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Escuela de Postgrado de la UAPA


Maestría en Derecho Penal y Procesal Penal

Participante:
LIC. MARCOS E. LEDESMA

Matricula:
202007244

Tema
Derecho Penal Militar

Facilitadora:
Joaquincito Bocio Familia

Asignatura:
Teoría General y Practica de la Prueba Penal y
La Actividad Probatoria

Curso:
2021-2-MPP-106-Virtual100-1

Horario:
Jueves, 6:00 pm – 10: pm.

Modalidad:
Virtual

Fecha de Entrega:
21 de Junio de 2021
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Contenido:

Introducción……………………………………………………….. 03

Tema: Derecho Penal Militar.


1. Definiciones……………………………………………….. 05
1.1 Las Fuerzas Armadas……………………………………. 05
1.2 Derecho Militar……………………………………………. 05
1.3 Código Penal Militar……………………………………… 05
1.4 Jurisdicción Penal Militar………………………………… 05
1.5 Militares……………………………………………………. 05
1.6 Disciplina………………………………………………….. 06
1.7 Actos de servicio de militares……………………………. 06
1.8 Delito militar………………………………………………… 06

2. Principios Formativos para un Código Penal Militar…… 06


2.1 Aplicación del Derecho Humanitario……………………. 06

2.2 Prohibición de tortura, penas inhumanas o


Infamantes y otros tratos crueles………………………... 07
2.3 Trato humano a prisioneros de guerra………………….. 07

2.4 Protección de civiles en tiempo de guerra……………… 08


2.5 Inserción de los tribunales militares en el sistema
judicial del Estado…………………………………………. 08
2.6 Aplicación de las normas de Derecho
Internacional en materia de juicio imparcial…….. 08
2.7 Competencia funcional de los órganos
judiciales militares…………………………………. 08

2.8 Prohibición de persecución penal múltiple o


nom bis in ídem…………………………………….. 09
2.9 Derecho a juicio previo, oral y público…………………... 09
2.10 Incompetencia de los tribunales militares
para juzgar a los menores de 18 años…………... 09

3. Desarrollo Histórico Normativo del Derecho


Militar dominicano………………………………………… 10

4. Naturaleza constitucional de la jurisdicción militar…….. 12

Conclusión……………………………………………………....... 14

Bibliografía………………………………………………………… 15
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Introducción:

Hablar de la jurisdicción militar, y mucho más en lo que hacer del


derecho penal en dicho ámbito, despierta una serie de opiniones en
favor y en contra que, en muchos casos carece del aval de la
educación sobre el tema. Por ello, el presente material, enfoca la
jurisdicción penal militar, desde la óptica de un derecho especializado
para individuos especiales.

Pretendemos navegar por las informaciones generales del tema, en


aras de propiciar una opinión acabada sobre el tema, para aquellos
que deseen en el futuro, opinar en conversaciones informales,
académicas y profesionales sobre el tema.

Esperamos el presente material contribuya a acrecentar el acervo


cultural sobre la material.

Lic. Marcos E. Ledesma


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ENSAYO:
DERECHO PENAL MILITAR
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DERECHO PENAL MILITAR

5. Definiciones:
Para los fines de comprensión y mejor absorción del contenido científico
pedagógico del presente material, hemos de abastecernos de los conceptos
básicos que bordean el tema del presente material, a los fines de poder realizar
la analítica cogno-aprendizaje requerida.

5.1 Las Fuerzas Armadas:


Constituyen la Institución, integrada por el Ejército en Tierra, la Armada y el
Ejército del Aire, cuya misión es la de garantizar la soberanía e independencia
nacional, defender la integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

5.2 Derecho Militar:


Es aquel que atiende a la regulación de la organización y conducta de
las fuerzas Armadas en período de paz y en período de guerra.

5.3 Código Penal Militar:


Abarca el conjunto de normas jurídicas que regulan la potestad punitiva del
Estado en relación con las Fuerzas Armadas y Guardia Civil. Este está
asociando a hechos estrictamente militares, pudiendo ser el sujeto activo tanto
un miembro de las Fuerzas Armadas como un civil.

5.4 Jurisdicción Penal Militar


La competencia de la jurisdicción militar quedará limitada al ámbito
estrictamente castrense respecto de los hechos tipificados como delitos
militares por el Código Penal Militar y a los supuestos de estado de sitio, de
acuerdo con la declaración de dicho estado y la Ley Orgánica que lo regula.

