentes las situaciones en que tal coincidencia
no se produce. Ello acontecerá así en los casos de representación, sustitución procesal y la
asistencia.
a. Representación. Hay una disociación entre el sujeto que realiza el acto, y el sujeto sobre el
que recaen los efectos. El representante realiza el acto, cuyos efectos recaen sobre el
representado.
El representante actúa en nombre y representación de la otra persona (aquella sobre la cual
recaen los efectos).
La representación puede ser legal o contractual. Es lo que establece el art. 36.1 CGP: “Por la
parte puede actuar un representante, sea éste establecido por la ley o por poder otorgado al
efecto”.
Señala Carnelutti que hay representación, siempre que se trate de personas capaces desde
luego, cuando la actividad en el proceso de una persona distinta a la parte en sentido material,
se debe a un acto de ella (es decir, el acto de otorgar el poder correspondiente). En el caso del
procurador oficioso –art. 41 CGP- no hay un auténtico fenómeno de representación sino una
situación de gestión de negocios en el proceso.
La representación legal está referida a quienes carecen de capacidad para el ejercicio de sus
derechos (art. 32 CGP).
c. Asistencia. Hay ciertos sujetos que no tienen una capacidad plena. Su voluntad no se
elimina por completo porque se les reconoce cierta capacidad, pero esa voluntad se tiene que
complementar con la de otra, que la va a asistir. Es el caso, por ejemplo, de los habilitados por
matrimonio.
Por lo tanto, estos sujetos que no poseen una capacidad plena, pueden comparecer, pero
tienen que actuar asistidos por otra persona: el asistente, que será el curador ad litem del
asistido. Su carácter de curador ad litem lo legitima para actuar a los solos efectos del proceso,
y lo diferencia del curador propiamente dicho, designado en un proceso de incapacidad.
La voluntad en estos procesos se conformara con la actuación de ambos, lo cual constituye
una diferencia con la representación, donde el representante puede comparecer solo.
4. Estructura de la parte
Enfocada desde el punto de vista de su estructura la parte puede ser simple, plural, compuesta
o litisconsorcial y compleja.
a. Parte simple. Es la parte integrada por una sola persona. Es el marido que pretende el
divorcio frente a su mujer, es el acreedor que pretende el cobro de su crédito frente a su
deudor.
I) El litisconsorcio.
Concepto. COUTURE: es aquel estado en que se hallan diversas personas que actúan en
juicio conjuntamente como actores (litisconsorcio activo) o como demandados (litisconsorcio
pasivo).
TORELLO: es el fenómeno procesal que se produce por la circunstancia de estar constituida
una o ambas partes (actora o demandada) no por una sola persona, sino por varias.
De las definiciones podemos extraer 3 rasgos caracterizantes del concepto de litisconsorcio:
1. La pluralidad de personas.
2. En una misma posición procesal, sea como actores, sea como demandados. Puede
presentarse en los dos polos de la relación procesal.
3. En un proceso contencioso.
De acuerdo esta última exigencia, el litisconsorcio sería un fenómeno propio y exclusivo del
proceso contencioso. No obstante, Abal y Valentin, entre otros, postulan la posibilidad de hablar
de litisconsorcio también en los casos de pluralidad de interesados promotores de un proceso
voluntario. Los autores citados hacen prevalecer la sustancia similitud ontológica que existe
entre la pluralidad de sujetos que actúan como partes de un proceso contencioso y la pluralidad
de interesados que promueven un proceso voluntario, por sobre el origen etimológico del
sustantivo litisconsorcio (litis refiere a la existencia de un litigio, un conflicto de intereses que no
existe en el proceso voluntario).
Sostiene Valentin que el problema es simplemente palabras: llámesele pluralidad de simples
interesados o litisconsorcio del proceso voluntario (como hace Valentin) la regulación es
sustancialmente la misma, en tanto el art. 404.6 CGP dispone que se le aplican al proceso
voluntario, en lo pertinente, las disposiciones de los Libros I y II sobre procesos contenciosos.