5.5 Militares:
Los que mantengan una relación de servicios profesionales con las Fuerzas
Armadas, mientras no pasen a alguna situación administrativa en la que tengan
en suspenso su condición militar.
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5.6 Disciplina:
Observancia de las leyes y ordenamientos de una profesión o instituto.
Tiene relación con la obediencia jerárquica y por ello es importante en
la organización militar.

5.7 Actos de servicio de militares


Son actos de servicio, todos los que tengan relación con las funciones que
correspondan a cada militar en el cumplimiento de sus específicos cometidos.

5.8 Delito militar


Son delitos militares, cualesquier acción u omisión cometida por un militar y
tipificadas como: Delitos de traición y delitos contra las personas y bienes
protegidos en caso de conflicto armado, incluidas las disposiciones comunes,
siempre que se perpetraren con abuso de facultades o infracción de los
deberes establecidos en la Ley Orgánica, de derechos y deberes de los
miembros de las Fuerzas Armadas o en la Ley Orgánica, reguladora de los
derechos y deberes de los miembros. Así como delito de rebelión, en caso de
conflicto armado internacional.

6. Principios Formativos para un Código Penal Militar:


Como todo instrumento que distinga las acciones de los individuos como una
violación, el código penal militar que ha de regir los destinos penales de los
miembros castrenses, debe y tendrá que orquestar una serie de principios que
den vía al norte que ha de seguir a título de objetivos y/o misión del derecho.

A continuación, enumeramos de forma abierta, no limitativa, una lista de


principios y sus consecuentes definiciones:

6.1 Aplicación del Derecho Humanitario:


En período de conflicto armado, los tribunales militares están obligados a
aplicar los principios del Derecho Humanitario, teniendo en consideración,
especialmente, a los convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos
facultativos ratificados y vigentes en República Dominicana.
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Todo tribunal de justicia, incluidos los tribunales militares, deben respetar el


Derecho Internacional Humanitario, que establece mínimas garantías en
materia judicial para tiempos de excepción, en caso de conflicto armado. En
términos generales, se refiere a lo preceptuado por los convenios de Ginebra
de 1949, sobre heridos y enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña; sobre
heridos, enfermos y náufragos de las Fuerzas Armadas en el mar; sobre
prisioneros de guerra, y respecto de la protección de civiles en caso de
conflicto armado, al igual que sus protocolos facultativos.

6.2 Prohibición de tortura, penas inhumanas o infamantes y otros


tratos crueles:
Nadie será sometido ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Además, nadie será constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio en
virtud del cumplimiento de una pena.

La prohibición de tortura es un principio general del Derecho Internacional y se


encuentra en diversos instrumentos convencionales, tales como en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en su artículo 7), la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (en su artículo 5.2) y los convenios de
Ginebra de 1949 (véase en particular III Convenio de Ginebra sobre prisioneros
de guerra en sus artículos 3, 17, 87 y 130). Asimismo, la Declaración Universal
de Derechos Humanos (en su artículo 5), recoge esta disposición, dando una
vigencia internacional y brindando una jerarquía de derecho internacional
imperativo.

6.3 Trato humano a prisioneros de guerra:


Se prohíbe toda acción u omisión ilícita por parte de la potencia detenedora
que comporta la muerte o ponga en grave peligro la salud de un prisionero de
guerra en su poder. En particular, ningún prisionero de guerra podrá ser
sometido a mutilaciones físicas o a experimentos médicos o científicos de
cualquier índole, que no se justifiquen por el tratamiento médico del prisionero
concernido, y que no sean por su bien. Los prisioneros de guerra deberán ser
protegidos en todo tiempo, especialmente contra todo acto de violencia o de
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intimidación, contra los insultos y la curiosidad pública. Se prohíbe toda medida


de represalia contra ellos.

6.4 Protección de civiles en tiempo de guerra:


Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los
miembros de las Fuerzas Armadas que hayan depuesto las armas y las
personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por
cualquier otra causa, serán, en todas las circunstancias, tratadas con
humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable.

6.5 Inserción de los tribunales militares en el sistema judicial del


Estado:
Los órganos judiciales militares son parte integrante de los sistemas de justicia
generales, formando parte del Poder Judicial, entendiendo por tal el poder del
Estado que, respetando el principio de separación de poderes, asume la
facultad de conocer, de resolver los conflictos de relevancia jurídica, con efecto
de cosa juzgada, y de hacer ejecutar los juzgados. Los tribunales militares,
como órganos jurisdiccionales, ejercen una potestad que es improrrogable y
que sólo puede ser conferida por la Constitución o las leyes.