VALENTIN: las penurias del lenguaje técnico determinan que el derecho procesal no haya
encontrado, aún, un hombre preciso para la pluralidad de interesados del proceso voluntario.
Diferentes tipos de litisconsorcio.
Atendiendo a la posición de los integrantes del litisconsorcio en el proceso.
Litisconsorcio activo: si la parte actora de un proceso contencioso está integrada por
una pluralidad de personas o si existen varios interesados o gestores de un proceso
voluntario. Como es obvio, en el proceso voluntario el litisconsorcio es siempre activo.
Ej.: Proceso contencioso en el que dos damnificados por un accidente de tránsito
promueven contra el autor del ilícito; proceso voluntario en el que varios interesados
promueve para que se les declare únicos y universales herederos del causante.
Litisconsorcio pasivo: si la parte demandada de un proceso contencioso está integrada
por una pluralidad de personas. No puede existir litisconsorcio pasivo en el proceso
voluntario.
Ej.: Proceso contencioso en el que un acreedor de alimentos promueve contra varios
ascendientes.
Litisconsorcio mixto o bilateral: si la pluralidad subjetiva se da tanto en la parte actora
como en la parte demandada de un proceso contencioso.
Ej.: Proceso contencioso en el que dos acreedores de una obligación divisible
promueven contra varios codeudores.
2. Atendiendo al momento de la formación del litisconsorcio.
Litisconsorcio inicial u originario: si se forma al presentarse la demanda del proceso
contencioso o la solicitud del proceso voluntario. Ej.: todos los anteriores.
Litisconsorcio sucesivo o ulterior: si se forma con posterioridad a la presentación de la
demanda o solicitud. Ej.: Aparición de un tercero coadyuvante litisconsorcial (art. 48.2
CGP); aparición de un tercero excluyente (art. 49 CGP); intervención necesaria de
terceros (art. 51 CGP); litisconsorcio necesario, cuando un vendedor promueve la
resolución del contrato contra uno solo de los integrantes de la parte compradora y,
advertido el efecto con posterioridad, lo subsane solicitando la inclusión del otro
comprador en la parte demandada (art. 47 inc. 3).
También puede existir un litisconsorcio sucesivo o ulterior en el proceso voluntario. Ej.: Se inicia
el proceso sucesorio por un solo interesado y luego comparece otro interesado que se adhiere
al primero y conforma con él un litisconsorcio activo.
3. Atendiendo a la habilitación o imposición de la formación del litisconsorcio.
(1) Litisconsorcio facultativo: si su formación, esto es, la misma composición plural de
la parte, depende enteramente de la voluntad de los interesados.
(2) Litisconsorcio necesario: si su formación es imprescindible.
(1) Litisconsorcio facultativo: Es aquel cuya formación depende enteramente de la voluntad de
los interesados. La formación del litisconsorcio, tramitando un único proceso, o la
comparecencia de cada uno de los interesados como partes singulares, tramitando varios
procesos autónomos, es una opción lícita de esos interesados (facultad en sentido técnico).
Las pretensiones podrían dilucidarse en procesos separados de modo de obtener una decisión
jurisdiccional independiente para cada una de ellas.
c. Parte compleja. Las personas físicas y capaces pueden actuar solas y por si mismas en el
proceso. Las personas jurídicas que obviamente no pueden estar por si mismas en el proceso,
deben actuar por medio sea de sus órganos, sea de sus representantes estatuarios que,
frecuentemente son más que uno – Presidente y secretario – aunque nada impide que el
estatuto asigne la representación de la persona jurídica a una sola persona física. Los
relativamente incapaces –o semi capaces – tampoco pueden estar por si mismos en el proceso
sino que deben actuar asistidos por otro. En ambos casos se trata, pues de una organización
de personas.
De modo que, parte compleja es la formada por más de una persona, dos o más, cada una de
las cuales por si sola carece de aptitud para actuar en el proceso y solo de la suma de ambas
surge esa aptitud.