6.6 Aplicación de las normas de Derecho Internacional en materia de


juicio imparcial:
Los órganos judiciales militares deberán aplicar en sus fallos y resoluciones las
normas reconocidas en el ámbito del Derecho Internacional para la garantía de
un juicio imparcial. Se trata de un principio que se recoge en el artículo 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

6.7 Competencia funcional de los órganos judiciales militares:


Los tribunales militares, como jurisdicción especializada, tienen competencia
sobre los delitos militares cometidos por militares. Excepcionalmente, en
tiempo de guerra o en situaciones de crisis, tendrán competencia para conocer
casos calificados en que el delito no revista carácter militar y afecte
sustancialmente los principios de los cuerpos armados.
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6.8 Incompetencia de los tribunales militares para juzgar a los menores


de 18 años:
Los menores de edad pertenecen a la categoría de personas vulnerables, en
conformidad con el Derecho Internacional y no pueden ser imputados en una
investigación criminal dirigida por órganos militares o juzgados por un tribunal
militar en caso alguno. Con independencia de lo anterior, en cualquier caso
deberán ser juzgados con estricta observancia de las garantías establecidas en
la Convención sobre los Derechos del Niño y las estipuladas en las Reglas
Mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la justicia a
menores.

6.9 Derecho a juicio previo, oral y público:


Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público. Se debe
garantizar plenamente, en todos los casos, el derecho a un juicio justo e
imparcial y toda sentencia que emane de un órgano que ejerce jurisdicción
debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado.

Este principio forma parte del derecho al debido proceso, quizás la garantía
angular dentro de todo enjuiciamiento criminal. Sus fuentes datan de la Carta
Magna inglesa y, contemporáneamente, puede encontrarse en las siguientes
fuentes internacionales: los artículos 10 y 11 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, los artículos 18 y 26 de la Declaración Americana de los
Derechos del Hombre, el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos y el artículo 8 de la Convención Americana de Derechos
Humanos.

6.10 Prohibición de persecución penal múltiple o nom bis in ídem:


La prohibición de persecución penal múltiple se trata de una garantía del
imputado frente al Estado que excluye la posibilidad de ser juzgado o
sancionado por un delito por el cual haya sido condenado o absuelto por una
sentencia firme, de acuerdo con el procedimiento penal establecido por la ley,
cuando exista una identidad de sujetos, hechos y causa y sin perjuicio de la
responsabilidad civil y administrativa que pudiere afectarle. Se trata de una
extensión del principio de proporcionalidad y de la cosa juzgada material.
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7. Desarrollo Histórico Normativo del Derecho Militar Dominicano:


En la República Dominicana, el Derecho militar se encuentra recogido, además
de en su Constitución, en la Ley 873/1978, de 31 de julio, Orgánica de las
Fuerzas Armadas, y en su normativa complementaria y de desarrollo. En el
orden judicial rige el Código de Justicia de las Fuerzas Armadas, aprobado por
Ley 3483/1953, de 13 de febrero, con sucesivas modificaciones y
sustancialmente afectado por la Ley 76/2002, de 19 de julio, que aprueba el
Código procesal penal. Resulta, por último, de interés, para nosotros, el
Reglamento Militar Disciplinario, aprobado por Decreto 7010/1961, de 12 de
agosto.

La Constitución Dominicana proclamada el 25 de julio de 2002, contiene los


postulados básicos que presiden e informan el régimen y organización de las
fuerzas armadas [arts. 9.b), 55.14 a 18, 82.2, 93, 94 y 99]. El texto
constitucional no hace referencia a la jurisdicción militar como tampoco al
principio de unidad de jurisdicción.

La Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas es, según queda dicho, la Ley
873/1978, de 31 de julio. En ella se determina que «los crímenes y delitos
cometidos por los militares en servicio activo se juzgarán y castigarán conforme
a las disposiciones del Código de Justicia de las Fuerzas Armadas, según las
distinciones que en el mismo se establecen» (art. 145) y que «las faltas
disciplinarias cometidas por los militares en servicio activo serán sancionadas
de acuerdo al Reglamento Militar Disciplinario» (art. 146).

El Código de Justicia de las Fuerzas Armadas vigente en la República


Dominicana es el aprobado por Ley 3483/1953, de 13 de febrero, si bien desde
entonces ha sufrido numerosas reformas. Este texto integral incluye la
legislación orgánica y procedimental en su libro primero (arts. 2 a 105) 4 y la
legislación penal en su libro segundo (arts. 106 a 254). De esta última, sólo dos
preceptos, en materia de penas, son disposiciones propias de parte general,
aplicándose, en lo demás, el Código penal común con las particularidades
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derivadas de las previsiones específicas incorporadas en la regulación de los


diversos tipos penales.

El Reglamento Militar Disciplinario vigente en la República Dominicana es,


según queda dicho, el aprobado por Decreto número 7010/1961, de 12 de
agosto, Se trata de un texto relativamente breve (39 artículos), que no incluye
un procedimiento específico para la depuración de responsabilidad por la
comisión de los ilícitos previstos. Éstos, señala el artículo 1, «se castigan por la
sola autoridad». Añadiendo el artículo 3.° que «las faltas disciplinarias serán
corregidas directamente, previo el oportuno esclarecimiento, por los jefes
respectivos y con arreglo a sus facultades; cualesquiera otras faltas que
revelen una mayor gravedad fuera de la jurisdicción disciplinaria serán
corregidas en ordenamiento procesal, previo esclarecimiento en expediente
tramitado a los superiores inmediatos, con sujeción a las normas establecidas
en el Código de Justicia de las Fuerzas Armadas, leyes y disposiciones
penales ordinarias».

En lo concerniente a la nueva ley 139-13, la misma establece un acápite


exclusivo para lo concerniente a la Justicia Militar y el Régimen Disciplinario.
Para ello, dicha ley ha dispuesto los artículos 183 al 188 de dicha ley,
pormenorizando y deslindando las actividades de justicia militar y las sanciones
disciplinarias correspondientes.

En la constitución dominicana vigente, el legislador ha dedicado desde el


artículo 252 al 254 a versar sobre las Fuerzas Armadas. Así las cosas el
artículo 252 en sentido lato se establece la misión defensa de la soberanía
nacional, no tienen facultad para deliberar y que son de carácter apolítico.
Subsiguientemente en el artículo 253 le da rango constitucional a la carrera
militar, estableciendo que el régimen de la carrera militar debe ser regido por la
ley y prohibiendo de forma expresa el reintegro a los miembros. Así mismo
nuestra carta fundacional en su artículo 254 establece que “La jurisdicción
militar solo tiene competencia para conocer de las infracciones militares
previstas en las leyes sobre la materia. Las Fuerzas Armadas tendrán un
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régimen disciplinario militar aplicable a aquellas faltas que no constituyan


infracciones del régimen penal militar”.

Existe un Código de Justicia de las Fuerzas Armadas creado por la ley 3483
del 13 de febrero de 1953 el cual está compuesto por tres libros, uno que versa
sobre la organización de los tribunales militares, el segundo abarca lo referente
a las penas aplicables a los delitos y crímenes penales militares, entiéndase
que es un derecho penal general especializado y un tercer libro que aborda el
procedimiento.

8. Naturaleza constitucional de la jurisdicción militar:

La jurisdicción militar en la República Dominicana hunde sus raíces en la


Constitución del 6 de noviembre de 1844. Desde entonces ha estado prevista
en todos los textos constitucionales que han regido la vida de la República.

La primigenia Constitución de San Cristóbal, dispuso en su artículo 193 que los


“militares serán juzgados por Consejos de Guerra, por los delitos que cometan
en los casos previstos por el Código Penal Militar, y según las reglas que en él
se establezcan.  En todos los demás casos, o cuando tenga por coacusado a
uno o muchos individuos de la clase civil, serán juzgados por los tribunales
ordinarios”.

Un texto similar figura en las constituciones de 1854, 1858, 1865, 1866, 1872,
1874, 1875, 1878, 1879, 1880, 1881, 1896, 1907 y 1908.  La constitución de
1877, la previó como un tribunal inferior disponiendo en el párrafo del artículo
62 que la ley determinará “la organización de los Consejo de Guerra, su
jurisdicción y atribuciones”, teniendo la Suprema Corte de Justicia la atribución
de conocer “como Suprema Corte Marcial en las apelaciones de los juicios
militares”. Las constituciones de 1924, 1927, 1929 y 1934 previeron su
existencia de manera implícita al disponer que correspondiera a las Cortes de
Apelación conocer “como Corte Marcial, de las apelaciones de las sentencias
de los Consejos de Guerra”.
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A partir de la Constitución de 1942, el reconocimiento constitucional de la


jurisdicción militar figura dentro de las atribuciones del Poder Ejecutivo al que la
carta fundamental del Estado le confiere la potestad de “nombrar y revocar los
miembros de los Consejos de Guerra, de acuerdo con la ley”, fórmula idéntica
que recoge la Constitución de 1947.  Las constituciones de 1955, 1959, 1960,
1961, 1962 y 1963 introducen la variante de que el nombramiento y revocación
de los integrantes de los Consejos de Guerra, los hará el titular del Poder
Ejecutivo a propuesta del secretario o ministro de las Fuerzas Armadas. Las
constituciones de 1966, 1994 y 2002 consagraron el sistema de la Constitución
de 1942.