En el caso de los relativamente incapaces y tal como lo establece el art. 32.2 CGP, deberán
actuar asistidos de un curador ad litem.
Entendemos por requisitos de las partes aquellas calidades necesarias para actuar válidamente
en un proceso. Nos referimos, con esta denominación genérica a la capacidad, a la legitimación
y a la postulación.
c. Postulación. Como señala Guasp parecería, en principio que a aquel sujeto que reúne a la
aptitud genérica para litigar – capacidad – la aptitud específica en que consiste la legitimación,
no le faltaría ya ningún requisito que le impida actuar ante los tribunales. Sin embargo, por
razones no ya de orden lógico, como las anteriores, sino por razones de orden técnico, a la
capacidad y a la legitimación viene a sumarse una tercera y última exigencia, consistente en la
necesidad de que la actividad procesal de la parte este conducida por un abogado. Es a esto a
lo que se hace referencia al hablar de postulación.
La postulación es la aptitud derivada de una habilitación para el ejercicio de las profesiones
jurídicas. La habilitación se concede siempre que se cumpla con los requisitos que están
previstos en la ley.
Si bien el Código Civil presume que todos los habitantes conocen la ley, no todos conocen sus
derechos, lo cual justifica la necesidad de la presencia letrada. Se vincula a esto el artículo 37,
que establece la necesidad de que la parte comparezca a todos los actos con el abogado. Sin
embargo, el artículo citado, en su inciso segundo, enuncia casos donde se exceptúa la
actuación del abogado, por ejemplo, casos de paz menores a 20 UR, procesos relativos a
consumidores (ley 18.507), conciliaciones en materia laboral, etc.
Hay ciertos casos que pueden ser firmados indistintamente por escribano o abogado, por
ejemplo, sucesiones (art. 37.3), separación de bienes solicitada por ambas partes (ya que si la
solicita uno solo, hay contienda, y por ende es imprescindible que sea firmado por un abogado).
Hay, también, escritos particulares que pueden ser firmados por contador público (art. 37.5).
Estos casos en los que no se requiere firma letrada, son los llamados casos de dispensa legal.
Tareas que le competen al abogado en el proceso: puede ser, o como asistente, asesor
letrado; o como representante actuando por otra persona en función de un poder. Firma solo y
en principio comparece solo. Esta representación puede surgir del poder para pleitos (arts. 38 y
39), o puede ser por la llamada “representación judicial de los abogados” (art. 44).
Poder para pleitos: A quién se le puede otorgar. Se le puede otorgar al abogado o procurador,
pero el procurador tiene que asistir con el abogado.
Ejemplo de otorgamiento de poder para pleitos: Tía que vive en España y le deja al sobrino,
que vive en Uruguay, un poder general para disponer de los bienes, y además, inserta una
clausula otorgándole el poder para pleitos. Si bien la cláusula es válida, el sobrino no puede
usar el poder para pleitos si no es abogado o procurador pero, si el contrato no lo prohíbe
expresamente, puede sustituir ese poder para pleitos para otro abogado o procurador.
La forma documental en la que se tiene que conceder ese poder es la escritura pública.
Facultades procesales incluidas en el poder para pleito (art. 39.1). Sin clausula expresa no se
puede disponer de derechos sustantivos (por ejemplo, allanamiento, desistimiento, etc.).
Alcance del poder para pleitos: Puede ser general (para todo tipo de proceso, ya sea civil,
penal, etc.), o especial (para un solo caso o para, por ejemplo, todos los laborales).
Procurador común.
Cuando los integrantes de la parte tienen un interés común, deben actuar conjuntamente, u de
lo contrario, deben nombrar un procurador común. (Art 43)
Procurador oficioso.