La Constitución de 2010 mantuvo el sistema vigente de designación de los


integrantes de la jurisdicción militar a cargo del Poder Ejecutivo, pero, además,
incorporó un artículo en el capítulo de las Fuerzas Armadas: “Competencia de
la jurisdicción militar y régimen disciplinario. La jurisdicción militar sólo tiene
competencia para conocer de las infracciones militares previstas en las leyes
sobre la materia.  Las Fuerzas Armadas tendrán un régimen disciplinario militar
aplicable a aquellas faltas que no constituyan infracciones del régimen penal
militar” (art. 245).

En resumen, a lo largo de la vida de la República, por disposición


constitucional, la jurisdicción militar ha tenido siempre por objeto juzgar a los
militares por hechos tipificados en la ley como infracciones penales militares. 
El primer texto que identificó esas infracciones lo fue el Código Penal Militar de
fecha 30 de junio de 1845, instrumento jurídico que en su evolución ha recibido
la denominación de Código Penal y de Procedimiento Militar (1884), Código de
Justicia Militar (1937) y Código de Justicia de las Fuerzas Armadas (1953). Por
ello resulta errada la interpretación del Tribunal Constitucional dominicano
respecto del alcance del artículo 245 de la Constitución de la República
(TC/0251/18), ya que desconoce inconstitucionalmente la competencia de la
jurisdicción militar para juzgar las infracciones penales militares.

Conclusión:
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Finalizado el presente ensayo sobre el régimen penal militar; esperamos, como


al efecto entendemos debió ocurrir, que el lector haya recogido las vides del
conocimiento dispersos en el trayecto del presente ensayo.

Argumentativas desarrolladas en apéndices de alta gama como lo fueron:


Derecho Militar, Actos de servicio de militares, Principios Formativos para un
Código Penal Militar, Prohibición de tortura, penas inhumanas o Infamantes y
otros tratos crueles, Derecho a juicio previo, oral y público, Desarrollo Histórico
Normativo del Derecho, Militar Dominicano, Naturaleza constitucional de la
jurisdicción militar, entre otros de igual relevancia, propiciaron una visión global
del tema.

Nos queda el sabor dulce del deber cumplido, siempre sobre la premisa de
que, nuestro esfuerzo solo va encaminado a maximizar el interés sobre el
tema, a los fines de que el lector, acrecenté los tópicos adicionales mediante
una sabia e inteligente búsqueda adicional del tema.

Gracias por preferir el saber sobre la ignorancia.

Lic. Marcos E. Ledesma

Bibliografía:
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 Código de Justicia de las Fuerzas Armadas, de E. J. Peláez Ruiz, cit.,


pp. 141-155, y en http://www.secffaa.mil.do/reg_militar.htm.

 Decreto Nº 1064. Código Penal Militar. República Dominicana.

 Decreto Nº 508. Decreto del G. P. Declarando a Todos los Dominicanos,


desde 15 de 60 Años de Edad, en Actividades de Servicio, y Sujetos Al
Código Penal Militar; y Poniendo en Fuera y Vigor los Art. del Mismo
Código sobre Deserción.

 Decreto Nº 1393. Comisión para Redactar Proyectos de Código Penal


Militar y de Código de Procedimiento Militar.

 Decreto Nº 2276. Decreto de C. N. Sancionando el Código Penal y de


Procedimiento Militar de la Republica

 DOCUMENTO DE ACUERDO COMISIÓN DE ESTUDIOS PARA LA
REFORMA DE LA JUSTICIA MILITAR. Santiago, Chile, junio de 2008
https://www.corteidh.or.cr/tablas/26335.pdf

 L. A. Luna Paulino: Principios de Derecho procesal penal militar


dominicano, Edit. Burgorama, Santo Domingo, 1997.

 Ley Nº 144. Ley que Modifica los Arts. 122, 139, 152, 200, 233 y 243 del
Código Penal Militar

 Sentencia de Suprema Corte de Justicia, del 28 de Diciembre de 2015.

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