El concepto surge de la norma del art. 41 CGP: “Podrá comparecerse judicialmente a nombre
de una persona de quien no se tenga poder siempre que se den las siguientes condiciones -
Que la persona por quien se comparece se encuentre impedida de hacerlo o ausente del país.-
Que quien comparezca sea su ascendiente, descendiente, pariente por consanguinidad o
afinidad hasta el segundo grado, cónyuge, socio o comunero o que posea algún interés común
que legitime esa actuación. -Que si la parte contraria lo solicitare, preste caución suficiente de
que su gestión será ratificada por el representado o pagará los daños y perjuicios en el caso
contrario y si así correspondiere”.
Los abogados están sometidos a responsabilidad civil, en aquellos casos en que se realiza un
daño al cliente (art. 146 LOT); responsabilidad penal, por cometer delitos establecidos en los
arts 194 a 196 del Código Penal; y a responsabilidad disciplinaria (art. 5 num 5).
*Mayor de edad. Partiendo de la base de que es capaz y puede actuar por sí, en principio no
precisa acreditar su capacidad. Puede comparecer por sí o por representante.
La representación puede ser de dos tipos: la que emana de un poder para pleitos (arts. 38 y
39), y la representación judicial de los abogados (art 44 CGP).
*Menor de edad. En principio va a actuar representado por los padres en ejercicio de la patria
potestad, o en su defecto, por un tutor.
Cuando comparece un menor de edad sujeto a patria potestad, los padres acreditan con los
testimonios de las partidas de nacimiento y de matrimonio si están casados.
Pero hay, también, otra forma, establecida en el art. 8 CNA y art 12 de la Convención de los
Derechos del niño. Esta forma de actuación se asocia con la capacidad progresiva o autonomía
progresiva de la voluntad, y consiste en escuchar a los menores cuando se dicten decisiones
que afecten su vida del punto de vista familiar. La edad, a estos efectos, no es indiferente, y por
eso se utiliza el concepto de capacidad progresiva: no se va a escuchar si tiene 8 meses, pero
sí si tiene 10 años, y ya que es progresiva, cuanto mayor en edad sea el niño, mayores
posibilidades de ser escuchado.
Constituye una declaración más, por lo que no significa, necesariamente, que si o si haya que
actuar de acuerdo a lo que él diga.
Cuando actúa por si, lo hace con la asistencia de un abogado. Pero en aquellos casos en los
que no puede ser tomado en cuenta, actúa a través de un curador que lo representa.
Menor habilitado por matrimonio – arts 280 num 3, 283, 309 CC, y 32.2 CGP.
En ciertas situaciones los menores actúan representados por los curadores ad litem y en otros
casos asistido por él, en este último caso, se trata de menores habilitados por matrimonio (art.
32.2 CGP).
En los casos de menores que actúan por su peculio profesional o industrial, también se les
reconoce una capacidad atenuada, por lo cual, para actuar en juicio, su voluntad debe ser
complementada con la de un curador ad litem.
*Mayores incapaces. Deben actuar representados por un curador (no ad litem, sino declarado
en un proceso de declaración de incapacidad). Arts 431 y ss CGP, y 433 y ss CC.
*Ausentes y herencias yacentes. Los ausentes y las herencias yacentes serán representados
en el proceso por los curadores designados al efecto (art. 32.4). La yacencia de la herencia
puede ser denunciada por cualquier interesado (art. 428).
El artículo que establece cuándo puede intervenir el Ministerio Publico y Fiscal no se remite al
art. 33.1 (nombramiento de tutor o curador para un niño, adolescente o incapaz que sea o haya
de ser parte en juicio). Se plantea entonces la duda de si tiene competencia o no.
Parte que se incapacita durante el proceso.
*Art. 34. Los actos posteriores a la declaración de incapacidad realizados por el incapaz son
nulos, y los anteriores son anulables siempre que la incapacidad fuese notoria. Lo que hay que
tener en cuenta, entonces, es la declaración de incapacidad.
Si se declara incapaz a alguien que ya estaba actuando por un representante, el proceso lo
continúa ese representante, hasta que se apersone un representante legítimo.
Art. 34.4. Si el proceso lo comenzaron los padres de un menor, y durante el curso del proceso,
el menor cumple mayoría de edad, el proceso lo continúan los padres.
*Art. 35. Si fallece la parte que actuaba por sí misma, el proceso lo siguen los sucesores, salvo
que sea relativo a actos personalísimos, como un divorcio.
Art. 35.2
*Extinción de persona jurídica, por ejemplo, por resolución de los propios integrantes, o por
vigencia vencida.
Intervenciones voluntarias
Intervención coadyuvante (art 48.1)
Son partes en el juicio A (actor) y D (demandado), entre los cuales se traba una relación
jurídica sustancial. El tercero (T), en principio, no tiene nada que ver con esa relación. Pero
tiene una relación -distinta a la que se está debatiendo- con una de las partes. Por ejemplo,
tiene una relación con D. En este caso A no tenía legitimación pasiva con T, por lo cual no
podría haber iniciado nunca una acción contra él.
Se puede intervenir tanto en la primera como en la segunda instancia.
(poner ejemplo)
Una misma estructura orgánica tiene a su ejercicio el ministerio público y el fiscal, pero estos
dos son diferentes. El decreto ley 15365 delimita, en su art 3, lo que es el ministerio público y el
fiscal.
Ministerio público: compete la defensa de los intereses generales de la sociedad. No juzga,
sino que da su opinión en representación de los intereses generales de la sociedad (aquellos
que prevalecen sobre los particulares).
Ministerio fiscal: Cuando actúa como Ministerio Fiscal, lo que viene a defender son los
intereses patrimoniales del Estado. Es la parte actora en todos los procesos aduaneros, por
ejemplo.
Los Jueces tienen un estatuto donde se encuentran regulados, entre otras cosas, los requisitos
para ingresar a la judicatura y para integrar los diferentes juzgados.
Estatuto procesal y estatuto funcional.
Este estatuto está establecido en la LOT a partir del artículo 77.
Num 2º: Se refiere a aquellas pretensiones sujetas a caducidad. En estos casos el juez, de
oficio, puede declarar la caducidad, aun cuando la parte no lo solicite. Un ejemplo está previsto
en el artículo 133.2, que establece que “el tribunal relevara de oficio la incompetencia por razón
de materia, cuantía, grado o turno, la litispendencia, la falta de representación, la incapacidad
declarada del actor o de su representante, la caducidad, la cosa juzgada, la transacción, la
manifiesta falta de legitimación en la causa o interés y la improponibilidad manifiesta de la
demanda…”. En el artículo citado, no se nombra la incompetencia por razón de territorio porque
es la única que puede ser prorrogada, y entonces el Juez no puede relevarla de oficio: tiene
que esperar a que la otra parte oponga la excepción.
Con litispendencia se hace referencia a dos procesos, exactamente iguales, en trámite.
Num 10º: Establece que el tribunal está facultado “para imponer a los procuradores y abogados
sanciones disciplinarias y multas en los casos previstos legalmente”. Cuando el tribunal lo
realice, estará en ejercicio de función administrativa, pues ejercerá un acto impositivo de
sanciones. Para impugnarlo, por lo tanto se debe recurrir a recursos administrativos.
Num 11º: Facultad “para dirigir el proceso y aplicar las sanciones que corresponda a quienes
obstaculicen indebidamente su desarrollo u observen conducta incompatible con el decoro y
dignidad de la justicia”. Las condenas que se establecerán en estos casos, serán de tipo
procesal (costas y costos). La conducta se valora desde el punto de vista procesal, y en este
sentido, constituyen obstaculizaciones indebidas al desarrollo del proceso, por ejemplo, los
recursos sin fundamento.
(esquema cuadernola)
El secretario del Juez tiene un estatuto propio (arts 124 y 125 LOT). Y hay, por otro lado,
disposiciones generales “comunes a los secretarios de la suprema corte de justicia, de los
tribunales de apelaciones, de los actuarios de los juzgados de todas las categorías y de los
secretarios de los jueces” (arts 126 y ss LOT).
Artículo 124: establece que los secretarios de los jueces son quienes colaboran con la labor del
juez en su función jurisdiccional, y no en la administrativa.
Artículo 125: en él se hallan regulados los requisitos para ser secretario del juez (“ser abogado,
poseer los requisitos exigidos para ser funcionario público y haber rendido satisfactoriamente
una prueba de suficiencia que reglamentara la SCJ”).
La diferencia entre el secretario (de la SCJ, del TCA, y del Tribunal de Apelaciones) con el
actuario de los juzgados de todas las categorías, es meramente semántica. Cuando el juzgado
es de Paz, hablamos de actuarios. Cuando es colegiado, hablamos de secretarios. El estatuto
de todos ellos surge de los arts 117 a 123 CGP, y las disposiciones comunes a todos ellos, de
los arts 126 y ss.
Los alguaciles tienen, también, su propio estatuto (arts. 130 a 136 LOT).
SITUACIONES JURIDICAS PROCESALES
Situación jurídica es la posición de un sujeto frente a una norma procesal que lo comprende.
Una vez que acontece este supuesto, hay que ver en qué posición se encuentra el sujeto.
Un ejemplo de situaciones jurídicas, fuera del ámbito procesal, son aquellas presentes en la
relación acreedor-deudor. El acreedor se encuentra en una situación ventajosa desde el punto
de vista de la consecuencia que le impone la norma. No tiene el deber de reclamar, sino que
tiene el poder, y por lo tanto, puede hacerlo o no. Tiene libertad de actuar.
El deudor, en cambio, tiene una obligación, un deber, que le impone la necesidad de cumplir la
obligación. Y se encuentra en una situación de desventaja.
Toda esta situación se puede trasladar al proceso, y es ahí donde se inserta la noción de
situación jurídica procesal.
Desde el punto de vista abstracto se distingue que esa situación puede ser activa o pasiva. En
la activa predomina la libertad de actuar o no actuar en un determinado sentido; son posiciones
de supremacía del sujeto. Y dentro de estas situaciones jurídicas activad se distinguen la
facultad, el poder y el derecho subjetivo.
Las pasivas, en cambio, son aquellas en las que predomina la necesidad de actuar o no; es la
posición de subordinación del sujeto. Son situaciones jurídicas pasivas: la carga, la obligación,
el deber y la sujeción.
*Poder. En este caso, el sujeto está autorizado por la ley, no para determinar su propia
conducta, sino para determinar una conducta ajena.
El art. 24 CGP menciona las facultades del tribunal, pero en realidad es más correcto hablar de
poder-deber, que es una situación jurídica compleja.
*Obligación. Tiene las mismas características que la carga, pero el sujeto tutelado por la
obligación no es el mismo que lleva a cabo la conducta. Quien la lleva a cabo de otro sujeto
determinado. Ejemplo: casos de derecho subjetivo. Yo tengo derecho a las costas y costos y el
otro tiene la obligación de pagarlos.
*Deber. Caracterizado también por la necesidad (por ser situación jurídica pasiva), pero el
sujeto determina su propia conducta en beneficio del interés general. Ejemplo: deber de
comparecer del testigo (lo hace en beneficio del interés general de la realización de la justicia).
Couture decía que en el deber lo que se tutela es el interés de la comunidad (que es lo mismo
que el interés general).
*Sujeción. Situación jurídica correlativa a la situación del poder. Por lo general, cuando alguien
se encuentra en una situación de sujeción, del otro lado hay alguien con un poder, y en el
poder, la persona puede actuar para determinar la conducta ajena. Esa conducta ajena es la de
la persona que se encuentra en situación de sujeción. Por ejemplo: persona esperando que el
tribunal lo condene a prisión, o no. El imputado está en situación de sujeción y el tribunal, de
deber.
Es la ineficacia del querer contrario.
Determina su propia conducta a un estatuto jurídico que no le permite actuar en contrario.